Love story.

- Está bien, nos vemos.

Colgué la llamada de mi padre, llamaba para saber si seguía en el valle, lo cuál se me hizo algo extraño pues él nunca me llamaba para preguntar mi ubicación.

Estaba en un viejo lugar que me traía tantos recuerdos, recostado en el césped mirando al cielo, solo quería despejar mi mente de Gonzalo...ese lindo pelirrojo que me hizo sentir miles de cosas que sé que jamás podré volver a sentir, cerré los ojos mientras miles de recuerdos brotaban de mi mente.

[...]

Recuerdo la primera vez que nos conocimos, éramos unos jóvenes, tan novatos en el amor, tenía dieciséis en ese momento. Después de que mis amigos me hayan insistido en ir a una fiesta a la cuál no tenía una mínima emoción de ir, estaba de pie ahí, en un balcón sintiendo la brisa acariciar mi rostro, volteé por un momento viendo las luces y las personas divertirse, al mismo tiempo preguntándome ¿en serio esto les divierte?

Pude verte caminando entre la multitud con dirección a mí diciendo "hola", comenzamos a platicar toda la noche sin parar, riéndonos de estupideces que solo nosotros entendíamos ya que teníamos el mismo sentido del humor. Jamás imaginé que tú serías Romeo, mi primer amor.

[...]

Al paso del tiempo, solo éramos tú y yo, solo nosotros y nadie más. Mi padre era muy sobreprotector y no pasó por alto mi relación contigo ya que no estaba de acuerdo con eso ya que decía que eras muy mayor para mí, por Dios, me llevas dos años, no era la gran cosa.

- ¡Alejate de Andrés, pervertido!

- ¡Papá, dejalo! ¡él no ha hecho nada!

- ¡Tiene dieciocho, por Dios!

- Se-señor, yo no le haría nada a Andrés...

- ¿Entiendes que no puedes tener una relación con mi hijo? ¡sigue siendo menor de edad!

- Papá...por favor, yo amo a Ari.

- ¿Y eso qué? Largate de mi vista Gonzalo, no quiero volver a verte cerca de Andrés.

Lo empujó fuera de casa, lloré diciéndole "por favor no te vayas", antes de que mi padre cerrara la puerta y caminara de largo, ignorando por completo mi llanto.

Esa misma noche, me llamaste diciendo "ni siquiera tu padre podrá separarnos, yo te amo ¿sí? haré todo lo posible para que estemos juntos" y te dije "Romeo, llevame a algún lugar donde podamos estar solos, huyamos cariño, solo tienes que decir que sí"

Algunos días salía al patio trasero procurando no hacer ruido, huíamos a tu hogar y pasábamos horas ahí, besándonos, aislándonos de todas las personas siendo únicamente una vez más tú y yo, si alguien nos descubría, era seguramente nuestro fin, ya sabían que mi padre odiaba a Gonzalo.

Nuestra relación era un secreto, mi familia te odiaba porque decían que eras "muy mayor para mí" pero ¿al final qué importaba? tú lo eras todo para mí, tu belleza era exuberante. Era nuestro pequeño gran secreto, nuestra historia de amor, burlándonos de aquellos que nos impedían estar juntos. Solo quería huir contigo a cualquier lugar mientras seamos tú y yo.

Nuestra perfectamente imperfecta historia de amor no podía ser así para siempre, mi padre nos descubrió, nos amenazó y al final terminaste por irte.

Fui un tonto al creer que volverías, tal vez era de esperarse ¿no? Quizá encontraste un chico aún más lindo que yo, que te amaba y que nada los impedía estar juntos, aún así no te odio ¿por qué lo haría? fuiste la parte más bonita de mi vida. ¿esa podía ser una historia de amor? ¿nuestra historia de amor? Me hiciste sentir como el chico más afortunado del mundo por tenerte pero todo eso quedó atrás ¿no?

[...]

Abrí los ojos mientras algunas lágrimas salían de mis ojos y escurrían por mis mejillas, reí irónicamente y las limpié con la manga de mi sudadera, tenía ciertas esperanzas de encontrarlo, de que volviéramos a ser esos locos enamorados que burlaban cualquier barrera que los impidiera estar juntos.

Encogí mis piernas, recargué mi cabeza sobre ellas rodeándolas con mis brazos y sonreí mirando al horizonte mientras el viento golpeaba mi rostro y me despeinaba, las hojas moviendose del viejo árbol que se encontraba cobijandome con su sombra era el único sonido presente ahí, miraba al lindo valle frente a mi, donde compartimos bellos momentos, soñando verlo frente a mí con un ramo de rosas. No podía odiarlo...tal vez...tal vez se alejó de mí por alguna razón, él me amaba ¿no es así?

De repente, como si el universo hubiese escuchado mis súplicas, escuché una vieja voz, tan conocida que erizó mi piel y que incluso creí que era una alucinación.

- ¿Andrés?

Volteé rápidamente hacia donde provenía el sonido, pude verlo de pie ahí, con una expresión de nostalgia en su rostro. Me levanté.

- ¿A-Ari?

- Andrés, mi amor, no sabes cuánto te extrañé...

Caminó hacia mí y me abrazó, rodeando mi cuerpo como si quisiera protegerme de algo, yo seguía procesando todo lo que acababa de pasar, hace unos minutos estaba rogando verlo y ahora me está abrazando después de tantos meses. Cerré los ojos y correspondí el abrazo mientras lloraba en silencio intentando contener algunos sollozos que amenazaban con salir.

- Ari...¿de verdad eres tú? ¿n-no es mi mente? Te esperé tanto tiempo que no sé qué pensar, me he sentido tan solo...

Me tomó de las mejillas y acarició mi rostro, pude observar sus ojos un tanto llorosos.

- No sé por qué tu padre me odia tanto pero logré convencerlo de algo. Dios mío, estás tan precioso como siempre...

Sonreía mirándome con cada palabra que decía. Entonces se arrodilló, sacó un anillo y me dijo las palabras más lindas que escucharé en mi vida.

- Casate conmigo Andrés, nunca más volverás a estar solo, te lo prometo, te amo y es lo único que realmente sé, hablé con tu padre, ve a escoger un traje blanco...será nuestra historia de amor cariño, solo tienes que decir que sí.

Aún no procesaba bien lo que sucedía, pero asentí, asentí cientos de veces, solo quería estar con él, me lancé a llorar en su pecho y él acariciaba mi espalda.

- ¿En dónde estuviste todo este tiempo?

- Tu padre me dijo que si en verdad me quería casar contigo, tenía que alejarme de ti durante un año, tenía la esperanza de que dejara de sentir algo por ti pero mirate, cielo...se necesitaría una infinidad de vidas para olvidar mis sentimientos hacia ti, eres...eres tan perfecto que es imposible no enamorarme de ti cada día más.

- ¿De verdad mi padre hizo eso?

Él asintió.

- Pero...me llamó, me dijo que te había visto tan deprimido que no soportaba verte así, me dijo que en serio me amabas y que él no podía impedir nada, lo hablé con él y me permitió estar contigo. Temía que solo jugara contigo pero le demostré que yo no soy esa clase de persona.

- ¿Me prometes que jamás te irás?

- Todo esto lo he hecho por ti, para estar contigo...no importa lo que tu padre diga, no importa si tu familia no está de acuerdo en que estemos juntos, podemos huir, si así lo deseas, daría todo por ti, mi amor.

Sonreí aún con los ojos llorosos, no había parado de llorar desde que lo ví. Acaricié sus mejillas y rocé mi nariz con la suya, ambos reímos y poco después unimos nuestros labios en un perfecto beso, se sentía tan bien, como el tacto del primer beso.

Toda la tarde estuvimos recostados en el césped, besándonos, sintiéndonos una vez más, solo él y yo en el mundo sin que nos importara nadie más.

¿Ésta también podía ser una historia de amor?

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top