Habían pasado dos días, un fin de semana en entero, en donde sólo se acostó en su cama y lloró, lloró para aliviar el dolor en su pecho, lloró esperando que le llegué un mensaje de él, esperó que vaya a buscarlo, y lo abraze, esperó despertar del sueño, pero sus esperanzas se hicieron pedazos cuando la alarma sonó, indicándole que debía levantar y enfrentar la realidad, no podría esconderse debajo de sus sábanas toda la vida.

No tenía fuerzas, se sentía tan mal físicamente y sentimentalmente, sentía que por encima de su cuerpo pasaron treinta camiones y que a su corazón lo usaron para jugar a un partido de fútbol, patiandolo sin cuidado alguno.

Se sentía destrozado.

Su pecho ardía por el dolor, y su corazón palpitaba con tanta lentitud que parecía que en cualquier momento iba a detenerse.

No asistió a sus clases de baile, no tenía el ánimo ni la fuerza para poder fingir que todo estaba bien, se sentía tan desganado, pareciera que le robaron toda su energía.

No importaba todas las lágrimas que derramó durante el fin de semana, cuando su mente se despabilo, el dolor de su pecho volvió, las ganas de aferrarse a la cama aparecieron y sus ojos se cristalizaron al recordar lo que ocurrió hace dos días.

Sus ojos aún seguían rojos, y estaban acompañados por unas ojeras.

No podía encontrar la causa o la razón, no entendía que fue lo que hizo mal, ¿en qué momento se convirtió en una molestia para él? ¿Por qué Jisung necesitaba un espacio de él, de su amistad? ¿Lo estaba asfixiando y no sé daba cuenta?

Una lágrima se escapó, pero no la dejó concretar su recorrido, y la limpió con rapidez. Se levantó de la cama, y fue directo al baño, a pesar de que no quería, tenía que ir al colegio, y verlo.

—Minnie.

Se sacó cada prenda que cubría su cuerpo, y se metió a la ducha.

— ¿Qué pasa, Hannie?

Abrió la canilla y sintió las primeras gotas caer en su cuerpo.

—Tengo miedo.

—¿De qué?

—De que algún día te alejes de mí.

Minho sonrió y se acercó a Han.

—Eso no pasará Hannie, mientras tú no te canses de mí, yo permaneceré a tu lado.

Jisung sonrió y levantó su meñique.

—Yo Han Jisung, prometó no dejarte ir, ni cambiarte, prometó  que siempre, siempre serás mi mejor amigo y prometó que nunca me cansaré de ti.

El mayor sonrió y entrelazo su meñique con el de Han.

—Yo Lee Minho, prometó no dejarte ir, ni cambiarte, prometó que siempre, siempre serás mi mejor amigo y prometó que nunca que cansaré de ti.

Una lágrima se le escapó al recordar aquella promesa.

Ese día juraron que no iban a dejarse ir, pero ninguno pudo mantener la promesa.

Pensó en hablarle, en buscarlo, pensó tanto en él y aunque sonará muy mal, él quería que Jisung también este mal, que le afecte su pelea, quería que este igual de destrozado que él y que sienta que su mundo se había caído.

¿En qué momento? ¿En qué momento su amistad se destruyó? No lo entendía, o quizás no quería entenderlo. Porque él sabía muy la razón, él sabía que tuvo que hablar con Jisung, y decirle la verdad, pero fue un cobarde, se escondió detrás de la barata escusa de que no quería arruinar la amistad, pero termino cagandola igual, y sí, quizás no todo era su culpa, pero él sabía que pudo haber hecho las cosas diferente, quizás así el producto era alterado y el resultado de este, no sería el que había obtenido.

Suspiró profundamente, y las lágrimas comenzaron a salir sin permiso alguno.

Sólo necesitaba una señal de Han, algo que le indique que estaba mal, que lo necesitaba, igual que él, y lo buscaría sin dudarlo, lo abrazaría y no dejaría que se vaya nunca más, le dedicaría todo el tiempo del mundo y sí era necesario, dejaría atrás todo su sueño por Jisung.

Felix fue a buscarlo para ir al colegio juntos. Durante todo el camino estuvó intentando hacerlo reír, y una vez llegaron al colegio, siguió intentando distraerlo, pero ahí sí que fue imposible.

A penas llegaron, se cruzaron a Jisung en la entrada, pero no estaba solo, se lo veía muy cariñoso y feliz con Junghoon.

Intentaba no prestarle atención, pero hoy no tenía control de su cuerpo y a pesar de que no quería mirarlos, su vista terminaba puesta en ellos, en la aura tan feliz de la que estaban rodeados, en la sonrisa de Jisung cuando lo miraba, en los ojos de Jisung.

Siempre deseó que el menor lo mirará así, que le sonría de esa forma tan única, que lo miré como si fuera lo único interesante en el mundo, que le sonría como si toda la endorfina que tenía en su cerebro se libere cuando lo veía, que lo miré como si fuera la única persona que le interese en el mundo, y que le sonría, que le sonría de cualquier forma, pero quería que su mirada esté en él, quería que por la simple razón de mirarlo la sonrisa en su rostro aparezca, pero eso no iba a pasar, ya no.

Quizás si hubiese sido claro con lo que sentía, las cosas no hubieran terminado así, pero nunca lo sabría, porque las cartas ya fueron elegidas y la jugada no salió como deseaba.

Dos actualizaciones en un día? Raro

Espero que les guste y gracias por su apoyo 💗

Sí todavia no leyeron remediar, esta es una señal para que lo hagan