Nunca entendería porque le incomodaba mucho tener que hacer alguna actividad frente a un grupo de persona, o porque le ponía tan nervioso estar con personas que no conocía.

Faltaban menos de diez minutos para que la clase inicie, y ellos se encontraban a las afuera del estudio, ya que Minho tenía mucha vergüenza para entrar.

Suspiró por décima vez y trató de distraer su mente. Vamos Minho, sólo estás aquí para aprender. Se repetía una y otra vez, para tratar de calmar sus palpitaciones alteradas.

—Honnie, ¿estás seguro que estás bien? ¿No necesitas agua? ¿Algo dulce?

—Tengo miedo...

—¿De qué o a qué?

—¿Sí me sale mal un paso? ¿Sí no logró coordinar? Seguramente los chicos que estén ahí sean mil veces mejor, sí falló en algo, ¿se burlaran?, ¿me castigaran?

Felix quedó un poco confundido con la última pregunta que hizo su amigo, ¿por qué asociaba al fallo con un castigo?

—Honnie, nadie va a castigarte, estás aquí para aprender, y sí fallas o algo te sale mal, lo vuelves a intentar—. Respondió lo más sereno posible.

—M-mi papá me pegaba sí cometía un error o sí hacía algo mal, creo que por eso tengo tanto miedo a equivocarme.

—Yo no sabía eso Honnie... Lo siento...

—No tienes que disculparte Lix, esta bien —. Se levantó del banco y afirmó el agarre en su mochila —. ¿Vamos?

— Vamos.

Felix agarró la mano de Minho, y entraron al establecimiento con sus manos entrelazadas, una sonrisa en el rostro de ambos y un sonrojo en uno.

La clase estuvo mucho mejor de lo que imaginaba, la prosefora que le tocó era muy amable, explicaba con tanta claridad y tranquilidad cada paso, que todo le resultó muy fácil.

—Bueno jovenes, en la próxima clase repasaremos y agregaré algunas partes más, ¡esperó verlos el viernes!

Los alumnos dijieron al unísono un "hasta el viernes", y se dispersaron por el salón, buscando sus pertenencias.

—Momo es una gran profesora, no he bailado nunca y logré seguir el ritmo—. Comentó Felix.

—¿El v-viernes volverás a acompñarme?— Preguntó con timidez Minho.

—Obvio que te acompañare, creo que el baile es mi nuevo hobbie.

—Hola —. Ambos chicos se sobresaltaron al oír aquella voz desconocida atrás suyo—. Oh, lo siento, no quería asustarlos —. Se disculpó.

—No te preocupes —. Respondió Felix con una sonrisa.

—Me llamó Hyunjin, me acerqué porque quería felicitarlos, lo han hecho genial y supongo que es su primer día, porque no los había visto antes —. Dedujo —. Esperó verlos más seguido, sería increíble poder tenerlos en el grupo.

—G-gracias Hyunjin, seguro volvamos, nos gusto mucho la clase—. Esta vez Habló Minho —.Él es Felix, y yo Minho.

—Es un gusto conocerlos —. Estrecharon sus manos entre sí, para después salir del establecimiento.

En la puerta, Hyunjin le pidió su número a el par de amigos, para poder agregarlos al grupo que tenían con la profesora, ellos accedieron sin peros.

La tienda de su tío quedaba en el centro de la ciudad, era un local muy polular y frecuentado, por eso, no le sorprendió ver al local colapsado de personas cuando llegaron. Decidieron ir a dar vueltas por los alrededores, para que su tío pueda atender a cada cliente, ya que lo suyo no era una urgencia.

—Honnie, ven quiero comprar alfajores de maicena—. Le dijo Felix. Minho lo siguió.

El pecoso entró a la tienda y Minho se quedó afuera, esperándolo. Estaba un poco perdido en sus pensamientos, hasta que escuchó una voz muy familiar.

Alzó su rostro, y logró ver que su mejor amigo se encontraba en la vereda del frente, con Changbin, Bangchan y otro chicos que desconocía.

Su pecho empezó a dolerle, y por su cabeza sólo podía pasar una pregunta; ¿por qué? No lo entendía, no entendía porque le mentía, a él no le molestaba que Jisung tenga sus amigos aparte de él, pero le dolía que lo deje por ellos.

Felix había visto a Han, y sabía que su amigo también lo vio, notó que volvía a verse decaído. No preguntó ni dijo nada, simplemente le dio un alfajor y lo abrazó.

Minutos después, volvieron a pasar por la tienda y recogieron el pedido. No tuvieron mucho tiempo para hablar, pero su tío había notado lo desanimado que se veía su sobrino.

En silencio, comenzaron el recorrido hacía la casa de Felix. Tardaron al rededor de media hora en llegar.

—Entra y deja tus cosas en el sillón, iré a buscar tu regalo—. Minho asintió y se sentó en el sillón que se encontraba más cerca.

Ulteriormente, Felix volvió con su mochila, una bolsa con ropa y una caja.

—Cierra los ojos—. Minho obedeció—. Sé que mañana es tu cumpleaños, pero ya no podía guardar esta sorpresa, abre los ojos.

Minho volvió a obedecer, y cuando vió el regalo de Felix, sus ojos se aguaron.

—¿En serio? N-o puedo creerlo—.Balbuceó a la vez que agarraba al gatito.

—Sé que siempre has querido tener un gato, y he hablado con tu mamá y ella te dio permiso para tenerlo.

—¡Muchas gracias, Lix, te amo mucho! —Minho abrazó a su amigo con cuidado, para no aplastar a su gatito.

Mi bebé.

Corrijo; su bebé.

—Yo también te amo Honnie~.

Espero que no se noté que amó mucho el minlix,,

Tengo dos historias en edición y estoy trabajando en cuatro más jejeje, estoy tratando de salir de mi zona de confort, y desarrollar historias afuera del ámbito escolar/universidad, o tratar de desarrollar más el drama, lyly quiere superarse siksi

Esto tiene que ver con este fic y su desarrollo, tengo dos ideas, y no puedo decidirme por una así que eligan ustedes;

Opción 1 — Opción 2.

Por otro lado, ¿alguna vez le pasó que un amigx les dijo que no podía juntarse y después te lo cruzaste con otra persona?