Sal a lo salvaje (II)

Harry no puede oír lo que pasa abajo, no puede oír nada aparte de su propia respiración superficial y el tamborileo de sus oídos por estar tan jodidamente cachondo. Sabe que Bree no dejaría a Anne o a Robin subir y sabe que puede deshacer las esposas improvisadas, aunque hay algo de incertidumbre. No tiene ni idea de cuando va a volver y el pensamiento de ella dejándole durante una hora o más hace que retuerza sus caderas.

Hay demasiado en lo que pensar cuando está solo. Mayormente piensa en Bree, como suele hacer es esta posición- no es como si pudiera pensar en impuestos o sus finanzas o algo aburrido- pero a diferencia de la mayoría de las veces, no está pensando en ello en sentido sexual. Su conexión va mucho más profunda, mucho más intima que solo lo físico y es emocionando aunque, es algo aterrorizante.

Le compró un anillo y se tomó tres semanas fuera del trabajo solo para pasar tiempo con él y mostrarle lo comprometida que está. Cuida de él emocionalmente, físicamente y sexualmente, entiende la más leve inclinación de su cabeza o el grado de su sonrisa. No tienen mucho que aprender del otro, pero hay mucho que no han hecho que las parejas normales de su edad harían.

Como extensas visitas a sus ciudades natales, conocer sus viejos amigos, caminar por la ciudad, visitar el colegio. Harry quiere mostrarle cada rincón y recoveco y pretende hacerlo. Tienen cuatro días entero de relativa discreción. No puede esperar para presumir de Bree y no porque ella es más mayor y preciosa sino porque es Bree y la quiere y no necesita necesariamente la aprobación de sus amigos de casa pero es agradable que la conozcan sin formarse una opinión basada en los medios.

Sigue pensando en eso cuando las escaleras crujen. Sus manos se tensan alrededor de las esquinas del pañuelo alrededor de sus muñecas, pero todavía no los deshace. Sigue encima de la colcha donde le dejó su novia, a la vista de cualquiera que abra la puerta y vea su cuerpo iluminado por la lámpara.

Si miraran de cerca verían el sudor acumulándose alrededor de su ombligo, la tensión de sus bíceps, el vello erizado de sus piernas y la manera en la que el líquido preseminal se ha filtrado y enfriado en la cabeza de su pene.

Se sobresalta cuando la puerta se abre, solo para relajarse cuando ve que es Bree.

Aunque no calma el ritmo acelerado de su corazón.

"¿Has sido bueno para mi, cariño?" Pregunta mientras se acerca a la cama. Harry asiente, los ojos abiertos mientras la mira. Es un rápido movimiento, Bree se quita su jersey, los calcetines y los leggings. "¿Cuál es tu color? Parpadea una vez para el verde, dos para el amarillo y tres para el rojo."

Harry parpadea una vez, un lento barrido de sus pestañas que le hace intentar sonreír.

"¿Estás seguro?" Con el asentimiento de Harry, ella agarra su pelo en un puño, alarmándole y haciéndole respirar profundamente. No hace nada para tranquilizarle, pero siente su polla endurecerse. Está más rosa de lo que estaba cuando ella se fue, más dura y si fuera posible más gorda que cuando se fue. Parece caliente y agresiva y Bree nunca había pensado que los penes eran atractivos inherentemente, aunque hay algo en la manera en la que el suyo se curva y suelta líquido preseminal solo con ser mirado.

"Eres un buen chico, ¿no?" Pregunta Bree, moviendo sus dedos mientras pasa su pulgar sobre la cabeza del pene de Harry. Harry intenta asentir, siente el duro tirón en el pelo entre sus dedos. Le hace gruñir, borboteando la saliva de su boca.

Bree da palmaditas en su pecho antes de liberar su agarre, moviéndose al final de la cama hasta que está de pie al lado de las piernas de Harry. Gatea sobre él, mostrando el escote mientras hace su camino hacia él. No es expresamente sexual, pero está estelar en ropa interior. Urgiendo a las piernas de Harry abrirse con su rodilla, se hunde en el espacio que él le ha dejado, ignorando su polla mientras hace un chupetón en la suave piel de su muslo. No se detiene con uno, sino que hace dos, tres, cuatro en él hasta que su pecho pesa y podría correrse.

Él lo sabe también, sabe que Bree le ha ordenado directamente no correrse hasta que se hayan ido y esa va a ser la tarea más difícil de la noche. Puede soportar que Bree le provoque y le bese pero siempre ha sido con un orgasmo final. Va a tomar toda su fuerza mental no disparar.

"Estás siendo muy encantador para mí, Harry," elogia, besando más cerca de su pene desde que ha vuelto. "Deseas mucho correrte, ¿no?" Pregunta y Harry balbucea una respuesta. Eso consigue una falsa sonrisa de compasión de Bree. "Oh, es verdad," dice Bree besando su ombligo, con cuidado de evitar cualquier interacción con su polla, "no puedes hablar, ¿no cariño?"

Harry mueve la cabeza, los ojos suplicándole a Bree que haga algo. "Estás muy vulnerable. Podría hacer cualquier cosa." Harry asiente, los ojos calmándose mientras el pulgar de Bree encuentra un chupetón en su muslo derecho. "¿Te gustó cuando besé y provoqué tu pequeño culito?" Harry asiente, incapaz de no hacerlo.

Está seguro de que hay saliva goteando de la esquina de su mordaza.

"Podría hacerlo otra vez, lamerte adecuadamente como tú me haces a mí. Tenerte mojado, hacerte dedos. Te gustaría, se que lo haría cariño." Harry tira contra sus restricciones. Lo desea y es tan jodidamente nuevo, como casi todo con Bree. Es nuevo y excitante y ligeramente tabú.

Nunca había tenido una pareja que quisiera hacer algo con su culo antes, especialmente lamerlo. Y aunque es consciente de que muchas dominantes femeninas penetran a sus sumisos masculinos y aunque eso no es algo en lo que él esté particularmente interesado, sabe que hay una posibilidad.

"Pero no lo haré está noche, no creo que te hayas lavado." Harry no se da cuenta de que es una pregunta hasta que mira los ojos de Bree. Niega con la cabeza ya que definitivamente no se ha lavado el ano. No sabe que significa eso. Intenta preguntar cuando se amortigua por la mordaza. Bree parece complacida por eso por como araña con un dedo sobre uno de los alegres pezones.

"Hablaremos de eso más tarde, ¿vale? Solo quiero ver lo duro que puedes estar antes de montarte la cara."

Y eso-

Bueno, si, definitivamente Harry puede con eso.

Es una tortura absoluta cuando Bree se inclina para chuparle los testículos, lamiéndolos y apretándolos, rodándolos en su mano con la mezcla perfecta de fricción y resbalón. La punta de su nariz choca con su pene cuando se aparta y es tan repentino e inesperado que sus caderas se sacuden lejos de la cama, golpeando a Bree en la mejilla con su pene.

No es un sobresalto suave de ninguna manera, aparta a Bree por lo menos diez centímetros y su respuesta es inmediata, una rápida bofetada a su polla. Su polla. Ella nunca le había golpeado ahí, nunca lo había eludido pero es dolor es tan repentino que sus abdominales se contraen y sus piernas salen de la cama, las lágrimas saltando de sus ojos y si no fuera porque Bree parece furiosa, probablemente prediría otro más.

Ella parece absolutamente furiosa y Harry todavía no se ha repuesto de la mezcla de placer y dolor que atraviesa sus venas. Si no estuviera tan asombrado por ello, reconoce que podría haberse corrido.

"Bree," intenta decir, solo para ser contenido por el pañuelo. Está sofocándose en su cálida habitación; horrorizado por golpearla en la cara.

"No puedo creerlo," suelta, mirándole como si fuera el trozo de basura más patético de la Tierra.

Él balbucea su nombre otra vez, tragando una gran cantidad de saliva. Tira contra sus restricciones intentando hacer que ella entienda lo arrepentido que está.

En respuesta, Bree envuelve su mano alrededor de la base del pene de Harry, apretándole fuerte- sabe que no tiene que mover las caderas. Toma cada fibra de su ser mantener quietas las caderas, muy, muy quietas para no enfadarla más.

"Eso estuvo muy mal," le reprime, un silencioso siseo para no ser escuchada.

Harry cree que toda su sangre va rápido hacia su pene como una presa rota. Quiere ser muy bueno, quiere correrse. Ha estado atado por Dios sabe cuánto tiempo y su pene ha estado duro lo que parece una eternidad. Duda si estará en otro estado aparte de perpetuamente duro y goteante. Hasta puede sentir el líquido preseminal frío en la cabeza de su pene.

"Dios, ni siquiera mereces tocarme, Harry, no debería dejarte ni mirarme," dice, su voz exudando decepción.

El gimoteo de Harry es amortiguado por el pañuelo y su respiración errática. Cada centímetro suyo se siente empapado en sudor.

Bree gatea hacia el cabecero de la cama y Harry no tiene ni idea de qué esperar. Duda que vaya a dejarle comerla ahora, eso es una recompensa por ser bueno, aunque no quiere que le deje. Si ella se va, él se liberará de sus restricciones y lo detendrá, no podría soportar eso de ninguna manera.

El pánico de Harry a detenerlo es aplastado tan pronto como Bree baja la mordaza y mete dos dedos en su boca antes de que él pueda decir algo. Él coloca su lengua sobre ellos, chupando cuando ella le dice que los humedezca bien.

Sacando sus dedos de la boca, le dice firmemente que no haga ni un ruido antes de deslizarlos dentro de ella sin un sonido. Harry no sabe que hacer, que decir mientras la mira en silencio. Los ojos de Bree están cerrados, su pecho subiendo y bajando dentro de su sujetador mientras respira con sus movimientos.

Los ojos de él se mueven por todos lados, de su cara a sus tetas a su suave estómago, la manera en la que ni siquiera puede ver sus dedos bajo su ropa interior. Sus piernas están dobladas en ángulos extraños pero no parece incómoda, parece totalmente complacida... sola... sin la ayuda de Harry.

Harry sabe que no tiene que decir nada, sabe que no puede chillar y demandar atención. Quiere toda su atención en él, pero esto le está poniendo mucho. Le encanta verla masturbándose, le encanta que nunca excite su clítoris, va directamente a hacerse dedos y luego asciende a la estimulación del clítoris. Es erótico observarla, oírla, saber que le está permitiendo verla así.

Él no lo subestima.

Es solo-

Codicia su atención, sus manos, sus labios, su cuerpo. Está intentando sopesar los pros y contras de gimotear cuando sus dedos aumentan la velocidad, cubriéndose de sus flujos mientras inserta un tercer dedo y gime silenciosamente. Sus ojos no se han abierto ni una vez aunque Harry no duda ni por un segundo de que ella no se haya olvidado que él está ahí.

Sus piernas se abren más, abriendo las piernas hacia él y luego extrae sus dedos, entreabriendo un ojo cuando se los ofrece a Harry. Él los toma silenciosamente, chupando su sabor de sus labios. Bree extiende los dedos, separando los dos de los extremos mientras el dedo del medio se presiona hacia abajo contra su lengua. Él no tiene muchas arcadas, pero sigue ahogándole un poco.

"Ahora estás siendo un buen chico," susurra Bree, sacando sus dedos y rozando el anular en su clítoris. "Estás muy callado," remarca, jadeando cuando dos dedos trazar círculos en su clítoris. Con una mano desabrocha su propio sujetador, dejando que caigan las copas pero sin deslizar los tirantes por sus hombros. Humedece su propio dedo, rozándolo contra sus duros pezones y Harry tira del pañuelo.

Seguro que está dado de si, el material de un verde oliva tan viejo que no llora su pérdida. Pensándolo mejor quizá lo lleve otra vez. Le recordará a esta noche, Bree metiendo tres dedos de nuevo en ella y usando su pulgar para excitar su clítoris.

Solo le lleva unos minutos más correrse, su espalda arqueada hacia el cielo mientras suelta un alto gemido. No es lo suficientemente alto como para ser escuchado en la televisión de abajo, pero pensándolo mejor él no está seguro de qué hora es o si sus padres siguen levantados. Antes de que ese pensamiento tuviera la oportunidad de arraigar, Bree está deshaciendo sus restricciones, asegurándose de no tocarle.

Harry no se había dado cuenta de lo fuerte que estaba jadeando, la mordaza alrededor de su cuello. Siente que le falta el aire como si fuera el que acaba de tener un orgasmo. Pero por supuesto que no, su duro pene se lo recuerda con un patético goteo de líquido preseminal.

"Eres muy bueno para mí." Felicita Bree, bajando los brazos de Harry por él.

Están doloridos, los dedos de Bree masajean los músculos con una presión calculada. Se siente increíble ahora que sus brazos están liberados pero su pene no parece que entienda la nota de que no va a tener una liberación pronto. Es una dura realidad.

"Eres el mejor, absolutamente el mejor. Estoy muy orgullosa de tu. Estabas muy callado, te quedaste muy quieto."

"Estoy empalmado."

Bajo circunstancias normales, Harry no podría irse a la cama con la polla dura. Se revolvería y giraría y sudaría y pensaría en ello hasta que inevitablemente se rindiera y se haría una paja o desearía que bajara pensando en los hongos del pie de un hippy o algo equitativamente poco atractivo.

Aunque esta vez, Harry se siente agotado. El sueño vendrá pronto, está seguro. Sus párpados ya están moviéndose adormilado mientras Bree acaricia su espalda, cuello, costados.

"Estás empalmado, si. Apuesto que fue difícil no correrte, pero lo hiciste muy bien," presume Bree besando su frente y pelo una y otra y otra vez. Harry asenté, lame sus agrietados labios.

"¿Quieres dormir ya?" Pregunta, agarrando su mano derecha. Con el asentimiento de Harry, Bree besa su mejilla, presionando el anillo que le compró.

"Te quiero," murmura, girándose hacia su cuerpo en lugar del lado contrario como normalmente haría.

"Yo también te quiero cariño. Estaré justo aquí cuando te despiertes."

-

Fiel a su palabra, Bree está al lado de Harry cuando se despierta. Empiezan su mañana con un profundo beso, la polla de Harry había bajado durmiendo por algún milagro. No detiene a sus muslos y testículos de sentirse doloridos. Intenta convencer a Bree para que le masturbe, pero insiste en que no se corra mientras están ahí.

Caminando hacia la cocina, se encuentran con una adormilada y resacosa Gemma, y les complace saber que se quedó a dormir en casa de una amiga. "Mamá sabe que no dormiste en la habitación de invitados, por cierto."

Bree se sonroja pero Harry se encoje de hombros. Lo peor que va a hacer es decirles que se separen y él no va a hacer eso.

"Bueno, ¿estaba pensando que podemos ir a casa de mi amiga hoy? Crecimos juntos y quiere conocerte así que..." Dice Harry. No sabe cómo se sentiría Bree conociendo a uno de sus amigos de la infancia pero ella accede fácilmente, incluso la identifica como a la que le había tuiteado el día de Navidad.

Bree se viste con unos leggings azules y uno de los jerseys de lana de Harry. Harry no quiere interpretarlo así pero, bueno- no puede evitar pensar que ella lo está haciendo para marcar su territorio.

El viaje es corto y lo pasan cogidos de la mano. Harry lleva el viejo Civic que sus padres pretenden mantener. A pesar de su permiso para que él les compre un coche mucho mejor, insisten en mantener también el antiguo.

Bree aparta su mano del agarre cálido de Harry sin explicación pero entonces, la puerta se abre y Alice les sonríe, tirándose por un abrazo y riendo alocadamente. Harry la abraza de vuelta, han pasado unos buenos siete meses desde la última vez que la vio.

Observa su cara cuando le presenta a Bree y a diferencia de casi todo el mundo a la que la ha presentado, Alice saluda con la mano en vez que abrazar a Bree. No es demasiado extraño- es más común que la gente de la industria se abrace con las presentaciones que saludando con la mano. Aún así, la mayoría de la gente ha oído hablar la una de la otra, o se siguen en Twitter. De todos modos, Harry es bienvenido con más abrazos y apretones de manos cuando ve que hay más compañeros del colegio.

Todo el mundo recibe a Bree lo suficientemente bien aunque un tío, Jake o algo así le pregunta cuántos años tiene. La chica de su regazo le golpea pero aparte de eso, nadie hace ningún comentario. La sidra corre a pesar de que ni siquiera es medio día y todos comparten historias de la universidad de cómo fue el último cuatrimestre.

Harry se siente un poco incómodo con todo eso, por como todo el mundo se ríe libremente y suelta sus propias historias- incluso Bree se ríe y asiente, estando de acuerdo que algunos profesores son unos imbéciles a posta con ciertos estudiantes. Acaba explicando donde fue a la escuela y qué estudio, lo que lleva a que hable de su empresa y los distintos departamentos que tiene en los que cualquiera puede hacer prácticas.

Las chicas parecen emocionadas por oír de su vida mientras los chicos parecen emocionados comiéndola con los ojos; ambas situaciones en las que Harry no está contento. No se siente identificado con historias de la universidad y es raro no ser capaz de contar su propia historia.

Las cosas se calman cuando Alice trae sándwiches para las nueve personas apretujadas en su pequeño salón. Miran la repetición del partido del Chelsea contra West Ham del día anterior, todo el mundo diciendo palabrotas hacia la televisión. Harry no puede apartar la extraña sensación hasta que se hace fotos con todo el mundo, preparándose para irse cuando Alice le aparta.

"No quería sorprenderte con todo el mundo," explica jugueteando con su iPhone. "Se lo dije a Sylvia y ella se lo dijo a su novio que se lo dijo a su hermana y luego, bueno. Pero vamos a salir a una fiesta previa de Año Nuevo y si sigues aquí deberías venir."

"Si, vale. Pero Bree también estará aquí así que-"

"Claro, si. Estará bien. Me gusta."

Harry sonríe, "A mi también."

-

"¿Cómo fue?" Pregunta Harry porque no puede no hacerlo. Están caminando alrededor del patio del colegio ahora, después de aparcar el coche en casa optaron por caminar cerca de su colegio y hacer un mini tour a pesar del frío.

"Bien," se encoge de hombros Bree, "parecen agradables."

"¿Si?"

"Si, son tus amigos ¿no?"

Harry se encoje de hombros, porque solo Alice es su amiga. Sylvia y Alice no se hicieron amigas hasta bastante después de que Harry estuviera en Factor X y después de eso solo se habían visto dos veces. Fue al colegio con las otras personas pero nunca tuvo cercanía con ellos. Ni siquiera sabía que Alice era cercana a ellos, pero bueno.

"Si, supongo," desestima. "Van a salir un poco para algo previo a Año Nuevo. El día 30, ¿quieres ir?"

Bree murmulla una aceptación, girándose para besar a Harry a pesar del hecho de que están en público. No hay nadie alrededor, nadie que él pueda ver pero es- es su primer beso en público y es alejado de las cámaras y la gente y es escrutinio y es absolutamente encantador. Harry envuelve sus brazos alrededor de ella a pesar del hecho de que Bree quería que fuese un beso rápido.

Disfruta de ello, incapaz de no gimotear y acercarse incluso más, colocando sus sonrojados cuerpos juntos. Bree se lo permite, envolviendo sus brazos alrededor de su cuello antes de dan un paso atrás y ajustando el gorro en su cabeza. "Te quiero," sonríe él, dándole un beso en su fría nariz antes de apartarse.

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Harry Styles elije pasar las Navidades con una amiga de la infancia en lugar de su declarada novia
27 de Diciembre, 19:45 por Tilly Klein

Fue solo hace una semana que informamos de que Harry Styles, el roba corazones de One Direction se había asentado lejos de sus hábitos mujeriegos... pero parece que nos confundíamos.

Tras un extenso año de gira y actuaciones, Styles terminó el año cuando los rumores de su supuesto romance con la diseñadora de interiores de 24 años, Bree Clark, volaron. Aún así, mientras la estrella vuelve a su ciudad natal en Cheshire, aparentemente Clark no está con él. La amiga de la infancia de Styles colgó una bonita foto de los dos en su cuenta pública de Instagram [fotografía debajo].

No se ve a Clark en la foto y una fuente cercana nos dijo que ella está 'enfadada y dolida' por la persona con la que Harry está eligiendo pasar las vacaciones. Lo que estamos buscando es a quién elegirá el don juan para darle un beso de año nuevo.

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Harry Styles aviva incluso más rumores con su amiga de la infancia cuando se revela otra foto
31 de Diciembre 05:47 por Harket Pakar

Solo fue apenas una semana que informábamos que Harry Styles, roba corazones de One Direction, había detenido su estilo de vida mujeriego para tomárselo en serio con Bree Clark. Aunque, hace solo unos días Harry pasó su descanso de vacaciones con una amiga de la infancia- pero no cualquiera, una preciosa rubia [fotografía previa debajo].

La nueva foto [también debajo] es de Styles y su amiga Alice Fagan, bebiendo lo que parece alcohol. Hablando de Twitter en Navidad, Harry tuiteó a Fagan lo que parece una broma interna entre los dos. [puedes leer toda la conversación debajo].

Sabemos de la afición de Harry por las rubias, así sea la supermodelo Cara Delevingne, la súper estrella Taylor Swift o incluso Caroline Flack, de sus años más jóvenes. ¿Podrá ser el hecho de que la señorita Clark es morena la raíz de el alejamiento de Harry? Nos gustaría pensar lo mejor de la guapísima sensación pop, aunque hay[...]

...

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Harry se levanta en la víspera de Año Nuevo incluso más duro de lo que había estado antes. Se había ido a la cama pronto todas las noches por el pene dolorido y sin liberación y le está matando.

No ayuda que tenga resaca, enterrando su cara en el cuello de mujer en sus brazos. Huele muy bien y limpio, Bree debió de haberse dado una ducha antes de volver a meterse en la cama. Con un pequeño lloriqueo, Harry mueve sus caderas hacia delante, rozándose en círculos. Se deleita por cómo el más pequeño de los movimientos apacigua la presión.

"¿Estás bien?" Pregunta Bree, la voz ronca de dormir mientras se gira.

"Si," asiente Harry jadeando aunque se acaba de levantar,

"¿Vas a ser capaz de aguantar hasta que lleguemos a casa?"

Harry asiente, lamiendo sus labios, el sabor a bilis hace su camino por su garganta. No debió haber bebido tanto como hizo anoche, pero estaba muy contento. Rodeado de amigos y Bree pagó la factura del bar, dejándole a él y a todo el mundo borracho.

"No puedo esperar a llevarte a casa, atarte y montarte la cara hasta que llores."

"Si," Jadea Harry, deslizando una pierna sobre Bree para poder acercarla más.

"Dios, voy a destrozarte de la mejor manera. Has sido un chico muy bueno todo el fin de semana. Mereces todo lo que vaya a darte," sonríe Bree, besando la mejilla de Harry.

"Ahora," Gimotea Harry, sacudiendo las caderas mientras busca fricción.

Bree le permite a Harry rozarse contra ella sin mostrar ningún signo para apartarle, aunque él sabe que no va a dejarle correrse. No le había dejado cuando él estaba llorando mientras ella le chupaba una y otra y otra vez y no le había dejado cuando sujetó a Harry contra la encimera de la cocina y se rozó contra él hasta que tembló y tuvo que usar la mesa para mantener el equilibrio.

"Creo que puedes esperar."

"Bree," Gimotea desesperado.

"Se un buen chico y escúchame."

"Lo-lo necesito," jadea sacudiendo las caderas.

"No me retes," la voz de Bree se endurece de esa manera, "podría esperar hasta año nuevo."

"Bree."

"Eso es lo que pensé. Compórtate."

Harry hace lo que le mandan, comportándose mientras resiste la urgencia de meter una mano bajo sus pantalones y pajearse él mismo. Se comporta cuando solamente besa a Bree cuando van por el pasillo. Se comporta cuando Bree está riéndose con su madre con una taza de té y no se la folla por lo felices que parecen las dos.

Y cuando está llenando el maletero del coche de Bree, preparándose para conducir hacia Londres antes de la gran fiesta de Año Nuevo a la que van, Anne le aparta y le abraza más fuerte de lo que ha hecho antes, diciéndole lo orgullosa que está de él y la gran mujer con la que eligió estar.

Hace que todo merezca la pena, los titulares, la especulación, las inevitables fans enfadadas.

Sabe lo que tiene que hacer.

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Harry Styles celebra Año nuevo con su confirmada novia, Bree Clark
1 de Enero 03:53 por Angela Karp

Justo pasadas las tres de la mañana del primero día del año, Harry Styles de One Direction, sale de Groucho junto con Nick Grimshaw, Alexa Chung, Daisy Lowe y nada menos que Bree Clark. El par no fue solo visto juntos por primera vez en tierra británica, la pareja también estaba tomada de la mano. Tenemos muchas fotos que prueban lo enganchada que está la pareja.

Con un brazo por encima de la morena alta y el otro sujetando su mano, Styles viste un conjunto todo de negro ¡con una camisa desabrochada hasta casi su ombligo! La mujer de su brazo va a juego con el estilo de su novio con un vestido de tubo negro escondido tras lo que parece ser la chaqueta de su novio.

¡Parece que la pareja también está cansada de esconder su amor y afecto! El miembro más joven de One Direction y el más reciente en salir del mercado parecía feliz de sujetar la mano de su novia e incluso sujetó la puerta para ella cuando entró al coche que les esperaba.

De parte de todos nosotros aquí en The Mirror, deseamos a Styles un feliz año.

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