Placer con el dolor (II)

La primera cosa de la que se da cuenta Harry cuando entra en la casa de Bree es que no está sola.

Hay una carcajada y Harry se congela, pensando que es Katie.

"¿H?" Llama Bree, el sonido decreciendo.

"Uh, si, ¡hola!" Dice de vuelta, quitándose los zapatos.

Bree y Daisy siguen con su ropa del desfile, una imagen de belleza y elegancia, excepto que su pelo es un desastre y tienen dos botellas vacías de vino tinto.

"Oh Dios," gruñe, mientras Daisy le lanza una sonrisa traviesa, bebiendo de la enorme copa de vino. Debe de haber por lo menos la mitad de la botella solo en esa copa.

"Hola Harry, que gusto que te unas a nosotras."

"Si, si," Harry le da un abrazo obligatorio. Bree se junta más a Daisy, permitiendo a Harry encajarse entre el reposabrazos y Bree.

Bree se contonea hacia él, arrugando su vestido rosado más de lo que ya estaba. Coloca su brazo alrededor de ella y luego le tira su teléfono a Daisy. "¿Nos haces una foto?" Pregunta y Harry mira al iPhone elevado.

"Vosotros dos sois demasiado adorables," murmura con admiración; el crujido del falso obturador saltando repeditamente. "Vale, ahora una dándoos un beso," pide, haciendo la foto cuando lo hacen, "Vale, ahora una haciendo una cara divertida, esa no Harry, ¡pareces un puto idiota!" Harry hace un puchero y Bree besa su mejilla y todo en lo que puede pensar Harry es en que alguien está haciendo su foto, que tendrán más que solamente selfies y fotos en su casa. "Ahora de pie, ¡necesitamos algunas de cuerpo entero!" Daisy los posiciona por unas cuantas fotos más, pulsando felizmente y poniendo cara de madre-orgullosa-el-día-de-la-graduación. "¡El gato! Teneís que coger a ese pequeño también!"

"Vale, para," se queja Bree aunque sigue riéndose y dócil en sus brazos. "No nos vamos a hacer fotos con nuestro gato!" Dice entre risitas.

La manera en la que dice nuestro en vez de mío no pasa desapercibida, enviando una pequeña ola placentera a través de Harry.

El perfil de Bree es precioso cuando sonríe. Los colmillos puntiagudos y los labios tan rojos que Harry quiere besarlos otra vez, más tiendo que solo un segundo. El sofoco de sus mejillas es demasiado pálido para ser otra cosa aparte de los restos de colorete, y su maquillaje es suave, dorado.

El último sonido de la cámara hace que Harry baje de la nube. "Ese es mi pie a irme," anuncia Daisy, colocando su copa de vino en la mesa.

"No, vamos quédate, ¡veamos una peli!" Sugiere Bree. A Harry le gusta Daisy bastante- es una buena amiga, una amiga leal que conoce a Bree tan bien como a Harry. Le gustaría salir más con ella pero... ahora solo quiere quitarle el vestido a Bree y pasar todo el tiempo posible besando su piel.

"Oh no, no con la manera en la que Haz te está mirando," se ríe recogiendo su teléfono.

"Puede esperar," Bree se encoje de hombros sin dirigirle una mirada.

"Está bien, llamaré a un taxi mientras hago pis."

Harry besa a Bree en el segundo en el que la puerta del baño se cierra. "Estás increíble," gime en su boca, agarrando su cadera. "Dios, quiero adorarte."

"Siempre lo haces," sonríe ella, besándole de vuelta.

"Apropiadamente. Te quiero, te quiero mucho Bree. Siento lo de la última vez, nuestra pelea, yo-"

"Hey," Bree se aparta un poco, lejos del alcance de su beso.

No es un buen momento para hablar sobre eso, con Daisy en la otra habitación- pero él está muy eufórico por la cantidad de gente que sabe sobre ellos ahora. La gente les ha visto juntos, la oído que están juntos y ella va a conocer a Gemma mañana. "Se que sabes que oí lo que dijo Katie, ¿vale?"

"Yo-"

"No me importa."

"Quiero hablar sobre ello, yo-"

La cisterna de vacía y Harry se tira encima del sofá. Bree se ocupa organizando la mesita delante ella. Daisy sale con una gran sonrisa, besa sus mejillas antes de anunciar que el taxi estará fuera en cualquier minuto.

Las chicas terminan su vino, Harry observa con una sonrisa como hablan sobre su trabajo y proyectos futuros. Si es honesto sobre la situación, no presta atención. Todo en lo que puede pensar es en Bree llorando al teléfono con su hermana y es horrible. No quiere ser ese tío. El humor va de 100 a 0 realmente rápido.

Cuando ella se va, Harry la acorrala otra vez. Quizás no es el mejor momento pero quiere averiguar todos los detalles sobre como reaccionó Bree durante su discusión. Ella dijo que estaba muerto y enterrado y Harry había dado por aprobada su disculpa porque había un problema más urgente.

Su inseguridad y ansiedad resurgen.

"Bree, ¿podemos hablar sobre lo que dijo Katie?" Pregunta, todavía borracho, pero ansioso por oírlo. La ansiedad supera su sentido común.

"Se que solo me estás viendo a mi Haz." Se encoje de hombros, agarrando las copas medio vacías.

"No, sobre que lloraras, no tenía ni idea de que te había echo tanto daño. No quería-"

"Esa parte," se encoge, chocando los cristales accidentalmente, "no era sobre ti, no eras tú."

Harry deja reposar eso.

Habían evitado mucho hablar sobre sus relaciones pasadas- las de ella en particular. Harry verdaderamente no quería saber sobre los hombres con los que se había acostado y adquirido su conocimiento. No quiere escuchar la conexión que tenía con ellos y la confianza que tenía. Porque esto es todo sobre confianza- su relación, su estilo de vida se basa en confianza y Bree ha tenido relaciones similares y Harry solo, él solo siente náuseas.

"Oh," se deshincha, diciendo algo por decir. Hay un tirón asqueroso en su estómago por preguntar sobre ello. Preguntar quién la había dañado tanto y si ella le quiere para ser dura con él. "¿Entonces podemos hablar de ello?"

"Estamos borrachos, no necesitas saberlo," responde subiendo la defenda.

"Lo se, pero," lame sus labios. Bree no le está mirando a propósito. "Quiero saberlo, no quiero hacer lo que él te hizo."

"No lo harás-"

"Bree, vamos."

"¿Podemos cambiarnos primero? Limpiaré mañana pero ¿podemos tumbarnos para esto?"

Lleva un poco más de tiempo tumbarse del que Harry había esperado.

Sabía que Bree no iba a hablar de ello voluntariamente tan rápido pero no pensó que lo postergara tanto tiempo. Consigue dos vasos de agua para los dos junto con un paquete de galletitas, pidiendo que comieran algo antes de dormir. Mastican en silencio, totalmente vestidos en la habitación como un acuerdo no verbal de que no hablarán hasta que el paquete esté casi vacío.

Después de que Bree se duchara, se toma su tiempo en secar su pelo mientras Harry mira sus mensajes. Tiene unos cuantos emails relacionados con el trabajo, diciéndole qué tuitear de promoción mañana y cuándo estar en el aeropuerto en unos días.

Cuando Bree sale finalmente, lleva una camisa de pijama y ropa interior suave. Se disculpa para comprobar a Milo, asegurándose de que tiene la cantidad adecuada de comida y bebida. Harry sabe que la tiene, había comprobado antes de subir, pero no se va a pelear con ella por esto.

Vuelve con la cabeza agachada, se mete en la cama, la reticencia escrita en su cara y Harry se da cuenta de que tiene muchas ganas de saberlo. Bree daña su labio inferior.

"Bree," provoca Harry porque no tiene paciencia. Quiere terminar la conversación que van a tener.

"No le he dicho a nadie esto," dice Bree con una risita nerviosa.

"No tienes que contármelo si no quieres, en serio."

"No," Bree niega con la cabeza, "ya no es para tanto."

Harry agarra su mano sudorosa, aprieta.

"La primera vez que, o sea, la primera vez que me metí en serio en este estilo de vida, era sumisa." Admite, mirando a sus dedos entrelazados en lugar de a él. "Había un chico y pensé, bueno, así funciona el sexo de adultos. Tenía dieciocho, ingenua, pensé que me daría la luna." No hay rastros de sonrisa nostálgica solo la mirada baja y una expresión cautelosa. "Fue bastante intenso desde el principio pero me encantaba. No me había acostado con muchos chicos en el institulo y él tenía veintitrés de aquella y yo pensé que estaba enamorada.
No lo estaba- obviamente, pero la Bree de dieciocho años era un poco idiota y apareció en su trabajo para encontrarle follándose a alguien más cuando pensé que éramos novios; fue-" sacude la cabeza, aún sin mirarle y Harry aprieta sus dedos otra vez.

Ella sonríe sin verle.

"Es un poco mierda, ¿no?" Pregunta Harry cuando Bree no continúa.

"Si," asiente Bree soltando una risa. "Katie sabe que me engañó, que rompió mi pobre corazón. Pero no sabe de esas cosas. No se, realmente ya no pienso en ello pero me abrió los ojos, ¿sabes? Me hizo darme cuenta de que realmente no me gustaba estar a su entera disposición, no me gustaba chupársela cuando sujetaba mi cara," pone una mueca, "y que quería ser yo la que tuviera el control. Azotar y no ser azotada. Quería hacerme cargo de alguien y cuidar de alguien y ser poderosa.
Y es así, nosotros, tú y yo; tenemos el poder juntos ¿verdad? Tú tienes poder, puedes decir que no, puedes decir que si, puedes llorar y está totalmente bien. Con él no, nunca se aseguraba conmigo y realmente nunca preguntaba."

"Bree," corta Harry cuando su voz se rompe.

"Pero ahora está bien. Lo superé, me uní a un club y conocí a gente realmente genial. Pasaron como, dos meses cuando estuve con una mujer-" las cejas de Harry se elevan aunque Bree sigue tan neutral como siempre. "Me enseñó y tuvimos una efímera relación. Lo dejamos por el hecho de que nuestras preferencias no cuadraban pero," Bree se encoje de hombros, "era divertidísima y brillante y me familiarizó con todo. Era más educativo que sexual y dábamos como lecciones, algo así. Era interesante, divertido. Conocí a algunos chicos ahí también pero-" Finalmente, finalmente Bree mira hacia Harry y lo es todo.

Parece feliz, sus ojos carentes de la tristeza que Harry había esperado. "Tú eres mi primera relación, relación de verdad. Mi primer 'te quiero' de verdad y la primera persona a la que he presentado a mis padres con la intención de quedarme. Así que," Bree se encoje de hombros, una risita atrapada en el beso con el que la ataca Harry.

No quería y le va a llevar un poco procesar esa información pero joder. Bree era muy joven, no se imagina a Bree sometiéndose.

"¿Es- te sometiste después de eso? ¿Con alguien más?"

"La verdad es que no. Ninguna de mis parejas estaba muy metida en la dominación. Y me gusta, no confío el la gente lo suficiente como para ser tan vulnerable." Explica Bree. Su expresión cambia a una curiosidad retadora. "¿Por qué? ¿Quieres intentarlo?"

"¿Ser el dominante?" Pregunta Harry, su interés creciendo.

"Si, o sea, si tú quieres."

"Bueno," Traga Harry. Bree parece muy indiferente por todo esto. Como si ofrecer a Harry tomar las riendas de su vida sexual no quiera un pensamiento estresante. Él nunca había pensado realmente en eso. Claro que había momentos en los que se había vuelto más agresivo, tomando un poco más de control y la había inclinado sobre la encimera de la cocina, pero-

Eso seguramente no era dominarla.

"Solo si tú quieres," repite Bree, pasando la mano sudorosa por el pelo de Harry.

"Creo," Harry se lame los labios, "¿quizás?"

"No tiene que ser esta noche, o mañana, pero," Bree se encoje de hombros, le acerca para un beso rápido, "puedes pensar en ello."

Harry asiente mientras se besan. Bree es simplemente increíble; asombrosa.

El hecho de que le acaba de contrar sus secretos más íntimos es emocionante. Van en serio, muy, muy en serio y la parte resentida de Harry quiere restregárselo por la cara a Katie.

"¿Confiarías en mí?" Pregunta Harry.

"Ya lo hago, reconozco que más de lo que debería ya que aparentemente estás saliendo con la jodida Emma Watson."

"Dios mío," susurra Harry bajo la risotada de Bree.

"¡Vi ese artículo!"

"Noo," gimotea Harry cubriendo su cara con sus manos porque Bree se está poniendo de rodillas, ansiosa por contar su historia y burlarse de él.

"¡Aparentemente estáis enamorados! Y habéis tenido un romance secreto a espaldas de su novio, pero los dos estáis," hace unas comillas en el aire grandes y exageradas, "¡'muy contentos de estar conectados de nuevo'! ¡Jodidamente brillante! Hay un puñado de fotos de vosotros tuiteándoos, y besándoos la mejilla, qué romántico, ojalá me lo hubieras contado."

"No, eres horrible," gime rodando encima de lla con la esperance de callarla.

"¡Es un romance sorpresa! Habéis estado ligando desde Factor X aparentemente. Fuiste a un estreno o algo, ¡todas esas fans están muy contentas por ti Harry!"

"Bree," se retuerce intentando mantenerla quieta. Es difícil conseguir que cierre la boca por como se está riendo y provocándole él, encontrando mucha diversión en burlarse de la percepción que los medios tienen de su novio.

"Está bien, lo entiendo. Se supone que sois almas gemelas, ¡el amor verdadero no espera a nadie!"

"Para," Harry hace un puchero, inetnta hacer que le bese pero ella se está riendo demasiado fuerte ara concentrarse. "Tú eres mi alma gemela; amor verdadero y todo eso."

"¡Dios mío!" Chilla Bree, golpenado a Harry en las costillas, así que se retuerce encima de ella. "¡Eso fue muy cursi! Harry Styles, ¡no me puedo creer que acabes de usar esa frase conmigo!"

"Pensé que te callaría," gruñe, todavía sacudiéndose por sus dedos hundiéndose a sus costados.

"Sabes como callarme." Bree le ofrece una sonrisa loca y seductora.

"¿Ah si?" Él le sigue el juego, moviendo sus cejas.

"Mhmm," asiente, mirando como él se aparta de su cuerpo, besando su cuello hasta que ella apoya la cabeza en la almohada.

-

La ansiedad de Bree irradia en oleadas.

Harry puede sentir la pegajosidad del sudor en su mano mientras están sentados en el coche. Realmente no debería estar tan preocupada- no es que conocer a su hermana sea una emboscada.

"Tienes que relajarte, le vas a encantar," la tranquiliza Harry moviendo su agarre de su mano a la parte superior de su muslo.

"¿Y si no lo hace?"

"Bueno, yo estaré ahí, y también otras doce personas con las que puedes hablar. Pero lo hará." Repite Harry.

"¿Estás seguro de que está bien que vaya?" Las cejas de Bree se arrugan y Harry no puede evitar reírse, encontrando toda la conversación adorable.

"Ya estás en el coche, no hay vuelta atrás."

"Harry." Bree bufa, mordiendo su labio inferior.

"Hey, para," la regaña, usando su pulgar para soltar su labio. Va a besarla, apartando su pulgar para deslizar su lengua através de su labio, lamiendo dentro de su boca.

Bree suspira, relajándose en el beso. Aunque Hary quiere más, quiere besarla más profundo y saborear más el remanente a menta de la pasta de dientes. Desea poder acorralarla contra la pared, ahuecar su mandíbula y embadurnar su pintalabios. Sin embargo, se echa hacia atrás sabiendo que no puede deslizar la mano por su falda sin que el conductor sospeche. Necesita una partición o algo.

"Relájate ¿vale? Estaremos ahí en un momento."

Harry no tiene ni idea de por qué se preocupa Bree.

Gemma, un poco borracha ya, rodeada por un grupo de amigos, salta de su asiento y los abraza a ambos con un fuerte abrazo. Pasa bastante tiempo apretando los hombros de Harry y admirando lo grande que está y cuando llega a Bree sonríen y se rien en su abrazo.

"¡Me alegro mucho de conocerte! H ha estado contándome todo sobre ti." Suelta Gemma. Sus ojos están vidriosos, pero sus palabras son sinceras.

"¡Igualmente! Feliz cumpleaños, ¡Muchas gracias por dejarme venir!"

Harry no se había dado cuenta de que estaba manteniendo la respiración hasta que se separaron, Gemma agarró la mano de Bree para acompañarla a un sitio libre al lado de una de sus amigas. Empuja una de las bebida coloridas en dirección a Bree, dejando a Harry moviéndose con dificultad detrás de ellas.

"Oh por favor, no podía esperar a conocerte. Estuve muy emocionada cuando Harry dijo que venías," antes de que Bree pudiera contestar, Gemma baja la voz para continuar, "Nos alegramos de ver que alguien le ha atado."

"Aw," dice Bree con admiración y la cara de Harry se incendia. "Me siento honrada de ser la chica que le ha atado finalmente."

Harry no se pierde la embaucadora sonrisa que le lanza, la manera en la que sus propias mejillas se enrojecen por la mención de atarle. Gemma- que Dios la bendiga- solo se ríe, agarrando su bebida naranja y sorbiendo a través de la pajita. Gemma ahuyenta a Harry, presentándole a Bree todos sus amigos, dejando que Harry se siente al lado de Julian.

"¿Entonces es ella?" pregunta Julian, bebiendo su cerveza mientras mira a la novia de Harry.

"Si, esa es Bree," sonríe encariñado. "Te la presentaré más tarde."

Más tarde no llega hasta después de la primera ronda de entrantes y bebidas.

Bree se acerca y toma el sitio vacante de la chica que estaba sentada al lado de Julian y le ofrece su mano. "Así que eres el hombre tras las canciones," saluda. Julian se ríe, claramente encantado por la sonrisa de Bree. Harry no le culpa.

"Harry ayuda, o bueno, lo intenta," Julian se burla en broma. Harry hace un pcuhero, ganándose que le despeine.

"¡Sí que ayudo!" Harry alcanza su cerveza con el ceño fruncido.

"Sabemos que lo haces, cariño." Asiente Bree, sarcástica aunque seria. El estómago de Harry da un vuelco por segunda vez esa noche. Quiere discutir que van a tocar su canción en Factor X. Pero una a parte retorcida de él le gusta que Bree le provoque. La manera en la que se siente la abierta a hacerlo delante de alguien que es casi un extraño para ella.

Acaban hablando de la carrera de Bree y la temporada ajetreada, ahora que es diciembre. Ella se encoje de hombros ante el alago de Harry le hace sobre lo duro que trabaja, diciendo que se relaja mucho más en febrero y luego sigue siendo un absoluto rollo el resto del año. Sabe que es mentira, sabe que ella pasa tiempo extra con los becarios y escribe muchas referencias. Él lo sabe todo sobre el tiempo que pasa en la universidad para dar charlas como invitada. Harry sabe sobre la habitación en su casa dedicada a las muestras de tela y bocetos.

Para cuando esperan el plato principal, Gemma ya va ciega, haciéndole fotos a todo y a todos. Habla anormalmente alto, mueve sus manos y casi golpea a sus amigas en un par de ocasiones.

Es buenísimo.

Bree ha vuelto a su sitio, sonrojada y sonriente, haciéndose amiga rápido de las chicas a su alrededor. Apenas ha mirado a Harry más que para mandarle pequeñas sonrisas y saludos.

Cuando Bree se disculpa para ir al baño, la sigue; ya está levantado y a mitad de camino antes de que pueda tan siquiera pensar en ello. Empuja la puerta del baño de mujeres sin pensárselo dos veces. Están en un pequeño pub, Harry ya había hablando con el encargado respecto a la privacidad de antemano.

Echa el pestillo y espera en el lavamanos con los brazos cruzados y apariencia casual.

Bree chilla comprensiblemente cuando ve a Harry. "¡Jesús Harry!"

"Perdón." Se encoje de hombros, sin importarle demasiado cuando va a besarla.

Ella eleva sus brazos, eludiéndole. "¡Tengo que lavarme las manos, animal!"

"Pero quiero besarte," frunce el ceño, colocándose detrás de ella. Y vale, quizá esas tres cervezas han tenido ya algún tipo de efecto en él.

"Estamos en la fiesta de cumpleaños de tu hermana," bufa Bree, tomándose un tiempo extra en enjabonar sus manos.

"No le importará."

"A mí si," camina de lado hacia el dispensador de papel, Harry sigue enganchado a su torso. "Después, ¿vale?"

"Pero no te voy a ver durante semanas después."

"Dos semanas pasarán rápido, te lo prometo."

Harry la suelta con reticencia haciendo su mejor puchero pero llega justo a Bree mientras pone los ojos en blanco.

"Esta noche ¿vale? No tenemos que jugar pero nos llevará toda-" entonces le besa, rápido y sin respuesta, "la noche." Sonríe antes de girarse en sus talones y salir rápidamente.

El resto del cumpleaños de Gemma está un poco borroso. Beben y se hacen fotos y comen tarta y a Harry le encanta. Baila con su hermana antes de bailar con algunas de sus amigas, luego Julian le agarra para girar en la pista de baile antes de que inevitablemente convenza a Bree para bailar inofensivamente con él.

No cree que- no, sabe que nadie va a venderle. Ni los amigos de Gemma ni los trabajadores del pub ya que se hizo fotos con ellos y les dio una considerable propina cuando pagó la factura. Hay unas personas mayores por ahí, así como algunos más jóvenes pero todo el mundo parece concentrado en sus propios asuntos.

Dejar a su hermana no es tan duro como lo fue la última vez. Salen juntos y va en taxi al hotel con ella. Ella se engancha a su cuello pero es un poco pegajoso y cuando se dan un beso de despedida, sabe que la verá en unas semanas. No debería ser más fácil dejar a su familia que lo que será dejar a Bree pero bueno, no tiene ninguna excusa.

-

Harry se despierta con un picor.

No es en su rodilla, ni en sus ojos o su cabeza. Está bajo su piel, una sensación hormigueante que hace que el desee, desee, desee. Se gira, ve a Bree durmiendo pacíficamente y sabe, sabe que no debería molestarla pero-

Quiere ser azotado.

Quiere ir a trabajar y sentir el quemazón cuando se siente, quiere mirarse al espejo entre entrevistas y ver las marcas rojas que ella deja en su piel. Quiere que le azoten con una pala, con la mano, le tranquilicen y dominen.

Se hunde en su pecho, la camiseta de algodón es suave contra su mejilla. No hace falta mucho para despertarla y una vez que lo hace, Harry pasa a la acción, besando su mandíbula y su mejilla, acunando su cuello mientras mueve sus labios a su boca. Bree cierra los ojos, tararea mientras besa a su novio de vuelta.

"¿Qué quieres hacer hoy, cariño?"

Harry se ahoga con su saliva cuando Bree agarra su bulto a través de los bóxers.

"¿Solo quires follar? ¿O quieres más?"

"Más." Gruñe Harry, la boca abierta para que ella pueda besarle más fuerte, chupar su lengua y lamer sus dientes. Bree todavía tiene aliento mañanero.

"¿Si?" Pregunta Bree mordisqueando su mandíbula. "Dime lo que quieres."

"Azótame," jadea cuando la amno de Bree se desliza dentro de sus bóxers.

"¿De castigo o por placer?"

"Placer, quiero sentirlo todo el día."

"Pervertido," se ríe Bree contra su piel, sus dedos rozando su cadera mientras aprta la mano. "Entonces gírate, sobre las manos y las rodillas."

Harry se revuelve para obedecer, apartando las mantas de su cuerpo. Normalmente Bree se reiría de su ansia pero ahora, se levanta de la cama y camina hacia la cómoda.

Vuelve con una pala y una botella de crema hidratante, colocando la última en la mesita de noche.

Bree no dice nada mientras besa la base de su espalda una y luego dos veces, incendiando sus sentidos. Él está tan ansioso por esto que no puede evitar eharse hacia atrás, querer más y más y más.

Harry concentra su atención en el cabecero de la cama delante de él mientras Bree pellizca y aprieta sus nalgas, preparándole para el impacto.

El primer golpe le sorprende, le mueve hacia delante y sueta un grito de asombro. Bree no le riñe, solo golpea la otra mejilla con su mano desnuda antes de apretarla. La agarra con la mano, pasando sus uñas sobre su piel para encenderle. Exactamente no necesita hacerlo, el pene de Harry ya está colgando duro y lleno.

Se balancea con los dos golpes siguientes, todavía con su mano pero es tan bueno que Harry no puede reprimir el gimoteo.

"¿Bien?" Pregunta Bree, acariciando sus rizos. Harry asiente, inclinando su cabeza contra su toque, sintiendo su cuello estirarse mientras Bree rasca su cabeza. "¿Más?"

"Por favor," suspira Harry, apretando los dientes cuando la pala corta el aire y golpea la carne de su culo.

"¿Quieres contar para mí cariño?" La respuesta de Harry sale como un gemido, el golpeo de la pala nublando sus sentidos. Harry mueve la cabeza, esperando que así le entienda. "Vale amor, solo relájate, yo me ocuparé de ti."

"Te quiero."

"Yo también te quiero," responde Bree con un azote.

Todo es como, borroso desde entonces.

La piel de Harry vibra, cada golpe de la pala le echa hacia delante, hace que sus ojos se aprieten y su polla salte. Intenta mantener la espalda arqueada, sacando el cuelo para que Bree pueda golpearle en ángulos nuevos. Alterna entre pasar el duro borde por su ardiente piel, golpeándole juguetonamente suave y dejar que caiga en él con golpes duros.

Pierde el control en un momento determinado. No está tan ido como para no poder oír cada felicitación y admiración salir de los labios de Bree pero no puede responder. No puede hacer otra cosa que asentir y temblar y sentir sus manos tranquilizándole, la pala marcándole.

Que te azoten por placer es mucho más distinto que ganarse una de castigo.

Harry es vocal por una vez, capaz de gruñir y gimotear y sisear sin miedo a amonestaciones. Lo disfruta más, se deja balancearse contra su mano sin miedo a las consecuencias.

Harry cae sobre sus codos, las lágrimas saliendo de sus ojos como si no pudiera soportarlo. La pala está en todos lados, los lados de sus nalgas, la carne de ellas y justo donde duele más; donde su culo se junta con la parte superior de su muslo. Su pelo enredado está sobre sus ojos pero no importa. Sus ojos están apretandos tan fuerte que ve rayos blandos. Bree le está diciendo algo detrás de él, su voz volando inadvertida. Harry está caliente y manejable, colocando su culo hacia ella cuando se detiene.

"¿Harry?"

"Mmmm," responde, maullando cuando siente a Bree besar la base de su espalda.

"¿Quieres decirme tu color?"

"Verde," balbucea, la cara enterrada en las sábanas de algodón.

"¿Si?" pero no espera una respuesta. Harry gruñe por el golpe, sabiendo que le va a marcar bien.

No puede esperar a pasar todo el día sentado, el recuerdo físico de su mañana probablemente sea una distracción pero- lo desea. No va a ver a su chica durante otras dos semanas y jodidamente la necesita con él. Si esta es la única manera de tenerlo, que así sea.

"¿Quieres correrte?" Pregunta Bree, golpeando su nalga izquierda.

Harry asiente desesperado.

No se había imaginado corriéndose así. Aún así, Bree no parece estar por la labor de terminar en ese momento así que coloca una mano alrededor de su dolorido pene.

Pero su brazo parece que no entiene el mensaje. Está totalmente dormido, hormigueando y con agujas cuando intenta moverlo. Bree detiene los palazos, eligiendo pasar sus uñas por las marcas florecientes. Se siente tan bien que le dan respigos, una y otra vez gime su nombre incoherentemente.

Las yemas de sus dedos se hunden, masajean sus nalgas arriba y abajo, abriendo su agujero ligeramente. Le sorprende, hace que agarre el edredón.

"Bree," balbucea, parpadeando pesadamente, intentando mantener los ojos abiertos pero se siente jodidamente bien cuando ella besa justo debajo del coxis. Por un segundo, cree que va a besar más abajo, quizás le bese ahí, pero no lo hace. Solo pellizca la piel donde está más sensible.

"Estás precioso cariño." Dice Bree detrás de él, amablemente.

Pero Harry no quiere amabilidad. Ahora que la promesa de correrse está tan cerca, mueve las caderas, fastidiando el ritmo que Bree había marcado. Ella le golpea seriamente, errática mientras él mueve las ceras fervientemente. Su polla está atrapada, pero mojada- la punta atrapada contra las sábanas hasta que lo siente.

La punta de su dedo está justo ahí. Le sorprende, hace que se arqueé por el siguiente golpe para sentir la presencia de su dedo pronunciarse. Cuando recibe el siguiente impacto, se contrae, se siente tensarse alrededor del dedo de Bree. De repente se corre, expulsando chorros espesos mientras gime sin restricciones.

Bree le azota mientras tanto, su trasero escociendo mientras relaja todo su cuerpo. Puede sentir su agujeto tensarse cuando quita el dedo, pasándolo por su piel y, mierda; acaba de estar en su culo. No se había dado cuenta de lo sudado que estaba hasta que Bree pasa una mano por su espalda. Tiene el rastro de lágrimas por su cara y su labio inferior está en carne viva- todas las cosas de las que no se había dado cuenta hasta que gime contra su brazo.

"Lo hiciste muy bien para mí, Harry. Tengo mucha suerte, la chica con más suerte del mundo," dice, tumbada a su lado. Pasa su mano por el pelo sudoroso, lo aparta de su cara para poder mirarle a los ojos.

"¿Bien?" Balbucea él, aletargado y cansado.

"Siempre bien, siempre el mejor, mi buen chico, tan perfecto para mí," sigue diciendo, besando su cara una y otra vez.

"P-do 'cer que termines," sugiere Harry aunque, juzgando por la reacción perpleja de Bree, no lo ha dicho correctamente.

"¿Hmm?"

"Haré que termines."

Bree sonríe ampliamente, besando la mejilla de Harry una y otra y otra vez. "Está bien bebé, estoy bien."

"¿Bien?" Harry hace un puchero. "Pero no te voy a ver durante semanas."

¿No quiere correrse? ¿No quiere que Harry haga que se corra?

"Estoy bien cariño, de verdad. Solo quiero que bebas un poco de agua," dice besando su mejilla, "y quizás comas algo," otro, "y quizás duermas una siesta antes de que te tengas que ir."

Bree acaricia su espalda sudorosa, besa su cara llena de sudor y lágrimas una y otra y otra vez hasta que recobra la sensibilidad en sus muslos de nuevo. Bree parece que sabe lo que siente así que le ayuda a estirarse y tumbarse adecuadamente. Curva un brazo a su alrededor mientras él recobra la respiración, todavía con niebla en su cerebro.

"¿Vas a estar bien si voy a por algo de comer?"

"¿Un beso primero?"

Después de que Harry haya tomado una manzana con mantequilla de cacahuete, un gran vaso de agua y una cantidad de tiempo suficiente tumbado entre las piernas de Bree mientras ella se tumba contra el cabecero, ella suplica una ducha.

Cuanto más tiempo está tumbado en la cama, contemplando si debería darse una ducha o no, más impaciente parece. Siempre es dependiente y bastante inservible después de jugar pero no se siente tan inútil como de costumbre. Sin embargo, si que siente la necesidad imperiosa de estar cerca de Bree.

Ella no parece muy sorprendida cuando entra en la ducha aunque el agua está demasiado caliente, enrojeciendo su piel tan pronto como hace contacto. La propia piel de Bree es rosa y delicada, el agua caliente claramente relaja su cuerpo mientras cae de sus hombros por cada pliegue de su cuerpo.

Bree está increíble, su vello público no ha sido arreglando lo suficiente y es más largo de lo normal. Pero a Harry le gusta- le gusta cuando es un poco sucio y desordenado, le gusta el roce del vello contra su nariz mientras hunde su lengua en ella. Dios, quiere eso ahora.

"Bree," murmura, besando su hombro. Ella le mira curiosa pero las manos viajando alrededor de sus caderas y hacia su ingle le delatan. "Por favor." Se siente revitalizado por la comida, como su pudiera hacerlo otra vez si lo intentara.

"¿Estás seguro?" Pregunta ella mientras él le besa el hombro, rozando sus labios a través de sus clavículas y luego besando sus tetas. Son muy suaves, muy llenas; sus pezones están suaves por el calor aunque no truca su ansia por tener uno en la boca.

"Harry," advierte Bree guiándole para que se ponga de rodillas.

El agua que cae en cascadas sigue quemando cuando llega a su traseo, añadiéndose al picor. Pero él le da un lametón entudiasta, luego otro y otro y otro. El agua retira la manera en la que ella sabe naturalmente pero sigue siendo increíble, sigue haciendo que él entierre su cara mientras ella sujeta su cabeza más cerca de su cuerpo.

Apenas puede respirar, tiene que separarse demasiado a menudo para su gusto. La manera en la que Bree le sujeta hace que su pene engorde en poco tiempo. Está temblando otra vez, ansioso por complacer. Ella se roza contra su cara, sacando sus caderas para que él puede tener su lengua lo más profundo posible. Se aparta con un jadeo, lamiendo y mordisqueando su clítoris hasta que es ella la que jadea, sujetando su pelo más fuerte de lo necesario.

Harry se siente al borde otra vez y cuando Bree se corre finalmente, nada más que elogios salen de sus labios mientras sus dedos retuercen su pelo, sujetándole contra ella con fuerza, Harry tiembla por su propio orgasmo.

Descansa la cabeza contra su muslo mientras ella se ríe, pasando sus dedos por su pelo. "Gracias por eso," suena irreal, incrédula.

Harry muerde su muslo mientras se yergue, notando la punzada en sus rodillas mientras lo hace. "Me encantó."

Bree rueda los ojos, una expresión ofendida que a Harry le encanta. "Se que lo hizo, estrella del pop."

"Oh," dice Harry; de repente tiene ganas de hacer pis. Podría- bueno, podría salir y mear pero con su complexión de Bambi añadido al hecho de que no le daría tiempo a secarse, no cree realmente que deba salir.

Y no es que- no es que nunca haya meado en la ducha antes. Porque lo ha hecho en múltiples ocasiones, es solo- nunca ha hecho pis delante de Bree en la ducha.

Y así, no dedica mucho tiempo en pensar en ello así que se mueve alrededor de ella para estar más cerca del desagüe mientras ella echa acondicionador en su pelo y solo, bueno, hace pis.

El alivio es inmediato mientras observa como da vueltas hacia desagüe, mezclándose con el agua y-

"¿Harry! Dios mío ¿estás meando?" Chilla Bree.

"No hagas de esto un mundo," refunfuña. Porque realmente no es muy difícil ver que está haciendo pis.

"No lo hago, solo- ¡hombre tenías que ser!"

"¿Y? ¿nunca has hecho pis en la ducha?"

"Si," Bree pierde el hilo, "pero no, no con alguien más."

Harry le sonríe, sacudiendo cada pequeña gota que puede haberse quedado colgando. "¡Entonces esto nos une! Puedes hacer pis si quieres, no voy a juzgarte." Ofrece.

Bree arruga la nariz. No debería ser tan totalmente adorable como lo es. El interior de Harry no debería girar y enrrollarse pero lo hace. Bree le ignora durante el resto de la ducha lo mejor que puede. Eleva la nariz cuando él le pregunta si puede enjaborale el pelo y luego se va después de quitar el acondicionador bajo la excusa de que tiene que dar de comer a su gato.

Él está tan distraído por el pronombre plural que le deja ir.

-

Más tarde, cuando Harry está metiéndose cereales en la boca con su gatito favorito en su regazo, su teléfono pita.

No estaba esperando al coche hasta dentro de otra media hora pero no sería la primera vez que uno llega antes.

Excepto que- en vez de su chófer, es un mensaje de Niall en su chat grupal.

Me cago en la puta!!!! EL JODIDO RONNIE WOOD ACCEDIO A HACER FACTORX CON NOSOTROS!!!!!!!

Seguido por emoticonos de guitarras, música y micrófonos y es-

"Joder," dice Harry sin pensar, leyendo el mensaje una y otra y otra y otra vez. "Bree, me cago en la puta." Le da el móvil, inclinándose en su silla y pasando sus manos por su pelo porque joder, joder, JODER, es el jodido Ronnie Wood.

"Dios mío," susurra ella, colocando el teléfono en la encimera antes de correr hacia él y abrazarle. Milo salta de su regazo, permitiendo a Harry levantarse y abrazarla y, joder. No puede- no puede comprender su vida. Faltan solo dos semanas hasta que le conozca y es que, no está preparado mentalmente para eso. No-

"Dios mío," respira él, apretando más fuerte a Bree. Esto es enorme, esto va a validarles.

Su móvil vibra repetidamente en la encimera pero no puede cogerlo. No puede hacer nada más que pensar que van a interpretar una canción que él ayudó a escribir con un guitarrista de ese calibre. Es una celebridad, un icono y mierda.

"Estoy muy orgullosa de ti ¡esto es increíble!" Chilla Bree.

Harry ni siquiera sabía que estaban intentando tener a Ronnie Wood. Habían hablado de alguien pero nunca hubiera pensado en un intérprete de tan alto perfil.

"Tienes que venir. Tienes que- entradas, puedo conseguir entradas. Katie... y los niños y ¿su marido? ¿Crees que tus padres querrán venir? Gemma va a estar en Estados Unidos, pero quizás mi madre-"

"Harry, Harry, respira para mí," le calma Bree pasando sus manos sobre su hombros.

"Tienes que venir," repite, asombrado por su vida.

"Claro que iré. No soñaría con perdérmelo, Dios Harry, esto es..."

"Si, mierda."

Harry agarra su móvil, ve exclamaciones tras mayúsculas. Escribe su propio. 'Me cago en la puta tíos!!!!! Os quiero!!!! OMGGGGG!!!' sin importarle que Louis no dudará en burlarse de él por su proclamación de amor y Liam se reirá de que puso tantas exclamaciones pero- el puto Ronnie Wood.

"Tengo que, tengo que recoger, tengo que hacer la maleta," Harry mueve la cabeza mirando su móvil. Tiene diez minutos para juntarlo todo y ponerse ropa de verdad y le escuele el culo cuando se desploma en su asiento.

Después de juntarlo todo, poner su pelo húmedo en un moño para evitar gastar tiempo en secarlo, besa a Bree hasta que se tiene que ir.

Ella le empuja contra la puerta, las manos agarrando firmemente su trasero.

"Te quiero" dice él entre besos, sin querer malgastar ni un momento.

"Yo te quiero más, te veo pronto ¿vale?"

"Si, ¿me vas a ver en la tele?"

Bree pone los ojos en blanco, como si fuera una gran adversidad para ella. "Bueno, si resulta que estoy viéndola y resulta que estás en ella, podría contemplar no cambiar de canal," suspira, "por Zayn."

Su risa se vuelve un chillido cuando Harry pellizca su costado. "Oh por favor, ambos sabemos que soy tu favorito." Refunfuña, el teléfono sonando en su bolsillo.

No quiere irse- los últimos tres días tan pasado demasiado rápido para su gusto.

Después de unos cuantos besos más, unos cuantos toques, Bree se separa finalmente para dejarse salir. "Estoy muy orgullosa de ti, cariño." Murmura incapaz de reterner el beso final que le da.

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