Pedazo de inocencia perdido (II)

La siguiente vez que Harry ve a Bree es durante dos horas y es demasiado corto. Hacen pastel de pollo para comer y se enrollan en el sofá mientras se hornea. Ella sube la mano por su camisa y araña sus abdominales hasta que él está siseando y teniendo problemas controlándose- su respiración se ha vuelto errática y su pene no está pillando el mensaje de que ahora no es el momento.

Pero se siente bien, a pesar de que entra en pánico por lo rápido que ha tenido una erección. La manera en la que sus uñas afiladas se hunden en su piel está causando una reacción que nunca había experimentado. Las chicas le habían rascado antes, dejado marcas en su piel y habían hecho sentir desarrollarse las marcas pero eso era diferente. Eso era durante el sexo no durante un morreo en el que Bree parecía bastante aburrida.

Bueno, puede que aburrida no pero... ella solo le está besando, presionándole contra el brazo del sofá mientras se extiende a través de la mitad de su cuerpo. No está haciendo nada con sus caderas, ni rozarse ni retorcerse, solo está ahí. Contra él y arañándole y lamiendo su boca con tanta relajación que él no quiere arruinar el momento girándola y rozándose contra ella.

No cree que ella se tome muy bien alguna de esas cosas. Harry decide que es del tipo que toma lo que quiere y controla lo que da. No piensa que sea algo malo. De echo, es una cosa muy, muy buena porque es directa de una manera que no es ni vulgar ni poco atractiva.

Ella se aparta, Harry eleva patéticamente su cabeza para poder seguirla pero- Bree aparta su mano de debajo de su camisa y da golpecitos en su pecho.

"Besas bien," sonríe complacida.

Y eso parece ser el final porque se está levantando y caminando hacia la cocina como si Harry no estuviera inmóvil e incómodamente medio duro.

-

Harry duerme en el sofá de Nick dos días, emborrachándose por la mañana con vino y con 'toma, bebe esto para curar tu resaca a las cuatro de la tarde'. Salen en un grupo grande y se siente bien salir en un grupo grande pero ser fotografiado cuando se tropieza en la calle con un brazo alrededor de Daisy Lowe mientras le guía a un taxi no es la imagen que quiere ver difundida en cada punto de venta disponible- aún así acaba sucediendo.

Siente la necesidad de aclararle la situación a Bree, así que lo hace- con los ojos empañados de la falta de sueño y una mimosa que es más champagne que zumo de naranja.

Para Bree (09:23):
No se si viste los periódicos pero no son verdad x

De Bree (09:25): No estás echando polvos con la mitad de Inglaterra? Que pena

Para Bree (09:27):
Solo echo polvos contigo

Tan pronto como lo dice, Aimee entra; su feroz pelo rojo en casi todas direcciones. Tira su teléfono a la mesa antes de enterrar su cara en sus brazos. Es un idiota. ¿Qué cojones fue eso?

Aimee le mira perpleja pero afortunadamente no le hace ninguna pregunta. No cree que tenga valor para mentir y su cara está ardiendo por donde se apoyó en la mesa. No está teniendo mucho oxígeno llegándole al cerebro. Su teléfono vibra, iluminando el pequeño espacio que está ocupando y él se estira para mirar a la pantalla. Parpadeando una, dos veces- realmente va a culpar a su estado permanente de embriaguez por esto.

De Bree (09:29): Realmente no estás echando polvos conmigo, ¿no, estrella del pop?

De Bree (09:29): Aunque podrías

Y oh.

Esto cambia las cosas.

Esto realmente, realmente cambia las cosas.

-

Es solo-

Todo con Bree es muy fácil. Sus conversaciones fluyen naturalmente, no hay necesidad de extraños 'háblame de ti'. Ella no le trata como un famoso y no siempre contesta tus mensajes tan pronto como los manda.

Cuando se había disculpado una segunda vez por los titulares de los periódicos, Bree solo se había reído, diciéndole a Harry que estaba bastante segura de que no se estaba acostando con Daisy porque cuando había hablado con ella hacía unas semanas, ella estaba viendo discretamente a un tío escocés.

Desconcierta a Harry- no tenía ni idea de que se conocían, mucho menos que Bree supiera eso. Ella le da una medio-explicación que involucra a amigos mutuos y beber vino y él no la sigue realmente pero no le importa mucho.

Bree está tan calmada durante todo el percance que él no puede evitar alejar las ganas de besarla. Así que lo hace, la besa a media frase para callarla. Bree se derrite, sus manos quitando la bandana mientras lo acerca más.

Es guay y atractiva y no está demasiado preocupada por el lado de estrella del pop de su vida a pesar del mote. Bree escucha todas sus historias sobre Dusty o Robin o aquella vez que su hermanastro le dio una charla cuando le pilló viendo porno a los 12.

Contarle tantos detalles personales tan pronto en su- lo que sea que sean- podría ser peligroso, lo sabe. Harry siempre ha sido un libro abierto, siempre va con el corazón en la mano y con Bree quiere esto. Se quedan despiertos hasta la una y media de la mañana cuando Bree empieza a bostezar y Harry da cabezadas.

Debería ser raro; lo rápido que su relación escaló a charlas por la noche donde ninguno de ellos quiere dejarlo, intercambiando secretos sobre sus pasados en lo más profundo de la noche,

Pero no lo es.

Harry confía en ella.

-

Bueno, Bree no es la primera chica con la que Harry ha bajado al pilón.

Ni la quinta o sexta o puede que incluso la décima...

No importa.

Todo lo que importa es que Bree lleva braguitas de encaje negras con unas cosas con tiras entrecruzadas delante y flores de encaje a través de la banda y cuando se quita la camiseta que tenía, la cosa entrecruzada está en mitad de su sujetador, justo en el escote y el florido encaje está ahí y Jesús.

Harry piensa en aquella vez en la que Louis había comentado que 'si las bragas de una chica van a juego con su sujetador, quiere follar' lo que no es exactamente elocuente o necesariamente educado, pero... parece que Bree definitivamente lo quiere.

Ni siquiera hicieron nada de antemano- Bree le había arrastrado literalmente a su habitación tan pronto como llegó y luego solo empezó a besarlo y a acariciar su mandíbula y besar su cuello. Él hubiera estado avergonzado por la manera en la que solo se quedó allí con los dedos agarrando la puerta para mantenerse en pie.

Ella no se había puesto de rodillas como muchas chicas habían hecho, no había susurrado una frase cursi sobre querer su pene, no había hecho nada que él hubiera esperado. Solo se apartó de él y caminó hacia la cama, esperando que él la siguiera. Encendió un interruptor que activaba las lámparas a los lados y antes de que él pudiera comentar sobre el ambiente, ella se estaba quitando los pantalones. Él solo había estado con una chica- no, mujer- que tenía la misma confianza que Bree tiene e incluso entonces, Caroline le había preguntado si él quería. Bree solo lo sabía.

"Harry," dice entonces Bree, trayéndole de vuelta a la realidad de la situación.

Él sonríe un par de veces, lame sus labios porque se acaba de dar cuenta de que ella está sentada en la cama y él solo está mirándole las tetas. "Lo siento," se sonroja, mirando a su cara- su preciosa cara que no parece tan desalentada como molesta.

"No lo sientas, solo ven aquí." Pone los ojos en blanco.

Harry se arrodilla en la cama sintiéndole demasiado vestido para la ocasión. No quiere quitarse la ropa todavía. Quiere ver a dónde lleva esto, qué va a hacer Bree. Es intrigante que ella no le pida instrucciones; no le mira dudosa o frunce el ceño con vacilación.

Los dedos de Bree se enganchan en la cinturilla de su ropa interior y la baja y baja hasta tirársela al pecho. Él ni siquiera tiene juicio para agarrarlo, solo deja que caiga al suelo. Ella se pone de rodillas para quitarse el sujetador. La respiración de Harry es tan profunda, tan afectada por ella desvistiéndose que a penas siente nada aparte de la innegable tensión del aire. Su sujetador va a algún lado y luego ella le toca; pasa sus manos por los brazos desnudos hasta que sus dedos agarran el remate de las mangas. "Estás muy bueno," sonríe, inclinándose para besarle.

Sus manos vuelan a sus caderas. Es entonces cuando se da cuenta de que es la primera vez que toca su piel. Es suave, delicada.

"Quítate la camiseta," pide ella- no lo dice.

Harry asiente antes de tirarla al suelo. Bree es la que mira esta vez, observando la tinta oscura que se esparce en su pecho y abdomen. "Might as well- por qué no," lee, subrayándolo con su larga uña. Hace que los abdominales de Harry se sacudan, un suspiro avergonzado sale de sus labios cuando ella pasa las uñas hacia arriba.

"Tengo cuatro pezones," señala él, porque solo quiere que le toque.

"Raro." Se ríe, pero se inclina para besarle entre las dos golondrinas.

Los brazos de Harry se quedan muertos a sus costados. No sabe qué debería hacer, no sabe que querría ella que él haga. Es extraño, Harry cediendo tanto control. Normalmente es directo durante el sexo; gruñendo y gimiendo lo que quiere, controlando la situación para el resultado que desea. Normalmente la chica con la que está es complaciente, lista para hacer lo que él le pida y tan fácil como eso, de veras lo es pero- esto es tan extraño y aún así tan bueno.

"Quítate los pantalones también, quiero verte."

"Si," asiente Harry, descendiendo a sus pies. Desabrocha su cinturón con los dedos temblorosos.

Bree ha estado desvestida durante años y Harry ve su pecho pesado mientras desliza sus pantalones por los tobillos, quitándoselos antes de los calcetines.

"Date prisa," pide ella. Bree no está siento necesariamente desagradable pero su voz ha tomado un tono más duro, uno que hace que él se de prisa en agarrar sus bóxers y quitarlos. "Ven aquí chico desnudo," se burla ella, extendiéndose hacia él hasta que él se sienta a horcajadas sobre ella.

Le lleva con ella mientras se echa hacia atrás, los dedos firmes donde agarran sus hombros. Se besan un rato, Harry duro contra su muslo mientras ella parece tranquila. Su lengua hace esa cosa, esa cosa que se sentiría muy bien contra su capullo que él no puede evitarlo- gimotea, empuja sus caderas en las de ella y parece que eso es la cuerda que la rompe.

Bree se retira, su respiración dificultosa es la única indicación de que está afectada por todo esto. "Quiero tu boca," susurra y luego al segundo siguiente está acariciando su mandíbula con su nariz, besando el punto de pulso en la base de su cuello. Él puede sentir cómo la sangre se amontona rápidamente.

Asiente, deja que le bese hasta que ha tenido suficiente y luego desciende.

Harry intenta tomarse su tiempo, honestamente intenta hacerlo bien mientras besa y lame su esternón, coloca su boca en un pezón y entonces-

"Dios, solo," sus manos están en sus hombros, literalmente apartándole y él pilla la indirecta. No necesita lentos preámbulos, solo le desea a él. Sus entrañas se sacuden por eso. Él quiere que ella se sienta bien, quiere demostrar que es bueno en esto, que puede hacer que se deshaga.

Así que vuelve al trabajo.

Le duele la mandíbula y le duele el pene y sus manos pican por sujetar sus caderas pero ella ya se está quedando bastante quieta. Harry lame su clítoris, va a extender sus piernas para que su lengua pueda ir más profundo, pero entonces ella las extiende, elevándolas así que está abierta y él redobla sus esfuerzos.

No puede evitarlo. Le encanta su sabor, le encanta que no sepa a gel de ducha o a jabón. Sabe natural, un poco sucio y le encanta. Le encanta que ella tenga un área de vello y sus piernas no son perfectamente sedosas contra sus brazos. Es muy agradable que ella no se acicaló y se mimó pero llevaba una lencería muy bonita y oh Dios él quiere saberlo todo sobre ella.

Cuando su índice se hunde en ella, su compostura se rompe finalmente. Debe de haberse cansado de quedarse quieta porque sus manos sujetan su cabeza y sus caderas se balancean para encontrarse con él. Harry se aparta solo un segundo, sus dedos liberándolo. Necesita respirar, pero realmente no quería que eso ocurriera.

"¿Todo bien?" Pregunta ella.

Harry asiente, haciendo inventario de su imagen. Está complacido de encontrar que ella está sonrosada en sus clavículas y sus pezones están erectos. Él le hizo eso, él causó eso. Su sentido de logro no debería estar tan alto cuando ni siquiera ha hecho que se corra, pero tiene que preguntar, necesita saber.

Está muy duro, hasta doloroso. Es impresionante que no lo sintiera antes, el insistente peso de su pene siente apretado contra el edredón. En circunstancias previas, su pene siempre está en su mente, normalmente lo primero y más importante. Incluso cuando hace que una chica se corra primero su pene siempre es un pensamiento presente. Aunque con ella, todo lo que quiere es que termine.

"¿Bien?" Pregunta, solo una palabra.

"Bien, si."

Entonces vuelve a ello. Sin embargo se siente diferente, saber lo mucho que está disfrutando ella y la poca necesidad que tiene de su propio orgasmo. Los dedos de ella se tensan, tirando del pelo justo en la raíz de su cabeza y él nunca ha querido que creciera tanto como lo hace ahora. Quiere sentir cómo es cuando ella pueda tirar de él realmente, conducirle como ella quiere.

Por ahora, se conforma con dejarla empujarle más profundo, hacer que lama más rápido hasta que puede oler la excitación rodando fuera de ella en olas. Él cree que ella está cerca, puede sentir la tensión de sus muslos a su alrededor y entonces ella solo suelta un gritito cuando sus dedos se curvan y mordisquea ligeramente su clítoris.

Su agarre se vuelve más tenso y empieza a balbucear pequeñas frases que él apenas puede entender a través del chorro de sangre de sus oídos. Desea mucho llevarla ahí que no piensa y lame y chupa y hace todo lo que puede para que ella se estremezca y tiemble.

Ella se tensa cuando se corre, sus dedos tirando tan fuerte que Harry aprieta sus ojos para desviar el dolor. Es tan rudo y ella sabe tan bien que se corre.

Así, se corre contra el edredón, ahí, a las nueve de la noche.

Bree se sienta, tirando a Harry del centro de su equilibrio. Se tambalea a un lado, casi cayéndose de la cama salvo por Bree que agarra su hombro. "¿Te acabas de correr?" Pregunta, mirando directamente a su pene suave y luego a su cara.

Harry parpadea, luego traga. "Um," lame sus labios, todavía puede saborearla.

"Iba a chupártela," suena agraviada, como si lo que ha hecho Harry la ofendiera personalmente.

"Um," dice otra vez porque sigue abrumado por su orgasmo.

Bree pone los ojos en blanco, recoge la camisa que él había tirado previamente. "Me la debes," advierte mientras hace su camino al baño.

Harry había asumido que 'debérsela' involucraría hacer que se corra otra vez.

Como parece, aparentemente significa que él le debe un orgasmo. No tiene quejas.

Terminan sentados en el suelo de la cocina comiendo galletas Jaffa y bebiendo bricks de zumo de manzana. Es una de las actividades post-coitales más raras en las que él ha participado, pero no tiene quejas.

Se sienta con Bree, la espalda contra los cajones mientras ella habla sobre la remodelación que hizo en invierno, cómo había sobrevivido de comida para llevar y Starbucks durante un mes entero mientras ordenaba a todo el mundo. Él sonríe, ya encariñado con ella.

Lo horrible de esto es que se tiene que ir. Lo sabe y ella lo sabe, pero no quiere irse todavía. No solo esta noche, sino las semanas que vienen. Tiene un tour enorme programado durante el año junto con la grabación de un disco y ha sido muy agradable perseguir a alguien y poder conocer algo que no quiere que termine.

Cuando dice en alto lo poco que quiere irse, Bree le dice que se la sigue debiendo. Él asiente, totalmente listo para comerla otra vez porque disfrutó mucho y entonces-

Bree busca su pene, masajeándole en su palma antes de meter la mano.

La noche termina con Harry temblando por su orgasmo, las manos laxas contra las baldosas y Bree sonriendo cuando traga. No muchas chicas harían eso; ha estado con un buen puñado que educadamente lo declinarían o lo escupirían tan pronto como fuera posible.

"¿Estás bien?" Pregunta ella, soltando risitas por lo que él cree que son corazones enormes en lugar de sus ojos.

"Más que eso, si." Asiente, buscándola.

Ella no cae en sus brazos, no le permite devolvérsela. Bree solo se levanta, se lava las manos en el fregadero y luego camina a su habitación con Harry pegado a sus talones.

-

Cuando inevitablemente tienen sexo, Bree le monta con una almohada colocada bajo su espalda y sus manos envueltas alrededor de sus muñecas para sujetarle contra la cama. Se bambolea y gira y hace muchos movimientos diferentes y él solo se tumba ahí y lo toma, ni siquiera intenta tener algo de control.

Le gusta- le encanta, incluso.

Harry se corre con un grito, las caderas sobresaltándose mientras ella trabaja atrás y adelante. Lleva el sujetador puesto así que él no puede ver toda la gloria de sus tetas, pero sigue siendo una buena vista. Bree había terminado un minuto antes, después de pedirle a Harry que pusiera el pulgar en su clítoris o algo.

Nunca había explicado qué era o algo pero- Harry no está particularmente inclinado a averiguarlo.

Después, mientras Harry sigue intentando tomar aliento, Bree se mueve hasta su pecho para poder montar su cara. Intercambian una mirada antes de que Harry asienta, buscándola avariciosamente. Le duelen las muñecas. "Para," instruye ella, apartando su mano de un manotazo para que pueda colocarse ella.

Harry pilla la indirecta, dejando sus manos a sus costados para que ella pueda correrse con él. Y es así realmente.

Ella le usa, su lengua, su mandíbula, su pelo, su pecho para elevarse mientras monta su cara. Ella sabe un poco como el condón que han usado antes, un matiz a lubricante está ahí también. Aunque el sabor es la última cosa en su mente. No le importa que esté pasándolo mal respirando, Bree se eleva las veces suficientes para que él pueda tener una bocanada de aire antes de lamerla e intentar follarla lo mejor que puede.

Su pene está engordando, emocionado también por ser a dónde lleva esto, pero Harry no está preocupado. Le gusta la sensación de ser usado. Parece que ella ni siquiera sabe que él esta ahí por como gira sus caderas y lame su dedo antes de rozar su clítoris.

Tan pronto como termina de correrse, se levanta. Besa los labios brillantes de Harry antes de murmurar 'gracias' y luego hace pis.

Harry está abierto de brazos y piernas en su cama, sonriendo ridículamente al cielo.

La ducha suena y Harry contempla unirse a ella. Opta por hacerse una paja.

-

Harry la ve dos veces más antes de irse por la primera parte del tour.

De alguna manera terminan desnudándose antes de comer curry en ropa interior, viendo una recopilación de 'Los Grandes Éxitos de los 90.'

"Bueno, estaba pensando," empieza Bree y una ola de ansiedad atraviesa a Harry.

No estaba esperando una charla sobre su relación. No estaba esperando 'Hey, vamos a hablar sobre nuestros sentimientos'. Es demasiado pronto para poner una etiqueta a lo que son. Son amigos. Se corren. Pero a Harry le gusta más que como amiga. Pero no puede decírselo. No puede romperle el corazón así y luego que ella vaya a los paparazzi con una historia. Tampoco es que piense que ella sea el tipo que le vaya a contar a todo el mundo sobre ellos. Pero, ¿la conoce realmente?

Bien. Si, exacto.

Eso es exactamente lo que le va a decir, '¿Nos conocemos realmente?'

"Haz," Bree chasquea los dedos delante de su cara. "Te has distraído." Comenta. Su parpadeo imita al de Harry.

"Ah, si, bien." Asiente. Asentir es casual. Lo hace otra vez.

"¿Estás bien?" Pregunta ella con las cejas arrugadas y es realmente guapa y bastante adorable. Pero platónicamente adorable porque la verdad es que no se conocen.

"Mhmm," Harry asiente otra vez. Tiene la irritante sensación de que parece Liam cuando Louis le junta para una de sus bromas y luego hace que él mienta sobre no saber nada.

"Bueno, el jueves," Harry rememora, "el último jueves que tuvimos sexo."

Harry suelta una risita. Lleno de risitas. Bree le mira y, mierda. Vale, nada de risitas; muy serio. Una conversación seria porque es un adulto.

"Concéntrate Harry, en serio," dice con los ojos en blanco. "¿Cómo estuvo?"

"Um," Harry parpadea. Nunca ha tenido una charla de '¿cómo estuvo el sexo para ti?' antes. No está preparado ni mucho menos.

"Cuando te sujeté e hice que lo recibieras," continua.

"Ah," la mente de Harry vuelve a- oh si, eso había estado realmente bien.

"¿Te gustó? ¿No te gustó?"

"No, yo, hizo que me corriera," se sonroja. La franqueza de Bree es intimidante. Claramente no tiene problemas hablando de sexo.

"Vale, bien. ¿Y qué hay de cuando te monté la cara?"

"Um, ¿me gustó eso también?"

"¿Me lo estás preguntado?" Pregunta Bree persistente.

"Eso estuvo bien, yo...eh, no se si hacías en serio lo de... ignorarme, pero-"

"Lo hacía."

"-ah." No debería excitar a Harry como lo hace, el echo de que ella no hizo que se corriera después a propósito.

"¿Cómo te hace sentir eso?"

"¿Bien, supongo? No me importa, es como si," está yéndose por las ramas y se está empalmando. Jesucristo.

Harry se mueve, intenta esconder el hecho de que se está empalmando otra vez. Es excitante hablar de esto. No puede evitarlo.

"¿Te gustó?" Pregunta ella y Harry asiente, avergonzado. "No te avergüences. Creo que," ella duda, se extiende para tomar su mano. Él quiere apartarse. Su mano está pegajosa, la cara rosa, "si hacemos esto en el futuro. Ya sabes, ¿te gustaría?"

Harry asiente más ansioso.

"¿Qué hay de cuando te tiré del pelo?"

"Voy a dejármelo largo, creo."

Bree tararea, pasando un dedo a través de su pelo enredado. "Te quedará bien." Un momento después pregunta. "¿Y si soy más dura contigo? Te gusta que te arañen un poco ¿verdad?"

"Me gusta duro," accede Harry.

"Un poco duro," corrige Bree, "no sabes lo dura que puedo ser todavía." Le guiña un ojo y me-cago-en-la-puta. Harry intenta doblar una pierna sobre la otra pero no hay suficiente espacio para reajustarse.

"¿Y si te ignoro un poco más? Hacer que trabajes por eso, ¿cómo suena eso?"

"Bien, muy bien." Harry ni siquiera puede pensar con claridad. Todo lo que puede imaginar es a Bree sujetándole otra vez- o mejor aún, atando sus manos al cabecero de la cama o algo. Nunca había hecho esto antes para o a alguien. "Podrías atarme."

Una sonrisa se extiende a través de la cara de Bree. "¿Si?" Pregunta, con un halo de emoción tomando el control.

"Por favor, si." Asiente, apretando más sus dedos.

"Es caliente cuando dices por favor, ¿sabes?"

"Por favor," arrastra Harry, "Porfaaaaaaaa." Hace un absurdo meneo que hace que Bree niegue con la cabeza y se ría.

"Pero voy enserio," rectifica sus rasgos.

"Yo también," Harry asiente; está muy listo para esto.

Tiene la sensación de que ella ya ha hecho esto, ya ha dominado. Es la única palabra que le viene a la mente, pero es una palabra aterradora. No están haciendo eso, solo están... teniendo muy buen sexo que quizás le incluya diciendo mucho por favor y ella atándole, quizás siendo dura con él.

Con una mirada, Harry sabe que esta conversación ha terminado.

"Ven aquí entonces" instruye ella, atrayéndole por un beso.

-

Ahora

Harry se zambulle a besarla, demasiado ansioso para apuntar correctamente y termina plantándole un beso en la mejilla, pero ella agarra su pelo, realineando sus bocas para que se posicionen juntas a la perfección. Es solo que, él había tenido esta sensación molesta de que la quería- la quiere y ahora ella lo ha dicho, así.

Se enrollan así, las manos de Harry sujetando con sus puños las sábanas al lado de la cabeza de ella mientras ella envuelve sus piernas a su alrededor. Cuando se separan, Harry está tan ahogado como siempre, sonriéndole estúpidamente. Ella le quiere, ella está enamorada de él.

"Yo también te quiero," sonríe, besando su mejilla y luego sus pestañas porque le hace reír.

"No tienes que decirlo de vuelta, no lo dije para-"

"Hey," dice Harry seriamente, su polla llenándose con rapidez. "No lo dije porque pensé que querías oírlo. Te quiero, estoy enamorado de ti, te- mierda- te quiero mucho."

"¿Si?" se ríe Bree. Él no puede evitar el sonrojo en sus mejillas. Esto es muy ellos y es muy agradable y genial y solo- es todo lo que necesita.

"Si." Harry asiente. Sabe que está siendo ridículo y está hablando mucho y solo está muy enamorado. Pero finalmente puede decirlo y oírlo y cuando cante sobre ello, tiene alguien sobre quién cantar. "Estoy muy enamorado de ti."

"Bien. Estaría bastante avergonzada si no sintieras lo mismo."

"Nah, no hay vuelta atrás ahora, soy tuyo." Sonríe Harry.

"Bien, me gustaría bastante mantenerte."

"¿Si?"

"Dios mío, estás haciendo eso otra vez." El sonrojo de Harry se profundiza, una mezcla de euforia y aturdimiento y nostalgia por la primera vez que se conocieron. Harry no tenía ni idea de que terminarían aquí, juntos y emparejados y enamorados.

"No te vas a deshacer de mi."

"Puede que no quiera deshacerme de ti." Sonríe Bree. "Puede que quiera atarte a la cama y tenerte para mí sola."

Harry ya se está endureciendo otra vez. Es un problema horrible que siempre que piense en ellos juntos- abrazado a ella en la cola del supermercado, sujetando su mano en privado, cenando juntos y presumiendo de ella y estando cerca de ella cuando quiera- su polla empieza a hincharse y su corazón empieza a martillear.

"Voy a hacerte mío, a asegurarme de que todo el mundo lo sepa." Sigue Bree, su mano tensándose en su pelo.

"Ya soy tuyo."

Él solo- tiene que besarla de nuevo. Está jodidamente feliz.

No había estado enamorado desde que tenía diecisiete e incluso entonces eso había sido solo amor adolescente con una mujer mayor que le hizo sentir vivo. Esto es completamente diferente. Esto es confianza y amor y está muy seguro de ello, sabe que pueden tener un futuro si quisieran.

Ni siquiera se están besando adecuadamente, solo están juntando sus bocas juntas mientras él suelta risitas, demasiado feliz para contener la alegría que explota de él.

"Eres ridículo," se ríe ella, girándole para poder sentarse a ahorcajadas en sus caderas.

"Si." Accede Harry, besándola rápidamente porque puede. "Pero me quieeeeeeeeres."

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