Mira como me derrumbo (I)
"Is the most honest song on the album, I don't think I've ever written something like that. It came at a time when any barrier of editing myself had been stripped away. I never do anything while listening to it, it's a song that makes me stop and listen rather than doing something and having it on in the background."
Cuando Harry se despierta por segunda vez está tan desorientado como al principio. Está enfadado y dolido y no sabe dónde cojones fue Bree así que se ducha tan rápido como puede y coge un plátano antes de ir a su casa. Está vacía salvo por Milo, al que agarra mientras busca en su casa. Limpia el cajón de arena y luego le da de comer porque parece que Bree no lo ha hecho.
Luego va a su oficina. Busca la localización en su GPS y va hacia el aparcamiento. Está nervioso cuando cierra el coche. No cree que le haya visto nadie, pero sigue tenso. No sabe qué va a decirle aparte de preguntarle por qué se fue pero- no está completamente seguro de que quiera oír la respuesta a eso.
Camina por el recibidor, acercándose a la mesa principal con facilidad. El hombre parece alarmado, pero sus rasgos se tranquilizan rápidamente.
"Hola, soy Harry," dice Harry, sin ser incapaz de usar su encanto para conseguir lo que quiere.
"Bodhin, ¿en qué puedo ayudarle?"
"Estoy buscando a Bree Clark."
"Tendré que llamar a su piso y que la asistente verifique que la señorita Clark permite que entre."
Harry asiente con la cebza, lo entiende, pero- "La cosa es que," empieza. Debería haber traído unas putas flores o algo, "es una sorpresa y me gustaría mantenerla lo más discretamente posible." Harry mueve su cara de un modo que sabe que va a conseguirlo. Es una sonrisa desesperada, un poco suplicante y no está completamente construida. Se siente un poco desesperado; el nudo en su estómago nunca se va.
"Um, supongo que puedo llamarle al ascensor, entonces." Bodhin sale de detrás de su mesa, tomando una tarjeta que está atada a un cordón. Harry le sigue detrás, esperando en el pequeño pasillo. Hay dos ascensores y Harry no está seguro de si este edificio es solamente de la empresa para la que trabaja Bree, pero tiene que tener por lo menos nueve pisos.
Cuando el ascensor suena, Bodhin entra con él. Harry le observa pasar la tarjeta y pulsar el sexto piso. "Gracias colega, lo aprecio," sonríe Harry.
Bodhin asiente, una rojez surgienda en la parte superior de sus mejillas cuando se escabulle.
Cuanto más alto va el ascendor, más rápido late el corazón de Harry.
Cielos; ni siquiera está seguro de si Bree está trabajando, pero supone que si porque Bodhin le dejó subir.
Las puertas se abren y Harry sale. Puede ver a la recepcionista- no, la mesa de la asistente- y la pelirroja detrás de la mesa ya está sonrojada. Harry supone que Bodhin debió haberla avisado. Se limpia sus sudorosas palmas en su chaqueta, esperando que la lana absorba también sus nervios.
"Hola," sonríe Harry, igual que antes.
"H-hola," tartamudea. Harry se inclina en la encimera, capaz de ver sobre ella. Hay un calendario escondido bajo el teclado y tiene una taza de café al lado de su razón.
"Me preguntaba si podrías decirme si está Bree Clark."
"Eh," la pelirroja mira hacia abajo mordisqueando su labio inferior mientras mira lo que parece ser un post-it rosa en su calendario. "Bree está en una reunión."
"¿Sabes cuando va a acabar?"
"Um," mira algo en su ordenador antes de clickar unas pocas veces. Harry no sabe si está haciendo algo realmente. "Está en una llamada con una empresa textil de Milán."
"¿Puedo esperar en la oficina?"
"No estoy segura-"
Harry le da la espalda, yendo a su derecha. Es el único camino y se da cuenta de las fotos de hombres y mujeres con varios famosos en la pared. Pasa delante de Paul McCartney, Anne Robinson, Piers Morgan, y Kenneth Branagh hasta que escucha a la pelirroja correr detrás de él.
"¡Disculpa!" Dice ella elevando la voz. No es hostil, pero no es tan acogedor como había sido hace unos segundos. "Te llevaré ahí. No estás autorizado para vagar por los pasillos."
Harry se retiene de poner los ojos en blanco aunque sigue a la mujer.
Pasan unas pocas puertas abiertas al igual que otras cerradas hasta que llegan a una que tiene el nombre de Bree en ella. Hubiera sido fácil de encontrar si Harry hubiera caminado lo suficiente pero aún así, la mujer golpea la puerta antes de meter la cabeza. Debió de tener algún tipo de confirmación porque se aparta y hace un gesto para que entre Harry.
Camina dudoso, la bravura erradicada.
"Disculpa," dice Bree al teléfono al verle.
Parece compuesta. Harry se pregunta cuanto tiempo ha estado despierta, a qué hora se escabulló de él. Piensa en si fue a su casa antes de ir al trabajo y si se dio una ducha en la oficina.
Observa mientras ella coloca el teléfono en su mesa. Hay un marco de fotos mirándola y un ordenador Mac. Tiene un planificador abierto además de una libreta con un bolígrafo morado encima. Bree está sentada en su silla, su pelo cayendo por sus hombros para descansar en su pecho. Lleva una camisa color crema.
"¿Qué diablos estás haciendo aquí?" Dice directamente.
"Um, te fuiste esta mañana," murmura Harry. Bree parece furiosa, pero, pero no es justo. El fue el que se despertó solo, confundido y desorientado y dolido. Harry fue el que tuvo que hacer toda su rutina mañanera en una nube de confusión y tristeza.
"Bueno, si."
"Yo-"
"Un segundo. Siéntate o algo."
Harry se sienta en la silla delante de ella, se siente incómodo y un poco sudado. Mantiene la cabeza gacha, mira la estilosa alfombra marrón. Probablemente Bree se reiría si lo dijera en alto, lo llamaría marrón rojizo o algo ridículo.
"Mi dispiace," dice Bree, sus ojos nunca dejando a Harry. Se siente injustamente regañado. "Lo siento mucho pero ha habido una emergencia... Grazie, grazie.... Si, gracias por su tiempo. Le haré saber... el lunes debería ir bien. ¡Salve!"
Harry no tenía ni idea de que Bree hablaba italiano. Da por hecho que son frases básicas pero aun así. Se pregunta qué más no sabe de ella y por un vicioso segundo, su historia sexual va a primer plano en su mente.
"¿Te importaría decirme qué estás haciendo aquí?" Pregunta Bree, su voz cortante.
"Sabes porqué estoy haciendo aquí," dice Harry más suave de lo que quiere. Quiere gritarle, hacerla sentir tan regañada como él se siente ahora.
Ahora que está más cerca, ahora que puede ver cómo está de cerca, tiene pequeños círculos bajo sus ojos que son de un color minuciosamente diferente al de sus mejillas. Su eyeliner no es perfectamente recto y tampoco su pelo. Sigue estando hermosa y arranca la ansiedad de Harry.
No quiere mirar hacia abajo, no quiere ser más débil que ella.
Así que se mantiene firme, mirándola categóricamente mientras ella le devuelve la mirada. No entiende por qué está tan enfadada. Como si fuera él el que se alejó de ella. Si los roles se revirtieran, Harry tendría que denigrarse y suplicar, Bree estaría increíblemente cabreada y seguramente ni siquiera le miraría; el hipotético pero sigue sintiendo que ella está siendo hipócrita.
Sorprendentemente, Bree es la primera en hablar.
"No pasa nada."
"Los cojones," suelta Harry, indefenso al dolor que atraviesa sus rasgos. Bree muerde su labio mirando al ordenador. "No se que te pasa."
"No me pasa nada," se burla.
"Bree."
"No, Harry. No pasa nada."
Harry suspira, junta sus dedos. "Eres exasperante ¿sabes? ¿Qué harías si yo voy y te dejo?"
Bree gruñe algo en bajo, bajando la mirada.
"¿Qué dijiste?"
"Ya lo haces," suelta.
Harry niega su cabeza, "No. No te dejo en mitad de la noche." Harry está dolido, por supuesto que lo está. Bree está poniendo su trabajo en su contra, algo que él nunca pensó que haría.
Y quizás es injusto para él, pero se siente atacado. Esto no va de él y su trabajo, va de ellos.
"No es lo mismo. No intentes hacer que parezca igual."
"No lo est-"
"Lo haces," corrije Harry. No está gritando, no eleva su voz más de lo que haría normalmente. Están en un espacio público por mucho que le gustaría pretender que es privado y él no es de gritar enfadado tan fácilmente.
El pelo de Bree se mece mientras lo niega. "Me ignoraste una semana Bree. Y luego tú, y luego tú vienes y," Harry mira abajo. Ha estado con los dedos entrelazados y su uña roza su anillo, "tenemos sexo, un sexo diferente y yo, me levanto solo y tú ni siquiera puedes inventar una excusa; ni siquiera puedes decir que tuviste que venir a la oficina."
"Harry," y él ahora oye cómo Bree va a convencerle, pero ese no es el punto.
"Siempre hablamos. De todo. Te cuento todo y luego me haces el vacío y te vas. Te fuiste tú, no yo," Harry se corta. No quiere llorar. "Siempre hablas de comunicación. Eres directa y siempre hablas conmigo. Sobre lo que hacemos y como nos sentimos y ahora no hablas conmigo." Bree está mirando a su regazo. Está cerrada y distante y Harry quiere tocarla, quiere meter algo de sentido en ella porque esto no es justo. No está siendo justa y está haciendo a Harry sentirse como la mierda, pero él no puede dejar que esto continue. La quiere, quiere pasar sus cumpleaños juntos y luego ir a Australia y ahora ni siquiera sabe como van a terminar cuando se vayan de esta oficina.
"¿Qué se supone que tengo que decir?" Pregunta Bree, tranquila y a media voz.
"Dime como te sientes."
"No puedo," susurra.
"Puedes."
"Harry, no puedo," lágrimas grises caen por las mejillas de Bree, son pequeñas y su rimmel se corre.
Harry no tiene palabras. Se siente mal, hasta culpable; pero está muy enfadado, jodidamente enfadado con ella.
"¿Podemos no hablar de esto aquí? ¿Vienes a mi casa?"
Harry asiente. Quiere soltarle algo, quiere preguntarle si realmente aparecerá, pero sabe que está triste y él no es de los que hacen sntirse a alguien peor sin razón. "¿Salgo primero?"
"Si, por favor." Bree le mira, con ojos acuosos y Harry aparta la mirada. No sabe si puede hacer esto. La quiere y verla dolida es... demasiado. "Me iré diez minutos después de ti ¿vale?"
Harry asiente, saliendo.
-
Harry calienta agua, haciendo una taza de té para los dos mientras espera a Bree. Milo está acurrucado en su regazo y él está sentado en el sofá. Se había sentado en la mesa, pero parecía mucho más formal.
Justo cuando está mirando la hora por millonésima vez ese día, la puerta principal se abre. El signo distintivo de los tacones de Bree que golpean el suelo es seguido por las suaves pisadas de ella haciendo su camino hasta el salón. Toma el asiento opuesto a él y casi todo su maquillaje se ha ido de su cara.
"No se qué quieres que diga."
Milo eleva su cabeza del regazo de Harry. Las manos de Harry se deslizan po su espalda y Milo ronronea, estirando sus patas hasta Bree. Miran el gato en silencio.
"Me gusta tener el control," dice Bree después de que hubiera pasado una moderada cantidad de tiempo. "Recuerdo que, hasta creciendo, con mi mamá yéndose y Katie siendo mayor; ella me mandaba, y es una tontería ¿sabes? Una tontería." Niega con la cabeza, alejando la historia que a la que iba a derivar a continuación. "Pero entonces, crecí y seguía habiendo mucho que no podía controlar. Se burlaban de mi por mi acné o mi pelo. Mis orejas eran enormes y mi nariz un poco torcida y luego gané un poco de peso y era- era horrible lo que decía la gente.
Cuando me mudé a Londres para estudiar, conocí a mi ex. El que me metió en todo esto y luego me di cuenta de que podía controlar mi sexualidad; cambió quién era. Me volví más segura, más cómoda y me encantaba. Me sentía sexy y como que podía comerme el mundo y luego derivó en como me sentía sobre mi misma. Es todo sobre control."
Para ahí, todavía sin llorar.
Milo lloriquea bajo su palma, girándose para conseguir la atención de la mano de Harry. Harry apenas sigue, esperando con la respiración parada a que Bree siga. Se siente mal por ella, no tenía ni idea de que Bree había sido tan insegura. Cuando habían hablado de sus pasado, habían sido historias tontas.
"No tengo el mismo control sobre mi vida como solía tener."
"Bree," dice Harry débilmente.
Está perdido en ella mientras sigue. "La prensa y las fans. Toda la atención. Te fuiste una semana y pensé que iba a volverme loca. Era más fácil cuando no eramos tan serios. No te echaba tanto de menos. Y quizás no es sano, pero Dios, fui a Sainsbury y la gente me estaba siguiendo. Ni siquiera dijeron nada y luego había fotos y tweets-"
"¿Por qué no me lo contaste? Hubiera vuelto a casa."
"¡No quería que lo hicieras! En serio no quiero que vuelvas a casa porque yo estaba echa un desastre Harry. No soy buena en esto. No puedo simplemente- no puedo ignorar lo que me dice la gente. No en el calibre en el que está pasando. Puedo apagar el móvil, pero sigo pensando en esto. Sigo sabiendo que la gente me odia sin ninguna razón justificada y me hace sentir indefensa. Y luego sigo emborrachándome y luego vienes a casa-"
"¿Así que te fuiste porqué te dominé esa noche?"
Bree le mira asombrada. "No, no es eso."
"Pero Bree-"
"Solo espera un segundo," dice cortante y Harry resiste la urgencia de poner los ojos en blanco. "Quería hacer eso contigo. No estuvo mal, de verdad que no. Es solo que, me desperté y estabas acurrucado a mi lado y todo en lo que podía pensar era," entonces Bree llora a moco tendido, "te vas a ir durante años. Siempre va a ser así y no será solo una semana. Serán seis, siete semanas seguidas y solo será peor. No tenemos voz en nuestra relación. Será en plan 'Harry vete y escribe con esta persona', 'Harry te necesitamos aquí unos días', 'Harry aparenta estar soltero'. ¿Y dónde estaré yo?"
"Conmigo."
"No," llora Bree y ahora Harry se siente desesperado. Su resentimiento ha sido apartado mientras aparta al gato de su regazo para acercarse a Bree. Ella levanta las manos, alejándose de él. "¿Qué hay de las zonas horarias? ¿Cuándo estés demasiado ocupado para llamar y yo esté metida en casa?"
"Nunca estaré demasiado ocupado para llamar, Bree," dice suplicante. "Te quiero, por favor."
Bree se limpia los ojos.
Que ella todavía tenga que decirlo de vuelta parte a Harry. Solo necesita cuatro palabras, quizás hasta dos y estará pletórico. Han pasado nueve días desde que lo ha oído y está empezando a creer que ella se está alejando, retrocediendo antes de que sea algo más serio.
Es evidente en la manera en a que ella llora más. Juguetea con su pelo, apartándolo de su cara antes de que sus hombros tiemblen y una nueva ola de lágrimas llegue a ella. No para de mover la cabeza.
"No hagas esto."
"No quiero."
"Bree-"
Milo maulla alto interrumpiendo. Efectivamente corta a Harry y se sumergen en silencio una vez más.
No sabe como convencerla de que está metido en esto a largo plazo. No piensa en su futuro muy a menudo pero cuando lo hace, Bree está en cada imagen. Está en todas las fiestas, en cada espectáculo musical y cada evento que signifique algo para él. Quiere irse a casa con ella en lugar de por ella.
"Mereces la pena para mi. Volaría desde cualquier lugar solo para verte una hora."
"Lo se." Bree le mira con ojos tristes. "Pero no se si yo lo haría."
Y eso es- bueno, esta es una posibilidad que Harry nunca habría considerado.
"Bree," dice Harry, sintiendo lágrimas también en sus propios ojos.
"Necesito algo de tiempo para pensar las cosas."
"Por favor, no."
Bree niega con la cabeza mirando a su gato. "No quiero que esto termine."
"No lo permitas."
"Solo necesito algo de tiempo."
Harry limpia sus ojos con brusquedad con el dorso de la mano. No quiere irse así. No se va a ir sin tener otro berrinche. "¿Entonces recojo mis cosas?" Dice más acalorado de lo necesario.
"No lo estamos dejando." Dice Bree firmemente. Pero no le está mirando.
"¿Entonces qué estamos haciendo?"
"Solo estamos pensando ¿vale? Tú piensas si me imaginas viviendo tu estilo de vida y yo pensaré si puedo soportarlo."
"No necesito pensar en esto." Harry aprieta y afloja la mandíbula. Puede sentir otra lágrima salir del exterior de su ojo izquierdo, pero decide apaciguarla.
"Yo si."
"¿Entonces qué?" Dice Harry más que un poco histérico. "¿Me voy y espero a que me llames?"
"Si crees que merezco la pena," murmura Bree tras un segundo.
La última vez que Harry estuvo en una montaña rusa tan emocional estaba en Factor X.
"No voy a rendirme a nosotros ¿sabes?" Dice porque tiene que hacerlo. Porque la quiere y nunca ha querido a nadie así antes.
Es un territorio inexplorado.
La última vez que había tenido una discusión con una mujer a la que estaba viendo, solo... dejaron de hablar y terminó del todo. Siguen siendo cordiales, porque a Harry no le gusta estar en los malos recuerdos de nadie, pero Harry no quiere esto con Bree. No quiere dejar de mandarle mensajes y hablar con ella, dejar de despertarse a su lado. Bree está mirando al suelo con énfasis. Parece el final de su conversación excepto que Harry se rehusa a irse. No sabe cuándo la va a volver a ver o cuando va a hablar ella con él y el pensamiendo hace que su ritmo cardiaco se eleve de nuevo y hace que tenga la respiración temblorosa.
No quiere que ella le vea llorar.
"Supongo que entonces me voy," dice Harry, solo para ver si ella va a detenerle. Cuando no lo hace, busca a Milo, elevándolo en sus brazos para darle un gran beso en su cabeza. Pensar en no volver a ver al gato nunca más es algo en lo que no quiere pensar ahora mismo.
"Adiós Harry." Bree no hace ningún movimiento para acompañarle a la puerta,
Harry se pone las botas de nuevo tan rápido como puede. Si va a veinte kilómetros por hora por encima de la velocidad permitida con prisa para llorar en su propia cama, eso solo lo sabe él.
-
Predeciblemente, termina llamando a Louis tras su siesta improvisada. Lo que olvida es que Liam y Louis alquilaron una villa para quedarse en Los Angeles y que la diferencia horaria existe.
"Oh Haz," es lo primero que dice Louis cuando escucha a Harry llorar. "Más te vale no estar llorando solo."
"Creo que se ha terminado, Lou."
"No Harry. Te garantizo que no."
"Ella dijo," Harry tiembla cuando respira, inetntando recomponerse, "ella dijo que no sabía si nos imaginaba juntos. No lo entiendo."
"¿Quieres hablar con El?"
"No quiero despertarla."
"Ya lo hiciste," dice pero no hay enfado detrás.
Como antes, Eleanor suena a través del manos libres. "Está bien, Harry," dice antes de que él se de cuenta de que está ahí.
"No lo está. Ni siquiera me quiere, El."
"Lo hace, te quiere. Es duro. Está pasando por mucho mentalmente y tiene que aclararse la cabeza."
Harry entierra su cara en la almohada. Sigue oliendo abrumadoramente a Bree. Nunca tuvo la oprtunicdad de cambiar las sábanas. Ni siquiera quiere hacerlo ahora.
"No es siempre fácil Harry. Tras el Up All Night Tour, Louis y yo lo dejamos." Eso provoca una reacción de Harry. Gira, enredándose con la colcha.
"No lo hicisteis." Niega porque Louis se lo contaba todo de aquella. Eran como uña y carne entonces. Ni de coña Louis le ocultó eso.
"Fue solo unos días, una semana como mucho," explica ella.
"¡Fue horrible!" Grita Louis para después gruñir, sin duda Eleanor le ha pegado.
"¿Por qué os peleabais?" Pregunta Harry dudoso.
"Distancia, inseguridad. Las chicas de todo el mundo deseaban a Louis y eramos adolescentes. Me había echo Twitter hacía unos meses antes y las cosas que decían... no pensé que Louis mereciera la pena."
"¡Lo superaste muy rápido!"
"Lo hice," accede Eleanor. Harry se reconforta con eso, pero-
Pero Bree no es Eleanor y Harry no es Louis.
Son parejas completamente distintas con conexiones completamente diferentes. Harry recuerda a Louis gateando en su cama después de conocerla y cuando había ido a visitarla y hablaba sobre lo buena que estaba Eleanor y cómo esquivó el beso que él intentó darle. Recuerda a Louis mandarle un mensaje a Harry después de que tuvieran sexo por primera vez, tras semanas extrañándola y Louis hablaba sin parar de que ella era la única.
Harry no había estado celoso. No sería una relación y menos una casi tan seria como en la que quería estar Louis.
Pero sus opiciones cambiaron.
Quiere estar en serio, quiere compromiso y lo quiere con Bree.
"¿Cómo sobreviviste, Lou?" Susurra, asustado por la respuesta. No puede manejar una semana como esta.
"Llorando. Fui a casa y lloré con Stan, me emborraché antes de llamarla llorando como un bebé. No estaba muy contenta, pero hablamos."
"Bree y yo hablamos," gimotea.
"Entonces hablad de nuevo. Y seguir hablando. Si surge algo, si crees que no te está contando algo; pregunta. Cuando Eleanor se vuelve insolente, le recuerdo cuanto la quiero, la excito un poco- ¡au!" Hay cuchicheo al otro lado de la línea, "envíale un mensaje después de esto. Algo como, como lo mucho que la quieres, pero no la presiones."
"Dile que estás ahí si quiere hablar," dice Eleanor.
"Vale, si, puedo hacer eso."
"¡Bien!" Anima Eleanor y Louis vitorea. Harry está seguro de que es principalmente un show, pero aprecia que le suban la confianza.
"Gracias otra vez por hablar conmigo."
"No hay problema Haz, te queremos."
"Lo se, lo se. Yo también os quiero." Harry lo hace de verdad. "¿Os veo en un mes?"
"¡Por supuesto!" Anima Louis antes de colgar.
Determinado, Harry le envía a Bree 'Respeto que quieras espacio, dime si hay algo que pueda hacer. Estoy aquí si quieres hablar. Me alegro de estar en casa, te quiero X.'
-
A Harry siempre le ha gustado un buen berrinche.
Hay algo en sentarse en bóxers mientras ve repeticiones de Hollyoaks que le recuerda a los días que no iba al cole por estar enfermo y su madre le mimaba. Anne siempre montaba un escándalo por él, le tomaba la temperatura y acariciaba su espalda cuando tosía.
Pero ahora, no tiene a nadie que le mime ni le adule. No hay nadie que le fuerce- le de té o ahueque su almohada y todo lo que quiere es ser el centro de atención y dejar de sentir que va a vomitar cada dos segundos.
Su teléfono está con el 100% de batería en su rodilla, el volumen a tope en caso de que Bree llame.
Tras tres episodios de lo que parece una montaña rusa de emociones, lo apaga con un puchero.
Calienta una pizza congelada que recuerda ha estado ahí desde que compró esa casa y abre una botella de Merlot que claramente es de Bree. Bebe una copa mientras el horno se calienta, luego bebe otra mientras el queso se derrite. Se liquida la botella mientras come la pizza, sin sentir una onza de culpabilidad por la paliza que le va a dar Mark.
Harry está un poco borracho, pero ni de cerca todo lo borracho que quiere estar. Sigue sintiendo que va a llorar a cada segundo por la falta de mensajes entrantes. Bebe más.
Abre otra botella de tinto, no quiere mezclar las bebidas y terminar de resaca mañana. Hay otra más cara, un regalo de alguien que no recuerda. Es suave y no está muy seguro de cuanto cuesta.
Cuando ha bebido una copa y está en el proceso de llenar la segunda, la apoya patéticamente. No quiere ser patético, no quiere estar colgado de alguien pero ahora está borracho y solo y ni siquiera puede llamar a la única persona con la que quiere hablar porque se están dando un tiempo, o teniendo espacio, o algo así que es completamente estúpido.
Bree es estúpida.
Si.
Si, Bree es realmente tonta y Harry está muy triste y se acurruca en el sofá y desea que su mente se caye. No puede parar de imaginarse lo que Bree estará haciendo. Harry no puede parar de preguntarse si ha salido con amigos y está llorando sola como Harry. Se enjuaga las lágrimas, pero siguen cayendo lentamente.
La televisión es ruido de fondo. Harry no está seguro de qué están echando y no le importa demasiado. Se levanta y camina hacia la cocina. No es tan tonto como para dormir sin hidratarse un poco así que tras tomar un Paracetamol y beber dos vasos de agua, hace pis y se lava los dientes.
Camina aletargado de nuevo al sofá y se acurruca tras una manta. Su móvil está en el reposabrazos sobre él, no hay duda de que lo oirá si suena.
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