Adorar en la habitación (I)

"Dios, eres jodidamente obsceno," Gime Bree, su cuerpo desplomándose hasta que sus manos están en las frías baldosas y mira hacia Harry.

Él va a por ello, su cara resbaladiza hasta su nariz por donde está respirando duramente contra ella. Sabe jodidamente deliciosa como siempre. No puede explicarlo pero es tan inexplicablemente bueno que él intenta perseguir el sabor, intenta saborearlo y comprometerse a recordarlo para cuando se esté pajeando en su litera.

Puede sentir su respiración saliendo en pequeños brotes contra el vello de ahí, puede sentir la manera en la que sus ojos luchan por mirarla- manteniendo contacto visual como ella le dijo que hiciera. Sus ojos están muy brillantes mirándolo, sabiendo el efecto que tiene en él. Cuando se contrae alrededor de su lengua, él gime; sus manos tensándose en sus nalgas hasta el punto que sería doloroso si ella no estuviera tras su segundo orgasmo.

Pero él no puede evitarlo, no puede evitar la manera en la que tiene que tocarla, apretarla, quiere follarla pero normalmente ella es la que le folla- le hace balbucear y estar muy, muy desesperado. Le encanta.

El pensamiento le atraviesa.

Él no quería estar en esta posición- solo había querido un beso para distraerle de la preparación de la cena- pero entonces había girado todos los pomos del horno a fuego lento y la había girado a ella para besarla en la encimera.

Fue muy bueno, la manera en la que presionó contra ella con tensión, brazos envueltos alrededor de su espalda solo para besar su cuello, metiéndose bajo su camisa para besar su estómago antes de quitar sus pantalones y prácticamente caer al suelo, colocándola encima de él.

Bree se remueve desde abajo, rozándose en su lengua, su barbilla, sus mejillas. Sus manos se deslizan arriba, arriba, arriba y "joder, Harry," gime, echando su cabeza hacia atrás y exponiendo su cuello. Hay transpiración empezándose a formar ahí, sin duda hay sudor entre su escote que él quiere lamer también, pero por ahora- por ahora puede saborearla y lamerla y es muy satisfactorio.

Ella se corre lentamente esta vez y Harry saborea la manera en la que ella se derrite en él, sus muslos relajándose mientras ella empapa la zona inferior. Harry la lame avariciosamente.

"Dios, bien," se ríe, saliendo de Harry para su protesta. Él intenta seguirla, una sonrisa en su cara cuando gira sobre su estómago, con la cabeza encima de su muslo. "No," dice ella, colocando sus brazos sobre su cara.

Él se ríe, mordisqueando ahí hasta que ella aparta su cara riéndose. "¿Bien?" Pregunta con una sonrisa atontada.

"No siento los dedos de los pies," gruñe, "ni mis tobillos ni mi- ¡au!" da un salto cuando Harry hunde sus dientes un poco demasiado fuerte. "No seas malo."

"Pero estoy cachondo," gimotea, dándole sus ojitos de cordero más grandes y tristes.

"Más tarde."

"Pero-"

"Se bueno Harry."

Y ese es el final.

-

Más tarde, según parece, nunca llega.

Han estado bebiendo vino en vasos de plástico mientras ven Iron Man 3. Harry la ha visto un puñado de veces debido al entusiasmo de sus compañeros de banda por ella- pero es diferente verla con Bree.

Él tiene la cabeza en su regazo, sintiendo como sus dedos rascan su cabeza. Ronronea por la sensación, no puede evitarlo ahora que se siente distendido y somnoliento. El vino tinto siempre le hace eso.

Harry gira hasta que está sobre su espalda, mirándola. Ella le lanza una mirada antes de dar otro sorbo del endeble vaso azul, volviendo su mirada a Gwyneth Paltrow.

"Los ojos en la pantalla, bebé."

"No," gimotea Harry, extendiendo las manos hacia sus mejillas. Falla, golpeándola en la oreja.

"Oh Dios, estás borracho, ¿no?"

"No," Harry hace un puchero. No está borracho está... entretenido, si.

"¿Entretenido?" Ella se burla y mierda, Harry no pensó que estaba diciendo eso en alto. "Ni siquiera has tomado la botella entera aún, estás loco."

"Loco por ti." Canturrea Harry, tocando el final de sus labios. Ella está a punto de sonreír. Él sabe que ella está en el precipicio simplemente por la manera en la que ya está poniendo los ojos en blanco, los labios presionados juntos.

"Eres ridículo."

Sus ojos vuelven a la pantalla y Harry la mira por un tiempo; la manera en la que sus labios se separan por más vino, la manera en la que su garganta se contrae cuando traga.

Está nervioso por como irá esto- nervioso en lo que se vuelva su relación ahora que ha vuelto de un largo mes fuera. Pero ha sido perfecto como poco. Lo único que lo haría mejor sería si Bree pudiera quedarse en casa con él todo el día.

Casa.

Ni siquiera es su casa, es la de ella.

Y todavía, ella le permite quedarse aquí cuando quiera, le ha dado el código, pero ahora también tiene una llave. Es bastante doméstica la manera en la que cocinan juntos y se duchan juntos y ven la televisión juntos. Es cómoda la manera en la que se sienta en su despacho y se inquieta con diseños mientras él contesta sus emails en la mesa del comedor. Aunque tienen un balance, piensa Harry con una sonrisa.

Él sigue mandando mensajes a los chicos y sus amigos y su madre y hermana y asistente y Cal cuando quiere. Tiene un coche para llevarle a cualquier lugar de Londres mientras ella está trabajando así que puede dar un paseo y ser fotografiado en tiendas de helado. Va a correr cuando sabe que nadie le verá y es placentero tenerla cuando vuelve a casa, besándole castamente antes de cambiarse en su ropa de deporte.

Harry piensa que en otra vida estarían haciendo esto un poco diferente. Que se hubieran conocido en una circunstancia completamente normal como en el banco o en el supermercado o algún sitio lo suficientemente mundano para estar en la historia de una horrorosamente cursi comedia romántica.

Él se lo cuenta todo.

"¿Si? ¿Y de qué estarías trabajando entonces? En esa comedia romántica."

"Abogado supongo," dice juntando sus labios.

"Confiado," sonríe, apartando su pelo de su cara antes de besar su frente.

"Fallaste," hace un puchero.

Entonces ella le besa adecuadamente en los labios, corto y dulce. "Oh Dios," se ríe, poniendo los ojos en blanco. "Somos una comedia romántica cursi."

"La más cursi," está de acuerdo, frunciendo sus labios una vez más.

Ella le consiente, besándole un poco torcido por la manera en la que sus labios encajan, pero es contacto y eso es todo lo que Harry quiere ahora. No quiere pensar en que tiene que dejarla en unos días, volar a Los Angeles con su familia para hacer algo de turismo antes de los shows.

No es que no quiera ver a su familia- siente que han pasado años desde que ha tenido un buen abrazo de su madre- es solo que el tiempo con Bree es muy valioso. No quiere perder el brillo que tienen por la distancia.

"Hey-" dice, medio amortiguado por la manera en la que su lengua se ha metido entre sus labios. Se deja besar por un rato, olvidando que quería interrumpir esto para cuando se acuerde otra vez; esta inexplicable sensación de cariño. "Hey." Es capaz de apartarse un poco, llamar su atención lo suficiente para moverse hacia atrás.

Y cuando está intentando levantarse, sus extremidades de Bambi luchan por coordinarse cuando se incorpora en sus gemelos. Ahora que está derecho, que siente el alcohol mucho más, pero sigue con la cabeza lo suficientemente clara para querer esto.

"Mi madre viene a Estados Unidos conmigo." Lo que no es exactamente lo que quería decir... pero es algo así como un preludio a lo que viene. "También Gemma pero ella se va a quedar más y um," Harry lame sus labios, su lengua se siente pesada, pero ella ahora le está mirando expectante. "Así que ya les dije que estaba viendo a alguien y Gemma ha estado preguntándome si eso es lo que me retiene en Londres," Dios, suena como un idiota ahora mismo. "Y lo eres realmente, pero no están enfadadas ni nada y le dije que t-sabes que eso es una posibilidad, pero quiere saber sobre ti, ¿vale? Y también mi madre y-"

"¿Quieres hablarles de mí?" Pregunta Bree, una sonrisa extendida en sus labios mientras Harry asiente con entusiasmo.

"Es solo que, me gustas, mucho ¿vale? Y quiero que mi familia lo sepa, mis amigos también, los chicos, sería agradable, ¿no?"

"Claro," sonríe, su mano extendida para entrelazar sus dedos juntos. Él los aprieta, agradecido por la confirmación. Ella no se está alejando, no pone cara de asco ni nada.

"Así que, lo que estoy intentando decir- o, lo que estoy preguntando es si," para, lame sus labios secos y, no puede hacerlo. Esto es más presión de lo que ha sentido antes. Está acostumbrado a tener la atención de cientos de personas, pero la de ella es la más importante. La de ella es la que quiere, la que necesita y ahora la tiene totalmente. Es mucha presión. "Te gusto, ¿cierto?"

"Claro que me gustas, no seas estúpido," dice apretando otra vez su mano. Él sabe que ella sabe a dónde está intentando llegar- pero sabe que ella está esperando a que él lo suelte.

"Vale, esto está bien." Está tan avergonzado que puede sentir sus mejillas en llamas. Ella le esta mirando expectante, algo que le hace gimotear, cayendo hacia delante hasta que su cara está estrujada en su muslo. Su risa es ligera, una mano agarrando inmediatamente su pelo.

Cuando él mira hacia arriba lo suelta, "Se mi novia."

Ella se ríe, "Qué romántico Harry, gracias."

Harry gruñe, se incorpora así que está cara a cara sobre sus manos y rodillas. "Se que no podemos, como, salir apropiadamente; por los medios y fans y eso, pero me gustas y no quiero que nada entre nosotros cambie. Solo quiero ser capaz de llamar a mi madre y hablarle de ti y quiero contarle a los chicos y quiero que la gente lo sepa. Quiero salir con nuestros amigos y que sepan que estamos juntos. Que nos vamos a ir a casa juntos."

La cara de Bree se divide con una sonrisa, las manos arrastrándole para un beso. Ambos están sonriendo demasiado fuerte para intentar enmascararlo y después de un segundo, Harry se rinde.

"No se si te has dado cuenta, pero estoy bastante loca por ti," susurra, sus manos curvándose en su mandíbula hasta que acaricia su cuello. "Incluso aunque ahora seas un chiquillo borracho."

"No soy un chiquillo, soy-" Harry tiene hipo, sus hombros rebotando mientras su glotis se contrae.

"¿Mi novio?" Se burla Bree y- vale, Harry iba a decir 'adulto' pero novio es mejor, mucho, mucho mejor.

"Si y tú eres mi novia." Está complacido por la manera en la que suena su voz, confiada y segura.

"Eso fue muy raro," se ríe Bree mientras Harry trepa en su regazo.

Lo fue, pero eso no cambia el hecho de que se siente tan risueño como una chica de quince años que consigue tener una conversación con alguien mayor. Pero ignora las mariposas de su estómago, enfoca su energía en sus habilidades motoras. La manera en la que su rodilla está metida entre el cojín trasero y que su cadera necesita toda su atención- está cálida así que él envuelve sus brazos a su alrededor. Se siente aletargado mientras se enrollan. La lengua perezosa, dejándola guiar y controlar el beso. Es un recuerdo de sus años de adolescente excepto que ahora ella es la que tiene un adolescente cachondo en el regazo.

Dios, la cosa es que es perfecto.

No se habían enrollado en años y a Harry le está encantando cada segundo. Se siente mareado y necesitado y no sabe cual de ellos está haciendo más ruido. Su garganta vibra con los gimoteos desesperados que está sacando mezclado con los gemidos sin aliento que escapan de los labios de ella.

Él se mueve contra ella, las caderas hacia arriba mientras ella echa su cabeza haca atrás, permitiéndole perseguirla. Sus manos han tenido una presencia constante en su pelo, guiando la manera en la que se mueve su cabeza y en qué dirección ir. Es muy agradable recibir, recibir, recibir y solo ser besado; caer en un espacio mental donde siente tanto.

Sus labios se sienten pesados del vino que ha bebido. Se pregunta brevemente si ella puede saborearle en su lengua pero luego, ella está separando sus labios, sujetándole para que no pueda acercarse.

"Estás muy duro," dice, su pecho pesado mientras le observa. Harry asiente, puede sentir la manera en la que su pene presiona contra la cremallera de sus vaqueros. Se pregunta si ella le dejará sacarla, acariciarla como a él le gusta hasta que esté temblando y lloriqueando y no pueda retenerse de correrse en su puño.

Tan pronto como lo piensa, tan pronto como se mete en la idea y está a punto de sugerirlo, ella le tiende una goma del pelo. "Átate el pelo para mi , ¿si?"

Harry asiente, mirando a sus labios rojos, rojos de mordeduras y del vino. Él agarra el pelo ordenadamente antes de darle una, dos y finalmente tres vueltas. Con un dedo en su mandíbula, ella gira su cabeza antes de volverla a girar. "Te queda bien," dice, las manos metiéndose bajo su camisa para acariciar por debajo de su ombligo.

"Gracias, estoy pensando en llevarlo así más en los conciertos."

Bree se ríe, las manos apretando sus costados antes de envolverse detrás de su espalda. "Le vas a dar a un puñado de chicas un ataque al corazón."

"Solo quiero darte a ti un ataque al corazón." Lo que sonaba mucho más romántico en su cabeza.

"Dios estás muy borracho. Me siento como si me estuviera aprovechando de un menor o algo."

"Hey," Harry gimotea, frunciendo el ceño. Siente como si su piel estuviera ardiendo donde sus manos masajean arriba y abajo en su espalda.

Sus ojos están extrañamente brillantes. La manera en la que parece que centellean mientras le mira. Harry es muy afortunado de estar con alguien como ella. Alguien que le entienda y le respete; alguien que reconoce su carrera, pero no habla sobre ello como si fuera algo especial; alguien que tira de su pelo y le hace suplicar, alguien que le mira como si lo fuese todo.

"Hey," dice otra vez, esta vez más suave mientras se inclina. La sonrisa en su cara dura un segundo antes de que busque el beso que él le da. Es lento y sucio, sus caderas rozando y un gruñido haciendo eco en sus cuerdas vocales. El beso es más húmedo, duro y ruidoso que el anterior y Harry quiere tirarse de cabeza en él.

Sus labios son gruesos mientras chupa su lengua, los dientes escondidos mientras traza círculos con sus caderas. Por su reacción, un pequeño jadeo antes de incorporarse del reposabrazos del sofá presionando la parte delantera de su cuerpo contra el suyo y acercándolo hacia ella, sabe que debería hacerlo una y otra vez.

El vaquero negro se siente increíblemente estrecho por donde su pene se está abultando. Él desea ajustarse, pero no sacarla, esto es solo un morreo. Sabe que no irá demasiado lejos porque apenas es capaz de controlar sus extremidades. Lo único que alivia la tensión es sacudir sus caderas.

Está borracho en más de una manera, no solo por el potente vino, sino por la manera en la que ella le besa, le toca, le da toda su atención. Siempre se ha preguntado, cuando está en la carretera, si ella piensa en él tanto como él lo hace con ella. Es como si no pudiera sacarla de sus pensamientos. Tan pronto como tiene un minuto libre, le está mandando un mensaje o un Snapchat o solo pensando el lo que ella está haciendo.

Ahora sabe que es mutuo. Ahora sabe que están juntos tan apropiadamente como pueden estar. Es liberador y excitante y hace que gruña en su boca, inclinándose ante ella y sonriendo cuando ella traza su cuerpo con sus manos.

Sus pulgares rozan sus pezones, pillándole con la guardia baja, una repentina sacudida de sus caderas es la reacción inmediata. Bree parece encantada.

"¿Sensible?" Pregunta, a lo que Harry gime, los ojos apretados fuerte como si no pudiera ni mirarla.

Es tanto que hace que su pene palpite con la manera en la que lo hace una, dos veces más, mordisqueando su labio inferior cuando lo hace. Él solo lo toma, la atención y el afecto y se roza contra ella. Deja que el deseo innato lo domine.

"¿Vas a correrte en tus pantalones?"

Su polla está muy dura y no hay suficiente presión, pero está tan sensible que llegará ahí en cuestión de segundos con la manera en la que lo está tratando.

"Si," suelta, los ojos todavía cerrados mientras ella pasa su uña por su clavícula. Están tan afiladas que sabe que habrá marcas cuando mire después, pero por ahora solo se encierra en su orgasmo, sintiendo como se empapa a través de sus calzoncillos y se filtra en sus vaqueros.

Es humillante de la mejor manera posible. Le tiene retorciéndose en su regazo mientras ella suelta risitas en su cuello- risitas- como si estuviera jodidamente orgullosa de la manera en la que le deshace. "Joder," bufa, moviendo su cabeza mientras sale de encima de ella. La inmediata euforia y felicidad le atraviesa- no solo por el orgasmo, sino también por la manera en la que ella agarra la suave carne de su cintura.

Le está lanzando esa mirada como si no se pudiera creer que es real y él tiene la sensación de que le está devolviendo exactamente la misma.

"¿Quieres que lo haga?" Gesticula vagamente, sabe que ella entenderá lo que quiere decir, pero ella solo niega con la cabeza.

"Estoy bien," sonríe, dando palmaditas en su cadera para que se quite de ella.

Él está a punto de ofrecerse una segunda vez- no hay nada que le guste más que los orgasmos, pero ella sonríe, dice, 'Solo quería que te corrieras' antes de que él se ponga de pie con las piernas temblorosas, viéndola dar otro sorbo de vino. "Pero exploraremos eso más tarde, no creas que estás a salvo."

Ella se ríe cuando a él le da un escalofrío.

-

El siguiente par de días está lleno de toques afectuosos y besos y todo en lo que Harry puede pensar es la palabra NOVIA. La ve en luces de neón cuando cierra los ojos, acurrucado bajo el brazo de Bree. Le encanta ser la cuchara pequeña y las noches que pasa en su propia casa se vuelven menos y menos frecuentes. Le manda un mensaje cuando está en el trabajo y cuando ella está en el trabajo y es agradable estar de lleno en una relación.

No puede evitar concentrarse en el tiempo que tienen hasta que tiene que irse otra vez. No quiere pensar en lo corta que puede ser una semana, pero no puede evitarlo. Llena su mente y hace que sea extra dependiente. A Bree parece que no le importa, acaricia su pelo y besa su mejilla y solo hacen el vago y comen pizza la mayoría del tiempo que están juntos.

Desafortunadamente, a Bree le había venido el periodo el día después de que hicieran las cosas oficiales así que no han tenido sexo oficial de novios todavía, para decepción de Harry. Bree se ríe y pone los ojos en blanco cuando él le cuenta que ese es el componente clave de su relación.

"¡Tenemos que consumar!"

Bree se ríe, le golpea en el pecho mientras un sonrojo se extiende en sus mejillas. Ella no le corrige, solo hunde la nariz en su jersey y besa la lana.

La peor parte de la conversación es que guía a Bree a hablar de métodos de control de natalidad. Él ni siquiera sabe cómo, pero ella consigue sacarlo. "Solo lo estoy diciendo Harry, no sabía si tomarla, tu no sabías si yo la estaba tomando y si quieres que la tome, lo haré."

"Bueno, ¿tú quieres tomarla?" Pregunta él, porque la verdad es que esto no le afecta.

Bree se encoje de hombros, quitando pelusas. "No la necesito realmente, mis ciclos son bastante regulares."

"Vale," Murmura Harry.

"Y si alguna vez queremos hacerlo sin condón, ayudaría."

Harry vuelve a la conversación, bueno ahora que le afecta.

"Um," traga.

"Los dos tenemos que hacernos pruebas y no lo haremos sin uno hasta al menos tres meses, pero..."

"Como tú quieras," urge Harry, no le importa usar condón. Siempre lo ha preferido porque es más seguro y nunca hubo una ocasión donde se le rompiera uno o rasgado ni nada así, gracias a Dios.

"Vale, bien, pensaremos en eso ¿vale?"

"Si, vale." La garganta de Harry se seca. Se está poniendo medio duro en sus calzoncillos y Bree probablemente puede sentirlo en la posición en la que están. Están viendo los 10 mejores videos musicales del día y de alguna manera han pasado de ver el noveno a estar en el sexto.

"Dios mío, ¿esto te está empalmando?" Se ríe Bree.

"No." Refunfuña Harry, el sonrojo surgiendo en sus mejillas. Se mueve hacia atrás con la intención de reajustarse, pero Bree es demasiado rápida. Agarra su brazo, forzándole a girar un poco hacia ella.

"Lo hace," se ríe, girándose para poder mirarle a la cara.

Harry mueve la cabeza porque realmente no quiere estar duro, no cuando no pueden hacer nada. Ella había declinado su oferta de tener sexo en la ducha unas noches atrás porque estaba seguro de que había algo sobre no tener el periodo en la ducha, pero no está demasiado seguro de eso.

"No me importa realmente," susurra Bree, su aliento oliendo a queso y pimientos.

Si fuera cualquier otra chica, cualquier chica que no fuera su novia, piensa son regocijo, probablemente se aparataría del inminente beso. Pero como lo es, él le deja besarle, con salsa de tomate en los labios y todo.

"¿Puedo chupártela?" Pregunta ella, mordisqueando su mandíbula.

"¿No te importa?" Pregunta mientras se reajustan hasta que Bree está de rodillas delante de él.

"No, estoy como, cachonda permanentemente," se encoje de hombros, sin dirigirle una mirada mientras desabrocha sus vaqueros.

Las cejas de Harry se elevan porque no han hecho nada desde que empezaron a salir. Había pensado, estúpidamente, que ella no querría hacer nada sexual desde que ella le negó la primera vez pero esto es increíble, más que eso en verdad. Ella se toma un tiempo en masturbarle antes de tomarlo en su boca, extendiendo una mano hacia su jersey para arañar el vello de su estómago. Él está muy cálido, se siente acalorado por cómo se siente su lengua. Ella le chupa más profundo, subiendo su mano más y más y luego pellizca su pezón mientras ahueca sus mejillas.

Le sorprende, la manera en la que sus caderas se sacuden por el toque de su dedo. A ella le da una pequeña arcada, apartándose para limpiar su boca, pero no hace ningún comentario. Bree vuelve a ello, deja a Harry sujetar su pelo hacia atrás mientras ella le chupa profundamente.

Después de que Harry se corra, tirado contra el sofá, Bree gatea encima de su regazo y le besa, rozándose en su polla ablandada.

"Voy a darme una ducha," anuncia Bree, trayendo sus caderas contra él una vez más antes de levantarse.

"Déjame ir contigo," ofrece Harry. Bree está acalorada y cachonda y a él no le podría importar menos el hecho de que está menstruando.

"Oh Dios, no," suena espantada.

"Porfaaaaaa," gimotea, poniendo pucheros en sus labios.

"Ni de coña, ni siquiera intentes esa mirada conmigo."

"Ahora estamos saliendo, ¡estamos cómodos y todo eso!"

Bree se ríe a carcajadas mientras sube las escaleras, "¡No tan cómodos!"

Cuando desaparece lejos de su vista, se la vuelve a meter en sus pantalones y se gira al segundo video musical que se emite. Todo con Bree se siente tan correcto que no puede imaginarse algo que le aleje de ella.

-

Harry se está mirando en el espejo del baño completamente en pelotas. Tiene menos de catorce horas con Bree una vez ella vuelva de la oficina y todo en lo que puede pensar es en su cuerpo.

Hay chupetones de varios colores esparcidos en su torso y uno grande en el interior de su muslo izquierdo justo al lado de su pene. Es oscuro comparado con la piel pálida de ahí pero se ve bien, genial incluso. Harry toca el nuevo, el que está justo sobre su clavícula derecha donde ella chupó y mordió antes de bajar a provocar sus pezones.

Jesús- están muy sensibles cuando Harry pasa el pulgar sobre ellos. Su interés había sobresalido desde su jugueteo en el sofá, en el que Harry se corrió vergonzosamente rápido cuando ella le siguió tocando. Y luego tras su discusión sobre la píldora, ella había multiplicado por diez el contacto; pellizcando y girándolos en todas direcciones.

Cuando estaban de pie uno al lado del otro lavando los platos y ella los giraba, dejando un parche húmedo en su camiseta y una palpitación en su pene. Cuando se cruzaban en las escaleras y ella giraba los dos cuando él estaba sin camiseta. Cuando se enrollaban durante años en la ducha y ella pasaba sus manos arriba y debajo de su pecho, agarrando con su pulgar sus hinchados y sensibles pezones.

Se ha vuelto un poco obsesión para ella.

Incluso ayer cuando se le había terminado finalmente el periodo, se habían tomado su tiempo para besarse y tocarse y tener sexo suavemente durante tanto tiempo que Harry pensó que nunca que recuperaría. Estaba tan ensimismado que no había visto las marcas que ella había debajo en su cuerpo.

Se ducha rápidamente antes de mandarle un mensaje: me duelen los pezones :(((

No espera una respuesta inmediata así que se hace un sándwich con pepino y tomate y lechuga entre un panecillo con algo de jamón y restos de pavo. Luego echa algo de mostaza para terminar. La respuesta llega cuando él termina el cuarto mordisco; Jaja! Tardaré un poco en llegar a casa... Tuve que hacer un pequeño rodeo. Concluye con una carita sonriente y una de un beso.

Harry frunce el ceño. Sabe que será menos de una hora como máximo pero eso es menos de una hora más para tenerla con él. Es seguro que si añade una carita sonriente en vez de una triste, él sabe que es algo para los dos. Algo con lo que pueden jugar esta noche.

Él lo ha estado esperando si es sincero. No han jugado lo que parecen años así que el pensamiento ya hace que su pene se sacuda con interés. Espera que lo hagan antes de que él tenga que volver a Estados Unidos, estaba esperando desahogarse y deshacerse de algo de su ansia reprimida pasando ese-tipo-de-tiempo juntos.

Tan pronto como vuelve Bree, sube corriendo las escaleras y entra en su habitación. Grita 'no me sigas' mientras lo hace, así que Harry se queda en el sofá, entristecido por no haberla visto- o lo que tenga.

Oye las pisadas antes de verla. Está adornada con unos pantalones cortos de pijama negros y una camiseta suelta. Sus calcetines casi llegan a sus rodillas.

"Estás mona," comenta, girando en sus rodillas para poner besarla sobre el respaldo del sofá. Ella sonríe mientras tanto, mantiene solo una ligera presión en los labios antes de apartarse.

"Encontré este pollo con pasta y pesto que voy a intentar esta noche, ¿suena bien?" Dice desde la cocina y él ya puede oírla haciendo ruidos con ollas y sartenes.

"¿Pesto? Eso va a hacer que mi aliento huela," gimotea levantándose del sofá. Ha tenido antojo de pasta todo el día pero algo como Alfredo o boloñesa. No algo que será asqueroso y verde y se pegue a sus dientes.

"Hay una cosa llamada cepillo de dientes, ¿lo has oído alguna vez?" Ella ni siquiera alza la mirada del frigorífico cuando lo dice.

Harry se queda sin palabras momentáneamente cuando ella saca el culo. Los shorts se suben un poco y él tose, el pensamiento de sexo llena inmediatamente su cerebro, convirtiendo sus pensamientos previos en bazofia. La mirada que ella le da cuando se yergue le dice que ella sabe exactamente lo que ha estado haciendo.

"Bien," cede Harry, "pero será mejor que sea increíble."

Termina siendo realmente bueno- no es que él lo vaya a admitir.

Pero tiene la sensación de que ella lo sabe por la manera que sonríe por como él está prácticamente lanzándolo a su boca. "Ven aquí, dejar mirar si tu aliento es realmente tan malo."

Harry sigue sus instrucciones inclinándose hacia delante por un beso y justo cuando cierra los ojos-

Su pezón se retuerce entre sus dedos. Él sisea, se aparta para tocarlo. Ella se está riendo como una loca en su asiento, la cabeza hacia atrás como si no pudiera creerse que acaba de picar.

"Eso duele, ¿sabes?" hace un puchero aunque realmente, realmente no lo hizo.

"¿Si?" pregunta, pinchando los fideos.

"Si." Su falta de atención hace que él frunza el ceño. "Deberías hacerlo con el otro, solo para igualarlo, claro."

"Oh, claro," pone los ojos en blanco, todavía en su sitio. "No seas avaricioso Harry, tienes una larga noche por delante así que yo no empezaría a hacer peticiones ahora."

Harry respira profundamente, preguntándose lo que implicará exactamente la noche. "Deja de intentar adivinar, vas a arruinar mi diversión." Dice. "Pero cuéntame sobre tu itinerario de viaje."

Así que Harry lo hace, intentando recordar cuales son sus planes con su familia antes de que empiece el tour. Se van a quedar en dos habitaciones – Harry y Gemma en una y sus padres en otra. Está emocionado por que salgan, llamen al servicio de habitaciones, alquilen una escandalosamente cara película en la televisión de pago y luego salgan a ver Los Angeles.

Está bastante seguro de que divaga durante años y sabe que se pasó con el sirope de fresa para tortitas que le gusta echar, pero no puede evitarlo. Ella le consiente cuanto cuenta historias, siempre escucha y asiente, añadiendo aportaciones en el momento adecuado y riéndose cuando él intenta intencionadamente ser gracioso. Es adictivo lo atenta que está a sus historias, hace que él hable más y más hasta que sabe que ha estado dominando la conversación y termina con las mejillas rojas de vergüenza.

"Me encanta tu voz. Podría escucharla todo el día," había dicho ella una vez cuando sus manos y piernas estaban enredadas y estaban agotados y somnolientos.

"Hay una cosa que se llama disco, ¿has oído hablar de ellos? Tengo tres," había respondido él, muy ingenioso para esa hora de la noche.

"Oh cállate, es diferente ¿sabes?, escucharte cantar y oírte hablar."

"Lo se," Harry había sonreído y luego la había besado porque aunque ella se burlara de él por mantenerla despierta con historias alargadas y detalles inútiles, él sabía que a ella le encantaban las noches como esa tanto como a él.

"Entonces Bree le golpea, justo en el medio de la espinilla. "Au."

"Dejaste de hablar," señala.

"Oh, terminaste la cena." Su plato está limpio de los restos de la salsa pesto.

"Lo hice." Se levanta, llevándose el plato con ella. "Se bueno y llena el lavaplatos cuando acabes. Puedes venir conmigo a la ducha."

Se gira en sus pies con calcetines y sale.

Harry nunca había devorado pasta tan rápido.

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