Capítulo 9

— Lo siento, Hiccup, pero creo que no estamos en la misma pagina.

Se giro en dirección a Valka, dando algunos pasos en dirección a la Beta. Tomando las manos de la mujer de cabellos castaños de manera cálida y suave.

— No quería que malinterpretaras nuestra relación, no creo que sea bueno ni moral negar la existencia de la prometida de Hiccup en tu presencia.

— ¿Prometida?

— Así es. Astrid Hofferson, la segunda Omega más fuerte de todo Berk en nuestra generación. Ha sido novia de Hiccup después de que nos volviéramos "conocidos" por nuestro talento en todo Berk, poco después de haber sido marginados por todos. Hiccup y yo hemos estado juntos desde que eramos niños, cuando cumplimos quince Hiccup se enamoro profundamente de Astrid.

Se movió de su lugar, quedándose a un lado de Valka y con la posibilidad de mirar a Hiccup. El Alfa le miraba duramente desde su lugar a un lado de Chimuelo, el dragón se divertía entre la nieve y los nuevos dragones.

— Por todos los dioses resulto ser una Omega y no una Alfa como todos pensaban, una vez más los dioses le sonrieron a Hiccup. Es una chica fenomenal, te agradaría Valka. Es fuerte, hermosa y testadura, como cualquier vikinga de Berk. De más niños se burlaba de nosotros, pero que va eso no cuenta, las heridas dejadas en la piel no son más que recuerdos de un pasado tormentoso. ¿No es así Hiccup?

— Basta, __________.

— No. Tu iniciaste este juego, Hiccup, atente a las consecuencias.

Valka lo acerco más hacia ella, de manera instintiva su lado Beta había notado el posible peligro en que se encontraba el Omega.

— Puedes seguir, __________.

Le dijo la Beta, sonriendo cálidamente tratando de aligerar el ambiente denso que se estaba formando entre ellos.

— Estoy cansado, no quiero seguir haciendo esto. No quiero tener que salir lastimado física y sentimentalmente. Fuiste mi primer beso, Hiccup, ¡¿Eso no vale nada para ti?! ¡Creí que podríamos ser algo más pero simplemente me rechazaste y fuiste a los brazos de Astrid después de todo lo que nos hizo!... y ahora... ahora tengo la oportunidad de ser feliz con alguien ¡y te atreves a ser un completo idiota conmigo! No puedes seguir actuando como un Alfa territorial cuando no soy nada tuyo. Dejame ser feliz y formar una familia, así como tú lo haras con Astrid.

Las lagrimas traicioneras derramándose entre sus mejillas rosadas por el enojo que sentía. Hipando mientras contenía los sollozos desgarradores en su garganta.

— Dejame ir, Hiccup. Nunca podre ser nada más que tu mejor amigo, lo has dejado claro en cada momento junto a Astrid. Dejame ser feliz con alguien más, ya ha sido cruel el hecho que me rechazaras y me ocuparas como un remplazo de Astrid, teniendo que rechazar a cada Alfa que se me confesaba solamente para hacerte feliz.

Sus ojos acuosos miraron directamente los verde jade de Hiccup, el Alfa le miraba directamente con un brillo entre sus ojos díficil de leer. Sus feromonas frutillas ácidas por su colera.

— Te odio. Pero más me odio a mi mismo por haberte dejado controlarme desde que tengo quince, siguiéndote ilusamente creyendo que algún día me mirarías y te darías cuenta del amor inmenso que te tenía, que dejarías a Astrid por mi; ¡Iluso de mí! Nunca podre ser lindo de la manera en que lo es, no peleare como ella lo hace... ¡Por los Dioses! ni siquiera nuestra fisiología se parece a pesar de ser de la misma jerarquía.

Se jalo levemente sus hebras negras, desesperado por la situación en que se encontraba mientras drenaba cada uno de sus pensamientos al castaños; pensamientos que había tenido durante años y que había callado por temor a lastimar a los demás. Notó entonces que Valka le acariciaba su espalda, tratando de tranquilizarle; siendo guiada por el instinto los alfas y betas sentirían la necesidad de consolar y proteger a cualquier Omega sin importar la relación que tengan. Hiccup tan solo le miraba con una expresión desencajada en su rostro. Cansado de aquella situación negó con la cabeza suavemente.

— No renunciare a Eret, es el Alfa que mi Omega a estado esperando todos estos años. Me dejare marcar por el si es lo que ambos acordamos y quiero que mis cachorros lo tengan como su padre. Tal vez lo escuches como una desición apresurada, pero ha hecho más por mi en este poco tiempo de lo que tú haz hecho en esto últimos cinco años.

Se dio la vuelta limpiándose con furia sus ojos de las lagrimas que aún retenía dirigiéndose a su amado dragón que había dejado de jugar con los demás dragones desde que había levantado la voz, atento en cada uno de sus movimientos con un brillo preocupado en sus ojos que casi siempre poseían un brillo juguetón. Chimuelo froto parte de su cara en sus mejillas, tratando de reconfortarlo con su presencia; agradeció el gesto sonriendo y devolviendo la caricia en la cabeza de su amado dragón.

El resto de la tarde junto a Valka fue incomodo, donde la Beta actuaba como de costumbre sin querer tocar el tema de lo sucedido anteriormente, con un Hiccup que se negaba a hablar y a dirigirle la mirada y él viajando en un Cortaleña que había logrado entrenar y querer en menos de quince minutos, asintiendo y prestando atención a lo que Valka mencionaba.

Luego de que Valka le mostrara uno de los tantos secretos que tenía Chimuelo, su entusiasmo crecio mientras veía a su querido dragón saltar sobre la blanca nieve. De regreso al refugio de hielo de Valka, Hiccup comenzó a prepararse.

— No podemos quedarnos aquí esperando a que Drago ataque este lugar. Debemos hallarlo primero.

Fue lo que menciono mientras arreglaba las correas de su traje, sin dirigirle la mirada como había estado haciendo desde hacía algunas horas. Girandose hacia la dirección de Chimuelo que se encontraba rodeado de dragones bebés que no dejaban de molestarlo.

— Vamos.

Dos gritos ahogados se escucharon cuando de manera abrupta ambas bocas fueron tapadas por manos toscas y callosas, poco tiempo después de que el hubiera terminado de hablar. Su Omega interior antes angustiado se tranquilizo al haber reconocido las feromonas del Alfa que se encontraba tras de él. Nadie más ni nadie menos que el Jefe Estoico había ido en su rescate, algo que provocó que una calidez se instalara en su pecho. Chimuelo se había girado en su dirección antes de erizarse antes de apaciguarse al ver el rostro conocido.

— Tranquilo.

Había dicho el Alfa pelirrojo al dragón. Antes de que Hiccup logrará salirse del agarre del Alfa mayor, siguió su ejemplo haciendo a un lado la mano del Alfa de su boca.

— ¿Es en serio? ¿Cómo entraste aquí?

— De la misma forma en que entraron ustedes.

Respondió Estoico mientras vigilaba el entorno desconocido para él a la pregunta de su único descendiente.

— ¿Quienes?

La pregunta fue contestada cuando por detrás de ellos se escuchó la voz de Bocón afirmando que el perímetro estaba "despejado". Antes de siquiera procesarlo las manos de Jefe Estoico se encontraba en uno de sus brazos jalando de ambos hacía la salida, dando la orden a Chimuelo para que les siguiera.

— Espere Jefe Estoico. Hay algo de lo que tiene que saber.

— Sí, sí, me lo cuentas en el camino.

— No es algo que sse pueda contar en el camino.

— Ya oí suficiente.

— Son más de esas noticias que lo dejan sin habla.

Trato de convencer mientras seguía al líder de Berk lo más rápido que podía con un Hiccup detrás de él.

— Si, como todas las demás.

— Papá, a diferencia de las sorpresas que suelo darte, esta te va a gustar. Te lo prometo. Solo debes tomarlo con calma. Así que...

— Quizá tú quieras hacerte cargo de esto.

La voz de Bocón había interrumpido la charla de Hiccup con Estoico, dejando a este ultimo más confundido de lo que ya se encontraba. Bocón se sentó en una de las piedras que se encontraban cerca de allí. Estoico desenfundo su espada ante las palabras de Bocón. Ganándose una exclamación de sorpresa por su parte.

— Jefe Estoico... ¿puede guarda su espada, porfavor?

No fue necesario decir más palabras. El Alfa había parado su caminar, con las feromonas agitadas por la sopresa y admiración. Soltando la espada por su sorpresa, bajando su casco entre sus manos. La voz de Valka fue lo único que se escucho en el lugar.

— Ya sé qué vas a decir, Estoico.

Valka bajo la miraba tratando de encontrar valor antes de seguir hablando.

— ¿Cómo pude haber hecho esto? ¿Alejarme todos estos años? ¿Y porqué no volví contigo? ¿Con nuestro hijo? Bueno... ¿Qué me indicaba que podrías cambiar, Estoico?

El Alfa pelirrojo comenzó a caminar queriendo acercase a donde se encontraba su pareja. La voz de la Beta seguia siendo dura tratando de mantenerse firme en presencia de Estoico.

— ¿Que alguien de Berk podría cambiar? Les suplique incansablemente que dejaran de pelear que buscaran otra solución, pero no me escucharon. Sé que te dejé solo para criar a Hiccup pero pensé que estarían mejor sin mí. Y estaba equivocada y ahora lo sé, pero...

El cuerpo de Valka se apego al muro de hielo que se encontraba detrás de ella. Su cuerpo temblaba por el temor y la extrañeza de tener el cuerpo de su pareja tan cerca, este seguía sin mencionar palabra; asombrado y en un estado parecido al shock donde lo único capaz de hacer era adorar el rostro de su pareja.

— ¡Deja de ser tan estoico, Estoico! Adelante. ¡Grita, chilla, di algo!

— Estás tan hermosa como el día que te perdí.

La conversación termino por las palabras cargadas de afecto, anhelo y amor que el Alfa había soltado a Valka. No pudo evitar sonreir cuando se percato que ambos estaban bien, con un pequeños sonrojo en sus mejillas por las muestras de afecto por la pareja; avergonzado giro su rostro a otra dirección tratando de darles privacidad a los padres de Hiccup.

No notó la mirada persistente de Hiccup sobre él, quien estaba al tanto de sus movimientos y gestos; sonrío levemente ante su gesto mirando soñadora mente lo que una vez pudo haber sido suyo.

Fue casi surrealista estar ahí. Obviamente había cocinado en algún momento de su vida, junto a Hiccup y Estoico, hablando sobre lo ocurrido en el día; hubo momentos en que no se dirigían la palabra al momento de cocinar o comer, pero ahora ahí se encontraba preparando el fuego para la comida que Valka y Estoico preparaban; el Alfa emitía feromonas cálidas haciendo obvio la felicidad y el entusiasmo que sentía por tener a su pareja e hijo haciendo algo tan mundano como hacer la comida.

Podría recordar vagamente a sus padres preparando los alimentos, él siendo un cachorro solamente podría colaborar en preparar la mesa. Momentos que guardaba con un profundo cariño en su corazón de días que no volverán.

Hiccup era el más emocionado, contando historias a Valka mientras recogía los pescados de la cesta contando acerca de los cambios que Berk había sufrido durante los últimos cinco años junto a un Estoico que confirmaba los hechos relatados por el joven Alfa.

— Nuestros hijos han cambiado Berk para bien. Hicimos un buen trabajo con ellos.

La mirada que le dirigió Valka en su dirección le hizo saber lo orgullosa que estaba por él también. Aceptando el hecho de que respetaba el papel por el que lo había nombrado Estoico; como uno más de su descendencia a pesar de no serlo. Provocando que el plato en donde se encontraba el pescado crudo cayera al suelo siendo devorado casi al instante por Brincanube y Chimuelo.

— Hace mucho que no hago esto.

— Pues sabes. No me casé contigo por cómo cocinas.

— Eso espero.

— Y cuando te mudes para allá con todos tus dragones Drago no tendrá oportunidad. ¡Todo va a estar bien!

Fue lo que menciono Hiccup mientras regresaba de dejar el plato de comida a Bocón, quien al igual que él no había dicho una palabra.

— Más despacio, hijo. Hay mucho que asimilar.

— Entiendo...

Valka permaneció callada con el jarrón que sería llenado con agua en sus manos. Hiccup se acerco a su lugar, tratando de mantener una distancia prudente mientras estaban sentados, agradeció el gesto sin decir una palabra.

Entonces fue que Estoico empezó a silbar, Bocón no disimulo su sorpresa al reconocer la canción de la que se trataba, Hiccup miro confundido en dirección al Beta rubio; se rio suavemente por su ignorancia, él reconoció la canción desde el primer momento, había tenido que ensayarla desde los quince años: los pasos, gestos y expresiones estaban grabadas en su memoria para que completara su papel a la perfección.

Por bravo mar navegaré
Ahogarme yo no temo
Y sortearé la tempestad
Si eres para mí...
Ni ardiente sol
Ni frío atroz
Me harán dejarte
Si me prometes corazón
Amar...

La letra era cantada entre susurros que Estoico cantaba exclusivamente hacía su querida Valka. Dió un pequeño brinquito en su lugar cuando sintió los dedos de Hiccup entrelazarse con los suyos; asombrado por el gesto miro directamente al Alfa, se sorprendió cuando los ojos de Hiccup hicieron contacto visual con los suyos no habiendo ni una pizca de inseguridad por sus acciones.

Se sorprendió aún más cuando su mejor amigo se levanto de su lugar y estando con las manos entrelazadas, le pregunto con voz baja e insegura.

— ¿Considerarías bailar conmigo está canción?

— Creí que no bailabas.

— Bailo. Simplemente era demasiado inseguro como para preguntarte antes.

Notó la forma en que Hiccup mordía su labio inferior, los ojos enfocados en cualquier otra dirección que no fuera él, y las feromonas amargas por la inseguridad provocaron en él un sentimiento de compresión; había pasado por lo mismo tantas veces en el pasado que comprendía el mar de sentimientos en donde Hiccup se ahogaba.

— Bien, bailare contigo. Aunque aún tenemos una charla pendiente.

La sonrisa radiante que le dio Hiccup, le hizo olvidar por unos segundos el porqué de su pelea. Se levanto sacudiendo sus pantalones del polvo, si Hiccup había hecho todo lo posible para invitarle a bailar, él interpretaría el papel por el que había estado entrenando todos estos años de manera excelente.

Ambos se colocaron un frente al otro, levantado cada uno su antebrazo contrario al del otro y juntándolos empezaron a bailar. Primero dando vueltas lentas, aumentando moderadamente mientras la letra de la canción seguía.

Si me prometes corazón
Amarme por la eternidad
Mi buen amor
Tan dulce y leal
No quiero una empresa audaz
Es bastante si me abrazas
Con tus abrazos y tu amor
En las danzas y en los sueños
En pena y alegría igual
Conmigo yo te llevo

Su contacto visual no se vio interrumpida en ningún momento, cantando la letra como si se tratara de una promesa. Sus feromonas combinadas era la cosa más exquisita que podía haber olido, en el pasado creando y pensando en momento ficticios que jamás sucederían, desvelandose noches enteras por los sentimientos que burbujeaban en su pecho y que amenazaban por explotar.

Y ahora que había renunciado a el, a Hiccup, su amor platónico desde los quince años; por fin había logrado su mayor deseo. Pero entonces, en lugar de sentirse feliz y dichoso, se sintió como si los mismo Dioses se reirán de él. 

Bueno espero que te haya gustado este capítulo. Se que he pedido disculpas en el pasado por lo mismo, pero lamento la demora , no me he encontrado bien si soy completamente sincero, no tengo ánimo de nada. Éste capítulo se lo dedico a Dee_Adams09

Si encuentras alguna falta de ortografía, no dudes en decírmelo. Muchas gracias por todo.

Sin más que decir. ¡Hasta luego!

Atte: Naturintoka.
Publicado: 18/ Agosto/2021

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top