Capítulo 14
La calidez que envolvía su cuerpo le provocaba una sensación de calma y seguridad, no era común para él el estar en esa posición. Recuerda vagamente la calidez que le proporcionaba su madre y padre cuando él era apenas un cachorro, uno de sus pocos recuerdos del que solía dudar de su veracidad; recuerda que cuando fue adoptado por Estoico tras la pérdida de sus progenitores, el Alfa de cabellos rojizos le abrazó con fuerza desparramando sobre sus hombros una serie de plegarias, disculpas y consuelos, su pequeña mente infantil sin comprender la magnitud de la situación mientras recibía las miradas llenas de lástima de la gente de su pueblo; y durante su infancia cuando compartía la cama con Hiccup a causa de una pesadilla o de una tarde de juego que había agotado sus energías, el castaño le abrazaría suavemente algunas noches y otras tomaría su brazo como una almohada dejándola con su saliva.
Dejó de dormir en la cama de Hiccup cuando su flechazo por Astrid Hofferson comenzó y desde entonces su vida había estado privada de ese tipo de contacto.
No se sorprendió cuando se dio cuenta cuán hambriento se encontraba de ella.
Ahora se permitía estar envuelto en los fuertes brazos de Eret, el contacto de piel con piel derretía su lobo interior que no paraba de ronronear.
Ese mismo día, cuando el sol se escondió detrás del mar, tanto Eret como él habían dado paso a una parte importante de su relación, esa misma noche en la oscuridad de la habitación mientras estaban envueltos en las sabanas de su cama y tras varios besos apasionados, Eret como su Alfa había entrado dentro de él, la atmósfera de la habitación había sido cálida y romántica, Eret adoro cada parte de su cuerpo y beso con ternura su rostros, sus manos y sus hombros, evitando tocar la parte de su cuello que tendría que seguir inmaculada hasta el día de su boda y el Omega de cabellos castaños lloró contra la almohada por que el sentimiento de sentirse completamente amado por alguien más era abrumador para él.
_______ rezó a Odín por que el Alfa que se encontraba con él esa noche fuera su pareja predestinada, cuando sintió como las caderas de Eren empezaban a ser irregulares sus oraciones empezarón a perder sentido hasta que fueron un simple ruido blanco en el fondo de su cerebro, el pesado aliento del Alfa chocando contra su cuello provocaba que su piel se erizará, el Omega de cabellos negros abrazo por los hombros a su Alfa mientras sentía su propia liberación caer sobre el estomago de Eret, pronto la sensación de ser inundado por la escencia de Eret lo hizo soltar un pesado suspiro; no se había percatado del momento en que detuvo su respiración y se sobresalto al sentir gotas saladas bajo su cuello.
- Perdoname ________.
- ¿Qué pasa, amor? ¿Por qué me pides perdón?
- _________ de verdad lo lamento tanto.
Fue entonces que entendió las incesantes disculpas del Alfa, la falta de un nudo se hizo evidente. Su estómago se hundió ante tal claridad, su lobo interior se intranquilizó. Las feromonas de Eret se hicieron amargas y las rápidas respiraciones del Alfa le hicieron actuar del modo maternal que caracterizaba a los Omegas, tomó entre sus manos la cara de Eret quien había bajado la mirada y ocultado tras su pelo desamarrado, levantó la cara del Alfa de la cual corrían lágrimas sobre sus mejillas, los ojos inundados de tristeza de Eret le miraron directamente.
_______ limpio las lágrimas de las mejillas del Alfa y lo acerco lo suficiente a sus labios dejando una serie de besos llenos de amor por la frente, los párpados y mejillas de Eret.
- Eret, amor mío, no te atormentes por esto. Sabíamos que era una probabilidad y aún de esta manera, ésto no cambia nada de lo que siento por ti. Te amo Eret, te amo como no he amado a nadie y quiero que seas tú mi compañero de vida.
Eret no respondió a sus palabras, asintió únicamente contra su pecho, el de cabellos azabaches recordó este gesto como algo que un niño haría tras ser consolado.
________ desconocía cómo es que se trataba el tema de "parejas predestinadas" en el clan anterior de Eret.
En Berk las parejas predestinadas eran muy respetadas, se creía por creencia que eran dos mitades de una misma alma lo que unía a estas personas y que debían de permanecer juntas en esta y en todas sus próximas reencarnaciones; el hecho de que alguien interviniera en esta unión se consideraba una ofensa ante los Dioses, pues éstos habían creado esa unión irrompible; sin embargo, en Berk, había personas que no necesariamente eran una pareja predestinada, ya fueran parejas de Alfas y Betas, Betas y Betas, Omegas y Betas.
Pero sabía que no todas las islas y mucho menos clanes tenían este tipo de pensamiento, cada una de ellas les daba un diferente peso de importancia ante las "parejas predestinadas".
Eret salió de él, a pesar de tener el cuerpo sucio por los actos anteriores, _________ decidió que podía permitirse relajarse en ese estado, lo importante para él en ese momento era su pareja. El Alfa rodeo su cuerpo en sus brazos dejando besos sobre sus cabellos negros, las feromonas madera de Eret empezarón a volver su estado normal, ninguna alteración amarga sobre ellas hasta que el Alfa se quedo dormido.
Sus pensamientos comenzaron a ser erráticos, amaba a Eret, de eso no había ninguna duda. Podría casarse en ese mismo momento si Eret se lo propusiera, podría tener una linda y grande familia juntos, vivir por lo que restaba de su vida a su lado.
Pero entonces... ¿Por qué se sentía tan nervioso? ¿Por qué tenía esta sensación de ansiedad en su pecho?, tal vez había sido por la falta de palabras de Eret, la falta de una confirmación acerca de sus sentimientos. Tenía miedo que el Alfa decidiera dejarlo después de esto.
Se rió mentalmente, Eret no podría ser esa clase de Alfa. Eret era alguien excepcional, saliendo del margen de lo que había conocido desde que tenía memoria.
No era como Estoico, ni como Patán, mucho menos de cómo Hiccup.
Con cuidado se levantó de su cama procurando no levantar al cansado Alfa con su movimiento mientras se dirigía a tomar un poco de hidromiel. Necesitaba un poco de alcohol antes de poder seguir con la ansiedad creciente en su pecho.
Camino hacía su cocina, con la playera grande de Eret como única prenda, le gustaba sentir las feromonas madera del azabache contra su piel mezclando sus propias feromonas olor a frutillas. Se sentía seguro con la playera de Eret sobre él.
Encendió una vela para poder mejor su cocina, bajo su tarro de madera favorito antes de dirigirse por el hidromiel. Aunque mucho antes de que pudiera llenar su vaso de líquido, tocaron la puerta.
Sabía que era pasado de la media noche, su lobo interior empezó a imaginar los peores escenarios posibles para que alguien llamará a su puerta en ese momento, se encamino hacía la puerta con una hacha en mano que dejó caer en el suelo apenas vio los ojos verdes de su amigo de la infancia.
- Hiccup, ¿Pasa algo?
Preguntó _________ mientras veía al Alfa frente a él.
Hiccup Haddock siempre sería un enigma para él, ahí frente a su puerta se encontraba el castaño con su traje de pelea hecha de escamas de su querido dragón, Chimuelo. El casco de su traje se encontraba en una de las manos del Alfa, lo que dejaba ver sus cabellos despeinados y un par de trenzas hechas por Astrid. La mirada de Hiccup era algo insegura, tratando de evitar el contacto visual con él.
__________ no era un ciego y menos un mentiroso, podía reconocer que Hiccup era guapo, aún más después de aceptar el papel de uno de los "jefes de Berk", la autoridad y dominancia que irradiaba de él era algo por lo que todo Beta y Omega suspiraban -era bien sabido que tanto Hiccup como él tenían un pequeño círculo de fans-, Hiccup carraspeo su garganta antes de hablar.
- Tenemos que irnos, _______, la redada tendrá que hacerse antes de que amanezca.
__________ recordó entonces que esa misma madrugada era la redada, redada que habían aceptado tanto Hiccup como él para evitar que Valka hiciera todo por su propia cuenta. Se golpeó levemente la frente, había olvidado por completo esa tarea, luego de que las cosas con Eret empezarán a subir de tono.
- Espera un momento, tengo que ir por mi traje.
Habló apresuradamente antes de cerrar con algo de fuerza la puerta de su hogar frente a Hiccup. El de cabellos castaños no tuvo tiempo siquiera de decir algo.
El Omega corrió hasta su cuarto directamente a su armario que tenía su traje de batallas, hecho a base de las escamas de Chimuelo, dio un vistazo rápido a la habitación mientras se quitaba la camisa de su pareja, Eret seguía profundamente dormido. Tomó sus armas y salió de la habitación después de haberle dado un beso en la frente a Eret.
Cuando volvió a abrir la puerta, Hiccup se encontraba recargado en la pared viendo al suelo hasta que levantó su mirada esmeralda en su dirección. Un leve destello paso por los ojos verdes del Alfa.
- Podemos irnos, ya estoy listo para patear traseros.
Comento con una sonrisa antes de encaminarse a donde se encontraban sus demás amigos con sus respectivos dragones.
Hiccup no supo el por qué había decidido ir por __________ hasta su hogar esa misma noche, se dio a sí mismo la tarea una vez que empezó a notar que el tiempo pasaba y no había ninguna señal del Omega e ignoró por completo los reproches de Astrid cuando mencionó en voz alta que iría por _______.
Mientras caminaba en dirección a la casa del Omega, su lobo interior no paraba de retorcerse y moverse con un deje de ansiedad como si no fuera consciente de un posible ataque, dió una mirada a su alrededor antes de seguir caminando y darle poca importancia a su lobo.
Había pasado un año después de su pelea contra Drago y la festividad de las gestas que se dió en Berk, desde entonces se decidió por actuar de una mejor manera cuando se trataba de _________; y es que, después de un análisis profundo de sus propias acciones había llegado a la conclusión de que era un completo idiota. Era casi obvio y tortuoso notar las veces que _______ había estado ahí para él desde antes de que fueran alguien en Berk, el chico de cabellos azabaches estaba ahí cuando nadie más lo estuvo.
Por supuesto que durante la edad de quince años notó algunos cambios que nunca había notado antes en cuanto a la relación con su mejor amigo, observando a ________ mientras aprendía con él acerca de los dragones. Recuerda cómo en una de esas tardes veía a ________ siendo completamente eterno, los ojos negros del chico estaban sobre Chimuelo, los rayos de aquella tarde caían sobre ______ con gracia resaltando la belleza natural del chico y sus labios curveados en una sonrisa; Hiccup tuvo que apartar la vista antes de que su amigo se diera cuenta de sus mejillas sonrojadas.
También recuerda cómo es que había robado el primer beso de su amigo antes de la batalla donde perdería su pierna. Un castigo justo después de que ilusionara de esa manera a _________.
¡Por Odín! ¿Acaso se podía ser tan idiota?
Y después de eso solo empeoró su relación con ________, primero con la llegada del celo del Omega, hasta donde por culpa de los celos que le carcomaniaban el pecho le mintió a su propia madre acerca de su relación con __________.
Admitió para sí mismo que todas aquellas actitudes habían sido provocadas por un mal manejo de sus celos; y que, por falta de honestidad consigo mismo, seguía con Astrid.
Por ello y desde hacía un año, había empezado a actuar de mejor manera cuando se encontraba con ________, tratando de salvar la amistad que habían cultivado desde que eran cachorros y su relación con Astrid había ido deteriorándose con el tiempo.
Sabía que Astrid estaba empezando a intuir el por qué del cambio en su relación -esperaba que no supiera que se trataba por _______-; por esa misma razón, la Omega de rubios cabellos evitaba la mantener una conversación larga con él, de alguna manera pensando que haciendo eso, evitaría la inminente ruptura.
Cuando llego a la casa de _______, trató de acomodarse sus cabellos castaños, queriendo estar lo más presentable para el Omega. Tocó la puerta y esperó. Escucho movimientos dentro del hogar, antes de que la puerta se abriera revelando a ________.
Su respiración se detuvo en el momento en que sus ojos verdes vieron a ___________. El Omega se encontraba con el cabello desarreglado y los labios hinchados, un leve color rojo se encontraba en sus mejillas - como si se hubiera estado ejercitando antes de que él llegará-, y entonces su mirada bajó hasta el cuello de su amigo.
Fue entonces que supo que __________ estaba haciendo "otro" tipo de ejercicio antes de que llegará.
Parte de los hombros y cuellos del Omega se encontraban salpicados de mordidas y chupetones de colores rojos y morados, también se percató de que la única vestimenta del azabache era una camisa que apestaba a las feromonas de Eret.
Hiccup no supo qué clase de fortaleza tuvo para hablar con naturalidad con ___________, ignorando el dolor en su corazón y tratando de evitar la línea de pensamientos que giraban en torno a _________ y Eret.
La bruma del mar había ayudado a que llegaran al barco de los cazadores de dragones sin ningún problema, los primeros en bajar habían sido Hiccup y __________, al tener un poco más de experiencia y por ser los primeros en dominar dragones, ambos era los "líderes" de su pequeño equipo.
Hiccup se encontró frente a un Alfa, que cuidaba las celdas de los dragones, __________ fue el primero en prender su espada de fuego.
- ¿Quién eres?
Preguntó el Alfa mientras apuntaba a la dirección de ambos con la linterna que cargaba. Fue entonces que Hiccup sin decir ni una palabra llevó su dedo índice en donde se encontraban sus labios cubiertos por el casco. Una clara señal para que el Alfa decidiera guardar silencio.
Chimuelo se escabulló por detrás del hombre, unas cuantas escamas brillaban en la oscuridad, dejando a éste entre los tres; el primer instinto del Alfa fue pelear, lanzándose sobre Hiccup con su lanza, __________ evitó que este Alfa rozará a Hiccup, dirigiendo la pelea con él.
El hombre lanzó su linterna en su dirección, el fuego de la vela hizo arder el suelo de madera del barco y pronto el fuego empezó a expandirse, Chimuelo se acercó a donde se encontraban sus jinete; sin dudarlo, pasarón sobre las llamas sin inmutarse por el fuego. El Alfa gritó de terror.
- ¡Ustedes son unos demonios!
- No. No. No somos unos demonios.
Dijo Hiccup mientras intentaba seguir con la misión sin hacer ruido pero fallando exitosamente cuando decidió hablar para explicarle al hombre frente a ellos que no eran demonios.
- ¿Ves? Solo somos unos chicos, somos unos chicos que están aquí para rescatar a estos dragones, así que...
- ¡¿Pero caminaron sobre el fuego?!
- Fue por las escamas, a los dragones se les caen muchas.
Trato de justificar Hiccup, mientras que el hombre frente a ellos retrocedía temeroso de ellos.
- Reconozco a un demonio cuando lo veo. ¡Ninguna pierna humana es tan delgada!
Dijo el hombre mientras señalaba la prótesis de Hiccup, _________ trató de amortiguar una risa.
Pronto el dragón de Patán aterrizó detrás del hombre envuelto en llamas.
- Esa es una buena entrada. ¡Échale una mirada a la mía!
Gritó Patán mientras miraba en su dirección, un intento en vano de quedar bien con él. _______ no pudo contener una carcajada cuando el Alfa de cabellos negros y estatura corta grito de dolor cuando las llamas de fuego quemaron su trasero.
- ¡Lo sabía! ¡Hay más demonios!
- Ese es sólo un tonto que olvidó cubrir su trasero.
Fue su turno de hablar, mientras se terminaba de burlar de un Patán malherido.
- He aquí, su peor pesadilla junto con su hermana que insistió en venir.
- ¿Esa es mi presentación?
Dijo la Beta con un tono claro de molestia. Las voces de los gemelos se escucharon mientras empezaban a pelear entre ellos.
- Patapez, ¿otra vez con el bebé?
Preguntó _______ mientras veía a Patapez caer hasta donde se encontraba junto a Hiccup, el bebé de dragón se encontraba en sobre el pecho de Patapez asegurado con un portabebés.
- Esto es una redada
Se quejó Hiccup, el Beta se disculpó con Hiccup.
- ¡Demonios por todas partes! ¡Es el fin del mundo!
Gritó el hombre mientras los miraba horrorizado y trataba de huir de ellos, antes de que fuera dejado inconsciente por Astrid.
- Astrid, lo tenía justo donde lo quería.
Habló ______, mientras se acercaba caminando en dirección a la Omega. Astrid le miró desdeñosamente antes de hablar.
- Y ahora, está justo donde yo lo quería.
- ¡Sigamos trabajando!
Fue lo único que dijo Hiccup al ver la interacción tensa entre ambos Omegas. Astrid le miró con molestia, ________ le devolvió la mirada, ambos sabían que esa pequeña pelea no había acabado allí.
Se dedicaron a abrir las jaulas de los dragones, hasta que los demás compañeros de equipo del Alfa inconsciente llegaron. Hiccup, Astrid y él se dedicaron a enfrentarlos, dando tiempo a sus demás amigos para rescatar a todos los dragones que pudieran.
- Pensé que se suponía que era una misión secreta.
- Sí, siempre empieza así.
- ¡Cuidado!
Su breve conversación con el Alfa de cabellos castaños se vio interrumpida cuando notó el posible ataque de un Beta contra ellos. Tormenta fue más rápida, llevándose al hombre entre sus garras lejos de ellos.
- ¡Gracias, Tormenta!
Fue recompensado con un rugido amistoso del dragón.
- ¡Muévanse! Tenemos a todos.
Dio la indicación Hiccup, dando así paso a la retirada.
- ¡Chimuelo, hora de irnos!
Gritó dirigiéndose hasta un extremo del barco junto con Hiccup. Los hombres enojados empezarón a rodearlos, y pronto desde la distancia, vió a su querido dragón abriéndose paso entre la multitud de Alfas y Betas.
En un rápido y acostumbrado movimiento tanto Hiccup como él se montaron sobre Chimuelo mientras se alejaban del barco.
Bueno espero que te haya gustado este capítulo. Si encuentras alguna falta de ortografía, no dudes en decírmelo.
Este episodio va dedicado a todos ustedes, agradezco infinitamente sus lindas palabras y el apoyo que me han mostrado después del último capítulo. Les envío un fuerte y cálido abrazo a todos y cada uno de ustedes.
No olviden votar ni comentar, me divierto mucho leyendo que es lo que piensan a medida de que se desarrolla el capítulo.
Y sin más que decir. ¡Hasta luego!
Atte: Naturintoka.
Publicado: 09/ Diciembre/2024
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