What could have been love-Aerosmith

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Contenido explícito

Luka apenas y pudo poner atención durante la comida con su hermana recordando el mágico encuentro que había tenido con aquella chica a la que durante años pensó solo como un sueño.

Estaban sentados uno a lado del otro Chloe miraba el cielo y Luka como reflejo el suelo.

¿Que más le podía decir?...

—¿Por qué te quedas mirándome sin decir nada? De pronto te quedas muy callado—preguntó sin siquiera mirarlo para romper el hielo, pues la chica había notado el extraño comportamiento.

—¿Te diste cuando te estoy mirando? —Su sonrisa se ensanchó y miró su estructura física con devoción, para luego levantar la vista y posarse sobre el rostro de la contraria.

—En realidad me pongo un poco nerviosa cuando alguien como tú me observa con esos ojos tan...

¡Luka!

¡Luka!

¡LUKA!

Su hermana lo miraba con algo de molestia al notar que el chico estaba en otro lado menos en su conversación . Lo miraba directamente y eso lo puso un poco nerviosp. —¿Esta todo bien?— pregunto esta vez con algo de preocupación.

—¡Si!— desvío la mirada para ocultar su sonrojado rostro. —la verdad, no me siento muy bien que digamos, la cabeza me duele y no me puedo concentrar...

—¿Quieres que te acompañemos al médico?— preguntó Rose algo preocupada.

—¡No, no es necesario!

—Podemos acompañarte — dijo la pequeña rubia amable como siempre.

—¡Estoy bien!— ya medio fastidiado volteó el rostro e intento poner más atención a la conversación.

—¿Entonces? ¿cuando va ser la boda? No me digas que piensas dejar ir a alguien tan maravilloso como lo es Aurora.

Luka miró un momento el panorama y luego simplemente dejó caer su cuerpo sobre el respaldo de la silla —Es demasiado pronto como para decidir algo así.
Tanto Juleka como Rose se miraron entre si, estaban algo confundidas. Entonces el muchacho al fin reaccionó. —Ella y yo estamos probando estar juntos.— Trató de sonar calmado.

—Te fuiste a Brasil por casi 4 años y desde que volviste no fuiste el mismo, Aurora te ha hecho sonreír de nuevo. Yo no quiero estar preocupada por ti todo el tiempo como mamá.

—¿Mamá ?— repitió Luka

—¿Juleka? — Rose tomó su mano y la miró detenidamente. La joven estaba algo seria y pensativa. Aquellas palabras de verdad habían tomado mucha importancia. Pues a ambos les solía recordar a su madre.

—Estoy bien amor, tranquila— sonrió ella, tratando de disimular lo triste que estaba.

Al terminar la comida con su hermana y como ya era costumbre Luka esperba Aurora , ya que la chica había estado ocupada grabado unas escenas para la serie en la que trabajaba. En total silencio observaba como la gente corría de un lado para otro solo para complacer a la estrella del momento, la considerada la mujer más bonita de todo París.

Culpa

No quería hacerla llorar, ella no se lo merecía.

Pero...

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—En realidad me pongo un poco nerviosa cuando alguien como tú me observa con esos ojos tan posesivos. Es que no logro comprerder que piensas de mi— suspiró sonoramente. —Parecias tan feliz de verme y ahora supongo que me miraras pensando que soy una patética llorona— se rascó la cabeza.

Luka miró su rostro y esta por alguna razón se sintió bien. —No pienso nada en particular sobre ti, solo te miro y ya. No importa si lloras frente a mi. —con suavidad acomodó un pequeño mechón de cabello detrás de su oreja.

—Yo —sonrojada se puso pie alejándose rápidamente —Está por amanecer y debo irme por...

Luka la miró desconcertado y sin entender por qué su musa había guardado silencio.
—Chloe

—¿por qué? – se puso abruptamente de pie.

—¿Que?

—¡¿Por qué no llegaste a nuestra cita?! ¡No sabes todo lo que yo te esperé! ¡Lo mucho que deseaba verte!— dijo ella alzando mas su tono de voz.

—Fui todos los días desde nuestro encuentro. Estuve esperando por meses, incluso en estos momentos estuve ahí.

—Mentira —intentó huir pero el la detuvo
—déjame en paz —Chloe ni siquiera lo miró al decir aquellas palabras.
Sin apartar la mirada de ella, el gallardo hombre se dispuso a acercarse a la hermosa chica quien mantenía sus pequeñas manos juntas sobre su pecho, mientras lo miraba de mala gana —Si es todo, creo que me voy a casa, después de buscarte tanto creo que a sido un error.

—escúchame— se acercó un un poco a ella.

—¡Basta!— rápidamente limpió las pequeñas lágrimas que empezaron a asomarse en sus cristalinos ojos.

—No estoy mintiendo, te amo. Te amo toda y sobre todas las cosas. Incluido el tiempo.

—¡No sigas con esto!— gritó mas molesta alejándolo un poco.

—¿Quieres tan siquiera verme a los ojos. Te lo volveré a explicar ¡Cuando lo hicimos por primera vez!...

Sonrojada le dio un pequeño empujón para intentar silenciarlo —¡Cállate! ¿No conoce el pudor? Alguien puede oírlo.

—No me importa, que se enteren que te hice mía. Y aunque solo fue una vez ha sido el momento más hermoso que guardo. Que en todos estos años he pensado en ti y solo en ti. Chloe la primera vez que te hice mía, decidí entregarme a ti en cuerpo y alma. No es algo que otra persona pueda quebrantar así de fácil. Ahora que te te encontré ten por seguro que no me iré de tu lado, no me quiero ir de tu lado— la tomó del mentón y levantó su rostro. —Sé que intentas no llorar y esta bien, no me gusta verte derramar lágrimas, solo quiero verte sonreír— se acercó a sus labios, consiguiendo el objetivo de besarla y apaciguar sus malas emociones.

La mujer desea apartarse de su contacto, pero sus palabras la convencieron y aquel beso había logrado sacarla de si. Lo que provocó que siguiera su ritmo hasta el punto de quedarse sin aire y verlo a los ojos. Logrando percatarse de aquella mirada sincera y llena de amor que no hacía mas que reflejar ese deseo que también la invadía a ella.
—Luka.

—Chloe— Continuó besando sus labios, tan dulces y suaves como recordaba. —El sabor de tus labios, es perfecto —Involuntariamente la cargó sobre sus brazos y la llevo hasta la cama, sin parar dándose besos acelerados y lentos, jugando con sus labios que poco a poco ganaban terreno en sus cuerpos, llegando al cuello, orejas e incluso las manos que por ratos acariciaban lo prohibido. —Te amo.— Como si de una muñeca se tratará la rubia dejo que aquel hombre que le robaba suspiros siempre, hiciera todo con ella. Aunque claro lo disfrutaba y con suma torpeza trataba de hacerlo sentir bien. Pero el le ganaba por mucho.

—Te amo Luka— Decía su nombre entre jadeos, mientras sentía como sus manos recorrían debajo su fina ropa. además de los besos en el cuello que la hacían suspirar incontables veces.
El buscaba desesperadamente sentir sus pechos, sentir sus labios, sentirla toda. No le bastaba con solo eso, el escuchar sus jadeos mientras repetía su nombre encendía más y más su cuerpo, que estaba buscando mas calor.
Sin darse cuenta ya se había quitado la camisa, y en otro movimiento retiró algunas prendas de ella. Se dispuso a besar su cuello bajando lentamente hasta sus pechos, acariciando sus pezones con los dedos, sintiendo la dureza de estos, por consiguiente comenzó a lamerlos también. Desprendían un sabor dulce y femenino.

Chloe permanecía inmóvil, con los ojos cerrados y cubriéndose la boca para que el no escuchara sus gemidos. Pero este se acercó a su oído y le susurró —Déjame escuchar tu voz— ella obedeció y comenzó a soltar pequeños y adorables gemidos, que reflejan placer, excitación y deseo. Gritaba su nombre incontables veces, mientras lo tomaba del cabello, para pagarlo más a ella...

El hecho de saber que la hacia sentir tan bien y escuchar esos lascivos sonidos lo dejaban mal.  La rubia movió un poco sus piernas, sintiendo fuertes punzadas en la zona baja así como una inminente corriente eléctrica que recorría su cuerpo.
Trataba de hablar pero le era verdaderamente imposible, sus gemidos le ganaban y aumentaron aún más, gracias a que su mano bajó a la parte mas íntima que poseía haciendo presión en varias ocasiones.

—¿Te gusta?.

—Si— Con solo mirarla a los ojos el joven hombre se dio cuenta de lo que ella quería lo sabía; deseaba ser penetrada lentamente, nunca antes la había visto así.

— Chloe—Susurró.

—Te necesito más que nunca— podía sentir sus delicados dedos recorriendo su espalda.

Bajó de nuevo hasta su entrepierna, acariciando el suave camino para luego meter sutilmente la mano por debajo de la última pieza de ropa interior. Estaba empapada, sabía que no resistiría mucho, al igual que el, pues lo había excitado tanto que le dolía usar pantalones. Sin pensarlo dos veces se los quito. Se colocó encima de la delgada dama y con ambas manos comenzó a bajar la poca ropa que le queda, todo hasta dejarla desnuda totalmente.

—¡hazlo ya!— Al mirar sus ojos comprobó, que el también estaba explotando por el deseo de tenerla. Así que la sujetó por las caderas preparando ambos cuerpos. Podía sentir como el calor en su interior crecía mas y mas, llegando al punto de no poderse controlar.

—Lo haré ahora— habló con firmeza Luka.
Su deseo por Chloe era más que una ilusión. Estaba seguro de que la amaba, la amaba mas que a nada y no podía imaginar un mundo sin ella y su aroma, su calor, su suave persona amable pero e impredecible. Justo en ese momento fusionó su cuerpo con el de ella, con solo ese encuentro su mundo había recuperado el color des que carecía.

Apresurado había dejado los movimientos suaves atrás y había pasado a embestir con rudeza. La rubia quería ahogar sus gemidos para que nadie los escuchara, pero simplemente se volvió imposible. El placer que ese hombre le causaba la estaba enloqueciendo mas y mas.
—¡Chloe!— las lágrimas se hicieron presentes en sus ojos.

—¿Que pasa?— colocó la mano sobre su mejilla y limpio el resto de las lágrimas.

—De verdad te amo. Lo hago.

—También te amo, eres el único fragmento de mi esperanza en mi vida. No me abandones. Te lo suplico.

—Nunca te dejaré te lo juro— Disfrutando al fin de esa cálida sensación, continuó con su acto de amor.

Con cada segundo juntos, sus cuerpos se volvían más calientes y los gemidos se convertían en gritos de placer. Haciendo que la habitación se llenará de ellos...
Luka suspiraba pesadamente, tratando de mantener un ritmo normal en su respiración y no gemir como perro en celo. Las manecillas del reloj marcaban que había pasado ya un tiempo determinado y ahora se podría apreciar perfectamente la lujuria en los ojos de aquel joven, quien ahora no paraba de gemir el nombre de su amada y podía ver directamente el rostro de la bella rubia, podía besarla y seguir dejando marcas en sus hombros al igual que su cuello y espalda. Cada quejido y gemido hacía que se excitara más y más queriendo penetrarla con más pasión.
Aprisiono los brazos de Chloe con sólo una mano, imponiendo fuerza y recorriendo el cuello de esta con su lengua, sus caderas deseaban moverse sobre ella y así lo hizo. Con su mano libre elevó las caderas de la fémina para tenerla más de cerca y crear nuevamente movimientos que invitan a cierta actividad. —Chloe, estoy por llegar a mi limite— Sin detenerse tomó las caderas de su pareja y la movió para poder hacer mejor su embestida final, con pasión y amor, dando a entender cuánto deseaba a la joven.

Los delicados brazos de Chloe lo rodeaban con fuerza, cansado cayó sobre su cuerpo jadeando y empapado en sudor. —Ven aquí— Chloe dio un suspiro y se recostó a su lado igual de agotada. El chico se acercó para darle un suave y cálido beso, para culminar con aquel acto romántico pero desenfrenado. —Chloe

—Bourgoise, Chloe Bourgoise tengo 27 años del 11 de agosto ,soy leo, trabajo como maestra de ballet en Nueva York, odio la pizza y la sopa y amo el Sushi color favorito es el amarillo y...

Las lágrimas le impidieron terminar.

—Luka Couffaine, 27 años solitario con un gato en casa soy del 23 de febrero creo que picis nose mucho de eso, ex músico me dedico a restaurar y vender instrumentos adoro el azul y a mi si gusta la pizza pero juro por dios que por ti comería Sushi todos los días— con fuerza la abrazó y besó su frente. —por favor, ya me dejaste hacerte mía. Ahora déjame convertirte en mi esposa, convierte en mi mujer Para siempre. Solo así podremos estar juntos para siempre.
Con lagrimas en los ojos ella asintió. Las cosas no le podrían haber salido mejor.

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Algunas horas antes

La claridad del sol se asomaba por la ventana después de la fuerte lluvia de la madrugada y eso hizo que Adrien se levantara. Hundido en sus pensamientos no había dormido en toda la noche preocupado por su chica y mucho menos lo haría al amanecer. Fue un alivio verla entrar algo confundida, sin embargo eso no le quitaba ese sentimiento de ira.

—¿Chloe? —Su voz parecía haberla sacado de alguna clase de transe.

—¡Adrien!

—Estaba esperando a que volvieras. Dime ¿Donde estabas?

Preocupado Adrien miraba con completa seriedad atraves de la ventana del departamento de su novia.
No parecía el risueño chico de siempre, mas bien se notaba enojado. sus ojos verdes reflejaban la terrible noche que había pasado y eso preocupo a Chloe.

—¿Que haces aquí?

—Tu ropa no se ve nada bien.

Su eterna mala suerte hacía de las suyas. Adrien caminó hacia ella y la miró con curiosidad, mientras que a Chloe las manos le temblaban, como las lagrimas suelen hacerlo en los ojos antes de brotar.
Ninguna excusa llegaba a su mente. Su novio tenia razón, su ropa era un completo desastre y no queria ni imaginar su cabello, incluso lo llevaba suelto y algo mojado.
Con un alto nivel de vergüenza retrocedió un par de pasos, Ella era Chloe Bourgoise . ¿Donde habían quedado todos esos años de clases de buenos modales? ninguna Bourgoise, ¡No! Ninguna señorita en su sano juicio pasaría la noche fuera de casa con un hombre...

Continuará...

Un nuevo capítulo
La verdad he tratado de escribir y poder agarrar algo de inspiración peor no tengo idea de lo que pasa.

¿Que pasará con sus respectivas parejas?

En fin espero les guste
Comenten y voten eso me motiva mucho a seguir adelante, los amo.

Bueno sin más me despido.
Gracias por leer y perdón por las faltas de ortografía, si les gustó no olviden votar o comentar, saben que su opinión es muy importante💙💛

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