Capítulo XIII
No tenía idea de si el plan funcionaba o no, ya había pasado un mes desde que iniciaron con esa idea y Makio parecía no tener intenciones de volver con Uzui. En parte, le aliviaba, y por otra, aún no comprendía a Tengen. Tanjirou e Inosuke miraban cómo su amigo parecía un muñeco ante los cariños que le daba el albino.
Estaban cerca de Makio y Uzui aprovechaba ese momento para acercarse más al rubio ya que este no se resistiría ni discutiría. Por eso, ahora lo tenía acorralado contra la pared, manteniendo la cercanía disfrutando del aroma de los cabellos dorados, bajando para besar su mejilla sin prisa.
Zenitsu se inclinaba a un costado con cada beso que Tengen le daba en su rostro, tenía los ojos cerrados y el ceño fruncido. Sus mejillas estaban encendidas y dejaba que Uzui siguiera encariñándose con él. Abrió los ojos de golpe y lo apartó cuando sintió los labios de Tengen en su cuello, quien había mordido levemente esa zona. —¡Hey! ¡Ahí no! —reclamó sonrojándose con intensidad. Uzui lo miró con una sonrisa divertida.
— ¿Por qué no? —preguntó cambiando de expresión a una apenada, intentando que Zenitsu se sintiera mal por reprocharlo. El rubio se descolocó, desvió la mirada ruborizado y le dio unas palmaditas en el brazo.
— Nos vemos más tarde —dijo, haciéndose a un lado para ir a su clase, apresurando los pasos. Uzui volvió a sonreír, estaba satisfecho al dejar una leve marca en su cuello.
Inosuke y Tanjirou ingresaron rápidamente al aula, fingiendo que no vieron nada, su amigo parecía estar un poco cohibido.
— ¿Y... esa mordida? ¿Te lo hizo tu perro imaginario? — preguntó Inosuke con una sonrisa burlona, no pudo aguantar preguntar. Zenitsu se alarmó y volvió a ruborizarse al recordar a Uzui. Tanjirou se giró completamente para ver aquella 'mordida'.
— Cállate... y no, en realidad apareció de la nada. No tengo idea, ¿alguna señal de que soy el elegido? — respondió fingiendo drama. Tanjirou levantó una ceja, mirándolo incrédulo.
— Wow, ¿el elegido de Uzui tal vez? — tanteó, escandalizando al rubio y provocando que Inosuke riera con ganas.
— JAJAJA, ¿cómo dejaste que te lo hiciera? ¡Momento! ¿Acaso ya... hicieron...? — Inosuke se sorprendió, abriendo la boca por lo escandalizado que estaba. Zenitsu empezó a forcejear con él, provocando más risas en el de hebras azuladas. — AY —
— Era de esperarse de Uzui, es un chico muy lanzado. ¿Te gustó? — tanteó mirándolo curioso. El rubio se detuvo, dejando libre a Inosuke y volviendo a ruborizarse. Arrugó la nariz y quiso negar con la cabeza, pero terminó asintiendo.
— JA. 'Yo no soy gay' — Inosuke remedó y parafraseó a su amigo rubio que una vez había dicho que no quería fingir ser novio de Uzui porque no era gay. Zenitsu entrecerró los ojos y respiró profundo.
— Voy a ignorar eso — dijo señalando a su amigo de hebras azuladas. — Y..., no quiero mentir... — respondió inseguro, bajando la mirada. Sus amigos sonrieron divertidos.
— Monitsu, Tengen te lanza demasiadas indirectas, ¿qué más quieres para avanzar al siguiente paso? —Inosuke estaba perdiendo la paciencia, no podía ver cómo seguían 'jugando' sin accionar.
— Eres el único que no quiere aceptarlo — añadió Tanjirou, agarrando su lápiz para empezar a escribir en su cuaderno. — ¿A ti te gusta él, verdad? —fue más directo, alarmando a su amigo rubio. Inosuke entrecerró los ojos.
— No es tan fácil..., él no ha dicho nada aún —respondió bajando la mirada.
— ¿Pero te gusta sí o no? —preguntó Inosuke exigiendo una respuesta clara. Zenitsu frunció el ceño, asintió con la cabeza y se giró para concentrarse en sus tareas. Sus amigos sonrieron satisfechos.
Si tan solo se hubiera enfocado en el plan, si no hubiese dejado que el albino lo llevara a ese lugar que ahora era su sitio favorito. Si no hubieran conversado más de la cuenta, si no hubiese dejado que Tengen lo dibujara, si tan solo rechazara sus invitaciones. Si hubiera mantenido la distancia, si no lo hubiese mirado por mucho tiempo. Si no hubiese pensado en lo bonita que era su sonrisa y en lo hermosos que eran sus ojos. Si tan solo no pensara tanto en él... No hubiera envidiado la manera en que miraba a su ex novia. No llegaría a tener estos estúpidos sentimientos que ahora nacían en su interior...
Si tan solo no hubiera aceptado su propuesta... Él no se habría enamorado de él. Dolía, porque sabía que Uzui podría marcharse cuando Makio regrese a él.
Suponía que Tengen estaba igual de confundido, no estaba seguro de sus sentimientos, por eso había actuado de esa manera con él. El albino se había encariñado, era obvio si lo ayudó por un mes entero. Solo era eso, cariño y aprecio. Quizás el tiempo que pasaron juntos lo hizo pensar o creer en otras cosas. Solo era algo del momento. Sabía que Uzui volvería a flecharse por su ex novia cuando esta decida acercarse él.
Debería terminar con el plan, ya no podía verlo de otra manera. No podía controlar su corazón y si no se hacía a un lado ahora, dolería mucho más después. Por eso estaba allí, frente a Uzui, sin mirarlo y en silencio.
— ¿De qué querías hablarme? — preguntó curioso, mientras recargaba su brazo sobre el respaldo de la butaca. Estaban en las gradas del campo de juego, Zenitsu lo había citado allí, para hablarle de algo importante. Ladeó la cabeza y lo miró embelesado.
— Yo pensaba que... ya es tiempo de culminar con el plan. Pasó un mes y creo que fue suficiente tiempo. Deberías volver a intentar con Makio — habló sin mirarlo aún, estaba con la vista fija en sus manos, que estaban sobre sus muslos. Uzui entreabrió los labios y frunció el ceño.
— ¿Hablas en serio? — preguntó descolocado, Zenitsu asintió con la cabeza. — No puedo obligarte. Está bien si así lo quieres... — respondió, sorprendiéndo al rubio. Zenitsu levantó la mirada para verlo.
— Lo siento — dijo resoplando.
— ¿Por qué lo sientes? — tanteó levantando una ceja. Zenitsu miró a un costado.
— Que tu novia no haya vuelto... — murmuró mirando arriba. Uzui hizo una mueca y se encogió de hombros.
— Ya no duele, ¿sabes? Sé que está con otro chico, y qué bien por ella. Pero estoy mucho mejor, otra persona se robó mi corazón — dijo, llamando la atención del rubio. Uzui estaba mirando al frente.
— Oh, es bueno que estés bien... — respondió asintiendo con la cabeza. — Creo que ya tengo que volver a clases. — comentó, levantándose. Tengen lo miró y asintió, se levantó también y le sonrió.
— Sí, vuelve a tu clase. Por cierto, solo quería comentarte que intentaré conquistar a esa persona que me vuelve loco — habló, a la vez que se inclinaba hacia el rostro de Zenitsu. El rubio lo miró con asombro, bajó la mirada y tragó saliva.
— Qué bien — respondió sonriendo nervioso. — Bueno, adiós — se despidió con rapidez, bajando las gradas para volver a su clase. Uzui soltó unas risitas y negó con la cabeza.
Tampoco tenía idea de cómo sería todo a partir de ahora, Uzui había actuado con calma y como siempre, insinuando cosas que el rubio negaba que podrían significar algo más. De igual forma, el albino seguía detrás de él.
— No estoy de buenas, Tengen —habló el rubio mirando a un costado cuando sintió que lo abrazaron.
— Estaba en clase de herbología y vi estas flores que me recordaron a ti —dijo, mostrándole un pequeño ramito de una variedad de flores. Zenitsu se sorprendió y lo agarró. — Son para ti — añadió, inclinándose para besar su mejilla.
El rubio se giró a mirarlo con las mejillas sonrosadas, tragó saliva al ver la sonrisa encantadora de Tengen. Miró a su alrededor y encontró a Makio a lo lejos. — Ya terminamos con el plan, Tengen — respondió soltando un suspiro. Uzui chasqueó la lengua.
— Ya lo sé... —murmuró al darse cuenta de que su ex novia estaba allí. Al parecer 'conquistar' a Zenitsu sería más complicado de lo que esperaba. Pensó que ya habían avanzado. — Ya no hay plan ¿sí? En verdad son para ti —aclaró colocando sus manos en los bolsillos de su pantalón. El rubio frunció el ceño, estaba incrédulo.
— Gracias... — agradeció tímido, bajando la mirada y sonriendo levemente. Uzui se flechó de nuevo, ya perdió la cuenta de cuántas veces le pasó lo mismo. El albino acercó su mano al rostro de Zenitsu y acarició su mejilla.
Se sentía un poco mejor, terminaron con ese plan y no había perdido la amistad de Tengen, cosa que por un lado estaba mal... ¿Qué podría hacer para verlo de manera amistosa? ¿Cómo dejaría de pensar en él cuando cada vez insistía más? Por otro lado, los abusos iban desapareciendo de a poco, ya no escuchaba los insultos tampoco. Las chicas seguían mirándolos con desdén, pero no importaba mucho.
El rubio quiso enfocarse en sus estudios y en sus amigos, fue un consejo que le dio su abuelo, de esa forma ignoraría las demás cosas que terminarían desapareciendo por sí solas. Jigoro le enseñó prácticas de respiración y meditación, al principio costaba mucho, pero con los días iba aprendiendo a controlar su mente y a ganar mucha paz.
— Sabes que puedes llamarme a la hora que quieras... Estaré disponible si quieres hablar — Tanjirou se ofreció luego de enterarse de las crisis que sufría su amigo. No supo en qué momento decayó tanto, pero al parecer él solo estaba lidiando con eso y él solo estaba logrando superarse.
— Lo mismo que dijo Kentarou —se unió Inosuke haciendo una mueca. Ya se lo esperaba, su amigo era muy inseguro. — Monitsu, no sé por qué prefieres creer en esa gente que habla basura en vez de confiar en tus amigos cercanos. —
— Es cierto, nosotros te conocemos mejor que nadie. Estamos contigo porque te apreciamos mucho, tienes un buen corazón — animó Tanjirou. Inosuke arrugó la nariz, su amigo siempre era muy cursi. Zenitsu no estaba acostumbrado a los halagos, por lo que no sabía cómo actuar, asintió con la cabeza un poco inseguro.
Era un poco incómodo, pero le reconfortaba saber que era importante para un grupo pequeño de personas. Las personas más importantes de su vida. Tanjirou lo abrazó, jalando a Inosuke para se uniera, quien lo hizo a regañadientes.
— Mira, aprendí que no se necesita alcohol para divertirse en una fiesta, pero sí para prender fuego a las cosas —comentó Inosuke de la nada, llamando la atención de sus amigos. Tanjirou lo miró con el ceño fruncido y Zenitsu hizo una mueca, tratando de asimilar lo que había dicho su amigo.
— Es bueno que te hayas dado cuenta de eso... ¿Pero para qué el fuego? —preguntó confundido el de cabellos burdeos.
— Estaba pensando en las utilidades del alcohol... —respondió encogiéndose de hombros. — Ya que rompí con el silencio, ¿me acompañan a comprar papitas? —tanteó agarrando del brazo a sus amigos.
— ¿Por qué no solo lo dijiste en un principio y ya? —preguntó Zenitsu desconcertado. Inosuke entornó los ojos, sus amigos incultos no comprenderían su filosofía.
— Tenemos que prepararnos para ir a las clases de deportes... — comentó el de cabellos burdeos.
— Primero las papitas. ¡Las necesito! — exclamó sin darles espacio para hablar. Decidieron acompañar a su amigo a comprarlas para luego pasar rápidamente a la siguiente clase.
Salieron al campo de entrenamiento, hoy tocaba educación física al aire libre. Al menos el sol ya se comportaba mejor, calmando a Inosuke para que no saque su pistola y lo apunte con intención de apagarlo. Refrescaba, por eso llevaban abrigos, pero de igual forma tenían que vestir los shorts.
— Hace frío, no comprendo cuál es la necesidad de utilizar shorts — comentó Tanjirou, tratando de calentar sus manos con su respiración. Inosuke empezaba a entrar en calor, estirándose y dando unos saltitos.
— Tal vez sea porque el profe es un pervertido — respondió, dando unas patadas al aire. Zenitsu trataba de que su abrigo le cubriera el muslo, pero era imposible, se escandalizó cuando Inosuke dijo eso.
— Demonios, ya no podré verlo del mismo modo... — murmuró refiriéndose al profesor. Arrugó la nariz al verlo mirando a las chicas. — Deberé hacerle un reporte... —
— Bien, ¿y por qué está la banda de la academia aquí? ¿Están ensayando para qué? — tanteó el de cabellos burdeos mirando extrañado al equipo completo con sus instrumentos. Sus amigos también los miraron con desconcierto.
— ¡Chicos, toquen una buena rola! — exclamó Inosuke, llamando la atención de los músicos. Tanjirou le tapó la boca y sonrió nervioso, saludando a los chicos.
— ¡Shh, Inosuke, no! — reprochó estirándolo hacia otro lado.
— ¡Pero es mi cumpleaños! — se quejó, apartando a su amigo. Zenitsu frunció el ceño, como si fuera mentira, la banda empezó a tocar una canción de cumpleaños, provocando que Inosuke se carcajee. — ¡SÍ! —
— ¡No es tu cumpleaños, maldición...! — Tanjirou no quería ser el centro de atención, pero ahora todos los estaban viendo y felicitando a su amigo, quien estaba con una sonrisa satisfecha. El rubio negó con la cabeza, iba a hablar, pero el sonido estridente del micrófono lo calló, asustándole de paso.
Tanjirou levantó la mirada, Inosuke bajó la cabeza y levantó las cejas para juzgar, Zenitsu se giró al escuchar la voz que conocía muy bien. — You're just too good to be true — entreabrió los labios, sorprendido, ¿qué se supone que estaba haciendo Tengen? Uzui apareció en la cima de las gradas, con micrófono en manos y un parlante al lado — I can't take my eyes off of you. You'd be like heaven to touch, I wanna hold you so much — canturreó, mientras bajaba por las gradas.
Zenitsu estaba desconcertado, Makio no estaba allí, solo él y su curso. Giró el rostro a ambos costados, para mirar a su alrededor, haciendo una mueca al ver los rostros emocionados de las chicas y la cara de pocos amigos del profesor. Tanjirou soltó unas risitas e Inosuke se acercó a él para codearle. — At long last love has arrived, And I thank God I'm alive. You're just too good to be true...Can't take my eyes off of you — recitó, bajando hasta la mitad de las gradas, para que el rubio pueda verlo. Hizo unos movimientos con sus manos, señalando a la banda escolar y empezaron a tocar, dándole ritmo a esa clásica canción.
Tengen empezó a recorrer entre los asientos. Señaló a Zenitsu y volvió a cantar con más emoción. — ¡I need you, baby! And if it's quite alright ¡I need you baby! And if it's quite alright... ¡I love you, baby! Trust in me when I say it's okay — El rubio estaba boquiabierto, pero luego empezó a reír.
El albino volvió a recorrer las gradas, bajando unos peldaños más, sin dejar de mirar a Zenitsu. Se movió con destreza, dando unos pequeños bailes, provocando la euforia de las chicas, quienes empezaron a gritar de emoción. El rubio negó con la cabeza, sonriendo divertido hasta que el conserje apareció, alarmándolo. — ¡Oh pretty baby! — Uzui exageró expresiones de ilusión, sin dejar de señalar al rubio. — Don't bring me down I pray —
Uzui empezó a caminar con pasos apresurados al ver que el conserje lo estaba acechando. Lo esquivó sin dejar de cantar, hasta que decidió correr para escapar del hombre que actuaba con más rapidez. — ¡Oh pretty baby! — siguió canturreando, llegando de nuevo a la cima y levantando los brazos. Dejó rápidamente el micrófono sobre el parlante para salir corriendo de allí luego de que el conserje lo haya alcanzado, fracasando en su intento de atraparlo.
Zenitsu y sus amigos rieron divertidos. — ¿Qué demonios fue eso? — preguntó sin borrar su sonrisa.
— Aww, eso fue algo muy lindo. ¡Te dedicó una canción y se arriesgó! — comentó Tanjirou, emocionado por la reciente escena que armó Uzui.
— Lo hizo de la manera más extravagante posible. ¿Entonces la banda no estaba aquí para dedicarme canciones por mi cumpleaños? — tanteó Inosuke fingiendo indignación. Sus amigos entrecerraron los ojos.
— ¿Qué debería pensar de eso? ¡Se meterá en problemas y me pedirán que le haga un reporte! — Zenitsu frunció el ceño, Tengen no estaba bien.
— ¿Le harás un reporte? ¡Monitsu, te dio una muestra de su amor y tú le darás un castigo! — reprochó el de hebras azuladas, ruborizando al rubio.
— Solo estaba jugando, seguro — respondió, girándose y encontrándose con las miradas serias de las chicas. Resopló e hizo una mueca abatida, las chicas lo odiaban aún más.
Cuando terminaron las clases de educación física, tuvo que ir junto a la secretaria para cumplir unos deberes. No debería sorprenderse al ver a Uzui allí, al parecer lo habían delatado de nuevo y esperaba otra reunión con el vicedirector. — Estás demente — comentó Zenitsu agarrando unos documentos. El albino se animó y se levantó del sillón para acercarse a él.
— ¿No te gustó? — tanteó con una sonrisa socarrona, el rubio frunció el ceño al escuchar ese tono de voz y se giró a verlo, sobresaltándose por la cercanía. Uzui lo miró ansioso, acercando su mano para tocar su cabello.
— No dije que no me haya gustado, ¡pero estás aquí! — reprochó bajando la voz. — Cantas muy bien — halagó sonriendo divertido, Tengen soltó unas risitas. — ¿Qué significó eso? — tanteó intrigado.
— La letra de la canción lo dice todo — respondió sin apartar la mirada de sus ojos dorados. Zenitsu se ruborizó y desvió la mirada. — Cariño, let me love youu — entonó de nuevo una frase de la canción. — Por si no sabes inglés, quise decir que me dejes amar... — no pudo continuar porque el vicedirector había llegado, haciendo que el rubio tome distancia de Uzui.
— Uzui Tengen, a veces pienso que solo te gusta venir a visitarme — habló Muzan, invitándolo a su oficina. Uzui frunció el entrecejo e hizo una mueca de desagrado.
— Ugh, eso no sonó tan bien — murmuró el rubio, volviendo a concentrarse en sus labores. Tengen siguió al vicedirector arrastrando los pies y desapareció detrás de la puerta.
Se había ganado un reporte sí, que constaba de un castigo no tan severo. Tendría que venir a quedarse toda una tarde encerrado en una clase con otros chicos que también estaban castigados. Era un pérdida de tiempo, pero valió la pena, no se arrepentía de nada.
Era un poco incómodo estar allí, las chicas que no le quitaban los ojos de encima, y los chicos solo lo observaban con indiferencia. El profesor no se mantenía quieto, salía de vez en vez, amenazándolos de que si intentaban escapar el castigo sería peor. Tengen soltó un largo suspiro, decidió sacar su espejo para mirar su imagen y cambiar de estilo con su 'bandana' de piedras. Se lo colocó sobre su cabeza, entre sus flequillos plateados, usándolo como cintillo y observó su reflejo en todos los ángulos.
— Pss — el albino miró el techo y luego a los costados al escuchar ese sonido, miró al puerta y se sorprendió al ver a Zenitsu allí. El rubio hizo unos ademanes con la mano, llamándolo. — Uzui —
Tengen se levantó rápidamente, llamando la atención de los demás. Se acercó al rubio con una sonrisa encantadora que se borró cuando Zenitsu lo agarró del brazo y lo estiró con fuerza para sacarlo del aula. — Cariño, ¿qué haces todavía aquí? — preguntó siguiendo sus pasos apresurados.
— Shh, vengo a sacarte de allí. Es una pérdida total de tiempo estar encerrado toda una tarde. — respondió bajando la voz, mirando en todas las direcciones. Se alarmó cuando escuchó unos pasos aproximándose, por lo que se desesperó en buscar un escondite. Jaló a Tengen y se pegó a una pared que los cubriría un poco. — Pégate más — pidió, estirando de su camisa. Uzui estaba asombrado, sonrió socarrón y sin problemas se pegó al rubio, recargando los codos por la pared para acortar distancia.
— ¿No estamos escapando? Wow, esto es genial... — murmuró ladeando la cabeza para ver si aquella persona ya se marchó. Zenitsu esperó paciente que el albino le avisara si ya no había nadie por allí, entrecerró los ojos y lo estiró de su corbata. — Hey, ay — se quejó.
— ¿Y bien? ¿Ya se fue? — tanteó expectante. Uzui asintió con la cabeza, viendo cómo Zenitsu se escabullía de sus brazos. — Vamos — dijo, siguiendo su camino. Tengen lo siguió, caminaban tranquilamente hasta que el vicedirector Muzan apareció de la nada en el pasillo de al lado. El rubio aceleró sus pasos, cruzando esa zona, sin apartar la vista del vicedirector. Palideció cuando vio que giró el rostro y los vio. Uzui agarró la mano de Zenitsu y lo jaló para seguir con el camino, apresurando el paso hasta que empezaron a correr luego de escuchar que lo llamaban.
— ¡¿Joven Agatsuma?! —
— Ay, no ¡¿Por qué la academia tiene que ser un laberinto?! — se quejó el rubio mientras seguía corriendo, tratando de seguirle el ritmo al albino. Fue peor aún escuchar más voces en los otros pasillos próximos. Se frenaron cuando se encontraron con el conserje de espaldas a ellos, retrocedieron con cuidado de no hacer ningún ruido, pero no midieron las cosas, porque chocaron con unos casilleros metálicos. — Vámonos a la verg... — murmuró Zenitsu, adentrándose en otro pasillo esperando que Tengen lo siguiera. El conserje vio unas siluetas borrosas, por eso empezó a vigilar la zona.
— Vamos al baño — sugirió Uzui, agarrando de nuevo la mano del rubio para dirigirlo en otra dirección. Ingresaron a uno de los sanitarios y vieron su escapatoria, sin perder tiempo, treparon la ventana. Zenitsu se asustó por la distancia que había entre la ventana y el suelo, si él se tiraba desde allí, quizás se rompería un brazo o una pierna. Quedó indeciso, midiendo y calculando una manera correcta de saltar, impacientando a Tengen. — Solo salta y ya — dijo, acercándose a la ventana. Él fue el primero en salir de allí, no le había costado tanto porque tenía un buen estado físico y era alto.
— Me dolerá — respondió haciendo una mueca de desagrado. Uzui extendió los brazos.
— Yo te ayudaré. Solo ven ya, no hay tiempo — contestó, posicionándose de manera a que pueda sostenerlo. Zenitsu apretó los labios y miró atrás, escuchando unos pasos aproximándose. Miró de vuelta a Tengen y se sentó en el borde de la ventana, bajó de a poco, para luego sujetarse fuertemente del albino, rodeando su cuello con sus brazos y enrollando sus piernas en su cintura, como Koala.
Uzui rió divertido, sosteniendo a su chico. Zenitsu se ruborizó y se reincorporó hasta llegar al suelo sano y salvo. — ¡No te burles, maldita sea! — reclamó molesto. Tengen lo miró risueño y lo atrajo a su pecho para abrazarlo.
— Eres tan adorable — respondió acariciando su cabello rubio. Zenitsu chasqueó la lengua y negó con la cabeza.
— Ya vámonos antes de que nos pillen— dijo separándose de él para empezar a caminar hacia la calle. Uzui se apresuró en ubicarse a su lado y seguirle el paso.
Yoshiteru ladeó los labios y guardó sus escritos, solo quedaban unas cuantas hojas más y ya llegarían al 'final' de esa historia. Tenma estaba pensativo, mirando el horizonte, viendo cómo el cielo iba pintándose en distintas tonalidades. — ¿En serio se puso a cantar en público? ¡Qué agallas tiene! —comentó aún incrédulo. El azabache soltó unas risitas.
— Era su manera de demostrar sus sentimientos quizás. Papá aún no estaba seguro de las intenciones de Tengen... Fue romántico, ahora yo existen esas 'muestras' de amor. No es lo mismo que tocar el ukelele —comentó refiriéndose al romanticismo actual. Tenma sonrió divertido, su generación era extraña.
— Era un escandaloso, se lo diré cuando todo esto se acabe. Pero me gusta esa personalidad que tiene allí, en su juventud. ¿Qué tiene de malo tocar el ukelele? —tanteó curioso.
— Bueno, no tiene nada de malo, solo digo que es algo un poco 'común'. No lo sé, está bien supongo, cada uno con su manera de expresarse. —opinó encogiéndose de hombros. Se reincorporó, levantándose para irse de allí. Tenma lo siguió, entrelazando su mano con la suya.
— ¿Quieres que te cante algo? — preguntó divertido, acercándose al rostro del azabache. Yoshiteru se ruborizó y se apartó un poco.
— No, gracias. Estoy bien así — respondió desviando la mirada. Tenma sonrió y besó su mejilla, volviendo a ponerse cariñoso. — Hey, estamos caminando — objetó Yoshiteru frunciendo los labios.
— Me gustas mucho — confesó, sorprendiendo al azabache. Yoshiteru se frenó, sentía sus mejillas calientes y no le cabían las expresiones en el rostro. Tenma volvió a acercarse a su rostro para depositar unos cuantos besos en él.
— Cada vez que leemos romance te pones así... —murmuró aún sin levantar la mirada. Se sujetó de la chaqueta del albino y levantó la cabeza para juntar sus labios de una vez en un corto beso. Tenma se sorprendió y ensanchó su sonrisa, volviendo a unirlos.
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La escena de Uzui cantando 'I can't take my eyes off of you' es una referencia a la película '10 Cosas que odio de ti' xd olvidé especificar eué
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