•Una Semana Después•

Después de escuchar tantas veces su canción, me di cuenta de que la había enviado a su teléfono, así que eso quiere decir que él tiene mi número, y toda la semana mi cabeza ha estado dando vueltas y siempre con el mismo pensamiento, ¿Por qué no me escribe? ¿acaso el no pensará en mi, tanto como pienso yo en él?

De repente miro mi celular y me llega un mensaje suyo, como si de verdad alguien escuchara todos mis pensamientos.

Chico desconocido ❤:
Nos podemos ver?

-es él!, es él..¿pero qué le digo?-

                                               Yo:
                                           Para qué?

Chico desconocido ❤:
Tienes aún mi canción?
                                                                                                                 
                                             Yo:
                          Claro! Todos los días                                         la escucho

Chico desconocido❤:
Podemos vernos, para
Salir a tomar un café?
                                                                                                                  Yo:
                                    Claro! Digo sí!
                                     En dónde?

Chico desconocido ❤:
Nos vemos en la cafetería
que está cerca de la plaza, a
las 6:00 pm puedes?
                                                                                                               Yo:
                                Claro ahí estaré!
                                   Nos vemos❤

Chico desconocido ❤:
        ❤❤❤
           

Oh por dios… me respondió con tres corazones, será que él también siente lo mismo que yo?  -dije dándole besos a mi celular-

Mia: -miro la hora- ya debo arreglarme, casi son las 6, y tengo que estar lista –dije corriendo al baño-

Me decidí por un vestido corto estampado, acompañado de una pequeña mochilita, con unos botines en negro, decidí trenzar mi cabello y opté por un maquillaje sencillo, el camino estuvo tranquilo, tardé en llegar como unos 15 minutos, ya que no estaba tan lejos de casa, al llegar me dispuse a buscarlo.

Mia: ¿dónde estás? Ah ya lo vi -hola– lo llamé desde la acera de al frente y le hice un ademán con la mano.

Xx: holaa! –dijo acercándose un poco, haciendo una reverencia-

Mia: ah por cierto, la otra vez te fuiste sin decirme tu nombre, cuál es? –le pregunto un poco nerviosa-

Xx: ahh, si lo siento por eso. Mi nombre es Park Jimin, pero dime solamente Jimin, pero hermosa, tú tampoco me has dicho tu nombre, ¿cómo te llamas?

Mia: me llamo Mia, mucho gusto –dije sonrojada-

Jimin: el gusto es mío –me dice con esa dulce sonrisa que enamora a cualquiera-

Mia: bueno vamos a caminar? O a donde quieres ir?

Jimin: vamos, que te voy a llevar a un museo que me gusta mucho, el arte que muestran ahí es muy lindo –dice emocionado-

Cuando llegamos al museo, me quedé asombrada, es la primera vez que veo algo tan hermoso.

Mia: Jimin, este lugar es muy hermoso, ¿es tu lugar favorito?

Jimin: sí, es mi favorito de todos, siempre que quiero crear música, vengo aquí –los ojos le brillaban-

Mia: eres compositor? –quería saber más de él, sentía la necesidad-

Jimin: noo, para nada, solo creo música sin sentido, de hecho esa canción que compuse es un asco –dice riéndose nerviosamente-

Mia: no digas eso Jimin, esa canción es hermosa, es mágica y siempre que me siento mal, la escucho y no me la puedo sacar de la cabeza… así que no vuelvas a repetir eso, tus composiciones son hermosas.

Jimin: bueno, gracias, no se que decirte… -se notaba que estaba sonrojado-

Dimos un largo paseo por el museo, en todo momento miraba a Jimin, no paraba de verlo, es que es hermoso, sus pequeños ojos, sus regordetas mejillas, su diente chueco, sus dedos pequeños, pero cada pequeño defecto suyo, es lo que lo hace que sea tan perfecto y tierno a la vez.

Mia: oh, creo que notó que lo estuve mirando todo este rato –murmuré, y de pronto se puso a hacerme caras graciosas en medio del museo-

Mia: Jimin, ¿qué haces? –dije riéndome de sus tonterías-

Jimin: es para que dejes de mirarme, no creas que no me di cuenta eh –dice mirándome tan sonriente, que hasta creo que me dió diabetes de tanta azúcar-

Mia: Perdón –dije apenada-

Jimin:  ah, no te preocupes, no te pongas así, está bien, mi cara es inevitable no verla –me dice muy cerca de mi oído, poniendo mis pelos de punta-

En serio que este chico me volvía extrañamente loca.

Mia: Ehmm… ¿Jimin?

Jimin: si? Dime?

Mia: ¿Crees en el amor a primera vista?

          No se él, pero yo si creo….