La lista ha sido colgada, y ella va hacia la pizarra junto a los demás postulantes.

La castaña con una gran sonrisa ve la lista, ya que es quien alcanza a ver los nombres, pero aquella felicidad y esa preciosa sonrisa decaen en tan sólo un segundo. Su novio no había quedado en la lista. Caden no había quedado.

Voltea con una expresión seria y decaída, su novio se da cuenta de eso y va hacia ella con preocupación de que no hayan quedado ambos o uno de ellos. Y descubre que sus sospechas eran ciertas cuando la castaña suelta las primeras palabras:

—No quedaste seleccionado. Sólo yo.

No dijeron nada más, él le da un beso en la coronilla de la cabeza y ella suspira sintiendo los brazos de su novio rodearla.

Ambos salen tomados de la mano encontrándose con sus familias esperando las fabulosas noticias. Pero al verlos con aquellas expresiones la emoción se desvaneció.

Nadie habló en todo el camino a casa, pero Mila pensaba en un millón de cosas que podría decir pero todo caía en la misma cosa:

Ella sí quiere ir y aprovechar la oportunidad que se le ha dado, por su parte Caden sólo pensaba en que no quería que ella se marchara, quería que se quedara, y que ambos volvieran a intentarlo el próximo año.

Pero ya estaba decidido.

Mila pensó que Caden aceptaría su decisión y Caden pensó que Mila querría quedarse junto a él y volver a intentarlo juntos.

Pero ambos estaban muy equivocados suponiendo cosas muy erróneas.

Sus padres les dan tiempo a solas dejándolos en privacidad al interior de la camioneta. Ninguno habla por los siguientes minutos, hasta que al mismo tiempo, sueltan lo que en verdad quieren.

—¡Quiero ir!

—¡No te vayas!

Quedan impactados por las confesiones de sus corazones, por las palabras del otro, no podían creer que sus pensamientos literalmente habían creído otras cosas, no se imaginaban que eso podría ser el fin de su relación.

Caden pasa saliva lentamente antes de soltar la mano de Mila.

—¿Te quieres ir? —Ella muerde su labio inferior un poco y después asiente bajando la mirada.

—Es una gran oportunidad Caden y lo sabes, no puedo dejarla pasar y si lo intento el próximo año quién sabe si esa vez lo logre, debo aprovechar esto, no puedo sólo negar y... —¡Quedarte conmigo! —exclama dolido sin dejar que ella culmine sus palabras, y la castaña aprieta sus labios en una línea fina.

—Inténtalo el próximo año, es obvio que quedarás y nos veremos en Inglaterra, nos veremos ahí y seremos lo que siempre soñamos. ¡Por favor! Caden, debes entender que...

—Una oportunidad así no debe desperdiciarse—. Interrumpe. —Me queda claro; Si quieres irte hazlo, yo haré la audición el próximo año para estar contigo —asegura con una pequeña sonrisa, ella se cree esas palabras, pero él ya no está tan seguro de lo que dice.

Ambos se dan un beso, uno intenso, beso que transmite sin darse cuenta, una despedida.

Una semana después, esa relación estaba más que terminada ya que él no fue a despedirse y ella, aunque estaba consciente de que todo había acabado entre los dos, guardaba la esperanza en el fondo de su corazón de que el aparecería y le daría su último beso. Pero no fue así, ahora sólo atesoraría como su despedida, la última plática y el último beso que se dieron en aquella camioneta con esas falsas palabras.

Al final de todo, sólo quedan las memorias de amor que recolectaron por años.

Espero que les guste y puedan votar o comentar.