The Man Who Can't Be Moved » KrisSoo

Resumen:

YiFan nunca tuvo la intención de dejar atrás a KyungSoo.
No quiso comportarse como un idiota cuando estaban celebrando su tercer aniversario. Pero KyungSoo debió saber que YiFan siempre es un idiota cuando se trata de cosas importantes. Debió imaginar que algo malo iba a terminar sucediendo y que como siempre, las cámaras y la multitud los iban a terminar alejando.

Pero nadie lo supo. Por eso KyungSoo se ha ido a casa de sus padres y YiFan ha ido a la ferretería a comprarse una cadena. Su objetivo es recuperar a KyungSoo y no va a moverse de su sitio hasta que lo consiga. 

Título en Español: El hombre que no podía ser movido.

Partes: 3

Extensión: 12.8K.                                         

Género: Yaoi, Romance, Comedia.                         

Autor: J.A. Park.


ENCADENADO

»El famoso modelo Kris Wu declaró haber firmado un gran contrato para una película cuando fue encontrado en la calle siendo dejado por su actual ex novio, Do KyungSoo.
KyungSoo corrió las cortinas de su habitación, enfocando la vista en el puesto vacío del estacionamiento. Sus padres no estaban en casa, lo que significaba que de nuevo se había levantado tarde.
»Como muchos medios saben, Do KyungSoo es el hijo de un gran productor de música que apiló una gran fortuna componiendo grandes canciones en la década de los noventa para grupos como...

Estiró los brazos sobre su cabeza y arrastró los pies hasta la puerta de su habitación. Salió, siguiendo el sonido de la televisión encendida y bajó a la primera planta, encontrando el desayuno puesto en la mesa y a Amber comiendo una tostada con el traje a medio poner.

»Do KyungSoo abandonó a Kris Wu después de enterarse de su
contrato con una gran productora para una película que comenzará a ser
filmada en mayo de este mismo año. Los rumores dicen que...

BaekHyun también estaba allí, pasando los canales con un gesto ceñudo mientras intenta meterse a la boca una tostada embadurnada con Nutella.

»El famoso modelo Kris Wu interpretará a un chico inocente que se enamora de una chica que es adicta a los narcóticos...

―Apaga eso ―anunció KyungSoo, pasando directo hacia el baño junto a la cocina―. ¿Qué haces aquí, noona?
Amber se enderezó un poco en la silla, acomodando la corbata de su traje en un nudo desarreglado.
―Kris me envió a ver cómo estás. Ya veo que bien, al menos estás en el baño, ¿te bañarás hoy?
―Lo hago todos los días ―dijo KyungSoo desde el interior del baño, apenas mirando con recelo su cepillo de dientes junto al de sus padres. Lo tomó para lavarse los dientes y se sentó en el inodoro con flojera, mirando a la nada―. Como si fuera su problema ―murmuró, moviendo el cepillo de forma ausente―. Idiota.
»¡Pobre chico! Me siento mal por él. O sea, su novio lo deja para irse a un bar y ahora es asediado por los medios. ¡Ya déjenlo en paz!
»Tienes razón, JoongShi, sin embargo, todos esperan saber por qué razón Do KyungSoo se ha recluido en casa de sus padres. Muchos han comenzado a decir que Wu YiFan lo ha dejado gravemente he...
― ¡QUÉ MIERDA! ―Gritó BaekHyun desde afuera, justo cuando KyungSoo estaba por abrir la puerta. Retrocedió, mirando sus propias manos temblar en el pomo―. Voy a matar a ese imbécil. Deja que salga de aquí, voy a ir a ese puto canal a prenderles fuego. ¡Ja! Como si KyungSoo fuese a dejarse golpear por un imbécil.
―Cierto. Lo que ellos no saben es que Kris era golpeado.
BaekHyun soltó una risita.
―Se lo merece.
―Claro, pero esto es estúpido. ¿KyungSoo, estás bien? ―KyungSoo negó, tomando una bocanada de aire para finalmente abrir la puerta y salir del baño―. ¿KyungSoo?
―Estoy bien. Aquí estoy, noona.
―Bien, come algo, BaekHyun ya se acabó las tostadas y la Nutella, pero hay ensalada o lo que sea que sea esto.
―Es fruta seca.
―Ah, ¿sí? ¿Quién demonios come una fruta seca cuando la puede comer en su estado natural?
―Conserva mejor las vitaminas ―dijo KyungSoo, pero Amber lo miró como si se hubiese vuelto loco―. Olvidalo, ya te puedes marchar. Dile a ese idiota que hui del país y que no volveré. ―KyungSoo se volvió para mirar a BaekHyun―. Tú también, vete de aquí.
―Pero yo...
―Dormiste en mi casa cuando te pedí ayer que te marcharas, intentaste entrar a mi habitación a hacer quién sabe qué y ahora te acabaste mi jodido recipiente de Nutella. No te quiero en mi casa.
―¿Es así como tratas a tu mejor amigo y a la representante de tu ex novio? Pensé que eras más decente, Do KyungSoo.
―Soy lo más decente que puedo cuando se trata de Byun BaekHyun, BaekHyun.
―Bastardo.
El muchacho abultó las mejillas, asintiendo tan lento que a KyungSoo llegó a parecerle que estaba por quedarse dormido. Luego se levantó, apagando la televisión y cogió el recipiente vacío de Nutella para meterle los dedos.
―Ve darte una ducha, tenemos que ir a un sitio a buscar un bidón de gasolina.
―¿Gasolina?
―Sí, vas a acompañarme a buscar un bidón de gasolina.
―No quiero salir.
―Nunca quieres desde que lo dejaste. Ese es el punto. Vas a bañarte y vamos a salir. No te estoy pidiendo permiso, Do KyungSoo. Es una orden de tu Hyung.
―Ja. ―KyungSoo se cruzó de brazos y en eso, Amber lo tomó de las piernas y lo derribó al suelo. Luego BaekHyun lo tomó de los brazos, cargándolo con dificultad sobre su hombro para subirlo a la habitación.
―Joder, pesas demasiado. ¿Para qué demonios he estado ejercitándome?
―Para verle el culo al estúpido de Oh SeHun en el gimnasio, ¡idiota! ¡Bájame que no soy un costal!
―Bien ―murmuró BaekHyun, dejándolo en la puerta de su habitación. Levantó un dedo, pidiendo permiso para recobrar el aliento y se apretó la cadera―. Demonios... ¿estás comiendo más ahora? ¿Esto es lo que hace la depresión?
―No estoy depresivo ―gruñó KyungSoo, metiéndose a la habitación―. Jódete, BaekHyun.
―Lo haría, pero espero que tú al menos me ayudes con eso mientras conquisto a Oh SeHun. ¿Qué dices? ¿Lo hacemos en el baño? Que sea sucio y rápido.
KyungSoo soltó una pequeña carcajada cuando BaekHyun esbozó una gran sonrisa y extendió los brazos hacia él.
―Idiota.
―¿Te quiero? ―KyungSoo se detuvo en la ventana de su habitación, dando la espalda a BaekHyun cuando se sintió demasiado extraño para estar sonriendo después de dos semanas enteras de amargura.
Se preguntó por qué estaba comportándose de ese modo cuando él no fue quien se fue a un bar a beber y a tomarse fotografías con cuantas zorras se le atravesaran en el camino y terminó clavando la vista en la fila de árboles que hay frente a la casa de sus padres.
Allí conoció a Kris hace tres años. Cuando estaba terminando la universidad.
KyungSoo recordó al hombre alto de sonrisa inocente sentado entre los setos, bajo el árbol grande. Para ese entonces YiFan tenía el cabello largo y era un raro aficionado de la música rock y de usar cadenas de plata en todo lo que pudiese ponerse. Vivía con sus padres en una casa mucho más pequeña cinco calles más abajo, pero después de una semana, KyungSoo notó que el muchacho pasaba mucho más tiempo allí, debajo de ese árbol que en su propia casa.
Pensó en el día de la firma de contrato y recordó la promesa que le hizo YiFan sobre llegar de Canadá y correr directo a él después de haber estado alejados por tres meses.
KyungSoo estaba esperando por él. Lo esperó toda la noche, preguntándose si algo le habría ocurrido, pero sólo le bastó encender el televisor. Aparentemente, cuando en este nuevo mundo quieres enterarte de lo que hace tu novio, sólo debes encender el televisor y dejar un buen canal de chismes.
YiFan es un desastre estando solo. No sabe cómo decir que no a sus amigos y no sabe lo que significa la palabra organización a menos que alguien lo abofetee con un cronograma a media mañana. Amber es un caso parecido y su agente, un extraño hombre soltero y melancólico, resulta mucho peor que ellos cuando no hay muchas actividades que lo mantengan en tensión.
KyungSoo dejó la mano sobre el vidrio, escuchando como BaekHyun comenzaba a quejarse por el tipo de las noticias. Lo escuchó subirse a la cama y saltar sobre el colchón, pero se mantuvo con la vista fija en el árbol frente a su casa.
Había decidido abandonar a YiFan en el momento en que notó que estaba cansado de lidiar con su actitud infantil. Cuando pensó que no podía pasarse la vida enmendando las cosas que su novio hace con sus amigos como si no fuese consciente de que es un adulto ahora y una figura pública. Se convenció de que no estaba mal y de que tenía razón y sólo recogió toda su ropa y lo dejó allí, ebrio, llorando y con un anillo en las manos.
Pero lo extraña y teme todos los días el terminar contestando sus llamadas cuando su imagen aparece en la pantalla de su móvil. Teme salir y que sus pies se dirijan a la casa que compartían juntos. Teme ser débil porque quiere a YiFan y porque sabe que él no lo va a dejar tan fácilmente. Y pensó en la posibilidad de que él tampoco pudiese dejarlo tan fácilmente.
―¿Para qué quieres ese bidón de gasolina? ―Le preguntó a BaekHyun, volviéndose de lleno para alcanzar su armario.
Su amigo estaba dormitando con una almohada colocada sobre el estómago cuando abrió un ojo y lo siguió hasta el armario.
―Voy a prenderle fuego a ese canal de mierda y tú te vienes conmigo.
BaekHyun era la clase de persona que decía que podía ser capaz de hacer el mundo arder y en cierto punto, llevaba una gran parte de su infancia haciendo las cosas arder. Desde el jardín de niños, cuando accidentalmente quemó el mantel de la mesa del comedor con un encendedor que le había quitado a escondidas a su tío hasta el día de hoy, que suele prenderle fuego a todo lo que tenga que ver con sus ex novios.
Por supuesto, BaekHyun ha conseguido asemejar con el fuego a Oh SeHun y KyungSoo todavía está preguntándose si realmente le gusta el tipo o si quiere prenderle fuego en cuanto todo mundo se descuide.
―No voy a sacarte de la cárcel de nuevo, BaekHyun, y porque no voy a sacarte de la cárcel, tampoco voy a ir contigo a cometer un delito para que también me encierren.
―Te va a gustar. En la estación está este tipo, Kim JongIn, que es más caliente que el infierno. Deberías conocerlo, no lo sé, olvidar a Kris.
KyungSoo se tensó.
―Tú deberías olvidarte de Oh SeHun, es muy pequeño para ti. Sus padres son la familia más estricta que he conocido y dudo que permitan que su hijo se revele siendo gay en la sociedad para salir con un remedo de pirómano.
―No soy un piromaníaco, ni siquiera me gusta el calor ―alegó BaekHyun, buscando con la mano derecha el recipiente de Nutella sobre la cama―. Ustedes no entienden.
―Por supuesto, no lo entiendo. No entiendo cómo es que eres mi amigo.
―Porque soy caliente, Soo. Y porque secretamente me deseas. Ya no tienes que negarlo.
BaekHyun separó las piernas, palpando la zona de su pene con un movimiento delicado. Pero KyungSoo no se inmutó, sólo continuó sacando sus cosas para tomar una ducha.
―No te toques sobre mi cama, imbécil. Ve a tu propia habitación a pensar en SeHun.
BaekHyun suspiró y se sentó en la cama, abrió el recipiente de Nutella y volvió a meterle los dedos, apenas rodando los ojos cuando se volvió a encontrar con la mirada de KyungSoo sobre él.
―Kris firmó un contrato de confidencialidad ―le dijo, desviando la mirada a la ventana―. Amber vino para decirte que perdones a Kris, dice que él probablemente va a ser demandado por la productora de la película si no lo perdonas.
―¿Y yo que tengo que ver?
―El contrato estipula que Kris no debe llamar la atención, ya sabes, un bajo perfil y todo eso ―BaekHyun se metió un dedo lleno de chocolate a la boca, succionándolo bajo la mirada extrañada de KyungSoo―. No puede estar envuelto en escándalos y tampoco debería aparecer frente a las noticias en nada que pueda contener la etiqueta en vivo en el noticiero de las doce. Amber dice que él va a hacer una estupidez si al menos no comienzas por contestarle los correos que te envía.
―No he visto ningún correo.
―Eso es porque le arrojaste tu maldita laptop a la cabeza cuando vino a pedir disculpas la semana pasada.
―Ah. ―KyungSoo perdió el paso y se aclaró la garganta―, es cierto. Lo hice.
―Como sea, esto es algo estúpido. El tipo ha estado saliendo en las noticias a causa de que lo dejaste. Nada en vivo, por supuesto, sólo la estúpida grabación de cuando lo tiraste de culo en la calle, pero me preguntaba, ¿eso no es una forma de llamar también la atención?
KyungSoo sabía que no era así. Los medios no estaban hablando acerca de la película y la imagen de YiFan no era como si estuviese siendo afectada. Además, los medios ni siquiera se habían molestado en saber realmente de qué iba la película porque sólo están concentrados en saber por qué razón pelearon, por qué Kris ahora vive solo y por qué él ahora no sale jamás de la casa de sus padres.
Eso es lo que la productora quiere: un escándalo medido que les permita filmar la película y preparar las debidas promociones. Tal vez, si perdona a YiFan, esos rumores cesen también.
Pero no lo hará. KyungSoo sabe que ahora es por orgullo y no porque realmente esté enfadado con ese tonto.
―No es mi asunto si hace una estupidez. Lo abandoné porque no puede dejar de hacer estupideces.
BaekHyun se movió en la cama, introduciendo dos dedos en el interior del recipiente de Nutella.
―¿Y qué harás si realmente hace algo muy, muy estúpido, Soo? Algo tan estúpido como para tener a los reporteros sobre él las veinticuatro horas del día.
KyungSoo estaba por meterse al baño cuando se detuvo, manteniendo una pose extraña en donde su cuerpo se encontraba inclinado hacia adelante y su cuello torcido a donde BaekHyun estaba, lamiéndose los dedos con una sonrisita despreocupada.
―No-no será mi asunto. Rompimos, tienen que entender eso.
―Lo abandonaste. El abandono siempre se puede enmendar, Soo.
―¿Te estás poniendo de su parte? ―BaekHyun se encogió de hombros―. Te estás poniendo de su parte.
―No. No me estoy poniendo de su parte. Es sólo que es Kris y es muy estúpido. ¿Cómo puedes pensar que voy a estar de su parte? Iré por ese bidón de gasolina por ti, Soo. ¿Eso no te habla del amor que siento por ti? ¿Del fuego que me recorre cada vez que tengo un sueño húmedo donde...?
―Muy bien, no te pases, BaekHyun.
―Tú lo pediste. ―El muchacho volvió a acostarse, alzando el recipiente de Nutella como si fuese un bebé.
―Me iré a bañar.
―Piensa en mí.
―¿Noona se fue? ―preguntó KyungSoo un segundo antes de cerrar la puerta.
―No. Ella espera por ti allá abajo. Quiere llevarte a un sitio.
―¿Y qué hay con el bidón de gasolina?
―Puede que le diga a SeHun que mi auto necesita combustible y puede, no lo sé, que mi auto se estropee en un sitio lejano que está casualmente a unas millas de un buen hotel. ―BaekHyun se sentó, acomodándose el cabello―. No lo sé, ¿no crees que el mundo está lleno de cosas impredecibles?
KyungSoo cerró la puerta.
―Los padres de SeHun van a acusarte de secuestro.
BaekHyun no le hizo caso. Se bajó de la cama de un salto y se despidió con la mano. Dejando el recipiente de Nutella sobre la cama.
―Voy a irme, Soo. Tengo una cita con el destino en una gasolinera. Suerte con tu asunto.
―¿Qué asunto? ―BaekHyun no dijo nada, pero le sonrió, alzando un hombro antes de cerrar la puerta.
―¡Suerte!
Para cuando salió del baño, había un ruido ligero en la planta baja de la casa. KyungSoo imaginó que Amber estaba preparando algo más en la cocina, puesto que ella siempre tiene algo más que preparar en la cocina cuando sus padres no están en casa. Así que no se preocupó demasiado hasta que debió abrir la puerta de la habitación y el ruido se volvió más que el simple sonido de alguien cocinando.
A KyungSoo se le hizo un nudo en el estómago y un hormigueo le recorrió el cuerpo de inmediato cuando asemejó el sonido a uno que llevaba escuchando desde hace dos años.
Bajó corriendo la escalera y se detuvo cuando notó que estaba demasiado emocionado por un simple ruido, se sintió estúpido por haberse sentido feliz cuando vio, allí en la cocina, a su ex novio, intentando picar algunas verduras en la mesa para desayuno sin molestarse en usar una tabla.
Kris se había teñido el cabello y apenas podía apartárselo de los ojos un segundo antes de que volviese a caerle sobre la frente, obstruyéndole la vista.
―YiFan...
El hombre se detuvo como si no esperara que KyungSoo estuviese allí tan pronto.
―Bebé, buenos días.
―¿Cómo entraste?
Kris hizo el amago de una sonrisa, tomando una toalla de papel para limpiarse las manos en un gesto nervioso.
―La puerta estaba abierta ―dijo, tomando el cuchillo de nuevo sin saber qué hacer ahora―. Lo siento, pero no pude resistir el no verte. Pensé que iba a volverme loco si...
Ambos se miraron por un segundo como si lo que estuviesen a punto de decir fuese el retazo de una misma cosa. Kris lo sintió así. Sintió que KyungSoo lo extrañaba también y que su expresión decaída tenía mucho que ver con el hecho de que no habían podido estar juntos durante mucho tiempo.
Kris se sentía culpable al estar causando aquella extraña situación, pero pensó que no había otra mejor manera de enmendar las cosas que el simple hecho de dar la cara e intentar explicar. Razonar como un adulto, esta vez sin balbuceos, palabras dulces o líneas cliché de alguna telenovela, porque KyungSoo conocía cada una de esas cosas y el haber sido lo suficientemente idiota como para usarlas en la primera ocasión fue lo que los llevó allí, a la casa de sus padres.
A ese silencio incómodo lleno de la mirada vacía de KyungSoo sobre él.
Kris decidió separarse de la mesa, dejando el cuchillo a un lado antes de tomar rápidamente otra toalla para secarse las manos. El delantal gris de mamá le quedaba pequeño y ajustado en el pecho y apenas había podido amarrarlo adecuadamente en su cintura, por lo que al caminar se le desprendió y fue deslizándose a un costado de su cuerpo hasta que cayó al suelo.
Aun así, él no se detuvo hasta llegar frente a KyungSoo, no hasta no sentir el calor de su cuerpo envuelto en sus brazos y su figura pequeña y cálida luchando por corresponder el abrazo.
―...Estoy seguro de que voy a volverme loco si continúo separado de ti, KyungSoo. Por favor, déjame explicarte. Mereces que sea claro contigo.
Se alejó un poco y le levantó el mentón, apreciando sus grandes ojos y sus labios en forma de corazón. Sus mejillas teñidas de rojo y el gesto ceñudo que comenzaba a nacer de la unión de sus cejas.
―Ven, siéntate ―murmuró Kris, tomando a KyungSoo con suavidad de ambas manos para llevarlo a una silla. Lo dejó sentarse y volvió a rodear la mesa, tomando las verduras que había picado para arrojarlas en el interior de una olla humeante que KyungSoo ni siquiera había escuchado en la estufa.
Para cuando se volvió y su expresión perfecta, asustada y nerviosa se enfocó en KyungSoo, él debió tomar una bocanada de aire para comenzar a soltar los insultos reglamentarios que se deben usar en esa clase de situación. Obligó al coraje a bullir por su cuerpo para no tener que derretirse ante el hombre majestuoso e idiota que tenía en frente y de forma desesperada, justo cuando no consiguió hacer nada de lo que se proponía, KyungSoo se preguntó qué era eso que tenía Kris para que pudiera hacerle perder la voluntad con sólo un simple gesto.
―Habla ―dijo en voz baja, sonando impaciente cuando no quiso hacerlo―. Tengo un compromiso ahora y me estás haciendo perder el tiempo.
Kris no le prestó atención, sólo se dedicó a asentir de forma distraída.
―Debes tener hambre ―le dijo con una actitud distraída―. Quiero que comas un poco antes, Soo. Me preocupa que luzcas así de pálido, Amber dijo que...
―Si no vas a explicarte como se debe, vete de la casa de mis padres. Creí que habías escuchado cuando papá te pidió que no volvieras aquí.
KyungSoo lo miró con los ojos entrecerrados, esperando que Kris se acobardara y saliera huyendo. Pero el hombre asintió, tomo un plato de la alacena y comenzó a servir algo de arroz. Recogió el desastre que había dejado sobre el mesón para desayuno y colocó algo de ensalada, pescado, algunos huevos cocidos y un nuevo recipiente de Nutella junto a algunos trozos de pan tostado. Después se sentó olvidando por completo la sopa en la estufa a punto de derramarse.
―Sé que lo sabes ―le dijo a KyungSoo, extendiendo un par de palillos en su dirección. Le sonrió―. Sé que sabes que compré todo esto, pero al menos finge que yo lo preparé, porque según yo, lo hice con mucho amor para ti.
KyungSoo estuvo a punto de reírse.
―Comienza a decir lo importante, YiFan. No tengo tiempo para esto.
―Come ―insistió―. Me explicaré y me iré si eso es lo que quieres.
KyungSoo comenzó a comer sin apartarle la mirada y Kris le sonrió de forma encantadora, colocando una servilleta junto a él.
―Quiero que vuelvas a casa, Soo. Extraño ver tu sonrisa por las mañanas, que me golpees cuando hago algo incorrecto, que me aconsejes y que siempre estés ahí cuando te necesito. Extraño nuestras citas a esos sitios clandestinos y hacer el amor contigo todos los días. ¿Recuerdas que había dicho que iba a tomarte bajo la cama? ¿Lo divertido que sonaba eso? ―KyungSoo no dijo nada―. Yo... yo quiero pasar el resto de mis días contigo aun si no está bien y si algunas personas todavía se oponen a que lo hagamos. Me importa poco lo que piensen otros, por eso... Soo, lamento ser un idiota en los momentos importantes.
―No me importa ―le dijo―. No me importa que seas un idiota la mayor parte del tiempo, YiFan. Que seas exagerado o que no sepas cómo cocinar. No me importa porque esa no es la razón por la que me fui de casa.
―Lo sé. Ahora lo sé, Soo. Falté a mis palabras sobre regresar a casa primero, sobre ir contigo a una cita y sobre celebrar nuestro tercer aniversario. Te dejé ―murmuró lo último, apretando los dedos en un puño―... y por eso tú me dejaste.
―No es la primera vez que lo haces. Te dije que habría consecuencias ―contestó KyungSoo, comenzando a reaccionar ante sus palabras. Recordando que, aunque Kris fuese bueno con él, su carrera siempre iba a estar primero. Que ambos hubiesen comenzado a ser figuras públicas desde el inicio no hizo las cosas sencillas, pero KyungSoo pensó que, cuando el tiempo avanzara y los sentimientos entre ellos se hicieran fuertes, las cosas iban a cambiar.
Que sus prioridades serían otras. Justo como él hizo.
Pero Kris no estaba preparado para eso, para saber lo que es tener una familia de verdad y lo que son esa clase de responsabilidades.
KyungSoo notó que no podía obligarlo tampoco, que no estaría bien apretujarse en su corazón para obligarlo a hacer cosas que, en un principio, Kris no puede hacer.
Por esa razón le dolió un poco el tenerlo allí intentando recuperarlo, porque sin importar lo que diga y lo mucho que se extrañen, el problema sigue allí sin ser resuelto y las palabras son demasiado duras como para dejarlas salir.
―Quiero que me perdones por no haberte llamado. La verdad fue que Amber me contactó cuando salía del aeropuerto y fue por mí para llevarme a la empresa ―le dijo, pero KyungSoo ya sabía eso―. No quería ir, Soo, quería verte, incluso había comprado algo de licor para ambos, pero como sea, tuve que asistir y ellos me mostraron ese contrato que había estado esperando. Yo no creí que fuese cierto, incluso lo primero que pensé es que podríamos viajar a los mismos sitios durante las filmaciones, que podría ser incluso más que firmar una película porque tu estarías ahí.
―¿Pero?
―Dejé el móvil en el auto de Amber. Cuando intenté llamarte, recordé que me habías contado que cambiabas de número. ―KyungSoo dejó de comer e hizo como que no se inmutaba ante eso―. Yo, bueno, no lo había memorizado, por eso no pude llamarte cuando LuHan se apareció arrastrándome a ese bar. Y yo... ¡no estoy excusándome! Sé que suena así, pero eso fue lo que sucedió, yo... tengo que admitir que me embriagué muy rápido. No lo sé, la felicidad sobre el contrato me llevó a hacer cosas estúpidas.
―Te fotografiaron con muchas mujeres ―dijo, entrecerrando los ojos, aunque eso no le importaba en absoluto―. Te besaste ante las cámaras con LuHan como si fuese tu maldito amante, YiFan.
Eso era lo que importaba, a decir verdad.
―No puedo decir nada para eso. Lo besé y todavía tengo pesadillas acerca de eso.
―Te las mereces.
―Lo sé y lo siento, Soo. Fuiste bueno conmigo después del espectáculo que armé esa noche.
―Me insultaste, YiFan. Gritaste frente a un sinfín de reporteros que era un estorbo para ti, para tu carrera. ¡Me comparaste con tu madre! ―KyungSoo se levantó de la silla, apretando los abrazos a los costados de su cuerpo. Lo miró con el dolor acumulándose en su cuerpo, a punto de desbordarse de sus ojos y YiFan se levantó con las manos temblorosas―. Sólo he dejado mi carrera desde que estamos juntos. He hecho las cosas necesarias para que estés bien. Para que ambos lo estemos, pero tu... ¿sólo piensas que soy como una madre? ¿Crees que lo único que puedo hacer es cuidar de ti y ser molesto?
―No, Soo, eso no es cierto. Yo... sí, admito que en ciertas situaciones eres molesto, pero sé por qué lo haces. Sé que siempre...
―No quiero escucharte decir esa estupidez, Wu YiFan ―le dijo, comenzando a caminar hacia la puerta―. No voy a volver a casa. No voy a volver contigo. ―Abrió la puerta, dejando que el sol de la mañana le nublara la vista por un segundo y luego, cuando notó que podía ponerse a llorar, bajó la mirada, enfocándola en sus zapatos―. No voy a perdonarte hasta que decidas cuáles son tus prioridades, YiFan. Así que si sólo quieres a alguien que te sirva de asistente y te haga sexo oral, ve y contrata a una secretaria y vuélvela tu puta.
La puerta se cerró con un estruendo cuando KyungSoo lo dejó a punto de soltar otra disculpa. Estaba luciendo patético, con el cabello metido en los ojos, el corazón acelerado y la mano extendida hacia un recibidor vacío.
En poco tiempo escuchó el auto de su novio ponerse en marcha y mucho antes de que pudiese analizar que lo habían mandado a adquirir ciertos servicios, Kris comenzó a reírse.
Apretó la mano extendida en un puño y la agitó, golpeándola con su palma abierta antes de sacar dos dedos a forma de tijeras.
―Uno, eres un idiota ―se dijo, volviendo a la cocina para limpiar un poco―. Uno enamorado de otro idiota.
Kris revisó su agenda cuando terminó de ordenar las cosas en la cocina, subió a la habitación de KyungSoo y se encontró con el recipiente vacío de Nutella sobre la cama. Lo dejó a un lado y se sentó justo donde imaginó que KyungSoo había dormido la noche anterior. Después decidió acostarse, permitiendo que sus hombros se relajaran y que, por un segundo, la sensación de estar cerca de KyungSoo, sintiendo su olor, le destensara los músculos.
Una sonrisita tonta se le vino de pronto cuando se le vino la imagen tierna de KyungSoo sonrojado y feliz. De su novio enojado y saliendo de la casa como una fiera.

Se levantó de la cama con un resoplido y miró el espacio, enfocándose en el recipiente de Nutella.
―Byun, bastardo. Sé que estabas aquí.
Abandonó la casa de los padres de KyungSoo, deteniéndose apenas un segundo al ver que el árbol donde solía dormir todavía estaba allí, de pie. Kris se acercó, olvidando su auto y la idea de ir a trabajar.
Se sentó en la grama, divisando un camino molesto de hormigas que pretendía acabar con los setos junto al árbol hasta que se cansó. Sacó su móvil, acomodando la espalda en el tronco del árbol, como en los viejos tiempos, y luego marcó un número telefónico.
Tres tonos después, alguien atendió con un tono enfurecido.
»―Bloquearé tu número ahora.
―No cuelgues. Espera.
»―No quiero escuchar tus disculpas. No voy a perdonarte, Wu YiFan. Ve y consigue a otra niñera.
―Soo, escucha esto, es importante.
»―¿Qué puede ser importante para ti?
Kris resopló, intentando mantener la calma, esbozó una sonrisa y se acomodó un poco más junto al árbol, apenas divisando el techo de la antigua casa de sus padres. Le dijo con una sonrisa:
―Si es por un día, un mes, un año, voy a mantener mi posición, aunque llueva o nieve. Eres la única persona que romperá la cadena, Do KyungSoo.
»―¿Qué quieres decir con eso?
―Que no voy a separarme de ti, Soo. Sin importar cuánto deba esperar, voy a estar aquí, esperando por ti en nuestro sitio.
KyungSoo tartamudeó algo, maldiciendo en voz baja.
»―No seas ridículo ―dijo rápidamente, sonando avergonzado―. Vete de la casa de mis padres. No quiero verte cuando vuelva.
"¡Señor, Do! ¡Es hora de comenzar!".
―Buena suerte, amor. Ten un gran día.
»―Vete de la casa, Wu.
Kris miró el móvil un segundo, esbozando una sonrisa cuando buscó entre sus contactos a alguien que podría ser mucho más cruel con sus palabras.
Lo puso en altavoz y cuando atendió, intentó no echarse a reír.
»―Maldita sea. Demonios. ¡Tu mamá, hijo de perra! ¡¿Por qué mierda me dejaste el móvil en la maldita cabeza?!
―Te jodes. Te dije que te fueras de mi departamento anoche.
LuHan resopló y soltó una risita molesta.
»―FanFan, pero si estábamos bien. Hasta lloraste en mi hombro. Hasta me dijiste que podía quedarme porque volverías a tu casita con SooSie.
―Estaba ebrio y aseguré cosas muy pronto ―aclaró, mirando las hojas sobre su cabeza―. Necesito tu ayuda.
»―¿Involucra levantarme, ducharme y esas cosas? Me duele hasta el culo hoy y personalmente, no tenía ganas de salir a la calle a ver malditos coreanos altos y en pro de blanquearse la piel con algún producto hecho en mi país. Gracias, Wu, pero no.
YiFan lo ignoró:
―¿Dónde puedo conseguir una buena cadena y un candado?
»―¿Para qué? ¿Vas a remolcar algo? Espera, ¿por qué coño me lo preguntas a mí? ¿Crees que soy Cristian Gray o qué?
―Necesito que me traigas algunas cosas a la casa de nuestros padres.
»―¿Padres? ¿Tomarás un vuelo a China? Oye, Kris, no estoy entendiendo, ¿para qué coño quieres una cadena?
Kris miró de nuevo hacia la calle. El anciano Park estaba llegando del golf y justo en ese momento, intentaba sacarse el olor a cigarrillos de la ropa esparciendo sobre su cuerpo un extraño y viejo perfume que Kris sólo ha olido en él.
―KyungSoo dijo que ha sacrificado su carrera por cuidar de mí, LuHan. Que está cansado de hacer eso.
»―Bueno, socio... ―LuHan suspiró y Kris lo escuchó moverse sobre la cama―, todos saben que eso es cierto. SooSie ha cancelado agendas enteras por quedarse contigo cuando te duele el cabello o las uñas o lo que sea. Estás jodido, pero es muy cierto.
―Lo sé. Y no lo había pensado. No se me había ocurrido que en lugar de ser su novio sólo estaba causándole problemas, por eso yo...
»―¿Lo vas a secuestrar?
―No.
»―Ah, entonces... ¿Para qué coño quieres una cadena?
Kris ignoró la pregunta de nuevo, levantando la mano a modo de saludo cuando la señora Kwon pasó frente a él tarareando una canción de Yang HeeEun.
―Tengo que llamar a Amber ahora, Lu. Levántate ya, necesito que traigas mis álbumes de fotos, esa almohada de KyungSoo y la pizarra que usamos para apostar.
LuHan decidió que no debía preguntar nada más y se levantó, haciéndole saber a Kris que iba a estar donde fuese que debía estar cuando le diera la gana. Que lo esperara o muriera de agonía. Finalmente le dijo:
»―Lo que sea que estés planeando, espero que sea bueno. Envía un texto con tu famosa ubicación. LuHan, fuera.
Kris se levantó después de eso para meterse en su auto. Decidió llamar a Amber camino a una ferretería para preguntarle por el asunto de la cadena, aunque después se le ocurrió que cualquiera podría ayudarle a comprar una buena cadena.
La mayor parte del plan se basaba en la fuerza de esa cadena. Kris imaginaba que en menos de nueve horas iba a obtener algo de atención y que para cuando se cumplieran las diez horas o quizás un poco menos, KyungSoo sabría sobre su plan.
En la ciudad los rumores corrían rápido, Kris sabe de eso, puesto que ese día no estuvo por más de tres horas en aquel bar con LuHan cuando los medios ya habían hecho al menos tres reportajes diferentes de las estupideces que estaba haciendo allí dentro justo para ponérselas en la nariz a KyungSoo.
Kris llamó a Amber mientras paseaba con un carrito en el interior de la ferretería para darle la noticia sobre comprarse una cadena.
―Van a demandarme hoy, quizás en tres horas y media ―le dijo, curioseando en los anaqueles repletos de cajas para llaves.
»―¿Demandar? ¿Qué hiciste, Kris?
―Todavía nada, pero me van a demandar en tres horas y media. Necesito que hables con los abogados yo qué sé. ¿Crees que pueda ir mucho tiempo a la cárcel? Me preocupa estar alejado de KyungSoo por mucho tiempo.
Amber repitió esta vez mucho más fuerte y claro:
»―¿Demandar? ¿Qué hiciste, Kris? ―Pero él no dijo nada. Continuó su camino a través del pasillo, comenzando a perder la paciencia al no encontrar las cadenas. Amber suspiró y se escuchó el movimiento de papel―. ¿Estás hablándome de las cláusulas de tu último contrato? ¿Estás diciendo que planeas incumplirlo?
―Sí, eso. Voy a incumplirlo. Esa era la palabra que buscaba ―dijo con algo de humor―, he estado incumpliendo muchas cosas últimamente, por qué no incumplir con eso que me arruina la vida.
Amber resopló de nuevo.
»―Trabajaste por cuatro años enteros para conseguir tu primera película, Kris. ¿Cómo que te arruina la vida? ¿Estás en otro berrinche de estrella? ¿No es justo esto lo que KyungSoo odia que hagas?
―No. Hablé con él esta mañana, justo como me aconsejaste. Le compré el desayuno e intenté pedir perdón, pero... ―Kris hizo una pausa, decidiendo preguntar a alguien por la cadena en lugar de estar perdiendo el tiempo en los pasillos―. Voy a hacer las cosas bien, ¿entiendes? Si eso significa que debo ir a la cárcel, bueno...
»―¿Entiendes que ir a la cárcel no suena mejor a que sólo hayas vuelto a tu antiguo departamento? ¿Qué demonios planeas hacer? ―Amber nunca se alteraba a menos que la situación fuese algo grande y feo. Kris sabe que por lo general él siempre está en algo grande y feo, porque sus acciones siempre tienen que ir a lo más alto, sin embargo, no pudo imaginar lo alterada que estaba ella cuando le dijo―. Incumplir el contrato puede arruinar tu reputación, dejarte en banca rota y sí, llevarte unos meses a la cárcel. ¿Crees que vale la pena arrojar todo a la mierda por dos simples meses?
―No son dos... ah, Ahjussi, ¿dónde están las cadenas? ―El muchacho de la ferretería le dedicó una larga mirada a YiFan, lo recorrió de pies a cabeza y luego frunció el ceño. Kris le dijo―. Hola, soy Kris Wu. Hoy intento comprar una cadena, ¿me puedes ayudar?
―Ah-bueno... Ssi-sí, claro. Rayos, ¿de verdad eres Kris Wu?
―Por supuesto ―Kris le dijo a Amber―: No son dos meses. Si hago esto, KyungSoo va a dejarme para siempre. Si no tomo la decisión ahora, si no dejo esto, voy a perderlo para siempre, Amber. ¿De qué me sirve tener este contrato si voy a estar solo en un departamento de soltero por el resto de mis días?
Amber pensó que Kris estaba siendo dramático, como el resto de las veces, que estaba a punto de generar una aliteración a raíz de una ruptura y que, sin duda, iba a continuar con lo que sea que se le había metido en la cabeza para ese entonces.
Ella suspiró y se acomodó el cabello.
»―Puedes sólo ir y negociar. No es necesario que cometas alguna estupidez.
―Así no funciona. Si lo dejo tranquilamente, KyungSoo va a enterarse y me va a odiar mucho más.
»―No, él va a odiarte cuando sepa que estás arruinando la oportunidad de tu vida. ¿Ya hablaste con ChanYeol sobre esto?
―¿ChanYeol qué tiene que ver con esto?
»―ChanYeol es lo más parecido a un cerebro que tienes. Cuéntale de esto. Dile que vas a joderte la cerrera porque se te... ―Amber se detuvo―. ¿Por qué estás comprando una cadena?
―ChanYeol no es mi cerebro ―murmuró―. Es mucho más estúpido que yo y no tengo deseos de hablar con él. No me interesa lo que tenga para decir. Como sea, habla con los abogados y cuéntales acerca de incumplir la cláusula cinco punto tres acerca de los secretos de confidencialidad. Diles que soy consciente de la cárcel y que no me interesa.
»―Kris, vas a dejarme sin trabajo. ¡Voy a ser la representante de un modelo lunático! ¿Acaso no te importa? ¿Acaso no temes por mi salud?
―Me preocupo y pensé que ya sabías eso.
Amber se desesperó en serio. Le dio un golpe a algo y Kris se alejó el móvil de la oreja, entrecerrando los ojos.
―Calma, bebé. Sólo voy a sentarme en un sitio después de comprar esta cadena. Nada malo va a suceder. Eres una buena representante, mira, tu cabello sigue siendo negro y sigues viéndote joven.
El asistente de tienda llevó a Kris al último pasillo, acercándolo a una pared llena de carretes grandes y vistosos que exhibían un puñado de cadenas con eslabones pequeños y otros cada vez más grandes. Kris silbó mientras Amber enloquecía del otro lado de la línea. Ella quizás estaba por colocarse maquillaje y abandonar el traje para usar una falda corta.
―Necesito atar algo con eso. ¿Cuál piensas que iría mejor para, mas o menos, un árbol? Piensa que muchas personas van a querer sacar a este algo de la cadena para alejarlo del árbol, ¿qué me recomiendas?
»―¿De qué demonios estás hablando, Wu YiFan? ¿Un árbol?
―¿Por qué ataría algo a un árbol, Hyung-ssi? Si-si me permite preguntar.
Kris sonrió.
―Ya preguntaste. Es importante ese árbol, ese algo atraerá algo mucho más importante que el árbol
El muchacho no entendió, pero le señaló una cadena con eslabones medianos. Brillaba con un fuere color plateado y cuando la puso en las manos de Kris, él notó que no pesaba demasiado. Al menos no como pensó que pesaría la cadena que necesitaba.
De todos modos, no dijo más que:
―Llevaré cinco metros. ―El muchacho ladeó la cabeza, recorriendo con la mirada la complexión de Kris, como si supiese todo desde el inicio―. ¿Qué pasa?
―Hyung-ssi, necesita al menos un metro y medio. Con eso bastará para atar ese algo.
―¿En serio?
―Llevo dos años aquí. Confíe en mí.
»―Claro, hazle caso al hijo del ferretero... Kris, mueve tu trasero a casa, voy saliendo hacia allá. No te muevas.
―No puedo, Amber, estoy ocupado aquí y necesito encontrarme con LuHan. Habla con los abogados...
»― ¡No! ¡Kris, espera, espera! ¿Para qué demonios es la cadena?
Él colgó.
―Que sea un metro y medio, Dongsaeng.



DESENCADENADO


―¿Crees que KyungSoo vaya a perdonarte?
Kris se encogió de hombros, buscando con la mirada el sitio perfecto para sentarse.
Llevaba una cajita de plástico llena de barras energéticas, agua y algas secas. Junto a ella también tenía una fotografía de KyungSoo y detrás, apoyada en el árbol, estaba la pizarra que había pedido.
LuHan estaba mirándolo con la cadena en los brazos y el ceño fruncido. Su cabello estaba disparado en todas direcciones, luciendo grasoso y horrible, pero a él no parecía importarle demasiado, aunque a Kris estaba quitándole los nervios.
―No sé qué pasará después de esto ―contestó, acomodándose en el suelo―. Pero estoy seguro de que será bueno.
―¿Estás medio admitiendo que estás seguro sobre KyungSoo perdonándote y rompiendo esta absurda cadena?
―No, estoy medio admitiendo que aun si no me perdona y se me desaparecen las nalgas aquí sentado, voy a estar bien, porque no voy a rendirme.
LuHan lo contempló desde arriba y se agachó para estar a su altura, se quejó y fingió mascar chicle para molestarlo, pero no dijo nada. Sólo se dignó a asentir y a estirar la cadena con una pose pensativa.
―¿Dónde lo quieres, bebé? Te recomiendo que sea en la cadera baja, podrás moverte y dar patadas en caso de violaciones nocturnas.
―Es una residencia privada.
―¿Y quién dice que los millonarios no pueden violar también, ah?
Kris no dijo nada. No quiso pensar en esa clase de situación como tampoco quiso pensar en los hechos que se desenvolverían cuando la prensa se enterara de lo que va a hacer.
Pero lo pensó.
―¿Lo estás pensando? ―LuHan esbozó una sonrisa torcida―. Oh, por Dios, lo estás pensado. Maldición, ¿ya no quieres? ¿Te libero, Willy?
―No me compares con una ballena. Es el peor insulto que puedes hacerle a un modelo ―refunfuñó Kris, acomodando la pizarra de modo que diera hacia la casa de KyungSoo, justo detrás de él―. Y no me voy a arrepentir. Hagamos esto.
―Bueno, si insistes. ¿Cuál será el plan? Digo, en caso de que pasen los días.
A Kris le dio vergüenza admitir que hasta allí llegaba su plan. No tenía nada más que la promesa de una demanda y la simple esperanza de que KyungSoo realmente se apiadara de él y fuese a sacarlo de ese sitio a la brevedad. Todavía no había transcurrido ni el primer cuarto de hora y ya sentía que debía cambiarse el pantalón y hacerse un nuevo peinado.
―¿Alguna vez hubo algún plan?
Estuvo tentando a decir la verdad, pero lo último que Kris necesitaba era perder a su único aliado, por esa razón negó y se precipitó a contestar.
―Hay un plan y tú debes ayudar. Cuando estas barras energéticas se acaben voy a necesitar más, además, es probable que necesite que me informes de todo en el interior de esa casa cuando los reporteros lleguen. Necesito saber si KyungSoo va a estar bien y que nadie va a hacerle daño.
LuHan asintió, tomando asiento junto a Kris para contemplar la casa de BoA Kwon. Estuvieron en silencio por largo tiempo, mientras Kris revisaba que estuviese todo en orden y mientras checaba también que la sábana que había pedido estaba en buen estado y que lo podía cubrir del frío que estaba seguro, iba a hacer por la noche.
―La señora Kwon está super buena ―murmuró LuHan―. Demonios, no sé cómo terminas con el niño sin gracia de la casa de enfrente cuando tienes a la mamacita Kwon en la nariz... no estoy en contra, pero ustedes los gays tienen algo mal a veces. Algo muy malo.
―¿Estás diciendo que mi KyungSoo es feo? ―Se ofendió Kris―. ¿Qué mierda te pasa y qué es lo que está mal en ti?
LuHan soltó una carcajada y Kris lo imitó, negando repetidas veces antes de inclinarse y darle un buen golpe en el hombro.
LuHan murmuró:
―KyungSoo es ardiente, pero da miedo.
―Eso es cierto.
Por la tarde, después de que LuHan se hubo ido, Kris se dedicó a vigilar sus redes sociales. Era absurdo lo cómodo que estaba allí, robando el WiFi de sus suegros y disfrutando de una tarde tranquila llena de los ruidos de un simple vecindario.
Mientras estaba allí le envió un par de mensajes a ChanYeol, buscando calmarlo y se tomó una fotografía señalando el cartel que daba hacia la ventana de KyungSoo para subirla a su Instagram.
Debía comenzar con el plan en ese mismo instante, porque de nada serviría el que estuviese allí sentado si KyungSoo no se entera jamás.
Kris notó que ahora no sale demasiado, que no está cumpliendo con sus horarios y que pasa mucho tiempo metido en casa recibiendo visitas de BaekHyun, que a todas estas, parece no estar cumpliendo con sus propios horarios. Kris no quiso pensar más de la cuenta sobre eso.
Durante el mediodía, justo cuando el cielo comenzaba a tornarse de naranja y cuando Kris debió sacar la sábana para cubrirse del frío, llegó el auto de KyungSoo. Sólo entonces, Kris notó que desde donde estaba, con el puesto de estacionamiento tan cerca de la puerta de entrada, KyungSoo no iba a verlo nunca.
Entonces se frustró e hizo lo que, tal vez, fue una de las cosas más estúpidas de su vida. Esa cosa fue: llamar por él mismo a los reporteros. Sin embargo, ellos nunca llegaron y la noche cayó, marcando su inicio con la llegada de los padres de KyungSoo.
Kris se preguntó si la llamada había sido demasiado extraña o si los reporteros no estaban interesados en la idea de alguien amarrado a un árbol frente a una casa, pero no se puso a meditarlo demasiado. Comenzaba a darle sueño y de algún modo, se convenció de que no era tan malo el dormir sentado y simplemente se acomodó con la almohada de KyungSoo detrás del cuello y se durmió, dejando ir el cansancio del día con un leve pensamiento.
KyungSoo sacándolo de allí.
»Era cierto ―dijo alguien.
»Sí, tiene una cadena en la cadera... y esto, ¿qué significa lo que hay en la pizarra?
Kris comenzó a levantarse, apartando la sábana con el pie para poder acomodarse la ropa.
Los murmullos estaban por todos lados, había pequeños tics y un fuerte calor ubicado en su rostro. Kris decidió que no debía abrir los ojos hasta que no estuviese seguro de lo que estaba pasando o al menos, no hasta que estuviese seguro de lo que había hecho.
El día anterior era como una nebulosa ebria en su sistema, aunque podía asegurar, aun si no se ha levantado como se debe, que no estaba ebrio. No lo ha estado desde que KyungSoo lo dejó, por lo que atribuye su falta de memoria y al cansancio, a la depresión y a todas las noches que ha pasado sin dormir desde que se dio cuenta de que la almohada de su departamento no se siente igual entre sus brazos por las mañanas.
»¿Y qué decía la llamada?
»Decía que Kris Wu estaba aquí, esperando a recibir el perdón de Do KyungSoo después de todo lo que le hizo.
La otra persona murmuró algo inentendible y Kris decidió que debía abrir los ojos antes de que comenzaran a decir algo desagradable. Se desperezó como lo haría cualquiera que no ha oído nada y se acomodó en su asiento, buscando su móvil para llamar a LuHan.
Necesitaba lavarse los dientes y conseguir algo de desayuno. Necesitaba saber qué tanto se había corrido la noticia y necesitaba saber, en una escala del uno al diez, qué tanto lo odia KyungSoo por atarse frente a la casa de sus padres. Sin embargo, no necesitó recoger el móvil para obtener la respuesta que buscaba.
Al abrir los ojos, se encontró con al menos diez carpas invadiendo la calle que antes mostraba la casa de BoA Kwon. Varias van se encontraban aparcadas desde el otro lado junto a autos particulares y muy cerca de él, rodeando el perímetro, se encontraban los reporteros que, de alguna forma, habían acordonado el área con una cadena de corbatas y lo habían rodeado en un espacio reducido, pero que a simple vista continuaba siendo grande.
Cuando ellos notaron que Kris estaba despierto, lo abordaron, apuntando con los micrófonos y arrojando preguntas tan rápido, que a él apenas y le dio tiempo de ver la pantalla de su móvil para comprobar la hora.
Aun así, les dijo las razones por las que estaba allí. Les dijo que no iba a moverse hasta no recibir el perdón de Do KyungSoo y luego se negó a decir algo más.
Para ese entonces, el sol ya había salido y Kris sólo esperaba que KyungSoo le arrojara desde la ventana el sartén que le había comprado a su madre para la época de navidad.
Una chica se le acercó una hora después. Llevaba consigo una cubeta de agua y un cepillo de dientes todavía dentro del empaque.
Estaba sonrojada y Kris llegó a preguntarse mientras la veía acercarse por qué estaba avergonzaba y por qué... no, sólo se preguntaba por qué estaba avergonzada cuando él está allí luciendo como la mierda, con hambre, con LuHan sin atender el móvil y esperando a que un hombre (orgulloso y cruel) lo perdone.
Casi se enamoró de ella por ser tan adorable al ir a visitarlo a su nuevo hogar, pero sólo se abstuvo y le sonrió cuando algunos reporteros, de esos que son pro a la vida, al amor y no a joderle la vida a los idols, se interpusieron en su camino para evitar que llegara al área acordonada por las corbatas.
La dejaron pasar después de dos sonrisas y tres agites de mano y uno del cubo. Y cuando ella se acercó, apenas y dijo buenos días antes de dejar el cubo cerca de él para extenderle el cepillo nuevo de dientes y una pasta dental portátil que se sacó del bolsillo del abrigo.
―Gracias, yo... esperaba que un amigo viniera pronto.
―No. Está bien. Nosotros, tus fans, reconocemos tu esfuerzo. Puedes agitar la mano si necesitas algo ―le dijo con una media sonrisa, todavía más roja―. Estamos de aquel lado, nos quedaremos mientras sea necesario.
―Yo... ―Kris se avergonzó y no supo a dónde llevar la mirada cuando ella se apresuró a levantarse―. Gracias.
―Oppa, hay algo que creemos todavía no ha considerado. Es algo inconveniente y creo que debe tomarlo en cuenta.
―¿Qué cosa?
―Pues... aquí no tiene forma de ir al baño. Intente no ingerir mucho líquido o comer demasiado. Ya sabe.
Kris sonrió, soltando un grito aterrador por dentro mientras miraba la espalda de la niña alejándose más allá del perímetro acordonado.
A las diez de la mañana, Kris se encontraba dormitando junto al árbol cuando ocurrió lo que estaba esperando. Ya había perdido las esperanzas de que LuHan se fuese a aparecer y había tenido que ponerse unas gafas de sol para evitar que Kim JongDae, alguien a quien KyungSoo odiaba sin razón, se acercara para hacerle preguntas.
Cuando ocurrió lo que esperaba, los reporteros comenzaron a correr de un lado a otro, arrastrando las cámaras hacia la casa de los padres de Do KyungSoo. Un murmullo extraño se expandió por los alrededores y más de un comentario despectivo salió del ruido colectivo para llegar a los oídos de Kris.
No obstante, a Kris no le importó demasiado cuando lo escuchó a la distancia, diciendo:
―¿Qué es lo que quieren? ―preguntó KyungSoo desde la ventana, apenas sacando una mano para llamar la atención de los presentes―. No pienso dar declaraciones de nada. ¡Váyanse a sus oficinas! ―Se escuchó un murmullo confundido y algunas carcajadas atravesando el silencio. KyungSoo esperó un poco más, apretando los ojos.
―¿Qué no ha visto las noticias, señor Do? ―preguntó alguien a voz de grito.
―¿Por qué?
Otro murmullo extraño se escuchó después de un rato. Mientras los flashes de las cámaras continuaban haciendo lo suyo. Y mientras KyungSoo intentaba procesar qué era lo que estaba pasando.
Era obvio que no había visto las noticias desde hace mucho y era, al menos para él, bastante obvio que no iba a verlas por lo que le quedara de vida. Justo esa mañana estaba pensando que no iba a dejar de lado su orgullo con respecto a Kris hasta que no madurara. Por lo que lo más sano era no encender la televisión.
―Señor, encienda al menos su móvil. ―La voz le hizo ladear la cabeza. Era una voz burlona que intentaba ser respetuosa. KyungSoo la escuchó sintiendo el mismo odio momentáneo que sintió cuando abandonó a Kris y sin pensarlo demasiado, se asomó de lleno en la ventana.
―¿Kim JongDae?
―El mismo, KyungSoo. ¿Qué demonios haces encerrado en la casa de tus padres? ¿No que ya te habías graduado y hecho adulto?
Kim JongDae era la persona que KyungSoo más odiaba en el planeta tierra. No porque fuse pedante, arrogante, absurdamente más alto que él o ligeramente mejor en cuanto al canto. Para nada. KyungSoo odiaba a JongDae porque era JongDae, porque se aparecía para arruinarle la vida como los villanos de película y porque siempre estaba allí cuando él no necesitaba ver la verdad.
Como ahora, que se ha expuesto a las cámaras mientras está en pijama.
―¿Por qué estás aquí? ―Preguntó, intentando enfocarse en la persona apoyada en la valla de la casa.
Los lentes de las cámaras casi parecían brillar bajo el sol mientras que cada persona allí lo miraba expectante, como si esperaran que diera la noticia del año. Pero KyungSoo estaba muy lejos de hacer algo como eso. Sus ojos estaban fijos en los de JongDae, que muy lentamente se separó de la valla, manipulando el micrófono con gracia a la hora de enderezarse y señalar un punto tras de sí que KyungSoo no se molestó en seguir con la mirada.
El reportero se acomodó frente a su propio reflector y KyungSoo se cruzó de brazos, escuchándolo dar la presentación de su estúpido programa de chismes matutinos con el ceño fruncido y la respiración pausada.
―Hoy estamos frente a la casa del productor y guionista, Do KyungSoo, esperando por una reacción ante la impactante noticia que recibimos el día de ayer cuando el famoso modelo... ―KyungSoo rodó los ojos, a punto de cerrar la ventana―... Kris Wu, decidió atarse al árbol frente a su casa.
Pero al escucharlo, KyungSoo se quedó estático, con la expresión congelada y los labios ligeramente separados.
Se sintió como un idiota e intentó negar, pero JongDae se dio la vuelta antes de que pudiese reaccionar, se recargó de nuevo de la valla, pasando ambas manos hacia el interior del terreno y le sonrió como un jodido actor porno antes de preguntarle lo siguiente:
―Y bien, señor Do, ¿qué puede decir para TVT STAR sobre eso? ¿Cómo es posible que no haya visto que su ex novio está atado ahora mismo en ese árbol de allá? ¿Eres idiota o qué?
»Sí, por favor, cuéntenos, señor Do, ¿qué planea hacer ahora que Kris Wu se ha asentado aquí?
»¿Qué piensa hacer al respecto? ¿Lo perdonará?
KyungSoo pasó saliva al instante en que logró despegar la vista de la sonrisa maligna de Kim JongDae. El corazón le estaba latiendo en los oídos, en la garganta y en la parte posterior de los ojos. Algo se le estaba revolviendo en el estómago, daba giros vertiginosos, punzaba y ardía. Pero no se sentía como algo que le estuviese ocurriendo a él en ese momento.
»Sobre las cláusulas de confidencialidad para la película, ¿no estaría su ex violando las normas?
»Somos su club de fans, señor Do, ¡apoyaremos su decisión!
―Por... ―tartamudeó―... por qué ustedes... ¿por qué están haciéndome esa clase de preguntas a mí? ―preguntó, buscando penetrar entre la muchedumbre para encontrar al causante de su nuevo dolor de cabeza―. ¿Por qué demonios no le preguntan a él por qué diablos decidió atarse allí? ¿Están dementes? ¿Creen que voy a perdonarlo después de su idiotez? ¿DE ESTO?
»Señor Do, cuéntenos, ¿va demandarlo por violar las políticas de privacidad?
―¿Vas a mandarlo a la mierda, KyungSoo? Responde eso.
»No, cuéntenos, ¿es cierto que su ex podría presentar una demanda multimillonaria después de esto?
El muchacho miró una vez más a Kim JongDae, sintiendo como si el piso se hubiese removido.
―¿Có-cómo dicen?
JongDae rodó los ojos, moviendo el micrófono frente a él.
―Que van a demandarlo por daños y perjurios. Si no lo haces tú, lo harán ellos, ¿tampoco sabía eso, señor Do?
Había once reporteros. KyungSoo observó que sólo le prestaban atención a medias porque gran parte de ellos enfocaba sus cámaras en dirección opuesta. No veía a Kris en ningún lado y hasta cierto punto, comenzó a pensar que estaba alucinando, porque no había manera de que Kris dañara su carrera por nada.
KyungSoo cerró la ventana y se fue hasta su habitación. Llevaba el corazón en la garganta, a punto de eructarlo del susto.
Se metió al armario y se cambió de ropa. Se miró en el espejo y se volvió a cambiar. Se enfadó consigo mismo, por estar haciendo esa estupidez y caminó mucho más asustado de lo que estaba hasta su móvil, que reposaba con la pantalla iluminada sobre el buró junto a la cama.
―Ciento sesenta y tres mensajes...
KyungSoo miró la bandeja de entrada. Sólo eran mensajes de texto. Si sumaba las llamadas perdidas, eran doscientas notificaciones. Si luego sumaba las notificaciones de redes sociales, entonces tenía más de mil formas de saber por qué Kris se había atado a un supuesto árbol y las razones por las que él aun no lo había visto.
Se sintió enfermo de sólo contemplar la ventana de su habitación, de sólo pensar en todas esas personas rodeándolo allí afuera como si fuese un mono de circo. KyungSoo se sintió culpable, pero su orgullo no le permitió moverse de allí e ir por Kris para sacarlo de esa situación. Su parte racional le gritó con una voz ronca y harta que, si querían resolver eso, que si quería volver con Kris, al menos debía asegurarse de que él era capaz de resolver sus asuntos.
De que iba a ser capaz en un futuro de protegerlo de las cámaras, los comentarios e incluso de sus propios familiares.
KyungSoo deslizó el dedo a través de la pantalla, revisando de forma aleatoria las notificaciones antes de decidirse por abrir los mensajes de texto, descubriendo que la mayoría eran de ChanYeol, escribiendo cosas como detenlo y has algo. Los demás pertenecían a Amber, BaekHyun y JongDae.
El mismo Kim JongDae le había enviado mensajes de texto y hasta cierto punto, mientras leía las advertencias con una voz nada parecida a la de JongDae en su cabeza, KyungSoo no pudo creer que hayan sido amigos en la secundaria para terminar así.
De: Byun BaekHyun 2.0
A las 4:29 p.m.
Soo, Ten cuidado. Los reporteros están llegando a tu casa para asentarse allí. ¡El bastardo de YiFan está en el horrendo árbol de enfrente!
De: Amber-noona
A las 1:03 p.m.
Soo, sé que estás enfadado, pero necesitamos que detengas a YiFan. Atiende el móvil, llama a ChanYeol. Esto es muy importante.
ChanYeol le había explicado la situación a través de una nota de voz. Era el último mensaje que había recibido en LINE y le contaba a KyungSoo que Kris estaba haciendo todo eso por él.
De algún retorcido modo, su ex había decidido que la mejor manera de madurar era consiguiendo una demanda. KyungSoo no sabe cómo, pero en un segundo estuvo igual de enfadado que ChanYeol, Amber y BaekHyun.
En un segundo, estuvo parado en la ventana de su habitación, mirando con furia hacia la persona en el árbol frente a la casa de sus padres, que ahora parecía dormitar plácidamente con unas grandes gafas de sol que apuntaban a la casa de BoA Kwon.
―Lo voy a matar. ―KyungSoo marcó su número telefónico, ignorando el cómo las cámaras se habían torcido en su dirección para grabarlo.
»―Buenos días, amor, ¿dormiste bien?
―¿Estás demente? ¿Qué demonios pasa contigo, YiFan?
»Ah. ―YiFan se quitó las gafas y sonrió―, ya lo sabes... lo siento, no creí que llegaran tan pronto, esperaba que al menos salieras de casa ayer.
―¿Ayer? ¿Desde cuándo...? No, ¿por qué demonios estás ahí? Ve a tu casa, levántate de ahí, estúpido. ―YiFan giró la cabeza de pronto, frunciendo el ceño hacia los reporteros que le impedían ver hacia la casa―. Estoy arriba, en mi habitación.
»Luces hermoso el día de hoy ―le dijo, extendiendo una mano con flojera a forma de saludo―. Soo, quizás ya sepas cosas sobre esto, pero quiero que entiendas que esto es lo mejor para ambos.
―No, no lo es. Es la cosa más estúpida que has hecho y has involucrado la casa de mis padres. ¿Qué crees que hará papá cuando llegue por la tarde? ¿Crees que vas a permanecer allí por mucho tiempo?
»En realidad, espero no permanecer aquí por mucho. Se supone que me tienes que perdonar, Soo.
―No lo haré.
»De momento. Quizás no hoy y tampoco mañana, pero mira, traje nuestra almohada. Voy a estar bien.
―No digas estupideces, YiFan. ¿Qué estás haciendo? Vas a perder tu contrato, vas a arruinar todo por lo que...
»Lo único arruinado aquí es la relación perfecta que teníamos. Y no, no me refiero a todas las cosas que hiciste por mi cada día, si no a esos momentos en los que no tuviste que hacer nada para hacerme feliz. Soo, quiero todas esas cosas de nuevo, desesperadamente.
―Ya nadie usa un adverbio como "desesperadamente", YiFan. No me hagas enfadar mucho más.
»Voy a permanecer aquí hasta que llegue ese día donde te levantes y me eches de menos. Cuando te preguntes por qué no estoy allí contigo y decidas venir a buscarme. Voy a estar aquí, esperando por ti en nuestro sitio, el lugar donde te vi por primera vez, Soo. Esta vez no voy a permitir que te involucres en mi carrera.
―¿Y qué demonios esperas? Una demanda está en camino, YiFan, ¿acaso no ves la gravedad en todo esto? Podrías quedarte en la calle.
»Seré feliz si sólo me perdonas y vas a visitarme los lunes a la cárcel.
El corazón de KyungSoo estaba latiendo como loco, pero aun si sospechó que su rostro estaba rojo y que corría el riesgo de sonreír, no se alejó de la vista de su novio sonriéndole como un tonto, con el cabello desordenado y la estúpida almohada abrazada por debajo de la cadena.
―Vas a estar allí mucho tiempo ―le dijo, señalando el árbol―. Y ellos también. Personas vendrán a verte, personas agradables y todas aquellas que te odian. Se te va dañar la ropa y comenzarás a verte como la mierda pronto...
»Voy a resistirlo. Seré un hombre de piedra que espera por el amor.
KyungSoo decidió colgar la llamada por su propio bien. Se acomodó en la cama y estuvo más de dos horas mirando con preocupación hacia la ventana.
Esperaba que a Kris no le sucediera nada mientras estaba allí, porque de ningún modo iba a dar su brazo a torcer con esa gran estupidez que acaba de hacer.

»Seguimos acampando frente a la casa de los Do, esperando a que Do KyungSoo salga y dé algunas declaraciones sobre esta situación.
»Han transcurrido dos días y un gran número de fans se ha trasladado a la residencia para brindar su apoyo a Do KyungSoo y a Kris Wu. Recientemente, varias disputas se han desarrollado entre los fans que apoyan el que KyungSoo no salga de casa y todos aquellos que consideran que Kris debe ser perdonado.
»... continuamos acampando frente a la casa de los Do. Un boletín informativo ha llegado esta mañana al árbol de Kris Wu, notificando que debe levantarse del árbol o será demandado por su contratante, la empresa YM entertaiment.
―Oye, tú, tenemos algo para ti.
Kris levantó la mirada hacia los oficiales abriéndose paso hacia el perímetro acordonado.
―¿Sí? ¿Qué necesitaban?
―Tenemos una orden de los vecinos ―dijo el más alto sin nada de gracia, levantando un documento que Kris apenas y se molestó en mirar―. Quieren que usted y todos sus reporteros se marchen. Están perturbando la paz de esta área residencial.
El segundo oficial, un chico delgado y pálido que lució avergonzado cuando se acercó mucho más a Kris, se sacó del bolsillo las esposas, manipulándolas con cuidado para atar a Kris y levantarlo, sin embargo, apenas las esposas estuvieron en posición, alguien les arrojó un zapato.
―¡Qué!
El oficial más alto miró a su alrededor, visiblemente alterado y Kris soltó una carcajada, ocultando las manos para no ser apresado.
Otro zapato cayó, esta vez en la espalda del oficial alto.
―¡Quien esté haciendo esto, venga ahora mismo! ¡Será arrestado!
Cuando Kris se cubrió, una lluvia de zapatos cayó sobre los oficiales, que comenzaron a girar sobre sí mismos en busca de los agresores, sin embargo, en un segundo, fueron obligados a correr lejos debido a que después de los zapatos, comenzaron a llegar viandas de plástico, cajas, cepillos e incluso pelotas antiestrés.
Para cuando una semana transcurrió, los reporteros ya habían aumentado, colocando carpas en toda la calle, cerrando el paso y obstruyendo la vía principal que daba a la entrada de la residencia.
Los policías continuaron llegando y los fans, que también iban en aumento, se asentaron frente a la casa de KyungSoo, ocupándose de dar comida a todos los reporteros y de cuidar de la salud de Kris, que continuaba con la misma energía del principio.
»Continuamos aquí, frente al árbol que se ha hecho famoso en menos de una semana, acompañando la travesía de Kris Wu, quien ha sido catalogado recientemente como el hombre más romántico del mundo por su gran hazaña de atarse al árbol donde conoció a su ex pareja, Do KyungSoo.
»Kris, ¿qué tienes para decirnos hoy? ¿Algún mensaje para KyungSoo?
El muchacho sonrió, levantando el móvil.
―Le envíe dos mensajes. Así que gracias.
El reportero sonrió un poco, intentando ver el contenido en la pantalla. Luego simplemente preguntó:
―¿Y qué dijo?
―Me envió al infierno. Está bien, así suele decir que me ama.
ChanYeol fue a visitar a Kris el domingo, cuando la noticia ya se había vuelto viral en internet y cuando Amber había decidido pintarse el cabello de plateado y renunciar a su trabajo.
Al verlo, Kris se había tenido que acomodar y ajustar la cadena, puesto que el muchacho, que siempre tiene cara de idiota y sonríe aún más como idiota, llevaba cara de pocos amigos y una vestimenta oscura que auguraba un entierro sin velorio.
Kris supo que lo iban a matar en tanto tuvo el aura maligna de ChanYeol sobre él.
―Hola, Park, ¿cómo te ha ido? ―ChanYeol se arrodilló frente a él, le quitó la almohada y se la colocó entre las piernas. Después buscó en su abrigo y sacó un manojo de hojas dobladas y las extendió en su dirección.
―Tienes una demanda por incumplimiento de contrato ―le dijo con su voz sonando más grave de lo habitual―. Otra por maltrato, esto es por la agresión a los policías de la semana pasada. Otro por allanamiento porque, aunque no lo sepas, a mamá Do no le encanta que estés en su árbol. Finalmente tienes aquí una orden de restricción. Esta noche vendrán a sacarte para llevarte a la cárcel, aun si te levantas ahora, debes asistir a la corte.
―¿Y...? ―ChanYeol suspiró.
―Y tienes la oportunidad de levantarte ahora y dejar tu orgullo intacto o ser sacado a la fuerza de este sitio, ser avergonzado y encarcelado esta misma noche. Es tu decisión, YiFan. KyungSoo no va a salir de esa habitación hasta que no sepa que estás en casa, a salvo.
―Eso no es cierto. KyungSoo va a salir, sólo hay que darle tiempo, siempre piensa mucho las cosas.
―¿Y tú cuándo vas a comenzar a pensarlas? ―le interrumpió ChanYeol―. Oye, somos amigos, pero esto es demasiado incluso para mí. Debes detenerte. ¿Crees que KyungSoo está demente para salir y simplemente perdonarte con todo esto? ¿Has pensado en lo avergonzado que debe estar?
A Kris se le revolvió el estómago cuando lo consideró, puesto que lo había pensado millones de veces, desde que los reporteros comenzaron a interrogar a los vecinos y los padres de KyungSoo con la esperanza de obtener información sobre él.
Incluso llegó a sentirse mal por BaekHyun cuando lo detuvieron en la calle para preguntarle por qué intentaba acostarse con KyungSoo cuando se supone que son amigos.
Sí, Kris admite que las cosas se han salido de control, pero no puede hacer otra cosa más que aguardar en su posición. Confía en KyungSoo y sabe que él también lo hace. Sabe que aunque todo se ha vuelto ridículo, sus palabras han comenzado a valer.
No sólo su imagen está en juego allí, también su carrera y sus palabras. Levantarse ahora, sin que KyungSoo haya salido ni una vez, es como abandonar sus sentimientos para siempre.
ChanYeol volvió a suspirar y se levantó, arrojando entre los brazos de YiFan la almohada.
―Notificaré que vengan. Ocho en punto, es todo lo que tienes.
Dos horas después, Kris dio una rueda de prensa, avisando que las personas de YM Entertaiment habían acabado con la prorroga que estipulaba el contrato y que ahora procederían a tomar acciones legales en su contra por incumplimiento de contrato.
YiFan admitió que estaba un tanto feliz de ser obligado a levantarse, porque le estaba doliendo mucho el trasero, pero también alegó que aun esperará hasta el último segundo a que KyungSoo salga y al menos lo rechace para siempre. Le dijo:
―Mi amor, sé que este tiempo ha sido duro para ambos. Causé muchas molestias a las personas de tu comunidad, ocupé las calles para llamar tu atención y te avergoncé en público, revelando cosas personales sobre nosotros, lo siento ―Kris bajó la cabeza, girando entre sus manos la almohada―. Aun si me odias por todo esto y mucho más, esperaré por ti hasta que mi cuerpo sea movido de nuestro sitio. Te espero a las ocho.


ESPOSADO


Se llenó las manos de agua y se humedeció el rostro, dejando escapar un fuerte suspiro.

KyungSoo se fijó en sus ojos siendo empañados a través del espejo por un segundo antes de volver a humedecer su rostro para cerrar la llave del grifo, apoyando ambas manos en la superficie fría del lavabo.
Había dejado de intentar responder a las preguntas de Park JiHoon acerca de Kris y sobre la relación que llevaba con Kris. KyungSoo no había aceptado esa llamada para eso. Para hablar de Kris, puesto que cada mañana tiene que lidiar con la sensación de que él no está ahí en la cama, intentando abrazarlo a pesar de que hace mucho calor. Llenándolo de mimos y promesas que, por lo general, solía cumplir cuando regresaba a casa.
Kris siempre estaba involucrado en los aspectos de su vida y KyungSoo no lo había notado hasta que le dio aquella patada en los huevos para sacarlo de su auto la noche en que se fue de casa. Quizás la única noche en que Kris no volvió después de prometerle que lo haría.
KyungSoo se preguntó si habría abandonado a Kris en algún otro momento si sólo hubiese ido directo a casa después de firmar ese contrato. Se preguntó si lo habría dejado por alguna infidelidad o una de esas confusiones con chicas y estúpidos mensajes de texto. Y se preguntó si Kris sería capaz de hacer alguna de esas cosas cuando siempre ha mantenido una imagen firme y limpia antes las cámaras para protegerlo.
Entonces negó y volvió a abrir el grifo para humedecerse dos veces más el rostro.
Para cuando abandonó el baño de su habitación y decidió que no podía continuar de ese modo, una alerta en su móvil lo congeló.
De: Park ChanYeol
A las 7:23 p.m
Sé que no has encendido el televisor en las últimas semanas y que enviaste a que cancelaran tu suscripción a internet. Pero necesito que cargues tus datos. YiFan va ser apresado por la policía esta noche y dio una conferencia en el árbol en tu nombre.
Ayudanos a salir de esto.
«Ayudanos», pensó KyungSoo, recordando que ChanYeol siempre había sentido un afecto demasiado extraño por YiFan. Era un amor retorcido de hermanos que se odian y que son capaces de matarse, pero que se mantienen cuidando el uno del otro cuando no tienen razón para ello.
Negó y suspiró, mirando el montón de papel periódico con el que había recubierto las ventanas de su habitación para que las cámaras aéreas no pudiesen obtener fotos de él allí.
«Ayudanos», KyungSoo una vez se atrevió a escribir un guion entero sobre el típico cliché de la chica deprimida. Había usado el sótano de sus padres como un relleno para disque darle originalidad al tema, pero el asunto era que debía ser cliché y una especie de buena comedia sobre la absurda depresión de ser abandonado. BaekHyun le ayudo bastante, porque parece que su amigo es un abandonador nato de amantes, y fue incluso divertido.
Pero ahora, viéndolo desde la perspectiva en la que él ha sido, más o menos, dejado, no le da ni una pizca de risa el saber que dejó a su novio por el primer error cometido en una relación de casi cuatro años y que ahora se va a recluir en un sótano para ver películas de mala calidad con las que va a sufrir en cuanto note los malos arreglos de escena y la pésima calidad de los diálogos.
Debía estar por enloquecer para terminar así.
Se desvió a la cocina con la única idea de tragar galletas con Nutella y se detuvo cuando alcanzó a ver la televisión en la sala.
La encendió, buscando algún canal y casi desesperadamente, encendió los datos móviles, esperando que su móvil no colapsara en medio de la carga de datos.
Fu entonces que supo lo mal que estaba todo. Lo mal que la iba a pasar Kris si no se movía de allí para sacarlo.
KyungSoo dudó, mirando las grabaciones de la conferencia, sus fotos y algunos mensajes de las personas allí fuera de casa esperando por él. Una oleada de resentimiento lo golpeó en las costillas y el pecho.
―YiFan...
»... Se estipula que Kris Wu tendrá que pasar al menos, tres años en prisión por incumplimiento de contrato ―dijo la reportera, a lo que su acompañante contestó―: ¡Claro! Si no tiene el dinero para la fianza. Aun así, hay otras demandas en la mesa. Muchas personas han redirigido su odio por un pobre diablo que ha decidido sólo encadenarse a un árbol.
»Es una pena.
Una sirena se escuchó en la calle cuando KyungSoo se disponía a comprobar la información en internet. Tenía las manos temblorosas y algo apretado en la garganta cuando levantó la cabeza y la calle pareció sumirse en silencio.
Al instante, los flashes de las cámaras y el ya rutinario murmullo de los transeúntes desaparecieron, dando paso a una sensación lastimera que llevó a KyungSoo a jadear.
―No... ―dijo, sintiéndose culpable en un segundo―. Espera.
El móvil se le cayó al suelo cuando comenzó a caminar con pasos temblorosos. Incluso el tiempo no pareció importar demasiado cuando salió y Kim JongDae le abrió la puerta de su propia casa, escoltándolo con un brazo fuertemente agarrado al suyo para que le permitieran pasar.
Para ese momento, los autos de policía ya estaban estacionados frente al área acordonada y un grupo de fans estaban haciendo una pared humana para impedir que pasaran.
―¡Van a ser encarcelados si se oponen a la ley!
Alguien gritó cuando JongDae arrojó a KyungSoo a la pared, empujando para que le abriesen paso a donde estaba Kris.
―¡Abran paso, imbéciles! ¡Do KyungSoo tiene que pasar!
JongDae tomó a KyungSoo de los hombros, aferrándose con fuerza a él para meterlo a trompicones entre la gente. Todavía no habían alcanzado el área acordonada y ya las personas comenzaban a enloquecer.
Un puñado de cámaras los estaba siguiendo de cerca. Iluminando la calle con relámpagos azules al liberar los flashes después de tomarles una foto.
KyungSoo estaba en shock, esperando llegar a tiempo, empujando y caminando, no decía nada y JongDae tampoco esperó que lo hiciera.
Él sólo necesitaba llevarlo allí, sacar la cámara y ser el primero en reportar el encuentro con una primera plana.
Eso era todo.
―¡Muévanse, idiotas! ¡Do KyungSoo necesita pasar!
JongDae miró a su alrededor con cierto deje de pánico y apretó con más fuerza los hombros de KyungSoo.
Los policías ya habían alcanzado a llegar y, siendo honestos consigo mismo, no esperaba ver a todo un escuadrón anti-motín allí, empujando y deshaciéndose de los fans como si fuesen plagas.
―Tienes que meterte debajo ―le dijo a KyungSoo, empujándolo de nuevo―. Ve y llega al centro.
Cuando JongDae le sonrió, obligándolo a ponerse de rodillas junto a él, alguien gritó y una bomba de humo fue arrojada en su dirección.
Había muchos ruidos, voces... conversaciones a voz en grito que comenzaron a volverse sólo gritos desde el momento en que comenzó a arrastrarse bajo las personas con el más claro miedo de ser aplastado o pisado.
Continuó, buscando las palabras correctas para YiFan. Esperando encontrarlas a tiempo y que fuesen las correctas para hacerle detener todo. Porque aunque haya sido duro, no había nada que KyungSoo no desease más que sorprenderlos con algo.
―Aquí voy...
Tomó una bocanada de aire cuando descubrió que ya podía levantarse y tembló al descubrir a Kris todavía allí, atado y con una expresión aterrada.
KyungSoo apenas y se atrevió a dar algunos pasos cuando el corazón se le aceleró y perdió la capacidad de hablar.
Kris lo había visto enseguida, pero ahora lucía como si estuviera arrepentido de haberle pedido que fuera.
―YiFan. ―KyungSoo se le acercó―... Yo... siento todo esto. Ya es momento de volver a casa.
KyungSoo pensó que YiFan estuvo a punto de sonreír. Sin embargo, notó también que se contuvo y asintió.
―¿Estás perdonándome de verdad? ―KyungSoo asintió.
―Nunca quise dejarte ―le dijo, echando un vistazo a su espalda―. YiFan, tienes que levantarte de allí ahora mismo. Los policías están haciéndole daño a tus fans. Vamos, acabemos con esto
Cuando Kris asintió, apartando las mantas que se había colocado para socavar el frío, algo estalló detrás de ambos. Desde la casa de sus padres.
Un grupo de personas corrió y en menos de un segundo, YiFan tuvo a KyungSoo sobre él, apartando la cadena para ayudarlo a levantarse.
―¿Puedes caminar? ―le preguntó, tomándolo de la cintura―. ¡Tenemos que ir con la policía!
―¿¡Qué!? ¿Vas a entregarme?
KyungSoo soltó una risita, apretando la cintura de Kris cuando comenzaron a moverse. Le dijo:
―Claro que voy a entregarte. Si no vas ahora, todas estas personas serán apresadas debido a ti, ¿eso es lo que quieres?
Kris tuvo la confianza suficiente para pensar en ello. KyungSoo lo codeó, levantando la voz:
―Papá va a solucionar esto. Prometo que estaremos en casa pronto.
―Soo...
―Te quiero, YiFan ―le dijo, deteniendo el paso―. Te quiero tanto que incluso si papá o ChanYeol no resuelven esto, iré a visitarte a la cárcel los lunes.
Kris pensó que se iba a poner a llorar al ver la mirada brillante y sincera que KyungSoo le estaba dirigiendo. No obstante, lo único que pudo hacer en ese momento fue gemir, puesto que, al siguiente segundo, fue tacleado por dos oficiales que, aún con los fans intentando detenerlos, tuvieron la agilidad para subirse a la espalda de Kris y atarle las manos con las esposas.
―Wu YiFan, tiene derecho a...


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