Mío » XiuSoo


Resumen: 

Enamorarse del hermano menor de su ex no estaba en los planes de Minseok. Pero hay veces que debe sacrificar sus convicciones para permanecer al lado de quién amas.

Autora: sad2insomnia

Género: pseudo-romance. 

Extensión: 1.5K.


 Minseok nunca había creído interesarse justamente en Do Kyungsoo, no porque tuviera algo malo en él sino porque era el medio hermano de su ex novio. Él tenía un tipo de códigos establecidos para no salir con ex de amigos o hermanos de sus ex. Pero, en esa ocasión, las cosas se salieron de sus manos.

Además, no ayudaba que Kyungsoo se estuviera poniendo tan bueno. El asumía que el hermano menor de Luhan había crecido como mucho dos centímetros desde la última vez que lo vió hace tres años, cuando aún era un crío puberto que se la pasaba encerrado en su habitación jugando videojuegos hasta el amanecer. En ese entonces, nunca le había llamado la atención, teniendo tres años de diferencia, ellos parecían abismalmente diferentes. Pero ahora que el pequeño Kyungsoo había ingresado a la universidad, y tenía la oportunidad de encontrarselo seguido en el patio de cocina, no había podido evitar sentir aquella atracción, una atracción que parecía ser mutua.

Pudo sentir su cuerpo ser pegado a la fría puerta del cubículo, siendo apresado por un cuerpo ligeramente más alto que él. Y a pesar de la situación y las palabras negativas que salían de su boca,  él no estaba poniendo resistencia alguna en los besos esporádicos que se plantaban contra su boca o línea de su mandíbula, un contacto  que se volvía agresivos con el correr del tiempo y que él intentaba evadir, sin embargo, el aroma de Kyungsoo le embriagaba a tal punto que terminaba correspondiendo con la misma (o talvez más) necesidad que la de su menor.

Un gemido ahogado se perdió contra la boca ajena cuando unas manos traviesas se hundieron bajo su camiseta y tantearon con total autoridad la piel de su espalda. Pudo sentir un escalofrío recorrer su cuerpo de punta a punta.

— Kyungsoo, basta. — Susurró con la poca cordura que quedaba en su cuerpo. Y es que no era para menos, porque cada vez que sentía que la situación se volvía incontrolable perdía casi todo uso razón, siempre había una parte latente que le decía que debían de parar eso, que estaba mal. No estaba dentro de sus parámetros (o su moral) el tener algo con el hermano de su ex novio.

Empujó delicadamente el cuerpo del pelinegro, indicándole de forma silenciosa que ya era suficiente de aquella tortura.

— Hyung, ambos nos gustamos ¿Para qué hacer las cosas más difíciles? — La intensidad con la que Kyungsoo recitaba aquellas palabras le querían hacer ceder, sin embargo, se daba golpes mentales en cada momento que quería mandar todo al carajo y simplemente fundir su cuerpo contra el menor.

Pero las cosas no podían ser así. Él tenía una convicción y no iba a quebrarla.

— Eres el hermano menor de mi ex...— Susurró acomodando su camisa dentro del vaquero, también aprovechando el momento de despiste de Kyungsoo para quitarle la traba a la puerta y salir del cubículo. Se echó una rápida mirada al espejo, traía las mejillas coloradas y su cabello estaba ligeramente despeinado, muy al contrario de Do, quién había aparecido detrás de él con una apariencia impecable, ni siquiera se podía notar en su semblante que podría haber estado haciendo algo en los baños de la facultad. 

— Y tú eres el ex de mi hermano ¿Y crees que eso me detiene? Me gustas mucho, Minseok — Pudo notar el malhumor creciendo en su menor, pero aún así no podía hacer nada al respecto. Era más que obvio que ellos tenían sentimientos involucrados, pero no creía estar preparado para romper sus creencias en aquel momento. Así que, sin mucho que poder decir, negó con picardía y acomodó su cabello con un poco de agua. Seguidamente caminó hasta la entrada, dándole una mirada a Kyung antes.

— También me gustas, pero...no creo que podamos estar juntos. Ya lo he dicho muchas veces.

Sentenció, saliendo fuera del baño, dirigiéndose hasta el patio de comida, se quedaría allí hasta que su siguiente clase empezara, luego podría ir a casa y esperaba no divagar mucho en lo acontecido recientemente.

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Había pasado un mes desde que tuvo un intercambio de palabras como era debido con Kyungsoo. Un mes donde había sido ignorado cruelmente por el joven de cabello rapado y cejas gruesas. Debería estar bien ¿No? Sentirse tranquilo al respecto porque no tendría que seguir dándole negativas. Sin embargo, no podía dejar de darle vueltas al asunto.

Además, actualmente, según los rumores, parecía que Kyungsoo estaba saliendo con Byun Baekhyun, un alumno de la facultad de medicina. Y él no estaba entendiendo nada, se suponía que Kyungsoo estaba enamorado de él pero...¿Ya estaba saliendo con alguien? Es decir, eso no le molestaba, sino que estuviera saliendo con alguien tan pronto como le dió una negativa que sonaba más firme que otras.

Por esa misma razón, desde que se enteró, lo estuvo evadiendo como fuese posible. Claro que había momentos en los que se lo encontraba, con ese pesado Byun Baekhyun. Le indignaba ver como este chico se la pasaba colgado de su Kyungsoo, y no escatimaban a la hora de comerse la boca en el campus o fuera del mismo.

— ¿Pensaste que Kyungsoo iba a seguirte hasta la tumba? — Le preguntó esa misma tarde Yifan, su mejor amigo. — Lo rechazaste muchas veces, Minseok. Obviamente se cansó de que lo tomaras como un chiste. Era un juego de agarre y afloja.

— Pero...

— No tienes derecho para molestarte. Si tienes algo que decir sobre Kyungsoo, levanta tu maldito culo gordo del asiento y ve a encararlo de una buena vez. Ambos se quieren, es jodidamente obvio pero también son idiotas, a diferentes niveles, pero lo son. Tú por ignorar tus sentimientos y rechazarlo, y él, por creer que metiéndose con el primero que pase por su camino va a olvidar lo que siente. — De pronto, Yifan se detuvo algo pensante. — o tal vez ya lo olvidó.

Ahora estaba dando largas zancadas por el corredor del departamento de música. Estaba cansado, la furia brotaba de su cuerpo y se inyectaba en sus ojos. Las palabras de Yifan seguían calando su mente, haciéndole dar cuenta que lo último que quería en ese mundo era ser olvidado por Kyungsoo, estaba siendo un maldito egoísta, pero así era él. Se dió cuenta tarde de que su código era una puta mierda y que lo único que deseaba era permanecer entre los brazos de Do por el resto de los tiempos.

Por eso mismo, cuando lo vió en el corredor principal hablando con tonto Baekhyun, lo tomó de la mano y jaló de él hasta que quedaron en un aula vacía y que usualmente no registraba mucha actividad.

— ¿Minseok? ¿Qué te pasa?

No hubo necesidad de palabras cuando su boca chocó contra la de Kyungsoo, ni tampoco pasó mucho tiempo luego de ser correspondido por los labios ajenos. Sintió las bruscas manos se Kyungsoo aferrarse contra los rizos de su cabello, jalando estos para marcar territorio.

Podía sentir sus bocas chocar, en una guerra húmeda dónde sabían que ambos iban a perder, despedirse de la cordura era parte habitual de aquellos besos dónde respirar era opcional y no una necesidad. Ahí estaban, devorándose la boca mutuamente y aferrándose al cuerpo contrario con violencia intentando marcar cualquier parte de piel descubierta que tuvieran a disposición.

Lo más ideal, sería poder compartir besos sin necesidad de separarse, pero sus cuerpos pedían a grito un poco de oxígeno, por lo que poco a poco tuvieron que separarse. Sus bocas estaban rojas y brillosas por el mojado contacto. Minseok traía las mejillas coloreadas y Kyungsoo le miraba con el mayor de los deseos implantados bajo los párpados.

— Eres mío — Susurró Kim,  a la vez que intentaba regular su respiración. — No puedes ser de nadie más, Kyungsoo.

Kyung sonrió ladino.

— ¿Quién dice que soy tuyo? — Enarcó una de sus cejas. — Tuviste una oportunidad conmigo...pero me alejaste. ¿Por qué crees que te quiero de vuelta?

Minseok apretó sus labios ligeramente, teniendo una lucha mental consigo mismo. Cuando estuvo a punto de responder, pudo sentir nuevamente la boca de Kyungsoo atacar la suya, pero esta vez eran besos furtivos y suaves, como si de alguna manera intentara calmar el escozor actual.

— No pongas esa cara...nunca más — El menor le estrechó entre sus brazos, apegándole a su cuerpo; protegiéndole de cualquier cosa externa (y de él mismo) — Te quiero, Minseok.

— Ya no volveré a huir por mis idioteces...— Susurró — Ahora estoy, y ahora mismo estoy aceptando mis sentimientos por tí. Me gustas, te quiero; para mí, para toda la vida. — Fueron unos pequeños momentos, pero pudo ver una sutil sonrisa sobre los labios de Kyungsoo. — Y no me importa si estás saliendo con Baekhyun, yo te voy a robar de sus brazos.

— No tienes que robarme, Minseok. No puedes hacerlo cuando desde siempre he sido tuyo...y tú, aún con tu terquedad, siempre has sido mío. ¿Entiendes?

— Tuyo — Una sonrisita se dibujó en su rostro, mostrando sus pequeños y perlados dientes mientras que hundía su rostro contra el pecho de Kyungsoo.

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