Beautiful Insanity » SeBaek


Resumen:

La enfermedad acabó con su vida.
Sin embargo, era lo único que lo hacía querer seguir viviéndola.

Oh Sehun no recuerda cuando fue la última vez que alguien le dijo que estaba cuerdo.
Estaba consciente del porqué de su estadio indefinido en aquella institución, pero no creía una sola de sus razones. Todos dicen que está ahí para mejorar. Todos dicen que está enfermo.

Están muy equivocados si creen que pueden ayudarle.

Es imposible curar a alguien que desea seguir enfermo.

Autor: @JenHemming97.

Géneros: Romance, Angustia, Horror.

Advertencias: Trastornos mentales, mención de la muerte de un personaje.

Extensión: 1.8K.

Cuando no tienes nada más por lo cual vivir, encontrar cualquier tipo de alivio es imposible.

Durante años ha luchado contra el sueño y hoy, un par de pastillas no le van a ganar.

No sabe la razón, pero siempre es a esta hora cuando su mente parece estar más en sintonía con la realidad.

Mira al techo, preguntándose qué habría pasado con su vida si las cosas hubieran resultado diferente aquella noche, qué hubiese sucedido con él y Baekhyun, qué hubiese sucedido si él hubiera muerto en su lugar.

Cada célula de su cuerpo desea que  hubiese sido de ese modo.
¿Estarían acostados mirando la televisión? O tal vez ¿Sería uno de esos días donde decidían hacer el amor por segunda vez en una noche?

Le dolía pensar en la vida que podrían haber tenido. Pensar en todas las veces que pudo haberle sonreído y no lo hizo. Todas las noches que tendría que pasar sin tenerlo entre sus brazos. El hecho de que sus labios jamás se volverían a tocar…

Suspira enojado.

Para Baekhyun habría sido diferente, él había sido valiente que él toda la vida. Esa era una de las razones por las cuales lo amaba. El solo habría llorado  un par de días y después seguiría con su vida.
¿Él? Bueno, basado en el lugar en el que estaba acostado, no podía seguir de la forma correcta.

Los pensamientos de la vida que podrían haber tenido son demasiado difíciles de soportar.

Los odia.

Odia como dolor profundo desgarra su corazón cada vez que su cordura regresa. Tan intacta, como si su mente de nuevo estuviera en completo control.

Lástima que esta era una burbuja tan frágil que podía ser reventada con un alfiler.

Se enreda en las cobijas de su cama y gira su cuerpo para mirar hacia la ventana, bajo su cuello puede sentir la humedad de la almohada provocada por sus lágrimas.
En algún punto de la noche, cae dormido.

Justo cuando pensaba que obtendría un momento de tranquilidad. Su subconsciente le dice que su pesadilla está por comenzar.

Está de nuevo en el auto.
Todo a su alrededor esta oscuro y lo único que ilumina la escena es el fuego proveniente del motor de su coche.

Su cuerpo tiembla y su ropa esta empapada en sangre. No de él, de la persona que estaba sentada a su lado. Tiene miedo de voltear, sabe lo que verá si voltea.

La persona que perdió.

La persona que amaba y dio la vida por él.

Es horrible que la última imagen del amor de tu vida no sea más que una masa de huesos rotos, miembros desgarrados, sangre y ropa. Totalmente irreconocible, incluso para Sehun.

¿Por qué no lo dejó morir con él en aquel accidente? ¿Por qué tenía que girar el volante para que solo su lado del auto recibiera el choque? ¿Por qué nunca pensó en lo que le haría si lo dejaba solo?

Antes de que pudiera controlarse, Sehun está gritando y corriendo al baño.

Enciende la luz y se mira al espejo. Luce terrible, la simple sombra de lo que era antes.

Golpea su rostro un par de veces, tratando de ahuyentar las imágenes que resguardaba en su cabeza.

Toda la vida la gente dice que pagas todos tus pecados una vez que mueres y vas al infierno. Entonces, si seguía vivo ¿Por qué sentía como si revivir la muerte de Baekhyun una y otra fuese su versión personal de infierno?

Deja que su cuerpo caiga al piso. Sus pensamientos comienzan a sofocar su mente, haciéndolo entrar en pánico. Sus ojos vuelan a través del baño y le cuesta respirar.

Siente como si las manos de alguien estuvieran envueltas en su garganta. Como si alguien estuviera determinado a acabar con su vida, como si aquellas manos no fueran a descansar hasta que hayan destrozado su tráquea.
Entonces se da cuenta que se está estrangulando a sí mismo.
Se niega a soltar su cuello. Se niega a soltarse porque morir sería bueno. Morir seria hermoso. Conseguiría ver a Baek y eso sería perfecto.

Un escuadrón de enfermeros y uno de los doctores entran a la habitación.

Dos enfermeros están parados lado a lado de él, tratando de quitar sus manos de alrededor de su garganta, pero Sehun aprieta con más fuerza y pronto, manchas de colores parecen empañar su visión.
El doctor grita un par de órdenes. Sin embargo, finalmente sus sentidos se están nublando, por lo que no alcanza a entender sus palabras.

Esta tan cerca de volver a él, a Baekhyun.

Tan cerca...
Siente varias manos alzándolo y luego un pellizco en uno de sus brazos.

Esto es lo que odia de los doctores, piensan que la cura para él está dentro de esa jeringa. Pero no entienden que aun así, despertará mañana y seguirá estando loco.
Pelea contra las drogas que penetran en su sangre, mas unos segundos después, sus dedos empiezan a perder el agarre alrededor de su cuello y ambos brazos caen flácidos a los lados. Una luz blanca ilumina uno de sus ojos y Sehun parpadea una vez, porque es todo lo que el sedante le permite hacer.

—Amárrenlo con fuerza —ordena una voz, probablemente el médico.
Una vez más está en su cama, sus brazos sujetos contra su espalda y siente como uno de los enfermeros le pone la camisa de fuerza.

—Esto te mantendrá a salvo —susurra el enfermero mientras comprueba que la camisa este bien apretada.

Es gracioso que su familia pague para que lo mantengan a salvo de sí mismo ¿No es cierto?

Se reiría si pudiera. ¿Qué más daba? Las personas a su alrededor sabían que no podía enloquecer más…
El eco de un portazo rebota en sus oídos. Sus parpados pesan, pero de todas formas se mantiene despierto.

Minuto a minuto, la idea de dormir parece más tentadora. Y justo cuando está a punto de sucumbir ante el sueño, lo ve.

Es él.

Baekhyun.

Él se sienta a su lado, su boca arqueada en una dulce sonrisa y sus ojos tan llenos de vida como siempre. Baekhyun roza un costado de su cara con los dedos y lentamente levanta el cabello que se pega en su rostro, plantando un tierno beso en su frente.

— ¿En serio creíste que te dejaría morir?

Intenta responderle, pero sus cuerdas vocales siguen muertas. Así que sus labios solo se abren ligeramente, soltando nada más que aire. A Baekhyun no parece importarle, todavía tiene una sonrisa pintada en el rostro.

¿Cómo puede estar sonriendo?
Baekhyun se recuesta a su lado y jala su cuerpo hacia él, descansando su mano sobre su estómago.

Todo en su interior tiembla por la necesidad de tocarlo y no se capaz de moverse o emitir palabra alguna.
Por otro lado, Baekhyun simplemente acomoda su barbilla en el hueco de cuello, dejando sus labios a milímetros de su oreja.

—Nunca dejaría que nada malo te pasara. Moriría por ti ¿No lo recuerdas?
[…]
No está seguro cuanto tiempo durmió.
¿Horas?
Tal vez días…
Sin embargo, sí está seguro de una cosa: Baekhyun sigue ahí.

Vivo.

Hay momentos en los que trata de buscar al Sehun de unas horas otras, al Sehun que sabe que la persona frente a él no es real.

Pero ¿Acaso buscarlo tiene sentido buscarlo?

Cada parte de su mente quiere quedarse aquí. Convencerlo de que ese día en realidad nunca pasó, que fue un jodido delirio y Baekhyun sigue a su lado. Y finalmente su interminable miseria se marcharía.

Es posible ¿Verdad?

¿Verdad?

Amaba su versión de cuento de hadas.

Su versión donde Baekhyun lo miraba juguetonamente y se sentaba a horcajadas sobre él, luciendo tan perfecto como siempre, no la versión distorsionada de sus pesadillas.

— ¿Qué haces? —pregunta Sehun, divertido porque Baek estaba tratando de actuar coqueto.
Baekhyun toma sus hombros para sujetarse y restregarse lentamente sobre su regazo, despertando su erección.
— ¿A qué te refieres? —Dice con una sonrisa en sus labios.

Una risa fuerte se le escapa de la garganta y resuena en las paredes del confín. Desearía poder abrazarlo, pero aun lleva la camisa de fuerza. Decide ignorar sus pensamientos, sus momentos con Baekhyun son raros y demasiado bellos como para gastar energía en otra cosa que no sea él.

No sabe porque no lo ve tanto como el desea. O porque no aparece a diario. Usualmente solo aparece cuando lleva mucho tiempo solo, es por eso que hace todo lo posible por no compartir habitación con otro de los pacientes en la institución.
Sabe que no debería quejarse; simplemente debería atesorar cada día que Baek viene a verlo.

Baekhyun apoya uno de sus brazos en la cabecera, pasándolo a un lado de su cabeza para luego deslizar su nariz por toda la línea de su cuello.

— ¿No vas a besarme, Hunnie? —Pregunta, atrapando el lóbulo de su oreja entre sus dientes.

Sehun solamente asiente. Incapaz de proferir una palabra.
Disfruta de la sensación de tener a Baekhyun cerca y la familiar esencia que su cuerpo despide cuando esta excitado.

—Te amo. —Declara mientras su aliento se pierde en la base de su cuello, rozando su piel con los dientes, besándola. Asegurándose de no olvidar nunca su sabor.
—Yo también te amo.

Las manos de Baek se deslizan hasta su cadera, justo por debajo del elástico de su pantalón.

Lo desea.

Desea su toque.
Sus besos.

Esta tan hambriento por su cuerpo como él.

Baekhyun desliza su brazo hasta la curvatura de su cuello y con sus dedos, hace que Sehun gire la cabeza. —Bésame.

Sehun lo mira a los ojos.

Hay tantas cosas que quiere decirle.

Quiere decirle que estos momentos con él son lo único que le permite seguir con vida, que sigue aquí solo por él, que sin importar nada, siempre lo esperará.

Pero en su lugar se queda callado y cumple con su demanda.

Sehun presiona sus labios contra los de Baekhyun, rozándolos suavemente. Apenas siente que la boca de Baekhyun se abre, no tarda un segundo en profundizar el beso, deslizando su lengua dentro de la cavidad. Sus bocas ahora encontrándose agresivamente.

—Esto es tan increíble —murmura Baekhyun contra sus labios.
Tiene razón. Era increíble.
No solamente increíble, maravilloso.
Trascendental.

Sin embargo en algún lugar de su perturbada mente una voz, su propia voz, le repetía que esto era, en efecto, demasiado increíble.
Demasiado increíble para ser… real.

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