XXII
El lugar era muy moderno y estaba muy bien adaptado a la naturaleza, había caminos de pavimento serpenteaban entre los árboles, aptos para sillas de ruedas, iban desde las cabañas hasta el comedor, junto con otros que llevaban hasta miradores, sólo para pasear y ver el bosque.
Junto con el mismo edificio donde estaba el comedor se encontraba una enfermería, en el exterior, un playón deba lugar a mesas, bancos y una linda vista a un lejano lago entre los árboles.
Recorriendo el lugar, encontraron una piscina climatizada techada, con todos sus equipos para personas de movilidad reducida, junto con varios juguetes para el agua, algunas tablas y elementos de natación.
Yoongi y Jimin decidieron esperar a que llegarán Taehyung y Jungkook para buscar una cabaña con cuatro camas disponibles para su grupo, ya que eran acomodadas por orden de llegada, mientras, Seokjin y Namjoon fueron a acomodarse en unas de las primeras cabañas, las designadas para los organizadores.
Vieron a otras personas comenzar a llegar, algunos hasta con perros de asistencia, que hacían a Jimin sonreír ampliamente por lo lindos que eran.
— ¿Alguna vez tuviste un perro, Jiminie?— preguntó Yoongi, viendo que su novio no dejaba de ver los animalitos.
Jimin negó, tenía el cuaderno sobre sus piernas, ya que lo habína usado en el viaje.
"No, siempre quise uno, mamá y papá estaban muy ocupados cuidándome como para tener una mascota".
— ¿En serio?— Jimin asintió—. Tú eres muy fácil de cuidar, Jiminie, sólo necesitas un poco de amor, pero eres muy independiente... — Yoongi dejó de hablar cuando vió la expresión de Jimin cambiar, el menor había borrado su sonrisa.
"No siempre fui fácil de cuidar, Yoon" escribió el menor, el rubio sabía que hablaba de su infancia, Yoongi sabía que la vida del menor no había sido fácil al principio, pero en realidad no sabía muchos detalles de la infancia del menor a parte de su discapacidad y su paso por la Escuela de Educación Especial.
— Lo siento, no debería haber comentado eso — se disculpó, Jimin negó e hizo un gesto con la mano para que le restara importancia.
El menor volvió a escribir en su cuaderno, y luego de un poco de duda le mostró sus palabras a su novio.
"¿Me querrías más si puediera hablar?"
Yoongi frunció el ceño un poco, pero cambió su expresión al ver que Jimin tenía una de pena.
—Jiminie... Tu... ¿Te gustarían menos las flores si no pudieras verlas? ¿Disfrutarías menos su aroma o la textura de sus pétalos? ¿O aún así serian de las cosas más lindas del mundo, como tú? —Preguntó, las mejillas de Jimin estaban rojas por esa comparación —. El que no hables no hace que yo disfrute menos todas las cosas que tienes y que gustan de tí.
Jimin escondió su rostro detrás del cuaderno de la verguenza, Yoongi rió con ternura yfue a tomar su mano para entrelazar sus dedos.
— Oh, Jiminie, eres adorable — Jimin le dió un golpe con el codo para que no lo molestara— ¿Recuerdas cuando te pregunté por tu pesadilla hace un tiempo? — el menor bajó su cuaderno y asintió—, bueno esa vez fue porque... Hablaste dormido, y te escuché decir mi nombre, a veces murmuras cosas también cuando duermes, pero ese día lo dijiste claramente.
Jimin lo miró un segundo y volvió a escribir.
"¿Y no te gustaría que yo diga tu nombre otra vez?"
— Claro que sí, no te voy a mentir, Jiminie, pero no me muero por escuchar tu voz de nuevo, yo te amo como eres— dijo el rubio—. Quizás algún día vuelvas a soñar conmigo y quién sabe— se encogió de hombros, tenía una sonrisa suave, Jimin se sentía a gusto con la converzación, porque su novio no sonaba muy emocionado por el hecho de que él hablara o no, y eso le daba tranquilidad.
"Tu sabes que yo en teoría sí puedo hablar, ¿no?" escribió Jimin.
—Sí, Jiminie, lo sé.
"El otro día, cuando estabamos haciendo eso hice un ruido".
— Sí, lo sé, esos ruidos me gustaron más que cuando dijiste mi nombre, en parte— Yoongi rió y Jimin lo golpeó en el brazo—. Bueno, bueno, mi vida, tus gemidos son hermosos.
Jimin rodó los ojos, sus mejillas estaban rojas de nuevo, sonrió mordiendo sus labios.
"Es el primer ruido que hago en mucho tiempo, yo creía que no podía hacer eso".
— Qué bueno que lo averiguamos— dijo el rubio y Jimin lo golpeó más fuerte—. Bueno, bueno, mi hermana es policía, te voy a denunciar por violencia, Jimin.
El menor rodó los ojos.
— Ya bueno, hablando en serio... Creo que podrías intentar hablar cuando te sientas listo, Jiminie, ya que ya sabes que puedes hacer ruidos y bueno, hablas dormido... Algún día podrás, yo creo en tí— dijo el rubio.
Jimin sonrió bonito, con ese eye smile que a Yoongi le gustaba mucho y enmarcaba sus ojos que eran de un cálido color marrón.
De pronto el menor tomó aire, hizo una expresión de concentración y movió sus labios, como diciendo algo, ningún ruido salió de estos, el mayor frunció el ceño, Jimin lo miró y volvió a repetir lo mismo, sus labios se movian en un adorable mohín hacia adelante, casi como un beso.
Jimin lo repitió otras tres veces más, el rubio no podía adivinar lo que decía y el menor se estaba poniendo nervioso, pero Yoongi sólo podía pensar en las ganas de besarlo que tenía despues de ver tanto sus labio.
El pelinegro lo golpeó en su brazo para que se concentrara.
— ¡Auch! Jimin me vas a dejar un moretón...
Jimin abrió sus brazos, esperando que el mayor adivinada lo que intentaba decir, y lo repitió una vez más.
— ¿"Yoon"?— preguntó el rubio, a lo que el menor sonrió y asintió —. Oh, si es como siempre me dices, claro — sonrió mostrando sus encías—. Claro, es que cuando lo dices pareces que estás dando un besito y eres adorable.
Jimin rodó los ojos, ya sabía que él era adorable.
— ¡Park Yoooongi !
Aquel grito los hizo mirar hacia todos lados, aunque no estaba preparado cuando su hermana apareció detrás de él para prácticamente arrojarse encima de él y aplastarlo, de no ser porque Yoonji era pequeña le hubiera roto un hueso, luego la pelinegra lo abrazó con fuerza contra sí, Yoongi se quejó del apretón, vió a Jimin reír a su lado.
— ¡Yo no soy Park! — se quejó—. Jimin es Min.
— Sí, sí, lo que digas— su hermana revolvió sus cabellos— ¡Hola, calvo!
— Que no soy un calvo, Yoonji.
Su hermana le dió un golpe en la cabeza, antes de dedicarle una sonrisa dulce a Jimin, saludándolo con un abrazo, más débil que el que le había dado a su hermano, se quedó hablando con ellos un rato para saber cómo estaban y cómo había estado el viaje, hasta que Yoongi por fin le hizo la pregunta que había comenzado a inquietarlo.
— ¿Qué haces aquí? — interrumpió a su hermana, quién tardó un segundo en recordar en porqué.
— Ah, sí, ¿Recuerdas que había empezado para ser policía? — Yoongi asintió—. Conocí a un chico, del mismo curso que yo, que sufre epilepsia, y lo habían invitado a este campamento como parte del equipo de seguridad y eso, y me pidió venir con él.
— ¿Epilepsia? — repitió Yoongi.
— Sí, bobo, ¿Qué dije? Ya la conoces, esa de las convulsiones— Yoonji rodó los ojos—. Cómo lo conozco, sé cómo ayudarlo cuando tiene una, y se siente seguro conmigo, así que me molestó hasta que le dije que sí, le gusto mucho por eso me insistió— la chica terminó con una sonrisa—. Aunque en realidad acepté cuando me enteré que mí hermano y mí cuñado vendrían.
— Todo sea por molestarnos— dijo Yoongi con una sonrisa forzada.
— Molestarte, Yoongi , específicamente a tí— corrigió la chica—. Park todavía me cae bien— añadió, haciendo sonreír al chico mudo.
—¡Wow estoy viendo doble! — esucharon el grito de Taehyung a lo lejos, al ver a los Min.
En sus años de amistad, apenas había visto a Yoonji unas cuantas veces, y el mayor tiempo que habían estado hablando habían sido unos diez minutos en el cumpleaños de su amigo, el castaño venía trayendo a Jungkook, quién estaba con el ceño fruncido y un ligero mohín.
— Hola, chicos— saludó la pelinegra con una sonrisa de encías igual a la de su hermano menor—. Bien, los dejo con sus amigos, tengo que volver con mi chico- digo, mi compañero.
Yoongi y Jimin se miraron raro por esas palabras,pero no preguntaron nada, ya que tenían cosas que hacer con sus amigos.
Si había algo que Jungkook más odiara, era que lo llevaran, él podía andar sólo, y estaba tan molesto que ni siquiera saludó a los demás, se quedó de brazos cruzados y mirando al suelo.
— ¿Ya buscaron nuestra cabaña? — preguntó Taehyung.
— Los estábamos esperando— dijo Yoongi, tomó su bolso del suelo, levantándose del banco donde estaban acomodados.
— Ahora ya se agarraron las mejores— se quejó Taehyung, haciendo un puchero.
— Deja de quejarte, recién llegas, seguro se quedaron dormidos, por eso llegaron tarde— le dijo Yoongi, se volteó para mirar a Jimin, quién se levantó rápidamente y cargó con esfuerzo su bolso.
— Jiminie— Jungkook hizo que los pasos del chico mudo se detuvieran, el castaño palmeó su regazo— Pon tu bolso aquí— dijo, notó que Jimin iba a negarse con sólo su mirada—. No te preocupes, no las siento.
Jimin ladeó la cabeza, haciendo una mueca, preguntando si en serio hacía esos chistes tan feos, Yoongi soltó una risa porque a él sí le había dado gracia, Taehyung no rió tampoco.
— Como quieras— murmuró finalmente, comenzó a tirar de sus ruedas, avanzando hasta su lado para acompañarlo en su caminar hasta la cabaña.
Las cabañas estaban ordenadas según la importancia de quienes dormirían allí, el primer par era para los de la organización, el segundo par era para personas que necesitaban atención un poco más especial que los demás, e iban disminuyendo el nivel de prioridad, así que les pidieron avanzar hasta unas cabañas del fondo.
Los caminos pavimentados se hacían rampas en las entradas a las cabañas, y para subirla fue el único momento en que Jungkook pidió ayuda, aunque sólo aceptó cuando Jimin fue hacia él.
Con ese gesto, Yoongi le dió una mirada extraña a Taehyung, el castaño bajó la cabeza, con expresión triste.
Dentro, había dos literas, y una cama particular donde estaban apiladas las sábanas, frazadas y almohadas.
No habían visto a mucha gente venir mientras esperaban a la pareja de castaños, en total, no llegarían a las veinte personas, sin contar a un par que ya estaban allí y las personas de la organización, que no eran más de diez.
A Yoongi le comenzó a gustar más el lugar con eso, sabiendo que habría bastante paz, con tan poca gente, y un lugar tan bonito, comenzaba a sentirse cómodo.
Aunque lo único que estaba arruinando esa aura de paz que sentía, era la tensión que había entre Taehyung y Jungkook.
El menor le hablaba casi con miedo, pero amable, cuidando deno decir nada malo, y el chico de la silla contestaba con la menor cantidad de palabras posibles, y siempre en un tono monótono.
Sintió a Jimin tocar su brazo, lo miró y el mudo le hizo unas señas.
"Tae y Kookie" Dijo, con sus manitos, deletreando sus nombres.
Yoongi asintió, no sabía cómo responderle, así que se acercó a su oído para susurrarle.
—Averigua qué le pasa a Jungkook, yo hablo con Taehyung.
Jimin asintió.
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