3. Podrás sentir mejor

Kyouka regreso a casa, no encontró al albino pero fue directo a la habitación, pudo ver el bulto en el armario – de nuevo se durmió – menciono Kyouka y suspiro – mañana haré algo de desayunar que le alegre.

Claro, el bulto no era Atsushi, realmente era una acumulación de ropas. El albino había salido del departamento, entro en las alcantarillas, camino rápido hasta llegar a una bóveda, allí encendió las luces, miro al mafioso quien había cerrado sus ojos por el cambio de luz – ya volví

― Jinko, ¿A dónde fuiste?

― Sabía que Dazai-san iría a la casa

― ¿Qué dices? ¿planeaste esto?

― Trabaje duro estas semanas, hable mucho con Poe-kun, aprendí de lo que Dazai-san decía, incluso conseguí las cadenas anti habilidad – tomo las mejillas del mafioso - ¿trabaje bien?

― Jinko... tu mente... ¿tú planeaste todo?

― Hasta el último punto

― Es... quiero decir, es increíble pero perturbador al mismo tiempo –le miro serio- ¿Por qué lo haces?

― ¿no es obvio? Estoy cansado de todo esto

― ¿cansado de qué?

― No hablemos de eso – Atsushi sonrió – traje comida, te alimentaré

― Jinko, solo suéltame. Esto no tiene sentido

― Lo tiene para mi

Atsushi tomo un plato de plástico, se sentó al lado del mafioso - ¿quieres? Son higos

― No quieras comprarme con comida

― Vamos Akutagawa, necesitas comer

― Estoy en peso perfecto

― No es verdad, eres delgado

― Jinko deja de comportarte así

― ¿así como?

― Como demente, como si lo supieras todo, como Dazai-san

Akutagawa enfureció en ese momento, había recibido una cachetada del albino, su mirada no le atemorizo, estaba acostumbrado a ver peores – Jinko – le hablo frio y molesto

― No vuelvas a mencionarlo aquí

― ¿Quién Dazai-sa

Atsushi tiro al mafioso al suelo - ¿vas a golpearme? ¿No soportas que lo mencione? ¿Qué te ocurre maldito gato enor... me? – Akutagawa bajo la voz, miro al albino encima suyo, Atsushi estaba llorando mientras lo sostenía contra el suelo

― ¿Por qué solo lo miras a él?

― ¿eh?

― Yo estoy aquí, siempre he estado para ti... ¿Por qué solo preguntas por él? ¿Por qué no puedes olvidarlo? Yo te escucho, yo estoy para ti ¡él te dejo! Yo jamás lo haré...

― Jin-Jinko...

― Mírame a mi... - pidió mientras dejaba su frente en el pecho del mafioso.

Akutagawa respiro agitado, estaba confundido por todo lo que pasaba, quizá Dazai tenía razón pero ese nivel de celos pasaba cualquier cosa. Aventurándose a las palabras de su antiguo mentor, el azabache lo miro – Jinko, mírame

― No – su voz cortada y berrinchuda lo delataba, seguía llorando.

― Jinko, vamos mírame

― No quiero

― Mírame, quiero decirte algo importante, en verdad importante

Atsushi alzo ligeramente la mirada, el mafioso lo miro – alza más el rostro – pidió. Atsushi se levantó un poco más, seguía llorando – si pudiera limpiaría tus lagrimas pero me tienes atado Jinko

― ¿qu-que quieres?

― Jinko, ¿te gusto?

― Yo... - Atsushi trago saliva – sí, me gustas mucho Akutagawa.

― A mí también me gustas

― ¡¿EN VERDAD?! – pregunto emocionado.

Akutagawa se sorprendió pero incluso sus orejas de tigre habían aparecido, era como un pequeño niño alegre, Atsushi había cambiado por completo de actitud – si, en verdad.

― E-eso... significa

― Que tengo sentimientos por ti...

― ¿y... de-deseos?

― ¿eh?

― Yo... - Atsushi miro a otro lado, se había sentado sobre el pelvis del mafioso – te deseo... Akutagawa.

El mafioso se quedó sorprendido, Atsushi encima de él estaba siendo ahora demasiado pasivo, el mafioso vio una forma de escapar pero... algo en su interior pidió quedarse – Jinko, ¿me creerías si te digo que... igual te deseo?

Atsushi sonrió, el mafioso pudo verlo perfectamente, el agente estaba temblando, lentamente y algo temeroso subió sus manos para tomar sus mejillas – Akutagawa... ¿tú de... de verdad me quieres?

― Si, a ti. Solo a ti, mi lindo y estúpido felino

― ¿si-significa que puedo be-besarte?

― Si no estuviera atado... Ya lo hubiera hecho yo

Atsushi se acercó al rostro del mafioso con ojos cerrados, Akutagawa le siguió, sus labios se habían tocado, pudo sentir como el agente sonreía por el tacto. Atsushi se alejó solo un poco, estaba tan sonriente que el mafioso se sintió el mejor de todos - ¿tanto te gusto? – cuestiono divertido

― Fu-fue fa-fabuloso... - menciono tocando sus labios - ¿pu-puedo tener otro?

― Todos los que quieras

Atsushi volvió a acercarse, esta vez el mafioso uso sus piernas para atrapar al albino – A-Akuta – Atsushi se quedó en silencio total al sentir la lengua del mafioso por su mejilla. – aaah – gimoteo sonrojado – e-eso se siente...

― Sentirás más... quítate la ropa.

El albino aunque apenado siguió lo que el mafioso le decía, se desvistió, también bajo los pantalones del mafioso. Al final de sus besos y caricias, Atsushi estaba sentando encima del mafioso – si lo hacemos así para tu primera vez te dolerá

― Es-está bien, aun... tengo miedo que te marches

― No me iré Jinko

― Aun así yo...

― Bien, pero te lo advertí, será doloroso

― No hay nada más doloroso que te vayas

Atsushi se acomodó por arriba del miembro del mafioso, trago saliva mientras lo sostenía, con dificultad logro meterlo, estaba apretado y muy adolorido sin embargo ver la cara de satisfacción del mafioso le hacía olvidarlo. – Jinko... lle-llegaste al fondo

― Aah... s-sí, lo hi-hice – menciono adolorido

― Eres increíble

Atsushi se sonrojo alegre - ¿l-lo soy?

― Si... aaghm, ahora... muévete

― S-si

Trago saliva primero, estaba nervioso, se sostuvo del mafioso mientras comenzó a comer sus caderas - ¡aaah! – había soltado un gemido adolorido. El mafioso no podía hacer nada, seguía con aquellas cadenas, pero sonrío, no porque su enemigo estuviera sufriendo, sino porque su amante estaba dando todo de sí para complacerlo.

― Sigue así, tu puedes

― N-no puedo moverme – menciono. Sus piernas temblaban – a-ayúdame... Akutagawa

― Jinko, me tienes atado.

Atsushi trago saliva, volvió a moverse y una vez más grito, todo su cuerpo temblaba, sus piernas le dolían tanto que no podía moverse ni siquiera para sacarlo. Su interior era un infierno de lo caliente que se sentía, no hablemos de cómo podía sentir lo húmedo que estaba dentro de él. Sin poder pensar más en ello. Atsushi se estiro ligeramente hasta su pantalón, de él saco una llave y soltó al mafioso, lo hizo lo más rápido que pudo. En cuanto el mafioso se vio suelto. Tomo al albino de sus hombros para tirarlo contra el suelo. Atsushi grito con fuerza – ahora si te enseñaré como disfrutarlo

― A-Akuta... ¡aaagh!

El mafioso comenzó a moverse, Atsushi comenzó a ser un desastre, sus quejidos subían de tono – Jinko, abrázame con tus piernas – Atsushi simplemente era un desastre, aun así abrazo al mafioso y lo abrazo con todas sus fuerzas. No pretendía lastimarlo pero tampoco quería soltarlo. El mafioso siguió envistiendo al albino hasta que ambos no pudieron más.

A la mañana siguiente, Atsushi despertó. Estaba adolorido, vio al mafioso sentado sobre un pequeño mueble y sonrío. Era suyo. Cerro los ojos para relajarse – Si, sigue dormido – escucho al mafioso hablar. - ¿eh? No, está bien, creo que solo era un poco de nervios por todo eso de los sentimientos. – Con ello Atsushi abrió los ojos, el mafioso seguía de espaldas a él – Si, Dazai-san – el mafioso colgó. En cuanto volteo lo primero que vio fue la mirada del albino a su lado – Jin-Jinko – le llamo en un ligero susto.

― ¿Por qué hablabas con Dazai-san?

― Estaba avisándole que estas bien

― ¿Por qué?

― Él... quería saber de ti y sabía que estaba conti

― ¿sabía que estábamos juntos? ¿Por qué?

― Bueno es que

― ¿le dijiste?

― Si, bueno

― ¿Por qué le dijiste Akutagawa?

― ¿Qué te ocurre?

― ¿Por qué siempre es Dazai-san?

― ¿Jinko?

― Yo... yo... - Atsushi tomo su cabeza, estaba molesto. Akutagawa se acercó, el albino una vez más lloraba

― Jinko, ¿Qué te ocurre? ¿Qué no vez que estoy aquí? ¿Qué pasa con Dazai-san que te tiene así?

― Tienes razón... no debería ponerme así ¿verdad? – se abrazó a sí mismo – eres tan valioso para mi... no quisiera que te alejaran de mi

Akutagawa trago saliva, jamás imagino que el tigre pudiera decirle tales palabras, lo abrazo y Atsushi de inmediato se aferró a él – jamás voy a dejarte Jinko, soy todo tuyo

― Si... Solo mío – repitió sonriente.



...

el siguiente capítulo se llama "Es por tu bien" y yo lo amo

¡Gracias por leer!

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