Capítulo XLIII: ¿Qué Pasó en el Two Whales?
No puedo creer que realmente me haya llevado a que suturaran la herida... Al menos todo ha quedado en sólo un par de horas perdidas. No ha habido interrogatorios ni nada parecido, a excepción de algunas miradas desagradables por parte de los doctores que tal vez ya han pensado en nueve teorías con respecto a cómo fue que conseguí esa herida de bala.
Mi madre insiste en querer hablar conmigo con respecto a lo ocurrido, y lo cierto es que yo no me inmuto ante sus miradas de angustia que me dedica cada vez que yo me niego a responder a sus preguntas. Así que lo único que ha podido hacer es traerme a la estación de policía. Además de insistir en que deberíamos volver al hospital para pedir un diagnóstico más profundo y acertado con respecto a daños internos, claro... La odio. ¿Acaso parece que tengo tiempo para convalecer? Si muero, al final... todos estarán mejor sin mí.
En la estación de policía está ese hijo de puta, que discute ávidamente al fondo con otros dos agentes que no dejan de tomar notas y que no paran de mover las manos como si intentasen disculparse con respecto a algo.
Warren Graham se levanta de una banca para caminar rápidamente hacia mí. La única manera de evitar que él comience con el interrogatorio es cruzarme de brazos y fulminarlo con la mirada. Mi costado aún duele.
Max, ¿por qué mierda me has dejado sola?
¿Cómo se supone que tengo que tratar a este... sujeto?
—Chloe, ¿qué...?
—No es nada.
—Pero, eso en tu camiseta es...
—Sí, Warren. Es sangre. Tú también la tienes, mi madre también la tiene, ¡todos la tenemos! ¿Podemos olvidarlo?
Él levanta las manos en son de paz.
Creo que no ha sido una buena idea alzar la voz... D-duele...
— ¿Qué te ocurrió, Chloe? ¿En dónde está...?
—No podemos hablar aquí... Sígueme.
Esto habría tenido un mejor efecto si tan sólo lo hubiera tomado por la mano para hacerlo salir de la estación de policía. Lo haría si él no me... desagradara tanto. ¿Cómo se supone que ahora tenga que hacer equipo con el mismo... idiota que va detrás del culo de Max?
M-Max...
— ¿Qué pasa, Chloe?
Nos resguardamos detrás de un par de autos patrulla. Warren intenta asegurarse de que todo está en orden cuando yo debo detenerme para presionar la herida y ahogar el dolor, por lo que debo darle un buen manotazo para que se aleje de mí.
— ¿Cómo te heriste?
Es persistente.
—Sólo sé que me dispararon... ¿Qué haces tú aquí? Mi madre dijo que ayer sucedió algo en el Two Whales. ¿Vas a decírmelo?
Warren suspira.
—S-sí... Fue extraño... Y-yo quería evitar que ustedes terminaran metidas en un gran problema, pero...
—Pero, ¿qué...? No tengo tiempo para esto.
Ya he perdido la cuenta de todas las veces que he dicho eso último.
—El señor Madsen llegó y... N-Nathan también salió de alguna parte. Ambos se apuntaron con las armas y... ¿Sabes, Chloe? Nunca creí que... B-bueno, yo...
— ¿Qué?
—S-si el señor Madsen no hubiese tirado de mí, y de Joyce, para sacarnos del camino de la bala... ¡Nunca vi a alguien pensar con tanta rapidez!
— ¿Qué...? ¿Dices que ese hijo de puta te salvó...?
Que me parta un rayo si eso es verdad.
Seguramente sólo pretende que mi madre siga creyendo que él es un súper hombre.
—Sometió a Nathan. ¡Le quitó el arma en menos de un minuto! Llamó a la policía, y hemos pasado toda la noche aquí... Hasta que...
— ¿Quieres dejar de andarte con rodeos? ¡El tiempo corre, Warren!
Suspira.
—A-alguien pagó la fianza de Nathan para sacarlo de aquí.
— ¿Su padre?
—No lo sabemos. Sólo nos han dicho que el pago fue hecho a nombre de Sean Prescott, pero... Nathan salió solo. Nadie vino a buscarlo. Y cuando hizo su llamada, bueno... nunca mencionó que estaba hablando con su padre. El señor Madsen ya está haciendo todo lo posible para que la policía vaya a buscar a Nathan.
Mierda...
—Espera un momento... ¿A qué hora sucedió eso?
—Minutos después de que ustedes partieran hacia el vertedero.
¿Qué...?
— ¿Y a qué hora escapó Nathan?
—No lo sé... Ya había amanecido cuando se fue.
Mierda.
Mierda... Mierda... ¡Mierda!
— ¡Entonces ese hijo de puta no fue quien me disparó a mí!
— ¿Qué sucedió contigo, Chloe? ¿En dónde está...?
—Y-yo... No lo sé.
Su semblante se ensombrece.
Algo me dice que... que Max se lo dijo todo antes de que todo sucediera.
—Lo último que recuerdo es que encontramos el cuerpo de Rachel en su sitio, pero... Desperté en el camión de Frank Bowers, y él dijo que no había nada en ese agujero en la tierra. Y Max, bueno... No responde a ninguna de mis llamadas. Creí que Nathan me había disparado pero... nadie puede estar en dos sitios a la vez. Si él estaba aquí, en la estación de policía, entonces...
—Hay alguien más con él, Chloe. Max me lo dijo.
— ¿Alguien más? ¿Quién es?
—El profesor Mark Jefferson.
U-un momento...
¿Max...? ¿Max sabía que Nathan tenía un cómplice...?
¿Jefferson habrá sido quien...? ¿Rachel...?
Max... ¿Por qué no me lo dijiste?
—Tengo que encontrar a Max... Creo saber en dónde está, Warren, pero... N-no puedo hacerlo sola.
—En el cuarto oscuro, ¿no es cierto?
¿Hablabas con Warren, pero no conmigo?
C-creí que... C-creí que éramos cómplices...
—Ella es una de las siguientes víctimas... Warren, tengo que ir.
—Es arriesgado, Chloe. Si Nathan intentó matarme, entonces... ¿Qué crees que querrá hacer contigo ahora que está suelto?
—Si no hacemos algo ahora, Max también morirá. ¡No voy a permitir que ninguno de esos bastardos le haga daño! T-tengo que... M-Max...
—Escucha, Chloe... C-creo que tengo un plan.
— ¿Cuál?
—Te lo explicaré en el camino. ¿Has traído tu auto?
—Sí.
—Bien. ¡Vamos!
Me toma de la mano y me obliga a correr, disparando así las punzadas de dolor en mi costado herido.
— ¿A dónde mierda me llevas?
—A Blackwell. ¡De prisa!
¿Blackwell?
S-sí... Blackwell. Si es ahí en donde está Mark Jefferson, entonces es ahí donde yo tengo que estar.
A lo lejos puedo escuchar la voz grave de un hombre que dice cosas que en realidad no puedo comprender, así como siento que esas manos masculinas acarician mis brazos desnudos tras haberlos colocado en una posición estratégica que me deja totalmente inmovilizada, especialmente por la forma en la que ha atado mis manos con cinta adhesiva. El pinchazo aún puede sentirse en mi cuello, y quizá eso es lo único que puede explicar el hecho de que no puedo ver más que formas difusas y escuchar sonidos lejanos. Las manos masculinas viajan hasta mis caderas, desabotonando mis pantalones para luego alejarse de mí. Lo que se escucha parece ser... e-el obturador de una cámara...
Mi respiración forzada hace que mis pulmones se sientan ásperos, como si sentir semejante cosa fuese posible. Hay otro trozo de cinta adhesiva cubriendo mi boca, aunque parece innecesario ahora que me doy cuenta de que lo único que puedo hacer es quejarme en voz baja.
—N-no... P-para...
La voz sigue diciéndome cosas que poco a poco van volviéndose más claras, así como su tacto comienza a volverse más firme con cada segundo que pasa. Puedo sentir cómo se posan sus dedos sobre mi cuello, bajando lentamente hacia mi sujetador que él no retira de ninguna manera. Sus sucias manos recorren mi cuerpo, así como sus asquerosos labios pasan sobre mi piel mientras el obturador sigue escuchándose.
Sólo puedo verlo de frente cuando él se incorpora para desabotonar su propia camisa blanca, lanzándola a un lado para volver al ataque y adentrar una mano debajo de mis pantalones, dejándola entre mis piernas.
Mi cuerpo se tensa por sí mismo, y esa sensación se vuelve más desagradable cuando siento que sus dedos penetran lentamente en mi cuerpo. N-no entiendo lo que pasa... N-no entiendo por qué no puedo defenderme...
—Mantén esa pose —me dice.
¿Qué...?
¿Dónde...?
¿El cuarto oscuro...?
++;8"
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top