•Capítulo 8•
Narrador Omnisciente:
Al día siguiente
La noche anterior, para muchos fue un remolino. Un verdadero desastre. Y una noche llena de recuerdos para Simón.
Simón se fue solo, los chicos se quedaban cerca de él, Matteo se quebada en el auto con Ámbar y Ámbar no hacía ni decía nada.
Ella desde el auto trataba de seguir con su mirada todos los movimientos de Simón, pues no sabía por qué, pero tenía la curiosidad de fijarse en todos sus movimientos. Aunque estar viendo a Simón le costara que su novio esté más que enfadado.
Matteo no soportaba ver como su novia se preocupaba por alguien que apenas conoció hace dos días. O sea, es muy molesto que en vez de me hablarle a tu novia parezca que le estes hablando a tu chofer.
A unos cuantos metros, dentro de un gran auto, sin ninguna incomodidad y con una perfecta vista de todo lo que pasaba, se encontraba una chica de cabello castaño con unas palomitas en su regazo escuchando todo la platica de Simón y Jax con una gran sonrisa estancada en su rostro.
Pero no hablemos de eso, mejor volvamos a la actualidad...
Siendo las 7:37 am. de un miércoles del mes de Mayo, se supone que los estudiantes deben de estar en sus escuelas para las clases del día, pero parece que eso no va con Catalina, Luna y Ámbar. Las chicas estaban preocupadas. Cada una enterada de diferente modo.
1. Catalina fue a levantar a Simón, pero esté no se encontraba.
2. Catalina llama a Luna para contarle.
3. Ámbar escucha a Luna hablando con Catalina sobre aquello y se unió a la preocupación.
El problema es que ninguna de las tres quería ir al Blake, ellas querían saber que le había pasado.
Pero a ninguna de las tres las dejarían faltar y no les queda de otra que esperar unas horas más para saber que pasó.
En la casa de los Álvarez, la pequeña Catalina no sabía que hacer, estaba desesperada y muy furiosa. Él le dio su palabra, y no la cumplió.
Ahora ella no podía ir al Blake. No por saber que le ocurrio a Simón, si no por 2 únicas razones: no tenía quién la llevara y porque no se sabía el camino para ir caminando al Blake.
Catalina sabe muy bien que su hermano no es de cumplir lo que promete. Y si no llega a casa es solo por una razón: a tenido sexo con una cualquiera.
A Catalina eso le daba rabia, porque utilizaba y maneja a las mujeres a su antojo, incluida ella. Cuando Simón conoce a una chica, al termino de una semana él la proclama como "suya" por el simple hecho de que ya la llevo a la cama. Catalina no conoce a ninguna chica que no haya estado en la cama de Simón, excepto una: Luna Valente.
¡¡Y claro!! Las chicas del Roller, ya que recién se están conociendo pero ese es tema aparte.
Luna Valente... Hasta ahora Catalina no puede entender como esa chica no ha acabado en el cama de Simón, aunque a eso a ella le da una pizca de esperanza porque eso refleja que Simón a veces toma un poco de conciencia con respecto a las mujeres. Le da mucho gusto que una de sus amigas no haya acabado en la cama con su hermano.
Hubo algunas veces en las que Catalina se imaginaba a Luna y Simón juntos. No como amigos, sino como algo más que eso. A ella no le molestaría la idea de que su hermano esté de novio con su amiga, es más... le encantaría que fuera así, porque Luna tiene esa chispa de amor que ha Simón le hace falta...
Quizá no sea mala idea de ser una especie de cupido para esos dos...
Suena su movil.
-¿Aló?- habla Catalina, dudosa y esperanzada de que sea Simón.
-¿Catalina?-pregunta una voz algo distorsionada
-Mmm... si, ¿quién habla?- quién está en la otra linea comienza a reír.
-Soy Delfi.
-Hola Delfi, ¿Para qué me llamas?
-Nina me dijo que te llamara para avisarte que Ámbar y Luna van a ir a recogerte para traerte al Blake.
-¿Cómo así? ¿Quién les dijo donde vivo? ¿Ya están llegando? Pero, ¿no es muy tarde, ya? ¿Cómo van a venir? ¿Quién las va a traer? ¿Estás segura?
-Haber... calmate niña. Luna habló con Nina sobre ese chico Salmón, Nina les dijo, supongo que ya están en camino, todavía están a tiempo de llegar temprano, van a ir en coche, su chofer las va a llevar a tu casa, sí, estoy súper segura.
-Bueno... entonces sólo me queda cambiarme...
-¡¡¿Todavía estás en pijama?!! ¡¿No pensabas venir, niña malcriada?!
-Nop- digo simple
-Adiós Cata...- Catalina logra identificar la voz de Nina.
-Te veo en el Blake, Nina.
Cuelgan.
(...)
En el Jam and Roller
-¿Estás seguro de que no quieres llamarla?- repite por quinta vez el rubio de Nico.
-Mira que nosotros podemos prestarte nuestros celulares sin ningún problema...- agrega Pedro.
-Estoy seguro, chicos. Además no me gusta que me tratan como si estuviera en mis últimos suspiros.
-Me pregunto que le dirán a Matteo y a Gastón cuando los vean todos golpeados...
-Espero que ellos no cuenten nada de lo sucedido... y del porqué están sus ojos así de morados- mientras habla mira al suelo, y se revuelve el cabello desesperado.
-No es tu culpa, Simón. Esos imbeciles no tenían porque provocarte así...
-Pero no debí de haberlos arrastrados a ustedes en mis cosas- su mirada está puesta solo en su zapatos. -Espero que no cambie nuestra relación por todo lo que dijo Jax...
Nico y Pedro se miran por un minuto, luego van hasta el escenario que es donde está sentado Simón y le palmean la espalda para darle ánimos.
-Esas palabras no tienen que ver con nosotros, Simón- le tranquiliza Pedro. -Nico, ¿tú sabes que es bueno para hacer olvidar los malos ratos?- habla chistoso.
-Obvio- dice el divo de Nico. - La música es la mejor medicina para cualquier mal rato.
Nico y Pedro se acomodan en sus lugares para tocar, Simón los sigue con la mirada confusa.
-¿Vas a venir o quieres una tarjeta de invitación?- bromea Pedro, sacándole un sonrisa a Simón. Simón se levanta y va hasta su guitarra y empieza a colocársela.
-Ya sé, que ustedes necesitan un guitarrista estrella, alguien que los ayude, pero no se preocupen, ya llegó el gran Simón Álvarez- dice mientras se acomoda la correa de la guitarra y termina su frase con un acorde súper chido.
Pedro y Nico se quedan mirándolo divertidos.
-¿Van a tocar o esperan invitación?
Se rién.
-¿Estás seguro que no quieres llamar a Catalina?
-Estoy súper seguro, Pedro. ¡Ya vamos! ¡Empecemos a romperla!
Narra Catalina
-¿Aquella era tu casa?
-Sí
-¿Vives tu solita allí?
-Sí... Bueno, técnicamente no... Es difícil de explicarlo. Pero vivo con alguien...- la rubia voltea a mirar a la castaña, pero ésta se queda mirándome con una sonrisa en su rostro. Le sonreí.
-¿Te gusta?- pregunta Ámbar.
-¡¿Qué?!- grito alarmada y su chofer voltea a vernos preocupado, Ámbar le hace una mueca y con una señal logra hacer que voltee a ver a la autopista. -¡¿Es neta lo que me estas preguntado?!
Se encoge de hombros.
-No tiene nada de malo que te guste tu compañero de casa- mueva sus cejas. Luna niega con la cabeza y me mira.
-No estoy enamorada de él...- la miro fijamente, ella sonríe. Volteo hacia Ámbar. -¿Cómo supiste que era un chico y no una chica?
Hace una pose de diva.
-Por la forma en que te pusiste extremadamente nerviosa y por como Lunita y tú se dirigen miraditas cómplices...
-Pero...
-Ya llegamos señoritas Ámbar, Luna y chica que no me sé su nombre, y si no se apuran creo que llegaran tarde porque hay un señor en la puerta del colegio intentando cerrarla.
-¡¡¿Qué?!!- gritamos las tres al unísono, y bajamos corriendo intentando no tropezarnos. -¡No cierren! ¡No cierren!- le gritamos al conserje. Él voltea a mirarnos, levanta una ceja confundido.
-¿Señorita Smith? ¿Señorita Valente? ¿Señorita Álvarez?- ok... entiendo que se sepa los apellidos de Ámbar y de Luna pero, ¿el mío?
-Por favor, dejamos pasar, solo llegamos un tantito tarde- le ruega Luna.
-Usted sabe que nunca llegamos tarde pero hoy fuimos a recoger a Álvarez a su casa porque no tenía como llegar...- me miran para que diga algo.
-¿Qué? Ah si si, yo no tenía con quién llegar y tampoco me sabía el camino para venir, y ellas me ofrecieron traernos, por eso llegamos tarde...
Él conserje nos mira confundido.
-Bueno... pero no se que hacen dándome explicaciones... mejor apurense a ir porque recién a tocado el timbre.
Nos miramos cansadas y nos ponemos a correr hacía nuestros salones, Luna y yo nos vamos juntas y Ámbar va por su cuenta hacía su salón.
(...)
En el recreo
-¿Supiste algo de Simón?
-Mmm... no, pero ya no te preocupes tanto Nina- le resto importancia. -él tiene una manía con hacer angustiar a las personas...
Mi voz sonó nostalgica.
-¿Por qué lo dices?- pregunta con curiosidad
-Por nada, Nina. Mejor olvidalo.
Narra Ámbar
-¡Dime de una buena vez! ¡¿Qué mierda te pasó?
-Okey, okey, calmate fiera- Gastón alza sus manos asustado. -Sólo tuve una pequeña pelea con un ímbecil.
-Fue despúes que me fui, ¿no?- él asiente. -¿Te metiste en la pelea de Simón con el otro chico?- él vuelve a asentir medio dudoso. -¿Por eso Matteo le ordenó a su chofer que me llevará a la mansión?
-Estás muy preguntona Ámbar- me mira divertido.
-Me estoy preocupando por ti, Gastón- me cruzo de brazos. -Tengo una última pregunta...
Me mira como queriendo leer mis pensamientos y asiente.
-¿Simón está metido en problemas?
Me sorprendo de mi pregunta y niego casi al instante. Gastón me mira con una ceja levantada y sorprendido. Suelta una pequeña risa y yo me sonrojo.
Esa no era la pregunta que yo quería hacerle, pero salió de mi boca sin previo aviso.
-Sí, aunque por lo que yo he visto, Simón no se mete en problemas- de mi boca sale un suspiro. Gastón me mira expectante pero prosigue. -Él es un problema- concluye con una mueca, como si le costara hablar mal de Simón.
Dos meses después
Narra Simón
-Todo esto es tu culpa, mexicano sonso.- me dijo Nico molesto.
-No iba a hundirme yo solito en esto.- le resto importancia. -Además, ¿somos amigos, no?
Le digo y hago una carita de ángel.
-Pero eso no significa que nos hayas tenido que arrastrar a todos aquí- se une Ramiro a la charla. Todos asienten.
-Ay, chavos, ¡no sean así! La pasaremos bien, ¡YA VERAN!- Matteo y Gastón ruedan los ojos.
-Como se nota que no conoces a las chicas- dice Gastón molesto.
-Te hago acordar que yo tengo a Catalina como hermana- hablo molesto. Llevo mis manos a mi cabello y lo muevo estresado. -¡Pueden bajar de una pu...!- reduzco mi voz al ver que los chicos me miran amenazantes. -¡De una buena vez!- apuro a las chicas
-Acuérdate que nada de malas palabras, Simón- me dice Luna cuando se sienta en el sofá a mi costado. Yo asiento cansado. -Además que mi mamá te puede escuchar o la madrina de Ámbar y nos demoraremos más.
Vuelvo a asentir acordándome que estamos en la mansión de Ámbar.
-¿Ya están listas?- ella asiente sonriente. -¿Por qué se demoraban tanto en decidir que ponerse si sólo vamos al centro comercial?- ella rueda los ojos ante mi impaciencia.
-¿Para qué preguntas si ya sabes cuál va a ser la respuesta?-dice Ámbar a la defensiva, mientras baja con Catalina y Nina, y detrás le siguen Jim, Yam, Delfi y Jazmín.
-Creo que ya sé porque se demoraban tanto...- digo mientras miro a Ámbar de arriba a abajo. Es una diosa. Trata de ocultar su sonrojo ante mi comentario pero fue demasiado tarde, porque yo pude notarlo. Se para detrás del sofá de Matteo, y este me dedica una mala mirada. Aparto la mirada de Ámbar y me encojo de hombros.
-Necesitamos dividirnos en dos equipos- todos centramos nuestra visión en Pedro y dejamos que siga hablando. -Las lideres de los equipos van a ser...- mira a todas las chicas.
-Ámbar y Luna- continua Nico ganándose una mirada de enojo de Pedro. El rubio sonríe como si nada hubiese pasado. -Como Luna le propuso este reto a Simón ella va a escoger a tres chicas y tres chicos.
Luna medita un poco, me mira y sonríe.
-Elijo a Nina, Yam y Jazmín- me sorprendo por el nombre de Jazmín, ella me mira desde donde está parada y se acerca a Luna cabizbaja. Creo que las chicas chic van a estar separadas. -Chicas, ayúdenme a elegir a los chicos- les dice a su equipo femenino.
Ellas se quedan pensando.
Yo me dedico a contemplar a Ámbar.
-Ustedes tienen que escoger sus equipos, ¿vale?- ellas asienten. -Ponganse al pie de la escalera y cada una escojan primero a tres chicas y luego a tres chicos.- explica.
Las chicas Valente y Smith se miran, se dirigen al pie de la escalera y la rubia comienza.
-Elijo a Catalina- sonríe y estira sus brazos para recibir a la nombrada. Luna frunce el ceño pero luego sonríe.
-¡Pues yo elijo a la mejor amiga del mundo mundial que pueda existir...!- Por la cara de Nina se asoma una sonrisa, pero prefiere confirmar sus sospechas. -Osea a ti, Nina.- habla con obviedad.
Se abrazan.
-Elijo a Delfi- veo a Delfi acercarse a Ámbar con una enorme sonrisa. Volteo donde Jazmín y la noto un poco triste, así que me acerco y le toco fugazmente la nariz para hacerla sonreir y lo consigo.
-Yo eligo a...- Luna lo piensa un ratito. -A Yam.
Ámbar, Cata y Delfi hacen una pequeña ronda para conversar en secreto. Cosa que me hace rodar los ojos.
-Nosotras elegimos a Jim- la pelirroja se asombra pero va hacia Catalina sin quejarse de nada.
Jazmín, Luna, Yam, Nina y todos los chicos se asombran por la decisión de Ámbar. Osea, tenía para elegir entre Jim y Jazmín, pensábamos que iba a elegir a su otra mejor amiga...
Cosas de chicas.
-Jazmín ven con nosotras- dice Yam.
La nombrada se aparta de mí, camina cabizbaja pero luego sonríe volviendo a ser la de siempre. Se reune con el equipo de Luna.
-Bueno, ahora toca que ustedes elijan a tres chicos- añade Ramiro cuando nota que Jazmín mira a Delfi y a Ámbar con odio. Logrando que Jaz fije su mirada en él. -Como Ámbar empezó a elegir a las chicas, yo creo que Luna puede empezar a elegir a los chicos. ¿Están de acuerdo?- mira a las dos líderes y ellas asienten sin problemas.
Puedo ver que el equipo de Ámbar se vuelve a reunir como lo hizo hace ratito. En cambio, Luna voltea a mirar a Nina con una morada pícara. Creo que ya sé porqué la mira así.
-Yo elijo a Gastón- todos voltean a mirar a Luna con sorpresa pero yo centro mi mirada en Ámbar. Primero se aparta del círculo que formó su equipo y mira a Luna consternada con su decisión, luego voltea a ver a Gastón que está caminando. Mira a su mejor amigo con una mueca de pena, pero su expresión cambia cuando nota que este trata de ocultar una sonrisa.
Aquí hay gato encerrado.
-Delfi va a elegir por mi- informa Ámbar.
-Pues... yo elijo...- se queda viendo a todos nosotros pero se demora más cuando cruzan miradas con Pedro. Oh no, aquí también hay gato encerrado. -... elijo a Pedro.
Miro a mi amigo y este tiene una sonrisa de bobo en la cara.
-Yam eligio a Ramiro- dice Luna con una enorme sonrisa de cupido en su rostro.
Mi celular vibra en mi bolsillo de mi pantalón.
Es un mensaje de Alexandra.
Simón regresa a la casa cuanto antes. Alguien de México te estaba llamando.😆
¿Es importante?
Nop, dijo que cuando te desocupes te va a volver a llamar. 😎😎
¿Quién era?😒😒
Visto a las 11:37am
-Aquí mi estimada Jimena, escogio al rubio ese de Nico- aparto mi mirada de la pantalla del celular y veo como Jim se sonroja y como Nico se dirije hacia ella con una enorme sonrisa de seductor.
Solo quedamos Matteo y yo...
-Yo elijo a...
-¡Matteo!- grita Nina interrumpiendo a Luna. Mi mejor amiga fulmina con la mirada a Nina.
-¡Ámbar, por favor dile a tus amiguitos que dejen de gritar! ¡Me está dando jaqueca!- se oye el grito de la señora Sharon y Ámbar palidece por un minuto.
-¡Si, madrina, lo sentimos! ¡Ya nos estamos llendo!- le responde Ámbar.
-Parece que ya estamos divididos- digo en un tono bajito saliendo de la mansión. -Pero... creo que no vamos a poder volver acá- comento en un tono normal ya que ya estamos en la calle. Miro a Ámbar expectante y ella niega.
-Vamos a tener que cambiar de casa porque en la mía ya no se puede- dice Ámbar apenada e instantaneamente mi mano se dirije a su brazo y le sobo. Ella me dedica una mirada de agradecimiento.
Catalina me mira. Entiendo su mirada y asiento.
-Pueden venir a nuestra casa- ofrece Cata. Todos asienten pero voltean a verme, yo asiento dando mi aprobación pero sin apartar la suave caricia que mi mano le genera al brazo de Ámbar.
-Entonces... ¡¡QUE EMPIECE LA COMPETENCIA!!
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top