•Capítulo 6•
Hola, Nico
Hola, Simón. ¿Pasó algo?
No, no te preocupes, solo quiero que me hagan un favor tú y Pedro...
Claro, ¿de qué se trata?
Bueno...- me rasco la nuca. Luna me mira. -Es que tengo que hablar con Luna después de la escuela, y quisiera que ustedes me cubran mientras no estoy en el Roller...
Bueno, va a ser difícil pero te vamos a cubrir. Luego nos cuentas que pasó.
Dale, nos vemos luego.
Dejo de chatear con Nico y vuelvo mi vista a Luna.
-¡Listo! ¡Todo está listo, piojosa!- le digo acercándome lentamente pero ella pone su mano en mi pecho y me aleja. -Me gusta que me toques así...- le digo sensualmente. Ella se tapa su rostro. Parece que la hice sonrojar.
-Tengo que ir con mis amigas. Quiero que seas puntual, no te voy a esperar ni un segundo más.- Me dice parándose. -Si no llegas apenas toque la campana me voy.
Se fue.
Veo a Ámbar a lo lejos, en un salón y está hablando con su noviesito, parece que está molesta, Matteo se revuelve el cabello desesperado y se levanta de su asiento y se va dejando a Ámbar con la palabra en la boca. Matteo sale del salón echo una furia y va donde Gastón que está en el patio hablando con Ramiro y Delfi, ya que Jazmín no vino hoy.
Sin pensarlo mis pies caminan hacía ella, y mi cara se torna a una de confusión. Parece que está a punto de llorar. Se ve tan frágil. Ella está tan sumergida en sus pensamientos que no nota que estoy frente a ella. Arrastro la silla que está frente de ella y me siento volteado, mirándola.
Estuve así por unos momentos hasta que me decido ir.
Me paro en medio del patio buscando a Nina, y me sobresalto al sentir una mano en el hombro.
Tengo una pequeña esperanza de que sea Ámbar
Tengo una pequeña esperanza de que venga y me diga para hablar, que se quedo callada porque está así por Matteo.
Volteo lentamente con esa pequeña esperanza. Mira así la dueña de esa pequeña mano y es...
Catalina...
La miro decepcionado y ella se confunde más.
-¿Por qué salistes molesto de tu salón?- pregunta preocupada. Cambio mi expresión a la misma de siempre.
¿Por qué quise que fuera Ámbar?
-Nada, Catalina.- Me mira con cara de "no te creo nada". -Neta, Cata. Solo estoy así porque no me acostrumbro a esta nueva vida- poco a poco va relajando su mirada. Ella sabe que es verdad. Nunca me gustaron los cambios, ya sean para bien o para mal.
-Muy bien, Simón.- Me sonríe. Se acerca a mi oído y susurra. -Mamá nos va a llamar más tarde...
Alzo las cejas.
-¿Por qué? ¿Le pasó algo a la viejita?- ella niega sonriente. Con la única persona de mi familia que me llevo bien es con mi abuela.
Ella es un amor. Siempre estuvo conmigo dándome ánimos, diciéndome que yo no tengo la culpa de nada. Ella también me protegía del viejo cuando nadie más podía hacerlo. El viejo le tiene respeto a ella y a mi tío. Aunque ya no hablo mucho con mi tío, sé que cuando mi mamá le cuente que estoy en Buenos Aires vendrá corriendo con mi prima y con mi viejita.
-No le pasó nada a la abuela. Sabes que ella está más sana que tú y yo juntos.- Me río junto a ella.
-¿Vas a ir al roller hoy?- ella niega. -¿Por qué?
-Me dan dejado tareas, y tengo que entregarlas la otra semana.- Le golpeó suavemente la frente.
-Me había olvidado que eres una cerebrito.- Le digo tocando su nariz. Ella me sonríe. -Entonces, ¿le puedes decir a Julia que me prepare algo rico para almorzar?- ella me mira interrogante. -¿Por qué me miras así?
-Julia y Alessandra se fueron a visitar a un pariente que está enfermo.- Curvo mis labios formando una O, ahora entiendo porque él desayuno estaba medio raro.
-¿Tú preparaste el desayuno?- ella asiente orgullosa. -Necesitas a alguien que te enseñe- deja de sonreír. Miro a Nina a lo lejos -¿Te has echo amiga de Nina, no?- asiente volteando hacía Nina. La saluda con la mano.
-Sí, ella está en el mismo curso que yo.
-Parece que es un poco nerd, ¿por qué no le dices para que hagan las tareas juntas?...
-¡¿Neta?!- yo asiento. -¡Siii!
Me abraza.
-Te quiero, Simón.
Suena el timbre.
-Me tengo que ir.- Me voy ignorando sus últimas palabras.
(...)
-Bien, alumnos. Eso es todo por hoy se pueden retirar.
Suena el timbre.
-Señorita Smith, el director me mandó a recordarle que tiene que apoyar al señor Álvarez con respecto a sus clases perdidas.- Ámbar resopla cansada. Sonrío
-Gracias, profesor.- Me mira enfadada. -Vamos, Simón.- El profesor se va.
-¡Oh, no! ¡Qué pena, Ojitos! ¡Justo ahora me tengo que ir!- la miro apenado. Ella corre hacía mí para pegarme. Yo la agarro de las muñecas antes de que llegue a pegarme.
-Tranquila, fiera. Ahora no tengo tiempo, pero otro día puede ser.- Muevo mis cejas y ella bufa. Trato de irme sin hacer nada pero no puedo controlar a mi corazón y junto mis labios con su mejilla en un tierno beso. Me separo y ella tiene su boca entreabierta y con sus mejillas sonrojadas. Se ve tan tierna sonrojada...
¡Qué dices, Simón!
¡Nadie es tierno en esta vida!
Me marcho de allí, mientras camino voy pensando en donde estaría Luna.
Llego hasta la puerta del Blake y suspiro aliviado de que Luna todavía siguiera esperando. Veo salir a Catalina y Nina hablando animosamente mientras se despiden de Luna. Parece que Catalina está haciendo lo que le dije.
Cuando veo que ya están demasiado lejos como para vernos emprendo mi camino hacia Luna, estoy apunto de llegar a ella hasta que alguien me gana.
Es... ¿Matteo?
Sigo el poco camino que me queda hacía Luna, la volteo y la tomo por la cintura.
-¡¿Qué haces Simon?!- dice alejándose de mí.
-Tenemos que hablar, ¿verdad?- ella asiente. Sacando mis manos de su cintura. -¿Vamos?- le digo poniendo mi mano junto a la suya. Ella voltea hacía Matteo, ellos se miran, Matteo esta mirando nuestras manos entrelazadas con una combinación entre tristeza y confusión, Luna voltea hacía mí y aprieta nuestro agarre.
¿Qué fue eso?
¿Luna le quería dar celos a Matteo?
¿Matteo no es novio de Ámbar?
Ella me guía hasta un parque, buscamos unas bancas vacías y nos sentamos. Nos pasamos unos minutos en silencio y mi mente queda en blanco.
-¡¿Neta?! ¡¿Para esto me trajiste?! ¡¿Para no decir nada?!- grita histérica. Suelto un suspiro.
-Necesito tiempo...
Ella curva una ceja.
-¿Para qué?- replica enojada.
-¿Te acuerdas de todo lo que paso?- ella asiente dudosa. -¿De todo, todo?
-Creo que sí...- no está convencida. -Me acuerdo que me dedicaste Valiente. Me acuerdo de como te conocí, pero no me acuerdo como nos separamos, ni como nos volvimos amigos.- Asiento. Parece que sabe la mayor parte, pero no la más importante. No tengo el valor para contarle todo.
¡No puedo!
La miro a los ojos, ella me devuelve la mirada, y sus ojos me dan una fuerza para contarle. Luna era mi mejor amiga, la mejor de todas. -¿Te acuerdas de Luke?- ella asiente mientras mira como mis manos forman un puño. Tengo que tratar de tranquilizarme. -Bueno, él era mi hermano.- me rasco la nuca, ella alza su ceja, interrogante. -No, no, él es mi hermano, pero ya no lo es...
-No te entiendo, Simón. ¿Cómo que Luke ya no es tu hermano?
-Así es, pero eso no viene al caso- trato de cambiar de tema. -Te acuerdas que nos conocimos en Cancún, y que nos caímos por tu torpeza- río. Ella trata de recordar y cuando lo hace asiente y se une a mi risa. -Desde ese momento yo iba todos los días al mismo lugar para chocar contigo-sonríe. -, hasta que me di cuenta de que estábamos en la misma escuela. Ahí fue cuando me acerqué a ti. Necesitaba a una amiga, necesitaba a alguien que me escuche sin tener una cita con Luke a cambio- bajo la cabeza. Siento una mirada, esa mirada que odio. Luna me está mirando con pena. Levanto mi vista bruscamente y me pongo fuerte.
Odio que me tengan pena.
-Toda nuestra amistad fue muy buena- hago un resumen para no quebrarme más. -Todo iba bien hasta que paso algo inesperado.- Estoy luchando con mis lágrimas, estoy a un paso de llorar y eso no puede pasar. -¿Te acuerdas que te dije que me pelee con él?
Asiente.
-Bien, pues... unas semanas después quise hablar con él, pero fue demasiado tarde. Fui a hablar contigo, a contarte todo pero me dejastes... te busqué por cielo y tierra, pero todos decían que te habías mudado...- la miro a los ojos y está llorando. -¡Te fuistes! ¡Me dejastes solo! ¡Me dejaste con toda esa mierda!- no puedo evitar y unas lágrimas caen por mis pómulos. -¡Dijistes que nunca me dejarías solo!- su cara se pone toda roja.
-¡Yo nunca te dejé!- grita con furia. -¡Tú me dejaste!- relaja su mirada. -A mis papás les ofrecieron trabajo aquí y si no aceptaban los despedían, ¡Yo nunca quise dejarte!- me grito con lágrimas cayendo por su mejilla. -Simón, fuistes mi mejor amigo, pero me dolió que estuvieras semanas sin verme, sin hablarme, sin llamarme, sin mandarme mensajes, pensé que éramos amigos...- se suena la nariz. Nunca lo vi de esa forma. Pensé que para ella nuestra amistad no era nada. Pensé que era como las demás. -le supliqué a mi papá que esperará unos días más, pero la dueña no quiso, y mis papás no pudieron hacer nada más. Te escribí por semanas, pero no tuve respuesta...
Eso parece cierto, después de lo que pasó dejé de estar en mis redes sociales, dejé todo atrás, muchos me mandaban mensajes pero decidí empezar una nueva vida, cambié de celular, y cambié mi apariencia.
-Después de eso, yo no volví a ser el mismo. Me molestó mucho que te hubieras ido sin decirme nada. Luego se hicieron rumores de que te fuiste porque Luke no te hacía caso...
-¡¿Quién dijo eso?!- le intento contestar pero no me deja. -Seguro que fue la zorra de Ariana...
-Correcto. Esa puta creo ese rumor, al principio no lo creía,pero luego lo pensé, siempre que estaba con Cata y con Luke tu venías a hablarnos, Ariana alimento ese miedo y pues... lo creí- le digo bajito. Ella asiente
-¿Qué pasó con Luke?
Mi piel se pone de gallina, mi mandibula se tensa, mis brazos se contraen y se forman puños con mis manos. No estoy listo para decirle, creo que todavía no tengo la suficiente fuerza de voluntad para hacerlo.
-Todavía no estoy listo para contártelo...
-Tranquilo, esperaré.
Su tono es tan relajante, que logra tranquilizarme, necesito cambiar de tema, hablar de Luke me pone mal, hasta soy incapaz de controlarme.
-¿Te acuerdas que pasó la última vez que nos vimos?- la miro fijamente sonriendo esperando que se acuerde. Sus expresiones cambian con cada segundo que pasa. Interrogacion, confusión, preocupación, alza la vista y me mira mordiéndose el labio.
Lo recordó.
-Lo recuerdo perfectamente- me mira sonriente. -Nosotros éramos amigos, y las cosas no pueden cambiar por un beso.- Explica.
-Nosotros estábamos enamorados, Luna- se sonroja. -. Pero sé muy bien, que algún día no nos entenderemos de la misma manera, y arruinaríamos esta amistad que estamos construyendo juntos- me sonríe.
-Si eso piensas, ¿por qué andabas coqueteándome?
-Es un hábito que tome cuando nos separamos.- Me encojo de hombros, ella baja la mirada. -No te sientas culpable... los cambios no se pueden evitar.- le sostengo la barbilla y le levanto su cara, le sonrió sincero. -Hay muchos cambios más que todavía no los haz visto- levanta una de sus cejas chistosamente. -, pero hay que dejar de hablar de mi, ¿qué tal mi ausencia? ¿Algún pretendiente? ¿Alguien quiere robarme tu amistad?- me acerco autoritario, ella niega sonriente. -¡Ya sé!- grito espantándola. -¡Volvistes a soñar con elefantes!- río fuerte,ella me mira interrogante, luego capta el chiste y se une a mi risa. Ella niega tratando de que el aire llegue a sus pulmones. -Entonces... ¡crecistes más!- me rio más fuerte aún cuando veo que ella me mira con cara de "no tiene gracia, Simón".
-Eso no es grac...
Suena mi teléfono.
Es Nico.
¿Pasó algo, Nico?
Si no vienes ahora mismo Támara te despedirá.
Oh, oh...
Mi tono es tan preocupante que Luna me mira con una mirada inquisidora.
Ok, ok, ahora mismo voy para allá.
Cuelgo.
-Tengo que irme al Roller, ¿me acompañas?- le digo tendiéndole la mano para que se levante.
-¿Paso algo?- su tono es preocupante, pero toma mi mano.
-Nada interesante, pero si no llego ahora mismo me quedaré sin trabajo.- Empieza a caminar.
-Entonces, apúrese torturga- empieza a correr. Voltea su rostro y me saca la lengua.
-¿Me estás retando, Valente?- le digo con la mirada desafiante. Ella sonríe malévola mostrando sus dientes.
Se encoge de hombros y aumenta la velocidad.
Tengo una idea.
-Alo, Cata. ¿Le pasó algo a mamá?- miro a Luna de reojo y está reduciendo su velocidad. Necesito que llegué hasta mí. -¡¿Qué dices?! ¡No puede ser!- poco a poco se va acercando dudosa, está dudando, sabe que planeo algo. -¡No digas eso! ¡Ahora voy para allá!- mi tono es tan alarmista que para hacerle creer que algo pasó tengo que cambiar de dirección. Soy un actor profesional.
Me toma el hombro.
-¿Qué pasa, Simón?
-Lo que pasa es que... ¡caíste!
-Maldito, Álvarez.
(...)
-¡Gané!-dijo Luna entusiasmada.
Aplausos.
-Bravo, bravo, Simón. Una mujer te ganó, ¡es impresionante!- habla poniéndose a mi al frente, dejando a Luna detrás de él.
-Largate de acá de una puta vez, Jax.- gruño furioso.
-Tranquilo, pequeñin.- dice. Voltea a mirar a Luna detenidamente con una sonrisa perversa. -Es muy linda tu novia, Simón.- Me mira. Miro a Jax y me encojo de hombro.
-Me consigo mejores que tú- le regalo una falsa sonrisa. -Siempre soy mejor que tú.
-No me provoques, Álvarez.- Lo hice enfadar, eso sería bueno si no tuviera que entrar al Roller ahora. -Te veo a las 8pm en la dirección que te mandaré por mensaje.
Curvo mi ceja, curioso.
-¡¿Qué mierda haces tú con mi número?!
Me ignora y se va.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top