9th. USLESS RULES 💋

💋🥯LOVE IS AN ISSUE 🥯💋

Las festividades de año nuevo siempre consiguen traer algo de paz a un corazón cansado, o al menos esa era la idea a la que deseaba aferrarse cierto doncel quisquilloso mientras contemplaba la caída de la nieve en el hogar que le había visto crecer.

Busan tenía la particularidad de combinar diversos tipos de clima durante todo el año, pero sin dudas, el paisaje nevado que podía admirar desde la casa en la playa de su padre lo era todo para Jimin.

—Hermanito, hermanito ¿Qué no te dijeron que el exceso de frío le puede hacer mal a mi sobrino?

Park Yoo Jin le observaba entre divertida y severa, su hermano menor era todo un caso. Los mismos cabellos color oro enmarcaban la melena suelta de la mujer mientras extendía una taza de chocolate caliente para su abatido hermano. El CEO de FACE Entertainment se tragó un suspiro antes de aceptar.

El hecho que Yoongi supiera que estaba embarazado de tres meses y modificara su contrato con Valentino para ser parte de aquel hecho lo ponía peor.

"Entiendo si no deseas tenerme cerca, pero ese niño o niña también será mi responsabilidad. No te preocupes por el contrato, Jiminnie, puedo manejar ambas cosas a la vez. Tú me enseñaste eso."

Jiminie

Se sentía mal al no escuchar un cariñoso "bísquet" en lugar del apodo que le otorgaba la mayoría. Se sentía celoso aun cuando estaba seguro cien por ciento que Yoongi no tenía nada serio con Shin Hye.

—El frío no me matará más de lo que hace mi cerebro ¿Existirá alguna cura para dejar de pensar tanto?

Cuestionó centrando toda su atención en el descenso de los copos y su hermana supuso que la pregunta era más personal que compartida.

—La cura que precisas tiene nombre y apellido. Ese chico guapo que ahora está llevando el título de Embajador de Valentino. El padre de mi sobrino o sobrina...

—Yoo Jin...

—Shh... No arruines el momento con tu tozudez. Te lo dice una ex divorciada con debilidad por su antiguo marido. Cuando esa criatura nazca, créeme que te será imposible dejar de verlo. El lazo que tendrán los hará reconsiderar su relación a si no lo desees y en serio Jimin ¿Qué te impide admitirlo cuando es obvio que lo sientes? Estás terriblemente enamorado, hermano cabezota...

Ella sonrió de aquella forma tan cálida que Jimin sabía conseguiría desprender las esquirlas del invierno en su corazón sellado. Ella era tan simple e inteligente.

Jimin probó un sorbo de su taza y el recuerdo de unas manos igual de conocidas y reconfortantes como el chocolate le hicieron dudar. Mordiéndose el labio inferior decidió dejarlo todo bajo el encanto idílico de los primeros días del año, donde la familia suplía al ajetreo de la compañía y el rostro de Min Yoon Gi quedaba a cientos de kilómetros entre Seúl y Busan.

De la misma manera que otra persona acariciaba las figuras de su aliento contra el cristal de una pequeña habitación donde descansaban muchos recuerdos, Min Yoon Gi sonreía con ironía mientras los últimos vestigios de su vida en el taller del señor Bang eran sustituidos por el brillo de las pasarelas y las ruedas de prensa emitidas en su honor.

—Quién diría que mi mejor aprendiz terminaría sobre un escenario. Pero... ¿Quieres que te diga una cosa?... Siempre supe que aquel rubio pretencioso iba a conseguir arrastrarte...

El señor Bang carcajeó palmeando la espalda de Yoongi. Del inseguro muchacho que le pidiera asilo casi un año atrás no quedaba nada. Después de todo era un nuevo comienzo y Min había mudado de piel tantas veces de una forma u otra que el señor Bang solo se podía sentir agradecido.

—Nunca podré retribuir lo suficiente por confiar en un vagabundo sin porvenir. De una forma extraña te veo como un padre...

—Padre me hace sentir más viejo, pero indudablemente orgulloso. Supongo que es demasiado tarde para no admitir eso... hijo...

Concluyó el hombre antes de apretarle el hombro en otro gesto lleno de cariño e invitarlo a compartir la primera comida del año en su casa con su señora e hijos. Yoongi no tenía otro mejor lugar al que asistir.

Después de todo Jungkook se encontraba en Estados Unidos, acompañando el proceso de hospitalización de su madre y Jimin... Jimin estaría en Busan.

Pasar de solo encontrarse por asuntos de fuerza mayor y llamar para recordarle al doncel que debía cuidar de su embarazo, la extraña relación que se manejaba entre ellos solo lo desconcertaba.

Había cambiado la permanencia en Italia por viajes periódicos cada quince días. Shin Hye se había encargado de interrogarlo hasta conocer la verdadera razón tras tal decisión. La jefa de ROUGE BLOOM esbozó una sonrisa comprensiva antes de musitar una resignada respuesta que se debatía en el típico "cuenta conmigo."

Yoongi lo había tomado con gusto antes de aclararle que seguía enamorado del ahora padre de su bebé. Ella por otro lado, le había restado importancia, profiriendo que ya lo sabía. Que nunca ambicionó más allá de un acuerdo sin compromiso para nivelar el estrés.

Entonces el ahora modelo profesional se dio cuenta que después de Jimin no se permitiría pensar en nadie más de esa manera. Aun cuando la melancolía le recubriera el alma con saña, esa era la desnuda verdad. Amaba aquel doncel irreverente con cada fibra de su ser.

—Tiene razón señor Bang... ya es tarde para retractarse de muchas cosas. Feliz año nuevo...

Concluyó prometiéndose un verdadero comienzo cuando la nieve volviera a ser ocupada por los rayos de su propio sol. No tuvo que esperar mucho, cuando el final de enero tocó a su puerta deshaciéndose en compromisos en los que solo podía intercambiar una llamada con Jimin, pero cuando el doncel le citó para ir de compras porque ya casi contaba cinco meses y no había hecho ni la más mínima elección, el corazón de Yoongi solo pudo explotarle en el pecho.

Era como vivir un deja vu mientras esperaba a la salida del centro comercial de Myeongdong, casi un año atrás había estado en el mismo sitio, usando sus ropas informales y las Vans roídas en las esquinas. Hoy exhibía un conjunto deportivo bajo la firma de la marca que promocionaba y no podía sentirse más nervioso.

—Ya te veo. Cambia la mueca en tu rostro. Taehyung se empeñó en traerme cuando parece que el embarazo es una enfermedad...

El tono irritado de Jimin solo lo hizo arrugar la nariz para no esbozar una sonrisa. Al girar unos cuantos grados pudo encontrarse al doncel frunciendo el ceño mientras sus miradas se enlazaban.

Por un instante el bullicio de madres acompañando a sus hijos y adolescentes intentando acceder al piso donde se anunciaban las rebajas quedó fuera del halo donde se encontraba Jimin. Como en esas ridículas escenas donde el aire ni siquiera toca a los protagonistas, a Yoongi le parecía increíble cómo la vida podía tornarse dorada con solo enmarcar a Jimin del otro lado.

Cómo su vida seguía teniendo los colores del doncel aun cuando ninguno se atreviera a traspasar el ligero muro entre ellos.

—Taehyung solo se preocupa, tal como yo.

Resolvió colgando finalmente. Con pasos medidos, Jimin estuvo a una prudencial distancia de él antes que el tiempo se ralentizara alrededor. Una sonrisa irónica tironeaba de sus labios cuando la pequeña curva en su vientre ya era reconocible.

Cómo se habían invertido los papeles de una manera tan absurda. Un año atrás Jimin lo había arrastrado hacia las tiendas de marca del circuito enfundado en su traje de ejecutivo. Hoy solo llevaba una sudadera holgada y unos pantaloncillos que se abombaban en su delicada anatomía.

Estaba cambiado, si es posible para mejor. De pronto se encontró perdido en el magnetismo de aquel rostro o la delicada sonrisa y sus sentimientos desbordados fueron los culpables de su próxima acción. El doncel casi tiene tiempo de apartarse cuando los dedos de Yoongi se entrelazaron a los suyos.

—Creo que te debía esta salida de compras. Solo déjame guiarte, bísquet...

El apodo logró que el helado pecho de Jimin palpitara. Había añorado tanto el tono aterciopelado de esa voz pronunciando aquel mote que solo él podría concederle que no le importó silenciar a su conciencia y seguir la espalda ancha del hombre que a pesar de todo amaba.

La guerra por elegir colores, modelos y ridículos stickers para decorar el papel tapiz que llevaría la habitación de un bebé del que aún no conocían el sexo parecía divertir a la multitud a su alrededor.

Sobre todo por la forma en que la pelea se tornaba adorable o por las miradas de quienes suponían seguían siendo pareja. La burbuja de autocomplacencia duró lo suficiente hasta la vuelta al departamento de Jimin.

Habían pasado unos cuatro meses, quizás un poco más desde que Yoongi estuviera en ese lugar y por lo visto no existía ningún cambio sustancial a excepción de la habitación que ahora se proponía preparar.

—Déjalas ahí. Después le pediré a Tae y Hoseok que me ayuden con el resto...

Le aconsejó el doncel antes de regresar a la cocina. Yoongi suspiró antes de colocar algunas de las bolsas y las cajas que contenían lo esencial para armar la cuna de su futuro bebé. Jimin mientras tanto, inspeccionaba el agua en uno de los aflautados vasos de su encimera con interés casi científico.

Qué era eso que le hacía sentir como la gelatina desde las últimas horas. Qué significaba esa ráfaga de añoranza para unas estúpidas reglas que no podría contabilizar más.

Lo extrañaba.

Extrañaba a Yoongi como alguien puede extrañar el hecho de estar vivo. Porque siendo honesto consigo mismo, alejando la vanidad, el orgullo o su terca forma de proceder, los minutos al lado del chico eran demasiado preciados.

Casi con rabia retiró el vaso de la encimera antes de regresar bajo el umbral de la habitación que en unos meses albergaría a su hijo.

Su expresión mudó al ver a Yoongi en cuclillas colocando una especie de cinta métrica sobre una de las columnas de la estancia. Como si su mirada atrajera al menor, los cabellos ahora de un azabache brillante cubrieron medio rostro del modelo antes que una sonrisa cómplice le iluminara el semblante.

—Vi esto en uno de los tutoriales para padres primerizos en YouTube. Sé que es algo cursi, pero me hacía ilusión llevar las medidas de su crecimiento. He perdido casi cinco meses. No quiero desperdiciar uno más...

La especie de barra instalada en el blanco de la columna estaba llena de stickers ajustables donde estaría grabado el registro de cada centímetro de más en el vientre del doncel.

La escena no podía sonarle más irreal pero al mismo tiempo demasiado adorable para negarse. Por ello, resistiéndose al instinto primario de salir huyendo como un loco Jimin inspiró profundo hasta aceptar aquella pálida mano que aún estaba extendida en su dirección.

—No es cursi, es solo... demasiado romántico...

Lo último salió en un murmullo casi inteligible, pero Yoongi escuchó a la perfección mientras lo sujetaba por la cintura hasta descubrir la pequeña curva en su vientre.

Un escalofrío que se empeñaría en achacarle al cambio de temperatura en la estancia, atravesó la columna del doncel mientras la cinta rodeaba su pancita y Min dibujaba la primera marca sobre la pared.

La sonrisa...

Oh, esa gloriosa sonrisa de encías rosáceas estaba allí para hacer añicos la armadura emocional del rubio. Pero como si aún no fuera suficiente, la voz ronca de Yoongi tuvo que hacer presencia para darle alas a su sueño de ser un padre amoroso.

Es tu primera marca, bebé. Por favor crece sano, yo siempre estaré aquí... esperándote con ansias. Te amo mucho, hijo mío...

Sus labios se unieron sobre la piel cremosa del vientre de Jimin en un gesto demasiado íntimo. A esas alturas las lágrimas ya lo anegaban mientras trazaba formas en los cabellos de su ex novio. Maldiciéndose a sí mismo, el doncel intentó recuperar la compostura cuando aquellos ojos de un imposible azul le volvían a mirar.

—Sé que no tengo derecho pero... ¿te quedarías?... te quedarías hasta que me duerma... Estos días me es casi imposible dormir y sé que le hago daño al bebé, pero yo...

Alzándose en una estatura que casi compartía con el rubio, Yoongi resolvió abrazarlo mientras su nariz acariciaba la curva del elegante cuello. Jimin interpretó ese gesto como un sí velado antes de abrazarlo con todo y prometerse que ya era hora de abandonar aquellas inútiles reglas que hasta el momento habían regido su vida.

Yoongi estaba allí, como siempre, entregándole ese corazón magnífico lleno de cálidas promesas y sueños. Pues él seguía siendo su único sueño verdadero.

🥯💋LOVE IS AN ISSUE 🥯💋

"A fin de cuentas qué sería del amor sin esas mentiras que solemos contarnos a nosotros mismos para aligerar la carga. A veces me pregunto si sufrir es parte del proceso.

De lo contrario no esperaríamos tanto devanándonos los sesos por comprender algo que a la vida le resulta demasiado simple.

Desde mi propia óptica, he dicho una mentira para salvar otra. Desde mi propia óptica, no existen inviernos cuando el amor contigo sigue siendo dulcemente problemático."

🥯💋LOVE IS AN ISSUE 🥯💋

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