7th. 2 SIDES OF U 💋
Canción sugerida: Dry Flower by Yuuri (cantante japonés).
🥯💋LOVE IS AN ISSUE 🥯💋
Jimin suspiró por quinta vez en los últimos diez minutos. La televisión de su departamento seguía emitiendo una tira interminable de comerciales mientras sus dedos volvían a hormiguear desde el último mensaje en la pantalla de su teléfono móvil.
El tiempo había continuado su andar y la costumbre de tener a Yoongi pegado a su espalda le había superado. Qué irónico le sonaba todo. Precisamente él. La persona menos dada apegarse a otra, ahora no podía concebir ni un segundo de su existencia sin la presencia de su devoto novio.
Novio...
Incluso se había reconciliado con esa palabra que juró jamás dejar salir de sus labios y desde aquella petición los minutos se habían convertido en horas, las horas en días, y los días en seis idílicos meses donde compaginaban trabajo con fines de semana de hacer la colada juntos o pasarla atiborrándose de comida chatarra mientras se besaban en el sofá.
Jimin se había descuidado de la dichosa dieta. De todas formas cualquier "exceso" en lo que consumiera, Yoongi se encargaba de restarlo con aquellas caricias ilícitas que terminaban enredándolos en una espiral de deseo difícil de ignorar.
Pero cuando el modelo debía irse a cumplir proyectos fuera de la ciudad, entonces el peso de la relación asfixiaba al doncel y la necesidad de tener a su gatito latoso cerca le pasaba factura.
"Duerme bien esta noche y si puedes sueña conmigo. Te quiero mucho, bebé."
Tecleó preso de la nostalgia y se mordió los labios para no llorar. El cansancio de una semana ajetreada donde había olvidado otra vez hacerse la revisión médica de rutina lo terminó venciendo mientras su mente viajaba todos los kilómetros que podían separarlo de la isla de Jeju, donde Min SUGA seguía un apretado calendario para la conformación de un nuevo portafolio que sería la base para el lanzamiento del perfume Obssesion de la marca Oasis. Una colaboración imperdible donde ROUGE BLOOM no había dudado en sugerir a su más exitosa estrella en esas fechas.
Dormitar era algo que odiaba hasta la médula. Pues entre cada siesta solía despertar con dolor de cabeza, por eso no le sorprendió imaginar el sonido de una ducha prendida cuando sus ojos se volvieron abrir.
Frotándose el rostro con las manos, un chico de cabellos dorados y rosáceas mejillas se dio cuenta que había llegado a la cama por arte de magia y su sorpresa creció más al descubrir una maleta contra la puerta de la habitación, solo iluminada por el reflejo de la lámpara del baño.
"No, no puede ser cierto. Faltan dos días para que regrese... pero..."
Casi corriendo y sin importarle la frialdad del suelo alfombrado, Jimin alcanzó el picaporte del cuarto de baño para descubrir detrás de la mampara la silueta borrosa de la persona que más añorara en las últimas horas.
Una sonrisa gigante le iluminó el rostro al darse cuenta que no estaba soñando. Por eso, no le importó mojarse la polera que únicamente usaba a modo de pijama y que por supuesto tenía el aroma de su Yoongi impregnado, antes de rodearle la cintura al modelo e inhalar fuerte sobre la sensible nuca.
—Dime que no estoy soñando y si es así, tienes prohibido despertarme...
Refunfuñó dejando a sus labios vagar entre las pequeñas gotas de vapor y agua que le adornaban la piel al más pálido. Yoongi detuvo el flujo en la regadera antes de ladear el cuello, ofreciéndole más acceso a Jimin para que lo besara y abrazara a su antojo.
—No voy a despertarte porque es verdad. Adelanté la sesión del fin de semana, pero sigo teniendo una habitación disponible en el hotel de Hamdeok Beach ¿Qué dices bísquet, me acompañas este fin de semana?
En ese momento, el ahora pelinegro de ojos azul grisáceo ya había volteado el abrazo y sus labios se movían exigentes sobre la boca del CEO. Jimin subió una pierna y luego otra antes de ser sostenido contra el húmedo cuerpo de su amante.
Las manos de Yoongi ya estaban debajo del improvisado pijama del rubio mientras se volvían a mirar.
—Por supuesto, bebé. Te he extrañado mucho, mucho, mucho...
Le besó las mejillas, la nariz, los ojos, la barbilla, no le alcanzaban los besos para mimar a un sonrojado Yoongi que inspirado por la escena que protagonizaban lo abrazó más fuerte y prometió hacerle el amor mientras se ponían al día con los sucesos de la semana.
La pareja que formaban el creador y principal accionista de FACE Entertainment junto a la promesa más joven del modelaje en los últimos meses arribó a Jeju envuelta en el mismo cálido ambiente que podría etiquetarles como los que transitan por el estado de luna de miel, y aunque esa realización solo ponía de los nervios a Jimin, nadie podía pensar otra cosa que celebrar un compromiso que se insinuaba en el aire.
Desde los lugareños en el Parque Nacional Hallasan, aquella maravilla natural resguardada por el volcán inactivo del mismo nombre, hasta la cosmopolita Hamdeok Beach con sus atardeceres sosegados y barra abierta, a todo el mundo le llamaba la atención el conjunto que formaban el chico de las mejillas rellenas y el elegante pelinegro que parecía mirarle como si fuera el ombligo del planeta.
—Deja de hacer eso...
Se quejó Jimin escabulléndose del último flash en su dirección. A Yoongi le habían regalado una cámara y no cualquier persona, sino que era su hermano Jungkook.
El mismo que le sugiriera atesorar momentos de su nueva vida y por lo visto esos momentos los protagonizaría cierto rubio con reservación VIP.
—¡Basta! Nos están mirando...
Susurró Jimin sacándole la cámara con una sonrisa cómplice. Yoongi chasqueó la lengua antes de acercarse al más bajo solo para morderle el cuello.
—¡Yoongi! Esto solo lo empeora. Ahora se me notan más las marcas ¿Podrías? ¡Ahh para qué me molesto si eres tan niño!
Jimin fue alzado como un saco de papas sobre el hombro del modelo, ganándose las risas de todos los asistentes aquella sección de la playa.
La cámara quedó sobre la arena, perdiéndose de congelar el momento donde el doncel era casi arrojado al mar antes de emerger hecho una furia amenazando de muerte a su novio para comenzar una verdadera pelea de gritos que terminó con un beso lleno de sal.
—Te quiero, bísquet malhumorado. Me haces sentir realmente vivo, como si no importara el hecho de ser quién soy. Como si no hubiera nada más importante que tu mirada color atardecer y esa sonrisa única. Te quiero mucho, Park Jimin...
El rubio deseó contestarle con alguna clase de puchero infantil pero cuando Yoongi le observaba de aquella manera que solo él podía exhibir únicamente lograba temblar por dentro y por fuera.
Cuando Yoongi le veía como el amor de su vida, a centímetros de jurarle esas palabras que se había prometido jamás pronunciar, el pánico parecía convertirse en un repelente monstruo que terminaba asfixiando al doncel, cuyas estrategias para evadir lo que ya asumía como el inicio de una decisión se estaban agotando.
—Yo también bebé, ahora sácame de aquí. Ya dimos todo el espectáculo de la tarde.
—Falta la noche. Adivina quién va a cantar hoy...
—¡Ni muerto, Taehyung es un mentiroso! Yo no puedo cantar en público...
—¿Ni siquiera por tu novio el modelo mejor cotizado de la temporada?
—¿Me estás chantajeando?
—No... si quisiera chantajearte, entonces te haría...
Lo que Yoongi susurró a su oído logró que su mandíbula se desencajara. Con malicia el más pálido le mordió una generosa mejilla mientras sus manos hacían presión posesivamente más allá de la espalda baja del doncel.
—Te odio... y más me odio a mí por ser tan débil... Está bien... pero quiero algo a cambio...
—¿Más que una noche de placer conmigo?
Contestó el de ojos azules turquesa escandalizado. Jimin sonrió pícaro antes de empujarlo mientras salía del mar. El agua y la arena pegada a su atuendo relajado de bermudas y camisa suelta en hilo blanco solo acentuaba su esbelta figura y aquellas curvas que volvían loco al pelinegro.
Observándolo desde ese ángulo, el corazón de Yoongi latía descontrolado mientras cruzaba los dedos porque su plan para esa noche diera resultado cuando era evidente que su chico era amor-fóbico.
—Si terminara cantando como un tonto sobre ese escenario del restaurante esta noche, tú aceptas ese contrato a Italia que Shin Hye te ofreció. No pongas esa cara cielo, sé que no has dicho que sí por temor a mi reacción, pero desde la primera vez que vi esas fotos lo supe. Naciste para brillar en lo que sea que te propongas, así que ya es una apuesta.
Min negó divertido antes de salir del mar también. Atrapando la mano del rubio para cambiarla por su fina cintura, suspiró dándose por vencido. Ahora ya no tenía tantas ganas de verlo cantar cuando perder contra Jimin significaría estar un año a distancia modelando para nada más y nada menos que la Casa Valentino.
De solo pensarlo sus piernas flaqueaban, pero se las arregló para disimular mientras las sombras de un apacible atardecer con las esencias del mar de Jeju llenaban cada punto del paisaje.
Uno que se transformó en noche de susurros y velas aromáticas sobre mesas con la forma de una exótica rosa de Siria mientras el esperado micrófono abierto se pregonaba en el bar del restaurante al que asistían.
—¿Verdad o suerte? Elige, bísquet...
Yoongi se recostó en el respaldo de su silla con aire arrogante. Una nueva faceta para Jimin que solo multiplicaba el atractivo de su novio ante sus ojos. La camisa de seda negra a juego con los pantalones sueltos y los zapatos de vestir sería solo parte del conjunto cuando no podía dejar de reparar en aquella línea de blanca piel cortesía de esos tres primeros botones abiertos.
Jimin había elegido algo similar, lo que en tonos púrpuras que realzaban su fina cintura y largas piernas, pero estaba más que seguro que las miradas esa noche estaban sobre su acompañante casi al cien por cien.
—Suerte. Sospecho que entre menos acceso tengas a mis dramas personales más piel me quedará. Admite que eres un mal perdedor...
Se apoyó sobre sus codos y le miró a través de la copa de vino casi vacía. Las encías de Yoongi se exhibían en una sonrisa adorable antes de imitarle el gesto.
—Escogiste mal...
Jimin enarcó una ceja pero ya era tarde cuando Yoongi le hacía una seña al animador del lugar para que llevaran el micrófono a su próxima víctima. Cuando el reflector impactó sobre el rostro de un ruborizado rubio, el modelo se maldijo y felicitó a partes iguales.
Por un lado comprobaría si era cierto lo que Taehyung y Hoseok hablaban del pasado de un Jimin en la universidad que apenas conocía, y por el otro, tendría que hacer malabares para mantener su relación a distancia porque cumpliendo su palabra, tendría que firmar con Valentino sí o sí.
Aunque pensándolo bien, era hasta cierto punto conveniente teniendo en cuenta cómo le sonreía la vida en los últimos tiempos. El atraso con las cuentas de la casa de su madre se había eliminado y ahora podía pensar en el futuro con mayor holgura.
Incluso se sentía feliz por la especie de tregua que se instaurara entre él y su progenitora, ante la posibilidad de que pudiera volver a ver con una cirugía en los Estados Unidos.
Jungkook se había recuperado de su accidente y solo estaba dedicado a terminar su carrera. Su intento de reanudar la beca de composición estaba cerca de fructificar y su vida amorosa...
Ahí Yoongi hacía un paréntesis para mirar a Jimin. Aun cuando se llevaran bien en la cama y tímidamente se dijeran te quiero, sabía que el rubio parecía un animalillo asustado cuando intentaba comunicarle ese más.
Quizás la pequeña cajita de terciopelo que acariciaban sus dedos en el bolsillo del pantalón fuera excesiva. Quizás la pequeña piedra de color ámbar, igual que el tono en los ojos del que sin dudas era su ángel personal fuera mucho que asimilar pero no podía ser de otra forma.
Tragándose pensamientos tan efervescentes como los rastros del vino en su paladar, se dejó acunar por la dulce voz de Jimin en los altavoces, mientras las notas de Can't Help Falling in Love, la canción que en secreto había elegido para que interpretara, se deslizaba en el romántico ambiente del restaurante.
Horas después se encontraba totalmente inmerso en reforzar cada verso escrito por Elvis Presley en el cuerpo dorado de su amante mientras escuchaba su nombre crecer como una plegaria estrangulada.
Quizás fue el ardor del momento o todo lo que no pudo decir, pero Yoongi no tuvo tiempo de morderse los labios como sucedía cada vez que llegaba a la cumbre de su pasión y aquellas palabras que tanto había intentado preservar por miedo al rechazo se dejaron oír para un Jimin igual de aturdido.
—Te amo, Jimin y no creo ser lo suficientemente fuerte para retractarme después...
Se había apagado como una de las velas que regentaban la habitación a su nombre en aquel paradisiaco sitio y sinceramente no supo que su compañero solo fingiría no alterarse cuando horas después, buscando una manera de aplacar la desesperación en su pecho o el hecho de olvidar tomar la dichosa píldora anticonceptiva, una cajita de terciopelo negro develara la verdadera intención de un plan que no podría figurar bien para alguien aterrado de su propio corazón.
"El amor es un problema. Por favor, no digas que me amas. Siempre he odiado lo efímero de ser eterno."
🥯💋LOVE IS AN ISSUE 🥯💋
Hightlights de este cap
By the way, casi nos faltan tres capítulos para terminar esta historia y nuestro Yoonie acaba de ingresar al centro de entrenamiento en Nonsan, esperemos que lo haga bien estas tres semanas.
I purple you 💜
Allie_desu 🥰
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