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"Alerta de intruso"
Y de nuevo sucedía. Moonbin creyó que Dong Min sería más inteligente y se marcharía apenas él dejase la casa junto a Dante, pero parece que lo único que le importaba era obtener la información necesaria para su captura. Estaba decepcionado tanto de Dong Min como de sí mismo porque aún contra sus principios y reglas se permitió dejar entrar al espía en su corazón.
- ¿Por qué no vino Minie, papi?
- Él estaba algo ocupado, y... -suspiró. Debía decirle que Dong Min se iría-. Escucha, es probable que Minie deba irse pronto.
- ¿Qué? ¿De qué hablas?
- Debe regresar a Londres, a su casa.
- Pero él me prometió que sería mi papi y que se quedaría conmigo.
¿Y qué podría decir a eso? No quería romper el corazón de su hijo, no quería verlo llorar por causa de Dong Min de nuevo, pero mentirle tampoco estaba bien...
- Podemos ir a verlo a Londres.
- Yo no quiero visitarlo quiero a mi papi conmigo –hizo un gran berrinche antes de romper en llanto por las palabras de su padre y cuando este quiso consolarlo solo se apartó diciendo que quería a Dong Min.
Hacer que Dante probase bocado luego de esa declaración que para el infante parecía ser el fin del mundo, lo llevó luego a pasear al parque para tratar de calmarlo y aunque sí logró hacer que le volviese a hablar no logró una sonrisa en su rostro.
"No quiero perder otro mamá", fue el pensamiento de Dante durante toda la noche.
Cerca de las diez de la noche llegaron a la casa, llevó a Dante a acostarse contrario a los pedidos del niño por ver a su papi. No podía decirle que Dong Min se había marchado, eso terminaría por destruir a su hijo. Pero al llegar a su habitación se encontró con una gran sorpresa, era Dong Min con su teléfono celular en mano.
- Creí haberte pedido que te fueras.
- Necesito que me escuches.
- Márchate ahora, no me obligues a matarte.
- ¡Por favor Moonbin! –chilló el joven exasperado.
- ¿Moon está ahí Dong Min? –se escuchó la voz del jefe del espía a través del auricular del celular.
- Eres un ... -quiso insultar Moonbin al darse cuenta del descaro de Dong Min.
- Necesito hacer esto Moonbin, te lo explicaré pero...
- ¡No! Deja de intentar confundirme cuando sé perfectamente lo que estás haciendo.
-Dong Min necesito el archivo ahora –demandó su jefe.
- En seguida.
Dong Min se alejó de Moonbin hacia la cama manipulando su teléfono para enviar el archivo que hace poco logró culminar; sin embargo, Moonbin no permitiría que lo destruyera así de fácil, así que con fiereza acorraló a Dong Min contra la cama, se ubicó sobre él tratando de obtener el celular del chico.
- Gracias Dong Min, la Interpol te lo agradece –dijo su jefe señalando que el archivo había llegado correctamente.
- Eres una maldita perra traidora.
Las groseras palabras, los insultos completamente altisonantes fuera del estilo de Moonbin y más aún de su forma de expresarse sorprendieron al joven espía preso bajo la fortaleza que representaban los brazos fornidos del mafioso; jamás había escuchado salir de sus labios semejantes palabras, Moonbin era un hombre de palabras pulidas y expresiones con insultos sutiles. No obstante no se sintió ofendido en lo absoluto porque simplemente su pareja no conocía cómo se estaba dando en realidad la situación.
- Vas a arrepentirte de esas palabras –afirmó con una ligera y pícara sonrisa en los labios.
Moonbin se preguntaba ¿cómo podía ser tan descarado? al estar tan feliz en una situación en la cual evidentemente su vida corría un gran riesgo.
- Señor, tenemos un virus en el sistema –escucharon apenas a través del teléfono que aún Dong Min sujetaba en su mano-, es del archivo de Min, está borrando todo en nuestro sistema.
Entonces el mafioso se quedó frío. ¿Escuchó bien?
- ¡Min! ¿Qué diablos hiciste?
- Sólo soy... una maldita perra traidora –contestó con sorna repitiendo las palabras de su amante-. Es mi renuncia a la Interpol –dijo para luego aventar el aparato lejos, estrellándolo contra la pared cercana.
Un silencio profundo inundó la habitación al tiempo que Moonbin trataba de comprender la situación. Apenas y comprendía lo que escuchó, pero no se lo creía. Dong Min le dio una bella sonrisa mientras sus manos, aún atrapadas entre el agarre de Moonbin sobre la cabeza del chico, trataban de zafarse sin éxito.
- ¿Ahora me permitirás explicarte? -bromeó tratando de que su amante soltase palabra pero no fue así. Prosiguió:- Eso es lo que he estado haciendo todas las noches, creé un virus en tu computadora para luego enviarlo a la Interpol y... poder quedarme con ustedes.
- ... ¿Por qué dejarías a tu amada Interpol?
- Porque amo más al hombre que está sobre mí, y amo más a mi hijo - eh igual que antes el mafioso no dijo nada, sólo le sostuvo una escrutadora mirada tratando de buscar un destello de mentira en las palabras del peli negro-. Por favor créeme.
- Dios mío –murmuró casi al borde del asombro-. Tu en verdad...
- Te amo Moonbin y juro que jamás podría traicionarte.
Una sonrisa afloró en Moonbin al oír esas dos palabras que desde hace tiempo deseó escuchar: "Te amo". Con fiereza tomó los labios del peli negro entre los suyos en un fogoso beso que les cortó la respiración. Dong Min sintió su miembro endurecerse a cada empuje de las caderas de Moonbin contra su entrepierna y gimió gustoso en medio del beso en respuesta a las caricias ajenas. Cuando las manos del mafioso liberaron las muñecas contrarias, estas fueron hasta el cuello de su amante para acercarlo cada vez más de modo que sus bocas no se separaran, mientras que las de Moonbin empezaron a retirar la camisa rosa que llevaba Dong Min.
- Oh Dios –gimió.
La ropa escaceó con rapidez dejando que el rose de sus pieles y el gemido de los amantes fueran la sinfonía dentro de la habitación. El roce de sus cuerpos, los besos que se daban y la pasión que se demostraban. Moonbin se metió entre las piernas de su chico para luego con delicadeza introducirse en ese tibio y estrecho canal que le volvía loco.
- ¡Bin!
Las embestidas eran fuertes, duras y certeras pero no por eso dejaban de ser cuidadosas, Moonbin no deseaba lastimarlo nunca más, no ahora que por fin podía llamarlo suyo.
- ¡Oh Dios! Binnie... ¡Ah!
- Di que me amas –pidió embistiéndolo con fuerza.
- Te amo tanto Moonbin...
💣💣💣
El drama viene dentro de poco 🤭
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