- Por favor, déjame ser yo.

- No Min, ya te lo dije.

- Pero yo puedo atraparlo, y tengo información nueva sobre...

- Eres solo un novato, y no pondré en peligro la misión más importante. Lo que tu hagas cualquier otro en el departamento lo puede hacer mejor, así que por favor deja de molestar.

Con esas palabras el asunto acerca de ser participe de la misión para atrapar al mayor mafioso de Europa y Asia, Moonbin quedaba zanjado. El joven de veintitrés años anhelaba formar parte del equipo y ser miembro activo de la Interpol, pero tal parecía que nadie tenia confianza en el.

Estaba enojado, y triste porque aún cuando todos lo conocían por lo inteligente e intrépido que era, todos creían que arruinaría la misión apenas formase parte de ella. Era jodidamente injusto, pero de una u otra forma iba a ser parte de la misión. Se había pasado días enteros intentando hackear la red de la mafia de Moon, y cuando por fin había entrado, sacó toda la información que necesitaba para la misión, aunque lamentablemente no consiguió los datos del próximo embarque de droga que necesitaba para un operativo de captura. Estaba preparado, según él. Entonces pidió una licencia vacacional de un més para poder ir en a capturarlo.

- Moonbin... -murmuró al ver una foto del mafioso en el expediente que le había creado- vas a ser mío.

Tomó un viaje de Londres a Florencia, lugar donde actualmente se escondía el mafioso como unarata. Alquiló un coche y condujo hasta donde lo guiaba el GPS, a las afueras de la ciudad se encontraba una poco modesta casa de campo. De dos pisos, colorblanco, con altos ventanales y barandas, con una enorme piscina al frente, y vegetación abundante alrededor. Sólo había un ligero inconveniente, primero tenia que atravesar el portón con todas las cámaras de seguridad, y si lo conseguía le esperaba los mastodontes que tenía Moon como guardias. Bueno, eso era todo.

Eran cerca de las cinco de la tarde cuando llegó, pero si quería entrar deberia esperar a la noche cuando sería menos probable que lo vieran. Ocultó el coche en el bosque donde se mantuvo repasando la información que tenía sobre el sujeto a atrapar.

Nombre: Moonbin

Edad: 31 años

Nacionalidad: Ítalo-coreano.

Residencia actual: Florencia, Italia.

Oficina central: Segundo piso, tercera puerta.

Cámaras: primer piso 4, segundo piso 5,...

Y un sin número de otras observaciones acerca del sujeto, sin embargo Dong Min se concentró en la información básica por el momento. Conforme pasaban las horas su ansiedad y nervios aumentaban, pero no daría marcha atrás. A las doce y cuarto aproximadamente, hora a la cual imaginó la guardia podría estar más baja, se decidió a actuar. Saliendo de su coche y encapuchado se dirigió a la residencia del mafioso, pero mientras se acercaba encontró una manera rápida de entrar: un árbol que deba a un balcón del segundo piso. Por un minuto pensó que sería muy fácil de entrar.

- Gracias a Dios.

Subió en completo silencio, o eso intentó hasta que un perro lo vio y comenzó a ladrar. Dong Min lo mandó a callar en varias ocasiones, pero el canino ni caso le hacia. Pronto escuchó a un par de guardias acercarse a donde el perro hacia escándalo. Con prisas subió al balcón, y a hurtadillas se escabulló hasta la puerta de vidrio corrediza que daba a la habitación principal. La luz de la recámara era una simple lámpara en la mesa de noche, pero curiosamente no fue el mafioso durmiente lo que llamó la atención de Dong Min, al contrario, sus ojos se dirigieron rápidamente a la pareja que practicaba escandalosamente el acto sexual en medio de la cama. El mafioso se hallaba en medio de las piernas de una mujer que con vigor enrollaba sus delgadas y torneadas piernas alrededor de la cadera de Moon. Dong Min no pudo evitar ruborizarse al admirar la ancha espalda y fuertes brazos de Moonbin, sus mejillas hicieron erupción cuando el hombre entre gruñidos de placer arremetía contra la joven.

- ¡Ah, Moonbin! -exclamó la joven cuando llegó al climax.

El mafioso puso final al coito y tomó un respiro sentado al borde de la cama.

- That was wonderful. –dijo ella.

- Yeah –le contestó con poco entusiasmo, desde hace tiempo que el sexo no le era tan placentero como hacia años- I think you should go.

Conociendo las manías del mafioso acerca del sexo sin compromisos, la joven de rubia cabellera se vistió, besó a Moonbin en los labios por ultima vez antes de salir de la recámara. Moonbin se puso un bóxer y encendió un cigarrillo. Una divertida sonrisa afloró en sus labios al sopesar la situación, le parecía muy divertido el pequeño intruso en su balcón que había presenciado el acto sexual como tal voyerista. Salió al balcón fingiendo no saber de la existencia del misterioso joven, quien al reparar en las intenciones del alto se escondió tras una maceta cerca de la puerta. Vio al alto caminar semidesnudo, exponiendo todo ese glorioso cuerpo trabajado; al llegar hasta la baranda del balcón, Dong Min decidió que era momento de entrar en la recámara, entonces a gatas se movilizó hasta el interior de la recamara, según él sin ser visto. Pero su plan se fue al suelo cuando escucho la puerta corrediza ser cerrada con pestillo tras de él.

- ¿Tratas de suplantar mi juicio por lujuria enseñándome tu culo?

¨Demonios, estoy muerto¨, pensó Dong Min para luego darse vuelta y encarar a ese increíblemente guapo espécimen, desde abajo tenía una vista privilegiada del cuerpo ajeno.

- Si es así, te diré que no vas por muy mal camino.

Entonces, y en un acto reflejo, los ojos del joven se dirigieron a la entrepierna del mafioso, donde se lucía desvergonzadamente un bulto grande, por el cual Dong Min estaba apunto de perder la cabeza.

¨Follado y asesinado por un mafioso. Lee Dong Min, tu plan de captura va muy bien¨, se dijo con sarcasmo.

💣💣💣

⚠️IMPORTANTE⚠️

Esta historia es una adaptación mis bellezas, no es de mi propiedad, así que lean con todo el cariño del mundo y disfruten de esta nueva adaptación.

Historia original de Alex-Mendoza-Neira, todos los créditos a ella por tan bella historia.