Capitulo 3
Tenía todo el maldito traje manchado por una torpe vagabunda por suerte le di una lección para que no desperdicie su vida pintando tonterías, intentaba quitar la pintura de mi traje mientras maldecía a esa mujer en mi mente, recordé sus ojos que me recordaron a ella, los tenía idénticos casi podrían ser los mismos, me sente en mi escritorio a trabajar.
-Señor hay alguien que quiere hablar con usted pero no tiene cita -dice mi secretaria, yo no estaba tan ocupado así que deje que pase.
-Hola Marco... -dice Erika entrando con un cuaderno viejo.
-vienes a hablar mal de mi esposa o a disculparte, si es por lo primero te recomiendo que te vallas porque no quiero escuchar mentiras -digo sin mirarla.
-Yo nunca digo mentiras... Si quieres pregúntale a mis clientes, sí un tatuaje sale horrible lo digo sin temor a que me cobren el reembolso -dice cerrando la puerta.
-Entiendo que Clara cometió un error o varios pero cosas pequeñas... No... Tantas como tu pero... -digo y ella ríe.
-Cometi errores que todo humano tiene que cometer para aprender.... Ella amaba cometer errores graves, tengo que contarte todo lo que paso durante su vida que tú no conocías -dice y yo me levanto y camino hacia ella muy enojado.
-Esta será la última vez que te mientas -digo tomándola del brazo y le abro la puerta.
-Marco! Eres frio, cruel, malo y calculador y Clara era mil veces peor -dice y yo la empuje hacia afuera y le cerré la puerta -Marco solo intento ayudarte necesitas saber lo perra que era ella -no iba seguir escuchando sus estupideces.
-Seguridad? Si, aquí hay una mujer violenta y poco temperamental... -digo y a los pocos segundos deje de escuchar los golpes en la puerta, colgué el teléfono y me senté de nuevo, vi algo debajo de la puerta una hoja en blanco.
Levante la hoja y leí lo que decía inmediatamente tire la hoja y me fui de mi oficina sin decir una palabra, nunca me había puesto a pensar en la hipocresía de la gente, me fui con un amigo mio el me comprendía y nós conocíamos desde niños, era demasiado agradable incluso con gente pobre me sorprende que no le hayan contagiado nada.
-Hola Michael, hace tiempo que no hablamos, espero que me comprendas eh estado mucho tiempo ocupado con mi trabajo -digo riendo nerviosamente, el se quedo serio.
-perdóname... No pude advertirte de lo que ibas a hacer -el se sentó en el sillón, yo negué sin entender.
-Quería que me comprenderías, en estos momentos yo estoy bastante cansado, pensé que esto era un pesadilla, a veces me pongo a pensar que... Debí a ver sido yo... -digo en un tono serio, el negó con la cabeza.
-No... Eso no fue un accidente... Ya tengo sospechas de quien le cobro la vida -dice y yo me levante bruscamente en realidad jamás me había puesto a pensar en eso, aunque de igual manera fue muy extraño que el que la mato no la haya visto cruzas la calle, la velocidad en la que iba era mucha para una pequeña calle.
-Vamos inmediatamente a la policía para que digas todo lo que sabes... Llevemos tras las rejas al quien asesino a mi esposa -digo y me voy rápidamente hacia la puerta pero el al contrario se sentó.
-¿Qué? No! Escúchame! No se exactamente quien fue pero se que la odiaba por todos los errores que cometió -dice y yo niego con la cabeza.
-Por qué?! Qué! Mi esposa era perfecta, que errores pudo cometer?! -digo encogiéndome de hombros, el ríe.
-ella no es lo que dijo ser, con gusto les contaré a la policía todo lo que hizo para que busque a quien no soporto más y acabo con su vida... Perdóname amigo pero era mejor que no te hubieras casado con ella -dice y yo lo golpeó, varias veces, me había cansado.
-Yo siempre me eh encargado de conocer perfectamente a alguien y yo se que mi prometida no era nada de lo que ustedes decían si lo que dices hubiera sido verdad no me habría comprometido con ella, al que no conocí de verdad es a tí -digo y me voy rápidamente de la casa de mi amigo.
-Intenta escucharme! No vivas engañado porfavor escucha, también conozco a la chica que se llevó una parte de tu esposa -dice caminando en dirección a mi.
-Esa?!... Maldita! Tomo algo que no le pertenece y yo haré que lo devuelva así me cueste millones de dólares entendiste Michael!? -cerre la puerta de un golpe y me fui corriendo para el hospital.
Hable con una enfermera para que me permitiera hablar con el doctor que le hizo eso a mi esposa pero la estúpida enfermera me dijo que no me podía decir esa información, de todas maneras sabia en que piso estaba la oficina del doctor así que me subí al ascensor con discreción, no iba a permitir que un completo desconocido ande con algo de mi esposa, logre abrir un poco la puerta, al parecer había otra persona adentro con el doctor.
-Me alegro de que por fin puedas ver el mundo que te rodea, gracias a la agradable señorita Clara Costa -escuche su nombre y una chispa me lleno el cuerpo, era ira, abrí la puerta de un golpe y la chica se volteo, le vi los ojos, por un momento vi a mi esposa y recorde aquel momento en el que la conocí.
La tome de los hombros bruscamente, la obligue a levantarse de la silla, el doctor esta intentando calmarme, pero un sentimiento de nostalgia, lo hacia por el y yo...
¿La besé?
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