final.
Felix chilla emocionado mirando la ropa que se ha puesto, unos jeans de mezclilla y una camisa rosa pastel. Sus uñas tienen estos corazoncitos rojos y encima esmalte transparente con pequeños destellos de brillo.
Ha horneado unos pequeños muffins de relvet con crema de queso y lo ha decorado con la temática de hoy, lo ha envuelto en una caja con un lazo rojo que le queda perfectamente. Sentía que los nervioso le revolvían las tripas y las manos le sudaban, haría lo mismo de siempre; le daría el postre y ya, había decidido no decir nada acerca del cortejo o confesar su amor, porque Bang Chan no estaba interesado en él y no quería arruinar todo lo que ha avanzado. Él está conforme con solo tener la amistad de este atento Alfa.
A pesar de lo desanimado que estaba por esa parte, estaba demasiado emocionado y daba pequeños brinquitos felices cuando llegó. Dejo un beso en la mejilla de su madre antes de tomar las cosas y bajar del auto. Sonrió cuando vio la decoración del lugar, todo era rojo y estaba decorado con corazones y combinaba a la perfección con su ropa. Camino para entrar al aula y poder ver al Alfa, pero Ji-Ho y HyeIn lo tomaron del brazo y lo llevaron a la dirección opuesta.
Dejo escapar un suspiro tomando con cuidado la caja para que no se cayera en el proceso. Ya no tendría sus pequeños minutos para hablar con el Alfa antes de que sus clases empezarán, pero se olvidó de ello por unos momentos cuando recibió abrazos y bromas.
Cuando estuvieron caminando para ingresar al aula se detuvieron de repente cuando una escena de un Alfa pidiendo una cita a una Omega sucedió frente a sus ojos. Y es que esto es lo que le gustaba el día, mucho amor en el aire. Felix quería algo como eso, una cosa especial. No importaba que fuese sencillo o algo demasiado grande, el solo quería un poco de amor y romanticismo en su vida.
Mientras veía la escena buscaba los postres que horneo especialmente para sus amigos. Ji-Ho lo abrazo feliz, él era el más contento de probar sus nuevas recetas por lo que obtener otro postre lo ponía de buen humor.
Se llevo la mano al pecho cuando llegaron al aula y vio al Alfa sentado como normalmente. Sentía los nervios entrar a su sistema en cada segundo que pasaba y es que no entendía porque se sentía de ese modo, haría lo mismo como lo ha estado haciendo en esta semana, pero se sentía como el último. Ya no tendría una excusa para darle postres al Alfa y no es como si toda una vida vaya a hornear, es un poco cansado como para hacerlo todos los días por lo que tampoco tendrá una excusa para hablar con aquel bello Alfa. Eso lo ponía un poco triste, pero tenía la esperanza de seguir por lo menos siendo amigo de Bang Chan.
El Alfa pareció captar su aroma porque alzó de repente la mirada antes de plasmar una dulce sonrisa cálida que ponía como loco a su Omega. Ji-Ho le dio un pequeño empujón para darle valentía y no quedarse parado. Camino con pasos dudosos hasta quedar en frente de él. Saco tanto aire que Bang Chan rio con diversión y Felix quería darse la vuelta e irse.
Ni siquiera había dicho una sola palabra y ya estaba avergonzándose. El Alfa alzó una ceja esperando que dijera algo por lo que Felix extendió la caja en dónde estaban lo muffins. Se notaba que sus manos temblaban y sus manos se rozaron cuando Bang Chan la tomo.
Iba a decir algo pero el sonido de los pasos y las voces de las demás personas entrando, le hizo darse cuenta de que no tendría unos momentos para hablar con el Alfa por lo que con algo de valentía en el cuerpo se inclino enredando sus manos en el cuello del Alfa, colocando ahí su rostro e inhaló suavemente y de forma desesperada el aroma del Alfa. No se dio cuenta de cuánto necesitaba el contacto con el Alfa hasta que ronroneo con fuerza y Bang Chan soltó una risa pero lo envolvió cerca. Las mejillas eran una cosa que lo delataban al alzar un poco la cabeza hacia el frente y encontrarse con la mirada de otra Omega mirándolos con amor.
— Feliz día de San Valentín, Bang Chan — Cerro los ojos abrazándolo con fuerza y disfrutar el contacto — Espero que te gusten los muffins y eres un increíble Alfa.
Con aquella declaración tan a medias se alejo bajando la mirada al sentir su rostro caliente.
— Felix...
El Alfa fue cortado por la voz del profesor y lo miro avergonzado con una mueca. Felix quería saber que iba a decir pero tuvo que sonreírle antes de caminar hasta su lugar. Se dejó caer en la silla al lado de Ji-Ho. Sentía un choque de sentimientos, se sentía feliz al tomar el atrevimiento de haberlo abrazado y haberle horneado postres, fue un avance, pero se sentía triste al no haber conseguido una cita o una salida como amigos.
— Odio al profesor — Dejo salir por lo bajo.
— Felix, todavía hay más tiempo para que hables con Bang Chan. Anímate.
— No lo sé, Ji — Se encoge en su lugar llevando su mirada al Alfa de aroma a cítricos. Lo ve reír con JaeMin, bromeando como siempre y eso lo hace sonreír poco.
Suspira con tristeza antes de alejar su mirada de aquel Alfa.
Mueve las piernas metido en sus pensamientos. Esta vez no fue un buen día de San Valentín, estaba triste por no haber sido lo suficientemente valiente para pedirle una cita aquel Alfa o solo haber expresado sus sentimientos. Había tanto amor en el aire, varios Alfa pidiendo citas a las Omegas que le gustan y Felix simplemente tenía varias cartas a la mano con tantas bonita palabras de amor, diciéndole lo bonito y buena persona que es, pero nada de esas palabras venían del Alfa que él quería.
Jugó con las cartas ya abiertas, aunque no fueran de un Alfa de ojos azules, le ocasionaba timidez y sus mejillas se encendían. A veces se preguntaba quienes eran esos Alfas que le mandaban cartas anónimas. Estaba sentado en una banca moviendo los pies mientras leía distraídamente las cartas y estaba solo, quería unos momentos para pensar y estar consigo mismo. Alzo la cabeza cuando sintió a alguien sentarse a su lado y el aroma a cítricos lo azotó como un aire fresco. Felix se inclino un poco llenándose de ese aroma que lo hacía sentirse seguro.
Le sonrió feliz de por lo menos saber que aún serían amigos, que haberle horneado postres había servido de algo. El Alfa le golpeó juguetonamente el brazo.
— Hola, Alfa — Saludo — ¿Te gustaron lo muffins?
— Demasiado. Eres talentoso — Halago el Alfa. Felix rio viendo que si se las comió por que estaba manchado de la crema.
Se inclino quitándole la crema del rostro mientras reía, le ocasiona nerviosismo y timidez al estar tan cerca del Alfa, quien no dijo nada tan solo sonrió mirándolo a los ojos mientras se encargaba de limpiar la comisura de sus labios. Estando tan cerca podía apreciar los bonito iris del azabache, los rasgos bien definidos a tenía. Si Bang Chan era atractivo siendo aún joven, no quiere imaginar cómo estará en un par de años más, posiblemente Felix caiga más enamorado.
— Tenías un poco de crema — Balbuceó alejándose un poco — Me alegro que te hayan gustado, son de mis favoritos. ¿Estás teniendo un buen día?
Quería saber más de su día, saber si había algún Omega que lo haya invitado a salir.
— Bien, si — Bang Chan bajo la mirada — Debería preguntarte eso a ti, es tu día favorito, ¿Estás feliz?
— Sí, mucho — Mintió un poco — Recibí un par de cartas, ¿Tu recibiste algunos?
El Alfa rio alzando las cartas de su mano. Si Felix podía ver bien, eran unas ocho cartas, él apenas tenía cuatro y el Alfa tenía el doble. Se sentía un poquito celoso pero se daba cuenta de que no solo él notaba lo precioso que era el Alfa.
— ¿Tú has invitado algún Omega a salir hoy?
Mordió su labio esperando una respuesta y es que le gustaba lastimarse a si mismo. Sin embargo, aguanto una sonrisa cuando el Alfa negó varias veces. Después de todo el Alfa seguía sin interesarse por algún Omega.
— No — Dijo nervioso y es cuando Felix se dio cuenta de lo que tenía en las manos — Te hice esto. Te he dicho que soy malo para la cocina y tuve que hacerlo cinco veces para que saliera decente y más con la decoración, pero creo que no está mal. Tú me horneaste muchos postres y te lo agradezco, fui demás feliz con esto. Así que quise devolverte eso. ¡Oh! Y también te traje té.
Felix chillo de felicidad cuando el Alfa le extendió una galleta grande en forma de corazón decorado con rojo y una F en el centro, no pudo evitar lanzarse en los brazos del Alfa. Este rápidamente dejo el té a un lado antes de capturarlo. Se sentía especial, que Bang Chan haya hecho eso por él lo hace sentirse de esa manera.
Bang Chan rio abrazándolo con fuerza también. Se alejo luego de un rato mirando la galleta como si fuera una adoración, lo es porque Bang hizo su esfuerzo para hacer algo por él. Se inclino besando las mejillas del Alfa antes de sentarse de nuevo en su lugar.
— Gracias, Bang Chan. Me encanta
— Hice mi mayor esfuerzo — Ríe nervioso.
— Estoy seguro que me gustara — Felix alza la mirada hasta encontrarse con los ojos del Alfa.
Se le encoge el corazón de amor al pensar en el Alfa tratando de hornear una simple galleta. Que hiciera algo por él, aún cuando no sabía cómo usar un horno o los materiales. Eso le hace sentir que Bang Chan le tiene aunque sea un poco de cariño.
El Alfa lo mira divertido — ¿Ya te han invitado a salir?
Se queda callado ante la pregunta que ha hecho el Alfa. Casi se le caen las cosas de la mano, pero logra rescatarlo. Ha sido invitado por dos Alfas antes de venirse a sentar aquí, fue difícil declinar aquellas ofertas porque tiene un corazón frágil y sabe lo triste que es ser rechazado por esa persona que te gusta. Él estaría mal si hubiera sido valiente y Bang Chan lo haya rechazado.
Mueve más sus piernas tomando un sorbo de té helado antes de suspirar y mirar al Alfa.
— Sí, pero las rechace todas — Suelta.
— ¿Por qué?
— Porque en realidad hay un Alfa que en verdad me...
Lloriquea. Estaba a punto de soltar lo que tanto había querido decir en esta semana pero So-Eun se planto frente a ellos con una mirada malvada y los brazos cruzados. Felix quiere gritarle porque había tomado la fuerza de algún lado de su ser para soltar sus sentimientos cuando aquella Omega los interrumpió. Suelta un pequeño gruñido que solo el alcanza a escuchar. Bang Chan le sonríe a la Omega.
— ¿Sucede algo, So-Eun?
Ella lo mira a él por unos segundos y Felix simplemente pasa saliva porque los ojos de aquella Omega expresan maldad, todo su rostro lo hace. No sabe que dirá, pero sabe que nada bueno saldrá de su boca por lo que se encoge más en su lugar esperando lo que va a decir. Ella lo punta mirando a Bang Chan.
— Te ha estado engañando, ¿Lo sabes?
Bang frunce su ceño levantándose de dónde está. Enfrenta a la Omega y Felix baja la mirada hasta sus manos.
— Crees que todo esos postres te los dio porque quiso ser amable y amistoso — Ella suelta enfadada — Todo lo hizo por una razón, te estaba cortejando sin siquiera decírtelo.
Se le sube toda la sangre al rostro y su corazón late con fuerza en sus oídos. No puede pensar en nada más que solo en aquella Omega ha soltado eso, sin darle el tiempo a él de decírselo a Bang Chan. Le ha roto el momento. La valentía se le ha escapado de sus manos como el agua y es que se siente tan pequeño estando expuesto, con el miedo de lo que piense y dirá el Alfa ahora.
Bang Chan frunce el ceño girándose a él, incrédulo y confundido de lo que ha dicho la Omega. En otra circunstancias, Felix reiría divertido por lo despistado y ajeno que era el Alfa, era algo obvio la razón por la que lo había hecho, pero ahora quiere ser invisible porque está no era la manera en que quería decirlo. Generalmente se pide permiso para el cortejo y Felix lo ha hecho todo diferente.
— Sabía que había algo raro con ese Omega.
— So-Eun, déjanos solos — Pide Bang Chan. Ella está a punto de replicar pero el azabache alza un dedo — No fue nada amable la manera en que lo dijiste. Déjanos solos, es mi problema, ¿Okey?
— Como quieras.
La Omega se fue enfadada y Felix ya estaba buscando una manera de excusarse y el Alfa no lo termine odiando, pero no tiene ninguna excusa, lo que ha dicho es cierto y no tiene ganas de mentirle, no cuando Bang se ha portado de lo más amable.
Traga saliva dejando las cosas aún lado cuando Bang Chan se para frente a él con una mirada interrogante y Felix no sabe qué hacer en estos momentos. Había estado a punto de decirlo de una buena manera, sin asustarlo, pero ha venido esa Omega a arruinar sus planes.
— ¿Eso es cierto, Felix?
— Sí — Se levanta para estar casi al mismo nivel y porque se siente tan pequeño estando sentado ahí — Iba a decírtelo, lo juro. Yo solo no sabía cómo hacerlo.
Bang Chan relaja el rostro tarareando una respuesta, que en realidad no es una, solo está dando a entender que no sabe que responder. Felix lo entiende, no es nada que normalmente haría un Omega, pero no quería esperar a que el Alfa hiciera algo, porque le gusta que sea diferente y el luchar por el amor del Alfa que le gusta.
— ¿Por eso no aceptaste ninguna de esas citas?
Debería ser un crimen que Bang Chan lo haga sentirse tímido y sonrojado cada vez que suelta algo de esos finos labios o tan solo con mirarlo profundamente. Él es un Omega demasiado avergonzado y enamorado que con tan solo una pequeña acción lo pone con el corazón agitado y miles de mariposas volando. Trata de asentir aún cuando está tan nervioso que sentía el mundo girar.
— Sí, yo uhm — Ríe por los balbuceos que salen de él — Yo solo quería una cita contigo, que te fijaras en mí. Pensé que estaba siendo demasiado obvio con mis sentimientos y acciones.
El Alfa chasquea los labios — Si, bueno. Parece que no se cómo diferenciar la amabilidad y el coqueteo.
— ¡No estaba coqueteando! — Se oculta el rostro en las palmas de sus manos.
El Alfa lo toma de las manos bajándolas. Parece que disfruta de hacerlo sentir de esa manera. Su sonrisa divertida es algo por lo que Felix se cae.
— Solo estabas intentando cortejarme, ¿Eh?
— ¡Bang Chan, basta! — Lloriquea tímido y demasiado avergonzado — Yo solo quería tener una cita contigo y hornearte postres porque es algo que me gusta.
Alza la cabeza cuando el Alfa le sostiene los ricitos que han estado rebeldes y no se mantienen en su lugar. Le gustaría inclinarse y conectar sus frentes o sus labios o algo que lo mantenga cerca del Alfa y poder disfrutar del aroma que posee. Él solo quiere tener aunque sea la amistad de Alfa. El ojiazul le sostiene unos momentos lo rizos antes de alejar su mano y volver a sentarse en su lugar.
Deja escapar el aire contenido y con algo de tristeza se sienta a su lado mirando la galleta que le ha hecho.
— En realidad venía a pedirte una cita.
Lleva su mirada hasta el Alfa, sintiendo una sonrisa extenderse por su rostro y una sensación en su pecho. Tiene que contenerse de volver a lanzarse en sus brazos y conectar también sus labios o simplemente dar brinquitos en todo el lugar porque el Alfa lo está haciendo demasiado feliz, no ha rechazado su cortejo o se ha molestado por eso y ahora solo lo ha invitado a una cita. Está demasiado contento ahora mismo.
El Alfa le toma de la mano. Puede notar que está un poco nervioso.
— ¿Entonces me imagino que es un si?
— Sí, Alfa — Acepta antes de abrazarlo del cuello con algo de dificultad ya que está sentado.
El Alfa lo tira hacia él besando una vez su mejilla antes de envolverlo cerca. Deja descansar su cabeza en el cuello del Alfa siendo un Omega feliz estando en contacto con el Alfa que le gusta. Bang Chan le permite estar abrazado a él un buen rato, tan solo se quedan de esa forma mientras Bang le cuenta lo mucho que le gustó sus postres y lo bonito que se sintió tenerlo cerca está semana.
Felix tan solo sonríe dejando un par de besos en su mandíbula como un Omega feliz.
— ¿Listo? — Felix brinca del susto cuando el Alfa le habla en el cuello. Se da la vuelta sonrojándose al encontrar al bello Alfa de iris azules eléctricos.
Asiente torpemente sosteniendo la galleta que le ha hecho Bang Chan, no la ha comido porque siente que debe guárdalo, se sentiría mal darle un pequeño bocado. Quiere guardarlo siempre para acordarse de este día, pero sabe que debe comerlo porque para eso estaba destinado y se echaría a perder un día de estos. Da unos pasos hacia atrás para empezar a caminar hacia la salida con el Alfa a su lado.
Mira de reojo la mano del Alfa que está desocupada y que se mantiene al lado, Felix quiere desesperadamente tomarla, pero desvía la mirada hacia otro punto para tratar de reprimir sus emociones y sentimientos.
— Ven aquí — El Alfa pide entrelazando sus manos acercándolo más mientras caminan. Felix sonríe en grande balanceando sus manos mientras caminan en un día soleado y sus aromas entrelazándose también.
El color de sus uñas hace un contraste con la piel perfecta y nívea del Alfa, que la próxima vez intentará con otro color solo para ver qué tan bien combina con la piel suave de Bang Chan.
Se mantiene sonriendo mientras sigue al azabache, donde sea que lo lleva. Terminan sentándose en el césped de un parque debajo de la sombra compartiendo los muffins que Felix hizo, porque Bang Chan guardo algunos para compartir con él. El Alfa le termino comprando otros utensilios para la cocina que Kim amo con todo su corazón porque no los tenía y algunos eran algo caros para logra comprárselo para si mismo.
— No me digas que te dio miedo comértelo porque te dije que soy malo en la cocina — Dice Bang Chan.
Niega tomando la galleta para llevársela al pecho.
— No quiero comerlo por eso. Es demasiado linda para comerla.
— Tú eres demasiado lindo — El Alfa se inclino tomándolo por sorpresa. Felix se sintió un poco valiente por lo que también lo hizo hasta conectar sus frentes — Un Omega valiente por cortejar a un Alfa.
— Haría lo que fuera para cortejar a mi Alfa.
Bang Chan lo miro a los ojos cuando dijo aquellas palabras que había aguantado todo este tiempo. Se alejo solo para acercarse más y Felix se llevó las manos al pecho con la galleta a sus manos y miraba los labios del Alfa hasta que esté rompió aquel espacio y le dio algo de lo que había soñado en tanto tiempo conociendo al Alfa.
No tardó en seguir el beso porque es algo que había anhelado por mucho tiempo y no estaba dispuesto a desaprovechar la oportunidad. Se inclino más cerca persiguiendo los labios del Alfa. Sabían a chocolate y Felix sonríe sin evitarlo del todo.
Movió sus labios lentamente amando la manera del ritmo que el Alfa llevaba y la manera delicada en que le tomaba del rostro para acercarlo a él. Su Omega brincaba gustoso ante las pequeñas acciones del Alfa. Felix soltó un puchero cuando se alejo para tomar aire, no quería que se alejara, lo quería tener cerca y quería que lo besaran nuevamente.
El Alfa rio divertido mientras negaba, pero se inclino y dejo un beso más sacándole una sonrisa que no se le borro todo el día.
Sonrió emocionado y es que no importa cuántos días de San Valentín ha tenido en todos estos años, aún sigue amando el día y lo hace sentir emocionado. Como todos los años, trataba de combinar su ropa, este año tenía una camisa de corazones rojos y unos pantalones blancos y unas converse. Le sonrió a sus amigos mientras ingresaban al aula, viendo que aún no había entrado nadie. Ji-Ho y él se fueron a sentar a su respectivos lugares y Felix abrió los ojos deteniéndose cuando se encontró unas flores y una caja de galletas.
Se sentó inmediatamente abriendo la caja de galletas y riendo por la decoración algo chueca y desprolija, pero aún así su corazón se ensanchó de amor y sus ojos se llenaron de lágrimas y más con la pequeña nota que estaba en la caja. Alzo la mirada justo en el momento en el que Bang Chan ingreso al lugar. Salto de la silla y camino hacia él para abrazarlo y besar sus labios varias veces haciendo reír al Alfa.
— Supongo que te gustó la sorpresa o estás llorando por lo fea que están — Bromeo.
Felix negó varias veces aguantándose las lágrimas y el nudo en su garganta.
— Son perfectas, Alfa.
— Hice mi mayor esfuerzo — Bang se inclino conectando sus labios mientras Felix aún estaba en sus brazos.
— Lo sé, lo sé — Dijo feliz — Yo tengo algo especial planeado para nosotros y no puedo esperar a pasar todo el día de San Valentín con mi Alfa.
Se besaron con tantísimo cariño y amor en su sistema. Felix era un Omega feliz en los brazos de su Alfa en un San Valentín, tenía tantos sentimientos en el cuerpo que sentía que iba a desbordarse de alguna parte. Solo estaba muy orgulloso de haber sido valiente al haberle horneado postres el año pasado, él quería una oportunidad con Bang Chan y ahora era su Alfa de toda una vida. De eso se iba a encargar Felix.
Y de que tuvieran miles de San Valentine juntos.
FIN.
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