chapter six. evolution
𝐋𝐎𝐕𝐄 𝐆𝐑𝐎𝐖𝐒
꒰ ۫₊˚ɞ chapter six .˚ׅ🏹 ຊ ҂
❝ evolution ❞
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—De acuerdo, pero si fríes a tiempo la carne tendrá un mejor sabor y no a... cartón— señalé riendo.
—No puede ser tan malo, déjame ver— Alden tomó la cuchara probando el estofado de carne que había hecho.
Solté una carcajada cuando formó una mueca, apunto de devolverlo.
—De acuerdo, tú eres la experta cocinando, será mejor si tú haces la cena de esta noche.
—¿Cena?— fruncí mi ceño —Aún no he dicho que sí a la cita.
Me miró indignado —Creí que ya habíamos quedado esta noche.
—No dijiste las palabras mágicas— sonreí haciéndome para atrás cuando se acercó de más.
—Bien, las diré...— aclaró su garganta dramáticamente —Señorita Smith, ¿le gustaría ir a cenar conmigo está noche?
—¿Una cita en un apocalipsis? Ni en broma— borró su sonrisa —Lo pensaré, tengo que ayudar a Enid con sus hierbas.
—¿Trafica drogas?
Reí —Cosecha, pero no de esas hierbas, sino comida.
—Oigan, tórtolos, me vendría algo de ayuda en la enfermería— Enid azotó la puerta.
—Sí, es cierto, lo olvide, tengo que ayudar a Enid en la enfermería— sonreí cuando Alden formó puchero.
—También tengo cosas que hacer.
—Si se besan me vomito— Enid se cruzó de brazos.
—Enid— le regañe en voz baja, avanzando hacia ella.
—¿Entonces nos vemos esta noche?— inquirió Alden una vez más.
—Tal vez— encogí mis hombros haciéndolo sonreír y cerrando la puerta detrás de mí.
—Han pasado seis años y aún no le dices que sí al pobre— mencionó Enid, abrazándome por los hombros.
—Lo sé, tengo miedo de que cambie una vez que le de el sí— suspiré.
—Que tontería— le mire confundida —Ya llene el Océano Pacífico con toda la baba que suelta cuando te ve.
Entramos a la enfermería luego de un rato, mientras ambas atendíamos a Rosita, quien había llegado inconsciente desde ayer.
Habíamos escuchado algo sobre intrusos viniendo hasta Hilltop y con todas las medidas de prevención, decidí correr en busca de mi arco viejo y un par de flechas para ayudar.
—¿Cuántos son?— pregunto Tara corriendo frente a nosotros.
—Seis— le contestó Dianna, desde ma torre de vigilancia —No, esperen.
Se giró a nosotros y le miré confundida.
—¿Pero qué, seis o uno?— cuestione aún más confundida.
—Es Michonne— mi expresión se aligeró al escuchar aquello.
Ella junto con Michonne conversaron hasta que las puertas fueron abiertas, mostrando no solo a Michonne, sino a Siddiq y otro grupo más, el cual no tenía ni idea de quiénes eran.
Sonreí a Siddiq cuando nos miró a Alden y a mi.
—¿Dónde está Jesús?— inquirió Michonne a Tara.
—Salió con un grupo a buscar a Eugene.
—¿Eugene desapareció? ¿Desde cuándo?
—No sé, pensé que tú lo sabrías, salió con Rosita, pero no estaba con ella cuando la encontramos.
Siddiq dio un paso hacia adelante y me observó en busca de respuestas.
—¿Cómo está?— me pregunto.
—Llegó inconsciente pero se recuperará, Enid la está cuidando, según ella se deshidrató y le dio un golpe de calor pero despertará pronto— le dije.
—Si todavía no despiertan ¿Cómo saben que Eugene estaba con ella?
—Aarón nos lo dijo— habló Tara.
—¿Aarón está aquí?
Creo que acaban de delatar a alguien.
—No, se fue con Jesús y Daryl, Daryl volvió de la montaña con Carol y Henry, parece que se reunió la pandilla— sonreí ante el comentario de Tara.
—¿Hacia dónde se fueron?
—Olvídalo, no los alcanzarán antes de que anochezca— contesto Alden y asentí de acuerdo.
—Conociéndolo ya deben estar volviendo— miré a los guardias que llevaban las armas de los nuevos —Les daremos sus armas mañana cuando se vayan, en cuanto a los demás, tendrán que esperar a que regrese Jesús si desean quedarse permanente tendré que hablar con él y deberán mostrar que lo valen.
La de cabello de rizos y esponjado dio un paso al frente, hablando en lenguaje de señas.
—Dice que gracias— dijo otra de ellas —Nosotros también.
—Bien— terminó de hablar Tara, para después irse.
Enid tenía razón, tal vez era tiempo de decir adiós.
—Hola, Henry— le saludé al rubio, quien al verme formó una sonrisa.
—Hola— le di un leve abrazo ya que estaba lleno del humo que salía en la herrería.
—¿Qué tal tu primer día?— inquirí devolviéndome a mi lugar.
—Bien, sí, Alden me esta enseñando a hacer una punta de lanza.
—Aprende rápido— agregó Alden observándome con una sonrisa que se me contagió.
—Por supuesto, se junta conmigo— bromeé sacándoles una risilla —Tal vez lo intercambiemos por ti, Alden.
—¿Tú cómo estás?
—Bien, también aprendo— señalé el mandil de cocina —Ayudaré a hacer la comida hoy, así que probablemente me veas sirviendo un par de platos en la tarde.
—Que bien, ¿Puedo esperarte? Aún no conozco a muchos aquí y... no quiero sentirme excluido— susurro lo último solo para que yo pudiera escuchar a lo que asentí rápidamente.
—Claro, no tienes que pedirlo— aseguré sonriéndole, miré a Alden y él a mi —¿Tienes un segundo?
Asintió de inmediato —Sí, claro, vuelvo enseguida— escuche avisarle a Henry.
—¿Qué pasa?— me pregunto con preocupación cuando me detuve lejos.
—Estaba pensando en lo de está noche, en la cena y sería un honor— fingí una reverencia —Cenar contigo está noche.
Sonrió aún más que antes —¿Qué te hizo cambiar de idea?
Encogí mis hombros —Creo que ya es tiempo.
—Te veré esta noche entonces.
Asentí levemente retrocediendo para volver a la cocina, con una gran sonrisa ante la idea de tener una linda y maravillosa cena con Alden.
Me deje caer en la larga silla de madera, completamente abandonada, donde solo Henry comía.
—Lo siento, lo siento me distraje— dije rápidamente con un plato de comida.
—No te preocupes— dijo con simpleza, haciéndome sentir peor.
—Soy la peor persona que existe, lo siento, Henry.
—¿Qué estabas haciendo?— inquirió sin dejar de comer.
Pase una mano por mi rostro, llevándola hasta mi cabello rubio y alborotado —Preparando todo para una cita.
Asintió —¿Con Alden, verdad?
Entrecerré mis ojos —¿Eso que percibo son... celos de hermano menor?
Henry y yo habíamos desarrollado una linda amistad desde que lo salve hace unos años. Nos enviabamos cartas cada mes, regalos en navidad y para lo que creíamos era nuestros cumpleaños.
—No— negó rápidamente —No bueno, sí, lo son.
—¡Ayy! eres muy tierno— pellizque su mejilla, haciéndolo reír —Pero no debes preocuparte, la que debería preocuparse soy yo por ti.
—No estoy interesado en tener novia ahora, estoy bien soltero.
Sonreí orgullosa, alzando mis cejas —Eso decía yo a tu edad, me llenas de orgullo.
—Lo digo en serio, solo quiero ayudar al Reino.
—Sí, sí, veremos si dices lo mismo cuando conozcas a alguien que te haga enloquecer y solo quieras... estar con él y besarlo hasta el cansancio.
—¡Ugh!— formó una mueca —¡que asco!
Entrecerré mis ojos —Te vas a acordar de mi, ya lo verás.
Rió por lo bajo, volviendo a comer —¿Irás a la feria?
Asentí —Por supuesto, no me la perdería por nada, además tengo que dar mi propia exposición para intercambiar clases de puntería por provisiones de reserva.
—Suena bien, quisiera ser el primer cliente.
—¿Estás seguro? Carol dijo que la primera vez que intentaste usar un arco y flecha casi le clavas la flecha a Ezekiel en la cabeza.
—¡Apuntaba al Dianas!— aclaró.
—Te ayudaré si no me das a mi— sonreí levemente.
—No prometo nada— le escuché musitar y le di una mirada de paranoia que lo hizo reírse.
Una vez terminando de comer, ambos nos levantamos de la mesa para vaciar lo poco que quedaba en las cazuelas frente a nosotros.
—¡Oye, huckleberry!— ambos subimos la mirada a los adolescentes que le llamaban a Henry —Ven a animarte un poco, nos estás deprimiendo a todos.
Miré a Henry quien me miraba a mi buscando una aprobación a lo que asentí.
—Vamos, no debes sentirte excluido— le digo —Además, necesitas un descanso de tu trabajo por ahora.
—¿Segura de que esta bien?
—Sí, pero no hagas que me arrepienta.
Sonriente fue hacia ellos, muy feliz de conseguir nuevos amigos en la comunidad.
Pronto descubro que todo ha sido una mala idea, pues cuando estoy terminando de cenar junto a Alden, en una linda velada.
—Vomitó en un cerdo y en mis botas— contó Tara conmigo siguiéndola.
—Lo lamentó— Henry me miró de reojo y al notar que venía tan "elegante" bajo la mirada con vergüenza.
—Bien, tengo demasiados problemas y amaba esas botas, volveré a la cama— Tara se cruzó de brazos.
Le agradecí en voz baja a Tara y ella asintió, saliendo de el sótano y dejándome a solas con Henry.
—Lo siento, perdón por arruinar tu cita— cubrió su rostro y aseguraba que estaba llorando.
Tomé aire para no reventar aquí y darle el sermón de su vida, pude controlarme así que relamí mis labios avanzando un poco más.
—No te disculpes— me miró confundido —Sí, la cita con Alden estaba siendo de lo mejor pero... Henry tu eres como mi hermanito y no te mentiré al decirte que no estoy decepcionada, pero un error lo comete cualquiera.
—Supongo que ya oliste el whisky— asentí ante su suposición.
—Y deberás pagar tus errores como un adolescente responsable.
—Así lo haré, hermana— musitó lo último.
—Tara dijo que los guardias te encontraron fuera de los muros gritando para que te abrieran, ¿Quieres contarme cómo acabaste ahí afuera?— le miré, prestándole atención.
—No puedo.
—¿Y quién te dio el alcohol?— titubeó un poco pero no contestó —Entiendo, Carol me dijo que te cuidará, pero si sigues con ese tipo de comportamientos puedes regresar al Reino.
—Por favor, no— pidió levantándose.
—Dios, me escuché como mi mamá— sonreí negando con la cabeza —Lo siento, Henry.
—Ya sé, sé que cometí un error pero ayúdame, la gente del Reino cuentan conmigo, mis padres cuentan conmigo y si regreso sin nada, si el señor Earl ya no me quiere enseñar los voy a decepcionar mucho— lloriqueo.
—¿Y qué pretendes que haga por ti?
—Convéncelo de que me de otra oportunidad, por favor, te escuchará.
—No hasta que me digas qué diablos te sucedió, porque comienzo a creer que entraste a esa etapa de la adolescencia donde estás rebelde— admití.
Titubeó un poco —Hoy vi a mi mamá llorar y es una mujer fuerte, antes de eso, yo estaba demasiado entusiasmado como para pensar y entender que esto... es importante, y, no lo sé, quería dejar de pensar en eso por un rato.
Se tomó de las rejas, asomando su rostro hacia la luz para que pudiera verlo mejor. El olor a whisky inundó mis fosas nasales, haciéndome retroceder.
—No hagas ojos de tlacuache aplastado— cubrí mi rostro y suspiré levantando nuevamente la mirada —Bien, lo haré pero...— dije antes de que empezará a agradecerme —Cumplirás tu castigo aquí y te tendré bien vigilado hasta que vuelvas al Reino.
Asintió —Lo haré, lo prometo.
—Nada de salidas por la noche y te concentrarás a lo que viniste, Henry— lo señalé, dándole entender que hablaba enserio —Y le diré a Alden que te tenga bien vigilado por mi.
Asintió nuevamente —Gracias, Ro, te quiero.
—También yo— sonreí antes de irme.
—¡Perdón por lo de tu cita!— le escuche gritar.
—¡Me las pagarás!
━━━━ AUTHOR'S NOTE:
Antes que nada, en el próximo capítulo habrá flashbacks de los seis años que pasaron, no se preocupen.
¿Les gustaría que agregara en los flashback la cita entre Alden y Ro? Háganmelo saber :)
Espero lo disfruten, chau <3
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