Capítulo 7

El efecto amor te atonta, te sana y te rompe.

[librería]

-¿hmm? Esas palabras juntas suenan muy contradictorio ¿te sana y te rompe?- Ray se encontraba leyendo una página del libro recomendado por Norman anteriormente, más bien, estaba buscando criticarlo.

¿Cómo se hizo tan popular esta clase de libro? ¿Qué clase de persona escribiría esto? ¿Esto verdaderamente pasa? Si es así ¿cómo logro el/la autor(a) registrarlo? Miles de preguntas pasaban por su cabeza.

Aún así, no podía dejarlo pasar por alto, si era tan popular era porque tenía algo que los atraía, si sólo era basura en tapa dura, entonces definitivamente perderá la poca fe que le tiene a la humanidad.

-"efecto amor"... Ya veremos eso- agarro el libro y procedió a pagarlo, ojala no sea una perdida de tiempo y dinero.

[...]

Paralelamente a esto, Anna estaba en su habitación hablando por el celular.

-¿eh, enserio?- se quedó estática y luego sonrió- me alegro por ti Emma, que bueno que las cosas con Norman mejoraron.

-"si, ahora solo esperamos que esto funcione"- fue lo que se escuchó.

-estoy segura que si, no te preocupes.

Después de un largo rato en llamada, Anna se dirigió a la cafetería de antes puesto a que estaba sola y con un poco de hambre.

-¿oh? Al parecer será cliente recurrente- aparecio la camarera de antes a llevarla hacia su mesa y tomar su orden.

-si, es que lo que sirven aquí es realmente delicioso y queda cerca de mí casa- sonrió avergonzada.

-entiendo- soltó una leve risa que trato de ocultar- ¿su orden?

-pues...

Luego de un rato le trajeron lo que pidió, se quedó absorta en sus pensamientos mientras comía que no se dio cuenta cuando la camarera se volvió a acercar.

-tome- puso un plato con una rebanada de pastel de chocolate y una fresa encima.

-disculpa, yo no pedí esto- fijo su vista en los ojos contrarios.

-lo sé, pero...- dudo un poco en decirlo- si no le molesta, quisiera hablar con usted.

-ah, claro.

Cuando la peliverde ya tuvo su tiempo de descanso se dirigió a la mesa de Anna, donde hablarían tranquilamente.

-¿de que querias hablarme?- inició la rubia.

-la otra vez que vino con una amiga aquí, hablaron de un tema y perdonen que las haya escuchado, pero era inevitable para mi- giro su vista hacia otro lado preocupada.

-¿era inevitable?- repitió ya casi entendiendo lo que sucede e invitándola a proseguir.

-si, yo...

[...]

Ray estaba caminando tranquilamente esperando su llegada a casa, no es que le fastidie la calle, le fastidiaban las personas.

Pero que se le va a hacer.

Todo iba tan bien, muy bien para ser uno de los día a día de Ray, de repente sintió un escalofrío.

-que raro...- aquel escalofrío hizo que volteara levemente su cabeza hacia su espalda, pero en el transcurso de esta acción vislumbró el dorado, más específico una cabellera rubia, con trenzas.

-no puede ser tanta casualidad- se dirigió un poco más cerca de donde veía aquello y efectivamente era Anna-... Ah...- nunca subestimes al destino.

Pero eso no era todo, al frente de ella había un chico hablando tranquilamente en su misma mesa ¿o tal vez solo vio mal? Desde donde estaba parecía ser un camarero de ese lugar y realmente no quería acercarse más, lo más probable es que lo vean y lo tachen de acosador.

Pero mentiría si dijera que no le importa, Anna era como una hermana menor o al menos eso era lo que podía admitir en público y en sus pensamientos.

-...- se quedó viendo un poco más, desde donde estaba se podía ver como los dos se reían, al final decidió seguir su camino no podía hacer mucho de igual manera.

Con una leve sonrisa volvió a su hogar, tratando de olvidarse de ese momento.
No podía reclamar nada ni hacer nada, solo ver, Anna no era nada más que una buena amiga... O eso quería creer.

[...]

-Ray- llamó- ¿uh, Ray?- siguió buscando al susodicho por toda la casa.

-aqui estabas- lo encontró en su habitación leyendo sentado en su sillón con los audifonos puestos- ohh con razón no me escucha este chico.

La mujer pasó cerca de él y bajó los audifonos de sus orejas.

-mamá... Lo siento, estaba distraído- miró a  otro lado.

-ya me di cuenta ¿y eso?- señaló el libro.

-no es nada...- cerró el libro rápidamente y lo guardo en un lugar donde Isabella no viera siquiera el título.

-claro... Iré a preparar la cena, te llamo en unos momentos- sonrió y se dirigió a la cocina.

Mientras la mujer caminaba pasaba por los pasillos, pasillos de bellos momentos con su hijo, si, solo su hijo y ella sin ninguna entrometida criatura que se hacía llamar "padre" que los dejó a su merced cuando lo necesitaban y ahora para nada pide que le vaya mal a ese sujeto, no no, Isabella ante todo era moralmente buena.

-todo va tan bien que no dejare que lo arruines- se dijo a si misma viendo el celular con llamadas perdidas, con una sonrisa y la mirada ensombrecida.

-mamá ¿quieres que te ayude?- preguntó de repente Ray.

-claro querido- toda la mala vibra se fue y la sonrisa más "genuina" la dedico a su hijo.

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Chan chan chan.

Para este punto de la historia veremos distintos tipos de amor.

-amor entre amigos
-amor de pareja
-amor de familia
-amor a si mismo (este mas lo tocaremos como lo que se necesita, porque bien se sabe que si uno no se ama no puede amar a otros)
Y el último es sorpresa xd, aunque no es otro tipo de amor lo que lo diferencia de los demás es la mentalidad de los que lo manejan.

Espero les haya gustado, si se mucho texto sjjs, nos vemos en el siguiente capítulo.

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