Capítulo XVII
Ya hay fecha para el juicio.
Venid a verme después de clase.
Mierda. Salgo de la habitación y me choco con Katy en el pasillo. Ambos estamos preocupados por Luna y vamos en la misma dirección. Abro su puerta y la veo inmóvil en la cama, tumbada boca arriba mirando al techo.
— Luna — se incorpora en cuanto oye a Katy.
— Pues ya está - la oímos susurrar. — Hay juicio.
— Ya lo sabíamos pequeña.
— Lo sé, pero no me esperaba que fuese ya mismo.
— Aún no sabemos cuándo será, no te pongas nerviosa — le digo sentándome a su lado.
— Todos sabemos que será pronto. Además es un caso muy mediático y seguro que empieza a salir en las noticias, la prensa, internet...
— Por eso vamos a evitarlo — digo muy serio.
— Es muy difícil, Derek — dice Katy. — Aunque no usemos el móvil ni veamos la televisión la gente habla, ¿sabes? Y no podemos ir de sordas por la vida — la conozco y no está enfadada, se pone borde cuando tiene miedo.
— ¿Creéis que su abogado nos llamará? — Pregunta Luna con un hilo de voz.
— Seguramente, por eso no vamos a coger ningún número que no conozcamos — sentencio. — No se lo vamos a poner fácil, si tiene algo que decir que hable con Lucy, nosotros no queremos nada con él.
— ¿Podemos ir a ver a Lucy ahora, por favor, por favor? — Pregunta Luna. Está empezando a tener ansiedad y eso no me gusta.
— Nena — digo cogiendo su mano — ahora Lucy está en el bufete y no podemos ir a verla.
— ¿Por qué? Necesito saber qué pasa, qué ha dicho el juez. Necesito saberlo todo.
— Escucha — le acaricio la espalda para intentar tranquilizarla — sé que estás nerviosa, todos lo estamos pero no tenemos que permitir que esto nos altere. Luke no se merece nuestra ansiedad. — Me mira y me pone ojitos pero no los que me gustan, los tiene vidriosos y lo último que quiero es verla llorar. — Hablaré con mamá, venga vamos.
Cojo su mano y la de Katy y bajamos a la cocina. Mi madre tiene ya listo el desayuno y nos da los buenos días muy contenta. Su cara cambia por completo cuando ve nuestro aspecto.
— ¿Qué pasa? — Pregunta preocupada.
— Lucy nos ha mandado un mensaje, ya hay fecha para el juicio y quiere que vayamos a verla.
— ¿Cuándo?
— Después de clase. Pero ¿podemos ir ahora?
— No chicos — se sienta con nosotros en la mesa — sé que estáis ansiosos por conocer las noticias y creedme que yo también pero no podéis faltar a clase. Vuestros profesores ya os han advertido de que este curso es muy complicado y no quiero que faltéis más de lo necesario.
— Vale — susurra Luna derrotada.
Tenía que intentarlo pero sé que tiene razón. De todas formas aunque vayamos a clase sé que nuestra mente estará en otro sitio. Y efectivamente así es, en clase de gimnasia jugamos al baloncesto y no atinamos ni una sola canasta, Luna no se esfuerza por ir a coger el balón y Katy busca constantemente a Alan para ver si él puede decirnos algo. A la hora de comer yo mismo intento sacar información.
— Esta vez sí que lo digo de verdad chicos, lo siento pero no sé nada. Mi madre se fue muy temprano al bufete y no he hablado con ella. La he llamado pero no me ha contestado, sólo me ha mandado un mensaje diciendo que esta tarde hablamos todos — desbloquea su móvil y nos enseña el mensaje.
— Te creemos cariño — le dice Katy — no hace falta que lo enseñes.
Justin apenas prueba bocado al igual que el resto. Me jode que estemos así por esa persona, por la situación. No se merece nuestro tiempo, aún estando en la cárcel juega indirectamente con nuestra salud mental y no se lo pienso permitir.
En clase de Historia el profesor Marin intenta que participemos, nos cuesta pero algo acertamos al menos. No para de mirar a Luna, es su mejor alumna y le extraña mucho que no disfrute de la clase, está dibujando en su cuaderno o con la mirada perdida en el libro. Al final de la clase el profesor nos pide que nos quedemos.
— Chicos, sé que estáis pasando por un momento complicado pero os pido por favor que intentéis centraros. Luke os ha hecho mucho daño, no dejéis que además os joda el curso.
— Tiene razón, profesor. Perdónenos — dice Alan.
— Decidme que al menos estáis al día con los trabajos.
— Sí, no se preocupe, eso está controlado — responde Luna por todos. — No volverá a ocurrir, estaremos atentos en la próxima clase.
El profesor asiente y nos deja marchar. A veces Luna saca una fuerza descomunal y no sé cómo lo hace. Lo dice sólo para no preocupar al profesor y quizá para darse ánimos a ella misma pero algo en mi interior me dice que está muy mal, esto está pudiendo con ella.
— Chicos — dice Alan — tenemos que irnos ya, mi madre me ha mandado un mensaje pidiendo que vayamos cuanto antes. Nos espera en mi casa.
Nos montamos en los coches y ponemos rumbo a su casa.
Como siempre Lucy sale a recibirnos y nos pide que esperemos en su despacho mientras ella va a por unos refrescos. Nos los da y se sienta en su escritorio mientras los demás tomamos asiento en los sofás.
— Vamos por partes — dice sacando unos papeles — el juicio comienza el jueves dos de Febrero y va a durar varios días ya que son muchos testigos los que van a declarar.
— ¡Pero eso es la semana que viene! — Se sobresalta Katy.
— Sí — responde Lucy a Katy. — El juez ha aceptado la demanda colectiva. El abogado de Luke ya se ha pronunciado, ha llamado esta mañana al bufete para comunicar, aunque más bien estaba exigiendo, que quiere llegar a un acuerdo con todos. Está dispuesto a pagar lo que sea para que Luke no vaya a la cárcel.
— Le habréis dicho que no, ¿verdad? — Pregunta Alan.
— Obviamente. Ningún abogado del bufete quiere llegar a un acuerdo. Lo dijimos el otro día y seguimos pensando lo mismo. De la abogada de Mary aún no se sabe nada, salvo que la Sra Montgomery quiere que sea un juicio a puerta cerrada.
— ¿Y eso qué significa? — Pregunto.
— Que nadie salvo el personal imprescindible podrá estar en la sala. Los testigos entrarán cuando se les llame, testificarán y cuando terminen abandonarán la sala. No pueden entrar ni familiares, ni amigos ni por supuesto la prensa — explica Lucy.
— ¿Por qué lo ha pedido? — Pregunta Justin.
— No lo sé, no he hablado con su abogada pero normalmente se pide para salvaguardar la integridad. Dados los hechos es lo más normal — nos resume Lucy. — No sé si ya habrá realizado la petición pero si de verdad lo hace espero que el juez lo acepte, será lo mejor para todos. No hay más noticias pero seguro que sabremos algo muy pronto. Os pido, por favor, que no habléis de esto en público y si alguien ya sea o no abogado os llama, manda mensajes o incluso os para por la calle me llamáis inmediatamente. No habléis con nadie si no estoy yo delante, ¿entendido?
— Entendido — susurramos todos.
— Vamos a empezar a preparar el juicio y necesito saber si tenéis alguna conversación de whatsapp, imágenes, vídeos... Cualquier cosa que sirva como prueba.
— No — respondemos.
— Vale, no pasa nada. Con lo que tenemos de momento es suficiente. Vamos a ganar el juicio.
Lucy está muy segura y eso me tranquiliza al menos un poco. No nos dice qué pruebas tiene pero imagino que entre ellas estará el vídeo del vecino de Luna, cuando su cámara de seguridad le grabó vigilando la casa con un machete, el vídeo en el que se le ve destrozando el campo, la agresión, su detención y a parte los testimonios de todos los que van a declarar más los de los policías que le detuvieron las dos veces. Además de los partes médicos del entrenador y Mary. Es mucho material y tiene toda la razón, aún así no podemos evitar tener una mala sensación. Es lo que provoca Luke, malas vibraciones aunque no esté presente. Lucy nos invita a cenar pero declinamos la invitación, volvemos a casa en silencio y al llegar le decimos a mi madre que no tenemos hambre y subimos a las habitaciones. La oigo por el pasillo hablando por teléfono así que imagino que habrá llamado a Lucy para enterarse de todo, es lo más normal. No sé si los hermanos de Luna sabrán algo y algo me dice que ella no les mantiene al tanto. ¿Debería pasarles el número de Lucy para que estén al corriente de las novedades? Sí. ¿Voy a hacerlo? No. No me corresponde a mí pero intentaré convencer a Luna de que lo haga. Si me pongo en la situación de sus hermanos yo también estaría muy preocupado. Voy a buscar a Luna a ver si quiere dormir conmigo pero ya está acostada cuando abro la puerta. No sé si estará durmiendo pero por si acaso cierro la puerta despacio, no me gustaría despertarla. Me acuesto yo también y enseguida me vence el sueño, los nervios me tienen agotado.
Amanezco con notificaciones de Alan y Justin. Abro primero el mensaje de Justin y veo que es un enlace, entro y por lo que veo la prensa ya está haciendo de las suyas. '' El pueblo contra Monroe '' dice el titular. Prefiero no seguir mirando. Abro el mensaje de Alan.
Mi madre dice que no veamos las noticias y mucho menos internet. La prensa filtra información poco y mal y ante la falta de documentación muchas veces inventa cosas. A parte que el abogado contrario puede comprar algunos medios de comunicación para intentar limpiar la imagen de Luke.
Tarde, amigo. Si yo lo he leído lo más seguro es que Katy y Luna también. No creo que Justin les haya enviado el enlace pero si se meten en Google será lo primero que aparezca. Me llevo las manos a la cara y me froto los ojos. He dormido del tirón pero siento que no he descansado nada. Espero de verdad que esto pase pronto.
Entro primero en la habitación de Katy.
— ¿Has visto las noticias?
— No — responde. Lo sabía, me está mintiendo. Enarco una ceja y la miro.
— Alan me mandó un mensaje diciendo que no lo hiciera.
— Y tú como buena cotilla que eres has hecho lo que has querido.
— Por supuesto — si es que se delata ella sola. — Es decir, no. He obedecido.
— Ya ya.
Oigo pasos y Luna aparece detrás de mí. Por su cara es obvio que lo ha visto.
— Mejor no pregunto — digo mirándola, ella responde negando con la cabeza. — Chicas, os digo lo mismo que Alan. Es mejor que no miremos las noticias, lo que tengamos que saber nos lo dirá Lucy. Vamos a fiarnos sólo de ella, lo que dice la prensa es mentira.
Asienten con la cabeza sin decir nada y bajamos a desayunar. Mi madre tiene puesta la radio y justo están hablando de eso. La apaga inmediatamente y se sienta con nosotros.
— He recibido un email del director — dice seria — los medios de comunicación están avisados de que no pueden acosar a ningún alumno y les han prohibido la entrada al recinto. Aún así pide precaución y que le informéis de cualquier cosa que veáis u os digan.
— Vale — respondo por los tres.
— Tranquilos, el instituto ahora mismo puede ser el sitio más seguro.
Es penoso pero tiene razón. Nuestra casa debería ser el sitio más seguro pero no podemos prohibir a los periodistas que no vengan aquí, al fin y al cabo estarían en la calle. Tendríamos que llamar a Lucy en ese caso pero espero de verdad que eso no pase.
Tony y Lucio se acercan a nosotros y parecen nerviosos, como todos. El ambiente en los pasillos es muy tenso.
— Tenemos un abogado — empieza Lucio. — Nos han aconsejado tener uno porque como fuimos testigos de la agresión seguramente nos llamen a declarar.
— Es del mismo bufete que tu madre — dice Tony a Alan.
— Ya — responde simplemente. Se ha tomado muy en serio no hablar del tema en público.
— ¿Creéis que de verdad tendremos que ir? — Pregunta Tony.
— Sí — responde Alan de nuevo. — Y os recomiendo que no habléis de esto en público. Nunca se sabe quién puede estar escuchando — coge a Katy de la mano y da por finalizada la conversación. Es lo mejor.
Estamos en el vestuario cuando entra el entrenador a decirnos que cancela la sesión de hoy, le ha surgido una reunión importante. Miro a Alan y Justin, seguro que la reunión es con su abogado. Aún no nos habíamos cambiado así que cogemos las mochilas y salimos por la parte del campo porque las chicas nos están esperando en las gradas, se quedaban para ver el entrenamiento. Al vernos salir se acercan a nosotros.
— ¿Ha pasado algo? — Pregunta Luna.
— Nada importante. El entrenador ha cancelado la sesión por una reunión.
— ¿Con su abogado? — Pregunta Katy, creo que está pensando en voz alta.
— Seguramente — le responde Alan. — Venga, vámonos. ¿Te vienes a casa conmigo? — Pregunta cuando llegamos a los coches.
— Me encantaría pero tengo que ponerme al día con los trabajos y contigo al lado no puedo, eres muy tentador -?— dice Katy con voz seductora.
— Ya... Yo también tendría que ponerme al día. Mañana nos vemos — le da un beso y se despide del resto.
Nos despedimos también de Justin y subimos al coche.
De camino Luna recibe una llamada.
— No sé quién es — dice cuando saca su móvil de la mochila.
— No lo cojas — respondo rápidamente.
Podría ser el abogado de Luke y no quiero tener movida con él. A mitad de camino vuelven a llamar y Luna maldice.
— Joder, qué pesado.
Aparcamos y entramos en casa cuando recibe una tercera llamada.
— A lo mejor es importante. Están insistiendo mucho, ¿y si le ha pasado algo a mis hermanos? — Pregunta asustada.
Contesta la llamada antes de poder pararla.
— ¿Sí? — Pregunta mirando al suelo. — ¿Quién es?
De repente alza la mirada y veo una mezcla de terror y odio en sus ojos.
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