Nacimiento De Lo Inesperado


Tsuna jugaba con uno de los tantos peluches que Luce le había llevado al hospital mientras Sasha jugaba en una computadora, Mukuro solo cuidaba a Chrome mientras esta dibujaba.

— ¿Quieren comer algo? — pregunto Luce viendo como estos solo negaban con la cabeza — Bien — suspiro

A la habitación ingreso una mujer rubia de ojos negros con una bata y una libreta en mano.

— ¿Como están? — pregunto Eloys a Luce

— Mejor que ayer —contesto ya llevaban un mes en el hospital y Eloys era la encargada de que ellos superaran su trauma.

Lo que nadie sabia era que ella secretamente le reportaba a el sobre el avance del castaño, lo que ella ignoraba era que los pequeños ya estaban armando un plan para hacerla pagar, aunque a veces diferían de ello ya unos la querían matar de golpe pero los otros querían torturarla hasta su muerte, crearon las reglas y pasos para su plan.

Ganar su confianza

No fue difícil ya que ella también debía hacerlo para que su jefe moviera sus piezas, la encargada de hacerlo fue Chrome quien se ofreció ¿quien sospecharía de ella?

Volverla algo loca

Cosa que para Mukuro era muy divertido ya que creaba ilusiones muy reales de personas que caminaban a su lado hasta personas decapitadas.

Saber sus puntos débiles

Cosa de niños de la cual el castaño se encargo ¿quien le decía no a esa carita de cachorrito? Supo todos sus puntos débiles en un solo día.

Todo era perfecto ya que nadie sabia que ellos ya sabían usar sus llamas, al menos una parte de ellas, al pasar el tiempo decidieron ponerle fin a eso, ya se estaba haciendo aburrido fingir ser ángeles heridos que se podían romper incluso con el soplido del viento.

Era un día cálido en el jardín de la casa temporal de los Vongola, Eloys había sido invitada por los pequeños de ahora 7 años para jugar, Reborn sospechaba que los niños tramaban algo ya que no dejaban de lanzarse miradas cómplices y murmurar cosas a sus espaldas, algo que en esa tarde supo, en cuanto la mujer puso un pie dentro de la casa todo se cerro cosa que alerto a todos.

— Eloys Nerde, psicóloga desde hace 10 años hermana de Scar Nerde integrante de cierta mafia — hablo Sasha mientras lanzaba un expediente desde la escalera donde estaba sentada

— ¿De que hablas? — pregunto nerviosa

— Kufufufu nos cree idiotas — hablo Mukuro recostado en la pared

— Eso es malo para usted —hablo Chrome al lado de su hermano

— Querida por favor, ese acto no funciono la primera vez —hablo Sasha —¿crees que funcionara ahora? — se burlo

Todos estaban en shock hasta que entendieron el apellido Nerde el cual pertenecía a una familia que se dedicaba al contrabando de personas, de la cual Vongola se había encargado.

— Tu eres una de los subordinados de el — hablo el castaño asustado bajaba las escaleras

— Y por ellos pagaras ~— hablo Sasha mientras se divertía viendo la cara de horror de la mujer al percatarse de que no bromeaban

— No interrumpan — ordeno tsuna serio viendo como Sasha la capturaba con sus cadenas

Sasha la llevaba arrastrada hacia otra habitación donde solo ingresaron los niños ya que Mukuro no les permitió el paso a nadie mas, solo se escuchaban los gritos de la mujer rogando para que pararan.

Horas después salieron de allí discutiendo mientras Reborn ingresaba a la habitación, lo que vio lo dejo helado, la mujer esta atada de pies y manos por las cadenas de Sasha en la pared, el tridente de Mukuro estaba en su hombro derecho mientras habían cuchillos y agujas en todo el cuerpo, ¿lo peor? Ella aun seguía respirando.

— ¡Me sorprende su aguante! — exclamo Sasha

— Kufufufu un alfiletero humano — se burlo

— No me dejaron jugar con ella — murmuro Chrome triste

— ¡La próxima vez lo harás tu! —dijo Sasha tratando de animarla mientras le daba palmadas suaves en la espalda

— Aun faltan información — hablo el castaño serio a lo cual ellos asintieron

— ¡Tiro al blanco! —chillo Sasha

—Kufufufu me agrada — comento mientras entraran de nuevo a la habitación

Nuevamente solo se escuchaba a la mujer rogar por sus vidas, Reborn el mejor hitman por primera vez en la vida tuvo miedo de esos pequeños al igual que Bermuda.

¿Que tanto le hacia a esa mujer? Se preguntaban todos, pero en el fondo sabían que se lo había ganado.




Ya ni tengo mas clases ¡aleluya!
Hoy vengo a hacerle publicidad a mi nueva historia
Mirar atrás

Solo denle una leída a ver si les gusta ;v

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