Único
🍾🍷🥃
Las risas se mezclaban con la música mientras los chicos se disponían en círculo frente a la botella. Los ojos del muchacho recorrieron las caras de los presentes haciendo cálculos rápidos: Demasiados hombres, pocas mujeres. Suspiró ante las desfavorables estadísticas: tres de diez posibilidades de que le tocara una chica.
Tomó un trago de su vaso para hundirse aún más en el ambiente. El alcohol era bueno; le gustaba cuando rondaba por su garganta nublando las cosas. Sacudió un poco su cabeza al ritmo de la música dejándose llevar por las sensaciones que lo rodeaban; que se fueran al carajo las estadísticas y que pasara lo que tenía que pasar.
Alguien giró la botella y todos quedaron en silencio; hasta la música pareció detenerse expectante. La carcajada estridente de uno de los presentes rompió sobre todos, difundiendose pegajosa a través los que observaban la botella ya detenida. Dejó caer su vaso al suelo y las miradas se posaron sobre Hongjoong; él maldijo internamente haber mandado a la mierda sus cálculos.
ㅡ¡Dejen que saque el celular! ¡debo guardar esto para cuando estemos sobrios! ㅡSiguió riendo el chico pasando una de sus manos por la rubia melena ㅡ¡Nós vamos a reír mucho!
ㅡYa te estas riendo, Wooyoung ㅡHongjoong soltó con algo de molestia pero sin hostilidad ㅡSi grabas esto yo voy a mostrar tu vídeo de "ya sabes que".
Todos volvieron a reír mientras Hongjoong apuraba su nuevo trago y tomaba otro más; necesitaba valor para lo que estaba apunto de hacer. Quizás fuera por la cantidad de alcohol que llevaba en el cuerpo o por la presión de grupo; pero, aunque le molestaba de sobremanera su compañero de juego, aquella tontería le parecía divertida.
Colocó sus manos en el suelo impulsando su cuerpo hacia adelante gateando con lentitud. Algo de oscuridad se reflejó en su mirada; a medida que se acercaba al contrario su corazón comenzaba a golpear con más fuerza. Los ojos pequeños del otro chico parpadearon asombrados ante la actitud de Hongjoong; sus manos empezaron a sudar y por un momento sintió que el alcohol dejaba su cuerpo obligándolo a vaciar su vaso. El rostro se le volvió tan rojo que se confundió con el color de su cabello, pero aun así le mantuvo la mirada dispuesto a demostrar que él no era el único valiente.
ㅡ¡No me veas a los ojos, Mingi! ㅡHongjoong gritó molesto escondiendo su cara detrás del vaso ㅡ¡Si me miras no puedo hacerlo!.ㅡRefunfuñó frunciendo el ceño y abultando los labios en un puchero que a Mingi le pareció gracioso.
¡Bingo! ¡Eureka! Mingi había ganado. Para él y Hongjoong casi todo lo que hacían se convertía automáticamente en una competencia; no había un día en el cual mantuvieran una conversación sin tratar de superar al otro. El éxito en esa pequeña batalla hizo sonreír a Mingi, pero no se permitió bajar la guardia. Su corazón también latía fuerte y en su estómago se instalaba una especie de presión. Por un momento observó los labios del contrario, mordiendo inconscientemente los propios; húmedos por el alcohol, los labios de Hongjoong brillaban tenues ante la luz escasa, quizás hasta podría decirse que se veían un poco provocativos.
ㅡAsí tú y tus gérmenes de enano se mantienen lejos ㅡPronunció Mingi lleno de burla mostrando una sonrisa retadora. Todos los demás en la habitación estallaron en una carcajada que superó el volumen de la música, pero que a oídos de Hongjoong no fue tan divertida como lo hacían ver el resto de los invitados.
Hongjoong pudo ver la sátira reflejada en los pequeños ojos de Mingi, haciéndole hervir la sangre y aplastando su orgullo con ácida ofensiva. Tenía claro que no era alto como él, pero estaba hasta el cuello de que dijeran enano. Además, aquel comentario le había transformado el valor en ira; ahora el corazón le dejó de latir nervioso pasando a golpearle lleno de rabia dentro de las costillas.
Con fuerza, se abalanzó sobre su compañero tomándolo del cuello de la camisa y haciéndolo caer; se había colocado sobre Mingi listo para plantarle un golpe en la cara. Allí, tan cerca del rostro del más alto, la paradoja se presentaba ante Hongjoong de una forma casi burlesca; el juego se trataba de besar y él estaba haciendo todo lo contrario.
Mingi podía voltear las cosas a su favor con facilidad; Hongjoong era fuerte, pero su desventaja radicaba en lo menudo de su cuerpo. Conocedor de aquel punto débil, Mingi sonrió victorioso tomando a su compañero y colocando el juego de su lado; no pretendía ser gentil solamente porque Hongjoong fuera un poco mayor que él. Lo mantuvo retenido unos instantes contra la alfombra titubeando ante la idea de golpearle; no quería pelear, eso arruinaría su reunión de amigos.
Atrapado como estaba, Hongjoong sentía que la llegada del primer golpe se prolongaba infinita. Intentó mover sus manos pero el agarre era fuerte, pataleo y gritó hasta que poco a poco comenzó a cansarse. En un último esfuerzo, abrió su boca con determinación y clavó sus dientes en el brazo ajeno sin compasión alguna. Si no podía usar los puños entonces pelearía como los perros.
Mingi se levantó liberando a Hongjoong y sonriendo de nuevo; ninguno de los dos había ganado. El juego continuó ignorando lo ocurrido y ambos se preguntaron internamente por qué estaban tan dispuestos a cumplir con lo que la botella decía. Podían haberse negado pero no lo hicieron; por un instante habían dudado si unir o no sus bocas. Todo muy extraño, posiblemente por culpa del alcohol.
La última ronda concluyó de forma inesperada. Yeosang había dejado su puesto justo cuando era su turno, y todos refunfuñaron molestos retirándose a sus habitaciones. Mientras subían las escaleras las miradas de los chicos se encontraron y algo se revolvió incómodo dentro de sus pechos diciendo "¿Qué mierda acaba de pasar?"
La puerta sonó ligeramente interrumpiendo el sueño de Mingi, se removió incómodo esperando que su compañero atendiera el llamado. Era aún de madrugada; afuera todo estaba oscuro y silencioso. Se dio la vuelta tratando de ignorar los toques insistentes pero no lo logró. Se levantó de la cama revolviendo con desgano las hebras rojas de su cabello, observó el reloj que brillaba en la mesita de noche: marcaba las tres con cincuenta.
ㅡ¿Qué quieres? ㅡLa voz ronca de Mingi hizo temblar ligeramente al que estaba frente a la puerta ㅡSon las cuatro de la madrugada ¿no te cansas de molestar? ㅡDebido al sueño cada palabra salía más profunda de lo normal.
ㅡVen acá, la duda no me deja dormir ㅡApuró Hongjoong en medio de un susurro caminando por el pasillo hacia la última habitación ㅡ¿Me hubieras besado? ㅡSoltó sin tapujos, incapaz de retenerlo, permaneciendo de pie frente la puerta.
Mingi lo observó detenidamente buscando la broma en sus palabras pero no la encontró; El chico se veía muy serio en lo que decía. Con soltura se apoyó en la pared cruzando los brazos; de nuevo las manos le comenzaban a sudar. ¿Quería besarlo? ¿Se hubiera atrevido? No sabía cómo se sentía exactamente, pero la lógica le decía que la respuesta a todas las preguntas debía ser negativa.
ㅡDe todas formas... Yo si te hubiera besado ㅡHabló el más bajo sin darle tiempo a responder. El alcohol se le había subido a la cabeza, y sin pensar en las consecuencias soltó todo lo que había estado pensando dentro de su habitación.
ㅡ¿Eso querías? ㅡEl pulso de Mingi comenzó a acelerarse debido a la sorpresa, pero aun así permaneció impasible ㅡ¿Para qué? ㅡGiró un poco su cabeza para ocultar el rubor en sus mejillas.
ㅡ¡Por la amistad Mingi! ¡por la amistad! ㅡDijo lo primero que se le vino a la cabeza al verse carente de buenas excusas ㅡPara reforzarla.ㅡlevantó un poco la ceja que llevaba cortada dando algo de notas pícaras a aquella frase que sonaba desesperada.
Lentamente Hongjoong trató de acercarse a Mingi para intentar comprobar algo que llevaba un tiempo rondando en su mente (incluso antes del incidente con la botella de esa noche). Le sucedía de vez en cuando, sobre todo durante las peleas amistosas que tenían casi cada día. El ambiente comenzaba a aplastarlo, el corazón se le aceleraba y algo se tensaba sobre su vientre; no lo entendía pero pasaba. Quizás cuando estaba a un palmo de distancia de su compañero aquella sensación comenzó a picar dentro de él; un nudo se formo en su garganta al tiempo que el oxigeno se le escapaba de los pulmones.
Mingi permaneció estático fingiendo ignorar que Hongjoong se acercaba. Estaban borrachos y los borrachos hacen tonterías. Quizás Hongjoong sacudiría la cabeza y se iría zigzagueando por el pasillo, o tendría derrepente una crisis que lo haría repetir mil veces lo mucho que odiaba a Mingi. Sin embargo Hongjoong no daba paso atrás; y cuando Mingi notó como sus propios labios comenzaban a escocer supo que si se quedaba allí seguro se arrepentiría al día siguiente. Dió vuelta a su cuerpo emprendiendo carrera por el pasillo cerrando con llave la puerta una vez llegó a su cuarto, sin importarle quedar como como un cobarde o si aquello era solo una broma para reírse de él más adelante.
De pie en medio del corredor, Hongjoong se cuestionó a sí mismo sobre lo que estaba haciendo. Rascó su nariz y batió su cabeza; había bebido demasiado y ahora estaba haciendo tonterías. Una vergüenza horrible lo inundó; seguro al día siguiente Mingi se burlaría de él.
🍾🍷🥃
ㅡLa novia de Yunho sale con Yeosang ㅡpronunció Hongjoong estirando su cuerpo sobre la silla ㅡQuizás deberías invitar solamente a los muchachos. ㅡMetió un poco de pizza a su boca masticando con tranquilidad.
Mingi lo observó detenidamente desde el otro lado de la barra de desayuno. ¿Quién se creía para decirle que hacer? Esa era su casa y él invitaba a quien quisiera. Beber luego de los exámenes estaba bien, pero era aún más reconfortante sentarse en la mesa y atragantarse de pizza. El último pedazo se posaba ante ambos precediendo una pequeña discusión; ninguno le había prestado atención, pero los dos sabían que por costumbre debían tomar la rebanada antes que el otro lo hiciera.
ㅡNi creas que vas a comerlo ㅡPronunció Hongjoong arrancando el pedazo del plato sin darle tiempo a Mingi de reaccionar.
ㅡCompré eso con mi dinero, estas en mi casa, sentado a mi mesa ㅡMingi pronunció lento mientras caminaba veloz para tratar de tomar la comida de las manos de su compañero ㅡ¿Que te hace creer que puedes comerlo? ㅡSe inclinó un poco quedando frente a él, estirando un brazo para alcanzar la pizza que Hongjoong alejaba.
ㅡYo mando ㅡFue todo lo que dijo levantando altanero la barbilla ㅡSoy el líder, la pizza me corresponde.ㅡPronunció cada sílaba con lentitud para asegurarse de que Mingi entendiera.
La cercanía de sus rostros era notoria, si alguno de los dos se inclinaba unos centímetros sus narices podrían rozarse. Mingi tragó ante la mirada desafiante del más bajo pero no desvió sus ojos, al contrario los mantuvo fijos y retadores a pesar de lo pesada que se sentía aquella conexión. Hongjoong por su parte alejó aún más la comida del alcance de Mingi fingiendo que el corazón no le retumbaba en los oídos.
ㅡ¿Entonces tú mandas? ㅡRió Mingi acercándose lo suficiente como para no rozar sus narices ㅡDemuéstralo ㅡAquel comentario buscaba despertar molestia en Hongjoong pero el mensaje llegó distorsionado a sus oídos transformándose en un reto.
Mingi le temía, podía verlo dentro de sus ojos; Las pupilas ajenas temblaban un poco cuando hacían contacto visual, pero no se desviaban. Buscando la reacción natural de alejarse ante el sentimiento de invasión, Hongjoong se movió apenas hasta que sus narices golpearon, pero el contrario permaneció quieto mirándole a los ojos. Su pecho se agitó y el color comenzó a teñirle el rostro; En vez de obtener la reacción esperada por parte de Mingi, fue él mismo quien temblando giró el rostro y tomó distancia.
Mingi soltó una carcajada ante la reacción de Hongjoong; Se había levantado pegando un brinco y cambiándose de silla. Ahora lo observa con el ceño fruncido masticando molesto su rebanada de pizza. De nuevo la pregunta de hacia unos días se posó en su cerebro arruinandole la risa
¿Me hubieras besado?
Hongjoong aun con el rostro colorado trataba de mantener una imagen tranquila. Tomó el vaso que se encontraba más cerca y emprendió camino al refrigerador; mientras más lejos de Mingi mejor. Cada que algo así pasaba el estómago se le revolvía en algo parecido a ganas de vomitar, como si su estómago se negara a estar cerca de Mingi.
"Tengo cucarachas en el estómago" pensó mientras el agua llenaba lentamente su vaso. Si las personas enamoradas sentían mariposas entonces los que odiaban tenían alimañas. Suspiro al sentirse incapaz de deshacerse de aquella sensación tan extraña que lo embargaba.
ㅡ¿Me hubieras besado? ㅡPreguntó Mingi cerrando la puerta del refrigerador haciendo referencia a la noche de algunas semanas atrás. Hongjoong no había notado cuando el más alto se acercó a él.
Apoyado en el mesón dirigió su mirada hacia arriba fingiendo pensar. Con molestia se cruzó de brazos mordiendo un poco su labio inferior; ¿a qué venía esa pregunta? Desde lo de la botella ninguno volvió a tocar el tema y él ya lo había dado por olvidado
ㅡSé sincero ㅡPidió Mingi con voz profunda quitándole a Hongjoong el vaso que acababa de servirse ㅡLas cosas la otra noche se pusieron raras. No finjas que no querías "reforzar la amistad "
Su rostro volvió a colorearse recordando las locuras que había dicho estando borracho. Era un tonto por no saber cuando dejar el trago de lado; ahora seguramente Mingi lo molestaría con eso hasta el fin de los tiempos o hasta que muriera de vergüenza, lo que pasara primero.
ㅡCómeme la boca ㅡAfirmó creyendo que si retaba a Mingi este tomaría distancia y él podría tener algo con que molestarlo luego.
ㅡEsto es una broma ¿verdad? ㅡMingi abrió los ojos con sorpresa, volteando el rostro algo nervioso ante esa petición hecha de forma tan directa ㅡ¿Por que tienes que ser tan vulgar?ㅡSoltó una risita suave rascando un poco su cabellera roja.
ㅡNo, es un reto ㅡ Hongjoong siguió en su papel esperando el momento en que Mingi retrocediera ㅡAquí pierde quien deje que se le acelere el corazón ㅡSonrió cruzándose de brazos.
Era ajedrez, tan simple como eso. Había jugado un movimiento peligroso donde la única salida era "todo o nada " "Retrocede o se acerca. Y si él se acerca tú serás el que retrocede" estaba sacrificando a su reina en pro de ganar una discusión estúpida y no quedar como el tonto borracho.
Mingi acercó su rostro al del más bajo tomándole la barbilla esperando una reacción graciosa por parte de Hongjoong; pero este se mantuvo decidido sosteniendole la mirada. Podía sentir la respiración de Hongjoong interponiéndose entre los dos, su labio comenzó a temblar y Mingi no pudo evitar mirarlo; Besar a Hongjoong no parecía ser tan repulsivo.
Cuando Mingi unió sus labios sintió como si un balde de agua fría le cayera encima; el corazón se le detuvo por unos instantes al verse acorralado de esa manera, pero no se alejó sino que decidió demostrar que él también podía jugar. Un beso no era la gran cosa y Mingi seguía siendo un imbécil; Lo que no se imaginó fue que se adentrarían una pelea por dominar la boca ajena. Sus lenguas se tocaban insistentes por doblegar la voluntad del contrario moviéndose con feroz experiencia. Las grandes manos de Mingi se posaron sobre la nuca de Hongjoong acercándolo más a él, profundizando el beso hasta un punto en que le costaba respirar. Jamás en su vida pensó se descubriría a sí mismo suspirando sobre los labios de Mingi y eso lo asustó tanto que quiso salir corriendo de ese lugar.
ㅡ¡Basta! ¡Ya basta! ㅡRompió bruscamente el contacto, sintiendo como los labios le ardían ㅡ¿¡Te has vuelto loco!? ㅡRespiraba con dificultad observando con ojos vidriosos el rostro sonrosado de Mingi.
ㅡ¿Que? ¿Se te aceleró el corazón? ㅡInquirió sonriendo con burla, acusando a Hongjoong de las sensaciones que él mismo tenía.
Ninguno dijo más nada y volvieron a sentarse sobre la mesa, encendieron el televisor y permanecieron rodeados de un aura incómoda. Aquel beso en realidad no había reforzado la amistad, sino que los había hundido en una pelea silenciosa para ver a cual de los dos se le aceleraba el corazón.
🍾🍷🥃
Cada día las cosas se ponían más raras. Pasaron de besarse únicamente cuando estaban solos a escaparse en medio de una reunión de amigos para probar el sabor ajeno. La situación se tornaba verdaderamente insoportable cuando estaban discutiendo; el problema era que debatían por casi cualquier cosa, y eso de "al que se le acelere el corazón pierde" se estaba convirtiendo en el desenlace habitual donde el perdedor era el que se retiraba de la batalla cuando la temperatura subía un par de grados.
Aquella noche la botella había girado de nuevo pero no habían tenido la mala ( o quizás buena suerte) de ser llamados a jugar. Curiosamente la partida había terminado justo como la primera vez, con Yeosang saliendo molesto hacia la terraza; sin embargo ahora Mingi había decidido fingir que lavaba los platos como una forma de huir del silencio aplastante que baño la sala. Se retiró palmeando a Hongjoong en el hombro dándole la señal de costumbre para retarlo a su enredada partida de besos. No obstante, Mingi quería sacarse el veneno y declararse por fin perdedor en aquella guerra.
Apenas notaron que Yeosang hablaba con la chica en la terraza se abalanzaron con ansias el uno sobre el otro. Por escasos segundos Hongjoong dejó a Mingi llevar las riendas, le gustaba voltear el juego a mitad de la partida y dejarle muy claro a Mingi que a él nadie lo dominaba. Siempre con los dedos quietos evitaban hacer trampas y acariciar un poco más allá; quizás por miedo o por jugar limpio preferían mantenerse en aquel límite borroso. Las manos de Mingi tomaban con fuerza el rostro de Hongjoong, temía que si lo soltaba él chico saliera corriendo apenado. Por su parte el más bajo se aferraba como podía al cuello de su contrincante, entrelazando sus dedos en los cabellos rojizos de su nuca; en puntillas se sostenía rodeándolo con los brazos con miedo de que las piernas le fallaran.
Podía quedarse así por siempre incluso si le costaba respirar. Había besado varias personas en su vida pero ninguna lo hacía como Mingi; le gustaba la sensación agridulce de rabia y lujuria que le producía. El odio que nacía dentro de él cuando el otro tomaba el mando se mezclaba con ganas de dejarse someter ante las exigencias de la lengua ajena; Hongjoong sentía brillaba con la determinación de saber que él podía jugar igual de rudo. Lo estaba volviendo loco.
Algo se tensó bajo él cuando Mingi mordió su labio. A pesar de esa sensación ya llevaba algo de rato molestándole entre las piernas aquella acción por parte de su compañero le había hecho explotar la razón y quiso huir asustado de sí mismo.
ㅡNo te vayas ㅡGruñó Mingi depositando un pequeño beso sobre sus labios ㅡCuando lo haces siento como si solo estuvieras tonteando conmigo ㅡSus ojos se opacaron con algo de pesar.
ㅡEs que estoy tonteando contigo ㅡAfirmó volviendo a colocar los pies correctamente en el suelo ㅡ ¿O es que se te acelera el corazón? ㅡdijo con sarcasmo, sabiendo que aquella cláusula estaba obsoleta desde hacía ya bastante tiempo.
ㅡTontear no son solo besos ㅡLo tomó del brazo evitando que se alejara, Hongjoong era capaz de salir corriendo solo para no entrar en detalles ㅡSiento como si dejaras las cosas a medias ㅡPronunció cansado de ver que no avanzaban.
ㅡ¿Entonces quieres coger? ㅡSusurró medio en broma medio asustado, esperando equivocarse. ㅡ¿Eso quieres decir con "tontear es más que solo besos"? ㅡCada palabra salía rápida de su boca, incrédulo de lo que implicaba aquella frase.
Los ojos de Hongjoong se abrieron como platos ante su rara deducción. Trató de irse pero Mingi lo mantenía firmemente agarrado de la muñeca. Sin embargo se equivocaba; Mingi no quería llevar las cosas tan lejos. A pesar de las terribles ganas que lo embargaban, tener relaciones era una decisión muy dura de tomar. Uno podía besarse con cualquiera, pero tener sexo con un hombre era literalmente pasar al otro lado y no estaba listo para afrontar la confusión mental que le vendría después.
Además, tampoco quería al chico "solo para tontear". Era su amigo, lo pasaban bien riendo juntos, disfrutaba de escucharlo hablar sobre cualquier cosa que a nadie le importaba; como la Taurina en las bebidas energéticas, el punto de ebullición del agua con sal y esos temas raros que solo la gente como Hongjoong entendía. Incluso llegó a pensar que era bonito y le causaba ternura verle hacer pucheros mientras afirmaba que era rudo; se tardó un tiempo largo en darse cuenta, pero besarlo solo había servido para reafirmarse a sí mismo que estaba completa e irremediablemente enamorado.
ㅡ ¡¿Eres tonto o que?! ㅡDijo Hongjoong al ver que el otro no le daba respuesta ㅡNadie va a meter nada dentro de nadie ㅡExplicó tratando de soltarse de nuevo.
ㅡNo necesariamente ㅡ Sonrió Mingi jugando un poco con el pánico instalado en los ojos de Hongjoong ㅡYa sabes como funciona, y esa no es la única forma. ㅡSoltó una pequeña risita al ver como el rostro de Hongjoong se teñía de rojo.
Una crisis nerviosa se apoderó de todo su cuerpo, el corazón le llegó casi al cuello y su estómago amenazó con devolver todo el alcohol que había tomado esa noche. Trató de huir pero Mingi no se lo permitió. El rostro le comenzaba a arder debido al rubor y las manos le sudaban desesperado por poner mil metros de distancia entre ambos. Con la mano libre tomó un botella casi vacía que se encontraba a su alcance y con determinación la tiró al suelo, haciendo que el estruendo se elevara sobre la música que sonaba suave desde la sala. Yeosang estaba con una chica en la terraza, Mingi debía soltarlo o sino se verían descubiertos.
Los pasos sonaron presurosos desde el otro lado de la pared y el más alto cesó su agarre, permitiéndole abalanzarse casi con desespero al otro lado de la barra de desayuno imponiendo espacio entre ambos. Yeosang y la muchacha los observaron extrañados. Hongjoong sintió como el rostro le ardía; sabiendo que sus labios le delataban los cubrió con el dorso de su mano y explicó con veloz torpeza que no estaban haciendo nada. Aprovechó el momento y se retiró a dormir dejando a Mingi solo y frustrado por no poder sincerarse respecto a sus sentimientos.
🍾🍷🥃
Luego de eso no se habían besado. Hongjoong jugaba un poco a esconderse de Mingi y evitarle las llamadas. Sin embargo de vez en cuando se recostaba en su cama y se repasaba los labios con los dedos, si se esforzaba un poco podía recrear parcialmente el escozor que le producían los de Mingi.
Era sucio, se decía a sí mismo. La manera en la que le temblaban las piernas y su cuerpo buscaba aferrarse con fuerza al del más alto, siempre se quedaba con ganas de sentir más. Incluso había un tinte lascivo en la forma que tomaba el nombre de Mingi al salir de sus labios y golpear con los ajenos. Asimismo la frase "te odio" nunca tuvo connotaciones tan distintas a su verdadero significado. Se había convertido en su palabra favorita, se escurría de su boca en un suspiro que se perdía en la respiración de Mingi, pero le ayudaba a mantener los pies en la tierra.
Mingi por su lado sentía algo doliendole dentro del pecho. Si bien era cierto que al principio él era quien estaba tonteando con Hongjoong, ahora quería tomar las cosas de la forma correcta. Cuando lo besó la primera vez lo hizo en broma, no esperaba que el bajito le siguiera el juego; Hongjoong había dicho "Cómeme la boca" pero Mingi sabía que no soltó aquellas palabras de forma literal, solo las pronunció para molestar. Pensó que sería un toque rápido quizás un poco juguetón, pero no creyó que Hongjoong se abalanzaría como fiera y terminarían realmente comiéndose la boca.
Se sintió un tonto por no notar antes que Hongjoong solo estaba jugando con él. Nunca le había dado un beso tierno o sin lujuria; en cambio sus labios golpeaban fuertes con rabiosa experiencia. Siempre queriendo dominar, atacando sin piedad. Suspiró deseando algo más profundo y con sentimientos, no netamente corporal.
Se encontraron de nuevo esa tarde. El timbre sonó insistente dándole una sorpresa al ver a Hongjoong de pie frente a su puerta. Esperó ante algún comentario acerca de dejar aquella tontería pero en vez de eso el bajito había corrido directo a abrazarlo, restregando el rostro contra su pecho y respirando profundo. Era la primera vez que se acercaban de esa forma, de hecho era ese el primer abrazo que se daban; y se sentía como el cielo.
ㅡ¡¿Me estás oliendo?! ㅡPreguntó al sentir como el pecho del bajito se inflaba ㅡNo me he bañado hoy.ㅡSonrío rodeando el cuerpo de Hongjoong.
ㅡ¡Claro que no! ㅡChilló rompiendo el abrazo ㅡSolo estaba respirando.ㅡLe dio un pequeño puñetazo en hombro sonriendo encantado de ver a Mingi de nuevo.
Mingi rió y lo dejó pasar. Apenas la puerta se cerró tras ellos los chicos se miraron a los ojos dudosos de retarse o no. Hongjoong había ido a realizar la desesperada petición de que por favor le dieran un beso, se estaba haciendo creer a sí mismo que lo que extrañaba era la química física y no al propio Mingi. Pero cuando le vio allí de pie en la puerta, con la camiseta blanca manchada de refresco de uva y el cabello rojo despeinado le pareció que había encontrado agua en medio del desierto.
Normalmente Mingi comenzaba la pelea, Hongjoong dudaba demasiado entre lanzarse al vacío o no y eso desesperaba lo desesperaba. Por lo que esta vez se impresionó un poco al sentir como la boca contraria lo invadía, permaneció quieto unos segundos para luego con una sonrisa en los labios recibir el sabor de Hongjoong.
Extrañaba muchísimo a Mingi, incluso le hacía falta su perfume; esa mezcla extraña entre jabón de bebés y desodorante que Mingi llevaba pegada al cuerpo. Con ternura cerró los ojos moviendo sus labios sin desespero y con suavidad, explorando formas más tranquilas que antes no había probado con su compañero de juego, para luego dejar de resistirse y permitir que el contrario llevara el ritmo. Creyó que Mingi transformaría ese contacto en algo más duro y pasional, pero no fue así; Mingi siguió el compás dulce y melodioso que él había comenzado. La mano de Mingi tomó la suya y la colocó sobre su pecho. Bajo las costillas el corazón del alto latía veloz y alegre.
ㅡHe perdido ㅡSonrió sobre los labios de Hongjoong ㅡSe me ha acelerado el corazón.
Hongjoong negó con la cabeza consciente de que él mismo había comenzado aquella pelea absurda con el corazón latiendo violento.
ㅡYo perdí incluso antes de girar la botella ㅡConfesó abrazando a Mingi, respirando de nuevo su aroma.
Ya no les quedaba nada por dentro, no tenían más que decir o que ocultar. La partida se acabó en un solo movimiento que los había dejado a ambos derrotados, un juego que estaban destinados a perder desde el momento en que comenzó. Se sentaron abrazados en el sofá y Mingi sonrió al ver como Hongjoong encajaba perfectamente en su cuerpo. Quizás ahora no tenían por qué competir, pero se besarían por cariño y no para retar.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top