final.

Está intentando no centrarse en Chris y en el remolino de pensamientos que lo azota constantemente porque no es el lugar indicado ni el momento para estar haciéndolo. Está en una junta importante, su primera junta y debe mantenerse centrado en lo que hablan y exponen, apuntar unas cuantas cosas que le servirán de ayuda y no mirar discretamente a Chris, porque parece que el ojiazul sabe las cosas que ocasiona en él y le pareció justo sentarse frente a él con una posición que tiene a Felix mareado, sus ojos lucen fríos y eso hacen que luzca demasiado guapo, sus manos sobre la mesa jugando con el bolígrafo y la mandíbula a prestada y el rizado no tiene mucho aucontrol como para no mirarlo por mucho tiempo. Y luego están estos pensamientos de que hubieses pasado si el elevador no hubiese funcionado tan rápido, si se hubiesen besado.

Se siente decepcionado y arrepentido de haberse ido tan pronto como las puertas se abrieron. Siente un nudo en la garganta cada vez que mira a Chris y no ve ningún cambio, ambos volvieron a lo mismo; miradas por encima de sus cosas. Ya ni siquiera cruzaban palabras al caminar al lado del otro o cuando se encontraban en un mismo lugar. Ingenuamente creyó que avanzarían, que por lo menos no se sentirían tan tensos al lado del otro, y menos cuando Chris lo abrazo y casi lo besa cuando se quedaron encerrados en el ascensor.

Felix vuelve a dejar su mirada caer sobre Chris y se sorprende y sonroja cuando sus miradas se encuentran. El castaño lo mira sin ninguna expresión, solo mirándolo de manera profunda. Se le calientan las mejillas y no es capaz de desviar la mirada y dejar de sentirse avergonzado, porque aunque ya lo esté, no puede apartar la mirada.

El recuerdo de su pequeño momento en el ascensor lo hace sentirse cálido y más sonrojado. Por unos momentos se había sentido atemorizado por haberse quedado encerrado y realmente no le importaba que se haya quedado encerrado con Chris, eso era lo de menos, pero todos aquellos miedos se esfumaron en cuanto Chris lo atrajo en sus brazos, las dulces y comprensivas palabras que soltó ese día. Y se repite lo tonto que es por enamorarse, es un amor-odio que siente, porque es muy lindo y le encanta estar enamorado, orbitando alrededor del ojiazul y el sentimiento de tener la atención de Chris todo el tiempo, pero también hay esta parte que odia, porque odia la situación en la que está con el castaño, odia las diferencias que tienen y que por orgullosos y miedosos no arreglan sus problemas, porque ambos son tercos como para admitir que se quieren, que se necesitan y más admitir sus sentimientos.

Lily le empuja el hombro inclinándose un poco hacia él mirándolo con las cejas fruncidas. —¿Por qué Chris y tú tienen un duelo de miradas?

—Porque me odia.

—¿Te odia?—ella pregunta por lo bajo para no interrumpir algo o que les llamen la atención.

—Sí, él lo hace.

Regresa su mirada a él, aunque Chris ya no está mirándolo solo prestando atención a lo que exponen. Hace un pequeño puchero, está tan enamorado y le gusta sufrir por amor.

—¿Tuvieron una discusión? ¿O algo así? Él nunca te mira así.

Suspira negando varias veces. —No hemos hablado en realidad.

—Ya veo—ella asiente antes de reír bajito, casi en silencio—. Él que me ha preguntado de tus intereses y creo que le interesas, es YeonJun.

Felix frunce su ceño mirándola confundido. ¿YeonJun? Ha notado la atención que tiene de su parte, siempre preguntándole cómo está su día, si quiere comer o tomar algo en su hora de almuerzo, como ha pasado el fin de semana, sacándole preguntas para curiosear de su vida y las preguntas algo obvias que ha preguntado, pero diría que es demasiado pronto como para interesarse en él, pero se ha interesado en Chris desde el primer día que cruzaron palabras y se conocieron, que no es capaz de juzgar.

Ese información lo hace sentirse un poco cohibido, porque es muy lindo que YeonJun esté interesado en él y con lo dulce y atento que es, pero está enamorado de alguien más y no está tan orgulloso de eso, pero no es algo que pueda cambiar.

—¿Qué te ha preguntado?

—Si tienes o si estás interesado en alguien, si te gustan ciertas cosas, o qué comida te gusta—ella dice divertida—. Cosas así.

—¿Le has dicho algo?

—Claro que no—niega acercándose un poco más—. Además ¿Estás interesado en alguien?

Por puro instinto su mirada cae sobre Chris sonrojándose una vez más en apenas dos horas estando ahí. Lily entre cierra los ojos siguiendo su mirada antes de abrir la boca y llevarse la mano ahí, Felix entra en pánico y niega. Sinceramente no va a negarlo, en verdad no le importa que ella sepa, lo único que no quiere es que lo sepa Chris, ahí sí estará avergonzado.

—Tienes que contarme bien, pero luego.

Asiente en total rendición, no hay forma de escapar de esa charla porque ya se ha dado cuenta la manera en que Chris lo pone, la manera en que lo hace sentir. Suspira con fuerza antes de mover el pie y golpear el de Chris por accidente, el castaño alza una ceja para luego sentir un ligero golpe en su pierna, lo mira impresionado e incrédulo, se cruza de brazos antes de regresarle el golpe, está vez totalmente intencional. Tal parece que tampoco se va a quedar de brazos cruzados y le devuelve el golpe mirándolo seriamente y Felix le regresa el golpe dejando escapar una sonrisa arrogante.

Se muerde los labios mirando hacia abajo cuando Chris enreda sus piernas juntas y las mantiene así y regresa su atención a otra parte. Felix se sonroja mirándolo sorprendido y con los ojos brillantes.

Esperaba que algún punto de la junta alejara sus piernas, pero no lo hace, se mantiene normal mientras lo mira apuntar cosas como si no estuvieran sus piernas entrelazadas. Felix ni siquiera puede prestar atención y Chris lo hace como normalmente. Mueve su piernas de arriba a abajo con disimulo mientras escribe y puede percibir una pequeña sonrisa en su rostro, solo por unos cuantos segundos.

Unos cuantos minutos después Lily le golpea el hombro y se da cuenta de que están empezando a salirse del lugar y que ha terminado la junta. Mira a Chris teclear cosas en su teléfono y desengancha sus piernas recibiendo una mirada rápida del castaño, pero no dice nada, tan solo regresa a lo que está haciendo y Felix no va a sentirse mal por eso, solo toma sus cosas y sale al lado de su amiga, caminando por los pasillos hasta llegar hasta su oficina y ella cierra la puerta caminando hasta su escritorio dejando sus cosas ahí antes de darse la vuelta y mirarlo divertido.

—Por favor, no me digas que te gusta, Chris—ella pide—. Vi como se miraban entre ustedes.

—¿Puedo mentir?—cuestiona.

—No, claro que no.

—Me gusta demasiado, Chris, ¿Okey?—confiesa alzando un dedo—. Y antes de que me juzgues, lo conocí antes de saber que estaríamos compitiendo por un mismo puesto. De hecho, fue cuando iba a tener mi entrevista, nos hemos conocido en el ascensor y bueno... coqueteamos, pero no nos volvimos a ver o tener contacto hasta después de saber que íbamos a estar a prueba los dos.

—¿Y qué sucedió para que no se hablaran de nuevo? Parece que se odian.

Caminan hasta el sillón dejándose caer ahí con un puchero asomando en su rostro. Realmente le gustaría tener esas respuestas, pero la verdad es que no sabe porque Chris cambió su forma de ser con él. Sabe porque él mismo no hizo nada por admitir que fue un error irse sin pedirle su número o pedirle que se encontrarán de nuevo y poder llegar a conocerse, quizás ese fue su primer error en todo esto. Sin embargo, no sabía las respuestas de Chris y se le pasaban miles de respuestas para la pregunta de Lily, pero no sabía si alguna era la verdadera o si acaso es alguna de ella.

Alza los hombros sin saber qué contestar. Le gustaría saberlas, aclarar las cosas con Chris, pero no es capaz de hacer algo y menos que Chris tampoco lo hiciera.

—No lo sé—juguetea con sus dedos—. Supongo la presión de esto, pensar en que pudiese afectar en algo entre nosotros.

—¿Y no lo ha hecho?—ella alza una ceja.

—Sí, bueno supongo—ríe despacio—. Lo que quiero decir, es que ninguno de los dos hicimos algo para hablar y por mi parte me dio miedo que no sienta nada por mi y solo haya sido amable y yo haya malinterpretado todo. Simplemente soy tímido para admitirle que me gusta y menos lo haré ahora que tenemos desacuerdos.

—Entiendo. Son unos tontos—Lily niega—. Los dos son unos orgullosos y en parte entiendo, yo también trataría de matar todo rastro de amor si me ponen a competir con alguien porque soy competitiva.

—Sí, todo es un desastre—se deja caer en el sillón—. Además Chris a veces es muy idiota y estoy enamorado de él.

—No quisiera estar en tu lugar.

Felix la mira con una mueca de seriedad para después volver dejar la cabeza en el sillón sonriendo como un idiota por haber tenido un momento con Chris, en que sus piernas se engancharon y por un varios minutos se tocaron de alguna manera, y sobre todo lo que le saca una sonrisa y deja una calidez en su pecho. El recuerdo de su momento del ascensor lo hace sonrojarse demasiado.

Ni siquiera tiene idea de que iba hacer si lo hubiese besado, era claro que iba a corresponderle el beso, incluso lo habría sujetado del cuello o de las mejillas para profundizar el beso y le hubiese dejado mantenerlo rehén en sus brazos Todo se evaporó en segundos cuando el ascensor volvió a funcionar.

Es un completo tonto, los dos lo son.

Está a punto de irse a casa, pero YeonJun lo saluda saliendo de su oficina y Felix tiene que detenerse de dónde está para no ser grosero, aún cuando quiere irse a casa y porque le ha prometido a Jisung pasar un tiempo con él, después de todo con esto del nuevo trabajo no han salido y no han pasado tiempo juntos, ambos extrañan sus interacciones y sus momentos juntos y no tienen nada que hacer. Se cruza de brazos recargándose en la pared esperando a que YeonJun llegara hasta él y puedan cruzar unas cuantas palabras e irse.

Ahora que sabe que tal vez esté interesado en él, lo hace sentirse mal porque no quiere que en algún momento malinterprete las cosas o lo invite a salir porque es tan débil que no sabría cómo negarse. Simplemente no quiere ver a alguien triste o sufriendo un corazón roto a causa de él, que si puede evitarlo a toda costa estaría bien para él. Y quizás si nunca le da la oportunidad a las cosas no sabe si se está perdiendo de algo bueno o si puedan congeniar de esa manera, pero no quiere centrarse en otra cosa que no sea su empleo y no quiere empezar una relación y menos con alguien de dónde trabaja, ignora por completo a Chris cuando cruza por su mente, porque sabe que es muy poco probable que nunca obtenga una oportunidad con él. Ningún está dispuesto a ceder o simplemente el ojiazul no siente nada por él y solo fue amable esas dos veces, nada más y nunca lo sabrá porque no está dispuesto a confesarle lo que siente.

YeonJun le sonríe con suavidad, que por unos momentos se plantea la idea de darle una oportunidad, pero no puede pensar en él, más allá de solo un buen amigo.

—Felix—murmura su nombre—. Qué bueno que te veo. ¿Demasiado trabajo?

—Sí, demasiado. Estoy muy agotado. ¿Y a ti? ¿Cómo te ha ido hoy?

—Bien, un poco mejor ahora que te veo y que ya estamos de salida—el chico sonríe con suavidad y Felix baja la mirada sin saber cómo responder—. En realidad hay algo que debo de preguntarte y que he estado pensando un poco estos días.

—¿Es algo que debes decirme ahora?—cuestiona con nerviosismo al sentir dónde va todo esto—. Es que estamos de salida y no sé.

—Sí, no puedo esperar otro día.

Felix parpadea lentamente tratando de buscar una excusa para poder salvarse. —YeonJun yo uhm-

Se calla cuando siente una mano sostener su brazos con un poco de fuerza y se sorprende un poco al encontrarse con Chris mirándolo seriamente. Se sonroja y luego mira a YeonJun, quien luce un poco irritado y frustrado por ser interrumpidos. Felix debería sentirse mal por sentirse aliviado cuando Chris los interrumpe.

El ojiazul no lo suelta y Felix no dice nada porque no sabe que decir y menos cuando YeonJun lo mira esperando que haga que el ojiazul se vaya de ahí.

—¿Podemos hablar? Es algo importante.

—Sí, uhm—gira hacia YeonJun—. ¿Hablamos mañana? Debe ser algo referente al trabajo.

—Bien—YeonJun suspira y asiente—. Nos vemos luego.

Asiente sonriendo antes de verlo caminar al otro lado de la habitación y ponerse hablar con otro compañero de ahí. Felix suspira aliviado al saber que se ha salvado de dar un rechazo. Chris lo suelta y Felix alza la mirada sintiéndose un poco pequeño y avergonzado al darse cuenta de que el castaño vio como se ha desarrollado todo y como hubo un ambiente tenso e incómodo en él y quizás entre los tres.

Frunce un poco su ceño cuando se pregunta de qué quiere hablar Chris y que es lo muy importante. El castaño siempre habla estás cosas en la hora de trabajo y nunca después de ella y tampoco tienen cosas importantes de que hablar.

—¿De qué quieres hablar?

—De nada, solo quería preguntarte ¿Cómo estás?—por un segundo se ve tímido—. Ya sabes, después del incidente del elevador.

Muerde sus labios tratando de contener lanzar una carcajada o que de en sus labios se escape una sonrisa traviesa cachando a Chris. Simplemente vienen a preguntar cómo está cuando eso sucedió hace cuatro días y cuando pudo preguntar una vez que salieron de ahí e incluso al día siguiente. Es muy tonto que pregunte a este momento. Felix no es tan tonto como para dejar pasar esto y menos sabiendo que podía avergonzar a Chris.

¿Y cuando ha obtenido el momento de avergonzar a Chris y no ser él que esté en esa situación? Se cruza de brazos divertido con la espalda pegada a la pared.

—¿En serio vienes y preguntas esto cuando ha pasado cuatro días desde eso? Es un poco tonto ¿No?

Chris hace esto de rodar los ojos cansado e irritado y se acerca un poco más a él, colocando nervioso a Felix en cuestión de poco segundos, pero logra mantener la postura y sostener la mirada del castaño.

—Bien—se queja—. Vine porque parecías tenso e incómodo con YeonJun.

—¿Y cómo estás tan seguro que lo estaba?—se atreve a preguntar manteniendo sus miradas.

—Es claro, eres fácil de leer—Chris suelta arrogantemente—. Además jugabas mucho con tus manos y no buscabas dónde esconderte.

—Eso no es cierto.

Chris alza una ceja cada vez dando pasitos hacia él y Felix no tiene dónde esconderse o alejarse porque pegado en la pared.

—¿Querías qué te besara o te pidiera una cita? Creí que no tenían algo, incluso lo afirmaste el día del elevador, parecías en verdad molesto ese día. Decídete de una vez por todas.

—Ya te he dicho que no tenemos nada—rueda los ojos irritado.

—¿Pero te gusta no?—Chris pregunta a escasos centímetros de él.

Baja la mirada un momento queriendo decir que sí, y así esperar alguna reacción de su parte o algo que indique que no es el único que siente algo ahí. Siente esa tensión que es palpable en el aire, ese deseo de tocarse, de confesarse o besarse, cualquier mínima cosa o toque, cualquiera de las dos cosas aliviaría el deseo que siente en el corazón, en el fondo de él, porque a éste punto está siendo demasiado complicado mantenerse al límite y no hacer ningún movimiento, esperar a que Chris lo toque o lo bese. Siente la ansiedad en la punta de sus dedos y la desesperación es parte de él cada vez más.

Porque Chris es tan adictivo incluso si está siendo un arrogante tonto y lo tienen de esta manera; con el corazón latiéndole contra su pecho de forma constante y rara y con las piernas temblando cuando ni siquiera lo está tocando o está diciéndole algo lindo.

Pero no es capaz de mentir y menos cuando sabe que sus ojos no pueden engañar y tal vez ya es demasiado obvio.

—No me gusta, te he dicho que no tenemos algo o siento algo por él—murmura con un tono de voz suplicante que hace sonreír a Chris.

—¿Seguro?

—Dios, sí, muy seguro—replica.

—Supongo que no le importará o te importará que estemos así de cerca y te tenga entre mis brazos—Chris murmura muy cerca.

Se traga el nerviosismo que siente. Ve como Chris se acerca a él y lo toma de la cintura cepillando su nariz en su cuello, aspirando su perfume y el aroma a frambuesas de su shampoo. Felix deja caer la cabeza en su hombro cerrando los ojos, porque es tan débil como para alejarlo y lucir enfadado ante su proximidad. Simplemente se deja hacer y en ningún momento mira hacia YeonJun porque no es capaz de no sentir nada si se refleja la decepción en sus ojos.

Debería sentirse mal, pero no va a mentir, está disfrutando de estar entre los brazos de Chris y más tocarlo de una manera.

Y odia que al día siguiente sea lo mismo, vuelvan hacer el mismo de un comienzo que no se hablan y solo se dan miradas cuando creen que él otro no lo ve.

Sinceramente no sabe porque aceptó, quizás porque las palabras de Lily lo convencieron, pero justo ahora que está cambiándose a una ropa más adecuada para una noche en un bar con sus demás compañeros de trabajo, incluido Jisung, a quien jalo en todo esto para no sentirse avergonzado, es que se le cruzan más razones por las haber dicho que no, porque simplemente no quiere ir y menos sabiendo que Chris estará presente, porque el recuerdo de todas aquella veces en que estuvieron cerca, tocándose de algún modo, sin sentir toda esa barrera que los separaba, es que se cuestionaba si alguna vez paso o solo fue acto de sus propios constantes deseos que le hicieron una tonta jugada, porque esa pregunta pasa en su cabeza cada vez que lo mira y vuelven al principio, dónde parecen desagradarse uno al otro o donde no admiten, tal vez incluso a sí mismo, que se quieren de una manera completa diferente a la que aparentan.

Porque Felix está cansado de jugar a ese juego de quererse y adorarse por momentos y luego regresar a lo mismo de siempre; miradas desapercibidas o profundas sin llegar a hacer algo para terminar con la agonía que reside en ellos. Y porque incluso ahí estará YeonJun, quien mágicamente y sin razón aparente mantiene su distancia entre ellos dos, solo saludándolo cuando se encuentran por los pasillos que es incómodo y Felix bien sabe, incluso Chris porque notaba su sonrisa orgullosa cuando los miraba a ambos, que la razón por la que se ha mantenido a límite es porque los miro abrazados expresando por medio de sus toques y acciones lo que sienten, aún cuando parece que se detestan a simple vista.

Solo no quiere que sea incómodo en algún punto de la noche, pero Lily ha dicho que la mayoría de sus compañeros de trabajo estarán ahí, no habrá segundo en que pueda ser incómodo. Además de que es una salida por si alguno de los dos no llega a obtener el puesto y esa es la razón por la cual Felix ha aceptado. Tan pronto como llegó a casa le pidió a Jisung que lo acompañará y él no dudo en aceptar.

Mira la hora y al momento el timbre suena en todo el departamento. Felix toma sus cosas y sale para caminar hasta la puerta principal y encontrarse con Jisung. Él sí que parece que necesita una noche para desestresarse y divertirse.

—¿Listo?

—¿Podemos negarnos?—Pregunta con un puchero.

—Oh vamos—Jisung lo toma del rostro—. No pienses en que alguno de los dos estará ahí, además quedan poquitos días para que sepan quién se quedó con el puesto y creo que sería genial que salgas por tus amigos y compañeros de trabajo. Solo es una noche.

—Siempre sabes cómo convencerme—murmura sonriendo.

—Lo sé. Ahora andando, prometo que vas a divertirte.

Sigue a Jisung cuando esté empieza a caminar, pero no sin antes cerrar la puerta de su departamento. Jisung es quien conduce hasta el bar, mientras Felix mira por la ventana y se mentaliza. Con suerte podrá divertirse esta noche, pero se siente triste que las cosas con Chris siempre regresen a lo mismo, quizás porque ninguno tiene la fuerza para dar el primer paso. Él es bastante tímido y no lo da porque Chris es complicado, respecto de si sentimientos se trata, y no está muy seguro si siente algo por él o solo le gusta molestarlo y colocarlo nervioso

Suspira una vez que Jisung estaciona en algún lugar y deben salir. Sale del coche esperando a Jisung y ambos entran al lugar buscando con la mirada a los compañeros de trabajo de Felix. Cuando lo hace toma a su amigo del brazo y lo jala hasta ellos encontrándose con Chris y YeonJun sentado en la mesa con los demás.

Terminan sentándose en la punta de la mesa con SeungMin y Lily cerca y presenta a Jisung, que inmediatamente logra entrar al pequeño círculo de amigos. Su amigo es tan extrovertido, confianzudo que donde sea que vaya entra rápido en confianza.

—¿Quién es Chris?

Jisung se inclina hablándole sobre su oreja mientras coloca una mano detrás de su silla y escanea el lugar. Están sentado en una mesa larga y llena de personas que Jisung no logra distinguir quién de todos es Chris.

—El de camisa negra, él que tienen los tres primero botones abiertos y el tatuaje en su clavícula.

Felix intenta no suspirar porque el ojiazul luce increíble esta noche, nada comparado a las primeras veces que se conocieron donde estaba vestido formalmente que ahora verlo con ropa normal, con esa camisa abierta que deja a la vista esos increíbles tatuajes que tiene y el cabello despeinado cayendo en varias direcciones, es que lo tienen tan enamorado en esos instantes y está tratando no mirar mucho en su dirección, ha fallado varias veces por completo.

Y ha notado que Chris lo mira algunas veces que se sonroja demasiado y trata de aparentar que no es así.

—Muy tu tipo, ahora entiendo porque siempre hablas de él, aún cuando sean cosas malas—Jisung dice divertido.

Se gira hacia el rodando los ojos. —Porque es un idiota y también lo soy, porque no soy capaz de confesarle mis sentimientos.

—Y él tampoco lo hace, si es que siente algo por ti.

—Deja de hacerme sentir mal, se supone que nos vamos a divertir no hablar de mi situación amorosa—se queja.

—Bien. ¿Qué parece si voy por una bebida?

—Por favor—le sonríe.

Jisung besa su mejilla y se levanta de la mesa caminando hasta la barra para pedirle alguna bebida, por lo que regresa su atención a Lily riendo por los tontos chistes que suelta. Por unos momentos se relaja y disfruta de la noche y ambos tienen razón, debe olvidarse un poco de aquellos problemas que lo aquejan y centrarse en otras cosas. En poco tiempo su amigo regresa con su bebida deslizándoselo a su lado y lo siente moverse cerca de él que Felix alza una ceja. No es que le moleste lo cariñoso que pueda ser Jisung, pero está comportándose raro.

Se separa un poco de él, primero tomando un poco de la bebida antes de mirarlo con las cejas alzadas.

—¿Por qué estás todo raro y apegado a mi? Te dije que estoy enamorado de alguien más.

—Eres un tonto—Jisung se queja inclinándose para susurrarle en su oído—: Solo me gusta poner a Chris celoso.

—¿De qué hablas?

—No ha parado de mirar hacia aquí y no para de mirarme feo cada vez que estoy cerca de ti—Jisung ríe por lo bajo—. Si no estabas seguro de si sentía algo por ti, ahora déjame decirte que lo está.

—Estas bromeando.

—No lo hago—replica—. Por ratos mira hacia aquí, luce enfadado.

—¿Crees qué este celoso?

—Totalmente—asiente con ojos de diversión—. Así que me vas a tener pegado a ti.

—Basta, va a pensar que somos algo y eso es lo que menos quiero—suelta bajito.

—¿No te divierte verlo celoso?—Jisung lo empuja divertido—. Si quiere algo contigo, debe apurarse si no te va a perder y debo decirte lo mismo. Están siendo unos tontos ambos.

Rueda los ojos sin decir nada porque quizás ambos lo son, ambos no son tan valientes y son orgullosos, poniendo el trabajo por encima de lo que sienten. Felix está aterrado de que su amor se rompa cuando alguno de los dos no consiga el puesto y son conscientes de que uno va a tenerlo.

Suspira centrándose en otra cosa, en lo que sus amigos hablan y menos en lo que sus miedos dicen. Jisung hace esto de pasarle la mano por los hombros manteniéndolo cerca, sabe lo divertido que está con poner a Chris celoso y Felix es cariñoso que se pega más a él y disfruta de la atención que tienen sobre él.

Después de unos minutos alza la cabeza cuando ve algunos compañeros levantarse. —¿Podemos ir a bailar?

—Claro, adelántate. Iré por una bebida.

Asiente levantándose y caminando por el lugar hasta que una mano lo toma del brazo. Felix sonríe rodando los ojos, esperando encontrar a Jisung, no a Chris, que abre sus ojos un tanto sorprendido y empezando a sentirse nervioso ante su toque y la mirada sobre él.

—¿Sucede algo?

—No, solo quería decirte que hoy luces precioso—Chris luce un poquito tímido, que por un momento lo toma de sorpresa, pero luego se sonroja.

—Gracias—susurra sonrojado—. Uhm debo irme, me están esperando.

—Tu novio, claro—suelta despectivamente.

Quiere soltarse a reír por la manera en que Chris luce irritado de un momento a otro y porque Jisung ha tenido razón, sin embargo, en vez de eso reprime una sonrisa y se sonroja dándose cuenta de que aún lo toma de la mano y no lo suelta, aún cuando le ha dicho que debe irse. Y debería estar totalmente enfadado porque Chris es indecisión, porque no lo entiende, no lo comprende del todo, pero esta maravillado y deslumbrado de tenerlo en frente.

Chris lo jala hacia un lugar más privado y parece a punto de decir algo pero al final cierra la boca.

—No es mi novio—rueda los ojos—. Ya te había dicho que no tenía, no seas molesto.

—Por favor, Felix.

—¿Qué?—se suelta de él cruzándose de brazos.

—Eres precioso y más está noche, debe haber alguien que te lo recuerde siempre—señala—. Además ese chico ha estado sobre ti toda la noche.

No puede evitar bajar la mirada al sentir lo caliente que están sus mejillas y la ganas que tiene de decirle que, aunque haya alguien ahí queriendo su atención, él solo quiere la de él, de nadie más. Sin embargo, no lo hace porque no quiere darle esa satisfacción y quiere ser él quien escuche esa palabra primero.

Alza la mirada ya un poco mejor, pero se siente tímido y odia que Chris lo haga sentir de esa manera.

—Es mi mejor amigo, ¿Okey?—comenta negando de manera divertida—. ¿Has estado tomando o algo así?

—Solo unas copas, pero eso no quiere decir que no piense que eres sumamente precioso, porque lo eres—Chris le acaricia la mano bajando poco a poco hasta tomarla y entrelazarlas.

Felix lo mira sorprendido porque está siendo un poco más honesto, más sincero, y porque de su boca salen cosas que lo ponen rojo y con el corazón latiéndole con rapidez, porque es la primera vez que suelta cosas de ese estilo y lo mira de esa manera en que no sabe cómo describir porque no es capaz de poner eso en palabras.

De un momento a otro Chris lo toma de la cintura jalándolo hasta él, hasta que sus pechos chocan y sus respiraciones se mezclan y se vuelven una sola. Felix alza la mirada sorprendido y abochornado, seguro Jisung debe estar buscándolo o ya se ha dado en qué situación se encuentra, no le importa en verdad.

—No te entiendo en absoluto, Chris.

—Tampoco me entiendo a mi mismo—susurra sobre sus labios, acariciándole la cintura de manera suave y delicada—. Lo único que sé, es que tengo ganas de besarte ahora mismo.

—También yo, mucho. Por favor, Chris.

Suplica mirándole los labios y sosteniéndose de sus brazos. Todo muere ahí, la cordura de Felix, los pensamientos que cruzan por su mente, todo cuando Chris lo besa. Primero, lentamente, con total calma, con cariño. Felix sonríe antes de llevar sus manos a su cuello y hacer de ese beso más profundo y más rápido y quizás toda esa valentía, toda esa locura, se deba al alcohol que han tomado porque en otra situación está sería la parte donde se habrían alejado.

Felix no se queja, en cambio suspira y puede notar que el castaño también lo está disfrutando, sus dedos pellizcando su cintura le hacen notarlo. El ojiazul se aleja solo para mirar sus labios hinchado y no tarda en volver a tomarlo y pegarlo más a él, como si no fuese suficiente la manera en que están ahora.

Jadea audiblemente sintiendo las manos de Chris colocarse debajo de su ropa, se aleja sorprendido y cierra los ojos cuando el ojiazul se encarga de besar húmedamente su cuello y él no hace nada por apartarlo, ni se le cruza por la cabeza hacerlo. Ese simple acto despierta cada sentimiento en su cuerpo y lo hace tomar a Chris con fuerza y dejar escapar gemidos bajos en su oído.

—Luces demasiado precioso esta noche, siempre lo haces, pero esta vez no puedo apartarme de ti.

—Chris.

—Y dejas escapar esos sonidos y no sabes lo que estás ocasionando en mi—Chris se aleja besando sus labios suavemente.

—Quiero...

La sonrisa arrogante que mira en Chris lo hace rodar los ojos y morderse los labios. Ese era el Chris de siempre y también del elevador, en estos momentos ve al mismo y solo quiere tantas cosas que no sabe por dónde empezar o como soltarlo sin sentir que sus mejillas van a explotar.

—¿Qué quieres, amor? Pídeme lo que sea.

Se le encienden los ojos. —Llévame a otro lugar.

—¿Puedo llevarte a tu departamento?—Chris se inclina susurrándole en el oído.

Ni siquiera tiene que responder, solo asiente y Chris lo toma de la mano sonriéndole de aquella manera en que tiene a Felix sonriendo igual de grande. Salen del lugar sin que nadie se de cuenta y el rizado sólo espera a que Jisung sepa dónde está y no los interrumpa. Incluso le deja un mensaje cuando Chris le abre la puerta de su auto y se sube recuperando su teléfono de su bolsillo para mandarle ese mensaje. Esta malditamente nervioso, demasiado, y ansioso más que nada, moviendo sus piernas hasta que Chris le toma la mano y la besa unas cuantas veces para colocar sus manos juntas en su muslos.

Mientras Chris maneja no puede pensar en otro cosa que no sea si su habitación está limpia, si no ha dejado ropa regada en el suelo, aunque quizás eso sea lo de menos cuando estén dentro. Muerde sus labios sonriendo con emoción, por primera vez beso a Chris y espera a que lo bese por más tiempo en su habitación y lo bese en otras partes.

Eso es lo que hacen cuando Chris abre la puerta de su habitación, mientras Felix lo sostiene del rostro a la vez que los dedos del ojiazul se encargan de sus ropas. Llegan a la cama con Felix totalmente desnudo y un Chris tratando de deshacerse de sus pantalones, tan pronto como lo logra se sube sobre Felix llevándolo abajo con los labios juntos y sus manos recorren la piel del rizado que tiene a su disposición. Suelta suspiros cuando reacciona al toque de Chris.

Gime con suavidad alejándose para mirar a Chris con los ojos cargados de deseo y amor, nada más, y los de él reflejan absolutamente lo mismo que no siente ningún miedo. Él castaño va dejando besos en su cuello que hacen que cierre los ojos por puro instinto y hunda sus dedos en el cabello de Chris y jala de ellos cuando siente los dientes del castaño morder y chupar con fuerza.

Cada parte de su cuerpo despierta y se siente sumamente caliente. Su habitación está a oscuras, ni siquiera se tomaron el tiempo de prender las luces, lo único que ilumina el lugar es la poca luz que entra en su ventana, con eso pueden lograr verse a los ojos y el cuerpo del otro. Felix desliza una de sus manos por la espalda de Chris antes de enterrar sus uñas ahí cuando Chris baja los besos y captura uno de sus pezones.

—Uhm, Chris, sí.

—Eso bebé, déjame escuchar cuanto te gusta—Chris alienta.

Abre los ojos sonriendo tontamente asintiendo y dejando caer la cabeza en las almohadas sintiendo la lengua de Chris moverse en círculos sobre su pezón. Es demasiado sensible y más cuando juegan con sus pezones y lo tocan de esa manera y más recordar que está haciendo todo esto con Chris.

El ojiazul es algo diferente, de manera buena. Felix está disfrutando tocar los tatuajes que se esparcen por su brazos, por su clavículas y le pareció haber notado uno en su trasero, pero está tan ocupado soltando sonidos y tocando a Chris que no quiere romper el ambiente y preguntar, incluso quizás tenga tiempo de mirarlo luego, una vez que acaben.

Y aún sigue pareciendo un sueño, pero la manera en que Chris está despertado cada cosa en él, lo hacen darse cuenta de cuan real es esto, de que ahora está a punto de tener sexo con Chris, con aquel precioso chico del ascensor y el idiota del trabajo. Podría reír, pero está demasiado ocupado gimiendo y hundiendo sus uñas en la piel del ojiazul. Demasiado nublado por las sensaciones.

Chris aleja los labios de ahí inclinándose para besarlo. Abre los labios dejando pasar la lengua de Chris y sostiene su sostiene su rostro con fuerza sin dejarlo escapar.

—No sabes cuándo he querido esto, cuando he querido tenerme para mí.

—¿Siempre?—suelta con la voz baja.

—Sí, desde el momento del ascensor, desde la primera vez que nos conocimos—Chris confiesa tomándolo del trasero para pegar sus erecciones—. Joder, voy a follarte ahora, Felix. Dime qué lo quieres, quiero escucharlo de tus labios, déjame tenerte.

—Lo quiero tanto, mucho—responde mordiendo sus labios—. También lo he querido el mismo tiempo que tú.

—Este bien, amor, comparto el sentimiento. Voy a prepararte primero, ¿Tienes...?

—En la primera caja de la mesita de noche.

Se sonroja cuando Chris mueve sus cejas de manera divertida y se inclina un poco para revisar ahí y Felix toma esa oportunidad para acariciar su pecho y delinear sus tatuajes y tocar su abdomen y cualquier parte que deseé.

—Rápido.

—Voy, amor, no seas tan impaciente déjame disfrutarte a mi tiempo—Chris sonríe tomando sus piernas para abrirlas—. Eres jodidamente precioso.

Toma un poco de lubricante entre sus dedos, lo suficientemente y empuja dos dedos en el interior de Felix. Suelta un largo quejido que luego se convierte en un gemido de placer cuando mueve sus dedos de manera lenta y profunda. Lo toma de los hombros soltando gemidos que llenan el espacio, de vez en cuando rascuña su hombro y enredar una de sus piernas detrás de él. En esos pocos minutos descubre que Chris ama escucharlo soltar sonidos de su boca, puede ver la manera en que aprieta su mano libre en algún lugar de su cuerpo y sonríe orgulloso.

Y ahora que los dedos del ojiazul se mueven con rudeza en su interior y está sintiendo cosquillas en cada parte de su cuerpo, no puede evitar retenerlo, que solo los deja escapar, además de que solo son ellos en la habitación, en el departamento, que no le importa en absoluto dejar escapar todo lo que quiere salir de sus labios.

—Más, más, Chris.

Chris no chista, no es capaz, solo cumple las peticiones de un rizado con mejillas encendidas, ojos vidriosos, labios rojos y húmedos.

Mueve las caderas acompañando los movimientos de Chris. En algún punto toma con fuerza los hombros del ojiazul, mientras esté deja que Felix se folle a sí mismo con sus dedos, cabalgándolos. Tan solo deja caer las caderas soltando gemidos altos y sus rizos danzan y se mueven a la par en que sus caderas lo hacen. Chris está encantado con la manera en que el rizado se ve ahora mismo, consiguiendo su propio placer y liderando sus propios movimientos y él solo es capaz de complacerlo.

—Eso es, mi amor. Eres un codicioso, un caprichoso.

—Lo soy, pero te quiero—Felix se atreve a soltar, ya ni siquiera le importa, está más que dispuesto a no dejarlo ir está noche.

—También lo hago. Luces especialmente bonito ahora mismo.

Deja caer la cabeza en el hombro de Chris deteniendo sus movimientos cansado, por lo que Chris sigue moviendo sus dedos dentro de él, hasta que besa sus labios sacando sus dedos y colocándose el condón a lo largo de su pene. Felix se queja tocándose y cerrándolo los ojos, no han hecho mucho pero está un poco exhausto.

Cuando Chris se coloca encima de él, es que abre las piernas y siente como de hunde dentro de él, a ambos les arranca gemidos y jadeos, que por un momento tienen que detenerse y respirar profundamente. Enreda sus largas piernas alrededor de Chris y besa su cuello. La sensación de tener a Chris dentro de él, es muy buena y tiene a Felix mordiendo sus labios asintiendo hacia él para que se empiece a mover. Chris lo hace colocando sus manos a los lados de su cabeza moviendo sus caderas de manera lenta y suave que tiene a Felix suspirando y disfrutando de las sensaciones que los abarcan.

—Dios, Chris.

—¿Se siente bien, no?—Chris pregunta besando su pecho y cuello suavemente.

—Sí, solo más rápido y más duro.

Chris le alza una ceja pero no tarda en cumplir sus peticiones tomándolo fuertemente de la cintura para moverse con rapidez y fuerte dentro de Felix. Los sonidos de sus pieles chocar inundan la habitación, así como los jadeos y suspiros que sueltan al paso, incluso la cama choca contra la pared y no tiene tiempo de sentirse avergonzado por pensar en que su vecina de al lado pueda escuchar, tan solo disfruta de la manera en que Chris de mueve y le arranca gemidos que son callados por los besos de Chris.

Hunde sus uñas en el hombro del castaño cuando realmente lo toma con fuerza y lo folla. Felix lo siente golpear que tiene que aferrarse a las sábanas para sentirse conectado a la tierra y los movimientos son malditamente buenos que lo tienen lloriqueando de placer, pero en ningún momento Chris se detiene solo lo folla de manera rápida y ruda. Sus movimientos son calculados tocando dónde hace que Felix arqueé la espalda y suelta un grito que tiene que callar con sus manos para no molestar a nadie, aún cuando están completamente solos.

—C-Chris, esto es tan malditamente bueno.

—Lo es, cariño, lo sé—Chris suelta disminuyendo sus penetraciones.

—Dios, solo vuélveme a follar de esa manera, por favor—se queja porque está tan cerca, lo puede sentir y necesita acabar.

—Tócate, amor, vamos—pide volviendo a follarlo de esa manera.

Felix logra encontrar las fuerzas para llevar su mano a su miembro y masturbarse rápidamente mientras Chris se mueve en su interior. Con tantas emociones que siente en ese momento que tiene que besar a Chris para callar cada cosa que sale de sus labios. No tarda en sentir aquella sensación familiar cuando está por venirse y solo basta unos cuantos movimientos de su mano para acabar y venirse sobre su mano y parte de su abdomen.

Chris le sonríe con calma moviéndose dentro de él unos minutos más y venirse dentro del condón. Felix cae en la cama sintiéndose extremadamente cansado y con las piernas temblándole, que no hace nada por levantarse y limpiarse. El ojiazul deshecha el condón en el bote del baño y camina hasta él con una toalla húmeda para limpiarle el estómago. Felix le agradece con la fuerza que tiene.

Cuando está todo en orden, Chris se desliza debajo de las sabanas y lo atrae a él, Felix coloca su cabeza en su pecho y lo abraza comenzándole a pesar los ojos del sueño y del cansancio. No dicen nada, tan solo permanecen en la cama escuchando sus propias respiraciones calmarse y caer dormidos en los brazos del otro. Sin duda duermen cómodos y cálidos, con la habitación a oscuras y sonrisas satisfechas descansando en sus rostro.

Cuando abre sus ojos lentamente tratando de adecuarse a la luz que entra por las ventanas, es que nota que algo va mal, porque no hay nadie sosteniéndolo en sus brazos, porque el espacio caliente a su lado se ha vuelto frío y porque está completamente solo en la habitación. Se pasa las manos por los ojos mirando el espacio vacío en la cama y luego mira alrededor buscando una señal de que Chris haya ido al baño o por un vaso de agua, pero no hay nada, ha amanecido solo y Chris se ha ido. No debería sorprender a este punto, pero lo hace.

Se deja caer en la cama nuevamente hundiendo su rostro ahí sintiendo las lágrimas caer y manchar sus bonitas almohadas. No debería sentir el dolor en su pecho, la decepción de despertar solo, porque es Chris y él siempre olvida todo al momento o al día siguiente, pero está llorando y lo único que había querido era despertar entre los brazos del ojiazul, quizás luego otra ronda de sexo y un baño, para después desayunar juntos en la mesa de la cocina y si eran valientes confesar sus verdaderos sentimientos, eso es lo que esperaba al despertarse, no una cama vacía y fría.

Se permite llorar un rato, sollozando alto para después sentarse en la cama y quitarse las lágrimas. Los recuerdos de anoche deberían hacerlo sonrojarse, sonreír como un bobo, pero lo único que le ocasionan es que llore de nuevo, que algunas lágrimas se deslicen lentamente por sus mejillas. Con todo eso, alcanza su teléfono con la vista nublada y revisa sus mensajes con la absurda idea de que posiblemente ha tenido un problema o ha tenido que irse de emergencia, pero no hay. Sin embargo, se queda en la cama esperando por ese mensaje y cuando pasan dos horas cree que ya es momento de salir de la cama.

Después de esto va a mantener su límites con Chris, ya no va a permitir que lo confunda e ilusione de esa manera, ya no va a dejar que lo toque, que lo bese, que lo folle y luego lo deje de esta manera.

Camina hasta el baño para tomar una ducha en la que no evita llorar de nuevo y se siente tonto al pensar que las cosas iban hacer diferente está vez. Pensó que ese momento que tuvieron anoche los haría acercarse y confesar lo que sentían, pero ahora simplemente está dudando de que alguna vez Chris sintiera algo por él o solo lo está tratando de confundir y de alguna manera afecte a su desempeño laboral. Quizás solo es un plan de Chris y la sola idea lo hace abrazarse a sí mismo y llorar en silencio. Lo deja salir y luego se baña con tranquilidad para salir del baño y envolverse en una bata suave mientras camina a la cocina.

Se detiene a la mitad del camino cuando su teléfono suena en su habitación y con esperanza camina hasta la habitación y toma el teléfono contentando sin checar quién es antes.

—Diga.

Y no sabe cómo sentirse al respecto, no sabe si sentirse decepcionado porque no es Chris o sentirse feliz porque la empresa que más ama en el mundo y su primera opción lo está llamando en este instante. Se sienta lentamente en la cama escuchando atentamente todo lo que dicen y una sonrisa emocionada se abre paso en su rostro suave.

Cuando termina la llamada, soltando algunas palabras atropelladas al paso busca el contacto de Jisung para llevarse el teléfono a la oreja mientras mueve su pie nerviosamente. Todo rastro de tristeza se esfuma por el momento y solo se centra en lo que tiene que decirle a su amigo.

—¡Felix! Hasta qué llamas, dios mío—su amigo no le permite hablar—. Solo porque te vi salir de la mano de Chris, sino me habría preocupado y tampoco quise molestarlos anoche, seguro me matabas.

—Eso no importa, ahora. Escucha.

—Lo hago, dime—se calla.

—Me llamaron de la empresa y me dieron el puesto—chilla emocionado—. De la empresa, Jisung.

—¡Por dios!—suelta igual de emocionado Jisung—. Eso es genial, estoy muy feliz por ti, solo esperaron mucho tiempo para llamarte. ¿Qué harás con el trabajo qué tienes ahora?

—Claramente voy a renunciar.

Se deja caer de nuevo en la cama, está vez emocionado y sintiendo un poquito de esperanza iluminar su vida, quizás las cosas en su vida amorosa están yendo mal, pero había esperado demasiado esto que no sabe cómo sentirse en esos momentos. Y sabe lo triste que será despedirse de Lily y de SeungMin y de los compañeros que ha hecho en la empresa y sobre todo le será difícil no ver a Chris cada día o enfadarse con él, pero ahora con lo que ha pasado entre ellos, esto lo ha salvado porque no será capaz de mirarlo a los ojos sin sentir esa presión en su pecho o querer preguntar cosas.

Esto le ha dado un motivo para no volver a Chris y aunque le duela va hacerlo. Aún cuando consiga un nuevo trabajo quiere seguir viendo a Lily y a SeungMin, quienes se han convertido en sus amigos más queridos.

—¿Ya les has dicho a Chris? ¿Está ahora mismo ahí?

Y los ojos se le llenan de lágrimas y todo es culpa de Jisung por recordarlo, aunque debe echarle toda la culpa a Chris por dejarlo solo cuando han tenido una noche maravillosa.

—No me hables de él—su voz no debió de sonar entre cortada, pero simplemente esta sensible con estás emociones cambiantes de un momento a otro.

—¿Qué sucedió?

—Tuvimos sexo, luego nos abrazamos y me ha dejado solo Jisung—solloza—. Se ha ido.

Estaba dispuesto a olvidarlo, olvidar por completo esa noche pero no puede simplemente pretender que no sucedió, que no le duele en el alma que las cosas no hayan sucedido como él habría querido.

—Mierda, lo siento mucho, Felix—Jisung se disculpa.

—Está bien, no sabías y yo no debí de sorprenderme—se limpia las lágrimas riendo con tristeza—. Pero ahora tengo ese empleo y no tendré que verlo de nuevo y- y no debería estar llorando pero lo hago, me duele, porque estoy enamorado de él y se ha ido.

Se derrumba de un momento a otro y pensó que ya no tenía lágrimas, pero cuan equivocado estaba, porque ahora está llorando sobre su cama a pesar de que le han dado ese empleo que tanto ha soñado que había esperado y que había dado por perdido, pero se lo han dado, pero lo único que hace es llorar por un hombre de ojos azules, tatuajes decorando su piel acaramelada, que lo ha dejado solo al día siguiente de haber tenido una magnífica noche.

Puede escuchar la respiración de su amigo y posiblemente buscando las palabras adecuadas para hacerlo sentir mejor, pero ni él sabe que sentir primero; si sentirse miserable y emocionado por su nuevo empleo, y solo pensar en que aún debe ir a la empresa y recoger sus cosas lo hacen desear no hacerlo o no encontrarse con Chris, no va a soportarlo ver a los ojos sin lanzarse a llorar o odiarlo con todas sus fuerzas. O brincar de alegría.

—Pero ánimo, Felix, conseguiste el empleo de tus sueños y debemos celebrar.

—No tengo ánimos para hacerlo y no tengo ganas de salir—murmura.

—Aun así debemos de celebrar. Tú quédate en la cama y en unos minutos estaré ahí con unas latas de cerveza o helado y comida caliente—suelta Jisung.

—Bien, solo por la comida y porque no quiero estar solo está noche—suelta.

Cuelga la llamada y llora un poquito más, pero se obliga a quitarse las lágrimas para cambiarse a una ropa cómoda y holgada. Cuando Jisung viene a su departamento se abraza de él por un buen tiempo, pero nunca olvida los recuerdos de anoche ni mucho menos aún sentir como las manos de Chris lo acariciaban con suavidad, deseo y tanto reflejando en sus ojos que Felix ya no sabe si es real o nunca lo fue.

Suspira colocando la caja sobre su escritorio para empezar a guardar sus cosas dentro de ahí. Esta triste sí, porque se ha encariñado un poco con los compañeros que ha hecho aquí, sobre todo Lily y SeungMin que ya se ha despedido de ellos, recibiendo largos abrazos y promesas de verse un día a la semana. También se había despedido de los demás, incluso de YeonJun que parecía un poco triste y decaído pero que le deseo buenos deseos que lo hicieron sentirse un poco mal, porque le hubiese gustado enamorarse de él y no de Bang. Sin embargo, no se ha despedido de Chris ni siquiera lo ha visto, pero sabe que está en su oficina y no se va a atrever a ir y despedirse, no vale la pena y no cree que ayude verlo en esos momentos.

Camina hasta las carpetas que están en una de las cejas de su escritorio para meterlo dentro de las cajas. Realmente no tiene muchas cosas y en parte le alegra porque solo ha estado en esa oficina tres semanas enteras y no había querido decorar mucho sin saber si realmente iba a quedarse con el puesto, pero cuando le den su oficina de manera oficial en la otra empresa va a decorar a su gusto para sentirse mejor y más cómodo. Esta demasiado emocionado en conocer la empresa y ver su oficina, conocer a nueva gente, nuevos compañeros de trabajo.

Sonríe melancólico acariciando el borde de la caja. Esta por tomar de la caja y salir de ahí e ir a casa pero un toque en la puerta abierta lo hace darse la vuelta y pasar saliva y tensarse al encontrar a Chris luciendo una mueca.

—Felix.

—¿Necesitas algo?—se da la vuelta para aguantar las lágrimas porque los recuerdos inundan el lugar.

—Quería hablar contigo—Chris murmura mirando la caja—. ¿Qué haces?

—Guardando mis cosas, ya debo irme, se me está haciendo un poco tarde—se encoge de brazos aún sin atreverse a verlo a los ojos nuevamente.

Esta siendo muy difícil, demasiado. Ni siquiera tiene la fuerza para atreverse a verlo a los ojos sin sentir que podía romperse frente a él y lo menos que quiere que sepa que le afecta, que la noche que pasaron juntos significó mucho para él.

—¿Por qué?—Chris lo sostiene el brazo obligándolo a verlo.

Felix desvía la mirada sintiendo un nudo en la garganta, no quiere verlo a los ojos, solo quiere irse de ahí y olvidarse de que Chris existía. Por una fracción de segundo lo hace, alza la mirada, fue tan efímera que no pudo prestar atención a lo que reflejaban sus ojos y tal vez era mejor así, no quiere lastimarse más de lo que ya está.

Aleja su mano de manera brusca y toma la caja antes de por fin atreverse a sostenerle la mirada, solo se centra en lo que siente. No hay nada más que enojo y decepción.

—Eso que más da—suelta caminando hacia afuera pero Chris lo toma de la mano—. Deberías estar feliz, te has quedado con el puesto y ya no te estorbare en tu camino.

—Felix—murmura apretando su mano—. Sabes que no lo quería de esta manera.

—Da igual—se aleja de su toque con voz enfadada—. Incluso creo que todo lo que has hecho ha sido parte de tu plan y sinceramente estoy cansado de todo esto.

Se da la vuelta caminando hasta el ascensor sin escuchar lo que Chris dice detrás de él, solo sigue su paso aún cuando el ojiazul lo está siguiendo soltando cosas que no quiere escuchar y que en verdad no le interesan en ese momento. No va a dejarse envolver por Chris de nuevo, no va a caer en sus juegos. Aguanta un sollozo tocando con fuerza los botones del ascensor esperando que se abran las puertas. Inevitablemente Chris llega y lo toma del brazo y le da la vuelta.

Y Felix no desea más que nada que las puertas del ascensor se abran y pueda irse de ahí, porque aunque le cueste admitirlo ha caído por completo por ese par de ojos azul eléctrico que lo han estado persiguiendo incluso en sus pesadillas.

—¿De qué mierda hablas?

—¡Basta, Chris! Simplemente déjame ir—pide—. No importa porque he renunciado, solo debe importarte que vas a quedarte con el puesto.

—Lo sé, lo has repetido muchas veces—dice irritado soltado un resoplido cuando las puertas del ascensor se abren, pero en ningún momento lo suelta—. Lo que quiero decir, es que no debes irte así, Felix, por dios eres increíble en lo que haces y-

Lo empuja con una mano y con la otra sostiene la caja en su pecho. —Es que tú no entiendes, ¿Verdad? Solo déjame ir.

—Felix...

—Déjame, Chris, solo hazlo.

Y no debería sentir cada pedazo de su corazón rompiéndose cuando Chris lo suelta porque él se lo ha pedido y ha cumplido sus peticiones, pero en el fondo había deseado que no lo hiciera, que no lo soltará, porque Felix está enamorado hasta el fondo que duele tanto y porque de nuevo creyó que Chris podía decir algo y arreglar lo que está mal con ellos, pero siempre ha sido un tonto por esperar cosas de Chris.

Lo ha soltado y no hay marcha atrás. Felix se da la vuelta entrando al ascensor y es tan difícil aguantarse las lágrimas, porque sostiene la mirada de Chris hasta que las puertas se cierran y se echa a llorar abrazando la caja sobre su pecho y poco le importa que las lágrimas caigan sobre sus cosas porque está destrozado, tiene el corazón roto.

Simplemente está decepcionado de Chris.

Esta sencillamente disfrutando de los pocos días que tiene antes de empezar en su nuevo trabajo y quiere tener todo listo y no entrar en una crisis y hacer un caos en la mañana antes de irse a trabajar y se ha dado cuenta de que le faltan algunas cosas en casa y de las cuales carece, porque no he tenido un día para hacer compras de manera decente y eso es lo que hizo hoy. Primero despertó un poco más tarde de lo usual, hizo un poco de yoga y desayuno algo rápido y en ese instante es que se ha dado cuenta de que debe hacer las comprar y de paso buscar una excusa para ocupar su tiempo y su cabeza en otra cosa que no sea sentir como su corazón está roto y recordar cada momento con Chris, aun cuando algunos momentos no fueron de los más bonitos o simplemente pensar no termino como hubiese deseado.

Y no quiere recordar la última vez que ha visto a Chris porque se siente mucho peor. Deja salir un suspiro largo tomando las bolsas de compras entre sus manos caminando hasta el ascensor y llegar a su piso, cuando lo hace distraídamente busca su llave entre las cosas y cuando alza la mirada no se espera a verlo y porque está confundido de verlo recargado en su puerta.

Parpadea un par de veces procesando que está ahí y que ha pensando mal, que no iba a volver a verlo, pero ahí está recargado en la pared despreocupado y con los pensamientos en otra parte hasta que sus miradas se encuentran y Felix niega tomando la llave con fuerza y pasando de largo de Chris metiendo la llave dentro pero el castaño lo toma del antebrazo.

—Felix.

—¿ Qué es lo qué quieres? Creo que fui lo suficientemente claro aquel día—suelta un suspiro mirándolo, dejando la llave en la puerta.

—Solo quería saber porque renunciase tan así—Chris intenta acercarse pero Felix pone distancia entre ellos.

Y no había nada que más quiera, que tocar a Chris, de abrazarlo, de sentir que no es el único que muere de amor entre ellos dos, pero no va hacer un tonto para caer de nuevo y debe ser fuerte y poner su razonamiento antes de que lo que ocasiona su corazón estando cerca del ojiazul, porque ha seguido a su corazón, a lo que los latidos resonando en sus oídos le dicen, y ¿Cómo ha salido? Mal y absolutamente mal, y Felix ya no va caer, aún cuando parece que los ojos de Chris son demasiado profundos como para ahogarse en el mar que tiene ahí.

Niega resoplando, solo quiere entrar a su casa y olvidarse de Chris. Estaba dispuesto, pero nunca esperó que Chris estuviera frente a él y lo esté afectando de esta manera.

—¡Bien!—rueda los ojos irritado—. Me ofrecieron un trabajo en la empresa de mis sueños. Básicamente por eso.

—Felix, eso es genial—Chris exclama buscando su mano—. Felicidades.

—Gracias—dice sin emoción alejando su mano de Chris. Se gira hacia la puerta—. Ahora que sabes, ya puedes irte.

—Mira, Felix, escucha.

Resopla cansado de esta charla, se gira hacia Chris. —En verdad, Chris, estoy algo ocupado.

—¿No vas a escucharme?

—Ya lo he hecho y ya debo entrar—señala desviando la mirada para no tener que mirar a Chris.

Chris asiente alejándose de Felix y solo suelta un: "suerte con todo" y se va. El rizado suelta el aire antes de negar y no deja que le afecte de nuevo. Abre la puerta entrando y cuando cierra la puerta no puede evitar sentirse mal y odia, odia que Chris venga a si de la nada, cuando él ya estaba haciéndose la idea de no volverlo a verlo, de eliminar cada recuerdo que tenían juntos, pero viene y le revuelve todo, incluso sus sentimientos y su corazón.

Recarga la cabeza en la puerta llevándose la mano al pecho mientras siente como su vista se nubla y no está dispuesto a llorar de nuevo, por lo que se quita las lágrimas y sigue con su día como si no hubiese visto a Chris.

Se sorprende encontrar un arreglo de flores en la puerta. Está a punto de salir al trabajo cuando lo ve, ahí en el suelo. Se agacha tomándolo entre sus brazos y sonríe acariciando los pétalos de las flores, busca alguna nota en alguna parte, pero solo son las flores nada más. Se toma unos minutos para colocarlo en alguna parte de su departamento y decide ponerla en la ventana de la cocina, porque el sol da directo hacia ahí y estará perfecta justo en ese punto de la casa.

Cuando entra a su auto manejando hacia su trabajo es que coloca en alta voz la llamada esperando que Jisung conteste.

—Buenos días, Felix. Estaba a punto de llamarte.

—Jisung, no debiste, las flores son preciosas pero en serio-

—¿De qué flores hablas?—Jisung pregunta confundido. Felix frunce su ceño.

—Las flores que dejaron en mi puerta está mañana—Felix dice sutilmente—. Hace unos minutos. ¿No has sido tú?

—No, no fui—Jisung dice rápidamente antes de escuchar su tono divertido y risueño— A menos que tengas algún admirador y no me hayas dicho.

Rueda los ojos con cariño. —No, Jisung. Seguro mi madre los ha enviado o Lily. Como sea, debo colgar estoy yendo al trabajo.

—Claro. ¡Mucha suerte, Felix!

Es lo último que dice antes de que la llamada finalice. Felix suspira un poco confundido por las flores y porque estás no tenían alguna nota o algo parecido. Y mucho menos logra pensar explicación para las flores del día siguiente o la de toda la semana, incluso de esos dulces, pero el viernes que está en la cama después de una semana larga es que piensa en Chris y en qué quizás él ha sido el causante de todos esos lindos detalles y no quiere sonreír, pero lo hace y eso no es nada bueno.

De un momento a otro se detiene camino a su departamento, sus manos le tiemblan y el corazón le palpita más rápido que de costumbre, pero ya debe ser familiar el sentimiento, ya no debe sorprender la magnitud de como lo coloca la sola presencia de Chris en la habitación y en verdad no se esperaba encontrar a Chris, a la persona que por alguna extraña razón que desconoce en esos momentos, ha estado enviándole flores, colocándole notas bonitas e incluso tratando de engordarlo con esos dulces que Felix no puede evitar llevarse a la boca cuando está viendo una película en la cama o en sofá, porque ha sido una semana verdaderamente difícil porque no está la presencia de Chris en su vida y debería ser tonto, porque ha vivido sin el ojiazul gran parte de su vida y suena tan loco que cree que él es el problema, pero el problema es que se ha enamorado, demasiado, y no hay forma de que un día a otro esos sentimientos desaparezcan, no la hay.

A este punto no sabe que sentir, que pensar o cómo actuar delante de él, porque le ha calentado tanto el corazón y lo ha puesto en una situación en que se odia a sí mismo pero sonríe como un idiota cuando encuentra esas cosas al abrir la puerta en las mañanas. Y es un tonto por sentirse contento con su visita, pero aún se mantiene fuerte ante sus propios sentimientos y deseos, aún cuando se sienten más fuertes de lo que su sentido común y razonamiento son.

Rompe la distancia solo para jugar con las llaves, buscando la correcta para poder abrir la puerta y para darle tiempo a Chris que diga algo.

—Felix—suelta suavemente—. ¿Te han gustado las flores?

—¿Cuál de todas?—suelta con un tono de irritación que solo es para aparentar porque se encuentra enamorado en esos momentos.

—Bueno... ¿Todas?

—Sí, uhm... han sido todas muy lindas, gracias—confiesa sonrojándose aunque no lo intente—. Pero no debiste.

—Pensé que serían para la buena suerte en tu primera semana de trabajo—Chris dice con una sonrisa tímida y suave—. Por cierto, ¿Qué tal ha ido?

No sabe a dónde quiere llegar Chris con todas esas preguntas, con todos esos bonitos detalles que ha dejado en su puerta cada día desde la primera vez, porque ha tenido oportunidad de hacerlo antes y escoge el peor momento para hacerlo, porque ya no sabe cómo reaccionar.

Se encoge de hombros y deja salir una sonrisa emocionada, porque ama hablar de su trabajo y de lo orgulloso que está consigo mismo y más si lo hace con la persona de la cual está enamorado y los orbes azules lucen sinceros y emocionados, tanto como Felix, casi orgullosos.

—Demasiado bien. Siempre he querido ese empleo y todos han sido muy cálidos y lindos—suelta jugando con sus dedos.

—Y luces contento—Chris da unos pasos más cerca y desliza su mano con la suya, no las entrelaza, solo toca sus dedos con tanta suavidad que no se siente, pero por las cosquillas y los latidos de su corazón le hacen darse cuenta de que el toque es tan real, tan real como ellos mismos.

—Lo estoy.

Quizás no tanto.

—¿Sabes? Creo que todos te extrañan en la empresa, Lily y SeungMin lo hacen y debo de admitir que yo soy el que más te extraña.

Baja la mirada chasqueando la lengua. —No lo parece.

Siente a Chris entrar en su espacio personal y no debería dejarlo, pero el toque es tan familiar y tan bueno que cierra los ojos cuando el ojiazul lo toma de la cintura y lo abraza. Olisquea sus rizos, que lo hacen sonreír de las cosquillas pero no se permite reír, deja que lo toque unos largos segundos antes de negar y alejarlo, empujando su pecho con algo de fuerza.

—¿Solo has venido por esto?

—En realidad quiero hablar contigo, ¿Crees qué podamos entrar?—pide.

—No, Chris—niega—. Si vas a decir algo, dilo ahora y aquí mismo, y si no vete porque tengo cosas importantes que hacer.

Se cruza de brazos recargándose en la puerta y agradece que el pasillo donde está su departamento este vacío y que nadie pueda interrumpirlos o hacerlo sonrojar de la vergüenza.

Se fija en Chris, su mandíbula se siente tensa así como sus brazo, sus ojos lucen un tanto cansado que por un momento se preocupa y la necesidad de llevarlo adentro para acostarlo en la cama y llevarle una taza de té son demasiadas, pero no sabe que va a decir Chris.

—Perdóname, Felix, por absolutamente todo—se pasa las manos por el cabello—. Por tratarte de esa manera, por confundirte, por dejarte ese día, por... Por hacerte creer que no siento nada por ti.

Chris vuelve a entrar a su espacio pero no hace nada por alejarlo. El ojiazul junta sus frentes y alcanza su mano para colocarla sobre su pecho, sobre su corazón y Felix se muerde los labios para no llorar ahí mismo porque el corazón del ojiazul está como loco, lo puede sentir y lo entiende, el suyo está de la misma manera.

Odia lo vulnerable y pequeño que se siente ahora mismo, pero ama la manera que en los brazos de Chris se siente el ser más especial, amado y protegido, porque en sus brazos no piensa en nada más que solo en aquellos bonitos sentimientos.

—Estaba asustado, me asusté, porque en ese momento era más importante mi trabajo, conseguir ese trabajo que no me importó lo que yo sentía. Trataba de reprimir mis sentimientos hacia a ti que me termine dañando y lo más importante dañándote—Chris le besa la mano—. Y comprendí que no quiero nada de eso, no si no voy a tenerme a mi lado. Lo entendí cuando te deje, pero ya era demasiado tarde y no quería asustarte.

—Chris.

—Shh, escucha—pide—. Iba a renunciar, el día en que estabas empacando, iba a decirte lo que planeaba hacer, a confesarte lo que sentía, a pedirte disculpas. Quería hablar primero contigo, porque no quería hacerte pensar que te deje el camino libre porque sé que eres lo suficientemente bueno para conseguir ese empleo por tus propios méritos y no de esa manera, pero no quería seguir compitiendo si no iba a tenerme a mi lado. Y lo siento tanto, y está bien si no me perdonas, solo quiero que algo te quede bien claro, Felix, no estoy dispuesto a perderte y haré lo que sea para conseguir tu amor de nuevo. Esas flores es el comienzo de que planeo hacerlo.

—Dios, Chris.

—En serio, Felix—el ojiazul beso su mejilla—. Voy a conseguir tu amor de nuevo, aún si me tomé mil años.

—Eso no es posible—ríe con los ojos llenos de lágrimas.

—Oh, vamos, no me desanimes.

—No es posible—repite sobre sus labios—. No lo es... porque aún tienes mi amor, aun cuando has sido un idiota todo este tiempo.

—Felix, si lo repites de nuevo voy, voy a besarte y no hay marcha atrás.

—Aun tienes mi amor—repite con los ojos cerrados.

Desliza sus manos detrás del cuello de Chris esperando ese ansiado, que solo lo quiere ahora mismo, después pueden discutir lo demás, aún tienen cosas que hablar. Suspira aliviado cuando Chris lo besa suavemente abrazándolo de la cintura y empujándolo a la puerta, como si no quisiera dejarle dónde escapar y Felix no lo piensa hacer, ya no quiere escapar, ya no piensa estar lejos de Chris otra vez. Lo único que quiere es sentirse amado por él y amarlo.

Jadea cuando Chris lo besa profundamente llevando sus manos debajo de la ropa y entiende que no va a ser un beso romántico, suave y apasionado porque han anhelado esto mucho tiempo que se besan con profundidad y fuerza.

—Amor, abre la puerta—Chris dice sobre sus labios sin dejarse de besar—. ¿O quieres darles un espectáculo a los vecinos?

Felix se aleja alarmado mirando por todos lados, pero se alivia al ver que todavía no hay nadie. Se limpia la saliva de sus labios y se da la vuelta para abrir la puerta lo más rápido que puede. Chris se encarga de cerrar para caminar hacia él y tomarlo de la cintura. Enreda sus brazos en su cuello y busca sus labios. Se besan despacio está vez, sabiendo que no van a estar lejos del otro nuevamente.

Chris lo empuja obligándolo a continuar sintiendo sus manos buscar los botones de su camisa y Felix se aleja sin alejar sus brazos a su alrededor.

—Espera—intenta capturar el aire que le falta.

—¿Qué sucede?

—¿Te vas a quedar?—pregunta ahora.

—Lo haré, amor.

—¿Vendrás a visitarme un par de días a la semana?—Chris parece un tanto confundido y divertido ante las preguntas, pero aún así le acaricia las caderas y acerca sus frentes.

—Sí.

—¿Podré ir a visitarte al trabajo y besarte cuando yo quiera?

—Eso suena a algo que yo haría también—confiesa besando los labios de Felix.

El rizado se deja besar un ratito, muy pequeñito, antes de alejarse de nuevo y mirarlo.

—¿Me llamaras novio?

—Me gusta como suena eso.

Felix sonríe sin poder evitarlo, a él también le gustaría poder llamar Chris, suyo, su novio. Simplemente no quiere que al final de la noche se vaya, no de la manera en que tomen caminos distintos, eso no le importa, lo único que no quiere es volver a lo mismo, de Chris no sabiendo lo que quiere y ser dejado sin respuesta aparente, aunque ahora no va hacer así, el ojiazul se está encargando de recordarle que no va a dejarlo, no de nuevo.

Cepilla sus narices con suavidad. —¿Me presentarás a tu familia?

—Sin dudarlo.

—Entonces si quiero ser tu novio—alza la mirada mordiéndose los labios para contener una sonrisa enamorada.

—No te estaba preguntando, Lee, tu dejaste escapar todas esas preguntas.

Rueda los ojos ante la terquedad y el mismo tono que usaba cuando trabajan juntos. Sin embargo, suelta una risa y una sonrisa se extiende en su rostro negando varias veces. Le alegra escuchar a Chris de nuevo, solo que esta vez están juntos.

—Pero tú también quieres. Tú también me quieres de esa manera.

—Te quiero de todas las maneras posibles, amor. Quiero todo de lo que tú quieras y si ser novios, esposos o cualquier cosa es lo que implica, no daré objeción alguna, porque también es lo que yo quiero—Chris lo envuelve besando su cuello.

—Bien, por el momento novios suena bien.

Jadea audiblemente sobre la oreja de Chris, con aquel sonido activa al castaño y sus labios se encuentrsn una vez más en esos pocos minutos que han confesado sus sentimientos y Felix ya está más calmado, más enamorado al discutir unos cuantos detalles y saber que Chris lo quiere, lo quiere de la manera en que él lo hace y está vez no hay nada de miedo cuando su novio lo lleva a la habitación. Se besan bajo las sabanas, se aman debajo de ellas. Solo hay algo diferente en todo esto; despierta en los brazos de Chris.

Un par de días después por fin visita la empresa abrazando a SeungMin y a Lily con fuerza y sonríe cuando besa a Chris. Y quizás no les tomo mucho por sorpresa a los demás, porque han sido los únicos tontos al pretender que no se querían.

FIN.

¡muchas gracias por leer!

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