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Aquel día donde el albino se había quedado solo con el castaño por un castigo, fue el ultimo en donde volvió a saber de este, nuevamente había desaparecido el mayor, llevaba tres o cuatro días sin asistir a la escuela, aun que su hermana y primas las veía de vez en cuando, al chico no lo volvió a ver, se le hizo algo extraño e incluso llego a pensar que estaba enfermo, pero no fue así, ya que trato de acercarse tanto a su hermana como a su prima para saber si le había pasado algo, pero ambas lo evitaban.
Era un día nublado y con brisa en la escuela, no era muy agradable que digamos, ya que la temperatura parecía que descendía cada vez más, incluso había poca luz solar, haciendo de este un día muy "oscuro", las nubes grises sin duda no parecían que fueran a desaparecer.
Un albino había despertado aquella mañana con algo de fiebre, sin embargo lo dejo pasar y fue a la escuela junto a sus familiares.
Al llegar al salón nuevamente noto que el castaño no estaba, ya no le tomo importancia, sobre todo por que no se sentía bien completamente, no podía concentrarse por su estado de salud.
Más tarde, el albino salía de clases con una apariencia decaída por su falta de fuerzas y su salud delicada, esto no paso desapercibido por sus primos, quienes se angustiaron al verlo en este estado, en la mañana ya habían visto que no se sentía bien e incluso le sugirieron que se quedara, sin embargo, este se negó y dijo que pronto se recuperaría, no fue así, ahora estaba peor que en la mañana.
—¿Estas bien?
—te dije que debías quedarte en casa
—cubriendo su cuello con su suéter— estaré bien
—no parece, te ves algo...
—enfermo y lo esta, lo mejor era que te quedaras
—no pasa nada, además el clima no ayuda mucho
—por cierto, ¿Han visto a los primitos?
—negado—.
—¿Habrán venido?
—niega— ....otra vez no llego a clases... Su hermana me estuvo evitando y su prima también...
—sentándose a su lado— ¿Por qué actuaran así? ¿Sabes si les paso algo?
—se encoge de hombros— no se, no me importa
Aquel tono que uso el albino no paso desapercibido por la chica, la cual comenzó a sospechar que algo había pasado, sin embargo no divagaría en el tema, pues estaba más preocupada por la salud del chico que por el otro tema.
—¿Será que ya no va a venir?
—es el quinto día que falta
A lo lejos se escuchaban unas voces familiares, el grupo volteo a ver a donde pertenecían estas y lograron ver al trio de castaños, dos chicas discutían y en medio de ellas iba el castaño por el cual estaban preguntando segundos antes.
—te dije que llovería, había estado nublado esta semana y sin duda hoy no iba a ser la excepción
—okey tenías razón lo acepto...
Los tres se dirigieron a donde estaba el grupo de chicos y simplemente se sentaron con ellos, llamando la atención de estos, pues los recién llegados se sentaron como si nada.
Decidieron que lo mejor era dejar pasar eso y tratar de entender por que el de repente de su llegada y nueva actitud.
—buenos días
—buenos días
—hace frío ¿No?
—un poco
—yo tengo las puntas de mis dedos congeladas
—te da mucho frío, ¿Verdad?
—algo—mira a Hiro— tu también tienes frío ¿Verdad?... ¿Estas enfermo? Debiste quedarte en casa
—vez, te lo dije—viendo a Hiro—.
El albino no dijo nada, estaba más decaído que con ganas de contestar, el más alto del grupo en todo momento no aparto su mirada de este, no trato de disimular ni un poco y los demás lo notaron, más no le prestaron atención hasta que este se acerco al albino.
—oye, te vez muy mal... Incluso estas temblando
—estoy bien y no estoy enfermo—cortante—.
—pero hace frío y tu te enfermas fácil
El castaño no dijo más y se quito el abrigo que traía, poniéndolo sobre el menor, quien dejo de temblar al sentir la prenda cálida sobre él.
—póntelo, el clima no va a parar, hasta puede bajar más la temperatura
—pero estoy bien
—le acomoda mejor su abrigo— no, estabas temblando y no te vez bien, estas enfermo, debes cuidarte mejor
Los demás vieron esta acción algo curiosos, pero fue más la atención de una chica de ojos violeta al ver descubierto al chico, quien parecía que el frío no le afectaba para nada estando solo con una playera.
—Rigel ¿No tienes frío? Con solo esa playera el frío se sentiría de golpe
—niega— es muy raro que me de frío
—solo que no llueva, entonces si, estarás enfermo Hiro—viendo al mencionado—.
—niega—.
—no quiero ser grosero, pero...
Todos voltearon a ver al chico que había hablado repentinamente, poniendo atención a lo que fuera a decir.
—¿Por qué su repentina cercanía? Nos evitaron casi por cinco días y tu—ve a Rigel— ni si quiera venías a clases
La chica de ojos violeta le dio un pequeño codazo, pues la declaración había sido muy directa, los tres chicos se vieron entre si llamando la atención de los contrarios, quien notaron más que nada el nerviosismo del más alto.
—perdón por eso...
—estabamos algo ocupados y no queríamos molestar
—y yo... —ve al suelo— solo no pude asistir a clases... Problemas personales
Los chicos se miraron entre si y asintieron a lo dicho, tenían un poco de duda, pero no querían saber más, sobre todo por lo dicho del castaño que parecía hablar enserio.
[ .... ]
Más tarde durante las clases el albino se encontraba con su cabeza recostada en su mesa tratando de concentrarse, pero el ruido en el aula le afectaba y hacía que el dolor de cabeza que tenía en ese momento empeorara. Al terminar las clases el chico avanza con pasos inseguros a la salida pero por la multitud de gente acabo siendo empujado y antes de chocar con el suelo un castaño ya lo cargaba entre sus brazos.
—tranquilo no dejare que te caigas y estarás bien
—lo mira— ¿Uhm?
El chico no dijo nada y solo lo acomodo con cuidado en sus brazos, a lo lejos escucho a su hermana llegar corriendo, como siempre iban a irse juntos, pero esta, al ver que su hermano cargaba algo se acerco curiosa a ver.
—hermano...
—le interrumpe— empeoro... ¿Podrías buscar a sus primos? Yo me adelanto, Panda salió antes y ya ha de estar en casa...
—entiendo, no tardo y con cuidado
Asintió a lo dicho por su hermana antes de tomar camino a casa con el albino en brazos.
[ ..... ]
En todo el camino a casa estaba preocupado por la condición del menor, quien se había quedado dormido y parecía que la fiebre le aumentaba, agradeció haber llegado con bien, pues no quería que nada malo le sucediera al menor.
La puerta de la casa fue abierta en cuanto el llego, su prima ya sabia que él venía con el chico en brazos e iba a necesitar ayuda. Entro con cuidado y subió hasta su cuarto, colocó con cuidado al más chico sobre su cama cubriéndolo con una frazada de forma que no lo abrigara mucho y lo sofocara.
—sentado observándolo—.
—con un paño frío y agua— no se va a escapar—burlándose—.
—sin apartar vista—.
La chica rio un poco por su comportamiento y luego colocó el paño sobre la frente del menor para tratar de bajar la temperatura.
—espero Abby haya encontrado a sus primos
—asiente—.
El lugar quedo en silencio, solo se escuchaba cuando la chica mojaba el paño para cambiarlo y bajarle la temperatura al albino.
Minutos despues se podía sentir que la fiebre había bajando, pero eso no aseguraba que este fuera a estar completamente sano. El menor poco a poco fue despertando y abriendo sus ojos lentamente, acoplando su vista a la luz del lugar.
—murmura—...¿Dónde estoy?
—en nuestra casa...exactamente, el cuarto de Rigel
—se reincorpora— ¡¿Cómo-...
—lo interrumpe— Rigel... Te trajo cargando....
La chica se giro para tomar un plato con una taza de té y dársela al albino para que entrar en calor, más no sintió cuando este se había levantado chocando contra ella, y al momento de que ambos se tocaron el albino se convirtió en un pequeño ratón cayendo al suelo y dejando a la chica con el té encima.
—¡Lo siento! ¡¿Te quemaste o algo?!
La contraria no vio cuando este se había transformado y al no ver al chico se preocupo, luego simplemente bajo su vista hasta al suelo, encontrándose a un ratón albino tirado.
—la mira— esto no puede estar pasando...
[ .... ]
En la sala una chica se encontraba junto a su hermano, ambos trataban de buscar a los primos del albino, ya que la menor no los había encontrado en la escuela, por lo tanto, se le ocurrió la idea de buscar en el celular del chico algún número y cuando encontró un número de emergencia no dudo en marcarlo.
—que mal que no haya encontrado a sus primos—con el teléfono en el oído— por favor contesten....
Mientras tanto, en aquella gran residencia, en una habitación estaba un chico albino tirado en el sofá, recién había llegado de un viaje y ahora se encontraba ahí haciendo nada, al escuchar el teléfono de la casa sonar grito.
—asado de conejo ¡Contesta!
—sopórtalo Izumi... Seven se va en una semana, en un semana—susurrando— ¿Hola?
—"Hola... ¿Es la residencia Tachibana?"
—si ¿Quién habla?
—"soy Abigaele, amiga de Hiro ... Lo que pasa es que enfermo y esta con no...—es interrumpida"
—solo pasa la dirección ¿Quieres?—susurra—.
—"está bien, yo se la envió..."
—gracias vamos por él....—respondió la chica como último—.
Luego de haber colgado, la chica de cabellos castaños se giro para ver al albino que estaba acostado.
—susurra— lagartija inmunda vamos por la rata te explico en el camino
—está bien cosa rara
Dicho esto, ambos salieron de la habitación con rumbo a la dirección enviada por la chica.
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