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El día anterior para el castaño y sus intentos de conseguir lo que le pidieron su hermana y prima habían fallado, aun que aquel encuentro había sido mucho para él, pudo haberse aprovechado de eso y empezar con su mentira, pero había algo más en aquel albino que hizo que se arrepintiera, no quiso hablarlo con ninguna de las dos chicas, no quería tenerlas encima preguntando e insistiendo que lo hiciera de nuevo o que se acercara más a el chico.
Fuera de eso, el castaño se la paso todo el día de ayer pensando en el albino, el aura que había sentido las otras veces y de que el chico era un miembro del zodiaco chino, confirmando así sus sospechas, incluso decidió quedarse callado ante esa revelación y engañar a las chicas escusándose que tenía que investigar pero de otra forma, ya que si decía la vedad todo habría acabado para él, juntarse con ese chico que de alguna u otra forma hiso que le interesara le empezó a parecer buena idea, ahora solo faltaba ganarse su confianza.
La clase había comenzado en el grupo de ambos chicos, el maestro explicaba la clase de algebra, la cual no fue muy tomada en cuenta por el castaño así que para distraerse comenzó a molestar a cierto albino que se sentaba a su lado.
—en susurros— ¿Eres coreano?
Aquella pregunta fue claramente escuchada por el menor y eso solo significaba que iba a ser molestado el resto de la clase por el mayor, cosa que le molestaba, por lo tanto decidió ignorarlo.
—¿De por si eres callado o solo en clases?...—comentó buscando la atención del contrario, quien solo le ignoraba por cada palabra que decía— uhm...tu cabello es muy blanco, ¿Es natural?
—lo mira y le susurra— quisieras callarte
—...no, entonces ¿Es natural?
—si, si es natural—molesto—.
—pues me parece muy lindo
—con un ligero rubor— ....no digas eso tan de repente
—riendo— pero ¿Porqué no? podría decirte varias cosas que se me hacen lindas de ti en este momento
—viendo al profesor acercarse— Rigel...
—haber número-...
El castaño se vio interrumpido por un golpe del libro del profesor en su cabeza como regaño de no prestar atención a la clase.
—con el libro en mano— estará castigado por no prestar atención y su compañero lo ayudara, al finalizar las clases ambos limpiaran el salón—regresa al frente a seguir dando la clase—.
[ .... ]
Más tarde se ve a un albino caminar molesto por los pasillos y tras él al castaño tratando de llamar su atención, desde que había acabado la clase no quiso verlo en ningún momento, esto, por el castigo que se había ganado junto a su compañero, todo por que este no se había callado en ningún momento.
El más alto lo alcanzo a mitad del pasillo luego de haberlo perseguido durante un buen rato.
—vamos ratoncito no paso nada, solo es un castigo
—por culpa tuya
—okey acepto que fue mi culpa, pero no es para tanto
—nos toca limpiar el salón y además nos a dejado tarea extra
—en un susurro— ya estoy acostumbrado.... Pero hey, ratoncito no es para que me odies ¿o si?
—.....bien, pero nada de escaparte, me vas a ayudar, ¿Entendiste?
—asiente—.
El albino continuo su camino mezclándose con la multitud de los alumnos mientras el castaño se dirigió en camino contrario para ir en busca de su hermana, habían quedado como todos los días hablar a la hora del descanso, pero estas veces era más importante que se reunieran, aun seguí investigando sobre el zodiaco y era fundamental que se juntaran para hablar.
[ .... ]
El castaño no tardo mucho en encontrar a las dos chicas, ambas estaban desayunando en el patio de la escuela muy gustosamente cuando lo vieron llegar.
—¿Cómo te fue?
—bien ¿Y ustedes?
—todo tranquilo—destapando un jugo—.
El mayor asintió ante lo dicho, ambas lo vieron con duda, normalmente él siempre sacaba tema de conversación y nunca se callaba, pero ahora estaba más que serio observando a una dirección en especial.
—ve a la misma dirección— ¿Qué hiciste?
—sin apartar vista— que nos castigaran
—que mal, Hiro-san acabara siendo mal influenciado para cuando tu confirmes lo del zodiaco
—¿Eh?—sale de su transe— Ah... Si, lo del zodiaco
—lo mira detenidamente— si has estado investigando, ¿Verdad?
—la mira— claro que si, y ten por seguro que estando solos castigados voy a confirmarlo...
—¿Y luego....?
Aquella pregunta "¿Y luego?" Ya se había formado antes esa duda en su cabeza, ¿Qué iba a hacer luego de confirmar sus teorías? ¿Lo dejaría ir?... Él no estaba listo para dejarlo ir, a fin de cuentas, había sentido algo más, sin embargo entendía que no podía acercarse al albino, había razones de por medio que se lo impedían, era mejor aceptar la realidad.
—Ya no será nuestro problema—volviendo a ver a Hiro—.
Ambas chicas: si, seguro...
[ .... ]
Después de las clases, en el salón se encontraba un chico barriendo mientras otro limpiaba el pizarrón, ambos estaban en silencio cumpliendo au castigo dado por el profesor. El castaño no había hablado en toda la hora, incluso se le hizo raro al albino, quien ya estaba "acostumbrado" a siempre escucharlo hablar, pero en esta ocasión no era así, en parte agradecía su silencio, no quería tener que soportar las platicas extrañas y bromitas del más alto, sin embargo su silencio ya le incomodaba.
Seguía en sus pensamientos sumergido, no fue hasta que el castaño -quien seguía barriendo- lo sacó de su burbuja en un intento de entablar una conversación él, ignorando que aun tenían que limpiar el salón.
—no es tan malo estar castigado, te acostumbras
Recibió una mirada molesta del menor, cosa que le hizo encogerse en su lugar, pues el chico poseía unos ojos color rojizo que le hacían temblar y no de miedo.
—esta bien, ya entendí
—lo dudo—respondió sereno y en su rostro se forma un ligero puchero, acción que no pasó desprevenida por el castaño—.
—rié— que veo, un puchero... Que adorable
—no
—se acerca— ratoncito no te enojes, si quieres... Puedes dejar todo e irte, yo puedo terminar solo
—le da la espalda— no
Dio un pequeño salto al sentir como era abrazado por el contrario, no esperaba la acción de este pero no le incomodaba.
El mayor tampoco entendía el por que de su acción, más no se arrepentía, le gustaba la cercanía del albino y quería tenerlo con él.
—que extraño, creí que lo harías...¿Acaso quieres pasar tiempo conmigo?
—sin mirarlo— eso a ti no te importa
—de hecho... Yo diría que si, te recuerdo que tu me besaste el otro día y más aparte hiciste como si nada
—que llorón, solo fue un beso y tu te lo buscaste
—eso que, yo no te lo pedí, solo estaba molestando
—siempre estas molestando y para mi desgracia, siempre es a mi
—uy pues perdón señorito
El albino se soltó del abrazo y le pego con el trapo en la cara, se alejo del contrario para seguir con lo suyo, el castaño algo molesto se acerco al albino para tomarlo del brazo y hacer que lo mirara.
—eres molesto, no me agradas y también eres cruel.... Ojala no te hubiera molestado ese día...
—y yo no te hubiera besado y pareces niño con ese berrinche
Dicho esto, se soltó del agarre con fuerza para continuar con lo suyo, sin embargo el castaño reaccionó algo asustado, pues había echado a perder el progreso que ya tenía con el menor, ahora ya no tenía como seguir "investigando" la había regado.
Pasaron el resto del tiempo limpiando y cuando ya finalizaron empezaron a guardar sus cosas para salir de ahí.
Una castaña se hacía presente con otros chicos, estaban buscándolos para irse cada quien a casa.
—aquí están—abriendo el salón—.
—así que era cierto que estaban castigados
—lo veo y no lo creo
—asiente—.
—recargada en la pared— pido una disculpa, fue culpa del tarado de mi primo
—los mira— no me ayudes, en fin ya íbamos a salir—ve de reojo a Hiro—.
—tomando sus cosas y saliendo—.
—lo mira confundida— bueno, si ya no tienen más que hacer creo que podemos irnos
—si, ya vámonos
—nos vemos mañana—saliendo del salón junto a Ali y Kaito—.
—si, vayan con cuidado
—adiós
—nos vemos
Luego de despedirse, ambas chicas esperaron a que los otros se hayan ido por completo para empezar con una lluvia de preguntas al chico.
—¿Qué paso? ¿Ya sabes algo más?
—¿Descubriste otra pista? ¿Él es del zodiaco o tiene relación?
—¿Lograste engañarlo?
El castaño no podía articular palabra, le dolía de cierta forma aquellas preguntas y sobre todo lo que había pasado minutos atrás, tenía un ligero vacío en él que no lograba descifrar, cosa que no paso desapercibida por las chicas, pues ella lograron sentir el aura decaída del mayor.
—....¿Paso algo?—preocupada—.
—niega—.
—¿Seguro? No te vez bien..
—...sino puedes, mejor déjalo... ¿Aún quieres seguir?
El más alto comenzó a caminar dejando atrás a las dos chicas a mitad de pasillo se detuvo y sin voltear a verlas habló.
—voy a seguir... Y pondré fin a esto, ya no quiero saber nada más que la verdad de ellos...—continua su camino—.
Ambas chicas estaban algo sorprendidas por el rápido cambio de actitud, la mayor suspiro viendo como se iba su primo.
—espero no se haga daño por tratar de resolver esto...
—esperemos...
Sin más, empezaron a caminar hacía la misma dirección del castaño para salir de la escuela e ir a casa.
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