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Era un día nuevo, el cielo se veía nublado, la templada de lluvias pronto comenzaría y con ello el clima comenzaba a cambiar de caluroso a fresco, con viento en algunas ocasiones, ligeras lloviznas matutinas. Este día no se salvaba de aquel clima, sin embargo no había rastros de que llovería o algo por el estilo.

En el instituto los alumnos caminaban por todos lados, algunos recién llegaban, otros iban a su siguiente clase y en el caso de un albino, este abría su casillero para guardar sus cosas, sin embargo una pila de cartas caían sobre él.

—sujetando las cartas con sus manos— ...no otra vez...

Un castaño que recién llegaba y se despedía de su compañía vio como el albino batallaba con tal de no tirar las cartas, muy curioso se acerco a este, aun que también traía con él un aura muy juguetona, una broma no estaría mal.

—recargado en los casilleros— vaya, poco tiempo aquí y ya tienes admiradoras.... ¿Qué se siente ser popular entre las chicas?

—normal—guardando las cartas—.

—ajá, y dime ratoncito ¿Cuál es tu tipo ideal de chica?

El ojirojo volteo a verlo sin ninguna gracia al más alto, quien tenía una mirada de gracia por la expresión del menor.

otro que quiere jugar al gato y al ratón—pensando—.

El más alto al no obtener respuesta solo una pequeña risa y continuo con su broma.

—espera no me digas que no te gustan... Las chi-...

El de ojos café se vio interrumpido en su broma por los labios del albino sobre los suyos, formando un corto beso que lo dejo helado por completo, aquella acción jamás la espero y tampoco sabia como reaccionar.
Aquel beso no duro más que cinco segundos si al caso, sin embargo ese corto tiempo basto para que el más alto distinguiera algo en particular del albino, un aura o tal vez una pequeña calidez, algo era que fue lo que llamo su atención por el menor.

Dejo de divagar en sus pensamientos cuando sintió que ya no tenía al ojirojo besándolo, el contrario ya se había separado, aventado las cartas adentro del casillero y tomando sus cosas para irse.

—¿Ya estás feliz?

Dicho esto, se retiro dejando al mayor en su lugar procesando lo que había pasado, ya que, en ningún momento logro recuperarse y luego de un par de segundos salió de su transe, notando como el albino se iba por el pasillo rumbo a su salón de clases, por no quedarse atrás se acomodo para salir corriendo tras él.
Alcanzó al albino en la puerta e iba a preguntar por aquella acción, cuando este se adentro dejándolo con la palabra y duda en la boca.

No satisfecho entro tras él y se sentó a su lado para poder empezar a interrogarlo pero lo único que consiguió fue su ignoración total.

[ ..... ]

A la hora del descanso, en el patio de la escuela estaban tres chicos almorzando, las dos castañas compartían su almuerzo alegremente e incluso preparaban la comida del mayor, quien al llegar con ellas había permanecido callado, algo inusual en él, sin embargo ellas no preguntaron por no querer molestarlo, pero su hermana estaba más que intrigada por su actitud, por lo tanto fue la primera en romper aquel silencio abrumador.

—¿Estas bien? Llevas un buen rato así y eso no es normal...—preguntó tratando de sacar de su trance al castaño— Te estoy hablando...

—quise molestar al nuevo....

Fue lo que logro articular despues de un buen rato callado, las otras dos solo vieron con atención a su familiar.

—y ¿Qué paso?

—me besó....

Aquella confesión hizo que la castaña mayor escupiera su jugo a un lado, mientras que su hermana permanecía estática en su lugar procesando las palabras.

—limpiándose— ¿Cómo dices?

—¡que me besó! Y deja tu... Lo peor es que después del beso se fue al salón y actuó como si nada hubiera pasado o no hubiera hecho nada

—riendo a carcajadas—.

—viendo al suelo— pero.... Lo raro es, cuando lo bese... Sentí como un espíritu animal dentro de él

—para de reír— ¿Así cómo?...¿Normal?

—si, solo que su espíritu trasmitía.... Tranquilidad....

El mayor dijo esa ultima palabra con un tono muy relajado y sonriendo enternecido al final, ganándose la mirada confusa y de gracia de las dos chicas.

—ve a Abby y luego a Rigel— ...no mi primo querido, no es eso...no

—¿no?—la mira curiosa—.

—lo que pasa es que se enamoro, amor, ya sabes, estas imaginando...

Aquellas palabras hicieron que saliera de su burbuja y la viera con extrañeza.

—si claro...—sacude su cabeza— pero no, ya que justo pude ver....—susurrando— un animal del zodiaco chino...

Nuevamente ambas chicas vieron con sorpresa al chico, pero esta vez era más una preocupación la que había.

—¿Qué?

—i-imposible...no es posible...o ¿Si?

—cabizbajo— vi un círculo, pero solo vi la rata... Los otros lugares no estaban pero más al fondo había una jaula... Justo ahí dejo de besarme y se fue sonrojado

—uhm... Puede ser...—pensando—.

La menor de los tres chasqueo la lengua y luego volteo a verlos seria, aun que en su mirada había un sentimiento de victoria.

—ven, les dije que tenía mis sospechas y no me creyeron... Pero... Lo importante aquí es... ¿Cómo que se fue sonrojado? —viendo a su hermano—.

—no te contaré lo del sonrojo, pero lo que más extraña que cuando salió del salón y se fue con sus primos empecé a sentir diferentes animales del zodiaco chino y luego llegó esa chica Ali y solo se llevó a Hiro deprisa de ahí

—¿Por qué no lo quieres contar?

—deja eso, si esos chicos son del zodiaco chino... Entonces...—se queda pensando—.

—dicen que los miembros del zodiaco chino se esconden debido a que son demasiado especiales.... Pero ¿Qué animales serán?

[ .... ]

En otro lugar apartado de la sociedad escolar un chico venía caminando, en sus manos cargaba a un animal, un perro precisamente, e ingresaba a un salón vacío, cerrando la puerta tras de si.

—se te ha dicho que tengas cuidado con las chicas....

—perdón es que salieron corriendo pero no sé dieron cuenta...

—aun así debes tener cuidado, hay que llevarlo a que se arregle de nuevo y volver a clases

—asienten—.

[ .... ]

En los pasillos castaños venían platicando sobre el mismo tema de lo que le había ocurrido en la mañana, sin duda era algo que tenían que investigar o bien, olvidarlo... Aun que eso ultimo sería más difícil.

—bien, si él es un miembro del zodiaco chino, podemos...—susurrando—.

—¿podemos...?

—mira a Rigel— podemos usarte para llegar a él, así podríamos saber si realmente es un espíritu, ¿No?

—si, esa es una buena idea... Te acercas a él, comienzas a hablar, vas ganando su confianza, logras el cometido de la investigación y te vas... Te alejas, como si no hubiera pasado

—.....no, yo no sería capas de acercarme a él, conseguir lo que quiero y ya

—cierto, sería más sospechoso...

—no me digas que te encariñaste...

—¡Para nada! 

—oh vamos, recuerda que sincero, sincero, no eres...

El mayor paso saliva tras esas palabras, su hermana tenía razón, si aquellos chicos tenían un secreto, que en este caso ya sospechaban de que trataba, él no se quedaba atrás o más bien, ellos no se quedaban atrás, también tenían sus propios secretos y aun que eran menores, no tenían por que revelarlos, en especial el chico mayor.
Luego de divagar unos segundos en sus pensamientos, decidió hablar nuevamente un poco más confiado pero con dudas dentro de él.

—.....lo haré, pero con una condición

—¿Cuál?

—que yo veré que hacer con él, luego de tener lo que queremos, ¿Es un trato?

—es un trato

Comentaron finalizando dicha conversación y confiando en que el chico se encargaría de todo, incluso si tenía que hacer los más sucios movimientos para conseguir lo que querían.

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