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El primer día en la escuela sin duda había sido algo inusual por el temblor que habían pasado, pero fuera de eso, los demás días fueron más tranquilos y agradables para los nuevos alumnos. Pronto su popularidad subió mucho entre los diferentes grupos de la escuela, ya sea por su apariencia, destacando en alguna materia o bien, por su actitud. Se podría decir en parte que esos día habían sido tranquilos, ya que cierta castaña con la que se toparon el día del temblor, no había aparecido en ningún momento, no sabían el porque de su desaparición, sus acompañantes de ella tampoco asistieron a los días siguientes.
El ultimo día de clases un chico albino al salir de su salón se encontró a una castaña recargada en la pared buscando a alguien.
—mira a Hiro— hola...
—Abby... buenas tardes
—se acerca— ¿Has terminado ya?
—asiente—.
—que bueno, pensé que te molestaría en clases, en fin, ¿Sabes si ya salieron Daniel, Kaito y Ali?
—creo que ellos salen un poco más tarde hoy
—bueno, en ese caso como llevo prisa...quería saber si aceptarías comer conmigo mañana, la invitación que te debía mi prima...
—gracias, pero enserio no tienen porque molestarse, además mañana es sábado, es mucho lo que...
—interrumpiéndolo— ay para nada, ¡No es molestia! Vamos, ¿por favor?
La chica ojiverde juntaba sus manos en forma de suplica, el albino que vio como los demás se les quedaban viendo, sobre todo las miradas asesinas de las chicas hacía la castaña, solo accedió con una leve inclinación de cabeza.
[ ..... ]
Era sábado en la tarde, la cita para ir a comer a casa de la chica castaña era a las dos de la tarde y un grupo de chicos iban en un auto con rumbo a casa de esta, que no tardaron mucho en llegar, aquel auto se había estacionado enfrente de una casa, no era ni muy pequeña ni muy grande, tampoco se veía como una casa de lujos, era sencilla pero acogedora.
En la entrada, estaba una chica castaña esperando a sus invitados, que al verlos llegar se acerco muy animada para recibirlos.
—les sonrie— hola, bienvenidos
—ayudando a bajar a Ali— buenas tardes
—hola
—saluda con la mano—.
—buenas tardes
Una chica castaña ya conocida salía de la casa para encontrarse con los invitados y poder saludarlos como era debido.
—buenas tardes, nos alegra que vinieran..
Los chicos saludaron a la recién llegada, quien les indico que pasaran adentro de la casa, pero la familiar de esta, veía con curiosidad a quien manejaba el auto.
—¿uhm? ¿Es familiar suyo?—señalando al chico—.
—su nombre es Suga
—es un gusto, ¿Te gustaría acompañarnos?
El chico de cabellos negros, subió el vidrio del auto sin dar respuesta a la menor, que solo se quedo en su lugar apenada.
—lo tomaremos como un no...
—perdón por eso
—viendo marchar el auto— bueno... En ese caso pasen por favor, siéntanse cómodos....
Los chicos pasaron a la casa siendo guiados por la castaña mayor, quien les hablaba y preguntaba por su día y como les iba en la escuela, sin duda era una platica muy tranquila y amigable, algo para romper el hielo.
Ambas chicas los llevaron hasta lo que era un patio trasero en donde sería la comida, ahí en el lugar se sentaron para terminar de hablar.
—se me olvidaba... Pido perdón por la tardanza de mi hermano, pero tenía cosas que hacer fuera... Pero no ha de tardar...
—¿hermano?
—¿el chico alto del otro día?
—si, somos familia
—de hecho...
Al lugar llego un castaño, el hermano de Abby, quien solo saludo con la mano antes de tomar asiento junto a las dos chicas, los demás saludaron cortésmente.
—llegas tarde—regañando a su hermano—.
—sentándose— no es novedad...
—aclara su voz— él es mi hermano, Rigel
—un gusto
—tu vas en mi clase
—viéndolo de lado— eso es cierto, ¿Cómo te fue esta semana? ¿Ya te aburrieron las clases?
—a diferencia tuya, él si parece ser un buen alumno
—se encoje de hombros—.
—¿ustedes también son hermanos?
—primos
—comiendo fruta— ....¿viven juntos?
—si...y díganme...¿Les gusta los animales?
—susurrando al suelo— ahí va de nuevo...
Aquella pregunta desconcertó un poco a los invitados, pero ya sabían de que se trataba, ahora entendían también el porque de aquella comida, ahora solo debían evitar decir cualquier información que los delatara.
—si, son lindos los animales
—...a mi me dan miedo los ratones...y ese día vi uno...—viéndolos—.
—seguro salieron del susto...
—tomando jugo— .....ajá
—ya déjalos
—no pasa nada, como dijo Kaito, seguro salieron por el movimiento del temblor
—exacto, así que deja de decir que son animales
—es que yo...—suspira— tienes razón... Perdón
—no te preocupes
—¿Por qué no vinieron a la escuela en toda la semana?
Ahora ellos tenían las riendas de la platica, esa pregunta tomo por sorpresa a los tres chicos, quienes solo se vieron entre si, la chica de ojos violeta vio como cambiaron su actitud y solo hizo que dudara de ellos.
El chico de ojos café era el que había cambiado de actitud más rápido que las otras dos chicas pero a su vez recobro la compostura y se dejo caer sobre la silla.
—flojera
—que sincero...
—tuvimos problemas, nada grave...—viendo a otro lado—.
La comida continuo de lo más tranquilo con platicas entre los chicos, una que otra pregunta para conocerse más y bromas de parte del castaño alto hacía sus dos pequeñas acompañantes. Sin embargo, la de ojos verdes no iba a estar tranquila, ella podía sentir algo más en aquel grupo de chicos, era un aura que no la dejaría en paz hasta saber la realidad de ellos, estaba claro que algo ocultaban y debía descubrirlo.
—Daniel...—acercándose—.
—alejándose un poco— ¿Qué pasa?
La chica noto como este se ponía nervioso por su cercanía, tal vez había encontrado una pista, solo debía poner a prueba su idea. La chica que acompañaba a los chicos se puso nerviosa por la repentina acción de la contraria, sin duda había un aura de nervios e incomodidad, todo se detuvo cuando la castaña no se acerco más.
—le quita una basurita del cabello— tenías una hojita...
—suspira relajada—.
—se relaja—.
—se acomoda— ..... Que curioso
—¿Qué es curioso?
—viendo al suelo— nunca me había divertido tanto en una comida... —levanta la vista— espero podamos juntarnos más seguido
—eso sería lindo, gracias por invitarnos
—pero ya deberíamos volver
—si, ya es tarde... ¿Vendrán por ustedes?
—revisando su celular— ya nos esperan...
—los acompañamos a la puerta
—tomando sus cosas— gracias por la comida
—fue una buena comida
—no es nada, a nosotros nos alegra que nos acompañaran...
Los chicos se levantaron de la mesa y salieron de la casa hasta la puerta para poder despedirse de sus invitados, quien ya eran esperados por un auto.
—gracias por todo...
—a ustedes
La castaña le sonrió a la chica y antes de que esta se alejara, fue abrazada por la ojiverde, quien se quedo pensativa un momento.
—...¿Abby?
—perdón, me gustan los abrazos... ¿Puedo darles un abrazo?—dirigiéndose a los chicos—.
—..... En otra ocasión
—no
—sonrié ladina— que pena...
—tomando a su hermana— ya es mejor que se retiren, más tarde es peligroso...
—s-si, gracias...—abriendo la puerta del auto— hasta luego
—adiós...
[ .... ]
El viaje de regreso a su casa fue tranquilo, aquel auto había llegado hasta una gran residencia, un lugar muy grande, era un distrito completamente privado, en aquel lugar ingreso el auto, recorriendo la zona hasta llegar a lo que era la casa principal de aquel distrito.
En aquella casa ingresaron los chicos tranquilamente, estos fueron inmediatamente recibidos por una mujer mayor.
—¿Y como les fue?
—esa chica sospechaba mucho
—no paso nada
—pero creo que...ya tiene una idea sobre el secreto...
—Me da la impresión de que no se quedara quieta hasta confirmar lo que vio
Los chicos voltearon a ver a donde provenía la voz, en aquel lugar estaba un chico de cabellos negros y ojos rojizos viendo a los recién llegados.
—Suga...
—se acerca— ¿No es así?
—asiente— hay algo más...
La mujer mayor y chico azabache vieron a la chica quien estaba algo preocupada, esta solo continuo hablando.
—en aquella casa... Logre percibir un aura muy extraña, no era peligrosa... Pero aquel muchacho... Hermano de Abby... Él era, tenía un aura también...
—sin contar que faltaron casi una semana
—será mejor que tengan cuidado con ellos, lo que menos queremos es que descubran todo
Hablo la mujer mayor, al lugar también se acerco otro chico de cabellos albinos y apariencia delicada.
—aunque...el que mencionen un aura extraña proviniendo de ellos...
—ya es más que sospechoso
—en efecto... Nunca había sentido más auras así... Más que de nuestra familia
—es mejor que tengan cuidado
—Tomoe tiene razón, algo raro tienen ellos que... ¿Será que también perciben su aura?
—no había indicio de que se relacionaran como Ali que es sacerdotisa
—son normales
—por así decirlo
—exacto, además...se nota que los tres quieren saber lo que pasa
—si ese es él caso, será mejor que se alejen de poco en poco
Un joven albino entraba al lugar saludando a todos a excepción de un chico pelinegro. El ambiente pronto se tenso y los presentes observaban expectantes la situación; Hiroshi, nombre del albino que acaba de llegar y hermano mayor de Hiro, es encargado de la familia... Y aquí la razón del ambiente... Suga y Hiroshi no tienen una "buena relación" por así decirlo, el lugar comenzó a tornarse más asfixiante, pero se vio interrumpido por la voz de la mujer mayor.
—Hiroshi, hay una situación de la que debemos hablar
—asiente poniendo atención—.
—.... Al parecer hay unos chicos que sospechan sobre... El zodiaco
—inclusive los invitaron a comer y al parecer trataron de descubrirlo
—lo ignora— es mejor que se alejen, si continúan así podrían descubrir el secreto del zodiaco chino, y es lo que menos queremos
Los más chicos asintieron a lo dicho por el mayor.
—mira a su hermano— vámonos ya Hiro
—asiente—.
[ ..... ]
En un aeropuerto un joven de cabellos albinos caminaba junto a sus pertenencias, parecería un simple joven a primera vista pero de él un aura se desprendía provocando intriga, ¿Quizá sea un integrante más? Eso no se podía saber con certeza, pero por su aura fuerte se podía decir que él pertenecía a la familia del zodiaco
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