En un auto se podía ver a unos jóvenes en camino a una residencia, habían aceptado la invitación que les hizo la familia Minamoto para aquella celebración de bienvenida, un día antes habían enviado a una de sus doncellas para entregar la invitación, aun que ya sabian por el albino que iban a ser invitados, la sirvienta solo había ido a confirmarles la hora de la reunión. Habían sido invitados todos los miembros del zodiaco chino, incluso los que no pertenecían al círculo del zodiaco, no había distinciones en aquella invitación.

El silencio en el auto se vio interrumpido por el representante de la serpiente del zodiaco, pues era necesario asegurarse que la chica castaña se encontrara bien, aun que esta, iba más entretenida viendo por la ventana.

—no le veo nada de malo pero...

—no podíamos dejarla sola en la casa

Dijo el albino mientras observaba a la chica, ella era especial, tenía autismo, pero eso no la apartaba de sus primos mayores, la trataban igual y protegían a toda costa.

El auto fue bajando la velocidad y pronto divisaron la casa de la familia, no era muy grande y al parecer todos residían ahí, sin embargo, un aura muy diferente se podía percibir, como si adentro hubiera un conflicto o una pelea, era extraño percibir diferentes auras en un mismo lugar, iniciando por que esa familia no tenía nada de normal, los miembros del zodiaco sospechaban algo respecto a esos chicos, sin embargo no decidieron entrar a fondo en el tema, sabían que tarde o temprano ellos solos se delatarían o bien, estos ya tenían una idea de que ocurría, solo les daban tiempo para que hablaran por su cuenta.

En la entrada de la casa, se podía ver a una castaña acompañada de un chico de cabello color cobrizo, ambos iban a recibir a la familia.

—¿Por qué yo?

—a su lado— por que... Los demás están ocupados, además... Tu los conociste antes...

Adentro de la casa, había un chico algo alto de cabello oscuro y ojos azules, observaba por la ventana a los recién llegados, percibió sus auras abtes de que llegaran, sin embargo, no se preocupó por ellos, sino por dos chicos que estaban atrás de él en completo silencio. Un albino de ojos grises, observaba a un castaño directamente a los ojos, ambos chocaban miradas de disgusto y molestia, más que nada el albino, quien tenía su mirada firme y desafiante en este.

—nada de peleas innecesarias ¿entendido? ....—viendo a Derek y al albino—.

—entiendo, pero eso explícalo a tu hermano

—cállate enano

—y van a empezar

Los chicos fueron separados por la voz del más alto, quien hizo que salieran de la habitación y fueran hasta el comedor a recibir a los invitados.

En el comedor, se encontraba una chica albina muy parecido al albino, ellos eran gemelos, también se encontraba una chica algo alta, de cabello oscuro y ojos azul cielo, esta podía ser diferente a los otros pero tenía un ligero parecido al chico castaño de baja estatura. Al lugar se sumaron los tres chicos que estaban en la sala y una castaña que recién bajaba las esclaeras de la entrada.

La albina al ver a los invitados dio un paso atrás, pero fue empujada por la chica de cabellos oscuros en señal de que no tuviera miedo.

—esas auras son demasiadas fuertes....

—ya guarden silencio, hay que comportarse y recibir a los invitados

Una castaña de ojos verdes caminaba al lado de los invitados y señalaba el lugar.

—y aquí es el comedor

El resto de invitados sintieron un ligero escalofrío por la presencia de los invitados, sin embargo, guardaron la compostura.

—ellos... ¿Son Yakuzas?

—asiente—.

—susurra— Mai, no susurres frente a los invitados

—ah que bien, ya si van a hablar háganlo directo

—siempre tan tosco...—ve a los invitados— Bienvenidos

Los demás hicieron una reverencia en señal de saludo, los invitados asintieron y también saludaron cortésmente.

—nos da gusto que aceptaran nuestra invitación, nuestra abuela pide una disculpa de ante mano por no estar con nosotros hoy, tenía asuntos que resolver

—no te preocupes, agradecemos la invitación

—asiente— hoy nos acompañan nuestros primos que vienen del extranjero

Dicho esto, los chicos que se mantenían a un lado, avanzaron para presentarse respectivamente. El primero en presentarse fue el chico azabache.

—mi nombre es Cedrik, es un gusto conocerlos

Hizo una leve reverencia y luego dio paso a los albinos, quienes hablaron al unísono.

—Mai Mai y Twisted, un gusto conocerlos

—a mi pueden decirme Mai, no es necesario que me llamen por mi nombre completo

Dicho esto, se acercó ola chica de cabello oscuro para presentarse.

—Alexandra Akiyama, pueden decirme Alex y soy la hermana mayor de Derek

Los demás solo observaron a la chica y luego a su hermano, sin duda tenían un ligero parecido, pero lo que más se les hizo gracioso, fue la gran diferencia de altura entre los tres hermanos, pues la menor de ellos se había acercado y se podía distinguir que el chico era más bajo que sus hermanas. Se guardaron el comentario.

[ .... ]

A la hora de la comida, todo transcurría con normalidad, aun que, se podía percibir un ambiente tenso, en toda la comida ninguno de los chicos había intercambiado palabras y precisamente el castaño más bajo y albino, tenían una cierta incomodidad, es como si se pudiera percibir el gran disgusto de ambos al compartir la misma mesa, era extraño, pues creeían que todos se llevaban bien por la forma en la que se comportaron al inicio, todo cambio en cuanto avanzaba el tiempo, era muy incomodo aquel silencio.

Los miembros del zodiaco ignoraron este sentimiento, era mejor no meterse si es que había problemas, en cambio, una castaña cuidaba a dos chicas, Amaya y Selene.

El silencio se vio interrumpido por la albina que habló curiosa.

—y ¿Ustedes de que templo son?

—Tachibana

El castaño dejó su comida a un lado y se acomodo de forma que pudiera prestar atención a todo, la platica iba a iniciar.

—ah, son la familia del zodiaco... Creo que el otro día se presentaron en un templo... No recuerdo

—de hecho si, cuando fuimos con la abuela

—creí que era un mito la familia del zodiaco

—no solemos convivir con otros templos

—con razón

—seguro están todos los miembros del zodiaco aquí ¿No?

—adivinen quienes somos

El castaño que estaba preguntando guardo silencio, con la mirada comenzó a analizar a sus invitados.

—parece un juego de adivinanzas

—no hace falta saber

—¿Ustedes a qué deidades veneran?

Esta vez respondió una chica azabache de nombre Susan, melliza de la serpiente del zodiaco.

—Yunxi, Shi, Runyu, Tao y Amaya

—Runyu es quien trajo la "maldición" a su familia ¿Verdad?—tomando agua—.

Aquella pregunta soltada por el castaño desconcertó un poco a su familia, más que nada a su hermana, quien sabia a que tema quería llegar.

—incomoda por la pregunta— hermano... No creo que debas preguntar eso...

—de hecho antes era bendición pero la ambición no es buena...

—claro es entendible... Ustedes tienen una habilidad especial que cualquiera quisiera tener para manipular

—como tú

Los demás primos dejaron de hacer lo suyo y voltearon a ver a esos dos, desde un inicio todos sabían que ellos dos estaban peleados, no tenían conocimiento desde cuando se llevaban mal, pero con el tiempo, notaron que era demasiado personal el problema, de forma que nadie decidió entrometerse para no alterarlos, sin embargo, ahora esos dos iban a iniciar una pelea innecesaria frente a sus invitados.

El ambiente tenso entre ambos fue roto por un chico de ojos rojos.

—¿Ustedes a que deidades veneran?

—a ninguna

Dijo el chico llevándose un pedazo de comida a la boca y siendo corregido por su primo.

—antes lo hacíamos, eran Tengu, Kitsune y Shuten

—solo que Shuten es una deidad maligna que se separo del templo...

—¿Y los otros dos?

—a Kitsune la adoramos... Pero no es tan grande su influencia, como Tengu

—normalmente a Tengu lo celebramos en primavera y festivales de verano

Contestaron los chicos para seguir comiendo, el silencio ya no era abrumador, pero nuevamente el ambiente se hizo pesado por la nueva pregunta.

—puedo preguntar ¿Qué hizo Shuten para que lo dejarán de adorar?

—mato gente

Contesto de manera fría y directa, los demás no dijeron nada, haciendo que la respuesta fuera más afirmativa pero la contradicción de un castaño no iba a ser falta.

—¡Mentira!

El más alto suspiro, sabia que debía poner nuevamente un alto, antes de que se desatara una pelea.

—no hay una razón exacta

—está bien

Una chica de ojos grises se levantó de su asiento muy alegre y señalo a un chico albino.

—mira a Seven— eres el dragón

El contrario asintió, la chica se volvió a sentar a su lugar y luego fue el azabache el que habló mientras veía a otro albino.

—¿Y él es la rata?

—asiente— y Rigel no para de hablar de él

El mencionado escupió su agua de vuelta a su vaso por el comentario, estaba claro, sino había una pelea personal, iba a ser una pelea a base de indirectas.

—¿Por qué no deja de hablar de mi hermano?

—no se, pero siempre que habla de él, se expresa muy lindo

Dijo divertida y con un toque de picardía, sabia que había algo más entre su hermano y el hermano de Hiroshi, tomó eso como excusa para molestar un rato, sobre todo por las reacciones de su hermano.

—cállate, es normal...—se acomoda— Vamos en la misma clase

El albino mayor no quito su mirada sobre el castaño, cosa que lo espanto de cierta forma, pero tampoco se iba a dejar llevar por el miedo.

—van en la misma clase

—y había tarea...—ve a Hiro— ¿Quieres quedarte a terminarla?

—murmuran— no le teme a la muerte

Esta vez dijeron de una forma divertida por la situación, sin duda, este vuelta de ambiente era más cómoda, ver como su primo trataba de "conquistar" a la rata del zodiaco, sabían que no iba a lograr nada, sobre todo por las reglas que había en la familia, pero darse el gusto de molestarlo no hacía daño. La única respuesta que hubo, fue el comentario del dragón.

—por cierto no matamos sino nos hacen nada

—Seven...

Reprimió la castaña y fue la chica de ojos verdes la que esta vez paso saliva por la respuesta, si se había asustado.

Un castaño que se había quedado callado un buen rato, habló de nueva cuenta, sin duda, estaba decidido a entrometerse lo más posible con el zodiaco, incluso si eso era verse muy atascado.

—suponiendo...Qué alguien los investiga... ¿Lo matarían?

—pregúntale a los peces

—los peces no hablan Hiroshi-san

—muy interesado en el zodiaco ¿No? Derek

—algo...

—creo que lo de los peces lo dijo de otra forma....

—lo entiendo hermana... Solo se me hace interesante, ya sabes... Incluso me gustaría hablar en privado

—¿Por?

El castaño volteo a ver a otro lado de forma que no lo vieran a los ojos, sabia que esas preguntas eran muy personales e incomodas.

—interés

Dijo como respuesta corta para que no lo cuestionaran más.
Una chica azabache habló de repente, rompiendo la tensión.

—por cierto nuestra abuela les manda una invitación para la cena de compromiso....

—¿Quiénes se casan?

—los líderes de la casa Wakabashi y Tachibana

—que lindo, felicidades

Un albino y castaña se sintieron incomodos por la felicitación, la chica de ojos grises los vio confundida.

—Amm... ¿No son primos?

—no directamente...

—Ouh...

—igual, felicidades

Dijo el albino con un tono alegre y normal, pero era claro que tenía otras intenciones, las cuales fueron puestas a la vista por el comentario de su primo.

—lastima que no iras

—los dos no irán

—¡ja!—se burló el albino en la cara del castaño—.

—esperamos su presencia

—en ese caso, mejor no esperen nada, por que llevar a Derek es servirlos a ustedes en bandeja de plata

Ese comentario hizo que el castaño se levantara de su lugar para encarar al albino, quien al tenerlo frente a él, imitó la acción. Ambos se tomaron la mirada, sin ceder a ningún otro sentimiento más que al enojo y rencor.

—murmurando— no peleen

—mira quién habla

—tú precisamente, vamos... Tus preguntas fueron más que interés y se nota

—¿Y tú cuando no te interesa algo no estas pregunte y pregunte?

—pero yo no les ando preguntando sobre información que puede ser personal... Pero claro, como te dedicas a robar no debería ser extraño para ti

—por lo menos soy directo y no un doble cara

—si de doble cara hablamos ¡Tu eres experto! Te apareces... Aparentando ser un chico que sufrió tanto, siendo amable, queriendo llevarte con todos, cuando solo eres un pobre abandonado que nadie quiso y todos pueden usar como el maldito juguete que eres

Esas palabras fueron como un balde de agua fría para el contrario, quien se debilitó un poco, pero no iba a darle el gusto al albino de mostrarse vulnerable. La hermana del castaño se quedó en silencio al no saber como defender a su hermano.

—emm chicos...

—¿Y sabes qué más? Fue una suerte todo lo malo que te paso hace años, lástima que no te moriste en ese entonces

—sabes... A un que me insultes eso no la regresara otra vez ¿Verdad?

Esta vez fue el albino quien sintió las palabras, "regresara" esa palabra era un punto muy débil para él, de solo escucharla salir de la boca contraria le llenaba de rabia, sabia muy bien que nunca más la tendría de vuelta, "ella" no va a regresar, lo sabia y dolía. Aún con ese malestar por aquel comentario, no soltó las riendas y atacó de nuevo.

—¿Por quién será? Pero igual, todo lo que hagas no te servirá para sanar el maldito ser que eres

—oigan, cálmense, hay invitados

Intervino la menor, quien en vez de calmar las cosas, solo recibió la mirada molesta del albino, cosa que la asustó.

—cierra la boca Abby, tu ni debías estar en esta cena, deberías estar callada en tu lugar agradeciendo que te dimos permiso de estar presente.

La menor se encogió en su lugar, volvió a sentarse con la mirada al suelo, contuvo las lágrimas por la vergüenza que alguien la viera, sin duda, recordó por que nunca era invitada a las cenas, en parte le deprimía la razón, pero ahora entendía que era mejor así, pues solo de esa forma podía evitar los malos tratos.

Ella no la única asustada, la chica autista que había estado en silencio todo el momento, comenzaba a entrar en pánico, cosa que noto el albino y la castaña, los gritos y ambiente pesado la estaban alterando.

Antes de que hubiera otro comentario para calmar la pelea, fue esta vez el hermano de Abby, quien se levantó molesto por el comentario de su primo, aun que siempre se quedaba callado en ese tipo de situaciones, que se metiera con su hermana era motivo para cabrearse y romper la compostura, necesitaba gritarle a alguien, afortunadamente, el albino era ese alguien al cual iba a gritarle.

—¡Oye! ¡¿Cuál agradecimiento?! ¡Mi hermana es de la familia! ¡Ella es tu prima y mi hermana!—recalcando esas palabras— ¡maldito boca floja!

El ojigris lo volteo a ver esta vez para retarlo, sabia que era fácil terminar con el castaño con simples palabras.

—¡Tú ni te metas! Por que cada que lo haces, no resuelves nada y quieres terminar con tu patética vida

—¡Ya cálmense!

Aquel hielo frágil que sostenía el ambiente, había sido roto por completo, ni el albino ni nadie más iban a calmarse, esto ya era una pelea muy personal.

—y tú... ¿Tus padres no te enseñaron a no meterte en las conversaciones ajenas? Oh cierto... Olvide que eres un huérfano recogido por unos manipuladores...

Esa fue la ultima gota que derramó el vaso, el menor se quedó boquiabierto por el comentario y lentamente se sentó en su lugar, el contrario por su parte, volteo a ver a su primo castaño, quien había estado callado observando con rabia la situación.

—desde que naciste todo ha estado mal en esta familia... Y lo peor es que quieras meter al zodiaco chino en esto

El de ojos marrón iba a contestarle por su acusación, pero unos gritos lo detuvieron, todos voltearon a ver una chica castaña, dueña de los gritos, que estaba asustada arañando y moviendose violentamente en su lugar, se había alterado demasíado por la situación y sus movimientos solo eran señal de que necesitaba ayuda y que todos se cayaran. Esta acción alarmó a los invitados, quienes al ver que la situación ya estaba desbordada, intervinieron, usando sus auras para controlar todo.

—Selene y Ali saquen a Maya de aquí...

Ambas asintieron y tomaron a la chica con cuidado, la llevaron afuera para calmarla lo más pronto posible. La representante del conejo, volteo a ver a los demás, quien aún con su aura encendida habló, demostrando que no era precisamente ella la que se estaba dirigiendo a los chicos, sino, el mismo animal que la protegía, aquella fuerza del Conejo Chino que la caracterizaba.

—quieren arreglar esto como adultos... Pues lo haremos...

Los demás se acomodaron en su lugar, sabían que no estaban en condiciones para replicar o enfrentarse, fue el albino y castaño quienes no iban a ceder a calmarse. La hermana del castaño notó eso y decidió intervenir para calmar a su hermano.

—Derek, por favor guarda silencio y ya no le sigas la corriente a Twisted

No obtuvo respuesta, sin duda ninguno de los dos iba a debilitarse. El ojigris rompió el silencio con un tono de voz que provocara más enojo al contrario.

—¿Qué pasa traidor? ¿Necesitas que te digan que hacer?

El castaño estaba en silencio, la rabia lo estaba consumiendo y soltar todo lo que se guardaba iba a ser lo que terminaran con su calma y la "reunión".

Un golpe se escuchó en el lugar, la chica castaña estaba viendo de una forma seria a ambos chicos, el albino había sido cacheteado por esta.

—esto se va poner serio....—murmuraron los demás miembros del zodiaco—.

El ambiente ya era un total campo de batalla y el albino no conforme, vio a la castaña dueña del golpe.

—con todo respeto señorita Tachibana... No debería meterse en nuestros asuntos

—esta claro que va a terminar mal

—tú no debiste involucrarlos

Habló por fin, aquel golpe que le dieron a su primo, fue señal para que regresará a la realidad y tomara la compostura correcta.

—suspira— niño... Soy un rango mayor que tu

El albino pareció prestarle atención y mucho menos inmutarse, su gemela, que ya lo conocía bien, habló para tratar de frenarlo.

—hermano, la señorita Izumi... Es como tener una juez, un padre, un maestro, alguien mayor que tu, incluso pueden intervenir... En donde sea y cual sea la situación...

—¿Juez?... —ríe— ¿Y crees que eso nos va a arreglar? Por favor, nuestros conflictos no les importa a ellos, de hecho, ignoran lo que sea que nos pase

Dijo eso en un tono de rencor que solo el castaño había percibido, si en algo le daba la razón, era en eso, el zodiaco no le interesaban sus problemas, pero en esta ocasión, intervinieron por que ellos provocaran que uno de sus integrantes la pasara mal.

—en eso tiene razón, sin embargo...

El castaño se aparto de su lugar e hizo una reverencia para comenzar a disculparse, sabia que su pelea había excedido un limite e incluso habían involucrado a inocentes.

—lamento mu-...

Esa acción enojó al mayor, quien le reventó una cachetada en la mejilla y lo jalo para ponerlo derecho y poder terminar de gritarle.

—¡¿Disculparte?! ¿De qué? ¡Tu no sientes nada! ¡No tienes sentimientos de arrepentimiento!

Dos golpes más se escucharon, nuevamente la chica conejo había intervenido. Ella los detuvo y hizo que se incaran frente a ella, la tenían totalmente harta, agotaron su paciencia con sus peleas.

—me importa un carajo lo que suceda con ustedes dos, pero no involucren a los demás a su miseria

Dirigió su mirada al albino que estaba en el suelo y luego volteo a ver a la castaña de ojos verdes.

—¿Cómo que debería estar agradecida de dejarla sentar con ustedes? ¿Qué te da el puto derecho de tratarla mal? ¿Un espíritu? Me disculpas niño, pero todos vamos en el mismo círculo, grábatelo bien ahora, entiéndelo... Ella no debe estar agradecida con nadie de comer con nadie, con ustedes o con alguien.... Y un animal, no es—hace que la vea— escúchame.... Un animal no es una herramienta....

Dicho esto, lo soltó dando a entender que no quería escuchar más. El albino vio al suelo con notable altanería.

—....mejor siga ignorando lo que nos pase a nosotros y no se meta... o su familia acabara siendo usada como herramientas

La chica lo ignoró por completo. Un chico azabache habló tranquilo y ayudando al albino.

—hermano, creo que es mejor que te calles ya

Este se soltó de forma brusca y se apartó de todos, el castaño que había estado en el suelo habló apenado.

—primo... Twisted tiene razón, no deben meterse...—se levanta y hace reverencia— yo me retiro y enserio, lo siento por hacerlos pasar este momento, con permiso

Se retiro sin decir más y sintiendo las miradas pesadas de sus demás primos, pronto la culpa iba a llegar a él.

—mira a Twisted— un consejo... Si sigues así te vas hundir tu solo, por qué créeme... Por tu aura el más títere aquí eres tú

La chica se retiró molesta y en el lugar, el silencio reino.