《✿》17《✿》
Un chico castaño regresaba a su casa pensativo, estaba lidiando con las emociones luego de haber besado al albino, en ese momento había encerrado sus miedos, pero una vez que había salido a la realidad, nuevamente le invadía el pánico de sus actos, en su cabeza solo podía repetirse las palabras que siempre escuchó toda su corta vida "No te metas con el zodiaco".
Llegó a casa aun en su mundo, pero al abrir la puerta solo escuchaba los gritos ya conocidos de su querida hermana.
—¡Con cuidado que soy delicadita!
—vendando el pie de la chica— ya, pero quien te manda a correr como loca
—¿Qué ha pasado?
Un chico de ojos color miel ingresaba a la sala con una taza en la mano, saludo alegre al más alto.
Izar: se ha caído de regreso a casa y Tomoe-san, le ayudo
Dicho esto le dio la taza a la menor y se fue a sentar al otro lado, pocos minutos despues, llego la otra chica castaña.
—¿Y tu dónde andabas?
—fui a dejar a Tomoe-san, ya vez que se pierde la vaquita
—entiendo, pero me pueden decir ¿Cómo es que se cayó?
La menor tomo un sorbo de té de la taza que le fue entregada, suspiro pesadamente y luego empezó a narrar su historia.
[ .... ]
Una chica castaña estaba en la cafetería de la escuela, comprando varias cosas para comer, si bien ella llevaba una dieta saludable, el simple hecho de participar en un club deportivo escolar, le hacía comer de a montón luego de entrenar.
Mientras esperaba lo suyo, a lo lejos diviso la figura de su hermano mayor, quien venía pensativo pero no evito el hecho de que él hablara primero.
—¿No es mucho lo que llevas?
—negando— tuve entrenamiento en el club, ya sabes que luego de hacer ejercicio termino con hambre... ¿Tu dónde has estado?
—con Hiro en el salón, hay un trabajo que hacer y es necesario terminar, en fin...
Vio como su hermano pidió una botella de agua, pagó y antes de irse volteo a verla.
—ten cuidado, supongo que regresaras antes a casa, ¿Vas sola?
—no, ya me esperan afuera, te veo más tarde
Dicho esto, tomó su orden de comida, le mostro una sonrisa y se despidió para seguido salir corriendo del lugar.
[ .... ]
En el patio principal de la escuela, buscaba con la mirada a su prima, quien la esperaba bajo un árbol jugando en su celular, se acercó a ella y le entregó una bolsa donde había comida, ella por su parte abrió otra bolsa y sacó un pan, el cual comenzó a comer gustosamente.
—el poste con patas llegará más tarde, vámonos
—abriendo la bolsa— entiendo, hay que irnos entonces, no pienso esperar a que termine lo que sea que haga
—un proyecto, pero dudo mucho que él este haciendo algo
Ambas comenzaron su camino a casa en medio de una platica normal, hace días que no charlaban de sus propias cosas, desde que habían empezado a juntarse con el zodiaco, no habían prestado atención a otro tema que no fuera ese.
Mientras caminaban, pasaron cerca de una bajada a un canal de agua y como si hubiera cruzado la misma idea, se dirigieron a sentarse a la orilla del camino así la menor aprovecharía para terminar de comer lo que tenía en manos. Disfrutaban de la vista que les daba el día, les gustaba tomarse su tiempo para pensar y pasar en silencio, un silencio relajante. El agua del río fluía con gran tranquilidad, ambas castañas observaban sin distraerse, hasta que una de ellas habló aun sin apartar la vista del agua.
—pasado mañana van a llegar nuestros primos ¿No es así?
La contraría asintió no muy contenta por lo dicho, no dijo nada y dejo que la menor continuara.
—me entere, que se hará una cena como bienvenida, realmente no quiero que suceda eso
—es por que nunca te invitan
Dijo de una forma directa y sin rodeos, la contraria frunció el ceño por lo que escucho, pero pronto se relajo y suspiro, odiaba darle la razón a esas palabras, pero así era, siempre que había una reunión "familiar" ella no participaba, se mantenía en su cuarto o salía de paseo para no estar presente y aun que era feliz evitando las reuniones, le lastimaba que no la consideraran.
—quiero ir a casa ya, hay que irnos
La de cabello corto asintió a lo dicho levantándose con cuidado, la contraria la imito pero al estar en pie, perdió el equilibrio, resbalándose de la orilla del camino de concreto, al estar en un lugar inclinado creyó que iba a rodar hasta la orilla del canal de agua, sin embargo la otra chica la tenía sujetada del brazo, ayudando a que subiera rápidamente. El problema empezó cuando ya estaba en un lugar plano y apoyó el pie derecho, de su boca soltó un leve quejido.
—te torciste el pie
—asiente— y no puedo apoyarlo... Estamos a mitad del camino y no podemos ni regresar a la escuela por mi hermano ni avanzar hasta la casa
La más alta asintió y se sentó de nuevo en el suelo, la contraria con cuidado de no volverse a caer, a duras penas logro sentarse de nuevo.
Ahí estaban las dos esperando su milagro o una idea que las sacara del problema que tenían, la castaña de cabello corto no podía ayudarla a caminar por dos razones, una, no la aguantaba y dos, conocía a su prima tan bien, que sabía que esta iba a desesperarse a medio camino por no avanzar rápido. Las dos chicas estaban dispuestas a rendirse y esperar a que el castaño, quien tomaba la misma ruta que ellas, las encontrara y ayudara, sin embargo, hubo un milagro inesperado, la castaña mayor se levantó en silencio y se fue dejando a la más baja.
—claro, irte y dejarme
La contraria regresó acompañada de un chico albino de ojos claros, quien le sonrió en forma de saludo a la chica que estaba sentada.
—Tomoe-san, que gusto verte
—¿Cómo estas? Me contó que te has lastimado
—me resbale y torcí el pie
El chico se inclinó para ver el tobillo de la menor, al tocar la zona mencionada, la castaña hizo una mueca de dolor, el albino se aparto y entendió que solo se trataba de una torcedura, con algo frío y una venda, serviría para curarla, pero al no tener nada de eso a la mano, era necesario llevarla a su casa.
—si la carga de un lado y tu del otro podremos-...
La menor no termino de hablar pues el más alto la abrazo, sacándola de sus pensamientos, cuando esta sintió el abrazo se erizo y al darse la vuelta se encontró con lo que había imaginado.
En el suelo había prendas de ropa y frente a estas, una vaca.
—....
—¡Ahora tenemos una vaca! ¿Es mi castigo por no haberme esperado a mi hermano
La castaña negó por el drama de la menor y la ayudo a levantarse, el chico que ahora era una vaca, se acercó a ellas para facilitarle a la contraria, se inclinó de forma que la más baja de los tres, pudiera subir en él, la otra chica recogió la ropa y la doblo.
[ .... ]
En una casa, un chico castaño estaba sentado tomando café junto a su acompañante, un chico de cabello cobrizo, ambos mantenían una platica tranquila, hasta que llamaron a la puerta.
—Izar, ve a abrir, seguro regresaron de la escuela y olvidaron su llave
—si, ya vuelvo
El menor dejó su taza y se levantó para ir a abrir la puerta.
Cuando fue a atender, al abrir se encontró con una vaca, una chica encima de esta y otra chica atrás de ellos cargando algo en brazos, la primera reacción del chico fue pegar un grito de emoción.
El castaño que estaba en la sala tomando su café, se lo tiro encima por el grito que lo asusto, al levantarse e ir a ver que ocurría, se encontró con el chico ahora abrazando a una vaca, encima su prima y atrás su hermana. Su vista se fijó en la ropa que cargaba, por lo tanto, dedujo que esa vaca no era un animal del todo.
—Izar, deja que pasen, seguro el chico debe estar cansado
—¿Chico?—aun abrazando a la vaca—.
—su nombre es Tomoe Kobayashi, es tan lindo y más en su forma de vaquita
La vaquita solo estaba seria y no hacía más que dejarse abrazar.
—asiente— adelante y disculpa la molestia, Tomoe-san
El castaño se hizo a un lado, el chico de ojos miel se aparto y ayudo a que pasaran a la casa.
En la sala de estar, el castaño tomo a la chica que estaba sobre la vaca y la ayudo a sentarse en uno de los sillones, su hermana de este, dejo la ropa a un lado.
—Izar, lleva a nuestro invitado a uno de los cuartos para que pueda regresar a la normalidad y se vista, yo iré por algo para atender a Abby
Dicho esto el mayor fue a buscar algo para curar a la menor, mientras el mencionado llevaba a un cuarto a la vaquita.
Unos minutos más tarde un chico albino bajaba ya vestido y terminando de arreglarse, el castaño aun no regresaba, por lo que la castaña decidió hablar.
—seguro se distrajo, muchas gracias por ayudarme Tomoe-san, lamento haber sido un inconveniente...
—negando— no es nada, espero te recuperes pronto
La chica sonrió y el silencio reino en la sala.
—lo siento, pero tengo que irme, hay una paciente esperando por mi
—si, entiendo
—¿Alguien más?
—asiente— ella es especial
—ya veo
Esto ultimo lo dijo con un leve disgusto, cosa que nadie más notó, el albino iba a retirarse pero el de cabellos cobrizo lo detuvo.
—Tomoe-san
—lo mira—.
—dentro de unos días habrá una cena en la casa, espero puedas acompañarnos junto con tu familia
—eh, pero que no-...
—interrumpe— que sea un gesto de agradecimiento por su ayuda
—asiente— la señora Minamoto igual iba a mandar a invitarlos mejor ahora que más tarde
La chica asintió, el albino agradeció y ambos jóvenes lo acompañaron a la puerta, la menor se ofreció en acompañar al de ojos claro, pues sabia que fácilmente se perdía.
[ .... ]
Un chico albino estaba en una habitación terminando de contar el por que de su ausencia, cuando recordó que debía decir algo más.
—por cierto, los Minamoto nos invitaron a su casa para una fiesta
—¿Qué clase de fiesta?
—en el camino, la chica me contó que iban a venir unos familiares suyos, al parecer la comida es una bienvenida para ellos
—pensé que eran solo ellos, pero esta bien
—asiente— la señora Minamoto iba a invitarnos, pero me avisaron antes, supongo que más tarde darán más información sobre eso
Ambos mayores asintieron, sin embargo, el ambiente cambió repentinamente y el albino volvió hablar.
—antes de irme, hay algo que debo decirles sobre Maya...
Comentó sembrando nervios en los presentes.
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