OO7 ╏ postres
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Hongjoong observaba asqueado como su mejor amigo llenaba de empalagosos besos a su ahora novio, Choi San.
—Que asco, demasiada miel —dijo Hongjoong mientras hacía malas caras.
—Cállate porque tú estás peor cuando estás con Seonghwa hyung, lo que pasa es que estás celoso de que él no este aquí contigo —dijo Wooyoung dándole un beso a San antes de continuar con su tarea que no había empezado.
Hongjoong suspiró mientras se recargaba en la mesa, no había tocado sus alimentos desde que Seonghwa le había dicho que quizás no asistiría ese día a la escuela. Se sentia triste aunque no quisiera admitirlo, pero todo ese sentimiento se perdió al ver en dirección a la entrada de la cafetería, una gran sonrisa apareció en su rostro al ver a su pelinegro novio entrar al lugar, caminando en dirección a ellos. Hongjoong no se levantó de su lugar, en su lugar veía con un enorme brillo en sus ojos la figura delgada de Seonghwa caminar hasta sentarse a un costado suyo.
—Siento llegar hasta ahorita, pude no haber venido pero hice lo posible para estar presente —dijo mientras sacaba una bolsa de plástico de su mochila y se lo pasaba a San—, más te vale que me pagues lo que gaste en eso, no tengo para mi pasaje de regreso.
San asintió mientras tomaba la bolsa y sacaba dos pequeños botes de su interior junto a dos cucharas de plástico.
—¿Si me compraste el antojo que te dije? —preguntó Wooyoung, quien yacía aún sentado sobre las piernas del pelirosa.
—Tú solo observa.
—¿Qué es? —pregunto curioso Hongjoong mientras asomaba la mirada a los productos.
—Helado de chocomenta —dijo Wooyoung orgulloso mientras abría su empaque.
—Asco.
Hongjoong hacía una mueca de asco mientras veía a cierta pareja degustar de sus helados.
—¿A ti te gusta el chocomen...? —Hongjoong no terminó su frase al sentir los labios de alguien más sobre los suyos por unos segundos, dejándolo anonado— ¿y eso?
Seonghwa soltó una risa nasal.
—Es que llegue sin saludarte, lo siento Joongie —respondió el pelinegro ahora dándole un leve beso en la nariz al mitad albino— y respondiendo a tu pregunta anterior, no, detesto el chocomenta.
Hongjoong negó riendo, esta vez tomando las riendas del asunto, jalo de la camisa del uniforme a su novio para besarlo profundamente.
—Además de ser el más hermoso, eres un hombre de gustos sabios.
Hongjoong no solía ser el primero que empezara los halagos en la relación, siempre solía serlo Seonghwa, pero cuando el mitad albino lo hacía, volvía loco al pelinegro, lo hacía sonrojar a no más y lo hacía sentir en las nubes.
—No me culpes si no puedo controlar mis ganas de agarrarte a besos en medio de todos aquí —dijo Seonghwa tomando las manos de su pareja para acercarlo más a él.
—Quizás hoy tenga ganas de que todos vean lo mucho que mi novio me ama —Hongjoong se acerco hasta sentarse a un costado del más alto, jalo nuevamente de su camisa y lo atrajo a sus labios, donde sus bocas daban una danza sin fin.
—Asco —habló Wooyoung en algo interrumpiendo el afecto de la pareja.
—No decías lo mismo antes de que llegara Hwa, eres un idiota Wooyoung —respondió Hongjoong arrojándole una de sus plumas al pelirrojo que seguía sentando en las piernas de San.
—No te enojes Jonggie, mejor salgamos de la cafetería, te compro lo que gustes —dijo Seonghwa acariciando las manos de su novio por debajo de la mesa.
Hongjoong se sentía en las nubes cuando el pelinegro le hablaba por apodos lindos, incluso ni le importaba si los demás lo escuchaban, para el mitad albino solo importaba como era su novio con él.
—Tienes suerte esta vez Wooyoung, sino te ahorcaría en estos mismos instantes —Hongjoong se levantó, tomó su mochila y jalo de la mano de Seonghwa—, vámonos Hwannie.
Seonghwa imitó la acción de Hongjoong y ambos salieron de ahí sin rumbo, el más bajo solo balanceaba juguetonamente sus manos entrelazadas.
—¿A donde vamos?
—Saldremos a una cita.
Hongjoong hizo una mueca de confusión y volteó a ver a su novio.
—¿Aquí en la escuela?
Seonghwa negó.
—No tontito, saldremos fuera de aquí e iremos a comer algo rico —río Seonghwa levemente mientras caminaban hacia la entrada del colegio.
—No soy un tonto... —susurró Hongjoong más para si mismo, pero el pelinegro había logrado escucharlo, por lo que se detuvo un momento para dejar un beso en la frente de su novio y luego retomar su camino.
—No lo eres ¿de acuerdo? —dijo Hwa riendo levemente.
Ambos salieron del colegio y comenzaron un caminar sin rumbo por las calles de Seoul, Seonghwa tenía planeado ir a cierto lugar en específico, pero al ver el negocio cerrado se detuvo abruptamente haciendo que el cuerpo de Hongjoong chocara con el suyo.
—¿Sucede algo?
—Demonios... se arruinaron mis planes, perdón Joonggie, quería traerte a una linda cafetería que vi hace unos días de camino a casa pero no comprendo porque está cerrada —el tono en el que hablaba Seonghwa se escuchaba como triste, decepcionado. Hongjoong suponía que el hecho de que las cosas le salieran mal a su novio lo hacía sentir como si le hubiera fallado, Hwa era muy transparente en cuanto a sus emociones.
Hongjoong tuvo una idea por el momento, así que sin dudarlo jalo de la mano de su novio para llevarlo consigo arrastrándolo totalmente desconcertado.
—Ahora yo pregunto ¿a donde me llevas Joonggie? —indagó Seonghwa al ver la silueta del mitad albino delante suyo.
—Shhhh... no me dejas concentrarme para guiarme.
Un Seonghwa confundido caminaba bajo el arrastre de su novio, quien al final lo llevó a una tienda 24/7. Seonghwa se mostraba aún más confundido con aquella parada.
—Se que te preguntas porque pasamos de ir a una cafetería linda a una simple tienda 24/7, y es que la respuesta es muy sencilla, yo no necesito de que me lleves a cafeterías o restaurantes para una cita, el lugar a mi no me importa, así me lleves a comer a la banqueta una bolsa de botana sería la mejor cita de mi vida porque estoy contigo, eso es lo que convierte el lugar y el momento de algo mágico, porque es contigo con quien comparto ese momento —Hongjoong, por primera vez en lo que llevaban saliendo, nunca se había sincerado de esa manera, aquello dejó al pelinegro sorprendido y con una calidez dentro suyo.
Seonghwa se sentía amado como nunca nadie lo había hecho sentir.
El pelinegro se acercó al menor y sin pensarlo más tomó el rostro del contrario con ambas manos y lo besó con suma dulzura, Hongjoong sonrió en medio del beso, sus mejillas rosadas por el sentimiento que le provocaba cada vez que era besado por su atractivo novio.
—Gracias Hongjoong, gracias por llegar a mi vida, haz hecho de ella algo mejor, la has mejorado en muchos aspectos —dijo Seonghwa al haberse separado del beso.
Hongjoong estaba sin palabras, la sonrisa en su rostro no había desaparecido, veía de una manera tierna a su novio y sin desperdiciar la cercanía de sus rostros volvió a besarlo, solo que esta vez con más intensidad, abrazándolo del cuello con sus brazos. Segundos después se separó del beso mientras acariciaba el rostro de su amado.
—Gracias a ti Seonghwa, por hacerme más feliz que nadie, y también por soportar mis celos y dramas.
El pelinegro río, entrelazó su mano con la del contrario y besó el dorso de esta.
—Lo que sea por hacerlo feliz.
Hongjoong no aguantaba lo entumecido que tenía su rostro por tanto sonreír que simplemente jalo de su novio para llevarlo adentro de la tienda.
Hongjoong sabía que Seonghwa tenía poco dinero y no tenía ni la menor idea de cómo me haría si pensaba llevarlo a la dichosa cafetería por lo que él optó por invitar ese día lo que consumirían. Dentro del lugar ambos optaron por comer ramen, ya fuera de la tienda se sentaron en las banquitas que suelen haber fuera de la tienda, pero mientras Seonghwa terminaba de preparar su ramen, Hongjoong se había encargado de comprar un par de postres, sin que él se diera cuenta.
Durante parte de la tarde se la habían pasado charlando y comiendo, sin importarles en absoluto que debían volver a clases.
—¿Te has dado cuenta que tú y yo no hemos vuelto a entrar al club de ocultismo desde hace semanas? —comentó Seonghwa mientras dejaba su plato vacío en medio de la mesa.
—Yo lo he estado evitando, ¿me ves cara de querer quedarme hasta las 8 de la noche solo para jugar con los espíritus del colegio? Ni loco —dijo mientras empujaba su plato vacío hacia el centro también.
—No entiendo, si no te gusta ¿por que te inscribiste al club? —Hongjoong se acomodó un poco nervioso en su lugar ante la pregunta, mientras observaba a Hwa acomodar la basura para tirarla.
—Lo hice por ti, porque comenzabas a gustarme, pero aún no quería aceptar la realidad....
Seonghwa se detuvo en su lugar al escuchar aquella y sonrío enternecido ante ello.
—Joonggie...
—Mucha cursilería —interrumpió riendo Hongjoong mientras tomaba la basura y corría rápido al bote de basura para regresar de nuevo a su lugar—, vamos a comer el postre.
—¿Qué postre?
Hongjoong sacó de una bolsa blanca de plástico dos envases de helado junto a dos cucharas, tendiéndole un helado con cuchara a su novio. Seonghwa veía absorto.
—Hongjoong no tenías porque gastar tanto...
—Cállate y solo disfruta, no pasará nada porque algunas veces tu novio quiera ser el que invite en la cita —dijo mientras comenzaba a abrir su helado.
Seonghwa negó con una leve sonrisa de lado mientras imitaba la acción del mitad albino.
Al abrir el suyo y observar el de su novio notó que tenían el mismo sabor y sonrió divertido, Hongjoong lo observo extrañado.
—¿Qué es gracioso?
—Tenemos helado de pareja —dijo señalando con su cuchara el helado colorido de ambos.
Hongjoong negó riendo mientras seguía comiendo—. Eres tan lindo, mi Hwannie.
Hongjoong arriesgaría las clases que sean necesarias solo para vivir más momentos tiernos como esos a lado de Seonghwa. Amaba esos momentos lindos a lado de su hermoso novio, no los cambiaria por nada.
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