Love and Rock ch 1


Buenos días de nuevo señoras y señores, ¿Cómo están? Espero que tan bien como yo, porque a parte de la repisa nueva que obtuve hace unas semanas, al fin puedo hacer un fic que he querido realizar desde hace mucho, pero MUCHO, tiempo.

Siendo como lo pueden apreciar un ¡SAMUNA! ¿O es Lunam? Bueno, eso dependerá de quién crea que sea la que lleve los pantalones en esa relación (Si entienden a lo que me refiero XD)

Si hago un fic de la pareja LGBTI más aclamada del Fandom es porque en cierto sentido lo debía, porque como he dicho en fics anteriores, tenía pensado en hacer fics enfocados totalmente en las hermanas de Lincoln y hasta ahora solo he hecho de Lynn Jr. Lola, Lana, Lisa y Lucy y también de Lynn Sr. y Rita, incluso de algunos de los amigos de él, por lo que iba siendo hora de que hiciera de las otras cinco Chicas Loud que me faltan para no quedarme atrasado de nuevo.

Eso sí, esta sería creo que... la segunda vez que hago algo desde el punto de vista de la Loud Musical, así que ténganme algo de paciencia si no me queda del todo bien o acorde de como lo es ella (En especial porque aquí ya es toda una mujer adulta)

Explicado todo, iniciemos. The Loud House es de Nickelodeon (Que seguirá explotándolo a no más poder con esos Live Action en camino) su creador original fue el viejo ver... ¡DIGO! Chris Savino, pero la historia y cualquier posible OC que aparezca es de mi invención.

                         CAPÍTULO UNO: EL ORIGEN DE UNA ESTRELLA

-¿Terminaste de ajustar las cuerdas del piano, Felisa?- le pregunté a uno de mis dos Soles cuando la vi sentada ante el instrumento musical más grande que hay en nuestra bella morada.

-Por supuesto, Madre Luna. Óyelo bien- me respondió con la máxima de las cortesías, enderezó con elegancia su espalda cubierta por un largo cabello tan castaño como el mío y se tronó los dedos para empezar a tocar las teclas manteniendo los ojos cerrados.

Yo también cerré mis ojos para deleitarme con la Quinta Sinfonía de Beethoven que ella generaba con envidiable maestría, moviendo mi índice derecho con el ritmo casi celestial que sus manos creaban y que harían sentir de lo más orgulloso a uno de los principales padres de la música clásica

Casi me imaginaba las letras musicales flotando en el aire a mi alrededor tal y como la más relajante de las brisas que me llevarían hasta las nubes para demostrarle a esos dichosos ángeles que su coro no puede compararse con la magia que mi linda angelita terrenal es capaz de crear.

-Eso es, Felisa. Muy bien hecho. Continúa practicando así y pronto serás la nueva estrella del mundo de la música clásica- la felicité muy orgullosa palmeándole un par de veces el hombro.

-Gracias, Madre- ella sonrió de medio lado y continuó creando magia con sus bendecidas manos.

-¡TRUANG!- pero la armonía se quebró como un vidrio al que le tiraron una piedra cuando oímos el totalmente fuera de lugar ruido generado por una guitarra eléctrica, y que de hecho, si parecía a punto de romper los cristales de nuestra casa.

-¡Silencio, silencio, silencio! ¡SILENCIO!- exigió ella tapándose los oídos teniendo una expresión igual a la que alguien tendría al sufrir una fuerte migraña -¡ELVIS, MADRE SAM!- sin destaparse las orejas y ahora teniendo fuego en los ojos, dejó el asiento del piano y subió por las escaleras.

Y aquí vamos otra vez...

-¡UNO, DOS, TRES, CUATRO!- luego de oír esta grito, de nuevo sonó a toda potencia el violento tono musical que casi me hacía estallar la cabeza y por poco derrumba los cuadros de las paredes por el modo en cómo estas se sacudían.

¿En realidad las paredes de mi antiguo hogar debían aguantar tanto cuando yo hacía de las mías? Entonces no eran tan de cartón como mis Sisters y yo tanto afirmábamos que eran, je, je, je.

-¡Ya dejen de hacer tanto escándalo!- volvió a reclamar mi pequeño Sol cuando abrió de una patada la puerta del cuarto del que salía todo el alboroto ignorando la señal de "STOP" que tenía pegada con tornillos.

-¡OYE! ¡¿CUÁL ES TU JODIDO PROBLEMA?! ¡¿NUNCA TE ENSEÑARON A RESPETAR A LOS DEMÁS?!

Reclamó ahora Elvis, su hermano, mi otro Solecito, dejando de tocar la guitarra con la que generó tanto escándalo y dedicándole la misma mirada matadora que ella usaba con él.

Siendo acompañado de Sam, su otra madre, mi esposa, que también tocaba una guitarra eléctrica.

-¡JOVENCITO! ¡¿CÓMO LE ESTÁS HABLANDO A TU HERMANA?!- no me molestó el alboroto que hizo con ese instrumento musical (No tengo tal nivel de hipocresía) pero sí que dijera tal palabra.

-Ya, ya, tranquilícense, niños- cuando nuestros Soles pusieron cabeza contra cabeza rugiendo como perros dispuestos a comerse vivos, mi pareja se puso en medio y los separó extendiendo los brazos -Elvis, no vuelvas a usar ese lenguaje con tu hermana, ¿Entendido?- lo regañó haciendo que desviara la mirada y se cruzara de brazos; a lo que Felisa sonrió de medio lado.

-Y tú, Felisa- pero al dirigirle la palabra, le borró ese gesto y pusiera una expresión lo más estoica posible -no vuelvas a interrumpirnos así cuando estamos ensayando. ¿No te hemos dicho varias veces que eso es de muy mala educación?- ante su llamado de atención, el hijo que tenemos y que comparte su rubio cabello junto con un mechón pintado de azul le sacó la lengua burlonamente.

-Perdón, Madre Sam. No quise ser irrespetuosa ni nada parecido- pidió disculpas haciendo una leve reverencia con la cabeza -pero es que esa horrible mú... la canción que ensayaban también interrumpió mis prácticas. Así que les pido que, por favor, le mermen a su intensidad- pidió ya con la compostura y cortesía que usó conmigo antes de que practicase con el piano.

-Entonces ve a practicar al Polo Norte o a otro lugar en dónde nadie se muera del aburrimiento con las tonterías que compones y deja trabajar a músicos de verdad- abrí enormemente los ojos ante tal falta de respeto que salió de la boca de Elvis con ese tono de voz británico parecido al mío.

-¡¿QUÉ ES LO QUE LE ESTÁS DICIENDO A TU HERMANA?!- pero Sam reaccionó primero que yo y le jaló la oreja derecha, en donde posee unos cuantos aretes, sacándole agudos gemidos de dolor.

-¡PERDÓN, PERDÓN, PERDÓN, YA, YA, YA, YA!- soltó unas cuantas lágrimas hasta que mi esposa lo liberó y se sobó la oreja; a lo que su hermana de nuevo le dedicó una sonrisa ladina.

-Así que piensas que la Música Clásica es una tontería, ¿Eh? Entonces espero que limpiar cada uno de nuestros instrumentos musicales hasta que sea la hora de la cena te haga apreciarla como se lo merece- fue mi turno de darle un jalón de orejas no tan literal para que se comporte.

-¡Pero, pero, pero...!- trató de objetar e intentó tomarme de las manos, pero me solté.

-¡Nada de peros! O cumples con el castigo o despídete de mi asesoría en tus practicas durante una semana completa- la advertencia de su otra madre lo hizo ponerse pálido como Michael Jackson.

-Sí-sí, mamás- cabizbajo, se retiró de su cuarto dirigiéndose hacia la habitación en dónde están nuestras invaluables herramientas con las que creamos magia con el sonido dedicándole una última mirada de molestia a Felisa que ahora le devolvió la sacada de lengua.

-Y tú vuelve a practicar con el piano, Felisa. Ahora que ya no habrá "horrible música" que te desconcentre- pero por supuesto yo no pasé por alto como ella casi difama al estilo musical que tanto me ha fascinado desde que poseo uso de memoria.

-Sí, Madres. Me retiro- volviendo a hacer una respetuosa reverencia se retiró tarareando lo que antes había ensayado; yo no requería poderes mentales para saber que se imaginaba a sí misma ahorcando a Elvis con las cuerdas de un violín.

-Estos jóvenes... es idea mía, ¿O se vuelven más groseros con el pasar del tiempo?- refunfuñó Sam pasándose una mano por el mechón azul que tiene en su dorada cabellera.

-Bueno, ellos dos ya tienen 15 años y están a solo tres cantos de volverse adultos. Es... inevitable que se vuelvan así de contestones- aunque a mí tampoco me causa una pisca de gracia la manera en cómo nuestros Soles se están llevando últimamente, todavía recuerdo cuando tenía su edad y junto con mis nueve Sisters y mi Brother podíamos ser así de... "altaneros" al momento de resolver nuestras ENORMES diferencias y desacuerdos.

-Sí, pero, Elvis está comenzando a preocuparme. Siempre ha sido el más agresivo de los dos, pero en estos meses lo ha sido más que de costumbre. Luna... acaso crees que él... ya sabes, ¿Esté cayendo en malos vicios?- ella se llevó una mano al pecho con un evidente temor al creer eso.

Por un segundo yo también me angustié, pero rápidamente rechacé esa posibilidad.

-No, no. Descuida, mi Rayito de Sol- le sobé una mejilla para quitarle esos pensamientos -él será muchas cosas, pero jamás cometerá el mismo error que nosotras cometimos. Hasta el momento no ha mostrado signos parecidos a los que tuvimos cuando... ya sabes- no deseaba que pensara en cierto asunto que nos costó muy caro.

-Por algo lo hemos educado bien, para que no cometiera las mismas meteduras de pata hicimos en nuestra juventud, ¿Lo olvidas?- hice que me viese a los ojos y apreciara la sonrisa de confianza que le dedicaba.

-Solo se comporta como un chico en crecimiento cuyas hormonas alborotadas le hacen actuar como un cabeza dura de primera clase y a ti te consta bien como son los niños en esta etapa de la vida- reí al pensar nuevamente en los para nada pequeños problemas que pasa un adolescente.

-Ni me lo recuerdes- ella hizo un bramido rodando los ojos -bien, yo mejor voy a guardar las guitarras para darle un descanso a los dedos. Tú asegúrate que nuestra "Beethoven" siga haciendo magia con los suyos- pidió tomando su guitarra y la de nuestro Solecito rebelde.

-Como digas, te estaremos esperando- pero cuando paso mi lado, no pude evitar darle una leve nalgada causándole un leve sobresalto, pero río y me la devolvió sacándome el mismo gesto.

No estamos demasiado viejas para demostrar ese tipo de afecto mutuo, ¿Cierto?

Llegada la hora de la cena, y luego de oír múltiples quejas por parte de Elvis, empezamos a comer escuchando lo que él y su hermana hicieron en la escuela. Como presumía que dentro de poco conformará la más grandiosa banda de Rock que alguna vez se haya visto en el instituto mientras devoraba con fervor sus alimentos, mientras que ella, con los modales de una reina, contaba como también se hacía destacar entre su grupo de canto afirmando que dentro de poco le pedirán tocar un Solo en algún evento de gran magnitud.

Diferentes estilos y diferentes pensamientos, pero a final de cuentas, las dos caras de una misma moneda.

-... solo necesito de un último detalle para ser la próxima sensación. Algo como... ¡YA SÉ! Mamás, ¿Puedo tatuarme una calavera en llamas en mi cumpleaños?- empecé a toser desesperadamente al oírle decir tal petición y me golpeé varias veces el pecho para no atorarme.

-¡¿QUÉ ESTÁS DICIENDO, ELVIS?!- Sam se levantó golpeando la mesa con la palma de la mano derecha tan fuerte que casi tiró los vasos con nuestras bebidas haciendo que tanto él como Felisa se pusieran pálidos como el antiguo Rey del Pop igual a como pasó anteriormente.

-Yo-yo solo decía que quiero ta-tatuarme esa calavera que vi en ese puesto de tatuajes la semana pa-pasada- dijo sudando a mares por la mirada que tanto ella como yo le dedicábamos; Felisa nos vio encogiéndose en su asiento también muy asustada.

-Escucha, hijo...- respiré hondamente para reunir paciencia -los aretes y piercings te lo pasamos porque es algo que hacíamos a tu edad y porque no compromete en nada tu salud. ¿Pero dejarte puyar por una máquina que no sabes con quién ha tenido contacto? ¿Es que no has medido los riesgos que eso conlleva?- traté de hacerle ver a lo que se exponía.

-No... pero, he visto que ustedes también tienen tatuajes y por eso pensé que no había nada de malo- cualquier otra madre o padre pensaría que su hijo intenta usar chantaje moral para restregarles en la cara su cinismo al negarles hacer aquello que ellos mismos han hecho en su juventud, pero sé que él dijo esto con cierta inocencia.

-Sí, Elvis, nosotras tenemos tatuajes... pero no creas que nos sentimos orgullosas de portarlos- Sam se masajeó los ojos para también juntar paciencia -si deseas llevar un tatuaje, es porque realmente quieres expresar algo mediante este, algo que te sale del corazón al igual que la música que tanto te gusta componer y no solamente para parecer más "genial y cool" ante los ojos de los demás- con la misma mano que usó para golpear la mesa, le tomó una.

-Así es- yo le sujeté la otra para quitarle la angustia -tú ya eres un Rockero espectacular con el don que recibiste de nuestra parte. No necesitas mancillar tu cuerpo de esa manera para demostrarle a los demás lo que realmente vales y ser la próxima sensación. Un artista de verdad lo es por lo que hace y no por cómo se ve o lo que lleva puesto- cierta nostalgia me dio al decir estas palabras.

-¿Lo comprendes?- ante esta pregunta por parte de mi esposa, asintió en silencio teniendo una mirada de meditación y esta vez Felisa esbozó una sonrisa de dicha y orgullo.

Terminada la charla y la cena, llegó la hora de descansar. Antes de dirigirme a mi cuarto, pasé por el de mis Solecitos para corroborar de que también estén listos para dormir.

Primero por el de Felisa. Poseedor de repisas en dónde tiene diversos libros sobre la música, unos cuadros en las paredes de Beethoven, Mozart, Domenico, Prokófiev, Fryderyk, Johannes Brahms y otros grandes compositores, acompañada de, en vez de muñecas, instrumentos musicales como violines, arpas, saxofones, flautas, clarinetes, trompetas y demás que combinan con su estilo.

-Ay, Julia. Yo también quiero poder practicar el Dúo contigo en la siguiente clase- la vi usando su celular para tener una videollamada con su mejor amiga -¿De verdad te gusta mi nuevo peinado? Creía que te gustaba más cuando lo llevaba recogido- noté perfectamente un leve rubor en sus mejillas poseedoras de pecas casi iguales a las mías.

Reí un poco negando con la cabeza debido a la gracia irónica de esa situación, casi como un reflejo de mi pasado. Solo falta que su "amiguita" también esté sonrojada del otro lado de la pantalla.

Ahora pasé delante de la habitación de mi Solecito Rebelde, que como lo habrán deducido ya, tiene alegorías e instrumentos musicales del mundo del Rock and Roll, junto con posters y afiches de los también más representativos cantantes de ese género como Michael Jack, los Kiss, Marilyn Manson, Ozzy Osburne, Freddie Mercury, Elvis Presley (De quién obtuvo su nombre) y otros más, incluyéndonos a mi pareja y a mí.

-No, no. Yo también pensé en tatuarme, pero a mis madres no les hizo gracia la idea, Jimmy- afilé la mirada porque hablaba de ese tema con un amigo también por videollamada -¡Sí, sí, lo sé, lo sé! Pero, ¿Para qué tatuarme algo que me durará para siempre si solo lo necesito por un tiempo?- mucha alegría me daba saber que sí tomó en cuenta los valiosos consejos que le dimos.

-¡YA SÉ! ¿Por qué entonces no nos pintamos las caras como los Kiss? Total, podemos lavarnos si no nos gusta como quedamos y nadie se quejará, ¿Te parece mejor esa idea?

Tuve que esforzarme para contener un gruñido de desaprobación. Este chico... en fin, no le puedo pedir peras al olmo y mucho menos poder contener su espíritu rebelde, solo asegurarme de que aquello que le digamos no le entre por un oído y le salga por el otro como una mala nota acústica.

Estando ya en mi cuarto, me acosté junto a Sam que ya creaba Zetas al dormir profundamente y me abrazó por el costado derecho. Yo no podía conciliar el sueño tan fácilmente y me limitaba a ver la también gran variedad de adornos que poseemos, especialmente los premios, trofeos y reconocimientos que hemos recibido en nuestra larga y estruendosa carrera como músicas.

Eso se debía a que a mi mente venía la charla que tuvimos con Elvis, mejor dicho, en la parte en dónde le digo que un artista, un músico de verdad, lo es por lo que hace y no por cómo se ve... o por como otros tratan de hacer que parezcas ante los ojos de los demás.

Me remuevo un poco y ahora miro uno de los posters, uno muy especial de Sam y yo, pero no especial porque me llene de un enorme orgullo, sino porque es un eterno recordatorio de nuestras propias meteduras de pata y que espero nuestros Solecitos jamás cometan.

Elvis por su afán de querer hacerse lucir ante todos y Felisa por... ya saben, como se dice en el lenguaje popular: "batear del mismo equipo" siendo este el factor principal que me trajo a mí y a mi esposa la mayoría de los problemas por los que pasamos...

Flash back:

Aún recuerdo bien cuándo éramos quinceañeras y yo tenía mucho miedo de decirle a Sam lo que realmente sentía por ella. Fuimos amigas desde primaria y con el tiempo comencé a quererla mucho más que una camarada o compañera de banda, pero no sabía cómo declarármele.

Hasta que sucedió un incidente muy gracioso que me incluía a mí y a mis Sisters y Brother sobre unas cartas de amor de un admirador secreto que nos dejaron de lo más ilusionadas pensando que eran de parte de la persona que nos había flechado en ese entonces.

Mucha decepción nos dio al ver que solo era un juego por parte de mamá y papá, pero nos motivó a también dejarles cartas de amor a nuestras respectivas Medias Naranjas y a ver que sucedía.

Siendo mi Sister Luan y yo las únicas que tuvimos suerte en ese aspecto. Ella con Ben y yo con Sam al poder darnos una oportunidad y si la semilla del amor crecería para dar frutos.

Solo mi Brother, el de ella y mis Sisters sabían que yo estaba enamorada de otra chica, y a pesar de las para nada leves penurias por las que pasamos, si pudimos consolidar una relación tan sólida como la más dura canción de Heavy Metal.

Y que bueno haya sido así, porque de lo contrario, no habríamos soportado lo que vino cuando a los 18 años reconocimos ante nuestros respectivos padres lo que nosotras éramos.

-¡¿QUÉ USTEDES SON NOVIAS?!- creo que nunca antes vi tan alterado a papá como lo estuvo ese día, cuando toda la familia se había justado por petición nuestra, bueno, más bien por petición mía para que nos apoyaran.

-Sí... Sam somos pareja- hablé con la mayor de las firmezas cuando nos tomamos de las manos.

Ninguno de los escándalos que mis Sisters y yo hicimos cuando vivíamos todas juntas se podía comparar al grito colérico que papá soltó ante mi afirmación y el resto trató de calmarlo.

Cualquiera pensaría que en esta Era Moderna las personas no armarían tanto escándalo o no tendrían esos prejuicios contra los gays, y más aún si se toma en cuenta lo permisivos y tolerantes que nuestros padres siempre fueron con nosotras a pesar de los miles de dolores de cabeza que siempre les causamos y por el hecho de que los padres del mejor amigo de mi Brother es una pareja de hombres y ellos jamás se mostraron incómodos ante eso.

Vaya que estuvimos BIEN equivocados todos...

-¡¿Por qué, Luna?! ¡¿POR QUÉ?! Si nunca te tratamos de modo diferente a tus demás hermanas, ¡¿Qué hicimos mal contigo?!- mamá solo era un poco menos histérica que papá y creyó que no hicieron bien su labor como padres.

-No, Señor y Señora Loud. Ustedes no hicieron nada mal con Luna. Es solo que ella eligió amar a alguien de su mismo género y no hay nada malo en que dos personas del mismo sexo decidan ser...

-¡TÚ CIERRA ESA BOCA!- pero las palabras de reflexión por parte de mi novia fueron interrumpidas violentamente por este otro grito de ira por parte de mi papá que le dedicó una mirada peor que la que podría tener el más severo crítico musical.

-Nosotros te abrimos las puertas de nuestro hogar, te dejamos juntarte con nuestras hijas e hijo siendo casi otra hija musical, ¡¿Y para qué?! ¡¿PARA ENVENENARLE LA CABEZA A UNA DE MIS PRICESAS CON TUS MAÑAS DE GOLFA CALLEJERA?!

Todos de inmediato entramos en un estado de Shock, anonadados por lo que acabamos de oír de su parte porque nunca, jamás de los jamases, lo escuchamos decir semejante grosería y menos en presencia de mis Sisters más pequeñas a quiénes tuvimos que taparle las orejas.

-¡OIGA, A MI HIJA NADIE LE HABLA ASÍ, JODIDO PENDEJO!- pero el papá de Sam, el Señor Sharp, no toleraría tal falta de respeto y lo tomó de su suéter verde para despedazarme mutuamente.

Gritos, insultos y golpes no se hicieron esperar. Sam y yo esperamos cualquier tipo de reacción por parte de nuestros respectivos padres, pero no semejante desastre que, irónicamente, mi Brother y Sisters teníamos que contener antes de que llegara a un punto sin retorno.

-¡YA DEJE A MI PAPÁ, IMBÉCIL!- ella tomó a mi padre de un brazo y lo jaló para que dejara de ahorcar al suyo que se había colocado azul por la falta de aire.

-¡QUÍTAME TUS INMUNDAS MANOS DE ENCIMA!

Jamás olvidaré como él la tiró de una bofetada con el dorso de la mano derecha. El sonido causado por eso estará siempre gravado en mi mente, como el que genera la cuerda de una guitarra eléctrica que se rompe en medio de un concierto echando todo a perder.

Y tampoco olvidaré la violenta acción de mi parte, un impulso que me resultó imposible controlar.

-¡MALDITO ESTÚPIDO, NO LA GOLPEES!- el puñetazo que le asesté rompiéndole su larga nariz tumbándolo al suelo tuvo la potencia suficiente para detener las caóticas acciones de los demás.

-¡LYNN!- mamá dejó su "pelea de gatas" contra la Señora Sharp y fue a socorrerlo.

-¡¿TE HAS VUELTO LOCA O QUÉ, LUNA?!- me reclamó Lori cuando con mis otras Sisters y Brother también lo ayudó viendo con horror como expulsaba sangre de la nariz.

-¿Estás bien, Sam?- ignoré los reclamos de todos y me enfoqué en ayudar a mi novia recibiendo el apoyo de su hermano menor, Simón.

-Auch... creo que sí- acarició su enrojecida mejilla izquierda y sacudió su cabeza.

-¡¿CÓMO PUEDES GOLPEAR ASÍ A PAPÁ, LUNA?!- creo que esa fue también la primera vez que vi a Leni tan furiosa o alterada; las demás se volvieron hienas que querían comerme viva.

No era por menos. Ninguna permitiría que alguien, sin importar quien sea, lastimase físicamente así al hombre que tanto hizo por nosotras y que siempre nos quiso por igual sin importar que nuestras diabluras sean las causantes de que estuviese casi calvo, y la persona que lo agrediese del modo en como lo hice, experimentará en carne propia la frase: "ni el Infierno puede compararse con la furia de una mujer" siendo 10 veces peor en nuestro caso, no importa si ese alguien sea justamente alguna de nosotras.

-¡¿Y CÓMO ÉL SE ATREVE A PEGARLE ASÍ A LA MUJER QUE AMO?!- pero no me iba a echar para atrás y me mantuve firme en mi lugar junto a Sam, ambas dispuestas a batallar por nuestro amor.

Fin del flash back.

Nos costó mucho conseguir el perdón de nuestras familias, especialmente la mía, pero mientras tanto debíamos ganarnos como podíamos la vida ejerciendo lo que tanto nos apasionaba al tocar en conciertos, bares, fiestas y eventos especiales junto con nuestra banda conformada por nuestros amigos de ese entonces, Chunk, Mazzy y Sully.

Durante un tiempo nos fue relativamente bien, es decir, no es como si de la noche a la mañana nos hiciéramos cantantes de fama mundial y menos nacional, pero sí que nos hicimos un nombre en Royal Woods y las ciudades cercanas a esta. Nos podríamos conformar con eso mismo, ser cantantes famosas a nivel local, pero cuando una oportunidad de oro se nos presentó, ninguna de nosotras pudo decirle NO y la aceptamos sin chistar.

Oro que se volvió la más corrosiva sustancia ácida con la que alguien pueda tener contacto...

Flash back:

Llevábamos a cabo uno de los muchos conciertos a los que nos contrataban. Nada del otro mundo porque no faltaba el acalorado público que gritaba nuestros nombres, suplicando que cantáramos así para siempre sin descanso alguno; algo que con mucho gusto quisiera hacer si no fuera una simple humana de carne y hueso.

-¡Te quiero para mí, porque la vida no tendría sentido sin ti y solo existo para ti!- cantábamos en coro Sam y yo, lado a lado, tocando nuestras guitarras mientras que Sully, Mazzy y Chunk estaban a nuestras espaldas tocando la batería y otros instrumentos.

Al finalizar la canción, y después de que se nos partieran los tímpanos por los gritos y aplausos de nuestro querido y bello público, estábamos tras bastidores para descansar como debíamos. Chunk se encargaría de recibir nuestra paga para que no nos salieran con mano negra y Mazzy iría con Sully a "descargar" sus tensiones y la fatiga en dónde nadie los moleste.

-Y otra alocada noche para la colección- Sam guardó en un álbum una foto de nosotras con nuestros amigos en la tarima una vez que terminamos nuestra presentación.

Era algo que siempre hacía cada vez que finalizábamos uno de nuestros conciertos, una tradición par que jamás se nos olvide en dónde tocamos y no confundamos un evento con otro.

-Bravo, señoritas, Bravo. Eso fue de lo más espectacular- cuando estuve por decirle algo, oímos unos lentos aplausos y al girarnos para atrás vimos a un hombre de ropa fina y gafas negras saliendo de entre las sombras de una esquina.

-¿Quién es usted?- pregunté algo brusca por su repentina y muy descarada interrupción.

-Thomas Hamilton, a sus servicios- nos entregó una tarjeta -y vengo en representación de la Disquera DISCO ESTELAR- ante esta información nos vimos de lo más anonadadas.

-¿DISCO ESTELAR? ¿La misma que sacó adelante a la banda Heavenly Angels?- quiso corroborar mi novia, viéndolo como si él fuese precisamente un ángel enviado del Cielo.

Y no era por menos, se trataba de una de las disqueras de mayor prestigio en Estados Unidos que ha hecho que muchas y diversas bandas que salieron de la nada se volvieran mega famosas a nivel internacional conocidas por los que se autoproclamen amantes de la Música Rock.

-La misma, señoritas. Mi disquera me pidió que les siguiera el rastro debido a lo famosas que se han vuelto por estas ciudades para ver si poseen lo necesario para ser parte de nuestra asociación y no me cabe duda alguna de que cuentan con cada uno de los requisitos que buscamos.

Podía sentir como mi corazón latía con la potencia del altavoz más grande que existe debido a la emoción al oírle decir eso. ¿Oímos bien? ¿Qué tenemos lo requerido para ser parte de esa disquera? ¿Esto realmente ocurría o me desmayé cuando canté la última nota en el escenario?

-¿No nos está tomando el pelo, cierto?- Sam expresó el mismo entusiasmo que yo sentía.

-Me ofenden con tal pregunta, señoritas. Imposible que un representante de una disquera de ese calibre bromee con algo así- se tomó con humor su duda -¿Qué dicen? ¿Quieren darle una oportunidad a DISCO ESTELAR para que las hagan más grandes de lo que ya son?

No nos demoramos en decir que esa oferta era de todo nuestro interés, ¿A cuántas bandas se les ofrecía en bandeja de plata semejante proposición? ¿Una de diez? ¿Una de cien? Tendríamos que ser unas idiotas totales para darle la espalda así como así.

Al día siguiente fuimos a esa Disquera siendo recibidas por el tal Thomas que sin demora nos hizo un pequeño tour por todo su interior. Maravilladas quedamos por lo que veíamos, no por los lujos y elegancia, sino por los retratos y monumentos dedicados a los diversos músicos que han trabajado aquí y que se habían vuelto leyenda, ¡Incluso hay de mi ídolo, Mick Swagger! Pero esto último se me hacía raro porque no recordaba que él en algún momento haya trabajado para esta Disquera.

-Entonces ustedes son las famosas cantantes de Royal Woods, ¿Eh?- dijo el dueño de la Disquera, Robert Reed o también conocido como Doble R, una vez que llegamos a su oficina y Thomas nos presentara.

Bastante incómodas nos sentimos cuando empezó a caminar a nuestro alrededor examinándonos. ¿Qué tal si no contábamos con lo que él consideraba necesario? ¿Perderíamos para siempre esta oportunidad y deberíamos regresar con el rabo entre las patas y volvernos el hazmerreír entre las demás bandas?

-Tenías razón, Thomas. Estás chicas son todo lo que hemos estado buscando. Jóvenes, bellas, a las que se les nota fácilmente su amor por la música y el empeño que le ponen a la hora de cantar- mi bella rubia y yo nos vimos sonriendo teniendo otra vez los ánimos volando a la velocidad de un rayo -solo una pregunta: ¿Es cierto eso que ustedes dos son novias?

Esa pregunta bastó para ponernos en estado de alerta. Si le decimos que somos una pareja gay, ¿Automáticamente nos dará la patada si resulta ser una de esas personas que les tiene aberración a los homosexuales? Esto me tentó a decirle una mentira con tal de no desperdiciar la oportunidad que nos daba.

-Sí, así es. Luna y Sam somos novias- pero Sam tuvo mucho más coraje que yo y no dudó en decir la verdad hablando con admirable firmeza y sin rastro de miedo.

La vi con reproche y estuve a punto de reclamarle al creer que lo echó a perder, pero una pequeña risa por parte del dueño de la Disquera bastó para que me mordiera la lengua.

-Eso es todo lo que necesitaba saber- hizo un chasquido de dedos para que su linda secretaria se nos acercara con unos papeles -estos son unos contratos que al firmarlos las harán enseguida parte de mi Disquera y tendrán todo lo que siempre han soñado: dinero, fama, chicos, o chicas si lo desean, y podrán expandir su música mucho más allá de sus terrenos para que todo tipo de personas puedan deleitarse con lo que son capaces de hacer.

-¿Aceptan? Pueden tomarse todo el tiempo que requieran pare decidir.

Con solo 20 años éramos todavía muy jóvenes para pensar con cabeza fría algo de tal magnitud y dábamos por hecho que al aceptar su ofrecimiento nuestras vidas, nuestras carreras como músicas, a partir de ese momento irían en ascenso, hasta el Infinito y Más Allá (como diría cierto juguete astronauta) en dónde todo sería fama y gloria eterna.

Al ser embriagadas por el sabor de un supuesto éxito asegurado, accedimos sin tomarnos la molestia de revisar las letras pequeñas de los contratos que nos dio.

-Aceptamos- le devolvimos los papeles luego de firmarlos.

-Estupendo. Verán que lograremos muchas cosas juntos- Doble R nos sonrió satisfactoriamente y nos palmeó los hombros haciendo unos asentimientos con la cabeza.

Lo que la ilusión y entusiasmo del momento son capaces de generar... mejor dicho, como nos tapan los ojos impidiéndonos ver en lo que realmente nos estábamos metiendo, porque no mucho tiempo después de eso, afrontamos el primer duro acontecimiento que trajo firmar esos contratos.

Despedirnos de nuestros compañeros de banda.

-¿Lo dicen en serio?- Mazzy se alzó su flequillo parecido al de Lucy para que pudiéramos ver a la perfección la mirada de perplejidad que tenía.

-Así es... por desgracia. Esa Disquera solo nos busca a nosotras, por lo que... este el adiós, mis Friends- no podía contener mis lágrimas con cada palabra que decía.

¡Ellos eran casi como mis Brothers pertenecientes a otra familia con los que he vivido miles de cosas! Los que me apoyaron cuando mi familia real me repudió luego de pegarle a papá. Siempre supe que no íbamos a estar juntos de por vida, pero creía que el día en el que la banda se disolvería sería un muy lejano y no cuando apenas estamos en la flor de nuestra juventud.

-Pero... pero siempre creímos estaríamos juntos... que nos haríamos realmente grandes trabajando en equipo como lo hemos hecho desde siempre- Sully tampoco contenía sus propias lágrimas.

-Chicos... sé que esto no es fácil para ninguno. Pero fue una oportunidad única que no sabemos si se nos iba a volver a presentar más adelante, entiéndanlo- trató de explicarles Sam.

-Eso lo entiendo. Pero lo que no entiendo ¡¿Es cómo pudieron tomar una decisión así a la ligera sin antes consultarnos?!- Chunk estaba más indignado que triste, después de todo, al ser el de mayor edad en la banda era así como la "figura paterna" entre nosotros que evitaba que metiéramos la pata hasta al fondo si veía que íbamos hacer algo contraproducente.

-Por el tiempo. No queríamos hacer esperar al Señor Reed por temor a que se molestara y retirase su oferta- solo pasaron unos segundos después de que les dije esto para sentirme una gran idiota porque recuerdo que él dijo que podíamos tomarnos todo el tiempo que deseáramos.

-Me parece increíble que tomaran primero en cuenta la opinión de alguien a quién apenas acaban de conocer que pedir la de aquellos que las conocen desde hace años- nos reprochó Sully viéndonos del mismo modo que Chunk.

-Oh, ¿En serio? ¿Acaso tú y Mazzy no hubiesen hecho exactamente lo mismo si habrían sido a ustedes a los que les dieran tal ofrecimiento?- pero tal hipocresía de su parte no me hizo gracia.

-¡No nos desviemos del tema!- interrumpió Chunk antes de que discutiéramos -Luna... Sam... las quiero como si fuesen mis hermanitas, pero no soy quién para decirles que hacer o que no. Lo máximo que puedo hacer es... es desearles la mejor de las suertes y que... y que encuentren la felicidad con el camino que han escogido- cada vez le costaba más trabajo hablarnos debido a que también empezó a sollozar.

Hacer sentir así de mal a nuestros amigos de, como diría Lori, literalmente toda la vida... debí tomarlo como una señal de lo que nos iba a esperar a la vuelta de la esquina.

-Gracias... por entenderlo, Chunk- dejando de lado la molestia que Sully me había causado, lo abracé fuertemente y él me correspondió el gesto con la fuerza de un oso -y dejen de tener esas caras largas. No es como si los fuésemos a olvidar para siempre ni nada parecido, siempre podremos juntarnos para tocar en los bares u organizaciones benéficas como lo hemos hecho antes- traté de hacerles sentir mejor, pero Sully se cruzó de brazos y nos dio la espalda.

Yo tampoco los miraría a los ojos si hubiesen hecho esto como se lo acabo de reclamar, pero al menos les desearía suerte como lo hizo Chunk y quisiera que todavía siguiéramos siendo amigos sin que las cosas entre nosotros no cambiasen de forma radical.

Esto último realmente era mucho pedir.

Unos días después, fuimos al auditorio que nos asignaron en dónde podríamos practicar junto con aquellos que se volverán nuestros nuevos compañeros de banda. Era un lugar gigantesco, mucho más grande cualquier otro sitio en el que hayamos ensayado, incluso más grande que varios de los sitios en dónde hemos presentado nuestros conciertos.

-Me alegra volverlas a ver, preciosas- dejamos de admirar todo el elegante y basto panorama que nos envolvía cuando Thomas se nos aproximó -vengan, conozcan a sus nuevos compañeros de banda- nos hizo una seña para que lo siguiéramos.

-Y a todo esto... ¿Cómo se llamará la banda que conformaremos?- Sam tomó en cuenta este detalle que se me había olvidado por completo.

-Oh, es una sorpresa que les aseguramos les encantará- afirmó riendo otra vez -muy bien, quiero que conozcan a con quiénes a partir de ahora serán la nueva sensación del mundo de la música.

A quiénes vimos primero fueron a dos chicos, de más o menos nuestra misma edad, abrazándose y devorándose a besos sin pena alguna, luego a... carajo, ¡Una mujer afro trans! Que parecía estar coqueteando que un empleado del lugar (Que claramente se haya de lo más incómodo sin saber cómo lidiar con ella) y por último a un jovencito de ascendencias asiáticas, creo que solo de 18 años, que obviamente no parecía estar muy a gusto ahí.

-¡Todos, préstenme atención!- solicitó Thomas -quiero que conozcan a las últimas integrantes de la banda: Luna Loud y Sam Sharp- nos señaló -así que por favor, preséntense.

-¡Hola, es un placer conocerlas!- nos saludó uno de los chicos que se besuqueaban, que claramente es el... "muerde almohadas" por el tono tan afeminado que usó al hablar y su lenguaje corporal (Que harían que Miguel, uno de los amigos de Leni, pareciera el más macho de los machos, ja, ja) -yo soy Scott Talkinson- se presentó apegándose a su novio por costado derecho mientras que este lo abrazaba por la cintura.

-Bryan Marshall- su pareja habló con más moderación y con el tono de un "verdadero hombre" para plantarle a Scott un beso en la mejilla sacándole una pequeña risa.

¿Incomodada por eso? Claro que no, después de todo, si Sam y yo también expresamos nuestro amor con besos y caricias sin importarnos quién nos puede mirar, esos dos y cualquier otra pareja gay puede hacerlo si así lo desea.

-Margaret Silva- nos habló la mujer trans, a quién se le puede apreciar bien su voz masculina y que debo reconocer me resulta algo inquietante (Por no decir perturbador)

-Susa... Sebastián Valmer- ese joven, curiosamente, habló con un tono femenino pero carraspeo para así usar uno varonil, y que gracias a mi buen sentido del oído, noté que era muy forzado.

No, un segundo... ¡Él no es un chico! Es... ¿Es una chica que quiere aparentar ser un varón?

¡¿Con qué tipo de personas nos estamos juntando en verdad?!

-Eh... también es un placer conocerlos- Sam también se percató de eso, pero no quiso ser grosera y los saludó con la mayor de las amabilidades sonriendo algo apenada.

-Ahora que ya se presentaron, es hora de que se conozcan de verdad. Uno por uno mostrarán de lo que son capaces de hacer y así tanto yo, como ustedes mismos, podrán ver las fortalezas o debilidades de los otros- nos dijo Thomas como lo haría el entrenador de un equipo de futbol.

Independientemente del tipo de personas que sean (O el tipo de personas que crean que son) admitía que también eran muy buenos músicos. Bryan era hábil con la batería, Scott con el violín, Margaret con el piano eléctrico, disimulando bastante bien su voz a la hora de cantar, y Sebastián con el saxofón.

Buenos en su propio estilo, imposible de negar, pero no sabría como coordinarlos para que pudiéramos tocar las mismas canciones sin que uno se vaya por su lado.

-¡MAGNÍFICO, MARAVILLISO, ESTUVIERON DE LO MÁS ESPECTACULAR!- Thomas comenzó a aplaudirnos y a chiflar cuando Sam y yo finalizamos nuestro dueto -de solo imaginar lo que podrán hacer todos ustedes juntos en el escenario...- por un momento parecía que se le formó el signo del dólar en ambos ojos.

-¿Ahora qué vamos a hacer?- le preguntó Sebastián con mucha timidez.

-En dos meses tendrán su primera presentación como una banda oficial en este mismo auditorio y tendrán todo ese lapso de tiempo para practicar tanto como tocar en equipo, como la letra que deberán interpretar- esta última oración me dejó algo desconcertada.

-¿La letra que deberemos interpretar? ¿No debe ser una que nosotros mismos hayamos creado?

Eso me generaba molestia porque creí que nos harían tocar la letra que la Disquera quisiera que tocáramos, que decidieran por nosotros sin darnos la opción de elegir, no dejándonos tocar una compuesta por nuestras propias manos y que nos saliese del corazón.

-Para su primera presentación, ¿Acaso ya tienen algo en mente? Mejor dicho, ¿Ya saben tan siquiera tocar como equipo?- ni Sam, ni yo, ni ninguno de nuestros nuevos compañeros supo que decirle al respecto -claro que no, ¿Cierto? Practicar juntos la misma canción durante dos meses no solo les ayudará a mejorar sus habilidades como músicos, sino a ser una verdadera banda musical en dónde la confianza mutua será de vital importancia.

-Además, si entre todos intentan crear una letra seguramente se producirán diversos desacuerdos que entorpecerán su rendimiento. Cuando ya sean una verdadera banda podrán crear la magia que mejor les parezca para los conciertos.

Seguiré estando no muy de acuerdo con el hecho de cantar cosas que otras personas han escrito, pero debía darle la razón en lo que se refiere a confianza mutua, porque sin esto, ninguna banda podrá avanzar, así que hasta que se cree lo más cercano a un ambiente de camaradería entre todos los integrantes, debería acceder a sus peticiones.

-Entonces no perdamos más tiempo, ¡E iniciemos con las prácticas, carajo!- apresuró Bryan.

-Me fascina esa actitud. Sigan mis consejos y su banda, a quién cariñosamente se le ha bautizado como The Rainbow of Liberty, hará historia en el mundo de la música.

-¿The Rainbow of Liberty? ¿Qué clase de nombre es ese? ¿Cree que somos una banda infantil que tocará para niños de kínder?- oí claramente este susurro de descontento por parte de Sam.

Dejando de lado lo muy infantil o trillado que pueda sonar nuestra agrupación tan pintoresca, en realidad no nos fue nada mal ensayar con estas personas por ser justamente buenas personas. Hace mucho tiempo oí esta frase: "antes que tener buenos músicos, se requiere de buenas personas para formar una banda musical de buena calidad"

No sirve de nada tener a alguien con un gran talento si ese alguien es un atarantado que no sabe cómo trabajar en equipo o cause discordia entre los demás integrantes... palabras que tendrían un gran peso mucho más adelante.

-¡ALTO, TODOS, ALTO!- detuvimos nuestro ensayo a mitad de práctica por órdenes de Thomas -eso es, ¡Ya le han agarrado el ritmo! Y eso que solo llevan dos semanas de ensayo, casi parece que son una banda de toda la vida- todos nos vimos compartiendo una sonrisa de satisfacción.

-Pero, ¿Por qué cambiaron la palabra "Elles" por "Ellos" de la letra?- ahora habló con el tono de un policía bravo interrogando a un sospechoso de asalto a mano armada, cosa que volvió nuestras miradas una de confusión colectiva.

-Es por-porque sentimos que no combinaba bien con-con el ritmo de la música y decidimos ajustar ese detalle- explicó por nosotros Sebastián algo tímida... ¡NO, QUISE DECIR! Tímido.

Thomas soltó un fuerte gemido de exasperación quitándose las gafas para frotarse los ojos.

-No, chicos y chicas, no pueden hacer ese tipo de cambios así como así sin consultarme primero- nos hizo una seña para que nos acercáramos y así lo hicimos, aunque Sebastián lo hizo temiendo que se lo fuese desollar -oigan, sé que muchas partes de la letra le suenan extrañas a primera vista o que no parecen ir con el ritmo. Pero les aseguro que mientras más practiquen, mejor les sonará.

Dudé totalmente de la veracidad de esa afirmación, pero no quería que se presentara algún fuerte desacuerdo cuando prácticamente apenas estábamos dando nuestros primeros pasos como músicas de renombre. Más adelante analizaría con mejor detalle la letra de la canción y a ver si puedo convencer a Thomas de hacerle los cambios que considere adecuados.

Una vez terminado el ensayo y estando en nuestros camerinos, lo único que quería hacer era dormir y darle una hojeada a la letra al día siguiente, pero Sam se me adelantó a eso y se hallaba sentada ante un escritorio cerca de mí leyendo detenidamente unos papeles.

-Sam, deja eso para mañana y ven a dormir...- solicité y le di la espalda tapándome la cabeza con una almohada.

-Luna... no creo que esta canción vaya a funcionar- gruñí al sentir como se sentó a mi lado -deja de flojear y préstame atención. Mira esto- refunfuñé cuando me tocó un hombro.

De mala gana me incorporé para revisar mejor la letra de la canción. Hasta ese día lo único que hacíamos era repetir lo que Thomas nos dio sin analizar con mejor detenimiento lo que leíamos, solo detalles menores como esa tontería de usar "Elles" en vez de decir "Ellos" como modo de referirse a muchas personas, pero al ver con ojo más analítico, noté más cosas así.

-¿Lenguaje inclusivo?- me impresioné tanto por descubrirlo como por no haberlo descubierto desde un inicio -¿En verdad hemos estado practicando esta estupidez por dos semanas?- muy idiota me sentí por apenas notarlo en ese instante.

-¿Qué espera Thomas y la Disquera de nosotras y del resto? ¿En verdad creen que podremos ascender en el mundo de la música con este tipo de temática que quieren que cantemos?

Realmente comencé a molestarme porque no solo nos niegan componer la música que deseamos cantar, ¿Sino que desean que seamos "Políticamente Correctos"? ¡¿Qué tenían en la cabeza?!

Creo que esa fue la primera vez en la que me percaté de la aberración en la que nos metimos por no haber leído las letras pequeñas del contrato como lo dije anteriormente.

Sin embargo, ese sentido de arrepentimiento e inconformidad no me duró para siempre.

Y es porque, luego de que Thomas accediese muy a regañadientes a que les hiciéramos algunos ajustes a la letra, seguimos ensayando hasta que llegó el día del tan esperado concierto.

-Son muchas personas...- dijo Sebastián muy nervioso al asomarse levemente desde una esquina.

-Descuida, cariño. Solo imagínatelos en ropa interior y todas tus preocupaciones se irán- mucha risa me habría causado la broma que Margaret en otro escenario, pero debido a la situación en la que estamos (y por el tono que usó) solo agitó más las aguas.

-Mira, Bryan. Ahí están mis papás...- Scott también se mostró muy asustadizo y se escudó detrás de su novio que trató de calmarlo diciéndole que no tiene nada que temer.

Por lo que ellos nos habían contado, ninguna de sus familias aceptó bien su sexualidad, de hecho, los seguían repudiando por ser unos "degenerados" no habiendo logrado ganarse su perdón o aprobación. Ni hablar de Sebastián y Margaret ya que sus respectivos familiares los han tachado de "aberraciones antinaturales" no queriendo saber nada de ellas... ¡NO, ME EQUIVOQUE! De él y de ella.

Así que este concierto sería para mis compañeros de banda la perfecta oportunidad para restablecer los lazos rotos con sus seres queridos y estos dejen de mirarlos como si de monstruos se tratasen y los vuelvan a aceptar en sus vidas.

Lo que me hizo dar cuenta de la mucha suerte que Sam y yo tuvimos porque a nuestros padres el enojo no les duró para siempre y nos aceptaron tal y como somos, cosa que por desgracia no todas las parejas gays pueden decir.

Yo me arrimé para verlos, a los de Sam, su Brother, el mío, mis Sisters y nuestros Friends. Aunque a esas alturas del cuento mamá y papá ya no ponían muchas quejas por verme junto con mi novia, lo que me revolvía el estómago era fracasar ante ellos y el resto de mi familia en este primer paso como una música de renombre que desea expandir sus horizontes.

¿Cómo los volvería a mirar a la cara si fallaba y no cumplía con las expectativas y con lo que todos esperaban de mí? Creo que debí haberme hecho esta pregunta en los días venideros.

-¡Así que denle un fuerte aplauso a los integrantes de The Bainbow of Liberty!

Apenas el presentador dijo esto, las cortinas se abrieron para que todos pudieran vernos al mismo tiempo que a nuestras espaldas se produjeron unos bellos fuegos artificiales de diversos colores que al dispararse en el cielo formaron palabras con el nombre de la banda y del techo se desplegó una bandera que tenía nuestro símbolo, un imponente unicornio rosa con un tatuaje en forma de corazón en el costado derecho galopando entre las nubes teniendo un bello arcoíris encima formando un arco en el espacio exterior lleno de estrellas y cometas.

Algo muy meloso y excesivamente colorido, pero que en realidad era algo agradable a la vista que dejó de lo más cautivado al público por el potente gritó que soltó, incluso varios de ellos soltaron bombas de humo de múltiples colores ovacionando nuestros nombres.

-¡¿Todos listos?!- miré a Sam y mis compañeros que asintieron -¡A LA ONE, A LA TWO, A LA ONE, TWO, THREE, GO!

-¡Si tú no te conformas como estás!- empezamos a cantar Sam y yo -¡Y crees que nadie te querrá!- siguieron Bryan y Scott con la misma sincronización que nosotras dos.

-¡No llores más porque soluciones siempre habrán!- prosiguió Margaret -¡Que te dejarán de lo más feliz porque te darán lo que más deseas obtener y mucho más!- continuó Sebastián.

-¡QUE TE HARÁN GANAR LA ACEPTACIÓN DE TODOS LOS DEMÁS!- al entonar todos esta parte de la letra, varias explosiones de chispas ocurrieron alrededor del escenario.

Las inseguridades que tuve sobre la letra y que esta nos haría caer de modo estrepitoso se habían esfumado por completo. No solo les encantaba a todas esas personas, sino que tal y como Thomas nos lo afirmó, con el ritmo enérgico que le dábamos logramos crear magia que se incrustaba en los corazones de quién nos oyera y que durará para siempre.

Oh... pero que ilusos podíamos llegar a ser todos en ese entonces...

-¡PORQUE TODOS TENEMOS DERECHO A SER COMO QUERAMOS SER!- Sam y yo finalizamos esta última parte de la canción al hacer un estruendoso y sincronizado balls con nuestras guitarras.

El público terminó por enloquecer. No solo nos aplaudían y gritaban nuestros nombres dando la impresión de que se les desgarrarían sus cuerdas vocales, sino que algunos trataron de saltar las vallas siendo detenidos a duras penas por el personal de seguridad.

Miles de veces antes ya he causado ese efecto en los espectadores, pero esta vez me sentí en la cima del mundo, ¡Como la máxima estrella musical que jamás se haya visto! Porque con solo mi primer concierto fuera de mi Zona de Confort ¡Logré una aceptación sinigual!

Mucho mejor de lo esperado. Pero a mi mente vino ese recuerdo de cuando tenía 15 años y gané un concurso de música en dónde tendría la oportunidad de tocar en vivo, pero los dos pendejos que tenía como "representantes" me obligaron a cambiar mi imagen haciéndome llamar Lulú teniendo que usar una estúpida peluca rosa junto con un vestido de muñeca Barbie diciéndome que hacer o que no como si fuera un mero actor secundario.

Pero aquí no tenía ese problema porque me querían a mí, a la genuina Luna Loud, a la cantante abiertamente gay que es y que toca junto a su pareja, que no teme expresarse como desea y nadie, ni siquiera los que le dieron esta grandiosa oportunidad, le exigía cambiar ni un solo pelo de su imagen o decirle cómo comportarse.

Fue el inicio de mi reinado como la nueva sensación del Rock And Roll, el inicio de mi carrera como música de renombre, el inicio de la fama y gloria que tanto soñé con tener al lado de la mujer que amo... el inicio de un espiral de sucesos que casi acabaron con nuestras vidas.

Fin del flash back.

Los párpados ya me empezaron a pesar como un camión lleno de mil instrumentos musicales, así que me giro para no seguir viendo ese poster y veo a mi esposa que aún dormía plácidamente.

Acaricio su lindo mechón azul sonriendo ligeramente porque sin importar las penurias por las que pasamos, nos pudimos mantener juntas demostrando que el amor verdadero lo puede lograr todo (Sí, sé perfectamente que es una frase bastante cursi y cliché, pero, ¿Qué más puedo decir si es toda la verdad?) así que le beso la frente y termino de cerrar los ojos para dormir entonando una reconfortante canción en mi mente para quitarme los para nada tiernos pensamientos que me generaron al recordar lo que pasó luego de ese concierto.

Primer capítulo completado el 24/08/2022.

Y eso fue todo por esta vez. Espero que les gustase este fic de Luna, recuerden que casi nunca he hecho algo desde su punto de vista, así que ténganme algo de paciencia si no la hice tal cual como en la serie Canon, pero como aquí es mucho mayor que en la caricatura, obviamente no puede ser la misma que en TLH.

También porque me tomé ciertas libertades, mejor dicho, no caí en lo que otros autores hacen con Luna en sus fics porque me di cuenta que muchos la retratan como una madre irresponsable que antepone su música por encima de sus hijos o que incluso es una drogadicta.

Y como ella es mi tercera Loud favorita solo superada por Leni y Lana, quería cambiar esa imagen que no se merece al mostrar como creo que ella será algún día como toda una mujer adulta y casada con su tijer... digo, con Sam XD formando su propia familia.

Hablando de familia, si puse esa escena de Rita y Lynn Sr. así de alterados cuando ella les dijo que es lesbiana, es porque también me percate que en varios fics ellos se toman con toda naturalidad el hecho de que una de sus hijas sea gay y no les incomoda para nada, por lo que para variar también eso hice que reaccionasen como seguramente muchos padres o madres lo harían si alguno de sus múltiples hijos-as les saliese con una sorpresa así; aunque no recuerdo si en la serie Canon ellos saben que ella una lame-alfombras o no.

¿Les gustaron los peculiares hijos que les di a Luna? Me base tanto en la fórmula de hermanos opuestos y contrarios uno del otro, como en... ya saben, en los hijos del Lunacoln (Lyra y Lemy) pero claro, no siendo solamente unos copia y pegas al darle características propias y de mi invención (junto con el hecho de que aquí ambos tienen la misma edad)

Si se preguntan porqué este fic tendrá más de un capítulo y no ser un único One-Shot como lo hice con los otros fics enfocados en las Chicas Loud, es porque de haberlo hecho así esto me habría queda mucho más grande de lo que es, por lo que decidí dividirlo en dos.

Además... porque dentro de poco haré algo muy, pero MUY especial que he deseado hacer desde hace mucho tiempo y justamente porque el tiempo se me acaba que debo hacerlo y para lograrlo, tengo pensado hacer en estos días pequeños Drabbles (Cosa que no he hecho desde mi primer fic de South Park) así que deséenme suerte para que logre ese objetivo tan importante ;D

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top