La Siguiente Generación

Esta historia comienza en una casa Loud diferente, pues es la casa propia de nuestro querido Lincoln Loud, que comparte con sus tres queridas hijas.

Así es, Lincoln tiene actualmente tres muy amadas hijas, siendo cada una de una esposa diferente, y para empeorar la cosa (según de quien lo vea),  cada madre es una de sus hermanas mayores, Lori, Leni y Luna. Aunque fueron mal vistos por algunas personas, se las apañaron para seguir adelante.

Lamentablemente, ellas no pueden vivir todo el tiempo con Lincoln por cuestiones de trabajo, pero las jovencitas que lo acompañan, es la única compañía que necesita. Aunque estás tengan rasgos algo "especiales" de cierta forma.

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—¿Puedes subir un poco más la piernas cariño?, no alcanzo a limpiarte bien —decía un adulto Lincoln.

—Si papá. —respondió con tranquilidad una joven rubia claro acostada en su cama.

—Bien, ahora lo colocamos...cerramos las cintas y. . .¡listo! —respondió el albino al ver a su "pequeña" en un pañal limpio.

—Gracias papá. Lamento haberte molestando tan temprano con mi cambio. —dijo la joven un poco apenada.

—Para nada Liena, sabes que no es ningún problema cambiarte. Mi pequeño terrón de azúcar. —dijo el albino mientras acariciaba la mejilla de su hija.

—Jiji, tampoco es para tanto papá. —exclamó algo avergonzada mientras se acomodaba su ropa.

—Lo sé, pero siento que tus problemas de incontinencia han empeorado, esta pañal esta mucho más mojado que antes, menos mal que aguantan bien. —dijo Lincoln mientras tiraba el pesado pañal de su hija a la basura.

—Lo siento papá, creo que me descuidé un poco y lo mojé más de la cuenta, como pensé que aguantaría. —aclaró la joven.

—Descuida hija, solo fue un desliz, menos mal que pasó aquí en la casa aprovechando que están de vacaciones y no en la escuela jeje. Pero igual sabes que por cualquier cosa puedes contar conmigo. —dijo dándole un beso en la mejilla

—Claro papá, gracias por todo. ¿Quieres que revise a las demás?

—No hace falta, yo me encargo, tengo que hablar con ellas también porque ya sabes quienes vienen hoy. Aunque podrías ayudarme empezando a preparar el desayuno. 

—¡Por supuesto, cuenta conmigo!

Ambos salieron de la habitación, Liena bajo las escaleras y fue en dirección a la cocina mientras que Lincoln avanzaba derecho al siguiente cuarto.

Al entrar se podía apreciar un cuarto ordenado por un lado pareciendo bastante normal, con un ropero, un escritorio y una cama; pero del otro lado se veía algo más desordenado e infantil, con varios peluches y juguetes tirados, así como una cuna y mesa para cambios algo grande.

El albino se acercó a la cuna pera despertar a su hija.

—Buenos días Lyra, ya es hora de despertar bebé.

—¿Mmm?...¡mph!...¡papi! —decía alegremente una joven delgada castaña pelo largo mientras extendía sus brazos a su padre, aunque curiosamente estaba vestida con un onnise lila.

—Jeje, es hora de empezar el día. —dijo mientras cargaba a su hija, para inmediatamente sentir algo abultado en su parte trasera. —Y al parecer alguien me dejó un regalito, ¿no es así?

—Jijiji

Lincoln colocó a su hija en el cambiador, y después de desabrochar su onnise y ver el pañal sucio que esta traía, este procedió a cambiarla. Lyra solo se reía y movía mientras que veía a su padre cambiarla.

—Espero que esta vez no me salpiques como la última vez, ¿eh hija? —dijo Lincoln mientras le ponía el talco.

—Jeje, pedón papi. 

 Lincoln finalmente terminó de ponerle su nuevo pañal, haciendo que Lyra saltara de alegría mientras se daba palmadas en su pañal nuevo, aunque la risa no le duró mucho cuando lo vio saca su ropa normal del armario.

—¿Po-Por qué sacas esa ropa papi? —preguntó algo nerviosa.

—¿Acaso se te olvida quien viene hoy hija?

Al recodar lo que su padre les había informado un par de días, ella solo empezó a patalear y hacer una pequeña rabieta en el piso.

—¡Pedo no e juto!, ¡prefiero mi dopa de bebé!

—Lo sé hija, pero necesitas verte presentable con ya sabes quien. Al menos puedes quedarte con el pañal puesto. ¿Puedes hacer eso por mí?

—. . .Si papi. —dijo aceptando su destino.

—Esa es mi niña.

Y así Lyra se puso su ropa habitual de mala gana, para luego arreglarse un poco mejor la cara y el cabello.

—A veces olvido lo guapa que te vez cuando te arreglas así. —dijo el albino.

—Ahhh, ¿ósea qué cuando soy tu bebé no soy linda? —preguntó Lyra sintiéndose ofendida.

—Diría mas bien que eres adorable, mi pequeña bebita. —dijo apretándole los cachetes.

—Jeje, ya lo sé. Te quedo papi.

—Y yo más bebé. Puedes bajar ya Liena esta preparando el desayuno, no le vendría mal algo de ayuda por si acaso.

—Claro papi, como gustes. —dijo Lyra pareciendo una persona diferente.

Y con ese cambio de actitud, Lyra fue a acompañar a Liena, mientras que Lincoln se dirigía a la última habitación. Para que cuando este abriera la puerta, un fuerte golpe de hedor golpeara su nariz.

Al entrar a la habitación vio una televisión encendida con un videojuego en pausa, algunas botellas de refresco vacías, unas bolsas de papas fritas, y en la cama, su primogénita, una chica dormida que no usaba más que una playera, y con el trasero levantado dejando ver un inmenso pañal del que colgaba un bulto marrón.

—Ni si quiera Lyra o Liena llenan así sus pañales. —dijo con una pequeña sonrisa para luego acercarse a su hija. —Loan, ya despierta.

—. . .¿Mmm?. . .¿papá? —decía Loan un poco adormilada.

—Veo que te divertiste mucho anoche con tu sesión de videojuegos. . .y con tu pañal también. —decía mientras rebotaba el pañal de Loan con la mano.

—Lo siento papá, quería aprovecharlo al máximo. —hablaba para luego sentirse y sentir lo frío de de su parte trasera y como empezó a escurrir.. —Oh, talvez si me excedí un poco.

—Bueno, solo asegúrate de limpiar todo y limpiarte bien. . .¿o necesitas que te cambie?

—N-No papá, y-yo pu-puedo hacerlo so-sola. 

—. . .

—. . .

—. . .Aunque, ya que insistes. —dijo tímidamente jugando con sus dedos.

—Jeje, bien, empecemos porque tengo mucho que limpiar de mi pequeñita. —dijo acariciándola haciéndola sonrojar.

—Papi, tampoco fue para tanto.

—Esa mancha que dejaste en tu cama dice otra cosa.

Loan se recostó en la cama con cuidado de no mancharla más, mientras que Lincoln ya acostumbrado a esto de los cambios de pañal, fue desabrochando el pañal para quitárselo y limpiarla muy bien, aunque en este caso, en lugar de un pañal le puso una de sus bragas a su hija desanimándola un poco.

—Extrañaré los pañales. —dijo tristemente.

—Lo sé cariño, pero solo será por un tiempo. Sabes, si hablas con ella talvez y lo acepte, la conozco muy bien y se que lo aprobará.

—Prefiero no arriesgarme. La última vez que me atrapó con el pañal se molestó conmigo. Incluso a penas y me deja usar mi ropa de siempre. —dijo mientras se terminaba de vestir.

—Bueno, es que ella quiere que uses ropa que te quede "mejor", ya sabes como es cuando se trata de apariencias.

—Lo sé. —dijo algo cabizbaja para luego ser recibida por un cálido abrazo.

—No importa lo que ella diga, conmigo podrás usar todos los pañales que quieras, mi pequeña niña. —dijo dulcemente.

—Gracias papá. Te quiero mucho. —dijo con una sonrisa regresándole el abrazo.

—Yo también cariño, a las tres las amo mucho. El desayuno ya debe estar listo, vamos a comer que ya me está dando hambre.

—Jaja, si, a mi también.

Finalmente Lincoln acompañado de Loan bajaron y vieron el desayuno ya servido, justo a tiempo para que comieran todos juntos, y para que Lincoln pudiera hablar un poco con sus hijas.

—Bueno chicas, creo que para ninguna de ustedes debe de ser ya una sorpresa que, sus madres finalmente si hicieron de un tiempo libre en sus trabajos y vendrán a la casa para quedarse un par de días. —reveló finalmente el albino.

—Si papá, lo sabemos. —habló Lyra con algo de seriedad.

—Y sabemos que entre ustedes y ellas, si bien se llevan bien, hay algunos temas que no quieren hablar.

—Ajá. —afirmó Liena.

—Pero, pienso que podría ser la ocasión perfecta para justamente hablar de "eso" con ellas para llegar a una especie de acuerdo, ¿no creen? —propuso el albino, a lo que sus hijas se miraron entre ella pensativas.

—Papá, honestamente no creo que funcione hablar con mi mamá sobre esto. La última vez pensó que estaba enferma como para ponerme un pañal, tuve que convencerla que solo fue por curiosidad. —comentó Loan asustada recordando ese momento. —Digo, si fuera como la tía Luna se lo diría, ella es muy relajada con esas cosas y realmente no parece que le importe que use pañales.

—No le importa que uses pañales, pero en mi caso que me gusta ser. . .bueno. . .la bebé de la casa, con mis juguetes, biberones y demás, sé que no le gusta y me acusa de infantil e inmadura. —afirmó Lyra algo cabizbaja. —Ojalá fuera como la tía Leni que ella es muy dulce, cariñosa y dispuesta a cuidar de quien sea. 

—En tu caso te podría gustar, pero en el mío no tanto. Agradezco que este dispuesta a cambiarme el pañal cuando estoy mojada, pero a veces me trata tanto como una bebé que no me deja hacer nada, a veces es vergonzoso cuando salimos a comprar pañales. —reveló Liena. —Ojalá fuera como la tía Lori, ella me trata conforme mi edad y me da mas libertades sin importar que tenga accidentes.

Solo bastó que las hijas hicieran esos breves comentarios para que a Lincoln se le ocurriera una idea, sacando a relucir su personalidad como "El Hombre del Plan".

—Bueno, tal vez y si hacemos un pequeño cambio sirva para que vean las cosas de otras perspectiva. —comentó el peliblanco confundiendo un poco a sus hijas. —Es fácil, lo que tienen que hacer es. . .

Y así Lincoln les explicó su pequeño plan a sus hijas, quienes quedaron asombradas por lo arriesgado y obvio que podría parecer.

—Sé que talvez y no les guste, pero conozco a sus madres, y les apuesto a que todo terminará bien.

Tras mirarse entre ellas unos segundos, se dieron unas miradas de cómplices para dar su respuesta final.

—¡Aceptamos! 

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Pasadas un par de horas, alguien tocó a la puerta. Lincoln fue a abrirla y al instante fue recibido por un fuerte abrazo mientras que su rostros chocaba con los pechos de alguien.

—¡Linky!, cuanto tiempo sin vernos, te extrañé mucho. —exclamó una rubia de cabello algo corto y con una vestimenta muy a la moda que le daba muchos besos.

—S-Si, yo también te extrañé mucho Leni. —decía Lincoln  sonrojado al tener los pechos de Leni en su cara.

—Ya déjalo Leni, lo vas a terminar asfixiando. —intervino otra rubia, pero esta portaba un traje y venía sujetando un teléfono.

—No te preocupes Lori, estoy bien. Me alegra verte a ti también. —dijo mientras le daba un leve beso a su hermana.

—Oye Bro, espero que también haya algo de ese amor para mí. —habló la mujer de aspecto de rockera y vestimenta más ligera.

—No te preocupes Luna, sabes que siempre tengo amor para las tres. —dijo el albino para darle un beso también a la rockera. —Adelante, hay más personas que las quieren saludar.

Las tres entraron, siendo lo primero que vieron a sus hijas paradas enfrente de ellas, cada una se disponía a saludar a su respectiva hija, pero ellas cambiaron un poco las cosas.

—¡Bienvenida de vuelta tía Lori!, ¡te extrañábamos mucho en la casa! —dijo Liena saludando con a Lori, cosa que la sorprendió un poco pero dejó pasar.

—¡Hola tía Leni!, ¡me alegra que hayas vuelto! —dijo Lyra abrazando a Leni, quien únicamente le devolvió el abrazo dulcemente.

—Hola tía Luna, que bueno ya estés de regreso. —saludó Loan a Luna quien le regresó el salido algo sorprendida del gesto.

—Bueno, que les parece si desempacamos su equipaje para que podamos empezar a hablar de como les fue en sus viajes, giras y reuniones de trabajo. Chicas, podrías ayudarme con el equipaje. —intervino Lincoln rápidamente.

—¡Claro papá!

Y de manera rápida cada una subió el equipaje de la tía a la que habían saludado a la habitación de su padre que compartía con sus esposas. 

Y antes de que alguna de las adultas pudiera decir algo, Lincoln las invitó a que se sentaran para el almuerzo, así, ninguna pudo decir algo y solo siguieron a su hermano/esposo, consternadas por todo lo que había pasado.

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Han pasado apenas un par de días desde que las hermanas Loud jóvenes habían puesto en práctica el plan de su padre, y la verdad todo esta saliendo sorpresivamente bien, pues lo único que debían hacer era convivir como a ellas les gustaba con su tía que sabían que las aceptaría mejor...aunque las madres poco a poco se daban cuenta de eso.

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—Gracias por cambiarme tía Lori, lamento los inconvenientes. —decía Liena quien salía de su cuarto con Lori.

—Para nada Liena, estamos para ayudarte, debe ser difícil tratar con lo de tu incontinencia. —decía Lori intentando animar a su sobrina.

—Descuida tía, ya estoy muy acostumbrada a esto, además, esto no deja que siga haciendo las cosas que me gustan como la jardinería o cocinar. —exclamó Liena alegre.

—¿Cocinas?, ¿desde cuando? —preguntó Lori sorprendida.

—No hace mucho la verdad, papá me esta enseñando y aprendo rápido. ¿Te gustaría preparar algo conmigo?

—Claro, ¿por qué no?, me vendría bien aprender algo de cocina jaja.

Ambas fueron a la cocina mientras seguían hablando, sin percatarse de que Leni había visto la escena, sintiéndose triste de que su hija prefiera hacer cosas con alguna de sus hermanas que con ella, pero pensando un poco, también le alegro escuchar lo mucho que se divertía y era capaz de aprender su pequeña. . .¿era más independiente de lo que pensaba?

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—Wow Loan, tu si que sabes como llenar un pañal jajaja. —decía entre algunas burlas Luna mientras le cambiaba el pañal sucio a Loan dentro de su habitación.

—N-No lo digas tan alto tía, no quiero que mi mamá te escuche. —le pidió Loan algo nerviosa.

—Descuida, tu secreto está a salvo conmigo. —dijo para luego limpiar a Loan. —Es bueno tener un momento especial para cada uno...y sin ser muy explícito. —dijo esto último en voz baja.

—Si, aunque me gusta, solo los uso en momentos especiales, como cuando me quedo jugando videojuegos mucho tiempo o veo alguna serie o anime. —explicaba Loan.

—Veo que tienes más gustos de los que tu mamá dice a primera vista. 

—S-Si, de hecho, me considera buena en los videojuegos. Es más fácil practicar cuando no necesitas ir al baño jeje.

—Concuerdo contigo sobrina.

Mientras Loan le seguía contando a Luna de algunas de sus pequeñas cualidades, Lori se les quedó observando molesta al ver a Loan usando pañales nuevamente, si bien lo sospechaba por su actitud, finalmente tiene la prueba; aunque también se dio cuenta que realmente su hija, no había cambiado en nada, seguía siendo ella misma aún con ese pañal lleno. . .¿realmente era algo por lo que preocuparse?

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—Muy bien Lyra, abre grande. —decía Leni mientras le daba de comer una especie de yogurt a su sobrina en la cocina. —Ups, ya te manchaste.

—¡Más tia! —decía Lyra que se encontraba rebotando en su silla con la cara manchada y un babero puesto.

—¿Quieres más?, ¿qué te parece tomar tu lechita? —dijo mientras sujetaba una mamila llena de leche.

—¡Bibe!, ¡bibe!

—Jiji, tomaré eso como un sí. Aquí tienes. —dijo Leni mientras le daba el biberón para que ella se lo tomara y cuando menos se dio cuenta ya se había acabado. —Aww, si que tenías hambre, ven aquí.

—¿Mm? —se preguntaba Lyra mientras Leni la ponía en su regazo para luego darle algunas palmadas en su espalda. —*Burrrp*. . .ji ji ji.

—Ya está, mucho mejor ¿verdad?

—Tii, gatias tía. —decía mientras la abraza.

—Aww, no hay de qué pequeña. 

Lyra y Leni están tan en su mundo, que no se percataron que Luna había presenciado todo, al principio algo incómoda por como actuaba Lyra, pero poco a poco un sentimiento de nostalgia recorría su mente, realmente era como tener a su pequeña de nuevo, y no si lo hiciera siempre, solo cuando quisiera sentirse, feliz y tranquila. . .¿realmente era tan malo querer un estilo de vida así?

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Pasaron unos cuantos días más hasta que la mujeres decidieron que era momento de hablar de todo lo que habían visto y reflexionado, por lo que tras ponerse de acuerdo citaron a sus hijas y a Lincoln a la sala.

—Muy bien, creo que es obvio el porque los citamos a todos aquí. —dijo Lori con los brazos cruzados.

—¿Lo es? —preguntó Leni.

—Si Sis. —respondió Luna. —Porque al parecer nuestras hijas no están conviviendo con nosotras como esperábamos cuando llegamos.

—¿Les molesta pasar tiempo con sus sobrinas? —preguntó Lincoln sabiendo a donde iba esto.

—Claro que no nos molesta, es solo que, bueno, cada una tenía pensado pasar tiempo con nuestra respectiva hija. —aclaró Lori.

—Y supongo que se habrán dado cuenta el por qué ellas no lo hicieron, ¿verdad? —continuó el juego Lincoln mientras sus hijas solo observaban con algo de nervios la situación.

—Si, nos dimos cuenta. Y por eso mismo queríamos hablar de esto con ustedes. —dijo Leni refiriéndose a su hija y sobrinas.

—Para no hacer esto tan largo, queríamos decirles que. . .ya saben. . .*suspiro* lo sentimos por todo.

Tal comentario de Luna dejó sorprendidas a las jóvenes, pero antes de que alguna de ellas pudiera decir algo, sus madres continuaron.

—Nosotras teníamos nuestras formas de pensar referente a como cada una de ustedes llevaba esto de los, pañales, a su manera. —dijo Lori.

—Pero al ver mejor como disfrutaban, convivían y como eran realmente, nos dimos cuenta de que realmente estábamos exagerando. —continuó Leni.

—Y por eso queríamos disculparnos, ya que si bien aún no entendemos mucho el porque de cada una, estamos dispuestas a darles una oportunidad para que podamos convivir con ustedes y hacerlas felices como ustedes quieren, ¿qué dicen? —finalizó Luna con una sonrisa.

Las hijas se miraron entre sí sin saber que responder realmente, pero cuando vieron a su padre y este les regaló una de sus confiables sonrisas, estás se pusieron de pie y sin decir nada. . .corrieron a abrazar a sus madres.

—Sé que puede ser algo difícil para ustedes adaptarse a ver a sus hijas con otros ojos, pero les garantizo a que una vez convivan con ellas, será más fácil. —dijo Lincoln a sus esposas/hermanas.

—Jeje, lo planeaste todo desde el principio, ¿no es así Lincoln? —dijo Lori.

—El hombre del plan vuelve a hacer de las suyas. —respondió con un guiño el albino.

—Esa es una de las razones por las que conseguiste enamorarnos. —dijo Luna.

—Y porque eres muy lindo. —añadió Leni.

—Y muy amable. 

—Y caballeroso.

—Y-

—Basta, por favor, me harán sonrojar. —dijo Lincoln con las mejillas rojas sacando un algunas risas a las presentes. —Bueno, ahora que quedó todo claro, aprovechemos el poco tiempo que nos queda al máximo.

—¿El poco tiempo que nos queda? —preguntó Loan.

—Así es cariño, me temo que tendremos que regresar por cuestiones de trabajo, ya sabes que trabajar en una empresa no es tan fácil de llevar como parece. —respondió Lori.

—¿Ustedes también? —preguntó Liena a su mamá y tía.

—Me temo que si hija, yo tengo que asistir a desfiles de moda para presentar la nueva ropa que se terminó de hacer. —comentó Leni.

—Y yo tengo que ir con mi banda para hacer firmas y fotografías con fanáticos. —aclaró Luna.

—Y, ¿podemos aprovechar este tiempo como queramos? —preguntó Lyra.

—Lo que queda lo aprovecharemos para hacerlas felices a ustedes. —respondió Lori con una sonrisa.

Y con esa aclaración, las hijas se alegraron ya que finalmente convivirían con sus madres sin temas a lo que pudieran decirles, con suerte, y podrían vivir así a partir de ahora. Veamos si el tiempo hace mejor las cosas.

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Vemos a Lincoln caminando por las habitaciones del segundo piso para asomarse dentro de cada una de estas que estaban haciendo sus hijas con sus esposas, empezando por la de Loan.

—Espero no sea mucho pedir que evites embarrarte mucho cuando tengas el pañal sucio hija, es más difícil de limpiar así. —decía Lori mientras con toallitas húmedas limpia a Loan durante un cambio de pañal sucio...muy sucio.

—Lo siento mamá, a veces me gusta, sentarme, ya sabes. —confesó tímidamente.

—Bueno, puedes hacer lo que gustes, pero si luego empieza a darte comezón y rozadoras ahí vas a ver, ¿entendido? —dijo sin sonar agresiva.

—Jeje, si, lo siento.

—Y...¡listo! —dijo terminando de abrochar el pañal y dándole unas palmaditas. —Ahora, regresemos a donde nos quedamos.

—¡Claro! —exclamó alegremente.

Madre e hija tomaron un control de videojuegos y se sentaron frente al televisor para regresar a su partida cooperativa, cosa que le trajo recuerdos a Lincoln cuando jugaba con Lori siendo más jóvenes.

Pasando al siguiente cuarto, este se sorprendió un poco al ver a Luna recostada en la cama y con Lyra acurrucada entre sus brazos, mientras que esta le cantaba dulcemente, además de que estaba usando uno de sus mamelucos favoritas y su cabello estaba amarrado en un par de coletas, más recuerdos que llegaron a la mente de Lincoln.

—Mami. —dijo Lyra algo soñolienta.

—¿Qué pasa bebé? —preguntó la rockera en un tono muy maternal.

—Quedo deche. 

—Aww, de acuerdo mi pequeña.

Más grande fue la sorpresa de Lincoln al ver como Luna se bajaba parte de su blusa dejando ver al descubierto su pecho al aire, ofreciéndoselo a Lyra quien empezó a succionar de él, que si era seguro que no daba leche, al menos la sensación especial que tenían ambas se veía genuina.

—Shh, shh, más despacio cariño, no vayas a lastimar el pecho de mami. —dijo Luna mientras seguía acariciando a su hija para seguirle cantando un poco.

Wow, Luna si que lo aceptó muy rápido jaja. —hablaba Lincoln en voz baja. —Mejor las dejó solas, ahora solo falta ver a una más.

Lincoln bajó y fue a la cocina, donde se encontró a Liena enseñándole un poco de cocina a Leni.

—Y luego le agrego un poco de sal para darle sabor. Intenta probarlo.

—Veamos. . .¡wow, si que sabe diferente!, ya eres toda una chef hija. 

—Je je, no es nada, lo hago más para ayudar a papá. 

—Aww, que dulce de tu parte be-digo, Liena jaja. ¿Sabes?, ¿qué te parece si me enseñas algunas de tus plantas? podrían ser de inspiración para nuevos diseños de ropa.

—Claro mamá, me encantaría. —dijo Liena con una sonrisa.

Satisfecho por lo que había visto, Lincoln dejó que todas terminaran con sus momentos especiales mientras se sentaba y relajaba en el sofá de la sala, agradeciendo que al final todo saliera bien para todos, ahora aprovecharía para tomar un descanso de cambiar pañales, los días que queden. . .que lamentablemente solo será uno.

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Al día siguiente en la tarde casi noche, y todos se encontraban fuera de la casa, las madres junto al auto de Lincoln terminando de subir sus últimas maletas, las chicas estaban algo tristes por solo haber pasado un día con su respectiva madre como querían, pero Lincoln se encargó de animarlas.

—Oigan, no pongan esas caras largas, les prometo que la próxima vez sus madres se quedarán incluso más tiempo, ¿no es así?

—Claro Bro, no puedo esperar a volver y cuidar de nuevo a mi bebita. —dijo Luna mientras le daba besos a Lyra.

—Mami, me avergüenzas. —dijo Lyra con una sonrisa sonrojada.

—Y yo que pensaba tener otro hijo con tu padre, pero creo que contigo es más que suficiente.

—Si jaja. . .espera ¿qué? —preguntó Lincoln analizando lo dicho por Luna.

—Y yo tengo muy buenas ideas de ropa gracias a las flores de Liena, la próxima vez prometo ayudarte en tus cosechas. —dijo Leni.

—Claro mamá, tendré todo listo para cuando llegues. —dijo Liena.

—Y tu Loan, que sepas la próxima vez que juguemos no te será tan fácil. Además, te recomiendo pañales más grande que aguanten más si vas a usarlos toda la noche. —dijo Lori.

—S-Si mamá, lo tendré en cuenta, y compraré nuevos juegos para nosotras. —dijo Loan.

—Bueno, me temo que ya es hora de irnos, llevaré a sus madres hasta el aeropuerto y traeré algo para cenar, ¿de acuerdo?

—Si papá. —respondieron las tres.

Y con unos últimos abrazos entre las hijas y las madres; Lincoln se encendió al carro, Lori se sentó como copiloto, y Luna junto con Leni en la parte de atrás, con una despedida más con el gesto, las hijas se despidieron mientras veían a como su padre y madres se iban alejando poco a poco hasta perderles de vista.

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El viaje iba a ser no muy largo, así que Lincoln aprovecharía para tener una ultima conversación con sus amadas.

—Les agradezco que hayan aceptado y entendido mejor a las niñas hijas. No saben cuanto esperaban por un momento así. —dijo Lincoln.

—Al contrario Lincoln, gracias a ti por hacernos recapacitar de ellas. —dijo Lori.

—Si, como dijimos pensamos mucho las cosas y éramos más de actuar que otra cosa. —continuó Leni.

—Además, no fue tan mala experiencia como pensamos, y vimos que cada quien tiene una vida diferente a su manera. —dijo Luna para luego acercarse un poco al oído de Lincoln. —No creas que no te vi cuando le cuidaba a Lyra, no te preocupas, la otra está reservada exclusivamente para ti. —dijo en voz baja y lujuriosa.

—Ejem, bueno, continuando con esto. —dijo el albino nervioso para cambiar de tema de conversación. —¿Han pensado en decirles entonces lo de, "ya saben"?

—¿Te refieres a que nosotras les digamos sobre. . .? —preguntaba Lori.

—¿A que más me voy a referir?, ellas tuvieron la confianza para decirles lo de los pañales en su momento, incluso con nuestras demás hermanas. ¿No creen que sería justo que ustedes hicieran lo mismo?, ¿y más con todo lo que pasaron esta vez?

Las hermanas solo se miraban entre ellas un poco nerviosas mientras recuerdos pasaban por sus mentes.

—*Suspiro* Bueno, talvez tengas razón. Cuando volvamos se lo diremos. —dijo Lori para que sus hermanas aprobaran la idea.

—Me alegra oír eso, y se que a ellas también. . .por cierto, que bien se cubrieron, ninguna de ellas se dio cuenta nuevamente.

—Ya es la práctica con los años Linky, aunque a Lori casi la descubren. —dijo Leni con una pequeña risa.

—Así de descuidada es ella, siempre necesita que alguien la ayude porque ni cuenta se dá .—dijo Luna con una pequeña risa.

—¡Guarden silencio ustedes dos!, ¡y tu sigue conduciendo Lincoln! —dijo Lori molesta pero con las mejillas rojas.

Con unas cuantas conversaciones más, los Loud finalmente habían llegado al aeropuerto.

—Bueno, supongo que volveré a extrañarlas por un tiempo. —dijo Lincoln.

—No te preocupes Linky, prometemos que esta vez no será tanto tiempo, regresaremos cuando menos te des cuenta. —dijo Leni tiernamente.

—Además que prometemos que esta vez también pasaremos más tiempo contigo. No pudimos hacer cosas juntos ya que las niñas nos acapararon casi todo el tiempo. —aclaró Lori.

—Pero descuida, te lo compensaremos de la única forma en la que tres esposas muy amorosas lo harían. —dijo Luna mientras le daba una mirada provocativa al albino.

—Estaría encantado de recibir esa recompensa. —respondió Lincoln con la misma mirada.

Y después de que Lincoln le diera un dulce beso en los labios de cada una de sus amadas, estas finalmente se despidieron del peliblanco y se fueron a tomar su avión mientras que Lincoln sonreía al mismo tiempo que las veía irse.

—A pesar de lo difícil que fue poder estar con ellas tres, si me dieran la oportunidad de cambiar algo, sería solo poder haber empezado una vida con las tres juntas mucho antes. Realmente las amo. —dijo el albino tiernamente, para luego ver como el trasero de las tres se veían algo más grandes, redondos y algo sobresalientes de lo normal. 

—Jeje, y también espero que nunca cambien en nada, eso es algo que también amo de ellas.

Y así, Lincoln se fue del aeropuerto, para después pasar por una pizza y regresar a casa a comer con sus bendiciones y hablar sobre los planes que podrían tener en estos últimos días de vacaciones. 

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 Ya era otro día, y Lincoln se encontraba sirviendo toda clase de papas fritas, comidas y refrescos para el y sus hijas, pues tenían planeado ver un anime que recomendó Loan.

—Si que fue toda una aventura, ¿verdad? —habló Lincoln al lector. —Que les puedo decir, la familia Loud además de ser ruidosa, también somos más especiales en otros aspectos que no muchos saben. *suspiro* Que hablando de eso, ¿me preguntó que estarán haciendo ellas ahora? 

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—Ajá. . .está bien. . .si, me parece correcto. . .si quiere que el trato se cumpla debe seguir con lo requerimientos, si no, ya sabe lo que va a pasar, buenas tardes. —dijo una Lori algo cansada sentada frente a un escritorio en su oficina colgando la llamada. —Esto de recibir llamadas y hacer contratos ya me está cansando, hoy es un día más pesado de lo normal.

En eso, la puerta de la oficina se abre, entrando de esta una hermosa mujer de ropas moradas y violetas, con un cabello rubio largo y un aspecto algo parecido al de Lori, se trataba de su mejor amiga y compañera de trabajo, Carol Pingrey.

—¿Un día pesado verdad? —dijo con dos tazas de café ofreciéndole uno a Lori.

—Gracias, me hacía falta. —dijo dándole un gran sorbo al café. —Se te ofrece algo.

—Solo vine a revisar si todo estaba bien. . .creo que deberías cambiarte tu pantalón de trabajo sabes.

—Te te dije que no puedo, es esto o usar la falda, y no quiero arriesgarme a que alguien me descubra. —decía Lori mientras tomaba más de su café.

—No me estás entendiendo, ¡realmente!, necesitas cambiarte tu pantalón. —afirmó Carol.

Lori decidió observar su pantalón, y al notar lo que le decía Carol esta se puso de pie al instante, dejando ver una gran mancha húmeda que escurría por todas sus piernas y que manchó su parte trasera.

—¡No de nuevo! —decía molesta mientras pisaba el piso en forma de berrinche.

—Últimamente no te das cuenta y siempre tengo que venir a ayudarte. —decía Carol mientras cerraba la oficina con seguro.

—Lo sé, lo mismo le pasó a mi mamá cuando empeoró su incontinencia, ha este paso literalmente me terminaré haciendo. . .ya sabes. —dijo algo sonrojada mientras se subía y acostaba boca arriba sobre una parte libre de su escritorio.

—¿Popó? —dijo Carol con una sonrisa. —Descuida, sabes que te ayudaré con todo, pero primero, vamos a cambiarte esa ropita mojada.

Carol le quitó los tacones a Lori, para luego desabrocharle el pantalón húmedo y empezar a quitárselo, dejando ver que esta traía un pañal puesto, el cual estaba muy lleno de orina haciéndolo en su totalidad de color amarillo.

—Wow, ¿cómo es que no te diste cuenta antes? —decía Carol mientras presionaba el pañal de Lori haciendo que este escurriera un poco. —Ups.

—Oye, no manches mi escritorio. Supongo que aunque me cueste admitirlo me estoy acostumbrando a esto. —decía mientras escuchaba como Carol le despegaba las cintas.

—Y no eres la única, agradece que te cambio de gratis jaja. —dijo mientras le levantaba las piernas a Lori y le quitaba el pañal mojado.

—Jeje, tienes razón, supongo que mi sobrina Liena pasará por lo mismo. Y aunque mi hija no tenga la necesidad como yo, creo que ya estoy entendiendo porque le gusta usarlos aún así. Literalmente son muy suaves y cómodos.

—Ohhh, parece que a alguien le esta gustando usar pañales.

—Tampoco te hagas ilusiones.

—Jeje, bueno, sea como sea, me alegro que tu y Loan hayan arreglado su relación. Apuesto a que se siente mejor ahora que lo aceptaste.

—Puedes apostarlo, no puedo esperar a verla de nuevo. —dijo Lori con una sonrisa, mientras sentía como su amiga la limpiaba y terminaba de poner el pañal nuevo. —Dime por favor que tengo otro pantalón de repuesto. —dijo para luego ver a Carol sujetando una falda. —Demonios.

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—Esa fue una increíble pasarela chicas, muchas gracias a todas por su participación, ya pueden retirarse. —decía una hermosa mujer de cabello rubio largo de buen ver, siendo la acompañante y modelo principal de Leni durante los desfiles, la inigualable Lola Loud.

—Muchas gracias señorita Lola. Disculpe, ¿y la señorita Leni?, queríamos despedirnos de ella, pero la perdimos de vista apenas terminó la pasarela. —dijo una de las modelos.

—Descuiden, tuvo que ir a preparar nuevos vestuarios para la siguiente pasarela. Pero le diré que se quisieron despedir de ella, ¿de acuerdo?

—Claro, no hay problema. Nos vemos hasta el siguiente evento. —dijo otra modelo para así cada uno retirarse y tomar su camino.

Lola caminó por uno de los pasillos del recinto hasta dirigirse a una habitación especial, de la cual tuvo que abrir con llave, y finalmente encontrarse con su hermana Leni en su camerino privado sentada dibujando sus próximos diseños. . .usando un vestido corto de color verde, su cabello amarrado en dos pequeñas coletas, jugando con un chupete y un gran pañal del cual se podía ver que ya no estaba limpio.

—¿Mm?, ¡Lola! —dijo Leni mientras corrió para abrazar a su hermana menor.

—Hola Leni. —saludó Lola correspondiendo el abrazo, aprovechando para levantarle el vestido a Leni y estirar un poco pañal para revisar como se encontraba. —Puf, al parecer la bebita ya ensucio por completo su pañal.

—¿Fui yo? —pregunto sonando como una niña pequeña.

—Así es, fuiste tu pequeña apestocita. —decía mientras le daba algunas cosquillas.

—Jijiji, ¡Lola, para!, voy a-. . .oh oh. —dijo Leni mientras sentía como ahora empezaba a orinar su pañal haciéndolo más pesado. —Lo siento. —dijo apenada para luego chuparse el dedo apenada.

—No te preocupes, te iba a cambiar de todos modos. Vamos a quitarse ese apestoso y húmedo pañalito.

—¡Oki doki!

Leni se recostó mientras que Lola sacaba los productos para cambiarla de una pañalera que llevaba con ella en ocasiones especiales. Ya con todo listo finalmente procedió a quitarle el pañal sucio a Leni.

—Una lastima que a Liena no le guste que la trates así, parecía que lo disfrutabas. 

—Si, pero prefiero disfruté más haciéndola feliz conviviendo con ella por lo que es, una joven que le gusta aprender muchas cosas. Aunque siempre puedo jugar con mi sobrina Lyra. —dijo Leni felizmente. —¡Oh, y mira los diseños que conseguí hacer inspirados en sus flores! —dijo mientras se iba gateando semi desnuda a buscar unos dibujos que dejó en una pequeña mesa.

—¡Leni!, ¡espera a que terminé de limpiarte al menos! —dijo Lola.

—Perdón jiji. —dijo deteniéndose.

Luego de que Lola le pusiera el pañal a Leni, esta le mostró los dibujos que hizo.

—Wow, si que son muy buenos, no puedo esperar a que estén listos y poder usarlos —dijo Lola imaginándose con los vestidos puestos recibiendo un montón de halagos.

—Amm, ¿Lola?

—¿Qué pasa Leni?

—¿Puedes jugar conmigo a la casita como la otra vez?, ¡yo seré la mami y tu la bebita! —decía Leni alegremente.

—No sería mejor que tu fueres la bebé y que yo-

—¡No!, quiero que seas la bebita. Si no, no participaras en la próxima pasarela. —exclamó Leni haciendo un puchero.

—*Suspiro* Esta bien Leni, seré la bebé. —dijo Lola resignada.

—¡Yupi! Ahora acuéstate para que te ponga tu pañal.

Sin decir nada, Lola se acostó y Leni le quitaba los zapatos, su pantalón y hasta sus bragas, para luego empezar a colocarle uno de sus muchos pañales.

—Lo que hago para tener fama y vestidos gratis. —decía Lola mientras se veía con el pañal puesto. —Mmm, aunque no es tan malo como parece. —dijo con una sonrisa hasta que un mal olor llegó a nariz.

—Bebé, creo que mami hizo popó de nuevo. —decía Leni mientras veía como en su pañal salió un gran bulto que emitía un humo verde.

—Bien "mami", acuéstate para que te cambie de nuevo.

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—¡Otra reunión con nuestros fans exitosa chicas! —dijo una mujer de aspecto roquero entrando a una limusina privada junto a sus amigas, esta tenía un cabello rubio pero con un resaltante mechó de color azul, la ya conocida Sam Sharp.

—Si, tengo que admitir que esta estuvo más tranquila que el resto, algo que se agradece al no tener que preocuparnos mucho. —comentaba otra mujer con el mismo estilo pero ahora con un cabello que curiosamente le tapaba los ojos, otra integrante de la banda, Ruth.

—En definitiva mejor para nosotras, así ganamos un poco más de popularidad jaja. —decía Luna entrando como última en la limosina para luego arrancar al lugar donde se hospedaban. —Bueno, si me disculpan yo voy a empezar con lo mío. —decía mientras se desabrochaba su pantalón.

—¿Tan pronto? Sueles esperar a que lleguemos a las habitaciones. —preguntó Sam al saber que lo que haría su amiga.

—Lo sé, pero realmente me estaba aguantando desde que empezó la conferencia. —respondió Luna finalmente despojándose de sus prendas inferiores dejan ver un gran pañal con alguno dibujos en él, para acto seguido ponerse de rodillas sobre su asiento. —Veamos que tanto será esta vez. . .¡mmmph!

*PPPRRRRRRRRRTTT*

Luna usaba todas sus fuerzas para sacar lo que tanto había retenido en este tiempo en su estómago, llenado de manera inmensa el pañal, haciendo que se empezara a tornar de color café oscuro, y este empezara a abultarse y llenarse al punto de topó contra el asiento aún estando de rodillas.

—Wow, ese debe ser un nuevo récord. —dijo Ruth sorprendida al ver como terminó el pañal de su amiga pero manteniendo su sonrisa.

—Sip, definitivamente tenías mucho que sacar jaja. —dijo Sam con una sonrisa mientras grababa la escena con su celular en secreto. —Otro video para mandarle a Lincoln. —pensó la rubia.

—Ahh, mucho mejor. —suspiró aliviada la mujer Loud mientras que con su mano rebotaba la gran masa que se había formado en su pañal de forma juguetona. —No saben de lo que se pierden.

Luna finalmente se recostó de modo que todo el peso del pañal callera sobre ella, mientras que aún seguí frotando con su mano el pañal para sentirlo al máximo.

 —Te vas a cambiar de pañal, ¿verdad? —preguntó Ruth al ver a su amiga tan relajada.

—¿Estás bromeando? Voy quedarme así hasta que lleguemos. —aclaró Luna con una sonrisa.

—Sabes que aceptamos que uses el pañal como gustes, pero no queremos que apestes todo el camino al hotel. —dijo Sam.

—¿Y que van a hacer al respecto? —dijo en un tono algo amenazante.

Las dos amigas solo se miraron entre sí, para que luego con una sonrisa cómplice entrar en acción.

—¿Qué estan-? ¡wow!

Sam tiró a Luna de modo que esta quedara con el trasero boca arriba y procedió a darle algunas nalgadas.

—Muy mal bebé Lunita, sabes que no es bueno que te quedes con ese pañal sucio. —decía mientras le daba una nalgada tras otras, haciendo que Luna se ensuciara mucho más

—¡Oigan!, ¡saben que no me gusta que me traten como bebé! —decía Luna molesta.

—¿Por qué no bebé?, a tu hija le gusta ¿no? —decía Ruth agarrándole las mejilla.

—El hecho de que a ella le guste, no significa que a mi también, la respeto y me gusta cuidarla, pero a mi no. Soy mas como mi sobrina Loan que los usa solo por gusto. —explicó Luna para sentir otra fuerte nada. —¡Au!, oye, ya para Sam.

—Mami Sam para ti.

—¡Ja!, hasta crees que te llamaré así. —dijo Luna para recibir otra nalgada.

—Eres una bebé mala Lunita, mejor cambiemos a esta apestocita, capaz y por eso está de mal humor. —dijo Ruth tomando uno de los pañales de Luna que guardaron en la limosina.

—Buena idea Ruth, así la bebita se sentirá mejor, ¿no es así pequeña? —decía Sam mientras jugaba con el pañal de Luna.

—¡Que no soy una bebé!, ¡y no quiero cambio, quiero mi pañal sucio!—gritaba Luna moviéndose evitando el cambio mientras sus amigas forcejeaban con ellas.

Mientras las chicas seguían intentando cambiarle el pañal a Luna, en el asiento del conductor se podía ver al chofer con Sully, el último integrante de la banda.

—¿Esto siempre pasa? —preguntó el chofer al escuchar y ver toda la escena por el retrovisor.

—Jaja, no se preocupe, no siempre es así. Además, le prometo que no es nada grave. —dijo Sully intentando calmar al chofer.

—¡Luna, volviste a hacerte del baño!, ¡apenas te estábamos poniendo el otro pañal!, ¡bebé mala! —gritó Sam desde atrás acompañados de mas sonidos de nalgadas y quejidos de Luna.

—Jejeje. Pagaré por la limpieza. —rio Sully nerviosamente mientras que el chofer se puso una pinza en la nariz para evitar el olor. 

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—Seguramente se la están pasando de maravilla. —dijo Lincoln caminando a la sala, donde ya se encontraban sus hijas con todo servido en bandejas. —Aquí esta todo, ¿ustedes están listas?

—¡Si!, —respondieron las tres que estaban en el sofá no usando nada más que una camisa, o vestido por parte de Liena, y el pañal de cada una, aunque Lincoln notaría algo.

—*Snif*Snif* ¿Seguras?, ¿quién de ustedes necesita un cambio? —preguntó el albino a lo que Lyra y Loan levantaron la mano tímidamente. —¿Y tu Liena?

—Yo estoy bien papá, gracias.

—¿Te revisaste al menos?

Tras unos pocos segundo, Liena metió su mano bajo el vestido para sentir su pañal, y acto seguido levantar su mano tímidamente como sus hermanas.

—Jeje, bien, vamos al cuarto de Lyra para que las cambie en su mesa.—dijo Lincoln a lo que Loan y Liena se fueron caminando. . .Lyra prefirió irse gateando.

—Aunque para muchos todo esto les pueda parecer raro, la verdad es que yo amo a todas y cada una por igual sin importar como estén viviendo. Cambie algunas veces el pañal a mi mamá, estuve creciendo y enamorándome entre los pañales de mis hermanas, y ahora cuido y cambio a mis pequeñas y adorables hijas. Así es esta familia y estoy feliz por como es, definitivamente no las cambiaria por nada. Así que si me disculpan, tengo que cuidar a esta Siguiente Generación de Louds y Pañales.

EL FIN





¡Y aquí termina esta historia!, el capítulo con más palabras que he escrito jajaja. Espero que la historia les haya gustado y sea de su agrado a pesar de meter personajes no tan conocidos de la serie. Pero creo que fue una linda manera de terminar el libro :3

Ya solo falta que paseemos a la despedida final ^^

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