Nos encontramos en un día común y corriente de la casa Loud, y al parecer algo está pasando dentro de la habitación de las gemelas.

-¿¡Cómo que aún no tienes el dinero que me debes Lincoln?! -gritó una Lola molesta.

-L-Lo siento Lola, juntar el dinero se me ha complicado, pe-pero puedo darte lo que llevo hasta el momento. -respondió un Lincoln aterrado dándole algunos billetes a su hermana.

-¿¡Solo 30 dólares?!, ¡yo te presté 300 para tu tonta consola de videojuegos!

-E-Es que era nueva y por eso costó más, y como no me faltaba mucho para completar pues...

-Lincoln, ese dinero era para que yo me pudiera comprar la nueva "Muñequita Princesa", una muñeca que solo una reina sería capaz de cuidar para prepararla como toda una madre. -dijo mientras se imaginaba con su preciada muñeca en manos.

-¿Y por qué no la compraste antes?

-¿¡Sabes lo difícil que es conseguir una en las tiendas?!, tuve que negociar con varios contactos míos para conseguir una.

-¿Y si tanto la querías por qué me diste el dinero?

-Porque me prometiste que lo tendrías a tiempo, confié en ti de que tendrías mi dinero listo y así tú tendrías tu consola y yo mi muñeca. . .pero veo que me equivoqué. -dijo tristemente Lola dándole la espalda a Lincoln.

-Lola, en serio lo siento. ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarte o que te sientas mejor?

-¿Crees poder conseguirme una "Muñeca Princesa"?

-Pues. . .

-Actualmente se terminaron en todas las tiendas de Royal Woods.

-. . .

-Eso pensé.

-Bueno, ¿hay algo que esté en mi límite que pueda hacer para compensarlo?

-¿Realmente quieres estar a mano conmigo? -preguntó mientras volvía a ver a su hermano.

-¡Por supuesto!, no solo para compensar por haberme ayudado, sino porque no me gustaría verte triste al no conseguir aquello por lo que tanto querías. -respondió Lincoln con una sonrisa amable.

Lola estuvo pensando unos momentos si aceptar la propuesta de Lincoln y que podría hacer para compensar algo tan importante, pero después de unos segundos, una idea pasó por su mente, poniendo una sonrisa algo victoriosa pero preocupante al mismo tiempo.

-Bueno, hay algo que podrías hacer, pero, no creo que quieras hacerlo. -dijo Lola fingiendo un poco de tristeza.

-No digas eso, haré cualquier cosa por ti hermanita.

-¿En serio? -preguntó esperanzada a lo que su hermano asiente orgulloso. -¡Gracias!, ¡gracias!, ¡gracias Linky! -gritó animada mientras abrazaba a su hermano.

-¿Y bien?, ¿qué es lo que tengo que hacer?

-No te preocupes por eso ahora, yo te diré en su momento, primero tengo que buscar algunas cosas.

-¿Ok?, como tú digas.

Lincoln salió de la habitación algo confundido y pensativo sobre que es lo que podría pedirle Lola. Está, por su parte, busco algunas hojas entre sus cajones hasta que encontró lo que buscaba.

-Creo que ya es momento de cobrarles algunos favores. -dijo con una sonrisa malvada.

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Finalmente era fin de semana, días en los que cada integrante de la familia tenía actividades planeadas para hoy, excepto nuestro querido albino que se encontraba nuevamente en la habitación de las gemelas a petición de Lola.

-Sabes por qué te llamé aquí, ¿verdad Lincoln? -dijo Lola mientras estaba sentada frente a su mesa de maquillaje dándole la espalda a su hermano.

-Supongo que para pagar mi deuda por lo que te debo. -respondió con cierto miedo.

-Así es. Ya tengo la actividad perfecta para que compenses todo lo que me debes.

-¿Y eso sería?...

-Es muy sencillo, tienes que acompañarme en algunas fiesta de té hasta que sienta que hayas cumplido con tu deuda, siempre y cuando cumplas con todo lo que pida obviamente.

-Bueno, ya te he acompañado en fiestas de té antes, así que no es mucho problema. Está bien, lo haré.

-¡¿En serio?!, que amable de tu parte Lincoln, aceptarse venir a mis fiestas de té, aun sin saber la condición especial, me debes querer mucho. -dijo mientras abrazaba a su hermano.

-¿Condición especial?

-¡Si!. Verás, se suponía que mis fiestas de té serían con mi nueva muñeca, pero ya que no la tengo, tú tendrás que tomar su lugar. ¿Oh acaso pensaste que tendrias que trabajar como mayordomo? -dijo sonriendo.

-¿Tomar el lugar de tu muñeca?

-Aja, incluso ya tengo la ropa para tí, todo por cortesía de Leni.

Lola sacó de su armario la ropa que usaría Lincoln a partir de ahora, viendo que esta era algo, infantil y femenina.

-Tienes que estar bromeando, ¿verdad? -preguntó Lincoln nervioso.

-¡Oh!, casi alvido lo más importante. Las bebitas no saben ir al baño, asi que también tendrás que usar uno de estos. -dijo mostrando unos pañales de princesas justo de la talla de Lincoln.

-Lo siento Lola, pero no puedo usar nada de esto.

-Dime Lincoln, ¿recuerdas cuando te vestiste de niña para intentar ir con papá al día de "Lleva tu hija al trabajo"?

-Si pero-

-¿Y recuerdas cuando te pusiste pañales cuando tomaste el papel de Lily para engañar al abuelo?, ¿o cuando intentaste recrear tus fotos pasadas?.

-Oye, ¿como sabes eso último?

-Eso no importa ahora Lincoln, lo que importa, es que no debería molestarte usar esto, cuando ya has hecho cosas similares antes.

-Pero no como esto.

-Vamos Lincoln, realmente significa mucho para mí el que hagas esto. Prometo cuidarte como a mi propia hija y ser una muy buena madre, podre enseñarte a ser una princesa hecha y derecha como yo.

Lincoln lo estuvo pensando un momento, realmente no quería seguir debiendole a Lola tanto dinero, y ella tiene un buen punto, si no le dió vergüenza usar vestidos y pañales antes, ¿por qué ahora?, bueno, siempre y cuando estén dentro de casa.

-¿Prometes que no habrá fotos o videos con los que chantajearme luego?

-Lo prometo.

-¿Y que esto quedará entre tú y yo?

-Mmm, no prometo nada.

-. . .

-. . .¿Y bien?

-*Suspiro* Esta bien, acepto.

-¡Yeiii!. Nuestra primera fiesta de té será en este momento.

-Supongo que entonces tendré que ponerme todo esto.

-¡No!, las bebés no saben como vestirse, pero no te preocupes, que mamá Lola se encargará de todo. -dijo Lola mientras aplaudia sus manos. -¡Sirvienta!, ¡ven aquí!

En eso, Leni entra con una sonrisa al cuarto portando un hermoso traje de sirvienta.

-¿En que puedo ayudarte Lola? -dijo Leni alegremente.

-¿Leni?, ¿que haces aquí? -preguntó Lincoln.

-Es parte del favor que le debía por una vez que le rompí una tiara y manche un vestido suyo.

-¿Ok?, ¿pero que hace aquí? -preguntó a Lincoln.

-Leni, necesito que vistas a mi nueva bebita como es debido. ¿Asique ponle a Lincoln toda esta ropa y el pañal quieres?

-Por supuesto Lola, vamos Lincoln, serás la bebita más linda de la casa.

Leni toma de la mano a Lincoln y lo recuesta en su cama para acto seguido quitarle la ropa poco a poco poniendo nervioso a Lincoln.

-E-Espera Leni, acepto tomar mi papel como "bebé" pero no creo que sea buena idea que tu-

-Aww Linky, yo te cambiaba los pañales cuando eras más pequeño, no hay nada nuevo que no haya visto antes. Vamos, confia en mí hermana.

Lincoln solo se quedó callado unos segundo hasta que decidió dejar de oponerse.

-Asi me gusta. Comportate si no quieres que mami te castigue...y por si no queda claro, yo seré "mamá" ahora, ¿de acuerdo? -pregunta Lola a lo que Lincoln solo asienta.

Lincoln se encontraba recostado en la cama de Lola sin ropa y muy avergonzado. Luego Leni toma uno de los muchos pañales de princesas y empezó a colocarselo a Lincoln, con delicadeza, mientras le ponía el talco y loción.

-Te queda a la perfección Linky, ahora vamos con la ropa.

Y así, Leni le fue poniendo a Linvoln toda la ropa; el vestido rosa corto que dejaba a la vista el pañal, al menos hasta que le puso el bloomer, luego las medias largas y por último loz zapatos.

-Mmm, falta algo. ¡Oh, ya lo tengo! -dijo Lola mientras sacaba algo de sus cajones.

Esta sacó algunos accesorios y maquillajes. Junto con Leni le hicieron dos pequeñas coletas a Lincoln, acompañado de un rubor en sus mejillas, un poco de sombras y labial rosa claro.

-Oh, por, Dios. Luces como que, ¡totalmente adorable! -dijo Leni.

-Te ves DI-VI-NA. ¿qué opinas?-dijo Lola.

Lincoln se paró enfrente del espejo y se miro de pieza a cabeza, la ropa, los zapatos, y la sensación del pañal entre sus piernas, acompañadas del maquillaje y las coletas, realmente la hicieron parecer una bebita, y siendo honesto, no era tan mal como pensaba.

-Bueno, admito que no es tan mal como pensaba, es algo cómoda. -dijo mientras posaba un poco.

-Eso es por que lo hice especialmente para ti y que fuera lo más cómodo posible. -dijo Leni con una sonrisa.

-En ese caso, muchas gracias Leni. -agradeció Lincoln.

-Gracias por tu servicios Leni, puedes irte por el momento, te hablaré si necesito alguna ayuda con la bebita.

-Claro Lola, amm, 'me puedo quedar con la ropa de sirvienta?, quisiera hacerme una sesión de fotos.

-Como quieres.

Leni salió de la habitación dejando solos a Lincoln y Lola.

-Bien, terminemos con esto rápido. -dijo Lincoln mientras se dirigía a una pequeña silla, pero Lola lo detuvo.

-Un momento Linky, las bebitas no caminan o ¿sí?

Lincoln solo suspiró y comenzó a gatear en dirección a su lugar dejando a la vista el bloomer que cubría su pañal.

-Aww, mi bebita se ve tan linda, empecemos dandote tu biberón.

Lola sacó un biberón que había preparado con anterioridad, pero antes de darselo a Lincoln, esta lo abrió y le virtió una especie de polvo blanco.

-Gracias por tu ayuda Lisa. Bien bebita, hora de tu biberón.

-Todo sea por saldar mi cuenta. -pensó Lincoln mientras accedía a tomar el biberón que le daba Lola. -Mmm, de hecho, esto no sabe nada mal.

-Parece que te gusta, debe ser por el ingrediente secreto que me dió Lisa. -dijo Lola entre algunas risas.

-¿Li-Lisa?

Apenas se hizo mención de Lisa, Lincoln sintió un fuerte dolor en su estómago y con un leve dolor de cabeza.

-Oh oh, parece que mi bebita no se siente muy bien, ¿que ocurre?, acaso necesitas, ¿ir al baño?

Lincoln intentó aguantar lo mejor que podía, pero su vegiga no soportaba tante presión, por lo que finalmente sedió. De manera rápida el pañal de Lincoln empezaba a llenarse de pipí casi se veía al doble de su tamaño.

-¿Solo orinó?, bueno, eso no importa. Ahora vendrá la segunda parte. -pensó Lola. -Parece que la bebita tuvo un accidente, tendremos que cambiarle el pañal.

-Pe-Pero, tu le pusite- -Lincoln fue interrumpido por un chupete que le puso Lola en la boca.

-Shh, no intentes hecharle la culpa a mamá por tus accidentes bebé.

Lincoln iba a seguir protestando, hasta que de repente empezó a sentir un poco de mareo.

-Ohh, no me siento muy bien. -hablaba Lincoln algo adormilado.

-No intentes resistirte. -le susurraba Lola a su oido. -Ahora eres una bebita.

-¿Lo soy?

-Si, una bebita muy linda y adorable que hace todo lo que mami le diga.

-Yo hago lo que diga mami.

-Si, yo soy tu mamá ahora.

-¿Mamá Lola?

-Asi es, te gusta usar pañales y ropa de niña.

-Si...me encanta.

-Aceptarás a actuar así cada vez que juegues conmigo ¿verdad?

-Si mamá Lola.

-Buena niña, ahora que tal si vas a dormir.

-Ti mami.

Lincoln iba a caer dormido, por suerte Lola lo atrapó y lo recostó lentamente. A los pocos segundos Lisa entra en la habitación.

-Al parecer el suero funcionó Lisa, muchas gracias.

-Obviamente iba a funcionar, lo fue perfeccionando con el tiempo. No apruebo al 100% el uso que le diste, pero me gustó ver que funcionara un experimento mio.

-Y con eso tu deuda queda saldada conmigo.

-Recuerdamen no volver a pedirte dinero.

-Oye, no es mi culpa que no tengan dinero con que pagarme. -se justificó Lola.

-Como sea. Si vas a seguir "jugando" así con Lincoln, recomiendo que les notifiques a las demás hermanas para que no se hagan malentendidos.

De pronto un fuerte hedor empezó a golpear la habitación, ambas hermanas menores se acercaron a Lincoln quien se encontraba profundamente dormido pero notaron como ese mal olor salía de la parte trasera de su pañal, y como ahora ese se veía ucho más grande y pesado.

-Y también para que te ayuden a cambiarle los pañales.

-Oye, lo dices como si no fuera capáz de hacerlo, ahora soy su nueva madre y mi deber es cuidar de "ella" ahora. -dijo Lola sintiendose ofendida.

-Si tu lo dices. Y cuanto tiempo piensas dejar así a nuestra unidad fraternal.

-Ya lo dije, hasta que sienta que su deuda haya quedado saldada.

-. . .A veces puedes ser muy malvada hermana.

-Llamalo como quieres, yo solo busco que pague lo que me debe.

-Como gustes, por mi parte paso a retirarme, suerte con tu nueva muñeca.

Lisa salió finalmente de la habitación, mientras, Lola tomó un nuevo pañal y se acercó a Lincoln para cambiarle el pañal, aunque esta no estaba del todo segura.

-Agh, vamos Lola, puedes hacerlo, es tu bebita, tienes que cambiarle los pañales.

Lola le quitó el bloomer a Lincoln, y viendo ese gran pañal lleno, con manchas amarillas y marrones, además del golpe de olor, la hicieron retractarse inmediatamente.

-¡Leni!

-¿Si Lola?

-Necesito que le cambies el pañal a la bebita.

-Aww, en serio hizo en su pañal, es tan lindo, me trae recuerdos de cuando lo cuidaba de más pequeño.

-Si, si, como sea. Solo date prase antes de que pañal apeste mi habitación.

-¡A la orden!

Y así Leni procedió a cambiarle el pañal a Lincoln, Lola veía esto con satisfacción, pues todo habia salido según lo planeado.

-¿Quién necesita una "Muñeca Princesa", cuando puedes tener tu propia "Muñeca Lincoln"? -se dijo a si misma con una sonrisa malvada. -No puedo esperar a nuestra siguiente fiesta de té, bebita.

CONTINUARÁ. . .