La Emo y su Nuevo Amigo

Algunas vez te has preguntado, ¿cómo es la vida de otra persona?, ¿cómo es su rutina habitual o que cosas compartiran? Pues ahora sabremos como empieza el día dentro de una casa de la ciudad de Royal Woods. Una casa común y corriente, pero ahora nos enfocaremos en una de las puestas que dice "Maggie" el nombre de la protagonisata de esta historia.

Dentro de la habitación parecía ser de lo más normal; repisas, un escritorio, armario, hasta hay estaría bien, de no ser porque en donde podría haber una cama, había una cuna demasiado grande para un simple bebé, un mesa cambiadora, varios peluches y unos paquetes de pañales de diferentes colores, en su mayoria obscuros y morados.

Y dentro de la cuna se encontraba ella, chica con largo cabello negro amarrado en dos coletas, piel pálida con pecas en la cara, siendo lo más visible que esta traía puesto un mameluco morado con imágenes de calaveras asi como una pañal puesto algo más grande de lo normal y se encontraba dormida con un chupón en la boca mientras abrazaba un oso de pelucha algo "aterrador" para un niño.

Pero ese sueño se vió interrumpido por su madre la cual entró a la habitación...

-Buenos días bebé, ya levantaté que hoy es un día especial -dijo la madre de Maggie mientras se hacercaba a su hija despertandola durante el proceso.

-Mmm, buenos días mamá, hoy es mi cumpleaños ¿verdad? -respondío medio somñolienta mientras se estiraba.

-Asi es hijita, aunque antes de eso hay cambiarte ese gran pañal, parece que alguien hizo un gran apestosito mientras dormía -dijo en tono jugueto su madre mientras sujetaba su gran pañal.

-Jaja, perdón mamí. Pero ya sabes que los bebés no vamos al baño.

-Jiji, tienes razón bebé.

La mamá de Maggie la cargó y la colocó en el cambiador, posteriormente desabrochó los botones del mameluco y empezó a cambiarle el pañal destapando las cintas y limpiando a su hija, mientras platicaban un poco.

-¿Estas segura que no quieres tener tu cumpleaños con temática de bebé?, es lo que siempre quisiste, y asi podrías ser tu misma.

-Me encantaría mamá, pero la temática emo tampoco me desagrada, ya sabes que no puedo dejar que nadie sepa mi secreto, además no tiene chiste hacer una fiesta así si solo la voy a disfrutar yo -respondió Maggie algo desilucionanda.

-Talvez algún día conozcas a alguien con los mismos gustos.

-Lo dudo, pero me encantaría.

Despues de que Maggie tuviera su cambio de pañal, su madre la cargó y la lleva al comedor en donde la sentó en una gran silla para bebé para darle un poco de su papilla para desayunar. Despues de eso se la pasó jugando con sus juguetes esperando a la hora de la fiesta.

-Un par de horas despues-

-Hija, ya vamos a empezar a arreglar las cosas para tu fiesta, asique vete cambiando antes de que lleguen tus amigos -habló la madre de Maggie desde el patio trasero.

-*suspira* De acuerdo mamá...¿al menos puedo dejarme el pañal puesto? -preguntó Maggie.

-Pues esa es tu decisión hija, si quieres hacerlo adelante, solo avisame para que te lo ponga.

Maggie se fue a dar un baño rápido y salio para cambiarse y ponerse su ropa habitual, la cual era una playera manga larga blanco y negro con una camisa celeste encima, una falda de cuadros con una chamarra amarrada y unas calcetas con botas negras.

-Ahora el dilema, me pongo el pañal o no, mmm...si estuviera usando pantalón, el pañal resaltaría mucho, pero como tengo falda eso puede ser de mucha ayuda...bueno, quien no arriesga no gana -dijo Maggie tomando uno de sus pañales y regresando con su madre.

Al salir pudo ver como ya habían una mesas colocadas, mesa de comida, un cartel que decía "Feliz 13° Cumpleaños Maggie" y el escenario para el espectáculo que habían contratado, todo era una decaración para una fista de temática "obscura".

-Oye mamá, decidí que si usaré el pañal. -dijo Maggie en forma determinada.

-Muy bien hija, vamos atras del escenario para que te cambie, aprovechando que hay espacio y no esta a la vista.

Maggie y su madre fueron atrás del escenario, y esta procedió a ponerle el pañal a su hija.

-¿No crees que sería mejor que aprendás a ponerte el pañal por tu cuenta hija?

-Talvez, pero la verdad prefiero que lo hagas tu, me hace sentir...como una bebé -respondió Maggie algo avergonzada.

-Aww, mi bebé. Sabes que siempre estaré hay para ayudarte.

Finalmente terminó de ponerle el pañal y ambas trabajaron juntas para acomodar lo que hacia falta. Asi dentro de poco llegaron los invitados empezaron a llegar, todos con una apariencia igual de obscura que Maggie, aunque no eran muchos, era lo suficiente para llega. Maggie se quedó platicando con sus amigos hasta que alguien toco la puerta principal.

-¡Ya voy! -dijo la mamá de Maggie mientra abría la puerta. -Oh, ustedes dos deben ser el espectáculo de mimos que contraté ¿verdad?

-Asi es señora, permitanos presentarnos, me llamo Luan. -dijo una chica castaña con coleta de caballo vestida de mimo. -Y este pequeño de aquí es mi hermanito bebé Lincoln.

-Ho-hola señora, es un gusto -saludó un niño albino algo nervioso igualmente vestido de mimo.

-Me alegro que hayan venido, adelante, su escenario esta en el patio traseo.

-Muchas gracias, vamos hermanito, hay un show que hacer.

Luan y Lincoln se fueron caminando hacia el patio trasero. La mamá de Maggie que los compañaba por detrás no dejaba de escuchar cierto sonido a la que ella ya estaba acostumbrada, solo se le quedo viendo al pequeño niño mientras sacaba sus teorías al respecto.

El espectáculo ya había comenzado. Luan y Lincoln estaban encima del escenario haciendo sus actos, mientras que Maggie se encontraba en primera fila junto a otros invitados viendo el show, aunque a Maggie le estuviera gustando el show, no podía dejar de observar al niño albino, el cual de vez en cuando hacia unas caras y movimientos con las piernas un poco extraños, pero esa concentración hacia el chico se fue completamente cuando su estómago comenzó a rugir causandole un leve dolor.

-*pensado* Rayos, a buen momento se le ocurre hacer esto mi estómago, no puedo arriesgarme a que alguien se de cuenta, pero tampoco podré aguantar mucho tiempo. Aunque si lo hago el sonido podría delatarme también ¿que debería hacer?

Para suerte de Maggie, justo el show había terminado, Luan y Lincoln bajaron del escenario y los demás invitados se fueron a comer dejando sola a Maggie, la cual no dudo ni un segundo y se fue rápido al mismo lugar detrás del escenario donde la había cambiado su mamá antes de la fiesta.

-Muy bien, al parecer no hay cerca, es ahora o nunca. -dijo Maggie para si misma mientras se levantaba la falda y se ponía de cuclillas para acto seguido sacar todo en su pañal, el cual se estaba llenando. -*suspira alivida* Ya me siento mucho mejor.

La calma de Maggie duró poco cuando escuchó un par de voces acercandose.

-Intenté aguantarlo lo mejor que pude.

-No te preocupes hermanito, ahorita te cambio y quedarás como...¿nuevo?

Y de un momento a otro reino el silencio. Luan y Lincoln atraparon a Maggie en un pañal haciendo sus "necesidades"; Maggie estaba en shock, no solo porque la habían descubierto, si no que el chico mimo de pelo blanco, también estaba usando un pañal, y no solo eso, si no que también estaba sucio.

El momento fue muy incómo hasta que Luan tomo la palabra.

-Yo...amm...ire a avisarle a tu mamá por si necesitas...ayuda con eso. Lincoln, ¿por qué no le haces compañia y platican un poco? en lo que vuelvo -dijo Luan mientras salía rapidamente del lugar.

-Mmm...hola. -dijo Lincoln algo incómo mientras se acercaba a Maggie. -Parece que ambos tuvimos los mismo accidentes jaja.

Maggie se encontraria muerta de vergüenza de no ser porque el chico estaba en misma condiciones.

-¿Tu también...usas pañales? -preguntó Maggie aun incredula y sin saber bien que decir.

-Asi es, aunque realmente empecé por cosas de bebés como chupones y biberones, luego fueron los pañales y cuando finalmente le conté a mi familia, pasé a ser el segundo bebé de la casa.

-¿El segundo?

-Es que yo tengo una hermanita bebé, lo cual agradesco, me la paso la mayor parte del día jugando con ella y tecnicamente compartimos los mismos gustos.

-Genial, ya me gustaría a mi tener a alguien con quien hacer estas cosas. De hecho, me hubiera gustado tener una fiesta más "infantil", pero no quisiera que otros supieran mi secreto. Aunque creo que ya no importa ahora. -dijo Maggie sonriendole a Lincoln por lo sucedido.

-Si, jaja. Lamento que mi hermana y yo hayamos aparecido de la nada, realmente necesitaba un cambio -dijo Lincoln rascandose la nuca apenado.

-Asi que por eso hacias esos gestos raros en el escenario.

-Si, pensé que nadie lo notaria.

-Oye, los bebés nos entendemos entre nosotros ¿no?

-Jajaja, tienes razón. Me alegra encontrar a alguien con los mismo gustos que a mi, pensé que sería el único.

-Yo tambien pensaba lo mismo amiguito, yo también.

Lincoln y Maggie siguieron platicando un rato hasta que la madre de Maggie finalmente apareció, estaba preocupada por como se sentiría su hija a saber que descubrieron su segunda vida, pero le alegro mucho al verla platicar y discutir con aquel chico sin sentirse mal o triste Debidó a la situación, Luan también tuvo que contarle el secreto de Lincoln a la señora, confirmando la teoría de la señora de que Lincoln tambien usaba pañales.

-Bien hija, es hora de cambiarte ese pañal apestoso. -dijo la señora mientras cargaba a Maggie.

-Tu también hermanito, no queras irte todo sucio a casa. -dijo Luan que igualmente cargó a Lincoln.

-Si gustas puedes entrar a la casa y cambiarlo adentro.

-Muchas gracias señora.

Ya adentro de la casa, Maggie estaba siendo cambiada en el sofa, mientras que Lincoln estaba siendo cambiado en el piso sobre una mantá que le prestaron, ambos bebés solo se observaban el uno a al otro con una sonrisa.

La fiesta no faltaba mucho por terminar, Luan y Lincoln se encontraban en la puerta principal despidiendose de Maggie y su madre.

-Fue un buen espectáculo el que hicieron hay arriba. Sobre todo tú Lincoln, vaya que dejaste tu aroma allá. -comentó Maggie en tono de burla.

-Jaja, una lastima que no pudieron ver tu espectáculo detrás de cámara. Los hubieras dejado sin aliento. -respondió Lincoln al chiste de Maggie.

-Jaja...espero volver a verte amiguito. -dijo Maggie dandole un abrazo a Lincoln

-Yo también espero eso. -dijo Lincoln correspondiendo el abrazo. Luan y la madre de Maggie solo veían la escena con ternura.

-Maggie, será mejor que regreses con los invitados, no querras hacerlos esperar y que sospechen algo.

-Esta bien mamá, nos vemos. -dijo Maggie despidiendose de ambos hermanos.

-Y aquí esta su paga -dijo mientras le entregba un el dinero a Luan.

-Pero...aquí hay más de lo que acordamos.

-Considerenlo un extra, es lo menos que puedo hacer por tu hermanito para ayudar a mi hija y calmarla por lo que sucedió detrás del escenario

-No fue nada señora, realmente lo hice porque quería llevarme bien con ella, hacer una amistad. Se podría decir que ese fue un extra de mi parte.

-Aww, que lindo. De todos modos, si gustas algo, no dudes en pedirlo.

-...De hecho, me gustaría pedirle algo, y sé que a Maggie también le va a encantar.

-Un par de días después-

Un nuevo día daba inicio, Maggie se encontraba en su cuna durmiendo profundamente por el agotamiento de ayer, pero ahora ya con su aspecto habitual de bebé. Hasta que su madre entro a despertarla nuevamente, pero estaba vez para una sorpresa diferente.

-Oh Maggie, levantaté que te tengo una sorpresa -dijo su madre despertando a su hija.

-¿Qué pasa mamá? -preguntó Maggie despertandose y saliendo de la cuna.

-Ven, hay algo que necesito que veas.

Maggie fue tomada de la mano por su madre, la sacó de la habitación de la llevó directo a la sala. Lo que vió nunca se lo hubiera imaginado.

-¡SORPRESA! -grito un niño albino sentado en una pequeña silla rodeado de peluches, juguetes y otros accesorios de bebé. Este sostenía un pequeño letreto que decía "Feliz Cumpleaños Bebé Maggie" .

-¿Lincoln?, ¿qué haces aquí?, ¿qué es todo esto?...¿y por qué estas vestido así? -preguntó una Maggie que no creía lo que veía.

-Ayer tu me dijiste que te hubiera encantado tener una fiesta con temática de bebé, entonces me pusé de acuerdo con tu mamá antes de irme y organizamos esta mini fiesta para tí. Y en cuanto a lo que traigo pues...quería traer una ropa infantil, pero que al mismo tiempo sea obscura, por suerte encontré este onise, y tu mamá me prestó uno de tus pañales, admito que son geniales.

-Ropa que traía puesta Lincoln-

Maggie aun no lo podia creer, esta era la fiesta que siempre había querido, aun si no es tan grande como la de ayer, la temática y el hecho de compartirla con alguien igual a ella era lo que hacie que esta valiera mucho más para ella que la anterior, no pudo contener la emoción y soltó algunas cuantas lágrimas.

-Que esperas hija, ve a arreglarte para que puedas disfrutar la fiesta con tu nuevo amigo. Y esta vez...podrás ser tu misma.

Maggie no lo dudo dos veces y fue directo a su habitación, pero ehora se vistió diferente; conservaba sus dos coletas lasgas, se puso un vestido corto esponjado parecido al de una sirvienta pero más infantil, unas blancas con los clásicos zapatos negros y lo más importante su pañal, que era igual que el que traía Lincoln.

-Ropa que se puso Maggie-

-¡Ya estoy lista! -dijo una alegre Maggie.

-Wow, en mi opinión te vez mejor asi que como estabas ayer -dijo algo sonrojado

-Jiji gracias, tu también te vez bien. -dijo igualmente sonrojada.

-Muy bien, aquí les traigo unos biberones y chupones para los bebés, que los difruten. Si alguien necesita un cambio me avisan.

-De acuerdo -respondieron ambos.

Y asi Lincoln y Maggie pasaron la que pobrablemente seré la mejor "fiesta" de sus vidas, tomaron de biberones, jugaron con los muñecos y peluches, vieron caricaturas, comieron papilla y demás comida como bebés, incluso Maggie maquillo un poco a Lincoln para que tuviera un aspecto algo más emo, ambos la estaban pasando de maravilla, solo faltaba que experimentaran juntos una cosa más.

-Estas lista amiga bebé. -dijo un Lincoln que se encontraba en cuclilllas.

-Por supuesto amigo bebé. -dijo Maggie en la misma posición.

Entonces ambos pujaron con sus fuerzas y los pañales de ambos se empezaron a llenar tanto de pipí como de popo, dejando una mancha marron y una amarilla muy notorias en pañales.

-Fiu, realmente ya tenía ganas. Creo que deberíamos decirle a tu mamá que *bosteza* nos...cambie. -dijo Lincoln algo somñoliento.

- Si, mejor vamos antes de que *bosteza* nos gané el...sueño. -dijo Maggie igualmente somñolienta.

-Unos minutos después-

-Oye hija, me llegó un olor "peculiar", ¿de casualidad alguno de ustedes necesita un...

La mamá de Maggie se quedó enternecida por la escena que estaba viendo, su hija y su amigo se encontraban durmiendo juntos y abrazados el uno al otro entre un montón de peluches. Aunque por los pañales a la vista sabía que realmente ambos necesitaban un cambio.

-Bueno, supongo que tendré que llevarlos al cambiador.

La señora iba a cargar a Lincoln primero, pero al momento de levantarlo un poco, Maggie rápidamente lo apretó más fuerte entre sus brazos mientras hacia leves sonidos de quejidos.

-Esta bien, esta bien. Los dejaré dormir primero, pero antes de irme.

La madre de Maggie tapó a ambos con una cobija y les puso un chupón a cada uno. Acto seguido saco su celular y procedió a tomarles unas cuantas fotografías.

-A tu familia le van a encantar estas fotos Lincoln. Bueno, los dejaré dormir a gusto. -dijo la señora mientras apagaba unas cuantas luces y los dejaba solos en la sala.

Así Maggie no solo consiguió su fiesta de cumpleaños deseada, consiguió algo más importante, un amigo, un buen amigo que compartía sus gustos y con el que formaría un lazo irromplible, la vida de la bebé se volvió más alegre a partir de ese día.

EL FIN

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