El Descanso de Mamá

Una nueva aventura comienza en la casa Loud, pero este caso esta historia no empieza muy bien para todos, pues la matriarca de la casa Loud ya estaba en su punto máximo de estrés al tener que cuidar de 11 hijos.

Debido a esta situación toda la familia se puso de acuerdo en que Rita se tomará una semana de descanso, por lo que después de varias búsquedas, Rita encontró una especie de hotel que dan un trato especial a personas con sus problemas.

Y así llegamos a este punto, en el que Rita se encuentra enfrente del Hotel mientras se despide de su familia, ya con se mente despejada y preparada para descansar.

-Así qué el Hotel Daycare. . .leí buenas reseñas asique espero que me ayude mucho.

Rita entró y rápidamente fue recibida por una mujer que reconoció al instante.

-¡Rita!, ¡que bueno que si llegaste! -respondió la mujer de piel morena vestida de enfermera y piel negra.

-¿María Santiago?, no pensé encontrarte aquí.

-Bueno, la verdad es que al igual que tú yo también tuve un momento de estrés y vine aquí, que por cierto me ayudo mucho.

-¿En serio?

-Así es. Después como el hotel supo de mis servicios de enfermera me pidieron a que trabajara aquí, y acepté.

-Wow, bien por ti. Espero relajarme así como tu, me hace mucha falta.

-Se te nota por tu apariencia. Vamos, te llevaré a tu habitación. Aunque antes debo advertirte algo. -dijo la señora Santiago mientras caminaba rumbo a un largo pasillo.

-¿Qué ocurre? -dijo la señora Loud quien seguía a la enfermera.

-Lo que pasa es que los "métodos antiestrés" que maneja el hotel pueden ser algo muy "raros" para las personas, yo también lo pensé al principio, pero te garantizo que todos los que vienen una vez se acostumbran se van satisfechos.

-Mmm, ¿ok?, supongo que los resultados son lo que importan. -dijo Rita intentando ver lo positivo.

-Me alegra que pienses así. . .Y. . .¡ya llegamos!

Cuando María abrió la puerta de la habitación y Rito entró, no podía creer la habitación que le había tocado: Unos tapetes de espuma, varios tipos de juguetes, una ¿cuna?, pero muy grande, ¿una mesa cambiadora? y ¿pañales para adulto?

-Amm, ¿María?, creo que se equivocaron de habitación?, esta parece más para un. . .un bebé.

Cuando Rita volteó a donde estaba María, esta estaba sacaba una blusa celeste, unos calcetines y un pañal del armario.

-Me temó que no Rita, esta es tu habitación, y esta será tu ropa que usarás durante tu estadía aquí.

-Tienes que estar bromeando ¿verdad?, no entiendo como vestirme de bebé me ayudará a mi estrés.

-Te dije que estos métodos pueden ser muy raros, pero te aseguro que funcionan, yo misma lo viví.

-Mmm, no lo sé. -comentó Rita algo nerviosa.

-Descuida, aquí nadie te juzgará ya que también otras personas estarán igual que tú. Además si no te convence podemos darte un tratamiento normal que te daría cualquier hotel.

-. . .Esta bien, ya que tu lo dices creo que puedo confiar en ti.

-Perfecto, te aseguro que no te arrepentirás. Bien, te dejaré para que te cambies sola, pero si gustas que alguien te ayude no dudes en hablarme.

-Ya he puesto pañales muchas veces, no creo tener problema. -comentó Rita algo confiada.

-Creme, yo pensé lo mismo, pero no es igual poner el pañal a un bebé que a uno mismo y más grande. Pero si crees poder hacerlo adelante, esperaré afuera en lo que te cambias.

María salió de la habitación dejando sola a Rita, esta aun seguía procesando todo lo que tenía a su alrededor y todo lo que podría pasar.

-Bien, supongo que debería darle una oportunidad.

Rita empezó a desvestirse primero por la parte superior, poniéndose la blusa celeste y amarrándose el cabello con una coleta. Ahora seguía la parte de abajo, se quitó sus pantalones, sus bragas y zapatos, se puso los calcetas y ya solo faltaba el pañal.

-¡Agh!. . .¡vamos!. . . ¡¿por qué no cierra?! -se quejaba la matriarca Loud al ver que el pañal no le cerraba bien, y no solo eso si no que se le desacomodaba a cada rato. -Agh, supongo que no tengo otra opción. . .¡María!

-¿Si Rita?. . .Oh, veo que el pañal te queda algo pequeño, no tomé en cuanta tus grandes caderas jajaja.

-Consecuencias de dar a luz a once niños.

Después de que consiguieran pañales mas grandes, y que María ayudara a Rita a ponérselos, esta se paró frente a un espejo para observarse mejor.

-Bueno, admito que los pañales son algo cómodos, me ayudan a sentirme más joven.

-¿Verdad que sí?, bueno, acompáñame para que te muestre los alrededores.

-Puedo ponerme al menos un short o algo para cubrir el pañal, sigo algo desconfiada.

-Seguro, déjame ver que encuentro por aquí que sea de tu talla.

.

.

.

Ambas mujeres se encontraban caminando por habitaciones del hotel ahora que Rita traía puesta una falda elástica algo corta que le ayudaba a cubrir el pañal.

Toda habitación que Rita veía parecía más como una guardería que un hotel, juguetes, mesas de comida, peluches grandes, camas en el suelo, etc. Pero era cierto lo que dijo María, habían más personas, en su mayoría mujeres que estaban en el hotel. Habían mujeres adultas y algunos jóvenes adolescentes, unos comiendo con las manos, otros viendo la televisión sentados en el suelo y otros estaban, ¿cambiándoles los pañales?

-Oye, María, hay baños aquí, ¿verdad?

-Si los hay, pero únicamente para personal. Los clientes tienen que usar sus pañales.

-¡¿Qué?!

-Vamos Rita, no serás la única. Además yo seré la encargada de tu cuidado y ya sabes que puedes contar conmigo, somos amigas después de todo.

-Bueno, supongo.

-Primero lo primero, tienes hambre supongo.

-Si, me vendría bien comer un poco.

.

.

.

-Pero no se si comer así sea lo mejor.

Rita se encontraba sentada en una silla para bebés más grande de lo normal, con un babero y siendo alimentada en la boca por María.

-Vamos Rita, solo disfruta el momento, mientras más rápido te acostumbres mejor. Ahora di, Aaaaa.

Conforme seguía comiendo Rita empezó a acostumbrarse al sabor, realmente no sabía tan mal y tenía un sabor especial.

-Bien, te dejaré tu biberón en lo que voy a revisar algunas cosas, espero que cuando llegue te lo hayas terminado.

-Lo intentaré.

Rita observó el biberón, parecía hecho a su medida, así que sin pensarlo mucho empezó a succionar la leche que tenía dentro. Grande fue su sorpresa cuando la leche que tenía dentro le sabía diferente, pero para bien. Sin darse cuenta se lo empezó a tomar todo, realmente lo disfruto.

-Bien, ya volví. Wow, si que tenías sed.

-¿Qué era eso? Sabía muy bien.

-Jiji, me alegra te gustara, solo era fórmula para bebé, aunque con un ingrediente secreto para darle sabor especial.

-¿Fórmula? -dijo Rita sorprendida. -Así que esto es lo que toma Lily todo el tiempo, nunca lo hubiera sabido.

Cuando Rita se dio cuenta María la iba a cargar mientras le daba unas palmadita en la espalda.

-Wow, si que eres una bebé algo pesada jaja.

-No soy una *BUUURP* -Rita había eructado muy fuerte, cosa que la apeno bastante. -Lo siento.

-Descuida, es lo mejor para acomodar el estómago. ¡Ahora vamos a llevarte a jugar un rato!

Rita se encontraba ahora sentada en el suelo rodeada de algunos muñecos y peluches. Y como no quiso verse mal intentó jugar un poco con ellos, la verdad es que tenía cierta habilidad imaginativa, después de todo tenía que entretener tuvo que entretener a 11 hijos.

-Veo que te estas divirtiendo. -comentó María.

-Algo así, no soy muy buena con los juguetes.

-En ese caso puedes ir a ver la televisión, seguramente estén pasando algún programa que conozcas.

-Bien, veré que me encuentro.


Así pasaron las horas en las que Rita se entretenía con lo que sea que tuviera a la mano. La estética del lugar, las comodidades y el hecho de sentirse más joven realmente le ayudaban a olvidarse de los problemas que tenía fuera del hotel. . .Eso hasta que el llamado de la naturaleza llegó a ella.

-Oh oh, creo que tomé demasiada leche. . .¿realmente voy a hacer esto?. . .de por si no creo tener muchas opciones. Bien, aquí voy.

Rita se puso de rodilla e hizo lo que jamás pensó que haría, observo a todos lados verificando que nadie la estuviera viendo, y empezó a relajarse mientras soltaba todo el líquido que traía en su vejiga haciendo el pañal no solo empezara a ponerse de un color amarillo, si no que también ya empezaba a pesar e inflarse.

Así estuvo unos buenos minutos hasta que finalmente acabó, ahora tenía que verificar los daños.

-Oh no, creo que me oriné demasiado, ahora el pañal ya me pesa mucho y sobresale de la falda. Lo mejor será ir a cambiarme antes de que. . .

Rápidamente Rita sintió como algo hizo presión en su pañal causando que sintiera todo lo tibio y húmedo de este, incluso se escurrió un poco por sus piernas.

-Vaya vaya, parece que alguien ya mojo su pañal. -decía María mientras jugaba con el pañal de Rita.

-F-Fue un accidente. -habló Rita mientras sentía la sensación del pañal, mientras mientras más presión hacia mas le gustaba la sensación.

-¿A sí?, porque yo pude ver desde lejos como te acomodaste y dejabas salir todo en tu pañal. ¿Y dime cómo se siente?

-Me. . .me gusta un poco. -dijo apenada.

-Sabría que te gustaría, ahora vamos a cambiarte para que ya puedas ir a dormir.

María tomo de la mano a Rita como si una niña pequeña fuera y esta la fue llevando hasta su habitación, donde la acomodó en la mesa y se dispuso a cambiarle el pañal.

-¿Y que te parecía el primer día? -preguntó la enfermera mientras limpiaba a Rita.

-Tengo que admitir que hay algunas cosas que están bien, aunque aun no me acostumbro a todo esto.

-Es normal para ser el primer día. Con el tiempo te sentirás mejor y lo disfrutaras. Recuerda, lo importa es que te sientas cómoda.

Ya con un pañal limpia, Rita se puso una pijama de mameluco y se subió a su cuna para dormir mientras que María le puso un chupón en la boca.

-Es para que duermas mejor bebé, buenas noches. -dijo María mientras salía de la habitación y apagaba las luces.

-No soy una *bosteza* bebé. . .z z z z.

~~~~~~~~~~

A cada día que pasaba, y por cada actividad, Rita estaba disfrutando más y más de su estadía en el hotel sin percatarse de que su mente se volvía también algo más infantil.

.

.

.

Vemos a Rita en una de las piscinas que tenía un nivel bajo, tanto que esta se encontraba sentada y el agua le llegaba apenas al ombligo.

-Bebé, ¿ya terminaste de bañarte? -dijo María mientras se acercaba a Rita con ropa nueva y una toalla, en eso nota que falta algo. -Bebé, ¿si te quitaste el pañal antes de meterte al agua, verdad?

-Jijiji.

Al ver la reacción de Rita, María hace que se levante, dejando ver un pañal completamente lleno de agua, Rita ni si quiera podía cerrar las piernas, curiosamente el pañal emanaba un hedor muy fuerte por lo que la enferma inspecciono la parte trasera de Rita para confirmar sus sospechas.

-Parece que la bebé hizo un apestosito en su pañal. -decía María mientras presionaba el pañal de Rita, causándole una sensación de leve placer.

Rita entre risas se gateo hasta llegar a una mesa de cambio que se encontraba cerca, por lo que le tocó a María hacer su parte.

-Ya en el último día-

Vemos a Rita recostada junto a un oso de peluche gigante jugando con una cuantas muñecas mientras succionaba un chupón, ahora traía puesto un vestido corto que dejaba más a la vista su pañal, el cual ahora era de color rosado con dibujos de princesas, pero su juego se vio interrumpido por la llegada de su cuidadora.

-Bien bebé, esta será tu última noche aquí, ya que mañana tu familia pasará por ti.

-Aww, ¿en serio?, quiero seguir viviendo aquí. -dijo Rita cabizbaja.

-Me temó que sí, pero que te parece si antes de dormir te leo un cuento.

-¡Siii!

María se encontraba en una mecedora con Rita sentada entre sus piernas leyéndole un cuento, poco a poco esta se estaba quedando dormida, hasta que finalmente decidió chuparse el dedo mientras caía a los brazos de Morfeo.

-Jiji, que tierna. Sabía que esto le ayudaría, talvez y vuelva a pedir que me traten así. -pensó María hasta que unas muecas de Rita la incomodaron. -¿Qué te pasa bebé?

*PRRRRR*

María sintió como el pañal de Rita se expandió de golpe, dejando un enorme y oloroso bulto que salía de su parte trasera, para finalmente dormir con una sonrisa en su rostro.

-Bueno, supongo que quiso terminar su vida de bebé en grande. -dijo María mientras arrullaba a la bebé dándole palmaditas en su pañal.

Un nuevo día llegaba a la casa Loud. Vemos a todos los hijos y padre saliendo rumbo a sus respectivas escuelas y trabajo respectivamente.

-Adiós cariño, que les vaya bien. -Se despidió Rita de su esposo.

-Adiós amor. -se despidió el señor Loud con un beso a su esposa, hasta que un olor llamo su atención. -*sniff*sniff* ¿no te llega alguna especie de mal olor?

-Oh, debe ser por el pañal que le cambié a Lily. -explicó la matriarca.

El señor Lynn se conforma con eso y se sube a Vanzilla y la arranca mientras los hijos se despiden de su madre alejándose cada vez más y más.

-Y. . . . . se fueron.

Rita entro a la casa y rápidamente cerró las cortinas de la casa. Acto seguido se quitó su pantalón dejando ver un pañal lleno y sucio que traía puesto, a lo que esta lo jugo un poco.

-Bien, es hora de que esta bebé empiece a trabajar. -se dijo a si misma mientras se dirigía a la cocina con el pañal rebotando al aire.


EL FIN

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