XIII
Las cosas iban de mal en peor, no podía olvidar aquellas fotografías y de imaginarme lo qué pasó entre los dos. Debido a eso, prefería no acercarme a Yoongi pero él insistía, hacía de todo para que tuviera confianza. Pero no podía, esa mujer podría seguir detrás de él, hará todo lo posible para que mi esposo cayera en sus redes. Y por supuesto que él no diría un "no".
— Mañana será el último día que me dedicaré por completo a la empresa, Sora.
— De acuerdo — Susurré sin mirarlo, Yoongi soltó un suspiró pero no dijo nada más, siguió comiendo su deliciosa comida. Me causaba conflicto que estuviera tan tranquilo cuando todos los días convive con esa mujer, no podía decirle que la despidiera porque sería muy... bueno, no lo sé. Pero no me gusta mucho la idea, tal vez ella necesite el trabajo.
— También hice las citas con los mejores ginecólogos qué hay, llevarás con mucho cuidado ese embarazo. Así que por favor, tengamos nuestra relación en paz — Solté una pequeña risa por sus palabras, claramente, era falsa. Deje caer el cubierto sobre el plato, me levanté de la mesa y salí del comedor.
— ¡Sora! — Gritó, lo ignoré y seguí mi camino hacía la habitación donde dormimos. Parecía una adolescente que no enfrentaba sus problemas, pero de verdad lo menos que deseaba era una fuerte discusión. Ahora debía pensar en el bienestar del bebé que crecía dentro de mí.
Volví a llorar, como cada día, como cada noche. Me tomaba el tiempo de salir al jardín para pensar en todo lo que estaba sucediendo, Yoongi no era así. De verdad que no, pero fui tan ingenua que llegué a pensar que era poco probable que él nunca se fijara en otra mujer. ¿Como no lo iba hacer? Si todos los días trabajaba con modelos, la mayoría de sus empleados se trataba de mujeres. Y preciosas, cuerpos verdaderamente envidiables. Y luego estaba yo, una mujer sin chiste.
Creo que debería empezar a mejorar mi aspecto, pero justo ahora llegó el embarazo y la ropa no me quedará bien en algunos meses. Tal vez después, no lo sé.
— ¿Podrías deshacerte de ese comportamiento? — Yoongi llegó a la habitación minutos después, con un aura molesta. Su ceño se encontraba fruncido y me miraba desde la puerta.
— Olvídalo, no comenzaré una discusión.
— No es discusión Sora, te comportas como una chica de dieciséis años. No huyas de los problemas, debemos hablarlos con seriedad — Determinó que así era, una chica que se había quedado estancada en esa época. Lo miré sin ninguna expresión en mi rostro pero por dentro con unas intensas ganas de soltarme a llorar. Como siempre.
— No quiero huir de ellos, pero empiezo un embarazo donde los primeros meses son riesgosos. Creo que si tanto quieres cuidarme, deberías comenzar a no gritarme ni armar un escándalo. Lo único que provocas es alterarme.
— Sora, es que... — Soltó un suspiro y caminó hasta donde me encontraba. Me hice a un lado en cuanto se recostó, lo vi formar una pequeña mueca en sus labios — Se que cometí un error pero no todo el tiempo te alejarás de mí o me verás con asco.
— Pues es lo que siento por ti, un día me prometiste que nunca me traicionarías. Que no había otra mujer que captara tu atención ¿lo recuerdas, no? — Asintió, con la mirada fija en mí — Te creí, me hacía la idea de que así era. Pensé que nunca me harías algo como esto, siempre te defendí de mi padre porque él precisamente me decía que te irías con la primera mujer que se te atravesara. ¿Y que decía la ingenua Sora? "No padre, Yoongi no es así" — No tuve el valor de mirarlo a los ojos, deje caer mi cabeza. Ahora solo miraba sus manos apoyadas en la cama. Donde en uno de sus dedos adornaba aquella argolla, bonita y asquerosamente cara.
— Sora... — Lo interrumpí.
— Quiero que te pongas en mi lugar, pero desde que nos conocimos. Era una chica que solo se dedicaba a estudiar porque tenía un gran futuro, metas y sueños increíbles que deseaba cumplir. Mis expectativas eran altas, y mis planes sobre casarme no eran parte de mi lista. Pero llegaste tú, todo se tornó diferente. Mis metas y sueños se esfumaron, por ti, porque no me permites trabajar ni superarme. Me partí la espalda, me desvelé tantas noches por estudiar para que un hombre llegara y me dijera "No, no vas a trabajar". ¿Sabes la impotencia que me causa? Mis estudios fueron en vano. Lo dejé todo por ti, me dio igual en ese momento. Y dije, todo estará bien, Yoongi es el amor de mi vida y... si, estaremos bien — Mi voz comenzaba a quebrarse, por primera vez me estaba desahogando. Me había guardado todo esto desde hace mucho tiempo. — Pero mírame, aquí estoy. Años siendo esposos, no tenemos hijos. Me tienes encerrada como si quisieras ocultarme, no se, no entiendo qué pasa por tu mente. Pero quiero que sepas algo, me siento miserable.
— Lo hice porque no había ni hay necesidad de que trabajes, la empresa es la mejor de Corea del Sur y debido a eso, el dinero abunda demasiado, todo es para ti. Me da igual si yo me quedo en ceros, lo sabes.
— A mi no me importa el dinero, quiero ser alguien. Una persona que trabaje, que se supere y tenga conocimiento sobre lo que estudio — Ahora si lo miré, mis ojos picaban mucho y sabía que en cualquier momento las lágrimas saldrán.
— Sora, entiende. No hay necesidad.
— Para ti no la hay, pero para mí, si. Estoy harta de sentirme miserable, ¿acaso te has dado cuenta que ingería pastillas antidepresivas? Por qué tú me tienes así, siempre quieres que salga con tu madre o las demás. Odio eso y demasiado. Todo el tiempo se burlan de mí como si fuera una sirvienta. Pero no, ¡vaya, es la esposa de Min Yoongi! El mejor empresario de Corea, pero esa mujer solo parece ser su sirvienta. ¿Te suenan esas palabras? Porque a mí sí, todo el tiempo. Y lo siento, de verdad, siento tanto no ser la esposa que tanto deseas. Entiendo el por qué me traicionaste.
— ¡Basta, Sora! — Me tomó de las mejillas, mis lagrimas corrían una tras otra por mis mejillas causando que mojaran cierta parte de los dedos de Yoongi — Estás mal y lo siento tanto, todo es mi culpa. Pensé que hacías las cosas bien, tan solo quería que te sintieras bien y que tuvieras en cuenta que no necesitabas trabajar porque tienes todo. Sobre aquella mujer.... solo fue un error y muy grande, no volverá a pasar. Es más, si gustas puedo despedirla, no lo sé.
— El daño ya está hecho, Yoongi.
— Vamos, amor. Perdóname, se que una simple palabra no arreglará lo que te cause — Acarició mi cabello con delicadeza, mis mirada cayó en sus delgados y pequeños labios — Pero arreglemos esto, esta bien, si tanto quieres trabajar, podrías hacerlo en la empresa.
— Lo pensaré.
— También tenemos la otra empresa, recuerda, en ella todo es sobre maquillaje y demás. Te puedo colocar como la presidenta, actualmente está Kim Taehyung pero no importara — Explicó de manera desesperada, creo que había funcionado todas mis palabras. Era un alivio saber que su parecer si cambio, pero el dolor aún seguía.
Una depresión no se iba de un momento a otro.
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