XXXIV
(1/2)
— ¿Y Staxx?— preguntó Luzu cuando fue hacia el comedor, viendo que seguían siendo ellos tres.
Rubius parecía ofendido, y se encogió de hombros como si no tuviera importancia.
— Se fue con Willy— respondió Vegetta sin más.
Luzu iba a comentar algo, pero notó a Quackity negar y permaneció en silencio.
— ¡Niños!— la madre de Quackity apareció desde la cocina, con una sonrisa alegre, mientras secaba sus manos con un trapo—. Las pizzas están listas, ¿Alguno quiere ayudarme a traerlas? Luzu ya hizo bastante.
El castaño sonrió con suficiencia, y volteó para mirar a Rubius, quien se dió cuenta de que todas las miradas habían caído en él, sin decir nada, se levantó para ir a la cocina siguiendo a la mujer.
Luzu se sentó junto a Quackity, tomando su mano con cariño.
— ¿La estás pasando bien?— le preguntó.
Quackity hizo una mueca.
— Casi no estuviste con-migo— murmuró él pelinegro.
Luzu dejó un pequeño beso en su mejilla.
— Lo se, bebé, pero no quiero que hagas nada en tu cumpleaños, por eso lo estuve haciendo yo— sonrió un poco.
Quackity quiso decirle que no era necesario, que podía hacerlo él mismo, o que lo podían hacer juntos, pero su novio no lo dejaría, Luzu siempre quería hacer todo por él.
— Quackity, ¿Recuerdas que te comenté que estaba buscando trabajo, no?
Quackity tardó un momento en recordar esa conversación, una de las tantas que tenían antes de dormir, cuando lo hizo, asintió.
— Pues, cuando consiga uno, voy a estar menos tiempo contigo, o en casa, puede que incluso vuelva muy tarde— dijo, notó a Quackity abrir sus ojos un poco de más, con lo que parecía preocupación—. Lo que quiero decir, es que no siempre vamos a estar tan juntos como estamos ahora, y te pido que no te sientas mal por no estar en todo momento contigo.
Quackity sólo asintió, Luzu notó su vista bajar, mirando su regazo, un pequeño puchero se marcó en sus labios.
La idea de estar lejos de Luzu por ocho horas, horario promedio de trabajo, no le gustaba, y en parte le asustaba por si volvía a tener algún ataque de pánico y Luzu no estaba para consolarlo.
— ¡Dejen los cariñitos!— gritó Rubius, volviendo de la cocina, haciendo que Luzu saltará un poco por el sorpresivo grito, lo vió cargando una bandeja con la pizza ya cortada, dejándola en la mesa sin mucho cuidado—. Coman algo que no sea sus labios por una vez en el día.
Luzu frunció el ceño, molesto por esa clase de comentarios de su amigo.
Notó al peliblanco reír por su expresión, el chico se acercó a él para tomar su mentón y alzar su rostro un poco, Luzu pensó en gruñirle, pero una mueca molesta le reemplazó.
— A menos que quieras comerme a mí, lindo— Rubius le guiñó un ojo.
Escucharon risas y Luzu apartó a Rubius a manotazos.
— Ni con Vegetta eres tan cariñoso, idiota— dijo el castaño, a lo que Rubius se encogió de hombros con una sonrisa, tomando una porción de pizza antes de sentarse.
— Es que nunca puedo competir contra tí, Luzu— dijo Vegetta, acercando su silla hacia la mesa—. Yo dejaría a Rubius por ti, eres más lindo— añadió, sólo para molestarlo.
Quackity rió cuando vió el rubor subir a las pálidas mejillas de Luzu.
— Qué amigos mas molestos— murmuró él mayor, antes de morder generosamente una porción de pizza, esperando que con la comida los demás se callaran.
Es verdad, ¿Quién no querría estar con Luzu?😍
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top