Especial
[Esto es Lemmon🍋, de nuestro hermoso shipp Rubegetta👀, disfruten 💋]
Los brillantes ojitos de Vegetta miraban a Rubius, expectantes, el menor se mordía el labio con fuerza, nervioso.
Estaban en casa de los padres de Rubius, aunque esta estaba sólo para ellos dos.
Sabían lo que iban a hacer, aunque estaban en ese extraño momento previo a la acción en el que no sabían por dónde empezar.
Aún con ropa, Vegetta estaba cómodo con su espalda apoyada en el respaldo de la cama.
Rubius se lamió los labios con nervios.
—¿Vas a empezar?— su voz sonaba insegura.
El otro lo miró un momento, sin responder con palabras, se acercó a él, casi recostándose sobre su cuerpo, apoyando un brazo al costado de él, para acariciar su mejilla con su mano libre, mirando los lindos ojos de su novio, que estaban algo llorosos, dedicándole una sonrisa antes de juntar sus labios, para besarlo con lentitud.
Hizo del beso más frenético de a poco, provocando chasquidos, dominando el beso luego de un momento.
Vegetta podría ser el más lindo bottom, pero tenía una costumbre de querer no serlo.
Sin dejar de besarlo, Rubius bajó sus caderas, friccionando su miembro, que ya comenzaba a elevarse, contra el de Vegetta.
Un jadeó escapó de los labios del menor, aunque Vegetta pareció no cambiar ni un poco por aquello.
Notando esto, Rubius cortó el beso para mirarlo, parecía que había decepción en sus ojos.
Sintiendo que hacia mal, se apartó un poco, llevando sus manos hacia la remera de Vegetta, el chico entendió el mensaje, se irguió un poco para que su novio se la quitara.
Luego, para emparejar las cosas, el menor se quitó la propia.
Vegetta sonrío un poco por la vista.
Acomodando sus piernas a los lados del menor, Rubius comenzó a dejar besos y chupetones por su cuello y clavículas, mientras sus manos acariciaban su torso con lentitud.
La sensibilidad de Vegetta era bastante por debajo de su cintura, a pesar que había, un simple roce no hacía nada, pero tenía otros puntos erógenos.
El menor escuchó cómo el chico comenzaba a respirar más profundo, soltando el aire en leves suspiros.
Su boca llegó a los rosados pezones, escuchó un jadeó y no pudo evitar sonreír un poco, aún con los labios pegados a sus botones.
Las manos de Rubius fueron bajando, al pasar el elástico de la ropa interior sintió a Vegetta tensarse un poco.
El mayor abandonó su posición para volver a besarlo, mientras su mano avanzaba debajo de los pantalones del chico, hasta encontrar su miembro, provocando un gemido en Vegetta, que fue acallando por los labios sobre los suyos.
Rubius sonrió un poco, aquello si lo sentía bien.
Su respiración comenzó a acelerarse al sentir la mano de su novio rodear su pene, apretando un poco conforme subía y bajaba en tortuosa lentitud.
No pensaba que podría sentir tanto el tacto.
— R-Rubius— llamó, en un tembloroso gemido por la falta de aire y los labios de su novio que se negaban a abandonarlo.
El chico se apartó apenas unos centímetros, dejando de Vegetta respirara pesadamente, más agitado que él, notó lo lindo que se veía el chico con el rostro completamente ruborizado, sus labios intensificados por la hinchazón, y los ojitos que miraban con necesidad.
— Y-Ya, quítamelos— pidió.
El mayor abandonó la masturbación para enganchar sus dedos en el elástico del pantalón.
— Todo— añadió Vegetta, para que el chico volviera hacia arriba, enganchando los calzoncillos también.
Levantándose un poco con sus temblorosos brazos, dejó que Rubius le quitara las prendas que le quedaban, dejándolas en el suelo.
No pudo evitar admirar el cuerpo de su novio en cuanto estuvo expuesto para él, hasta que la mano de Vegetta atrapó la tela de su pantalón, exigiendo con la mirada.
Sin negarse, Rubius se quitó su ropa de la misma manera.
Con ambos desnudos, ya duros por aquel calentamiento, se besaron fugaz y humedamente.
Con una mirada, la pregunta en palabras fue innecesaria, Vegetta asintió.
Con una sonrisa emocionada, Rubius alcanzó el pequeño tarro de lubricante que había dejado previamente en la mesa de luz, tomando un tanto con sus dedos, aplicándolo en su miembro mientras con la otra mano continuó con la masturbación de Vegetta, para que esté no se aburriera.
Se posicionó entre sus piernas para tomar las caderas de su novio, rodeandolas un poco para acomodarlo sobre la cama, con la espalda apoyada sobre las sábanas, sus piernas quedaron flexionadas y las acomodó un poco para que quedaran en esa posición, dándole un mejor acceso a la entrada del mayor.
Inclinándose sobre él, masajeó un poco antes de meter el primer dedo, escuchando un quejido por parte de Vegetta, que conforme su entrada se acostumbraba y dilataba comenzaron a cambiar a bajos gemidos.
Rubius fue a besar su cuello, sin querer tomar sus labios para escuchar todos los ruidos que hacia gracias a él, sintiendo cómo el mayor temblaba un poco por todas aquellas sensaciones.
En eso, sumó un dedo más a la penetración, haciendo que soltara un gemido más alto, su cabeza se fué un poco hacia atrás.
Repitiendo de nuevo los leves movimientos hasta que se acostumbró, jugó un poco más con el chico, viendo sus expresiones, escuchó sus quejidos o gemidos si penetraban con más fuerza, más rápido o más profundo.
Cuando sus quejidos acallaron, y su entrada ya estaba dilatada lo suficiente, quitó los dedos de su interior, tomando su miembro para alinearlo hacia el interior de su novio, empujando lentamente, viendo las muecas que Vegetta quería disimular.
No podía decir que le dolía, no sentía demasiado dolor, a demás de que habían usado suficiente lubricante para que pudiera deslizarse en su interior sin problema, pero se sentía apretado, aunque no le disgustaba.
Las manos de Rubius fueron hacia los glúteos del menor, para alzarlo, entrando más en él, escuchando sus gemidos, moviéndose un poco afuera para entrar otro poco más hasta que todo su miembro quedó dentro del chico, quien respiraba agitado y gemía a cada movimiento que le continuó.
Vegetta sentía su pene palpitar, húmedo por el presemen; también la sensación de Rubius dentro de él lo tenía agobiado, respirando agitadamente, dejó de importarle ocultar cualquier ruido o expresión que pudiera hacer, se sentía muy bien.
No sé dió cuenta el punto precisó en que Rubius comenzó a dar fuertes embestidas, golpeando un punto dulce en su interior que desconocía hasta este momento haciendo que su espalda se arqueara de placer, tirando su cabeza hacia atrás, dejando salir gemidos desordenados y agudos, que empeoraron cuando las penetraciones se hicieron irregulares, casi desesperadas.
Ambos estaban en su punto, y no duraron más de unos minutos antes de acabar, siendo Vegetta el primero, a Rubius le tomó un par de penetraciones más para acabar en el interior de su novio.
Sentía sus piernas quemar, respiró profundamente varias veces, al igual que Vegetta, quien temblaba, sintiendo al mayor acabar en su interior con una inconsciente sonrisa.
Al salir de él, Rubius tardó un momento en recuperar un poco la fuerza de sus piernas, para pararse y buscar una toalla, que humedeció con el agua de la canilla del baño en su cuarto, para volver hacia la cama, donde Vegetta ya estaba un poco más calmado, y sonrío con cariño al ver a su novio limpiar el semen sobre su abdomen con cariño.
Se miraron sólo para sonreír, sin palabras para decir algo al niver de esa primera vez.
Vegetta bottom😏👀
Gente creo que me estoy obsesionando con el shipp de Vegetta x Foolish 😫
Son tan lindos✨💗
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