𖦹 Treinta y dos 𖦹
—Mgh... Chan~— murmuró el menor con dolor, tenía el rostro caliente y perlado en sudor.
Chris paró para mirarlo con algo de pena.
—D-duele...— se quejó, pequeñas lágrimas estaban atrapadas en los bordes de sus ojos.
El mayor tomó su mano, en muestra de apoyo, dejando caricias, esta estaba también sudada.
—Ya casi, bebé— lo alentó—. Aguanta un rato más.
—Mmm~— murmuró con dolor, apretando sus ojos con fuerza.
Felix suspiró con fastidio.
Chris nunca le había dicho que decolorar su cabello podía doler tanto.
Por su fiesta de cumpleaños, y porque querían ese cambio desde hacía bastante, ambos habían ido a la peluquería por su nuevo look.
Por lo que tenían entendido, sus otros dos amigos debían estar en lo mismo, y alguna manera, Felix deseaba que alguno de los dos sufriera como él, ya que su novio la estaba pasando bastante bien.
El mayor la tenía más fácil, sólo había que colocarle el tinte que había elegido ( ya que su cabello claro, decolorado unas semanas atrás, estaba a su favor ), un lindo tono de color rubio, que tenía que dejárselo una hora antes de lavarlo, y mientras tanto jugaba con su celular.
En cambio, Felix optó por un color gris, y tenía que decolorar su cabello por al menos cuarenta y cinco minutos para poder bajar su color natural antes de la tinta.
El tiempo pasó y el menor vió a Chan ir hacia la sala continua, guiado por una chica del local, a lavarse el resto de la tinta.
Sonrió cuando, al salir su novio, lo llamaron a él, no pudo evitar suspirar de alivio al sentir el agua, más bien fría, calmar el ardor en su cabeza.
Aún tenía una hora más para esperar, entre que le colocaban la tintura de Felix, la dejaban reposar y luego la quitaban, así que luego de que secaron su cabello, Chris fue por algo de comida para los dos, ya que llevaban un rato largo en esa peluquería y tenían hambre.
Al volver, a Felix ya le habían colocado su tintura, y acercó una silla para sentarse junto a él mientras comían de una bolsa de papas fritas.
Notó a su novio mirar su cabello con ojos brillantes, encantado por el color.
Christopher le dedicó un guiño, haciéndolo reír un poco.
Y una hora después ambos estaban listos, libres para irse, aunque se quedaron un momento viendo la nueva apariencia del otro con una sonrisa boba en sus rostros, totalmente enamorados.
holaaaaaa, ¿me extrañaron?
dios, no saben cómo quise actualizar aquí, pero siempre surgía algo, y además, el colegio me está consumiendo.
meper¿
en fin, ¿están bien? cuéntenme cómo han estado, les leo. <3
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